LONGEVIDAD - Investigación y Ciencia

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3 er TRIMESTRE 2012 InvestigacionyCiencia.es TEMAS 9 7 7 8 4 1 1 3 5 5 6 6 8 0 0 0 6 9 6,50 EUROS EVOLUCIÓN ¿Por qué no vivimos eternamente? BIOLOGÍA Claves del envejecimiento celular SALUD Postergar las enfermedades de la vejez PSICOLOGÍA Senescencia y salud mental 69 L A CIENCIA DE LA L ONGEVIDAD

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EVOLUCIÓN

¿Por qué no vivimos

eternamente?

BIOLOGÍA

Claves del envejecimiento

celular

SALUD

Postergar las enfermedades

de la vejez

PSICOLOGÍA

Senescencia y saludmental

69

LA CIENCIA DE LA

LONGEVIDAD

Disponible en su quiosco el número de septiembre

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CLAVES DE LA LONGEVIDAD

4 ¿Por qué no somos inmortales?

Thomas Kirkwood

12 Anatomía de larga vida

S. Jay Olshansky, Bruce A. Carnes y Robert N. Butler

18 El origen de la longevidad

Rachel Caspari

24 El envejecimiento de la población española

Julio Pérez Díaz

SENESCENCIA Y SALUD MENTAL

34 Cerebro senescente

Christian Behl

40 Vejez personal

Irene E. Nagel

46 Envejecimiento y actividad laboral

Michael Falkenstein y Sascha Sommer

52 Pérdidas de memoria, normales y patológicas

Gaël Chetelat y Catherine Lalevée

RETARDAR EL ENVEJECIMIENTO

60 ¿Podemos retardar el envejecimiento?

Michael R. Rose

66 Antienvejecimiento

Isabella Heuser

74 Restricción calórica mimetizada

Mark A. Lane, Donald K. Ingram y George S. Roth

80 Los genes de la longevidad

David A. Sinclair y Lenny Guarente

88 Un nuevo camino hacia la longevidad

David Stipp

TEMAS 693er trimestre 2012

La ciencia de la longevidad

CLAVES DE LA LONGEVIDAD

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S

nuestra vida (las últimas semanas, días, horas y mi-nutos), ¿cuál sería nuestra elección? ¿Permanecer en buena forma hasta el último minuto para, a continua-ción, perecer de forma rápida? Aunque muchos esco-

gerían esta opción, entraña un inconveniente importante: si uno se siente bien en un momento dado, lo último que desearía es fallecer a continuación. Además, la familia y los seres queridos sufrirían un dolor inmediato y nuestra muerte repentina su-pondría para ellos una pérdida cruel. Sin embargo, las alter-nativas de padecer una prolongada enfermedad terminal o de perder a alguien querido en la oscura penumbra de la demen-cia tampoco despiertan interés.

-ces conviene hacerlo, no solo desde un punto de vista personal,

dónde puede ayudar la ciencia en nuestros intentos por burlar la muerte.

VIVIMOS MÁS TIEMPO

relación más natural con la muerte, aunque solo fuese porque la contemplaban con mayor frecuencia. Hace solo 100 años, la esperanza de vida de los países occidentales era unos 25 años inferior a la de hoy. Esa realidad se debía al elevado número de

parte de los niños moría por una infección antes de cumplir los

perecer a causa de una septicemia fatal tras arañarse la mano con una espina.

A lo largo del pasado siglo, la sanidad y la atención médica lograron reducir de forma espectacular la tasa de mortalidad en los primeros años y la etapa media de la vida. Hoy la mayo-ría de las personas fallece mucho más tarde y la población es

-gue aumentando en todo el mundo. En los países más ricos lo hace cinco horas o más cada día, y en muchos países en desarro-llo que se están acercando a ese nivel, la tasa crece aún más de-prisa. En la actualidad, la causa predominante de muerte es el

sea el cáncer, por la proliferación incontrolada de células o, en el polo opuesto, la enfermedad de Alzheimer, por la destrucción prematura de neuronas.

Hasta tan solo 1990, los demógrafos sostenían que la tenden-cia histórica del aumento de la esperanza de vida no tardaría

-do, un proceso programado en nuestro organismo que marca-ba de forma intrínseca el momento de la muerte.

Nadie previó el ascenso continuado de la esperanza de vida. Ha cogido por sorpresa a nuestros políticos y gestores.

C L AV E S D E L A L O N G E V I DA D

¿Por qué no somos inmortales?

Conforme nos hacemos mayores, nuestras células empiezan a fallar. Desentrañar los misterios del envejecimiento permitiría aumentar la

longevidad y mejorar nuestra salud

Nuestra esperanza de vida -

No todas las especies envejecen. Además, determinados fármacos o cambios en la dieta quizá podrían ralentizar el metabolismo o mitigar algunos procesos básicos del envejecimiento, con lo que se conseguiría alargar la vida. Sin embar-

aumentar la longevidad.

E N S Í N T E S I S

Thomas Kirkwood

Artículo publicado en

Investigación y Ciencia

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E DA D M Á X I M A

¿Cuánto más puede aumentar la esperanza de vida?La duración de la vida humana, o esperanza media de vida, viene aumentando desde hace más de 100 años ( ).

Sin embargo, los datos indican que los condicionantes biológicos evitan que la mayoría de los organismos sobrepase una cierta edad, un

). Se espera que las actuaciones encaminadas a mitigar esas restricciones permitan prolongar la

vida o que, por lo menos, contribuyan a mantener la salud durante más tiempo.

-ranza media de vida aún no ha alcanzado un límite, sino que se va ampliando más y más. Si las certezas que imperaban

cimiento?Aceptar nuevas ideas no siempre resulta fácil, porque todos

hemos crecido con nociones preconcebidas bastante rígidas so-

familia por África, nuestro vehículo atropelló a una cabra y esta

-daría mucho por vivir», me respondió. Me quedé impresiona-

edad tan temprana, no debe sorprendernos que la ciencia mo-derna no haya descartado las falsas creencias acerca de la se-nescencia.

Examinemos el conocimiento actual sobre el proceso de en--

-

pueden, las funciones metabólicas que sustentan la vida. Obtie-nen así oxígeno y nutrientes del medio y los utilizan para gene-rar la energía necesaria para fabricar e impulsar la actividad de

las proteínas (principales responsables de las funciones celula-res) y otros componentes.

En poco tiempo, privadas de oxígeno, las células perecerán.

inmensamente antiguo. Para todas y cada una de las células del organismo que acaba de sucumbir se podría trazar, si se dispu-siera de los registros adecuados, la genealogía a lo largo de una cadena continua de divisiones celulares. Nos remontaríamos así hasta hace unos cuatro mil millones de años, cuando aparecie-ron las primeras formas de vida celular en el planeta.

células poseen una asombrosa propiedad: están dotadas de una suerte de inmortalidad sin igual en la Tierra. Cuando fallezca-mos, si hemos tenido descendencia, un pequeño número de las

el futuro. Una única célula de nuestro organismo se librará de la extinción (un óvulo o un espermatozoide) por cada uno

-duran y se reproducen, y así sucesivamente.

El escenario que acabamos de imaginar pone de relieve no solo el destino de nuestro cuerpo mortal, o «soma», formado por todas las células no reproductoras, sino también la casi mi-

que se desprenden otras: ¿por qué la mayor parte de las criatu-ras posee un soma mortal? ¿Por qué la evolución no ha hecho que todas nuestras células disfruten de la aparente inmortali-

Cachipolla (1 día)

Ratón doméstico (4) Perro (29) Chimpancé (59)

Caballo (62)

Liebre (13) Gato (36)

Murciélago (30)

Puma (15) Gran búho cornudo (20+)

Libélula (4 meses)

10 años 20 30 40 50 60

Termita reina (50)

MÁXIMA ESPERANZA DE VIDA REGISTRADA EN SERES VIVOS SILVESTRES (AÑOS)