La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno de los países latinoamericanos
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E. Salcedo 1
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno de los países
latinoamericanos
Elkin Hernando Salcedo Santos1
Resumen
El objetivo de este proyecto es identificar los factores sociales, culturales, económicos,
políticos y jurídicos que promueven los actos de corrupción en la Policía de los países
Latinoamericanos, así como la incidencia del fenómeno en el desarrollo, prosperidad,
democracia y justicia de los mismos. Esta investigación es de tipo exploratorio-descriptivo,
Sampieri (2006) define, “Los estudios exploratorios se efectúan, normalmente, cuando el
objetivo es examinar un tema o problema de investigación poco estudiado o que no ha sido
abordado antes”. Así mismo, considerará en su desarrollo un enfoque mixto de la
investigación que implica un proceso de recolección, análisis y vinculación de datos
cualitativos y cuantitativos en un mismo estudio o una serie de investigaciones para
responder a un planteamiento del problema. (Hernández, Fernández y Baptista, 2010). El
procedimiento será mediante cuatro fases. Con los resultados de la investigación se
pretende generar conocimiento que permita orientar el entendimiento de la problemática,
brindando a los interesados una serie de herramientas para la toma de decisiones en la lucha
contra la corrupción y su impacto en el buen gobierno de los países de la región
latinoamericana.
1 Abogado. Administrador Policial. Especialista en derecho procesal penal. Especialista en investigación criminal. Master (LL.M.) en crimen y justicia. Oficial de la Policía Nacional de Colombia. E-mail: [email protected]
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
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Palabras clave. Buen gobierno, desarrollo, corrupción, Policía, prosperidad,
democracia, administración de justicia, países latinoamericanos.
Abstract
The objective of this project is to identify the social, cultural, economic,
political and legal factors that promote corruption in the Police of Latin American
countries. It will also explore the impact this phenomenon has in the development,
prosperity, democracy and justice of the Police of these countries. This research is
exploratory-descriptive, in accordance with Sampieri (2006) definition: "Exploratory
studies are performed, usually when the objective is to examine a topic or research
problem rarely studied or that has not been addressed before." Also, it will be
considered in its development a mixed research approach that involves a process of
collecting, analyzing and linking qualitative and quantitative data in a single study or
series of investigations to address a problem statement. (Hernandez Fernandez and
Baptista, 2010). The process will consist of four phases. The results of the research
aim to generate knowledge that will help the understanding of the problems, giving
stakeholders a set of tools for decision making in the fight against corruption and its
impact on corporate governance of the countries in Latin America.
Key words. Good governance, development, corruption, Police, prosperity,
democracy, justice system, Latin american countries.
E. Salcedo 3
Línea de investigación: Estado e instituciones públicas.
Problema.
Con el propósito de realizar una descripción del problema se plantean tres
interrogantes; el primero, se encuentra el enfoque al asunto en concreto, en segundo lugar,
se tiene la explicación de las razones para seleccionar el tema y finalmente se observan
algunas perspectivas que explican la relevancia del tema seleccionado para el desarrollo de
la investigación.
¿Cuál es el problema concreto?
Una de las definiciones más aceptadas sobre corrupción en la actualidad, es la que
ofrece Transparencia Internacional (2014), refiriéndose a la misma como “el abuso del
poder delegado para beneficio propio”. De igual manera establece que la corrupción se
puede clasificar en grande, pequeña y política, dependiendo de la cantidad de dinero y el
sector donde esta se desarrolle. Aunque no existe una definición establecida, debido a las
diferencias políticas y legales de los países a nivel mundial, se pretende utilizar el concepto
antes mencionado para determinar el punto de partida del presente documento; toda vez que
el problema de investigación se centra en otro aspecto de la corrupción y no en su
definición.
Según el índice de percepción de corrupción en el sector público (Transparencia
Internacional, 2013), los países latinoamericanos, ocupan el segundo puesto en el grado de
afectación por el flagelo. Entre 177 países que hacen parte del estudio, Brasil ostenta el
lugar 72, Perú está en el puesto 83, Colombia tiene la posición 94, Ecuador se ubica de 102,
Argentina ocupa el lugar 106, Bolivia ocupa el puesto 107, Paraguay posee el rango 150.
Probablemente el hemisferio latino no ocupa el primer lugar por dos razones: la primera
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
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porque no hay tantos países como en el continente africano; y la segunda porque
países como Chile y Uruguay ocupan puestos muy privilegiados en la clasificación 22
y 19 respectivamente; en el mismo estudio los países obtienen una puntuación
promedio de 36/100 en la escala de medición siendo cero (0) altamente corrupto y
cien (100) muy limpio. Dicha percepción está enfocada en instituciones que se
suponen han sido creadas para brindar un servicio a la sociedad, tales como el sistema
judicial, sistema de impuestos, servicios médicos, empresas de servicios públicos,
instituciones de educación, instituciones de registro y la policía. Esta información
permite establecer claramente que los países enfrentan serios problemas en aspectos
que están directamente relacionados con la confianza de la ciudadanía en las
instituciones que deben brindar las garantías de bienestar en el nivel y calidad de vida
de la población. Estos factores se convierten en principales obstáculos para el
ejercicio del buen gobierno y el equilibrio del Estado.
Con el propósito de establecer una hoja de ruta para el desarrollo del presente
proyecto, se estima conveniente tener en cuenta la aproximación que hace la Oficina
de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito sobre la corrupción y su relación
con los elementos que componen la esencia en el avance de una sociedad, de la
siguiente manera (UNODC, 2014):
La corrupción. Un crimen contra el desarrollo.
Es comúnmente aceptado que la corrupción es penetrante, afectando países
desarrollados y en desarrollo de la misma manera e indebidamente influenciando un
amplio rango de las actividades del sector público y privado. Mientras las medidas en
materia criminal y penal mantienen elementos centrales de las estrategias
anticorrupción, ahora se entiende que la corrupción tiene con frecuencia sus raíces en
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lo profundo de factores sociales, culturales y económicos, los cuales deben ser también
dirigidos si se quiere ganar la lucha contra la corrupción. También es reconocido que los
efectos dañinos de la corrupción representan un serio obstáculo para mejorar el crecimiento
económico y mejorar las vidas de los segmentos más pobres de la población en países en
desarrollo y economías en transición. Agencias de desarrollo han venido a entender que la
corrupción no solo erosiona la entrega actual de asistencia y ayuda, pero socava las metas
fundamentales del desarrollo social y económico como tal. Más y más países observan el
soborno y el amiguismo como un serio obstáculo en el camino para el desarrollo y están
pidiendo a las Naciones Unidas asistirlos para alcanzar herramientas que disminuyan tales
prácticas.
En los países en desarrollo, la corrupción ha detenido el progreso nacional, social,
económico y político. Los escasos recursos públicos son ubicados ineficientemente,
ciudadanos competentes y honestos se sienten frustrados y el nivel de desconfianza de la
población crece. Como consecuencia, la productividad es baja, la eficiencia administrativa
es reducida y la legitimidad del orden político y económico es socavada. La efectividad de
los esfuerzos en la parte de los países desarrollados para re direccionar los desbalances y
cultivar el desarrollo es erosionado: el apoyo extranjero desaparece, proyectos quedan
incompletos y finalmente los donantes pierden el compromiso.
La corrupción también deteriora el desarrollo económico a través de transferencias de
grandes sumas de dinero en direcciones que no se ocupan de la pobreza. Los fondos
destinados para la ayuda e inversión fluyen a cuentas de servidores públicos corruptos, más
allá de alcanzar la incautación oficial. El flujo contrario de capital a su vez conduce a la
inestabilidad política y económica, pobre infraestructura, educación, salud y otros servicios
y en general la tendencia a crear o perpetuar bajos estándares de vida.
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
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La corrupción. Un crimen contra la prosperidad.
En muchos países, las personas que van a solicitar licencias de conducción,
permisos de construcción y otros documentos de rutina han aprendido a esperar un
“recargo” de los servidores públicos. Con frecuencia los sobornos se pagan para
ganar contratos públicos, para comprar influencia política, para dejar a un lado
inspecciones de seguridad, para desviar procedimientos y reglas complicadas que
pueden causar demoras y para asegurar que las actividades criminales están
protegidas de la interferencia de la policía y otros oficiales de la justicia penal. Las
directas y mensurables consecuencias de la corrupción son aún más penetrantes y
profundas que los ejemplos antes expuestos.
Se ha establecido un amplio consenso entre académicos, expertos y políticos,
basados en la conclusión de que la corrupción es uno de los principales obstáculos
para la paz, estabilidad, desarrollo sostenido, democracia y derechos humanos a nivel
global. La corrupción extendida pone en peligro la estabilidad y seguridad de las
sociedades, socava los valores de la democracia y la moralidad y compromete el
desarrollo social, económico y político. Las medidas de justicia penal reactiva ahora
son complementadas por medidas económicas y sociales que tienden no sólo a
disuadir la corrupción, pero también a prevenirla.
El reconocimiento de que el sector público y privado son con frecuencia dos
aspectos del mismo problema, ha llevado a estrategias que involucran no sólo a
servidores públicos, pero también grandes empresas comerciales nacionales e
internacionales, bancos e instituciones financieras, entidades no gubernamentales y,
en muchas estrategias, sociedades civiles en general. Para abordar el soborno de
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servidores públicos, por ejemplo, los esfuerzos pueden ser dirigidos no sólo a la disuasión
del pago y recibo del soborno, sino también reduciendo los incentivos para ofrecer en
primer lugar.
La corrupción. Un crimen contra la justicia.
La corrupción en un sistema de justicia es una de las áreas más críticas, requiriendo
atención y enfoque en la lucha para mejorar la transparencia, fortalecer la integridad y
salvaguardar los principios de los derechos humanos y el estado de derecho. Adherencia a
las prácticas de buen gobierno generalmente, incluso dentro del sistema de justicia, es
integral al crecimiento económico, la erradicación de la pobreza y el hambre, y el desarrollo
sostenible. Transparencia a través del proceso judicial es ampliamente reconocido como un
principio fundamental de buen gobierno y la base para los principios de responsabilidad.
Este también opera como una revisión contra la mala administración y corrupción. Además,
un sistema judicial transparente e independiente ayuda a promover toma de decisiones
objetivas y justas, y establece la confianza pública a través del fomento del conocimiento,
la participación significativa y el acceso del público en general.
Independencia judicial y el derecho a una audiencia justa frente a un tribunal
imparcial ha sido siempre relacionado como un derecho humano básico, fundamental al
estado de derecho. Además, son considerados ingredientes vitales para la promoción de un
clima de inversión y viabilidad económica. Ahora es ampliamente aceptado que la
salvaguarda de la independencia judicial es esencial al estado de derecho, y hay un amplio
acuerdo en cómo ir acerca de la promoción y protección de la independencia judicial. En
términos de responsabilidad, en general, el poder judicial debe ser responsable sobre todo
lo demás a la ley, en el sentido que las decisiones hechas están en concordancia con la ley y
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
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no están hechas arbitrariamente. Como otras ramas del gobierno, el sistema judicial
debe también ser responsable al público en general al cual sirve.
Cultivar una cultura de independencia, imparcialidad y responsabilidad entre
jueces es un paso vital hacia el aseguramiento de la integridad general del sistema
judicial. El desarrollo de códigos de conducta judicial u otras medidas institucionales
pueden también proveer un importante medio de fomentar responsabilidad judicial,
toda vez que ellos sirven como una guía y una medida de conducta judicial. Una
fuerte e independiente asociación de jueces, mientras tanto, puede proveer un punto
seguro de referencia para jueces, permitiéndoles interactuar con otras ramas del
gobierno en una manera responsable y aún independiente. Finalmente, aunque, el
sistema judicial debe ser responsable ante los ciudadanos, y la sociedad civil,
incluyendo los medios de comunicación y las entidades no gubernamentales, deben
jugar un rol mejorado en la exigencia y aseguramiento de la responsabilidad judicial.
La corrupción. Un crimen contra la democracia.
Hay poca duda de que la corrupción impide el desarrollo económico, baja la
proporción de la inversión privada para el PIB, y tiene un efecto negativo en el
funcionamiento de las instituciones democráticas. Por lo tanto, la corrupción
representa un serio reto para el desarrollo. En la esfera política, la corrupción
generalizada quebranta la democracia y el buen gobierno socavando los procesos
democráticos formales, incluyendo las elecciones. Más generalmente, la corrupción
erosiona la capacidad institucional de las entidades gubernamentales, se ignoran los
procedimientos formales, los recursos son desviados para beneficio privado, y las
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oficinas públicas son pagadas a través de sobornos u otros medios de enriquecimiento.
Al mismo tiempo, la corrupción menoscaba la legitimidad del gobierno y valores
democráticos como la confianza pública y la tolerancia de las minorías o grupos sin poder,
afectando de esta manera el cumplimiento de los derechos civiles y políticos. La corrupción
puede debilitar las instituciones democráticas, tanto en democracias nuevas como de larga
tradición. Cuando la corrupción es prevalente, aquellos en posiciones públicas fallan en
tomar decisiones con los intereses de la sociedad en mente. Como resultado, la corrupción
daña la legitimidad de un régimen democrático en los ojos del público y conduce a la
pérdida del soporte público a las instituciones democráticas. La gente se siente desanimada
para ejercer sus derechos civiles y políticos, así como de exigir que esos derechos sean
respetados.
La buena noticia es que parece existir una correlación inversa entre la democracia y la
corrupción; fuertes, robustas instituciones democráticas dan como resultado menos
corrupción en el sistema. El papel de las instituciones democráticas, incluyendo un sistema
judicial independiente y medios de comunicación independientes, en concordancia con
participación política activa, son cruciales para la lucha contra la corrupción.
Después de observar esta aproximación general de la corrupción y como incide en los
diferentes aspectos de desempeño evolutivo de una sociedad, se puede establecer
claramente que existe una relación directa entre corrupción y buen gobierno. Razón por la
cual parece relevante enlazar en este punto el concepto de buen gobierno. Según Rojas
(2010) el concepto de buen gobierno hay que buscarlo en el estudio pionero del Banco
Mundial sobre la situación de Desarrollo y Gobernanza en África (1992). Dicho informe
aporta el término 'gobernanza' al hacer referencia a la capacidad de las fuerzas fácticas de
un país para mantener y administrar el poder político, pero el concepto evoluciona y se
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
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transforma en torno a la capacidad de la administración pública para garantizar el
desarrollo económico y social del Estado. Así mismo, Rojas (2013) quien cita a
Agere (2000) manifiesta que “existe una relación del concepto (buen gobierno) con
democracia, sociedad civil, participación popular, derechos humanos y sociales, y
desarrollo sostenible, en otras palabras, promueve la creación de procesos en la
administración pública que respondan a los diferentes grupos de interés”. Sin
embargo, esto puede representar un reto bastante grande para los países en desarrollo,
donde la calidad de vida y los medios de subsistencia de los grupos de interés se
encuentran separados por brechas económicas y de desarrollo político, estableciendo
una distancia muy grande entre las elites sociales y los grupos menos favorecidos.
El mismo Agere (2010) realiza una explicación muy aterrizada de los elementos
claves para alcanzar el buen gobierno, de la siguiente manera: responsabilidad,
transparencia, participación de los actores, marco legal y jurídico, y lucha contra la
corrupción. Este último concepto es el que interesa al presente proyecto, toda vez que
conduce al núcleo del problema. Frente a la lucha contra la corrupción Agere (2010)
sostiene que:
La definición de corrupción cubre muchas formas del fenómeno tanto en el
sector público como en el privado. Si se logra combatir la corrupción, se puede
entender que hay un indicador clave de compromiso para el buen gobierno. Las
manifestaciones de la corrupción estriban en lo individual, organizacional o
institucional. Agere (2010) continúa explicando que en el contexto de Estado, la
corrupción se refiere con más frecuencia a conductas ilegales o de otra manera
criminales cometidas por entidades gubernamentales, o por miembros de esas
organizaciones actuando en función de su empleo. En un país donde hay pobre
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gobernanza y corrupción se encuentran los mayores obstáculos para la búsqueda del
desarrollo económico. Por ejemplo:
- Los sobornos incrementan los costos de los programas de desarrollo gubernamental y
afectan los proyectos de pequeño mérito económico.
- La Corrupción menoscaba la capacidad de recaudación de impuestos, contribuyendo a
debilidades fiscales y dificultades macro-económicas.
- Malversación de recursos de los propósitos para los cuales fueron creados,
distorsionando la formulación de la política pública.
- El empleo de sobornos para lograr acceder a los servicios públicos deteriora la prioridad
de asignación establecida, beneficiando a un grupo muy pequeño de personas a
expensas de otras muchas.
- La corrupción generalizada trae al gobierno muy mala fama y ánima el cinismo sobre la
política y la política pública. (p.8)
Cuando se trata de la administración pública, la fragilidad de la misma se refleja en la
disminución de la probidad de los servidores públicos y la inadecuada vigilancia legislativa
del gobierno. Además, la corrupción erosiona la autoridad y la efectividad de las
instituciones públicas. Mejoras, por lo tanto, en la efectividad y transparencia de las
políticas económicas y reformas administrativas pueden contribuir poderosamente a la
lucha contra la corrupción así como habilitar el buen gobierno.
Después de hacer esta pequeña pero necesaria revisión de los conceptos de
corrupción y buen gobierno así como las variables que surgen a primera vista sobre el
impacto que pueden causar en el desarrollo de un país; es momento de hacer la transición al
tercer elemento que hace parte de la presente propuesta de investigación: La Policía.
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
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Cuando se hace referencia a la institución policial, inevitablemente se debe
revisar en la historia, el inicio de la esencia de las culturas organizadas, como una
manera de ejercer control o autoridad por parte de aquellos, que temporalmente,
poseían el poder. Desde entonces se puede afirmar que el ejercicio del servicio
policial, directa o indirectamente tiene incidencia en la vida de los ciudadanos. Y por
tal razón, indudablemente se identifica como un fin esencial del Estado, brindar
condiciones de seguridad y convivencia a todos los miembros de la sociedad. Para
definir el concepto de la policía, Jar (1999) echa mano de la definición que la Grand
Enciclopédie (1910, p.200) recoge: No se conoce apenas sociedad un poco
organizada sin que exista un poder de policía que asegure a sus miembros la
seguridad interior, que reprima y prevenga los delitos contra las personas y
propiedades y, por otra parte, asegure la obediencia a los representantes del Estado y
la aplicación de las disposiciones dictadas por los jefes.
Por supuesto, a través del tiempo las sociedades han evolucionado y con ellas
también la institución policial. El fenómeno de la corrupción la ha estado
acompañando desde sus orígenes, mutando de forma y manifestaciones, de acuerdo al
momento histórico, político, económico, social y cultural. Actualmente, después de
los sistemas parlamentarios y el sistema judicial, la policía ocupa el tercer puesto en
el índice de percepción más alto frente a la corrupción. En parte, se debe a que los
miembros de la institución policial, por la naturaleza de su servicio, están en
permanente contacto con la ciudadanía, haciendo que los factores determinantes o
provocadores de conductas de corrupción sean más altos en los funcionarios
policiales. Por otra parte, es inevitable hacer la analogía policía – sociedad, teniendo
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presente que la sociedad tiene a la policía que se merece, partiendo de la base que los
insumos del recurso humano provienen de la misma sociedad.
Es decir, que si una sociedad no cuenta con agentes de policía preparados, entrenados
y fortalecidos de la manera indicada para enfrentar los elementos facilitadores de conductas
de corrupción, seguramente va a ser muy difícil prevenir, disuadir, evitar y contrarrestar el
flagelo dentro de las filas. Para tener una idea del estado del fenómeno actualmente, es
posible remitirse al Barómetro Internacional de Corrupción (Transparencia Internacional,
2013), cuando se pregunta a las personas que han tenido contacto directo con miembros
que integran las entidades antes relacionadas, si han pagado algún soborno de alguna
manera, la Policía ocupa el primer puesto con el 31% por ciento de las personas afectadas
por el fenómeno.
Sin embargo, el soborno es solo una de las manifestaciones del problema. Se
convierte en una situación más compleja cuando la dinámica delictiva implica escenarios de
países en conflicto interno, o que se encuentran en transición democrática, o donde el
narcotráfico, el crimen organizado y grupos al margen de la ley tienen acceso a las
autoridades del Estado, penetrando sus instituciones y por ende se deslegitima la naturaleza
de servicio y protección a la sociedad.
Los costos de la corrupción en la policía pueden llegar a ser muy altos, no sólo
económicamente, sino que además tiene un impacto negativo en el tejido social de un país
que está directamente relacionado con la evolución y desarrollo de la población, de igual
manera con la prosperidad, la justicia y la democracia de una nación.
Es claro que la corrupción en la policía puede surgir de las actividades diarias que se
convierten en rutina en el ejercicio de sus funciones. Entre otras, el uso de la violencia para
alcanzar sus metas burocráticas puede ser una influencia en el espectro de posibilidades de
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ejercer la corrupción. Sin embargo, al desarrollar búsqueda de información sobre
investigación académica del papel y comportamientos de la policía, se puede
establecer que es casi nula.
En el caso particular colombiano, se puede tener en cuenta como un punto de
inflexión trascendental para el desarrollo del país, la participación de la policía en la
debacle ocurrida a partir del asesinato del líder político Jorge Eliecer Gaitán el 09 de
abril de 1948, en dicha época los integrantes de la policía ingresaban a la institución
de acuerdo a la filiación política del gobernante de turno, se hace claridad que el
espectro reflejaba una posición bipartidista tradicional entre conservadores y
liberales, haciendo que la unidad institucional se debilitara por que se encontraban
miembros dentro de la organización fieles a uno u otro partido, sin tener en cuenta la
imparcialidad que debe caracterizar a una institución que brinda servicio a la
comunidad, de manera que cuando se detona la ola de violencia en el país, la policía
cumplió un papel de acelerador en el deterioro del mantenimiento del orden público,
los agentes del orden salieron a las calles a hacer parte de la muchedumbre que
saqueaba los negocios, quemaban la infraestructura pública, los medios de transporte
y hasta se cometieron asesinatos; si se observan los registros históricos del momento
se vislumbra un escenario desolador en el que Bogotá, la ciudad capital y promotora
de desarrollo del país, quedó reducida a cenizas y con miles de cuerpos sin vida en las
calles. La institución policial tal como existía en el momento desapareció legalmente,
a través de un decreto presidencial, dando como resultado la reorganización de un
cuerpo armado de naturaleza civil, pero bajo la influencia de un modelo castrense
chileno que a su vez tiene sus raíces en la formación de los cuerpos alemanes de
seguridad; en este aparte, se puede encontrar la explicación de la dinámica
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organizacional de la actual policía colombiana, incluyendo su entrenamiento, costumbres,
uniformes, protocolos operacionales y sobre todo su psicología colectiva. Pero, regresando
al punto histórico, es importante resaltar que la manera en que se recuperó el control de la
situación del “Bogotazo” fue a través de la intervención del ejército. Este hecho demuestra
la crisis institucional del país en el momento, y del cual Colombia no ha logrado superar
hasta el momento.
En un país donde las fuerzas militares deben ejercer sus operaciones en el interior del
país y no en la defensa de la soberanía de la nación, para lo cual están legalmente
constituidas en la Carta Magna, representa un obstáculo para el avance a una sociedad
civilizada como se puede observar en países desarrollados. La explicación radica en que se
presenta una falta de identidad en el ejercicio de las funciones, donde en ocasiones el
Ejército cumple funciones policivas y la policía termina desarrollando operaciones
netamente militares; además, en ese ejercicio, se termina desarrollando una economía de
guerra que posiblemente puede ser enfocada de mejor manera a la seguridad ciudadana.
Sin embargo, al interior de la Policía Nacional Colombiana se ha presentado un
interés muy particular en el tratamiento de la corrupción, bajo los lineamientos de una
voluntad de gobierno que ha incluido el tema como una política de Estado. Esta dinámica
se orienta bajo el concepto elaborado por la Comisión Australiana del Servicio Público
(citado por el Departamento Nacional de Planeación, 2010) en el que se identifica
claramente que “la gobernabilidad del sector público contempla (...) un conjunto de
responsabilidades y prácticas, políticas y procedimientos (...) que proveen una directiva
estratégica, aseguran el logro de objetivos, controlan el riesgo, y utilizan los recursos con
responsabilidad y rendición de cuentas” (p.468). Al tener en cuenta esta visión se puede
detectar que la meta gubernamental es propender por el fortalecimiento de un esquema de
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
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buen gobierno, con la pretensión de mejorar el desempeño en la administración de los
recursos públicos. Dicha perspectiva representa un buen punto de partida teórico para
el desarrollo de la Nación.
Sin embargo, es pertinente continuar con el planteamiento del problema
señalando que en el estudio del fenómeno de la corrupción policial se pueden
identificar problemas estructurales de carácter interno en la organización relacionada
con la subordinación del Estado como lo manifiesta Campero (2012), en el caso de la
policía boliviana, que se vio inmersa en la participación de protestas en el año 2012,
debido a la implementación de algunos impuestos por parte del gobierno que
afectaron directamente sus condiciones laborales y económicas, de paso
aprovecharon para denunciar, según los participantes de las revueltas, las inequidades
internas, que se presentan en ese momento en la institución, específicamente sobre el
sistema de ascensos en la cúpula de la organización según la conveniencia del
gobernante de turno, sin tener en cuenta los objetivos institucionales, y argumentando
que los niveles básicos o de inferior rango de la institución se veían relegados y sobre
todo mal remunerados. Una vez más, el ejército sale a las calles, pero la solución
resulta ser más dañina que el problema en sí, pues se incrementó el nivel de violencia
por el uso excesivo de la fuerza, dando como resultado varios muertos de la policía,
del ejército y personas civiles. Este tipo de situaciones tienen un impacto negativo
bastante fuerte en el desarrollo del país, toda vez que mientras se escribe el presente
proyecto, en Bolivia, se vive una tensión frente a las huelgas que de nuevo
protagonizan los policías, cuyo génesis se centra en los desbalances internos
relacionados con el sistema de remuneración y condiciones de bienestar inequitativos
entre los mandos y el personal de subalternos de la organización. Esto genera una
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crisis en materia de orden público, pero a su vez genera una crisis de seguridad institucional
del Estado y específicamente de la organización policial, la cual está establecida para
generar las condiciones de tranquilidad, seguridad y convivencia en una sociedad.
Impactando directamente en la percepción o sensación de seguridad de la ciudadanía, de
igual manera generando un ambiente de vulnerabilidad frente a la delincuencia y por lo
tanto una proclividad al incremento de las actividades delictivas. El interrogante no
resuelto, y que poco se trata en este tipo de situaciones, es si las razones que motivan las
protestas de los agentes policiales, están o no relacionadas con actos de corrupción,
enmarcando la situación dentro de la definición establecida por Transparencia Internacional
y que fue mencionada al principio del planteamiento del problema.
Otro caso de estudio, que puede servir como una valiosa fuente de información, para
observar otra perspectiva del problema y así establecer las incidencias de las condiciones
políticas de un país en el comportamiento de la corrupción en la entidad policial está
relacionado con la situación presentada el 30 de septiembre de 2010 en Ecuador. En este
escenario los policías también salen a las calles a protestar como consecuencia de las
medidas tomadas por el gobierno de turno para hacer ajustes salariales, estos ajustes
desmejoran las condiciones de los miembros de la policía, provocando bloqueos de vías y
manifestaciones masivas. El presidente decide atender el caso personalmente; cuando esto
sucede, las circunstancias se tornan un poco más oscuras, toda vez que en ese momento
salen a relucir algunas teorías de conspiración de golpe de estado por parte de los policías,
según lo manifiesta dramáticamente el señor presidente de manera abierta a los medios de
comunicación. Finalmente, la organización policial se dividió en dos, haciendo que la toma
del control se hiciera por parte de los miembros de policía que no apoyaban la
manifestación. Aunque en la actualidad no se ha logrado establecer con claridad la cuestión
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sobre si se trató de un intento de golpe de estado o una revuelta gremial, es claro que
a raíz de esta situación, el presidente tomó algunas decisiones que cambiaron el
escenario institucional del país. Según lo describe Luna (2011) de la siguiente
manera:
En primer lugar, se da una reforma a la Ley de Seguridad Pública y del Estado
que posibilita a las Fuerzas Armadas colaborar con el control de la seguridad
ciudadana – que antes era potestad exclusiva de la policía nacional. En segundo lugar,
el control de los organismos de inteligencia y seguridad del Estado como la Secretaria
Nacional de Inteligencia y el Ministerio Coordinador de Seguridad ha retornado a
manos de personal militar y retirado de la policía. Tercero, el Ministerio de Gobierno
ha cambiado su denominación a Ministerio del Interior con lo cual la policía quedó
adscrita a este ministerio, mediante decreto presidencial, perdiendo autonomía.
En la actualidad se hace más común hablar de una sociedad civilizada,
entendiendo la interpretación del término hacia lo civil, es decir donde el tema militar
hace parte de la historia, y sobre todo muy relevante en el hemisferio sur, el cual ha
estado lleno de tribulaciones político-militares en torno a su desarrollo social,
económico, democrático y especialmente donde las instituciones que representan
autoridad tienen una tendencia a la protección de los derechos y libertades de los
ciudadanos. Teniendo en cuenta este argumento, sería interesante desarrollar algún
tipo exploración en el campo de acción de dos temas principales: primero, cuáles son
las consecuencias para el país que las fuerzas militares adquieran este tipo de
facultades y segundo como se refleja esto en el desempeño institucional de la policía
frente a sus ciudadanos.
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Continuando con el análisis en la región latinoamericana, Venezuela es el uno de los
países en que los ciudadanos perciben a la policía como la institución más corrupta por
encima de los partidos políticos y los empleados públicos. La corrupción en la policía
ocupa el primer puesto, según lo establece el Barómetro Global de la Corrupción
(Transparencia Internacional, 2013) determinando que el 65% de los venezolanos
encuestados advierten un incremento en la corrupción.
Después de realizar una encuesta a 114.000 personas en 107 países se llega a la
conclusión que los venezolanos estiman a la Policía como la institución más corrupta, con
una apreciación de 4,4 puntos de 5, siendo 5 una valoración en el rango de extremadamente
corrupta.
Frente a la complicada situación presentada Olivares (2012) hace una aproximación
sobre los elementos que componen la problemática de la siguiente manera:
La injerencia política en los cuerpos policiales, la corrupción en la que incurren la
mayoría de los funcionarios, el militarismo como filosofía, la falta de seguridad social, un
nivel educativo en el que sólo 3% tiene grado universitario, los bajos salarios y una
dotación inadecuada para enfrentarse a la delincuencia son algunos de los males que
acompañan al funcionario policial en su particular batalla diaria.
Esta conclusión presenta un espectro bastante heterogéneo de elementos endógenos y
exógenos que influyen en la complejidad de la problemática. Entre los factores externos a
la institución y que a todas luces no dependen de su autonomía, se encuentran, entre otras,
la influencia política y asignación de un presupuesto importante que permita satisfacer las
necesidades logísticas, de entrenamiento o capacitación y prestaciones sociales en general
que son vitales para el normal funcionamiento de cualquier organización. Por otro lado, se
encuentran factores internos, que definitivamente pueden ser solucionados o mejorados por
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los mismos miembros de la institución empezando por los mandos directivos, tales
como la buena administración del recurso económico que se destine para la
activación de la maquina policial, desarrollo de una doctrina que se acerque más a los
preceptos de una sociedad moderna que se enfoca día a día al ejercicio de los
derechos humanos en una forma liberal y sin regímenes autoritarios, así como el
desarrollo de estrategias que permitan mejorar la actitud del funcionario frente a su
cliente final que es el ciudadano.
Después de hacer un análisis somero de la problemática, se pueden encontrar
varios puntos comunes en la región, que convergen en factores sociales, políticos,
económicos, históricos y culturales que inciden en la gestación, alimentación,
desarrollo y en algunos casos, no pocos, el fortalecimiento de la corrupción en la
institución que representa un baluarte para la identidad y soberanía de los pueblos
latinos. Aunque es claro que cada país presenta un esquema particular que
individualiza el fenómeno en cada una de las naciones afectando de esta manera el
desarrollo económico, la prosperidad, la administración de justicia y la democracia;
también es evidente que en un mundo globalizado como el de hoy, cualquier
circunstancia que afecte negativamente a un país vecino, inevitablemente repercute en
la cotidianidad de toda la región. Así, se plantea el problema de la corrupción en la
policía y su impacto en el ejercicio del buen gobierno en los países de Latinoamérica.
¿Porque se ha escogido este tema?.
De manera personal, la motivación se centra en la idea de que los colombianos
merecen mejorar su calidad de vida, disminuir las diferencias sociales, incrementar
las oportunidades de empleo y sobre todo vivir en un país que brinde las garantías de
E. Salcedo 21
tranquilidad, seguridad y convivencia pacífica, teniendo siempre presente el respeto por los
derechos humanos.
Como se mencionó en el planteamiento del problema, todos estos elementos están
directamente relacionados con el desarrollo, la prosperidad, la democracia, y la
administración de justicia en una nación.
Estos últimos conceptos, al mismo tiempo, dinamizan el ejercicio del buen gobierno.
Pero en un mundo globalizado, no es suficiente con que un país despliegue sus mejores
esfuerzos para alcanzar los niveles de sostenibilidad adecuados, si sus vecinos presentan
una problemática que inevitablemente va a impactar el desempeño del desarrollo,
especialmente en la región latinoamericana.
Ahora bien, uno de los facilitadores de la dinámica de buen gobierno, y porque no
decirlo, uno de los pilares fundamentales de cualquier sociedad es la seguridad pública.
Tudela (2007) argumenta de manera clara la forma como la misma seguridad pública se ve
amenazada por fenómenos como la corrupción, así:
La seguridad es una aspiración individual y social. Ella es fundamental para el
desarrollo y realización de la persona y la sociedad. Ambas necesitan redes de protección
de diferentes tipos, coberturas y escalas. Sin embargo, aún a pesar de la existencia de éstas,
las preocupaciones y la insatisfacción son recurrentes y se acrecientan, particularmente en
el escenario de la modernidad y de una mayor conciencia sobre los riesgos y peligros
actuales, que desafían la eficacia y suficiencia de los sistemas públicos de seguridad.
El Estado ha implementado, a través de la historia, instituciones que permitan el
ejercicio de las libertades individuales y colectivas de sus asociados, siendo la policía por
naturaleza, diseñada a cumplir con ese fin. De esta manera la relación policía-sociedad
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
22
conforma un binomio trascendental para los fines de un Estado Democrático de
Derecho, siendo esta la configuración de las naciones del hemisferio sur.
En este punto se plantea la cuestión sobre el estudio de las causas y efectos de
la penetración de la corrupción en la organización establecida fundamentalmente
para (…) servir a la sociedad, proteger vidas y bienes; defender al inocente del
engaño, a los débiles de la opresión y la intimidación; emplear la paz contra la
violencia y el desorden y respetar los derechos constitucionales de libertad, igualdad
y justicia de todos los hombres. (Policía Nacional de Colombia, 1910). Logrando
establecer que si bien es cierto el fenómeno es tan antiguo como la misma
organización no se le ha brindado la importancia que merece. Y es que los estudios
sobre corrupción en la policía a nivel latinoamericano son bastante escasos en
comparación con otras instituciones como el ejército u otras entidades
administrativas, y se dificulta aún más cuando se trata de encontrar información sobre
la corrupción en la policía y su impacto en el desarrollo de una nación.
Algunos autores han dado ciertas explicaciones sobre la escasa atención
brindada a la policía por parte de la sociedad, por ejemplo, para Bayley (citado por
Jar, 2010), (…) tres serían las razones de tal abandono. La primera, no haber
considerado a la Policía como actor decisivo en los eventos históricos más
trascendentales de la historia, al estimar los científicos sociales que se estaba ante
actividades profesionales rutinarias de escaso prestigio, a diferencia de la imagen
heroica con que se representaba a los militares; en ese sentido, el mismo Bayley
justifica esa situación tanto en el sistema de reclutamiento de los policías entre las
clases más bajas de la sociedad como en el uso de la violencia en conflictos internos,
lo que le confiere un carácter más bien sórdido y poco honorable.
E. Salcedo 23
Las otras dos serían: una larga tradición de secreto en sus actuaciones —Lapierre
(1973) afirma que «la Policía está más dispuesta a recoger informaciones sobre otros
grupos que a darlas sobre ella misma»—, considerada como una imprescindible necesidad
funcional, y, por último, los juicios y reacciones que la misma genera ante la comunidad
científica. Respecto a esta última cuestión hay que decir que los mismos suelen ser
contradictorios, al estar condicionados tanto por sentimientos de afecto, más o menos
sinceros o interesados, como por prejuicios ideológicos o partidistas, lo que provoca
enfoques ya sean apologéticos o descalificadores, lo que, en uno y otro caso, impide la
necesaria neutralidad que debe exigirse a todo análisis que se precie de riguroso.
En la mayoría de los Estados que se consideran orientados por un sistema
democrático existe la influencia del concepto estado social de derecho, el cual se establece
técnicamente en la Constitución de cada país, entendido como la configuración del aparato
estatal al servicio de la sociedad. Es decir, que las instituciones políticas, administrativas y
jurídicas del gobierno y las personas que las integran, en teoría deben enfocar sus
conocimientos, intereses, principios éticos y morales para fortalecer los valores
democráticos y la promoción por el respeto de los derechos humanos de la sociedad
colombiana (García, 2010).
En un modelo de Estado Social de Derecho, el ciudadano tiene la prevalencia frente a
sus gobernantes, y estos últimos se deben a los primeros, anteponiendo el interés general
sobre el particular. Sin embargo, en la región se evidencia una crisis de seguridad jurídica
y en algunos casos política, en la que el interés particular y la cultura del cómo voy yo
(CVY) se ha convertido en una dinámica tan natural, que hasta el ciudadano del común con
expresiones de conformismo como “desde que roben pero que dejen trabajar” se ha
transformado en una realidad colectiva. La situación sube el nivel de complejidad cuando
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
24
una institución vital del Estado como es la Policía, establecida para promover la
tranquilidad, seguridad y convivencia en una sociedad democrática, se convierte en
parte del problema, afectando gravemente los preceptos de sostenibilidad, desarrollo,
prosperidad y administración de justicia de un pueblo.
Naranjo (2013) señala que existen cuatro monstruos que amenazan las
instituciones de un país, el primero es la inefectividad del propio Estado para dar
soluciones en materia de seguridad a los ciudadanos; el segundo es la corrupción
dentro de las corporaciones (policíacas), que no resuelven los problemas y que
generan desconfianza en la ciudadanía y peor aún, un sentimiento de desprecio a las
autoridades;el tercero es la incapacidad emocional para estar enterado del estado de
ánimo del ciudadano para poder cumplir y hacer cumplir la ley, es decir tener
instituciones solidarias en el combate al delito; el cuarto de los monstruos lo
representa haberse quedado anclado en el pasado y no dar soluciones a la sociedad.
Frente a esta visión de los problemas que afectan el buen gobierno en un país, es
pertinente señalar varios aspectos: (i) Se hace más evidente el discernimiento sobre la
responsabilidad del Estado en el tratamiento del fenómeno, es este el llamado a tomar
las medidas necesarias para que se generen políticas a nivel social, cultural,
económico y jurídico para prevenir, disuadir, contrarrestar y mitigar los efectos de la
corrupción; (ii) indudablemente la organización policial tiene la facultad para
desarrollar políticas institucionales a nivel interno, como ejemplo se puede tener en
cuenta el enfoque tomado por el plan anticorrupción y de atención al ciudadano de la
Policía Nacional de Colombia (Oficina de Planeación, 2014) que:
E. Salcedo 25
Tiene como objetivo establecer los lineamientos para identificar, describir, calificar, evaluar y
priorizar el tratamiento de los riesgos asociados a la corrupción y/o atención al ciudadano que
puedan afectar o impedir el logro de los objetivos institucionales.
De otra parte, con el Plan Anticorrupción y Atención al Ciudadano, identificamos los
parámetros que se deben tener en cuenta para definir acciones de tratamiento que permitan
disminuir la probabilidad de ocurrencia de los riesgos y/o disminuir su impacto, realizando a su vez
el seguimiento a la ejecución de las acciones planificadas y analizar su eficacia.
El objetivo del plan anticorrupción se encuentra alineado con el plan nacional de
desarrollo colombiano, enfatizando en la identificación y tratamiento del riesgo como un
método para mitigar y contrarrestar el impacto de la corrupción dentro de las filas de la
organización. A pesar de que se hace un diagnóstico interno de los factores que pueden
influir en la aparición del fenómeno, y que se ha diseñado un mapa de riesgos con
actividades específicas de acuerdo a la misión operativa o administrativa de cada una de las
Direcciones o Unidades de la institución. Se puede ampliar el estudio para establecer con
mayor claridad las posibles consecuencias socio-económicas de la corrupción en el
desarrollo del país.
Sin embargo, como se explica en el planteamiento del problema concreto, el hecho de
que haya voluntad gubernamental para trabajar en la transparencia institucional y se piense
en mecanismos de lucha anticorrupción, es una señal de evolución frente al ejercicio del
buen gobierno y que a todas luces representa un avance significativo en la proyección de un
país con índices más bajos de corrupción impactando de manera positiva en la calidad de
vida de los ciudadanos.
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
26
Es un modelo que vale la pena estudiar con detalle, con el propósito de
fortalecerlo y si es posible, replicarlo a los demás países de la región, sin olvidar el
estudio paralelo de las realidades sociales, culturales, políticas y económicas que
representa cada Estado.
Pregunta de investigación.
¿Cómo los actos de corrupción en la Policía impactan en el desarrollo, la
prosperidad, la justicia y la democracia en los países de Latinoamérica?
El objetivo de este proyecto es identificar los factores sociales, culturales,
económicos, políticos y jurídicos que promueven los actos de corrupción en la Policía
de los países Latinoamericanos, así como la incidencia del fenómeno en el desarrollo,
prosperidad, democracia y justicia, incluyendo posibles soluciones que fortalezcan el
ejercicio del buen gobierno en la región.
¿Por qué es la pregunta de investigación relevante para el debate
académico?
Identificando los factores que favorecen la corrupción en la policía y su impacto
en el pobre ejercicio del gobierno y la administración pública, se puede estar en la
capacidad de proyectar un espectro de soluciones y recomendaciones. Se pueden
debatir medidas anticorrupción. Se genera inquietud en los diferentes actores de la
sociedad que pueden influir en la lucha contra el flagelo, tales como la empresa
privada, medios de comunicación, sociedad civil, entidades gubernamentales y la
policía. Se alimenta la producción de conocimiento en la interpretación de las
E. Salcedo 27
realidades socio-políticas del cono sur con respecto al buen gobierno. Se incrementan las
oportunidades para que las sociedades entiendan a sus instituciones policiales y se generen
vínculos de interacción que dinamicen o aceleren los procesos de desarrollo. A través del
estudio del problema, se pueden priorizar áreas de preocupación y establecer áreas que
requieren particular atención. Finalmente se brinda mayor conocimiento para mejorar los
estándares de anticorrupción en las fuerzas de policía (Mustafa, 2013) no sólo en Colombia,
sino en la región y a su vez con una tendencia global para aquellos países que lo necesitan.
¿Dónde está el vacío en la literatura que se intenta orientar?.
En este aspecto Mustafa (2013) ha desarrollado algunas reflexiones, empezando por
la falta de definición y estudio de la corrupción policial así:
A pesar de la percepción pública extendida de que la corrupción en la policía es
rampante, hay una escasez de investigación sistemática y comparativa a nivel mundial
relacionada a las vulnerabilidades de las fuerzas de policía a los actos de corrupción. Una
parte del problema se presenta porque no hay claridad, ni concertación en lo que puede
entenderse o constituirse en corrupción policial. Se presentan dificultades para una
definición firme debido a la subjetividad del tema. Por ejemplo, la aceptación de un
soborno en dinero por no capturar a alguien puede representar corrupción para casi todas
las personas. Aun así, la aceptación del mismo oficial de una taza de café gratis por parte
del agradecido dueño de una cafetería que se puede sentir ofendido si el oficial rehúsa una
muestra de agradecimiento, especialmente en países donde la entrega de regalos es una
parte inherente de la cultura, es menos nítido. Dada la subjetividad inherente en el asunto,
no es sorprendente que los estudiosos se encuentren en desacuerdo sobre lo que constituye
corrupción en las fuerzas policiacas.
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
28
James Q. Wilson (1963) hizo una clara distinción entre acciones criminales,
como el robo, y acciones de corrupción que constituyen abuso de autoridad, como la
aceptación de sobornos. La definición de Roebuck y Barker (1974), apoyada por Jon
Quah (2007), lo enuncia más ampliamente como “cualquier tipo de comportamiento
proscrito en el que toma parte un agente de la ley que recibe o espera recibir, por
virtud de su posición oficial, una actual o potencial ganancia o recompensa material
no autorizada”. De la misma manera, Ivkovic (1973) dice que un acto corrupto
envuelve el abuso de autoridad para una ganancia personal, mientras que Kleining
(1996) extiende la noción al abuso para la ventaja departamental o divisional. Es el
acto de corrupción como tal, no la ganancia personal para el oficial, el que lesiona a
la sociedad, señala Kleining (1996). Sin embargo, es la ganancia personal en sí que
conduce al oficial a cometer el nocivo acto de corrupción y continúa haciéndolo.
Según la definición de Transparencia Internacional, se concibe la corrupción como
“el abuso del poder confiado para ganancia personal” de esta manera provee una
definición similar pero condensada de la versión ofrecida por Roebuck y Barker
(1974).
Punch (1995), por otro lado, anota que un acto corrupto puede involucrar el uso
ilegal de medios para alcanzar una meta legítima o “aprobada”: la falsificación de
evidencia para procesar a un criminal que se presume culpable en una “causa noble
de corrupción”. Newburn (1999) resalta la dificultad de crear una buena definición de
corrupción debido nada más que a su naturaleza. Tallando el discurso hacia una sola
definición para todos los casos es, sin duda, ni posible ni útil. Porque la corrupción en
la Policía tomará muchas formas y ocurre en diferentes situaciones y culturas, es más
E. Salcedo 29
pragmático aceptar una definición amplia que permita promover una discusión saludable.
En esta exploración, se puede establecer una manifestación del fenómeno que parece
ser muy común en las instituciones policiales, y está relacionada con el ejercicio de la
corrupción en relación directa con actos del servicio. Esta tendencia, permite establecer que
hay una delgada línea entre el abuso del poder y el ejercicio del deber para justificar la
obtención de un fin laboral o netamente operativo. En este aspecto, es importante resaltar
que la información al respecto sigue siendo escasa para lograr interpretar el compromiso de
los actores en un marco de subordinación jerárquica, en la que los mandos en todos los
niveles (alto, medio y básico) se ven envueltos en actos de corrupción de manera
homogénea.
Por otro lado, Andvig & Fjeldstag (2008) al hacer una revisión histórica también
establecen la relación de los factores de violencia con la motivación de algunos autores para
generar algún tipo de reflexión sobre las reformas en la institución policial como un
mecanismo para aportar al desarrollo de un país, así:
Durante los años sesentas, sin embargo, algunos observadores y profesionales fueron
juiciosamente conscientes del papel de la policía y el sistema judicial en el desarrollo de los
países. La pregunta sobre cuál es la relación entre brotes de violencia y desarrollo puede ser
resuelta como una situación de supervivencia entre antiguas y nuevas clases políticas sin
distinción. De igual forma se logra establecer que científicos sociales aplicaron teorías de
“modernización” para analizar esa relación. Por ejemplo, estas relaciones fueron sutilmente
tratadas en el libro de Samuel Huntington, El Orden Político en sociedades cambiantes
(1968). Huntington enlazó la corrupción con la violencia –como también el
comportamiento de la policía – a fuerzas similares de profundo cambio económico y social
tal como Emile Durkheim (1897) una vez lo hizo con el crimen y el suicidio. Además, a
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
30
manera de ejemplo, el rol de la policía en India fue objeto de un análisis de
modernización extenso por parte de David Bayley (1969) en el volumen La Policía y
el desarrollo Político en India.
La realidad policial en la región es diversa. La literatura y los estudios que
ayudan a formular un panorama más o menos consistente y fiel a la realidad policial
en la región es escasa. Pero, aún a pesar esto, ella representa una invitación a la
reflexión, en especial cuando la interrogante de fondo tiene que ver las condiciones,
limitaciones y oportunidades para el desarrollo de modelos de policías democráticas y
eficientes. Este es el caso, por ejemplo, del estudio llevado a cabo por el Instituto
Max Planck que facilita la comparación entre las policías de la región (Ambos et al
2003). Como señala Gómez (2003: 3), ser consciente de que se necesita un modelo
policial implica inmediatamente meditar sobre la policía que se quiere.
Más allá de los componentes constitucionales, administrativos y procesales que
circunscriben la actividad policial, se debe reconocer que toda descripción y análisis
persigue destacar ciertos rasgos. En este caso, aquí no se hace una diferencia. Por
cierto toda comparación tiende a esconder u ocultar particularidades y especificidades
que pueden ser útiles para entender ciertas situaciones en cada realidad. En general,
las caracterizaciones suelen tomar como marco de referencia la comparación con los
modelos de organización policial en países anglosajones, en especial Estados Unidos,
Canadá y Europa. Esto tiene enormes consecuencias, por cuanto en este contexto
domina, naturalmente, un etnocentrismo que en la mayoría de los casos oculta
diferencias importantes (Vogler, 2003). No es posible señalar que en América Latina
existe un modelo de policía. No hay una concepción estatal y reflexión uniforme
sobre la organización de la policía democrática, moderna y eficaz. Lo que no significa
E. Salcedo 31
que el tema no se haya instalado en el debate público y que no exista diversidad de
opiniones. En cuanto a estructura, en términos generales, existen países que se caracterizan
por la gran proliferación de fuerzas policiales que carecen de toda coordinación entre sí,
como es el caso de Argentina, Venezuela y México donde, además de cuerpos policiales
que responden al gobierno central, existen los que responden al ejecutivo de los estados y a
los municipios. Pero también países como Colombia, El Salvador, Perú, Bolivia y
Guatemala donde existe un único cuerpo predominante.
En el enfoque anterior se invita a revisar los modelos de las instituciones policiales,
entre los países desarrollados y aquellos que están en desarrollo. Frente a este punto, la
apreciación personal es que puede resultar útil tal comparación, siempre y cuando no se
desconozcan las realidades sociales que rodean cada uno de los escenarios. Es decir, que la
problemática socio-política, económica y cultural de un modelo pude variar radicalmente la
concepción de las medidas a tomar para hacer reformas de fondo dentro de las instituciones
policiales. Puede existir la tendencia de emular casos de éxito, cuando la solución puede
estar en el estudio detallado de las malas prácticas, para después mejorarlas o no volver a
cometer los mismos errores. En el mismo segmento, se hace también la comparación de la
estructura orgánica o dependencia política de algunas policías en países en Latinoamérica y
el Caribe. Al respecto se abre el interrogante de la conveniencia de tener varias policías en
un solo país o tener una policía para todo el territorio nacional. Este punto es muy
importante a tener en cuenta para el desarrollo investigativo del presente proyecto.
Otro vacío que se encuentra frente al tema propuesto, es la falta de organizaciones
que se dediquen específicamente al estudio de la corrupción en la policía y su impacto en el
Estado. A manera de ejemplo, se encuentra la organización Transparencia Internacional
Programa de Seguridad y Defensa del Reino Unido (2014), establecido en Londres, el cual
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
32
se ha convertido en un actor con autoridad en el empoderamiento de la sociedad civil,
el sector privado, y los gobiernos para promover mayor transparencia y reducir la
corrupción en transferencia de armamento así como en las entidades de defensa y
seguridad. El programa trabaja en la generación de relaciones entre las compañías
dedicadas al sector defensa, gobiernos, sociedad civil, OTAN (Organización Tratado
Atlántico Norte) y otras organizaciones, instituciones académicas, y grupos de
reflexión para reducir los niveles de corrupción en la industria de defensa. Este tipo
de modelos pueden ser útiles para establecer un marco de referencia para los países
Latinoamericanos, sin desconocer las realidades socio-políticas de la región y sus
diferencias con los países europeos.
¿Cuáles son las sub-preguntas o hipótesis que son relevantes para
responder la pregunta de investigación?.
Se puede resolver el problema planteado si se realiza un enfoque a la creación
de reformas sistemáticas dirigidas a la debilidad subyacente en el establecimiento de
políticas por parte de las instituciones policiales, la administración y los sistemas
políticos, generando un ambiente propicio para la eliminación de la corrupción y
además del desarrollo de estrategias anti-corrupción nacionales específicas, enfocadas
a facilitar la promoción del buen gobierno.
De esta manera surgen algunos interrogantes que pueden servir para estructurar
la hipótesis antes planteada, de la siguiente manera:
- ¿Cuál es la viabilidad del fomento del liberalismo económico, es decir, la propiedad
privada, más inversión y mayor igualdad entre las clases sociales, específicamente el
incremento de la clase media y la disminución de la clase baja o menos favorecida?
E. Salcedo 33
- ¿Existe pluralismo político en los países de la región, es decir, la participación del
pueblo en el proceso del desarrollo, en la descentralización de la autoridad desde el
centro de la democracia?
- ¿Cómo es la participación o papel que desempeña la Policía frente al ejercicio de la
democracia en un estado social de derecho o estado de derecho según la dinámica del
país?
- ¿Cuáles son los factores que impiden el ejercicio del voto electoral por parte de los
miembros de la institución policial en algunas sociedades democráticas?
- ¿El libre ejercicio del voto de los funcionarios policiales tiene alguna incidencia en el
comportamiento de la corrupción?
- ¿Cómo la policía contribuye al desarrollo social el cual incluye el Estado de Derecho,
protección de Derechos Humanos, un sistema judicial independiente y al ejercicio de la
libertad de prensa?
- ¿Existe responsabilidad administrativa en la Policía y en los Estados, es decir, hay
eficiencia y efectividad en la prestación de los servicios, se trabaja en pro de la
transparencia, menos corrupción y fomento económico?
- ¿Cuáles pueden ser las reformas en el sector público y especialmente en la Policía,
teniendo en cuenta una planeación estratégica y una administración del cambio?
- ¿Existen estrategias estándar para reducir la corrupción en la Policía?
- ¿Cómo las reformas en la institución policial dependen de factores exógenos a la
misma?
- ¿Existe alguna esperanza de éxito en la realización de reformas dirigidas a reducir la
corrupción en la Policía, sin importar que no sean democracias relativamente prósperas?
- ¿Cuál es la incidencia de la sociedad civil, el sector privado, y la administración
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
34
gubernamental en la práctica de corrupción en la Policía?
- ¿Cómo influyen los sistemas jurídicos en el colectivo social frente al comportamiento de
la corrupción en la organización policial?
- ¿Cómo influye la existencia de una sola policía en el buen gobierno de un país?
- ¿Cómo influye la existencia de varias policías para un solo país en el buen gobierno del
mismo?
- ¿Cuál es el comportamiento de la corrupción en un modelo unitario policial frente a un
modelo múltiple policial?
- ¿Qué impacto tiene en el ejercicio del buen gobierno de una nación la esencia militar
(gendarmería) de algunos países de la región, frente a los modelos de policía con una
naturaleza completamente civil?
- ¿Cómo actúa la corrupción en una policía con orientación militar dentro de un estado
democrático?
- ¿Cómo actúa la corrupción en una policía con una orientación completamente civil?
Los interrogantes anteriores surgen después de hacer una revisión de los
escenarios presentados dentro del proyecto, aunque algunos tienen más proximidad a
la pregunta nuclear del mismo, algunas otras preguntas pueden servir como soporte
para la generación de conocimiento, o por lo menos, inquietudes para posteriores
investigaciones. Pero finalmente todas están relacionadas con el interrogante del
impacto hacia el buen gobierno de los países de la región.
Perspectiva teórica.
E. Salcedo 35
Es importante revisar una definición muy concreta y clara del concepto de
perspectiva teórica, así:
Las teorías (…) nos proveen de diferentes perspectivas con las cuales ver nuestro
mundo social. Una perspectiva es simplemente a una forma de ver el mundo. Una teoría es
un conjunto de proposiciones interrelacionadas o principios diseñados para responder una
pregunta o explicar un fenómeno particular; esta nos brinda una perspectiva. Las teorías
sociológicas nos ayudan a explicar y predecir el mundo social en el que vivimos (Knox,
Mooney & Schacht, 2009).
Teniendo en cuenta lo anterior, se ha seleccionado la perspectiva funcionalista para la
elaboración del presente proyecto de investigación.
Esta perspectiva teórica fue escogida teniendo en cuenta los siguientes elementos:
De acuerdo al funcionalismo, la sociedad es un sistema interconectado de partes que
trabajan juntas en armonía para mantener un estado de balance y equilibrio social para el
conjunto. Por ejemplo, cada una de las instituciones sociales contribuye importantes
funciones para la sociedad: la familia provee un contexto de reproducción, nutrición, y
socialización infantil; la educación ofrece una forma de transmitir habilidades sociales,
conocimiento, y cultura para su juventud; la política provee unos medios para gobernar a
los miembros de la sociedad; la economía provee para la producción, distribución y
consumo de bienes y servicios; y la religión provee la guía moral para la salida a un poder
superior. La perspectiva funcionalista enfatiza la interconexión de la sociedad y como cada
parte influencia y es influenciada por otras partes (Knox, Mooney & Schacht, 2009).
El modelo teórico ayuda a responder la pregunta, toda vez que para el desarrollo del
presente proyecto de investigación se plantean tres elementos que constituyen el
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
36
fundamento para un fin, el cual es el buen gobierno. Dichos elementos son: el Estado, la
sociedad y la policía. El Estado se configura como el promotor y dinamizador del
desarrollo, democracia, administración de justicia y prosperidad de la nación. La sociedad,
como el receptor y razón de ser de la actuación del Estado a través de sus instituciones. Por
último, la policía, como una de las instituciones del Estado, encargada de proveer las
condiciones de tranquilidad, seguridad y convivencia de los miembros de la sociedad.
Además, aparece la corrupción como una variable que afecta a todas las
instituciones del Estado, a la sociedad y a la policía. La corrupción en la Policía, se
establece como objeto de estudio interrelacionado con el impacto negativo que
impide la creación de una realidad social con niveles y calidad de vida ideales para
los miembros de la sociedad de los países en Latinoamérica.
Con la explicación anterior se puede vislumbrar la interconexión que existe
entre los elementos de la sociedad que son objeto de estudio, y como cada uno de
ellos influencia inevitablemente a los otros entre sí. Al estudiar dicha dinámica, se
obtiene como resultado la producción de conocimiento que propende por entender y
mejorar una realidad social.
¿Cuáles son los principales supuestos a este respecto?
El principal supuesto es explicado por Jar (1999) de una manera muy
específica, como se demuestra a continuación:
En un sistema democrático, el mantenimiento del orden debe entenderse como
un equilibrio entre las diferentes fuerzas sociales y el establecimiento de cauces de
resolución de los conflictos inherentes a toda sociedad compleja, lo que implica
enfrentarse a problemas en situaciones de permanente conflictividad y la prevención
E. Salcedo 37
de los mismos. Es por eso que Martín (1990) considera que el policía, sobre todo en
situaciones de crisis, es un profesional que está en buena disposición para reducir o evitar
las consecuencias de la desintegración social, para lo cual ha de usar de todos los medios a
su alcance de cara a generar en esa misma sociedad el civismo necesario para su normal
funcionamiento.
Teniendo en cuenta lo anterior, no se concibe a una institución policial corrupta,
porque va a afectar gravemente el ejercicio del buen gobierno en un país, y socavando los
niveles de vida de sus ciudadanos.
Otro supuesto está relacionado a la interconexión existente entre las realidades
sociales de cada uno de los países de la región latinoamericana. Si bien es cierto pueden ser
diferentes, la dinámica de cada país influye inevitablemente en la del otro, y en un mundo
globalizado se hace cada vez más evidente dicha unión.
Método
Esta investigación es de tipo exploratorio-descriptivo, Sampieri (2006) define, “Los
estudios exploratorios se efectúan, normalmente, cuando el objetivo es examinar un tema o
problema de investigación poco estudiado o que no ha sido abordado antes”.
Así mismo, considerará en su desarrollo un enfoque mixto de la investigación que
implica un proceso de recolección, análisis y vinculación de datos cualitativos y
cuantitativos en un mismo estudio o una serie de investigaciones para responder a un
planteamiento del problema. (Hernández, Fernández y Baptista, 2010).
La meta de la investigación mixta no es reemplazar a la investigación cuantitativa ni a
la investigación cualitativa, sino utilizar las fortalezas de ambos tipos de investigación
combinándolas y tratando de minimizar sus debilidades potenciales.
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
38
El instrumento que se utilice será diseñado considerando las variables de inclusión
que se identifiquen con ayuda de la perspectiva teórica propuesta y que permitan
abordar criterios de análisis frente a los actos de corrupción derivados de los factores
sociales, culturales, económicos, políticos y jurídicos que promueven los actos de
corrupción en la Policía de los países Latinoamericanos, así como la incidencia del
fenómeno en el desarrollo, prosperidad, democracia y justicia, incluyendo posibles
soluciones que fortalezcan el ejercicio del buen gobierno en la región. Como ejemplo se
tuvo como referencia para su adaptación la información contenida en Pedagogía de la
Delincuencia Juvenil de Garrido (1995), el modelo propuesto por Morales, Vargas, Ortiz
y Rojas, así como la ficha de Moreno y Vega (2009). El instrumento tuvo adaptaciones
de acuerdo con la revisión teórica de los factores de riesgo individuales, familiares y
ambientales, que finalmente definieron 138 ítems con 12 categorías, que fueron: 1)
información socio-demográfica, 2) información salud física y mental, 3) Información
familiar, 4) información del colegio, 5) información amigos-iguales, 6) información
sexual, 7) historia de conducta, 8) información toxicológica, 9) información habilidades
sociales, 10) Ansiedad, 11) Hostilidad – impulsividad y 12) auto-concepto, con las que
se cubrían los factores de riesgo individuales, familiares y ambientales. El instrumento
se sometió a una revisión por jueces expertos que involucraron cinco profesionales de la
psicología (con experiencia en pedagogía, ambientes educativos e intervención con
adolescentes infractores), docentes, coordinadores y directivas de la institución
educativa pública de la localidad de los Mártires. Estos últimos dieron la aprobación
E. Salcedo 39
final del instrumento para su aplicación. Los criterios bajo los cuales se dio la validación
son: coherencia2, sintaxis3, semántica4 y relevancia5.
El procedimiento de la investigación girará en torno a las siguientes fases:
Fase uno, realizar la conceptualización de los criterios de actos de corrupción derivados
de los factores sociales, culturales, económicos, políticos y jurídicos que promueven los
actos de corrupción en la Policía de los países Latinoamericanos, así como la incidencia del
fenómeno en el desarrollo, prosperidad, democracia y justicia, incluyendo posibles
soluciones que fortalezcan el ejercicio del buen gobierno en la región. En esta fase también
se generará el proceso de acercamiento y sustentación del proyecto de investigación en la
institución policial y otras entidades públicas y privadas relacionadas con el tema, a fin de
obtener los respectivos permisos para acceder a la información.
La fase dos, refiere la adaptación del instrumento junto con la validación de los ítems
por jueces expertos.
Fase tres, la aplicación de los instrumentos.
La fase cuatro, se concentrará en la descripción y análisis de los resultados respecto de
la información recolectada mediante los instrumentos y fuentes consultadas.
Datos relevantes u otras fuentes de información
Entre las principales fuentes de información están:
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, específicamente su
página de internet que provee herramientas y recursos para el conocimiento de la anti-
2 Si tiene conexión lógica con el tema y el objetivo 3 Si la ordenación de las palabras y la relación mutua entre las mismas en la construcción de las oraciones es
adecuada al objetivo 4 Si las palabras empleadas son adecuadas, en cuanto al significado en cada frase del instrumento 5 Si el ítem es importante, si se debe tener en cuenta.
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
40
corrupción denominada TRACK (Tools and Resources for Anti-Corruption Knowledge). El
portal presenta la librería legal en la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción,
UNCAC (United Nations Convention Against Corrupción), ofreciendo acceso a una base
de datos de legislación y jurisprudencia relevante para UNCAC de alrededor de 175
Estados sistematizados en concordancia con los requerimientos de la Convención.
(UNODC, 2014)
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD.
Es el organismo mundial de las Naciones Unidas en materia de desarrollo que promueve el cambio
y conecta a los países con los conocimientos, la experiencia y los recursos necesarios para ayudar a
los pueblos a forjar una vida mejor. Está presente en 177 países y territorios, trabajando con los
gobiernos y las personas para ayudarles a encontrar sus propias soluciones a los retos mundiales y
nacionales del desarrollo. Mientras que fortalecen su capacidad local, los países aprovechan los
conocimientos del personal del PNUD y de su amplio círculo de asociados para obtener resultados
concretos. (PNUD, 2014)
La red de investigación Anti-corrupción, ACRN (Anti-Corruption Research Network),
establecida por Transparencia Internacional en 2010, brinda un punto abierto de encuentro global
para investigadores de disciplinas anfitrionas para presentar los últimos hallazgos e intercambio de
ideas e información con compañeros y profesionales. Este ofrece una plataforma on-line y un
boletín trimestral de investigación para que investigadores anti-corrupción presenten sus últimos
hallazgos. La ACRN por lo tanto provee un punto de entrada eficiente al conocimiento académico
en anticorrupción base para formuladores de políticas y expertos nacionales. Además, la ACRN
ayuda a estimular y fomentar nueva, investigación innovadora para orientar los vacíos del
E. Salcedo 41
conocimiento y asuntos que surgen en el campo de anti-corrupción. En particular, promueve el
compromiso de nuevos investigadores trabajando en gobernanza y anti-corrupción. (ACRN, 2010)
Transparencia Internacional (1993), es una de las fuentes más mencionadas durante el
desarrollo del presente proyecto de investigación, se trata de una organización que lidera la
lucha contra la corrupción en el mundo. Es la entidad más representativa en materia de
investigación del fenómeno, con estudios como el índice de percepción de corrupción, el
barómetro global de corrupción y reporte global de corrupción entre otros. De esta manera
se convierte en herramienta útil para el diseño de estrategias en el tratamiento del fenómeno
para todos aquellos que se interesen por el mismo.
Contenido
El buen gobierno en los países de Latinoamérica no es una utopía, sin embargo, existen
factores que socavan el desarrollo, la prosperidad, la democracia y la administración de
justicia en la región, por tal razón evitan la eficiencia y la eficacia del Estado para mejorar
la calidad de vida de sus asociados.
La Policía en un Estado, es un protagonista trascendental en el desarrollo, pero a pesar
de esto, en Latinoamérica no se le ha dado el reconocimiento e importancia que merece,
comparado con los países desarrollados. Los estudios sobre dicha institución son escasos,
redundando en la ignorancia y falta de afecto por parte de la sociedad hacia la organización
y en algunos casos abuso de poder por parte de la policía.
Si el estudio de la policía en los Estados latinoamericanos es escaso, la investigación
sobre la corrupción en la policía, es prácticamente nulo. Cuando se desconocen a fondo las
causas, comportamientos y consecuencias del fenómeno, así como el impacto negativo del
La corrupción en la policía y su impacto en el buen gobierno
42
mismo sobre el tejido social de una nación, el retraso de los países se vuelve un obstáculo
bastante complejo de superar.
Se va a producir conocimiento sobre la institución policial y su relevancia en el
desarrollo de una Nación en el contexto Latinoamericano. Se obtienen elementos de
interpretación del fenómeno para proponer cambios en la organización policial enfocados a
estrategias internas y externas que permitan mejorar la efectividad y eficacia en el servicio
a la sociedad.
Se establece la interrelación que existe entre la presencia de corrupción en la policía y
su influencia en el desarrollo, prosperidad, democracia y administración de justicia en los
países latinoamericanos. Se generan propuestas de lucha contra la corrupción en la región
enfocadas, naturalmente, a proveer herramientas de toma de decisiones a los gobernantes y
expertos en buen gobierno.
Estructura
El buen gobierno en Latinoamérica. Condiciones de transparencia, responsabilidad y
lucha contra la corrupción en los Estados Latinoamericanos.
La policía en Latinoamérica su estructura y organización actual. El caso colombiano. El
caso venezolano. El caso ecuatoriano. El caso peruano. El caso brasilero. El caso Boliviano.
El caso chileno. El caso paraguayo. El caso uruguayo. El caso argentino.
La policía y su relación con la prosperidad, el desarrollo, la economía, y la administración
de justicia en la región latinoamericana.
La corrupción en la policía de los países latinoamericanos. Manifestaciones, causas,
comportamiento del fenómeno y medidas tomadas por los países para disuadir, prevenir y
contrarrestar el efecto.
E. Salcedo 43
Recomendaciones para reducir el impacto de la corrupción en la policía de los países
latinoamericanos.
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