EL UNIVERSO MENTAL

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EL UNIVERSO MENTAL DE LA CONQUISTA DE AMERICA 1 (Resumen Parcial elaborado por Rafael Torres Berlanga) II. DESCUBRIR Y CONOCER 1. El horizonte mental de los conquistadores. Américo Vespucio, el navegante italiano que legaría su nombre al continente descubierto por Cristóbal Colón, llegó por primera vez en una expedición realizada en 1499. Como otros descubridores ilustrados, tomará apuntes para explicar a sus contemporáneos europeos las maravillas que había encontrado, se dice que su carta más famosa fue la dirigida a Piero Solderini, gonfalonero perpetuo de Sevilla, fue enviada desde Lisboa el 4 de Marzo de 1504, en la cual se consignan numerosos datos de carácter geográfico, notas marinas, apuntes de las gentes, y descripciones de animales y especies que desconocidas en Europa. Encontrado un animal radicalmente desconocido: “…parecía una serpiente, salvo que no tenía alas, y de aspecto tan feo que nos maravillamos mucho de su deformidad (…) tenían tan fiero aspecto que ninguno de nosotros se atrevía a tocarlas, pensando que eran venenosas; son de tamaño de un cabrito y de braza y media de longitud; tienen los pies largos y gruesos y armados de fuertes uñas; tienen la piel dura y son de diversos colores; el hocico y la cara la tienen de serpiente y de la nariz les sale una cresta como una sierra que les pasa por el medio del lomo hasta la punta de la cola; en conclusión juzgamos que eran serpientes venenosas y se las comen” 2 La “serpiente” que tanto le admirara, era la iguana. Pero en su excelente descripción hay un detalle llamativo: la carencia de alas de ese extraño animal, que impedía compararlo con un ser ampliamente conocido por los europeos de fines de la Edad Media y que ocupaba un lugar privilegiado, tanto en la iconografía religiosa medieval, como encarnación de las fuerzas infernales, cuanto en las novelas de caballería, que constituyeran lecturas favoritas de los conquistadores: el mítico dragón. El dragón combatido por la por los campeones de las novelas de caballería, con la cabeza aplastada bajo los pies de la Virgen o derrotado por San Jorge, era un ser no por mitológico e inexistente menos real para la imaginación de los hombres del medioevo europeo que los animales con los cuales compartían su existencia cotidiana. Reflexionemos sobre la estrategia cognoscitiva y comunicativa de Vespucio frente a una realidad radicalmente nueva. Para comprender la 1 Nelson Manrique Gálvez: El Universo Mental de la Conquista. Desco 1993. Lima 2 Vespucio, Américo: EL NUEVO MUNDO. VIAJES Y DOCUMENTOS COMPLETOS, Ediciones Akal S.A. Madrid 1985, pp 85 - 86. 1

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EL UNIVERSO MENTAL DE LA CONQUISTA DE AMERICA1

(Resumen Parcial elaborado por Rafael Torres Berlanga)

II. DESCUBRIR Y CONOCER

1. El horizonte mental de los conquistadores.

Américo Vespucio, el navegante italiano que legaría su nombre alcontinente descubierto por Cristóbal Colón, llegó por primera vez enuna expedición realizada en 1499. Como otros descubridores ilustrados,tomará apuntes para explicar a sus contemporáneos europeos lasmaravillas que había encontrado, se dice que su carta más famosa fuela dirigida a Piero Solderini, gonfalonero perpetuo de Sevilla, fueenviada desde Lisboa el 4 de Marzo de 1504, en la cual se consignannumerosos datos de carácter geográfico, notas marinas, apuntes de lasgentes, y descripciones de animales y especies que desconocidas enEuropa. Encontrado un animal radicalmente desconocido:

“…parecía una serpiente, salvo que no tenía alas, y de aspectotan feo que nos maravillamos mucho de su deformidad (…) teníantan fiero aspecto que ninguno de nosotros se atrevía a tocarlas,pensando que eran venenosas; son de tamaño de un cabrito y debraza y media de longitud; tienen los pies largos y gruesos yarmados de fuertes uñas; tienen la piel dura y son de diversoscolores; el hocico y la cara la tienen de serpiente y de lanariz les sale una cresta como una sierra que les pasa por elmedio del lomo hasta la punta de la cola; en conclusión juzgamosque eran serpientes venenosas y se las comen”2

La “serpiente” que tanto le admirara, era la iguana. Pero en suexcelente descripción hay un detalle llamativo: la carencia de alas deese extraño animal, que impedía compararlo con un ser ampliamenteconocido por los europeos de fines de la Edad Media y que ocupaba unlugar privilegiado, tanto en la iconografía religiosa medieval, comoencarnación de las fuerzas infernales, cuanto en las novelas decaballería, que constituyeran lecturas favoritas de losconquistadores: el mítico dragón. El dragón combatido por la por loscampeones de las novelas de caballería, con la cabeza aplastada bajolos pies de la Virgen o derrotado por San Jorge, era un ser no pormitológico e inexistente menos real para la imaginación de los hombresdel medioevo europeo que los animales con los cuales compartían suexistencia cotidiana.Reflexionemos sobre la estrategia cognoscitiva y comunicativa deVespucio frente a una realidad radicalmente nueva. Para comprender la

1 Nelson Manrique Gálvez: El Universo Mental de la Conquista. Desco 1993. Lima2 Vespucio, Américo: EL NUEVO MUNDO. VIAJES Y DOCUMENTOS COMPLETOS, Ediciones Akal S.A. Madrid 1985, pp 85 - 86.

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naturaleza de un animal extraño como la iguana recurre a compararlocon un ser que él “conoce”. No importando que éste exista realmente osea una entidad puramente imaginaria. Basta que sus atributos esténdefinidos socialmente de manera previa: esto garantiza no sólo“conocer” la realidad sino trasmitirla. Puesto que el dragón era unser sobre cuyos atributos existía acuerdo, los lectores de Vespucio(la carta fue publicada en múltiples ediciones y leída por muchoscontemporáneos suyos) podían compartir con él su descubrimiento.La reacción de Vespucio constituye un procedimiento universal, cuandonos encontramos con algo radicalmente nuevo, recurrimos a lopreviamente conocido para comprenderlo y para describirlo. Solodespués de haber pasado algún tiempo será posible construir lascategorías analíticas adecuadas para conocer, y describir máscerteramente la nueva realidad. Conocemos pues lo nuevo recurriendo alos logros del repertorio de los logros culturales que nuestrasociedad ha adquirido previamente. Vespucio echa mano con todanaturalidad de aquellas categorías que forman parte del mundo mentalde su época, de la misma manera como nosotros venimos haciéndolo.Eso le permite “conocer” y trasmitir sus nuevos conocimientos aquienes lo leen. Para que esta operación mental funciones no importeen absoluto si aquello lo previamente “conocido” tenga existencia realo sea fruto de la imaginación; es suficiente que se crea en suexistencia para que sirva plenamente para establecer conexiones desentido.3

Nuestro punto de partida será asumir que lo mismo debió suceder cuando los españolesentraron en contacto con el hombre americano. El hombre americano era también un serradicalmente nuevo. No se imaginaba la existencia de esta parte del mundo y de sus hombres.Era necesario explicar su aspecto, su cultura, su forma de vestir - o durante la primera fase deldescubrimiento, su ausencia de vestimenta -, sus costumbres y debió echarse mano al conjuntode categorías cognitivas que formaban parte del horizonte mental de la época.4

No extrañaría que después de la primera fase del descubrimiento, ladel Caribe y la costa atlántica de la América Central, donde losexploradores encontraron poblaciones preagrícolas, con una culturamaterial incipiente (recolectores andando, según la descripción deVespucio, “como su madre los puso en el mundo” o “sin cubrir vergüenza

3 Podríamos ir más allá e interrogarnos sobre el significado de lo“real” para la mentalidad mediaval embebida de platonismo,“acostumbrada a ver en las apariencias visibles de la realidad, signoso manifestaciones del orden secreto del mundo creado por Dios”. Laficción de las novelas de caballería no era algo exagerado ni irreal;“por el contrario describía la verdadera realidad, la espiritualsoterrada bajo el caos que las perfidias y las fealdades humanasocultaban en el diario vivir (…) La razón de ser de la ficción era,perforando el engañoso vaivén de la vida cotidiana, describir el ordenpermanente y divino del mundo. La vida real era falsa: la ficción,cierta” Vargas Llosa, Mario: EL QUIJOTE, LIBRO DE CABALLERIAS, enQuimera No. 56, Barcelona 1986, p. 14 Vargas Llosa se inspira en latesis del profesor E. Williamson.4 Manrique, Nelson: EL UNIVERSO MENTAL DE LA CONQUISTA DE AMERICA, Desco 1993, p. 29

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alguna”, como lo expresa la otra fórmula de la época, en la segundafase, cuando se descubrieron grandes civilizaciones americanas, lostemplos indígenas fueran descritos como mezquitas, sus sacerdotes comoalfaquíes, y que algunos cronistas de Indias, como Baltazar deObregón, calificaran a los indios americanos como al-árabes. Todo elloplantea como un problema capital la visión que tenían los españoles defines del siglo XV de los árabes con los que existían y luchaban enEspaña.Algo así sucede una década después, durante la conquista del imperiode los incas. Las embarcaciones de Francisco Pizarro ya están frentes a las costasde Tumbes y los hombres dudan en desembarcar, desembarcando Pedro deCandia quien poseía el único arcabús con que contaba la huesteconquistadora. Departió con los nativos, a los que describió diciendoque usaban turbantes, a sus llamas denominó dromedarios y su idiomacomo algarabía. En lengua castellana, “algarabía” significa lenguaárabe, y como segunda acepción “la gritería de personas que hablan aun tiempo”. Algarabía era palabra procedente de al-‘arabyya, la lengua árabe,extensamente usada en la península ibérica por los mozárabes, es decir los cristianos quehabitaban en territorios bajo dominio musulmán. Este idioma estaba constituido por unacombinación del árabe con distintas lenguas romances peninsulares. Esto dejará huellassignificativas, el aporte árabe al léxico castellano se estima en unos 4,000 vocablos; cifrasuperior a la de cualquier otro idioma que aportara a su formación, superponiéndose al latín.Las costumbres instituidas por los conquistadores nos remiten tambiéncontinuamente a un sustrato cultural musulmán. Los primeros españolesque ocuparon Paraguay practicaban la poligamia al uso morisco, elcapellán Gonzáles Paniagua escribía al rey en 1545: “Acá algunostienen setenta mujeres si no es algún pobre, no hay quien baje decinco o seis, la mayor parte de quince, veinte, de treinta y cuarenta”Cómo extrañarse que al fundar la ciudad de Asunción a esa maravillosatierra la denominaran “el Paraíso de Mahoma”. Diez años después deesta fundación, según López de Velazco los españoles llegaban a uncentenar y los mestizos eran ya cuatro mil: un promedio de cuarentahijos por conquistador en apenas una década. En Brasil vuelve a repetirse el espejismo del mundo musulmánreencontrado en América; los portugueses descubrieron a la moriscaencantada, “delicioso tipo de mujer morena de ojos negros, envueltatotalmente en un misticismo sexual - siempre vestida de rojo peinandosus cabellos largos o bañándose en los ríos y las aguas de misteriosasfuentes - ellas eran además robustas como las mujeres moras. Solamentemenos esquivas: listas por un collar o un trozo de espejo, aentregarse, con sus piernas abiertas, a los caribes ávidos de unamujer”.Hay quienes invocan el fuerte mestizaje biológico de la sociedadperuana para demostrar que los conquistadores no eran racistas. Elargumento es increíble, pues supone ignorar que las relacionessexuales de los invasores eran relaciones de dominio y no de igualdad,por ejemplo, Portugal se planteó la colonización en términos realmenteganaderos. Con el fin de asegurarse una población portuguesa numerosa,sin despoblar la metrópoli, que para la fecha no pasaba de un millón ymedio de habitantes, no se le ocurrió otra cosa que enviar al Brasil a

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los delincuentes sexuales del Portugal: “A yermos apenas poblados, tansolo matizados de gentes blancas, convenía superexitados sexuales queaquí ejerciesen una actividad genésica por encima de lo común,provechosa tal vez en sus resultados a los intereses políticos yeconómicos de Portugal”5. Puede parecer sorprendente que a fines del Siglo XVI, el mundo mentalde los conquistadores estuviera marcado por la imagen de losmusulmanes, considerando que Granada, el último bastión de los morosse rindió a los reyes católicos en 1492. Pero la presencia musulmana en la península ibérica se prolongó hasta1609, cuando Felipe III decretó la expulsión final de los moriscosculminando recién en 1614. Durante todo el siglo XVI en pleno períodode los descubrimientos geográficos, y la conquista de América, asícomo de la organización del aparato colonizador mediante virreynatos,proseguía la conflictiva relación entre cristianos y musulmanes en laPenínsula, lo que permitía la transposición de múltiples estrategiase instituciones de evangelización y dominación colonial empleadas enEspaña con los moriscos, para emplearlas en América con los indiosconquistados. En realidad la presencia de los judíos y moriscosperduró 120 años más después de 1492. Las categorías mentales de losespañoles estaban profundamente permeadas por el contacto cultural conlos musulmanes, y a un nivel menor, pero también importante con el delos judíos. Los judíos no influyeron con su idioma pues se adaptaronlingüísticamente a su nueva patria hablando árabe, algarabía o lenguasromances.Los musulmanes ocuparon la Península el año 711DC, cruzando elestrecho de Gibraltar dirigidos por Tarik , y en tres años aplastarona los visigodos, instalándose como los nuevos señores de la antiguaHispanía romana, e iniciando una era de coexistencia y luchas entrelas tres culturas más importantes del mundo medieval, que seprolongaría durante los ocho siglos siguientes.Los decisivo es comprender la naturaleza de la relación que establecióEspaña con los musulmanes y judíos, y la forma en que esta marcó laconstrucción de las categorías mentales, que los navegantes llegadosa América utilizarían para “conocer” el Nuevo Mundo.

Propongo que en buena medida el hombre americano fue pensado por los conquistadores apartir, o en relación con estos “otros”, de distinto color de piel, distinto idioma, distintascreencias, diferentes costumbres, diferente religión, diferente vestimenta, con los que España yluchó a lo largo de ocho siglos: musulmanes y judíos.6 Ciertamente no fueron losúnicos contactos con grupos humanos distintos. Tuvo también unimperante papel la trata de esclavos africanos, realizadaprincipalmente por traficantes portugueses que vendían su mercancía enSevilla, que experimentó una fuerte expansión a lo largo del S. XVI.Esta fue una de las escuelas en las que Cristóbal Colón aprendió suoficio. También merecen considerarse a los gitanos que hicieron supresencia en tierras ibéricas a partir del Siglo XV.

5 Herrera Luque en Manrique, Nelson, ob. cit. pág. 336 Manrique, Nelson: ob. cit. pág. 35

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III. VERDAD Y LEYENDA DE LA RECONQUISTA

1. La conquista islámica y el mito de la Reconquista.

El tema de la Reconquista, concebida como una gesta de la recuperaciónde la patria perdida a raíz de la invasión musulmana, es un tópicofundamental de la historia oficial española. El supuesto del que separte, es que España existía ya como una identidad histórica cuandolas huestes de la media luna invadieron la Península Ibérica, y suorigen debía encontrarse en el mundo visigodo convertido alcatolicismo. La posición de Sánchez-Albornoz y sus seguidores, es queesto permitió la subsistencia de un reducto visigodo-cristiano españolen Asturias. La arremetida musulmana, la ocupación de casi toda laPenínsula por el Islam en apenas tres años (711 - 714) y la fundaciónde al-Andalus, la España musulmana, habría provocado la huida de contingentesde población visigoda que se refugiaron en el noroeste, en la regióncántabro astur. Serían estos contingentes visigóticos, aliados a losvascones y los astures, quienes se levantaron inicialmente contra ladominación musulmana guiados por el visigodo Pelayo, habiendodesarrollado una ininterrumpida y multisecular lucha por recuperar laEspaña perdida. Así la rendición del rey de Granada, último reductomusulmán en España, ante los Reyes Católicos el 2 de enero de 1492,sería nada más que la culminación de una lucha iniciada ocho siglosatrás, con la resistencia en la famosa cueva de Covadonga. A estagesta patriótica se le ha dado el nombre de la “Reconquista”. Aquí la historia se cruza con la leyenda en dos temas cuyacomparación puede permitir establecer una perspectiva que vaya másallá de lo que afirman las crónicas cristianas desde el gobierno deAlfonso III. El primero, es el de la traición del conde Juliángobernador de Ceuta. Julián (Olbán, Urbán, Ulyán, Alyán) es segúnalgunos historiadores un personaje histórico, para otros se trata deun personaje legendario. Según la tradición fue él, quien abrió laspuertas a la invasión islámica de la Península el año 711. Sánchez-Albornoz, contra la opinión de otros medievalistas que lo creíanbizantino, se inclina a pensar que era berebere y católico. Según suleyenda, su traición estuvo motivada por el deseo de venganza, ante laviolación de su hija por el Rey Rodrigo (o Roderico). Rodrigo elúltimo rey visigodo, fue derrotado y muerto en el primer choque en labatalla de Guadalete, y en apenas en tres años la Península Ibéricafue conquistada casi en su totalidad por los musulmanes. Quedando sinocupar la pequeña franja cantábrica, situada en el extremonoroccidental de la Península. “La pérdida de España - concluyeSánchez-Albornoz - previa a su reencuentro y resurrección en lasmontañas asturianas se completó tras la llegada de Muza.El segundo tema en el que se entrecruzan la historia y la leyenda, esel de la resistencia de Asturias y la famosa batalla de la cueva deCovadonga ganada por el rey Pelayo y convertida siglos después por lascrónicas cristianas en una epopeya. La insurrección se inició en 718,participando elementos autóctonos y los visigodos refugiados. Según laleyenda recogida en la Crónica de Alfonso II, el gobernador islámicode Asturias, Munuza, incorporó a la hermana de Pelayo a su harem, lo

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que habría sido el hecho capital que desencadenó el levantamientopelagiano. La batalla de Covadonga ha sido erigida por ClaudioSánchez-Albornóz en el momento fundador de la identidad española yPelayo en el instrumento privilegiado de la providencia.7 Es más asumecomo verdadera, la leyenda de la incorporación de la hermana de Pelayoal harem del vali Munuza: “la tradición cristiana más antigua y dignade fe nos cuenta, y no hay motivo para dudar de ella, que elgobernador de la región, Munuza, berberisco quizás, como Tariq, seprendó de la hermana del antiguo espatario de Rodrigo y que, paratriunfar en sus amores envió a Pelayo a la capital del emirato.”Pelayo habría sido enviado a Córdoba juntamente con otros nobles comorehenes para garantizar la obediencia de los naturales. No deja de serextraño que los musulmanes llevaran como rehén a un godo paragarantizar la obediencia de los astures, pues no tenían buenasrelaciones.Durante la ausencia de Pelayo “el valí de la región había logrado susdeseos. Llegado Pelayo a Asturias se negó a aprobar el matrimonio desu hermana y empezó a conspirar” su actitud obligó a los musulmanes aprenderle, debiendo huir. Todo esto le parece a Sánchez-Albornozabsolutamente natural. Pero si la historia de la hermana de Pelayocasada con el valí Manuza resulta poco creíble, la de la elección delgodo fugitivo como caudillo de los astures, “montañeses malromanizados, y peor sometidos a los godos” la supera ampliamente.Pelayo un godo bien romanizado, no sólo habría convocado a los asturesa una asamblea, con qué autoridad? Los habría soliviantado y éstoshabrían terminado por elegirlo como su caudillo. Estos “bravosmontañeses” sobre cuyo tradicional altivez y valor todos los autoresestán de acuerdo, que tenían una larga historia de resistencia contralos romanos y los visigodos, como reconoce el propio Sánchez-Albornoz,aparentemente no tenían nadie en sus filas para acaudillarlos. Estabantan desamparados como para escoger como conductor a un recién llegado,visigodo romanizado por añadidura. Hay que hacer un esfuerzo decredulidad para aceptar esto.Siguiendo esta tradición, las fuerzas de Pelayo fueron consolidándosedurante tres años, golpeando a los musulmanes. El nuevo emir de laprovincia de al-Andaluz Anbasa ibn Suhayim-al-Kalbi, quien ascendióal poder el Agosto del 721, habría decidido realizar una expedicióncontra los astures, buscando una victoria fácil para compensar laderrota sufrida en la Galia Narbonense. Queda como balance que en lacélebre batalla Alqama, quien dirigía las tropas musulmanas fuemuerto, sus tropas desbaratadas, Oppas hecho prisionero y el foco deresistencia astur se consolidó, lo cual permitía a Pelayo continuar lalucha por la recuperación de la patria española. Los éxitos de Pelayohabrían abierto el camino al reagrupamiento de núcleos visigodos entorno al caudillo triunfante, se habría iniciado así la gotificacióndel reino astur. Un hecho que habría favorecido la unión cántabroastur fue el matrimonio de la hija de Pelayo con el caudillo deCantabria, Alfonso, rey electo por todo el pueblo. Se habría sentado

7 Manrique, Nelson: EL UNIVERSO MENTAL DE LA CONQUISTA DE AMERICA, pág.61

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así las bases para la expansión cristiana iniciada por Alfonso I. Sibien el levantamiento de Pelayo habría sido sólo una rebelión, sinconciencia de la gesta que había iniciado, sería hacia el reinado deAlfonso II que brotaría ya claramente el programa reconquistador, derestauración de la identidad visigoda.Pero esta visión ha sido cuestionada durante las últimas décadas desdesus supuestos fundamentales, por la información que se ha idoencontrando.

5. La crisis social del reino visigodo a la llegada de losmusulmanes.

Es sorprendente la facilidad con la que la Península Ibérica fueconquistada por los musulmanes. “La conquista de España -anota Glick -se presenta como un paseo. Después de la primera batalla decisivaapenas hubo enfrentamientos de importancia”8. Tras es desembarco de lastropas islámicas y la ya famosa batalla de Guadalete, donde terminósus días el rey Rodrigo, una fulminante conquista les proporcionó elcontrol de la mayoría del territorio. Las causas de este repentinodesastre de la monarquía visigoda, tendrían respuesta en gran parte endos factores: el sistema de conquista del Islam y la fragilidadinterna del poder de los visigodos. La superioridad musulmana esexplicada por las motivaciones que guiaban a las tropas invasoras: “elIslam, tengámoslo en cuenta, incluía un mandato de la guerra santa,que aunque secundario influyó de alguna manera en cohesionar a lasdistintas tribus y en darles un cierto sentimiento de superioridad alos que combatían por Dios; es difícil pensar en la expansión árabesin tener en cuenta su religión. El éxito de aquella radica en laidentificación de arabismo con islamismo, como lo señala Mantram9.En relación a las causas internas de la debilidad visigoda, hayconsenso entre los investigadores de que debieran explicarse por sudecadencia general; a la llegada de los musulmanes el reino visigodode Toledo se encontraba en una crítica situación. Variando laexplicación que los diversos estudiosos dan a esta decadencia:

“Dahn señala la descomposición interna del ejército y lasinstituciones. Gibert indica los diferentes particularismosregionales que los visigodos no supieron superar. Habíanfracasado sin duda, en sus intentos de aplicar a los hispano-romanos la concepción germánica dela tribu o unidad política.King y Thompson prefieren poner las causas en la crisis socialgeneralizada. Por otra parte Jaime Vicens Vives apunta a lapérdida de vigor e importancia legislativa de la Iglesia, quehabía sido el puente esencial entre la población y la jerarquíagoda a través de los Concilios de Toledo, como causa importantede la decadencia; consecuencia de esto fue el endurecimiento de

8 Glick en Nelson Manrique, ob. Cit. Pág. 75 9 Mitre Fernández, op. cit. p. 36

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la postura contra los judíos, que al ser rechazados yperseguidos contribuirían gustosos a la invasión musulmana.”10

Mitre añade otras causas para explicar la decadencia visigoda. Enprimer lugar en el plano económico, la minusvaloración del poder delcomercio. Los comerciantes que eran judíos en su mayoría, se vierondiscriminados. En segundo lugar, en el plano social, la paulatinadesaparición de la pequeña propiedad, a la par que la consolidación dela sociedad fundiaria, ocasionaron una grave descontento entre elcampesinado hispano-romano, que llegó incluso a acoger a losmusulmanes como sus libertadores. Por otro lado habían visto reducirsesus privilegios y tampoco estaban en buenas relaciones con lajerarquía visigoda. En tercer lugar en el plano institucional habíadificultades con el ejército. “El rey debía asegurar su poderganándose a la nobleza, siempre dividida, en base a donaciones degrandes propiedades, con lo que se observa en el reino un proceso defeudalización importante”.11

La facilidad con que fue invadida Hispania por los invasoresprocedentes del Norte del Africa es pues manifestación de laprofundidad de la crisis que se abatía sobre el reino visigodo.Los godos también se denominaban tervingos o “gentes de los bosques”; eranpastores que al penetrar en la Península, tendieron a asentarse enzonas ecológicamente más compatibles con sus actividadestradicionales. Constituían una sociedad étnicamente estratificada, conuna economía rural deprimida y una vida urbana a los sumorudimentaria. Cerca de 200,000 godos se impusieron como una élitemilitar sobre una población indígena de alrededor de 8 millones dehispanoromanos, de quienes los separaban no sólo un abismo étnico y eluso de la lengua germana, por unos, y las lenguas latinas, por lootros, sino diferentes concepciones religiosas: los godos erancristianos arrianos, que negaban la divinidad de Cristo, mientras quelos hispanorromanos eran ostensiblemente católicos. La separación deambos grupos se consagró por un sistema dual administrativo y legal,de carácter discriminatorio, incluyendo la prohibición de matrimoniosentre los hispanorromanos y los godos. Este abismo no llegó nunca asuperarse y, por el contrario, fue ahondándose con el tiempo. Laabolición de la ley romana del año 652, que algunos historiadores haninterpretado como un intento de Recesvinto de acabar con estaescisión, no hizo otra cosa que agravar la situación, pues los godos

10 Mitre Fernández, op. cit. pag. 36 en Manrique, ob. cit. pag. 77 11 Barbero y Vigil consideran que la conquista musulmana hay que explicarla por la situación de institucionalización en sus últimos años de una monarquía feudal, patriarcal y hereditaria que, sin embargo, no estaba totalmente consolidada. De hecho el enfrentamiento entre los partidarios de la monarquía electiva y los que defendían el sistema de sucesión hereditario y patrimonial era importante. “Precisamente, cuando los musulmanes llegaron a la Palestina, se habíaentablado una guerra civil entre los vitizanos, partidarios de la sucesión hereditaria, y los rodriguistas, opuestos a ella. Esta circunstancia favoreció la conquista en gran medida”, BARBERO y VIGIL:Op. cit. pp. 37 -38, en Manrique…pag. 77

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se habían convertido a la religión mayoritaria por convenienciapolítica.

7. Razones ideológicas de la Creación del Mito de la Reconquista.

Se debe afirmar que, aunque sin duda se forjó un sentimientoantimusulmán popular en las comunidades cristianas de la cordilleracantábrica, expresado en el culto al apóstol Santiago (“SantiagoMatamoros”), ello solo llegó a constituirse en una propuesta deexplicación histórica a fines del siglo XV, cuando los musulmaneshabían perdido ya su fuerza política y militar a consecuencia de lacaída de Granada. El aforismo acuñado por Antonio de Nebrija, el autorde la Gramática de la lengua Castellana, Hispania tota sibi restituta est - “España estácompleta una vez más”- resume bien esta concepción, completamente nueva, dela historia española. Pero como sucede con más frecuencia de lo que sesuele reconocer, esta visión no estaba determinada tanto por loshechos pasados, cuanto por la visión de un futuro concebido como unproyecto político de los Reyes Católicos, de una doble conquista: dela unidad política de la Península bajo la hegemonía de la corona deCastilla (la región más densamente poblada durante el período) y ladel predominio español sobre Europa, quimera que llevaría a Carlos V aconvertirse en el emperador del Sacro Imperio Germánico Romano,política continuada por las intervenciones militares de Felipe II enel norte, contra los luteranos de Alemania y los Países Bajos, ycontra los protestantes franceses, en una aventura que consumió buenaparte de las ganancias de la empresa colonial en América y que paraPierre Vilar es una de las explicaciones capitales de la posteriordecadencia española.12

Esta política, que adquirió una dimensión mundial con la conquista yla colonización de América, necesitaba una tradición histórica con lacual legitimarse. Su construcción fue asumida por cronistas de lacorte de los Reyes Católicos, especialmente Andrés Bernáldez yHernando del Pulgar, éste último paradójicamente, un descendiente dejudíos conversos cuyo predecesor y mentor, Fernán Pérez de Guzmán,consideraba a los judíos y moros de Castilla como sus compatriotas.13

Durante nuestro siglo, la ideología de la Reconquista fue promovidapara legitimar la unidad nacional española bajo el franquismo, auncuando algunos de sus más importantes defensores, como ClaudioSánchez-Albornoz fueran antifranquistas declarados. La Reconquista yla reivindicación de los Reyes Católicos como sus culminadores y losfundadores de la España una, finalmente recuperada por sus hijos losespañoles tras ocho siglos de ocupación islámica, fueron un temarecurrente de la ideología del régimen del generalísimo FranciscoFranco, conjuntamente con la afirmación de la “vocación imperial”

12 Vilar, Pierre: HISTORIA DE ESPAÑA, Edit. Crítica, Barcelona 1990, pp. 49 - 50, 69 - 71.13 Lafaye, Jacques: MESIAS, CRUZADAS, UTOPIAS. EL JUDEO-CRISTIANISMO ENLAS SOCIEDADES IBERICAS, México 1988,pp 48 -50, en Manrque, Nelson: ob. cit. p. 84

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española, que ha quedado admirablemente sintetizada en el retrato delCaudillo, vestido a la usanza de los conquistadores hispanos del SigloXVI.Pero terminado el franquismo la ideología de la Reconquista no hamuerto, y cabe preguntarse si no estará motivada por la preocupaciónobsesiva de algunos españoles, por desmentir la afirmación despectivade los europeos del Norte según la cual “el Africa comienza más alláde los Pirineos”, aunque se reconozca que los íberos originarios, queconjuntamente con los celtas del Norte contribuyeron a formar el tiporacial definido como “celtíbero”, fueran de origen norafricano. Sieste motivo ideológico sigue actuando con vigor en las psiquis de lossectores importantes del pueblo español, sin duda el idearioreconquistador se fortalecerá sobre todo ahora que está en marcha laconstrucción de la Casa de Europa y es necesario reafirmar laindiscutible identidad europea española. No es difícil establecerrelaciones entre este complejo y la saña y la violencia quedespliegan los skin heads españoles contra los norafricanos migrantes. V LA VIDA EN EL AL ANDALUZ

1. La conquista de al-Andalus y la amenaza islámica contra Europa.

Los aliados musulmanes llamados a dirimir los conflictos políticos quehabían dividido el reino visigodo entre los partidarios de Akhila ylos del rey Rodrigo terminaron convirtiéndose en los nuevos amos deEspaña. No restauraron a la dinastía goda, sino que la reemplazaron,imponiendo su soberanía sobre la gran mayoría del territorio hispano.Abriéndose una época de coexistencia y conflictos entre cristianos,judíos y musulmanes.La rápida conquista de Hispanía tiene directa relación con la forma deexpansión del Islam. Esta es precedida por razias o algaras, que sonexpediciones de saqueo y reconocimiento en dar al-harab, en losterritorios extranjeros sobre los que eventualmente se pretendeincursionar. No se limitaron al territorio de España, sino continuaronluego de sometida ésta, sobre el territorio francés. Antes del 720 yase habían realizado algaras contra Narbona, que es conquistada a losumo ese año y que permanecerá medio siglo bajo la dominación delIslam, hasta su recuperación por el rey Pipino el Breve cuarenta añosdespués de que los musulmanes cruzaran el estrecho de Gibraltar. En laprimera razia consigueron entrar en Narbona, saquear iglesias (contralas que se ensañaron por ser reductos del politeísmo) y en especial enadueñarse de una de las siete estatuas de plata maciza queconsideraron su mejor botín. También numerosas mujeres, niños yalgunos hombres fueron convertidos en esclavos. En el 721 losmusulmanes emprenden una expedición contra Tolouse pero sonrechazados. Por el este llegan al Languedoc, a través de Rosellón yCerdeña. En 725 cae Carcasona, luego remontan el curso del bajoRódano, donde muchos topónimos hoy existentes testimonian su paso: LesSarrasins, cerca de Viviers, La Sarraciniere, cerca de Andance. Pasandespués cerca a Lyon, devastan la región de Macon y Chalon, saquean eincendian Autun mientras que otro grupo ataca Dijon y de allí continúa

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a Langres. Galopan luego a Sens, que resiste gracias al heroísmo desan Ebon, el arzobispo de la ciudad. Era el año 731, veinte añosdespués del desembarco de España, los ejércitos musulmanes habíanllegado a cien kilómetros de París. La tesis de Glick es más audaz: los musulmanes heredaron el ImperioRomano, y fueron los vastos cambios culturales que se fueronproduciendo los que ocultaron este hecho trascendental. Lareunificación del Imperio lograda por los árabes (de la que quedóexcluida Europa) permitió la fácil circulación de ideas y técnicas deun extremo a otro del territorio así articulado. Esta visión debe mucho al magistral estudio de Braudel14 sobre elMediterráneo y su concepto de “redes”. La infraestructura de estasredes estuvo constituida por una mezcla de comunicaciones terrestres ymarítimas con vínculos específicos entre sí. En el caso de España, yen general de toda la extensión del antiguo Imperio Romano, fue lasupervivencia de los caminos hechos por los romanos, por las calzadasromanas que las tropas de Tarik y luego las de Muza se desplazarondurante la conquista de Hispanía. Pero la vías romanas tendieron adeteriorarse por el fraccionamiento al que llevaba la feudalización deEuropa y el desplazamiento de los carros por la utilización de loscaballos, tanto en Oriente como en Occidente.Por lo tanto en el mismo período, mientras que Europa se fragmentaba políticamente y secerraba sobre la economía natural, como consecuencia del avance del feudalismo, el mundoeconómico islámico a cuya órbita fue incorporada Hispania desde el siglo VIII era un mundofuertemente mercantilizado, donde productos de los más lejanos confines del mundocirculaban grandes distancias favoreciendo el desarrollo de sociedades altamente urbanizadas,en contraposición al paisaje europeo del período, fuertemente ruralizado y dondelas ciudades habían quedado reducidas a su mínima expresión. Eldesarrollo económico del mundo islámico durante el período esverdaderamente notable. Los dos siglos del califato abasida cuentan -según Poliakov - para la historia universal quizás tanto como la épocade Pericles o la del Renacimiento. Es un período de la historia pococonocido, que parece ser testigo de grandes transformaciones de talmanera que el profesor Goitein lo calificó de “primera revoluciónburguesa de la historia”. Según esta visión los orígenes del régimen ylas técnicas capitalistas, “que antes se situaban en el Siglo XVI, yluego en la Italia o el Flandes de la Edad Media, tal vez algún día sesitúen definitivamente en Bagdad la fabulosa”15 esta opinión pareceexagerada, pero existe la descripción de Bagdad, hecha por el jefe decorreos Ya’kubi:

“Es la ciudad más grande, sin equivalente en Oriente ni enOccidente…Todos los países del mundo tienen allí un barrio, uncentro de negocios y de comercio; por eso se encuentra allíreunido todo cuanto no existe en ninguna ciudad del mundo…lasmercaderías son importadas de la India, del Sind, del Tibet, de

14 Braudel, Fernand : EL MEDITERRANEO Y EL MUNDO MEDITERRANEO EN LA EPOCA DE FELIPE II, VOL 2 pp. 365 sigs. en Manrique, ibid, pág 11515 Poliakov, León: HISTORIA DEL ANTISEMITISMO. DE MAHOMA A LOS MARRANOS, p. 59 en Manrique, ibid. p. 116

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los países de los turcos, de los dailamitas, de los khazar y delos abisinios; en una palabra, de todas partes, hasta el puntoque se las encuentra en mayor cantidad en Bagdad que en suspaíses de origen…Todos los bienes de la tierra son enviadosaquí, todos los tesoros del mundo reunidos, todas lasbendiciones del universo concentradas aquí”16

2. La arabización de al-Andaluz

Tarik llevó 7,000 hombres en un primer momento, y luego recibió laayuda de 5,000 más antes de la batalla de Guadalete. Cuando Muza seincorpora a la conquista lo hace con 18,000 personas. En el 719llegará un pequeño refuerzo y el 741un ejército de sirios,capitaneados por Balch, acudirá para sofocar una rebelión interna y sequedarán acantonados en la Península. El componente de la primeraoleada es fundamentalmente beréber, los cuales se unieron al ejércitomusulmán a su paso por el norte de Africa. Los árabes puros eran unaminoría, aunque constituían un sector privilegiado. Se especula en laactualidad que, pese a lo tradicionalmente supuesto, no se desplazaronsolamente hombres sino el grupo social entero, con lo que suadaptación sobre el terreno resultaría más fácil y el arraigo muchomayor. La arabización con magnitud ascendente, debe encontrarse en losproblemas internos de la sociedad conquistada, a la llegada de losmusulmanes, la civilización hispana cristiana pasaba por un período decrisis. De allí que la admiración por los logros de la cultura árabe no soloafectara a los que se convirtieron al Islam (los mawali, denominadosmuladíes en castellano) sino también a los musta’rib o mozárabes,cristianos arabizados que mantenían la distinción entre la esferacultural, en la que se asimilaron a la cultura árabe, y la religiosa,en la cual se mantuvieron fieles a sus creencias originarias, apoyandoen muchos casos la ofensiva de la monarquía contra los moros. Elproceso se resolvía fácilmente cuando desembocaba en la conversión deéstos al Islam, situación que, como veremos, se dio con más frecuenciade la que la historia oficial española quisiera reconocer. Pero eracomplicado allí donde las poblaciones mozárabes optaban por mantenerla fidelidad a sus creencias cristianas. Para los musulmanes más puros estasituación causaba hondas preocupaciones, ante el temor de la confusión y disidencia religiosa.Porque la influencia era mutua, los cristianos influían sobre sus vecinos musulmanes, lo queera visto por los doctores del Islam como una fuente de degradación y degeneración de ladoctrina del Profeta. Se abría así un capítulo de sorda lucha contra lacontaminación religiosa, que pasaba por los diversos avatares, alcompás de la transformaciones que experimentaba la presencia árabe enla Península Ibérica.Los cambios en el al-Andalus producen diversas relaciones entre losnativos y los musulmanes ocupantes. Los gobernadores o valíes del el-Andalus dependían inicialmente de Qaraywan, en el norte de Africa(ciudad campamento fundada en 670 por Uqba, siguiendo una costumbre

16 Ya’kubi: LAS PAYS,traducc. Por Gaston Wiet, El Cairo, 1937, p. 1citado en Poliakov: ob. cit. pp. 60

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instituida desde los inicios de la expansión islámica), aunque gozabande relativa autonomía: su capital Córdoba, sería sede de un emiratoindependiente desde el 756 y centro del califato desde el 929. Ningunaotra ciudad de la Península podía compararse a ella por su importanciay esplendor, como centro del saber y poder político, recibía allímuchas embajadas de toda Europa.La adopción de la lengua árabe por los pueblos conquistados, empezópor el desdén de los invasores hacia los idiomas de los dominados.Entre los mozárabes poderosos la asimilación de la lengua se hacíadeseable con la final de tener abiertos los canales con losfuncionarios de las estructuras de poder de los ocupantes. Perotambién apareció una curiosidad intelectual primero, y después eldeslumbramiento frente a la cultura árabe después. A esto debeagregarse la excelencia de la literatura árabe, que no dejabaindiferente a los mozárabes instruidos.También hubo compulsión por la lengua árabe como sucedió en Córdoba apartir del 790, cuando las autoridades musulmanas decretaron laobligación de la enseñanza del árabe a los cristianos, aunque ésta nofue una política general, la adopción cultural de los mozárabes se diomás frecuentemente por la vía voluntaria de los valores y norma devida de los vencedores.Con todo, los indígenas seguían usando su propio idioma. El latínestaba en retirada, y ganaban espacio variedades del latínhispanizado, la lenguas romance, que darían lugar a la lenguasibéricas modernas. A pesar que los indígenas cultos escribíanperfectamente en árabe, siguieron escribiéndose obras importantes enlatín gracias a la influencia de la iglesia católica. La biografía desan Eulogio , autor de Memoriale Sanctorum, escrita hacia 850 por suamigo Alvaro, contiene amargas lamentaciones acerca del descuido delas lenguas vernáculas y el avance inexorable del árabe.Alvaro se lamentaba también de que los mozárabes se asimilaran a lacultura musulmana en otra dimensión cultural, como el vestido, si bienel mismo no se eximía de la crítica que formulaba: “Vestimos a sumanera, preferentemente con ropa de seda: como ellos nos perfumamos yhacemos gala de opulencia con nuestras joyas y nuestros vestidos”17.La producción de seda se convirtió en una rama importante de laeconomía andalusí.La literatura mozárabe tuvo un desarrollo brillante, con frecuencialos mozárabes traducían la obras literarias latinas al árabe. “Ciertavoluntad de proselitismo por parte de los cristianos, que resultaráestéril, contribuye a acentuar esta tendencia a la arabizaciónlingüística: en el siglo IX, el obispo andalusí Johannes Hispalensistraduce los evangelios y redacta un comentario en árabe del NuevoTestamento. Hacia 1050, se redacta en el-Andalus, en árabe, un tratadode derecho canónico. En el siglo XIII, un prelado deportado a Fez, elobispo Miguel, escribe a mano una copia de los Evangelios en árabe quees, de hecho, la transcripción de una traducción realizada doscientos

17 Duforcq, Charles Emmanuel: LA VIDA COTIDIANA DE LOS ARABES EN LA EUROPA MEDIEVAL. Edic. Temas de Hoy, Madrid 1990, pp. 157 - 121 en Manrique, Ibid, ob. cit. pág 120

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años antes en España por un sacerdote mozárabe llamado ‘Isaac, hijo deVelasco’ ”18.También hay similar influencia en los cambios de los antropónimos, quese cargan de términos árabes. Fue voluntario o forzado? El hecho es apartir del siglo IX es corriente que los españoles y sicilianos añadana su patronómicos judíos o cristianos partículas árabes: lostraductores de los Evangelios Johannes Hispalensis y Miguel de Fez yanombrados eran conocidos con los sobrenombres de Abu Said al-Matrán eibn Abd-l-Aziz, respectivamente. Un famoso obispo andalusí de Elvira-Ilíbiris, Recemundo, era conocido como Rabi ibn Said; el metropolitanoJohanes de Toledo adoptó el nombre de Ubayd-Allah ibn Qasim y sutocayo de Córdoba el de Asbag ibn Abdallah.También los seglares: “un conde cristiano del siglo IX se conoce por‘Rabi Ibn Teodulfo’, lo que da a entender que de una generación a lasiguiente los apelativos orientales han ido sustituyendo a laterminología cristiana de origen griego, este proceso se acentúa en elSiglo X en que si un gran juez de los cristianos todavía se llama‘Hafs Ibn Alfaro’, un conde mozárabe, en cambio lleva por único apodoel de ‘Abu Said’, del mismo modo que un prelado andalusí del sigloIX, al que solo conocemos por ‘Abd al-Malik’. Sin duda la mismaevolución debió darse en las clases populares.En el-Andalus los indígenas cristianos y judíos copiaron detallesesenciales de la vestimenta y el arreglo personal musulmán a partirdel silo IX. La moda, se inició entre la juventud mozárabe acomodada,imitando a los hijos de los musulmanes adinerados y de peso.Una influencia semejante se percibe en la cocina, donde inclusive loscristianos renuncian al consumo del cerdo, como lo puede comprobar unenviado del rey de Germania Otón el Grande, que llega a Córdoba comoembajador. Duforcq es claro sobre el significado económico de estaopción: “el tabú que pesa sobre los cerdos es absoluto: si un cerdocae en un silo de trigo y muere dentro, el grano se consideramancillado y, por consiguiente, no se puede consumir, comprar nientregarse en concepto de impuesto a un musulmán. Por ello loscristianos empiezan a abstenerse de criar cerdos”19

Las residencias de los mozárabes ricos empiezan a asemejarse cada vezmás a las mansiones árabes. Pero lo que más preocupa a los teólogoscristianos es la amenaza moral que supone el “sensualismo corrupto” delos árabes. Para el arabista Francisco Javier Simonet éste causóestragos decisivos entre los cristianos, arrastrándoles “por la sendade la lubricidad y la lujuria”, particularmente durante el período deAbd-l-Rahman II20. Había una carácter represivo del cristianismo conrelación al sexo, que chocaba con el hedonismo de la cultura árabe yla moral musulmana. La inversión sexual y el libertinaje sonparticularmente denigrados en las crónicas cristianas. Estosconflictos se agravaban en el caso de los amores homosexuales entremusulmanes y cristianos; ardientes pasiones que se encienden en muchoscasos entre los amos y sus esclavos.

18 Idem. Pp. 257 en Manrique, ob. cit. pp. 12119 Idem, p. 161 en Manrique, ob. cit. pp.12220 Idem p. 161- 162.

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Los cristianos libres que viven bajo la dominación islámica, tienenderecho a mantener sus templos, su religión sus costumbres, entreellas la de beber vino, algo que es denigrado por el Islam, lo cual noquiere decir que los musulmanes no lo consuman, como sucede antecualquier tipo de normatividad que prohíbe algo categóricamente. Perodesprecian el consumo del alcohol y del cerdo por los cristianos. Estoes igualmente válido para los judíos, que gozan de una toleranciasemejante. Pero inclusive aquellos que están en condición de esclavos(ya sea por compra o por haber sido reducidos a esa condición comoconsecuencia de su derrota en el Yihad) tienen derecho a conservar sureligión originaria. Para quienes no resisten al Islam y se libran de esta manera delYihad, quedan dos estatutos posibles: el primero se obtiene por lacapitulación o shul, y el segundo suscribiendo un tratado de paz oahd. Al capitular los vencidos se someten a las autoridades musulmanasentregándoles algunos bienes, pero a cambio pueden conservar lapropiedad de las tierras con sus derechos sobre ellas. El tratado depaz (ahd) supone un mejor trato en todos los aspectos: en lo político,el cristiano dispone de cierta independencia en su calidad deprotegido-aliado; en lo económico, conservan todas sus propiedades asícomo su religión y en lo social sus libertades personales. Aunque lomás frecuente fue la capitulación, también hubo casos de ahd. Laimagen de una completa sustitución de la vieja casta dominante pormusulmanes venidos de fuera no refleja la realidad:

“Gran parte de la aristocracia goda no perdió ni su poderpolítico ni el territorial, aunque muchos acabarían haciéndosemusulmanes. En algunas zonas como el Duero, que nos interesaespecialmente, los musulmanes solo estarían instalados a nivelde guarnición y se conservaban las tradiciones preislámicas, eincluso una independencia política relativa. El asentamientopolítico de los musulmanes, pues, fue posible en gran parteporque no supuso un cambio grande, ni siquiera para la antiguaclase dominante”. 21

La condición de los dimmíes en el-Andalus no era sustantivamentediferente a la que tenían los nativos de otros territoriosconquistados por los ejércitos musulmanes:

“El estatuto de Dimma supone la autorización de residencia enterritorio islámico y la garantía de la protección de losenemigos externos para sus personas y bienes; tienen derecho apracticar y conservar su fe siempre que los ritos no seanpúblicos, a gozar de la libertad personal y de protecciónfamiliar y a tener jurisdicción propia. A cambio de todo esto,deben pagar la capitación (gizya), impuesto sobre los hombres

21 Granda Gallego y Cantera Montenegro: “ORIGENES DE LEON Y CASTILLA” en López Castellón, Enrique (Coordinador General) Historia de Castillay León, Tomo II. Edic. Reno, Bilbao 1983, pp. 42 en Manrqiue ob. cit.pág. 123

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hábiles, y el harag, impuesto sobre las tierras cuyo productosirve para mantener el ejército.Hay que tener en cuenta, no obstante, que los dimmies debencontentarse con una condición social a la de los creyentes. Elpacto puede suprimirse por varios motivos: el incumplimiento delmismo, el ataque o ultraje al Islam, el apartar de la religión aun musulmán mediante proselitismo y sobre todo, la conversión alIslam de los propios dimmíes. Esto no fue nunca de mucho agradopara los musulmanes, pues suponía la pérdida de gran parte delos ingresos”22.

No debemos idealizar tal coexistencia, la realidad de la condición delas “gentes del Libro” o dimmíes estaba marcada por una profundainestabilidad: si no pagaban la capitación a la que estaban obligadospodían ser condenados a la esclavitud o muerte, había penas contratoda la comunidad por delitos personales. El daño conferido a un solomusulmán podía ser motivo para que la colectividad de dimmíes en suconjunto perdiera su situación de “protegida”. Las ofensan al Corán oa Mahoma (como blasfemar, exhibir una cruz o un cerdo) podíanocasionar penas brutales, etc.Además el estatuto de las comunidades de los dimmíes era precario: larenovación del pacto de sumisión con los conquistadores, cuandoexpiraba el anterior, sólo podía hacerse sobre bases más onerosas quelas vigentes, pues la obligación de los creyentes (mujaidines,soldados del Islam) es luchar por la extensión de dar al-Islam. Enbuena medida la capitación de los dimmíes financiaba la expansiónmilitar musulmana, lo que se constituía en un acicate más paraextender conquistas. Además la suscripción del nuevo pacto tenía quecontener, aparte del incremento del monto de los tributos,necesariamente una transferencia de la soberanía sobre tierras quedejaban de considerarse como parte de los territorios de los dimmíespara integrarse al dar-al-Islam. Las guerras dinásticas y de clanes alinterior del mundo islámico propiciaban además razias sobre lastierras de los infieles sometidos a la autoridad de los clanesenemigos y en el caso de la sustitución de una dinastía a otra, losvencedores con frecuencia no se sentían obligados a acatar los pactosfirmados anteriormente por los clanes vencidos.

3. Mujeres, niños y esclavos.En pleno feudalismo europeo la esclavitud no había desaparecidocompletamente, desarrollándose un activo tráfico de esclavos queenlazaba a Oriente y Occidente. La situación en dar-al-Islam donde elcrecimiento de las sociedades urbanas demandaba una continua expansiónde la esclavitud. “Como todas las sociedades, comprendida lacristiana, en la Alta Edad Media el Islam era una sociedad de esclavosy lo seguirá siendo más tiempo que aquella. La igualdad de todos loshombres ante Dios, proclamada tanto por el Islam como por la Iglesia,implicaba deberes hacia los esclavos, no la supresión de laesclavitud, si bien cada confesión negaba el derecho a reducir a la

22 Granda… ob. cit, pág 40 - 41 en Manrique, ob. cit. pág. 124

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esclavitud a un correligionario, la conversión no traía consigo lamanumisión obligatoria”23

El comercio de esclavos estaba extendido sobre todo en la periferiaeuropea, particularmente en los Balcanes, de donde llegaban a al-Andalus esclavos de Oriente y de los diversos confines del mundofeudal europeo, entre ellos los esclavii, que terminarían dando nombrea esta categoría social, los musulmanes tenían tres grandes áreas quelos alimentaban de esclavos: el Africa negra, la estepa turca y laEuropa Oriental eslava. En este tráfico participaban judíos, así comolos miembros de otras confesiones religiosas. En dal - al - Islam lainstitución de la esclavitud estaba extendida. Bajo la comúndenominación de “esclavos” se ocultaban múltiples categorías socialesy diversas realidades, cuyo denominador común era la pérdida de lalibertad.La condición de esclavo podía tener su origen en el cautiverio de lasvíctimas de las algaras, el estatuto del prisionero de guerra; laimposibilidad de pagar las capitaciones a que la condición de“protegidos del Islam” obligaba a los dimmíes, o la compra en elmercado de cautivos. El Corán establecía normativas rigurosas sobre eltrato que debía darse a los esclavos. Sus amos debían ser caritativoscon ellos, permitir que en algunos casos pudieran comprar su libertad,bajo la autorización del amo de trabajar para otros o a mendigar hastareunir el dinero de su rescate. También podía ser cubierto por lasnumerosas órdenes religiosas europeas que tenían como meta el rescatede los cautivos cristianos, quedando como alternativa final la huida.Lo último suponía una serie de peligros, pues en caso de serrecapturado al esclavo fugado le esperaba un duro castigo, con muchosazotes y la mutilación de la nariz o una oreja, así como suencadenamiento durante las horas de descanso, que muchas veces pasabanencerrados en un foso, cubiertos por una pesada loza. Los huidos nopodían regresar al al-Andalus sin exponerse a la captura yencarcelamiento si eran reconocidos. Estaban exceptuados de esta penalos mercaderes de los reinos con los que existían tratadoscomerciales, en cuyo caso gozaban de la protección del Estadomusulmán.Una manera de elevar el valor del los esclavos que se ponían a laventa a través de la producción de eunucos. Este negocio terrible serealizaba en centros especializados: Verdún, Lucena y Almería, y erareconocido como un negocio particularmente ejercido por los judíos. Elacicate era el gran valor que tenía el “producto” debido a los riesgosque suponía su preparación:

“Tanto en Verdún como en tierras del Islam, acostumbraban a sermédicos judíos quienes realizaban esta delicada intervenciónquirúrgica. La operación entraña grandes riesgos y no es raroque muera el paciente, lo que explica en parte el elevadoprecio de los eunucos que por esta razón son esclavos de unsoberano. La operación consiste en suprimir los testículos y, enalgunas ocasiones, la ablación suplementaria de la verga. El

23 Cahen: op. cit. p. 124 en Manrique: ob. cit. p. 125

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resultado es un tipo humano muy característico. El castrado essiempre un niño de corta edad, bello a ser posible. Nada puedeser peor que operar a un muchacho púber, ya que en ese caso eldeseo sexual subsiste aun cuando el infeliz ya no puedesatisfacerlo, lo que hace de él un ser maligno y peligroso.Cuando la castración se ha realizado en la edad idónea, la vozdel operado seguirá siendo la de un niño toda su vida: nicambiará de voz ni se le desarrollará el vello que, por elcontrario, tenderá a menguar y desaparecer, no tendrá barba oserá muy rala y su cabello muy fino, encanecerá despacio y a unaedad muy avanzada. Frecuentemente el eunuco joven, todavíahermoso y lozano, se convierte en objeto de placer sexual parasu amo. Pero se ajará precozmente: la piel le tornará pálida yfláccida, y pronto empezará a engordar. Por otra parte elcastrado es siempre un ser moralmente débil que acepta gustosola esclavitud, complaciéndose casi en ella. En cambio suinteligencia se desarrolla satisfactoriamente y va haciéndoseágil y aguda. El eunuco suele ser astuto, intrigante incluso,pero siempre prudente y medroso.”24

Incorporándose desde muy niños a la sociedad musulmana, los eunucosaprendían el árabe con rapidez y terminaban asimilándose culturalmentede manera completa. Eran los guardas, compañeros y confidentes de lasintegrantes del harem así como su correo de comunicación con el mundoque se extendía más allá de las paredes del serrallo. Esta posiciónprivilegiada les permitía participar en complejas intrigas palaciegasmuchas veces en combinación con esclavas concubinas elevadas aposición de poder a través de la maternidad, como después se verá.Los nombres habituales en árabe de los eunucos sugieren lasatisfacción pasiva a la que se veían relegados: “Alegría”,“Felicidad”, “Esperanza”, “Luna Llena”, “Ambar”, “Jacinto”. Se lesapreciaba y amaba, y con frecuencia eran liberados antes de llegar aviejos. Los testamentos de los príncipes solían manumitirlos y enocasiones colmarlos de riquezas en pago de sus largos años deservicios. Los eunucos bonachones y rollizos se integraban entonces ala comunidad musulmana libre, asumiendo algunas falsas filiaciones,como acostumbraban hacerlo también los antiguos esclavos que seindependizaban al convertirse al Islam. Un eunuco llegó a ser prefectode Granada en el Siglo XI. Pero su número total era más bien reducido:durante el apogeo del califato de Córdoba en el Siglo X, cuando en laciudad había entre 5 y 15,000 esclavos, los eunucos eran apenasalgunas decenas o, a lo sumo, algunos cientos.Entre las fuentes usadas para reconstruir las características de laesclavitud en dar al-Islam están los tratados médicos jurídicos,particularmente los tratados de policía del mercado o zoco (hisbat al-suq) que contiene numerosas referencias a la compra y venta deesclavos.

24 Barkal, Ron: Cristianos y musulmanes en la España medieval.(El enemigo en el espejo), Edic. Rialp. Madrid 1991, pp. 145 - 146. En Manrique: ob. cit. pp. 129

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Algunas de las labores por las que se podía adquirir esclavos oesclavas eran las de cocineras, nodrizas tesoreros (nuevamente sepondera la idoneidad de los rumi, aunque recomendando poner a pruebala honradez, dándoles a guardar dinero, y pedírselos después de manerasorpresiva), nodrizas y parteras, guerreros, tocadoras de laud,flautistas, tocadores de tambor.Se debe llamar la atención sobre la particular valoración de las rumi,las esclavas cristianas, la virtud que se les atribuye es paramanejar la economía doméstica, pero no son dotadas para el placer,quehacer donde las mujeres bereberes aparentemente apenas teníancompetencia por parte de las esclavas nubias y particularmente lasbayawíes. La cultura musulmana es eminentemente hedonista, adiferencia de la judeo cristiana, tan profundamente marcada por lanoción de culpa y de la vida como un penoso tránsito que debe vivirsecomo una expiación. En el mundo musulmán el sexo constituye unadimensión capital de la cultura (aunque como veremos la dimensión dela mujer como objeto de placer no se circunscribía a su calificacióncomo amante, sino abarcaba una gama más amplia de actividades) nolimitándose ciertamente al papel de organizar la reproducción de laespecie al que ha intentado confinarla la iglesia cristiana. 25 De allíque sea significativo que en un tratado escrito por un musulmánandalusí, que entre otros temas trata de la valoración de los esclavosen el mercado, las cristianas no aparezcan valoradas como “objetos deldeseo”. También el tratado de ibn Butlan, escrito un siglo antes queel del señor del zoco de Málaga, comparte esta perspectiva: las rumi,de tez sonrosada, cabello abundante y ojos azules, son obedientes ydóciles, leales, fieles y de confianza. “Son muy a propósito - dice yvéase la correspondencia con la opinión de al-Saqati - para laadministración por su amor al orden y su poca inclinación a laprodigalidad. No es raro que puedan aprender un oficio delicado”. Enrealidad esta diferencia a toda relación entre oriente y occidente. YaMichel Foulcault ha llamado la atención sobre la ausencia de unaerótica cristiano-occidental que pudiera equiparararse a aquellas“artes amatorias” producidas por las grandes culturas orientales,entre las cuales las obras árabes tienen un merecido prestigio.26

Estos apuntes son particularmente útiles para poner en su justaperspectiva una cuestión, la relatividad de los juicios estéticos entorno a la mujer, que llevan a que los andalusíes prefieran a lasbereberes y las nubias, no a las rumi (españolas).Un rubro muy rentable era la venta de las esclavas concubinas,mercancía dirigida sobre todo a la nobleza. Según las crónicas, elharem del soberano del califato de Córdoba durante el siglo X reunía2,000 mujeres, las cuales eran en su mayoría esclavas o ex-esclavas.Los cronistas igualmente relatan que el emir Abd-l-Rahman II sólohacía el amor con muchachas vírgenes, y el suyo no fue un caso único.El rol subordinado de la mujer está consagrado en el Corán y el Hadiz,los dos puntos de referencia básicos a los que la sociedad islámica

25 Manrique, Nelson: ob. cit. pp. 13226 Foulcault, Michel: HISTORIA DE LA SEXUALIDAD. EL USO DE LOS PLACERES. Siglo XXI Editores, México 1987

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remite su imagen de sí misma. El Corán, la palabra revelada de Dios, mientras que elorigen del Hadiz son los gestos y las palabras de su profeta Mahoma, la Tradición (Sunna) porél establecida. Según el primero los hombres están por encima de las mujeres, en virtud de lapreferencia divina y de los bienes que gastan en ellas (II. 228 i IV. 34). En el Hadiz el profeta, enuna transmisión recogida por Abu Sa’id al-Judri, exhorta a las mujeres a que “cumplan con elprecepto de la limosna, ya que le ha sido revelado que ellas constituirán la mayor parte de loshabitantes del infierno”. La similitud entre la mujer y la costilla de la que ha sido creada esigualmente desfavorable para ella en su comparación con el hombre. “Sabido es que la partemás torcida de la costilla es su parte superior: si se intenta enderezarla, se rompe, si no se latoca, permanecerá siempre torcida. El defecto parece no tener reparación”. 27

El ámbito “natural”de actividad de la mujer es el familiar, y en esteespacio su papel sobresaliente es el de madre, como lo atestigua laonomástica árabe transplantada al al-Andaluz donde abundan nombrescomo Fátima ‘destetadora de hijos’, Wallada ‘muy paridora’, Labbuna‘buena amamantadora’.La mujer no puede entrar al espacio urbano, para visitar a unapersona, asistir a una mezquita, el cementerio o el mercado debe iracompañada por alguna otra persona. Por ejemplo en caso de los bañospúblicos, que son concurridos por hombres y mujeres en distintos díasde la semana. Hay un lugar reservado para la mujer a través de lautilización del velo, pero están excluidas de los lugares derelajación pública, como los cafés o los baños masculinos.Una comparación entre las sociedades musulmana, cristiana y andina ainicios del siglo XVI muestra dramáticas diferencias en la manera comose organiza el intercambio sexual y la estructura de parentesco queéste cimenta. Un recién nacido descendiente de un musulmán esautomáticamente incorporado a la sociedad de su padre, y su nacimientodignifica a su madre, haciendo posible su ascenso de condición socialde esclava a mujer libre y de concubina legal a princesa madre. Nosucedía lo mismo en la sociedad cristiana donde los nacidos fuera dela relación matrimonial llevan el sello infamante de la bastardía.Este es el caso de la mayoría de hijos mestizos de los conquistadoresde las Indias, nacidos en sus relaciones con las mujeres indígenasamericanas, aunque éstas desciendan de linajes nobles, como Garcilazode la Vega, hijo del capital Sebastián de la Vega y la palla IsabelChimpu Ocllo, descendiente por línea directa de un inca gobernante. Elnacimiento de Garcilazo tampoco dignificó a la madre, repudiadadespués cuando el padre del ilustre cronista peruano se casó con unamujer española, de su misma condición, entregando a su antiguaconcubina india en matrimonio a un español de condición socialinferior, un escudero suyo apellidado Pedroche. Otra era la situaciónen el mundo americano: “Los estudios etnohistóricos - dice MaxHernández - muestran que en el mundo andino no regían los valoresvinculados a la relación de bastardía, tan presente en los códigosespañoles. Por lo tanto no son de esperarse las sanciones socialesreferidas a ellas. En todo caso en la situación que nos atañe, vistaslas cosas desde la perspectiva dominante, la mujer indígena delconquistador, excluida del sistema autorizado y formal de parentesco yconfinada al rol de concubina, sólo podía tener una inscripción

27 Fierro, Isabel: LA MUJER Y EL TRABAJO EN EL CORAN Y EL HADIZ, pp 35

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precaria en la cultura dominante a partir de su progenie. Con unagravante, halla sus límites en la condición de bastardía en la quequedaban sus hijos”28

Es también interesante la existencia de escuela para esclavas, en elmundo musulmán. Frente a la castración sufrida por los niñoscristianos capturados en las razias, con la finalidad de elevar elvalor en el mercado de los esclavos, el destino de las niñas hermosasresultaba más afortunado. Si su cautiverio empezaba temprano,llegarían a olvidarse de su pasado e integrarse a la sociedadmusulmana. Funcionaban escuelas para esclavas en Ifriqiyya (en elMagreb) y el Oriente, adonde eran enviadas a aprender el árabe, elcanto y la danza:

“Poseo en este momento y puedo vender cuatro esclavascristianas que fueron capturadas pequeñas e ignorantes, yhoy son cultas y atractivas gracias a sus conocimientos,pues son diestras en caligrafía, doctas en música yfilosofía, astrología, lógica, prosodia, y geometría,gramática y bellas artes, medicina y anatomía, que hanbebido incluso de la ciencia de los beduinos que permitenpredecir el tiempo…todo ello como complemento de unaextraordinaria belleza física.”29

Es igualmente interesante la opinión de Abu Utman, un comerciante deesclavos, recogida en el tratado de ibn Butlan, quien tenía toda unaestrategia para aumentar el valor de las esclavas en el mercado: “Sise trae una esclava berebera de buen origen, importada a los nueveaños de edad. Que pase tres años en Medina y otros tres en la Meca.Que vaya al Iraq a los quince años para cultivarse y se venda a losveinticinco años, reunirá así, además de su buen origen, la coqueteríade las medinesas, la feminidad de las mequenses y la ilustración delas iraquíes, mereciendo que se le quiera más que la niña de losojos”.

4. La Iglesia cristiana y el Islam. La invasión musulmana se produjo en un momento comprometido para laiglesia cristiana, desde siglos anteriores existían sectas enfrentadasente sí ( bagaudas, priscilianos, etc) y los si los visigodos seconvirtieron al cristianismo, al principio fueron arrianos. Este es elprincipal punto de controversia entre cristianos y musulmanes, puesconsideran a los primeros como “politeístas”, por defender laexistencia de una divinidad que es Trina y Una - de ahí el grito deguerra “No hay más Dios que Alá y Mahoma su profeta - sobre esta basesurgieron diversas herejías tras las huellas de Arrio y Nestorio, lainfluencia nestoriana, cuya herejía fuera condenada en el Concilio deEfeso en el 431, se expandió mucho por el oriente por la deportaciónde sus seguidores del imperio bizantino, probablemente se deba a la

28 Hernández, Max: MEMORIA DEL BIEN PERDIDO, IDENTIDAD Y NOSTALGIA EN EL INCA GARCILAZO DE LA VEGA, Edit. Siruela, Colección Encuentros, Sociedad Estatal Quinto Centenario, Madrid 1991, p. 3329 Dufourcq: op. cit. pp. 153 - 154.

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presencia bizantina durante dos siglos en el período preislámico en elsur de la Península.Una herejía que hizo graves estragos entre los mozárabes, fue la delobispo Elipando y conocida como “adopcionismo”, es una muestra de lastensiones que tenía que afrontar la iglesia mozárabe. Elipando, elarzobispo de Toledo quería condenar la doctrina de Migencio, quienreducía a una condición humana la Trinidad, como una manera de salvarel carácter unitariamente divino. Planteaba que Dios primero seencarnó en David, quien sería la primera persona de la Trinidad, puesde él descendía Jesús - la segunda persona- según la carne, mientrasel Espíritu Santo sería Dios encarnado en San Pablo. Para diferenciarlas naturalezas de Cristo - divina y humana - usó el término adopción.Elipando cristiano de origen visigodo, se había educado en escuelasmusulmanas y trató de tender un puente entre el rígido monoteísmomusulmán y la concepción trinitaria cristiana, afirmando que en cuantoa la naturaleza humana Cristo era efectivamente hijo de Dios…, peroera su hijo adoptivo. Esto constituía un claro acercamiento al Islam,pues reconocía como a Cristo como un gran profeta, pero le negaba elcarácter divino. Las razones de Elipando además de las religiosas erande carácter político, pues quería retener bajo su jurisdicción aAsturias y Septimanía. En su herejía ganó el apoyo de Félix obispo deUrgel.Elipando fue condenado en el concilio de Ratisbona en 792, en el deFrancfurt de 794, y el de Friul 796. Finalmente el Sínodo reunido enRoma bajo la presidencia del papa León III ratificó la condena de sudoctrina. Carlomagno reconvirtió a Félix a la ortodoxia , reteniéndoloen su reino, “para evitar su vuelta al error”, mientras que Elipandose mantuvo firme en su posición hasta su muerte. Poco después laherejía se extinguió y la iglesia asturiana se independizó de Toledo,con lo que la iglesia goda quedó desmembrada. En esta ocasión lacondena de Roma y una vigorosa campaña por la afirmación de laortodoxia lograron reducir los estragos del adopcionismo, pero ladifusión de ésta y otras herejías antitrinitarias inevitablementefavorecía la difusión del Islam, que aparecía más sólido y coherentecon un monoteísmo monolítico ante una iglesia vacilante y dividida. Elcristianismo también estaba siendo desgarrado por los debates de lanaturaleza de Cristo - Dios y hombre verdadero - según la ortodoxiacatólica, desde siglos antes del nacimiento del Islam.A principios del S. IV Arrio negó su divinidad, afirmando sunaturaleza únicamente humana. Los visigodos eran originariamentearrianos. Nestorio, patriarca de Constatinopla afirmó en el S. V queJesús era sólo un hombre “habitado por Dios”, la deportación de losnestorianos de Bizancio permitió la propalación de esta doctrina portodo el Oriente donde Marco Polo encontró muchas comunidadesnestorianas en el Asia a lo largo de su viaje durante el siglo XIII,pero también en España. Surgen después brotes sabelianistas, delheresiarca Sabelio que en el Siglo II había afirmado que no había másque una persona en Dios.La influencia musulmana provoca también herejías en la teología ymetafísica cristianas, como la del gabr, derivada de la noción sunnide la Predestinación absoluta del hombre. Los bereberes traen otras

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doctrinas, que reivindica como patrón espiritual a San Casiano, quienal parecer alentó la resistencia contra el Islam en el Norte delAfrica, los “casianistas” reconocen como válida la acusación de losislámicos contra los cristianos de ‘politeístas’ por adorar a lossantos. En Córdoba, herederos del heresiarca Joviniano quien vivió enel Siglo IV, autorizan el matrimonio con no cristianos, lo quefavorece la unión de mujeres mozárabes con musulmanes; permiten ademásla bigamia y el ejercicio de profesiones seculares por los sacerdotescomo el comercio o la medicina. Los desconcertados creyentes “trasseguir las sendas marcadas por estas teorías desviacionistas ycontradictorias, acabarán finalmente por abrazar la simplicidadteológica del Islam, donde finalmente hallarán reposo”30 Pero las conversiones masiva al Islam no eran bien vistas, por losislamistas, ya que reducían la población de infieles a los que sepodía exigir el pago de los tributos. Estaba además el conflicto entrela iglesia romana y la mozárabe, que conservaba sus ritos ytradiciones visigóticas convertidos en una forma de defensa de supersonalidad nacional, con una tradición de convocatoria de concilios“nacionales” en los que se discute, además de los temas teológicos,cuestiones temporales. Este enfrentamiento se agudiza cuando el papadodecide acelerar el alineamiento de la iglesia española con la santasede a través de la instalación de la Orden Cluny en los territorioshispánicos. Notablemente los árabo-musulmanes defienden la causa de laiglesia mozárabe. La intervención a favor del rito y la personalidadmozárabe llegó hasta el punto de la convocatoria de Concilios por losmusulmanes, con participación de representantes de las tres religionespara discutir los problemas de las comunidades cristianas y surelación con los fieles de los demás credos. No era extraño quehubiera zozobra entre el clero cristiano. Se dice que el abuelo de SanEulogio, al oir al almmédano llamando a los fieles a la oraciónexclamaba : “Oh Dios mío! Por qué se oye la voz de tus enemigos?”. SanEulogio a su vez rezaba una oración que expresa la angustia de unaiglesia acorralada: “Líbranos, Señor, de la siniestra llamada delalmmédano! Líbranos de ello ahora y siempre! Humilla a todos aquellosque adoran la falsedad y se vanaglorian en simulacros!”. Tampoco el papado tuvo mayor presencia ni siquiera en la región astur-leonesa controlada por los cristianos hasta fines del siglo XI. “Solohay noticia de un legado pontificio, el primero de la edad media. EsZanelo que, según las noticias que de él tenemos, fue enviado aCompostela por el Papa Juan X hacia el año 918; vuelto otra vez aEspaña, fue encargado de examinar la liturgia mozárabe o hispánica,que se aprobará, a su regreso a Roma, en el Sínodo del 924 en laCiudad Eterna. Sin embargo la existencia de este legado no estáprobada del todo”. Por otra parte la iglesia esta prisionera en susenfrentamientos internos de poder , que llevaban a los sacerdotes arecurrir a los musulmanes para dirimir conflictos entre cristianos enasuntos pertinentes a la iglesia, como los nombramientos de preladospara las jurisdicciones eclesiásticas. Como el caso del obispo Saúl deCórdoba acusado de simonía por comprar su nombramiento a las

30 Dufourcq: ibid, pp 101 - 102.

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autoridades musulmanas. Los rectores de parroquias debían entregar untercio de sus ingresos y además los obispos cobraban un tributo a susdiocesanos, se supone que de ese dinero debían vivir los sacerdotesmenesterosos. Pero no era raro que tal dinero sirviera para sobornarun emir o un califa, con la finalidad de obtener una resoluciónfavorable a la comunidad cristiana. “Lo más sorprendente es quealgunos (obispos) como Hostégesis de Málaga, no duden en hacer que susesbirros musulmanes flagelen a los sacerdotes que no pagan los“tercios diocesanos”31.La corrupción de la iglesia católica, bajo la doble presión del doblecautiverio y los dogmas eclesiásticos, como el del celibatosacerdotal, produjo también múltiples problemas que fueron captadospor ibn Jaldún, el gran historiador musulmán de origen magrebí, en untexto que describe la situación de Sevilla a inicios del Siglo XII,dice:

“Debe prohibirse a las mujeres musulmanas que entren en lasabominables iglesias, porque los clérigos son fornicadores,libertinos y sodomitas. Asimismo debe prohibirse a lasmujeres francas (es decir cristianas) que entren en laiglesia más que en los días de función o fiesta, porqueallí comen o beben y fornican con los clérigos, y no hayuno de ellos que no tenga dos o más de éstas mujeres conque acostarse. Han tomado esta costumbre por haberdeclarado lícito lo ilícito y viceversa. Convendría puesmandar a los clérigos que se casasen como ocurre en elOriente, y que si quieren lo hagan.“No debe tolerarse que haya mujer, sea vieja o no, en casade un clérigo, mientras éste rehuse casarse. Oblígueselesademás a circuncidarse, como les obligó Al-Mutadid Abbad,pues si a lo que dicen siguen el ejemplo de Jesús (Dios lebendiga y salve!), Jesús se circuncidó y precisamenteellos, que han abandonado esta práctica tienen una fiestaque celebran solemnemente: el día de la circuncisión”32

El escándalo brota no que los clérigos hagan vida sexual - pues estoes habitual entre los rabinos judíos y alfaquíes musulmanes - sino dela promiscuidad de ésta y su carácter fornicario: su ilegitimidad. Porotra parte al leer sus críticas a la vida del clero sevillano delsiglo XII, es inevitable pensar en la gran cantidad de expedienteseclesiásticos dedicados, aún siglos después al delito de solicitaciónde las parroquianas por sus confesores en España y América. La coexistencia para los musulmanes conquistadores no siempre fuefácil para los mozárabes. Periódicamente aparecen olas de misticismocristiano que arrasan regiones enteras, empujando a los fieles abuscar el martirio, buscando ser condenados a muerte por insultarpúblicamente al profeta Muhamad y a la religión islámica, como el

31 Dufourcq: ibid, pp. 95 en Manrique: ob. cit. pág. 14432 García Gómez, E. y E. Levi -Provencal: SEVILLA A COMIENZOS DEL SIGLOXII. EL TRATADO DE IBN’ALDUN, Biblioteca de Temas Sevillanos, Sevilla 1981, pp. 150 - 151.

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aparecido en al-Andalus a mediados del S. IX. También solía sucederque los musulmanes eran arrasados por olas de misticismo con grandesmovimientos urbanos que ponían en riesgo la vida de los cristianos.Una de esas coyunturas fue la entrada de los fanáticos almohades,provenientes del norte de Africa, a al-Andalus a mediados del S. XII.No sólo los judíos sino los vastos grupos mozárabes se vieronobligados a migrar a los reinos cristianos del norte, e inclusivecomunidades de moriscos que habían buscado refugio en al-Andalus anteel avance de los conquistadores castellanos debieron retornar aterritorios cristianos, de donde habían salido huyendo.Un asunto que ha suscitado fuertes debates y que está lejos de haberseresuelto es el de la tolerancia religiosa musulmana. Para autores comoLeón Poliakov esta fue una de las características fundamentales delIslam hispano, y la comparación con la intolerancia de los reinoscristianos del norte no hace más que resaltar la diferencia entre unoy otro ambiente cultural. Tomas Glick propone una interesanteperspectiva, que la condición de coexistencia armónica entre losmiembros de las diferentes confesiones era la adscripción de unsistema de derechos y deberes rigurosamente reglamentado: “Lameticulosa estructuración legal de las relaciones sociales yeconómicas entre los musulmanes dominantes y los subordinados judíos ycristianos, dentro de los límites del imperio subyace a lageneralmente armoniosa interacción de los grupos religiosos a lo largode la Edad Media islámica”. Esta estructuración de las relacionestenía tres implicancias particularmente relevantes.1. Aceptar la condición de dimmíes excluía a las minorías

religiosas, judías y cristianas del ejercicio del poder político; lacondición para acceder a éste era la islamización.

2. Se inducía a la conversión a través de incentivo querepresentaba la exención del pago de yizya, la capitación , queestaban obligados a pagar los no musulmanes.

3. El “reconocimiento formal de las diferencias religiosassignificó que la sociedad islámica sancionaba un grado alto deaislamiento cultural entre las minorías religiosas. Es decir, quegarantizando la persistencia del factor primario de ladiferenciación entre los distintos grupos - la religión -, lasociedad islámica ejercía sobre las minorías religiosas una presiónpara que aceptaran sus valores menor que sobre los musulmanes noárabes” esta forma de tolerancia sería pues al mismo tiempo unmecanismo de exclusión social: la autonomía de las minorías, basadaen su derecho para autogobernarse, perpetuaba las diferencias entrelos grupos sociales definidos por su adscripción religiosa y, porlo tanto, la superioridad social de los musulmanes sobre losdimmíes.

Los monasterios actuaron como centros de resistencia, alimentando ladevoción mozárabe con el culto de las reliquias sacras, por una partey la promoción de peregrinaciones locales, que constituían en ciertaforma una respuesta a las grandes peregrinaciones musulmanas a laMeca y las judías a Jerusalén. La credulidad medieval, expresada eneste caso en la adoración a las reliquias sacras, es ilustrada por el

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testimonio que el rey Pedro de Aragón expidió en Perpiñán el 15 deFebrero de 1351, sobre los bienes que su esposa, la reina María deAragón, quien dispuso en su testamento fueran distribuidos entre lascapillas de los albergues reales:

“Un trozo de sudario en que fue envuelta la cabeza de SantaEulalia de Barcelona, un trozo de vestido de Santa BárbaraFlorentina que fue una de las once mil vírgenes, un hueso delpie de San Luis de Marsella, un hueso del pie de San Mateo,apóstol evangelista, un trozo del hueso del Santo Sepulcro y elpolvo de los huesos de San Juan evangelista, un hueso de SantaInés, un hueso de San Nicolás Obispo (un trozo del) velo deNuestra Señora Santa María, una piedra del pesebre donde fuecolocado Jesucristo, tierra donde Nuestra Señora derramó suleche, un hueso de San Pedro Apóstol, diversas reliquias en unabolsita, un hueso de San Aldemar, cabellos, vestidos y uno delos rosarios de Santa Clara, (trozos) del manto de SanFrancisco, huesos de Santo Nerey y Arquileo, San Pagrán y de SanNicolás, confesor”33

Las peregrinaciones locales fueron creciendo hasta alcanzar la madurezcon el surgimiento del templo del apóstol Santiago de Compostela, quese convirtió en un foco de atracción para peregrinos de toda Europa.Su culto galvanizaría a toda España y jugaría un rol crucial en laconstrucción de una conciencia nacional. El objetivo, la veneración delos restos del Apóstol Santiago, milagrosamente llegados a las playashispanas y sepultados en Compostela:

“… los cristianos de España combaten bajo la égida de un patróntutelar, San Santiago, cuyos despojos mortales habrían sidotransportados milagrosamente de Palestina a Santiago deCompostela, en el extremo noroeste de la Península (…). A estaevolución contribuyeron en gran parte los monjes (sobre todolos cluniacenses) y los caballeros de allende los Pirineos, que,en siglo XI, siendo cada vez más numerosos vienen, los unos, areformar la vida religiosa, los otros, a prestar un fuerte apoyoa los combatientes (‘Las precruzadas’)”34

Pero muy otro era el panorama entre los cristianos que vivían en losterritorios ocupados por los musulmanes.Las conversiones al islamismo fueron amplias, resistiendo una minoríasolamente. El grueso de la población prefirió convertirse al Islam,las razones no parecen gran misterio: la situación dominante de losinvasores, las ventajas tributarias y la posibilidad de pasar a grupossocialmente privilegiados. El sencillo mensaje del Islam hizo lodemás. Este grupo de cristianos sería llamado muladí, que no tardaríaen adoptar además de la religión, el traje las costumbres y la lenguaárabe.

33 Díaz-Plaja, Fernando: HISTORIA DE ESPAÑA EN SUS DOCUMENTOS SIGLO XIV, p 164 en Manrique, ob. cit. pp. 148 34 Poliakov: ob. cit. pp 125 en Manrique: ob. cit. pp. 148

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J. Simonet, en su “Historia de los mozárabes de España” alude a lasobservaciones del historiador Bermúdez de Pedraza, quien afirma que entiempos de los almohades “se acabaron caso totalmente los mozárabes deesta región (los cuales) fueron renegando de tal modo, que cuando losReyes Católicos recuperaron este reino, no hallaron ni rastros nireliquias de ellos. En apoyo de la apostasía de la antigua razaespañola, cita la relación que en 1311 hicieron los embajadores delreino de Aragón al Sumo Pontífice Clemente XI (en la que decían) queen aquella sazón vivían en la ciudad de Granada doscientas milpersonas, y no se hallaban quinientos que fuesen moros de naturaleza,porque todos eran hijos o nietos de cristianos”. La gran masa de lapoblación musulmana estaba constituida por españoles convertidos alislamismo, los cuales al adoptar la religión de los vencedores,cambiaron muy poco su modo íntimo de vida. Estos conversos podían serde raza judía o de raza íbero romana, sus hijos y descendientes, quelos cronistas llaman muwallads (muladíes), en algunas generaciones nose distinguían de los antiguos musulmanes. Los matrimonios de unacategoría y otra acabaron por producir una nivelación en la cual, comoera lo esperable, predominaba la sangre española.

Actualmente existe una información más precisa sobre la magnitud deeste fenómeno, minimizado por la historia tradicional. Lasestimaciones de Glick son realmente impresionantes:

“La tasa de conversión es lenta hasta el siglo X (menos de uncuarto del número total de conversos se había convertido); elperíodo de explosión de la conversión coincide muy ajustadamentecon el reinado de ‘Abd al-Rahman III (912 - 961); el proceso secompletó (80% de los conversos), alrededor del año 1100 (…). Sidamos como cierto que en al año 711 había siete millones dehispanoamericanos en la Península y que este segmento de lapoblación se mantuvo estable a lo largo del siglo XI (con uncrecimiento de la población compensado por la migracióncristiana hacia el norte), entonces hacia el año 912 pudo haberaproximadamente 2.8 millones de musulmanes indígenas(muwalladún) además de árabes y bereberes. En este punto, loscristianos aún superaban en número a los musulmanes. Sin embargohacia el año 1100 el número de indígenas musulmanes se habríaelevado a una mayoría de 5.6 millones”35

Esto tiene una implicancia fundamental desde el punto de vista de lacomprensión del proceso de la Reconquista: siendo la poblaciónmusulmana de al-Andalus compuesta en su gran mayoría de indígenasconvertidos al Islam, no puede sostenerse más que ella fuera una gestade expulsión de los “extranjeros” invasores que les habían arrebatadola patria española. Los contendientes de una y otra parte - cristianosy musulmanes - eran mayoritariamente hispanos de origen y la empresade los reinos cristianos del Norte, que culminaría en la expulsiónfinal de los moros a principios del siglo XVII, fue en gran medida unaguerra entre españoles, donde como veremos, hasta un período bastante

35 Glick: ob. cit. pp. 45 - 46 en Manrique: ob .cit. pp. 151

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tardío, las fronteras religiosas no fueron el factor principal queorganizó el alineamiento de los contendientes. El proceso vivido entrelos siglos XIV y el XVII marcado por las sañudas persecucionesreligiosas, culturales y raciales y la final expulsión de los judíos ylos moros tuvo en mucho el carácter de automutilación. Buena parte delos cronistas de la época consideraban tan españoles a los cristianosvencedores como a los moros vencidos y a los judíos encarnizadamenteperseguidos. De allí que este sea un tema difícil de abordar para lahistoriografía española tradicional, refugiada tras la cómodaconstrucción de una imaginaria identidad hispánica excluyente, deestirpe visigótica.

5. Esplendor y caída del califato de Córdoba.La atmósfera de compleja coexistencia religiosa, daba sin embargoamplios márgenes para la tolerancia, permitió convertir al al-Andalusen un faro de irradiación cultural de primer orden. Al inicio lapresencia musulmana fue solo prolongación del poder musulmáncentralizado en Oriente. Al-Andalus era apenas una provincia delcalifato de Medina, primero y del califato de Damasco, después de lacaída de la dinastía omeya y el ascenso de los abassíes al poder elaño 750. Abu-l-Abbas, el primer califa de la dinastía abbasí fueconocido con toda justicia , como al-Saffah, ‘el sanguinario’, durantesus cuatro años de gobierno, Abu-l-Abbas se dedicó al exterminio dela nobleza omeya para fortalecer su poder. Un príncipe omeya, Abd-l-Rahman sobreviviente de las matanzas logró sobrevivir escapandohasta al-Andalús, y en medio de fuertes enfrentamientos entre lastribus árabes bereberes el año 756 logró imponer su poder sobre todala España musulmana, convertida en un emirato, que aunque eraindependiente en lo político reconocía sin embargo la autoridad moraldel iman de Damasco.Un siglo después, la fuerza adquirida por los andalusíes, musulmanesinstalados en España, por la fuerza militar, pero también por lafuerza económica, poder político y un esplendoroso desarrollocultural, cambió el panorama. La situación de al-Andalus se viofortalecida con la declinación del califato abassida de Damasco, cuyainfluencia sobre la región norafricana fue gradualmente debilitada porla oposición de los fatimites. La declinación del poder abassí en laregión quedó sellada con el ascenso al poder del mahdi (mesías) UbaydAllah en Qaraiwan (en el actual territorio de Túnez) el año 910. Estese declaró emir de los creyentes o califa, con lo que se rompiódefinitivamente la unidad del mundo musulmán. Siguiendo su ejemplo,al-Andalus se emancipó cuando Abd-l-Rahmán III se proclamó califa deCórdoba el año 929, los andalusíes eran completamente independientes yno reconocían ya ni siquiera la autoridad moral de Bagdad. Con Abd-l-Rahmán III se inaugura el siglo de oro andalusí. Córdoba, la capital del muevo estado musulmán independiente con susaproximadamente 100,000 habitantes, el lujo de su corte quedeslumbrara a los diplomáticos europeos, su gran producción artesanaly manufacturera y la fuerza de sus comerciantes y financistas, seconvirtió en la ciudad más grande e importante de Occidente y sinninguna duda su capital cultural, dos maravillas atestiguan el

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esplendor del califato andalusí: la mezquita de Córdoba , la másgrande de todo el mundo musulmán y el palacio de Medina al-Zahra. En el terreno de la elaboración intelectual, Córdoba cumplió paraOccidente un papel de primer orden. Gracias al trabajo de su escuelade traductores (en las que laboraban conjuntamente árabes, cristianos,y judíos) Europa recuperaría a Platón, Aristóteles, Hipócrates y engeneral a los grandes pensadores de la antigüedad clásica. El trabajode los cordobeses era la continuación del trabajo ya desarrolladoantes en el Oriente. Esta labor tan importante para la formación delpensamiento moderno, fue la consecuencia lógica de una manera de mirarlas relaciones entre el saber sagrado y el profano, para el musulmánen principio la fe no está en oposición a la razón, se daba el hechotambién de que los se convertían aportaban a su nueva fe la riqueza desu antigua cultura y había la certidumbre que la fe se profundizaríadel recurso del conocimiento.La influencia de pensadores cordobeses como Avicena y Averroes sobrelos teólogos medievales europeos fue muy importante. Su huella marcóla elaboración de Tomás de Aquino y sobre su importante maestroAlberto Magno. A partir del siglo X se puso a disposición de losárabo-musulmanes casi toda la obra de Aristóteles, parte de Platón,aunque estudiado a través del filtro de los neoplatónicos de la BajaAntigüedad, de Proclo a Plotino, obras de los estoicos,neopitagóricos; Aristóteles también era estudiado con comentariostardíos, que se las ingeniaban para reconciliarlo con Platón,basándose en la idea de que dos genios tan eminentes no habían podidoverdaderamente contradecirse. En el terreno científico se tradujo lasobras de Galeno, Hipócrates y sus seguidores en medicina a las que setuvo acceso; en botánica las de Disocórides; Euclides, Arquímides,Ptolomeo, etc. en matemática, astronomía, mecánica y geografía… En elterreno de la cultura el mundo islámico medieval estaba muy pordelante de la Europa sumida en la noche del oscurantismo feudal. En la fase final del califato de Córdoba los reinos cristianos delNorte de la Península afrontaron arremetidas del terrible Almanzor ,conocido como el “César Andaluz” por la envergadura y la audacia desus acciones contra los cristianos, al-Manzur (El Victorioso) hombrepolítico de objetivos y metas claras, carente de escrúpulos según susadversarios. Dice Levi-Provencal que desde estudiante Almanzor fuedesarrollando planes dignos de Maquiavello, pues quería convertirse enseñor del califato, con la ayuda de su amante, la esposa del califaal-Hakam, empezando como secretario de la administración central,llegó después a ser auxiliar del gran qadí - jefe de los serviciosjudiciales -, intendente de los bienes del príncipe heredero, directordel servicio de acuñación de moneda, “prefecto” de Córdoba yfinalmente chambelán o hayib. Cuando el califa murió Almanzor ya teníacontrolado a su sucesor Hisham II, adormecido con las drogas que lesuministraban. Pero todo esto no era suficiente, debía ganarse elrespeto de las autoridades del poder central, pues podían cuestionaren cualquier momento el poder que iba acumulando, no era el califa ydebía buscar una manera de mantener contentos a los líderesreligiosos. Su forma de conseguirlo fue mediante el constantehostigamiento a los reinos infieles del Norte.

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Hasta aquí la política de los califas cordobeses había sido latolerancia en las fronteras, lo que además permitía un fluido comercioentre el norte cristiano y el sur islámico. Las razias de Almanzorprepararon las condiciones para una contraofensiva cristiana que seríaluego facilitada por la decadencia del califato a la muerte del grancaudillo musulmán. La clave de los éxitos de Almanzor radicó en sucapacidad para jugar con las divisiones entre cristianos, aliándosecon unos para enfrentar a los otros. Lo hizo aprovechando losenfrentamientos entre los reyes Ramiro III de León y Bermudo II deAragón (proclamado por los condes Gonzalo Núñez y Gonzalo Menéndez en981 y consagrado en Compostela en 982). Ambos reyes mantenían pactoscon Almanzor que aprovechó las facilidades que le daban los leonesespara lanzar ataques contra Cataluña. Se dedico luego a fomentar lassublevaciones de los potentados hostiles a Bermudo. Los Banu Gómez,señores de Saldaña, se pasaron a su lado y formaron un protectoradoindependiente en la Tierra de Campos. Ibn Jaldún decía que losdominios de los Banu Gómez se extendían desde Zamora hasta Castilla enel 995, lo que los hacía mas poderosos que el del rey de León, aunquesiempre limitados y controlados por su dependencia a Almanzor. Lasdisensiones interiores hábilmente estimuladas y los acosos militares,entre los que destacaron los de León, Zamora, así como los golpescontra los monasterios de Sahagún y San Pedro de Eslonza, pusieron enuna situación complicada a Bermudo II, quien tuvo que refugiarse enGalicia. Bermudo intentó recuperarse, reconciliándose con el reyleonés y ganándose a los condes.

“Buscará tener contento con Almanzor en la medida de susfuerzas, para lo que entregará al musulmán a su hijaTeresa, no sabemos si con escrúpulos o no.“No debieron de servir de mucho estos intentos porque entre995 y 1002 las ofensivas de Almanzor se recrudecieron. Lacausa hay que buscarla en la protección que Bermudo ofrecióa Abd Allah Piedra Seca, que se había rebelado contra elcordobés; éste tomará Astorga, tras arrasar Carrión, yconseguirá que Bermudo le entregue a su enemigo.“En el 997 tiene lugar la aceifa más famosa de las querealizó Almanzor. Nos referimos a las que pasando porViseo, destruyó Santiago de Compostela. Sin ningunaresistencia pudo el musulmán arrasar la ciudad, respetandoeso sí, la tumba del Apóstol, y llevarse consigo lascampanas y las puertas de la iglesia.“Nos cuenta Ibn Hayyan la importancia que Santiago teníanentre los cristianos: ‘para ellos es Santiago tan venerablecomo para los musulmanes lo es Kaaba en la Meca (…) Ningúnrey musulmán pensó nunca en penetrar hasta allí o ensometer la ciudad al Islam, a causa de lo inaccesible de suposición y de los peligros del camino. Tal empresa estabareservada a Almanzor.”36

36 Granda Gallego y Cantera Montenegro: ORIGENES DE LEON Y CASTILLA, enLópez Castellon, Enrique (Coordinador General) Historia de Castilla y

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Bermudo murió el Año 99 y Almanzor en el 1002, los cronistas hicieronasociaciones cabalísticas entres estos eventos y el año mil, según losmilenaristas el fin del mundo y el Juicio Final, haciendo expresivosel gran temor que tenían los cristianos de Almanzor. Las conquistasdel Invencible no pudieron sostenerse mucho tiempo, por lascontradicciones latentes en la sociedad andalusí y que estallaríanapenas cuatro años después de la muerte del gran caudillo Almanzor,provocó una reacción general de los reinos cristianos. La ruptura dela política de la coexistencia pacífica que habían mantenido loscalifas omeyas a lo largo de las fronteras por tanto tiempo se habíaroto definitivamente y la reacción de los cristianos encontraría a unal-Andalus hundido en la crisis, en su fase de declinación.El califato omeya de Córdoba representó el mayor momento de esplendorde al-Andalús, hasta el punto que los andalusíes empezaron a ejerceruna política imperialista sobre Africa del Norte. Durante los primerosaños de Abd al-Rahmán III los pequeños principados del Magrebaceptaron la política cordobesa, pero la presión de los fatimíes deEgipto terminó reduciendo la presencia omeya andalusí a algunas plazascomo Ceuta y Tánger. En el período siguiente la situación seinvertirá. Los reinos africanos tomarán la iniciativa y al-Andalúsquedaría reducida a la condición de provincia subordinada de imperiosnorafricanos.

6. Los reinos taifas y las invasiones bereberes.Con la crisis que culminó con la final disolución del califato deCórdoba comenzó la decadencia. En el siglo XI se disgregó el imperioomeya. Entre los años 1006 y 1031 la fitna - guerra civil - devastaal-Andalus. El año 1031 el califa Hixem III, el último de la dinastíaomeya fue depuesto. Destruido el poder central que cohesionaba al al-Andalus, siguieron varios pequeños reinos musulmanes independientesalrededor de 30, enfrentados entre sí, dirigidos por los muluk al-tawaif, los “reyes de taifas” (Ta’ifa significa partido). Las luchastenían como motivo en unos casos, los intentos de someter a los otrosreinos; en otros, conflictos de carácter étnico entre los gruposárabes, los bereberes y los muladíes. Se puede distinguir tres tiposde taifas : 1) de origen árabe andalusí, situados en las fronteras deal-Andalus y en algunos puntos de la actual Andalucía; los másimportantes eran los de Sevilla y Zaragoza. 2) los bereberes, situadosen Badajoz y la costa meridional de la Península; el más importanteera el reino nazarí de Granada. 3) los eslavones, situados en el

León, Tomo III, Edic. Reno, Bilbao 1983. Pág. 98.Sánchez-Albornoz transcribe la lapidaria frase de la hermana deBermudo cuando era conducida a Córdoba para ser entregada al harem deAlmanzor. “Apostrofando a los soldados que la custodiaban durante suviaje les dijo: ‘los pueblos deben poner su confianza en las lanzas desus soldados más que el coño de sus mujeres’. Y los torpes notariosdel reino de León no tuvieron escrúpulos en consignar frases crudas enlas escrituras latinas que redactaban.” Sánchez-Albornoz, Claudio:ESPAÑA UN ENIGMA HISTORICO, vol II, p. 228 en Manrique, Nelson: ob.cit. pág 158.

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litoral oriental andalusí; los más destacados fueron Denia y Baleares,controlados por Muyahid al-Amiri. Varios de estos reinos eranacaudillados por muladíes excristianos convertidos al Islam.La decadencia política del califato de Córdoba no fue acompañada porun similar eclipse de la cultura musulmana andalusí. Por el contrariodurante el período de declinación del califato y el despliege de losreinos de los taifas es cuando alcanzó su máximo esplendor. Períododominado por las figuras de tres importantísimos pensadores. En elSiglo XI el gran polígrafo ibn Hazm, que vivió la decadencia delcalifato y su disgregación. Durante el Siglo XII, las dos grandespersonalidades de la época de las invasiones bereberes: en primerlugar, el más grande de los filósofos islámicos, Abu-I- Walid Muhammad b.Ahmad b. Muhammad ibn Rusd al hafid “el nieto”, así llamado paradistinguirlo de su propio abuelo del mismo nombre, mejor conocido comoibn Rusd o, dentro del campo cristiano, Averroes; y el judío Mosé ben Maymón(Moisés hijo de Maymón), conocido entre los cristianos como Maimónides.Ibn Hazm pertenece a la época de las revoluciones y el fraccionamientodel califato cordobés. Su padre fue visir del dictador ibn Abí ‘Amirconocido por los cristianos por un nombre que inspiraba terror,Almanzor. Para Sánchez-Albornoz ,si ibn Hazm hubiese escrito enromance o el latín su nombre sería equiparado al de Dante o SantoTomás; pero tanto Averroes como Maimónides igual que ibn Hazmescribieron en árabe, lo que no impidió que sus obras alcanzaranrenombre universal. Pues en la Alta Edad Medía el árabe era la lenguade la cultura, si habría escrito en romance o latín su ámbito habríasido más reducido.Hijo y nieto de destacados qadíes, ibn Rusd nació el año 520 de laHégira, o sea el año cristiano de 1126 en Córdoba, un siglo despuésdel estallido del califato de omeya. Luego de la muerte de Almanzor yla gran fitna del período 1009 - 1031, el poder de los califascordobeses quedó reducido a la ciudad y sus alrededores. Los bereberesalmohades al servicio del califa Sulaymán saquearon la ciudad eincendiaron el bellísimo palacio deMedina al-Zahra. Después defracasados esfuerzos de restaurar la legitimidad omeya, los cordobesesproclamaron la república, acontecimiento que recién volvería arepetirse en el mundo musulmán en 1924, con Mustafa Kemal Tatartuk deTurquía. Poco después Córdoba perdió su independencia y fue anexada areino taifa de Sevilla.El año 1086 los almorávides, la segunda oleada berebere procedente deAfrica del Norte convocada en auxilio de los reyezuelos de los taifas,ocuparon todo al-Andalus y lo incorporaron a su imperio. Pero la vidade Córdoba se recuperó tras la caída de los banu Abbad, siendo laciudad disputada por almohades y almorávides que intentaban utilizarlapara gobernar al-Andalus. Junto con Sevilla, Córdona gobernaba elcomercio, la agricultura y el artesanado andalusí. En este contexto seprodujo el renacimiento cultural cordobés.En al-Andalus como en todo lugar durante la Edad Media, la teologíadominaba el campo del pensamiento, junto a la construcción de joyasarquitectónicas, se decidió reorganizar la enseñanza en Córdoba. Paraesta tarea fue convocado entre otros el joven ibn Rusd, hombre devigoroso intelecto, ibn Rusd llegó a gozar del favor del Sultán

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almohade Abu Ya’qub Yusuf B. ‘Abd al-Mu’min, de quien el pensadorcordobés diría que tenía una erudición “que jamás hubiera sospechadoni aún en ninguno de los que ordinariamente se ocupan de estasmaterias”.Fue el príncipe almohade quien convenció a ibn Rusd la conveniencia deescribir textos que hagan más asequible el pensamiento de Aristóteles,según lo narraría después el propio filósofo. Ese fue el origen de lomás importante de la obra averroista37. El aprecio que le profesaba elsultán permitió a ibn Rusd acceder cargos como el de qadi al-yama’ deSevilla, primero, y el de Córdoba, después. Fue asimismo, médicoprincipal de la cámara, moviéndose continuamente entre Sevilla,Córdoba y Marrakus, donde radicaba la corte. El año 1195, se abrió unproceso en su contra que culminó con la condena de sus escritos y sudestierro a Lucena, Córdoba, bajo la acusación de impiedad. Estaacusación tuvo origen político, rehabilitado el año 1198, ibn Rusdretornó a Marrakus y murió poco tiempo después.Depurando los textos dudosos y duplicados, la obra de Averroes estácompuesta por unos 85 libros, de los cuales se conservan textos en 63casos y la obra completa en 55, la llegada de sus escritos a Paríscambiaron el rumbo de toda la Escolástica, se trate de Santo Tomás deAquino o los averroistas latinos. El averroismo político es uno de loshechos capitales para la estructuración del espíritu laico queculminaría con el Renacimiento. Este juicio es justo38, el prestigio deeste filósofo cordobés durante la baja Edad Media puede ilustrarserecordando que en la Divina Comedia, Dante coloca a Averroes, “quehizo el gran comentario”, en el primer círculo del Infierno, o sea elLimbo, adonde van aquellos que aunque han vivido racional yvirtuosamente, se ven excluidos del cielo por no haber sido redimidospor el bautizo. Allí comparte la morada con los grandes espíritus: “elmaestro de los que son sabios” (Aristóteles), Sócrates, Platón,Diógenes, Anaxágoras,…Avicena y Galeno entre otros. Averroes eraconsiderado el Comentarista por antonomasia, si bien lo principal desu obra fue hacer comentarios sobre la obra de Arsitóteles, supensamiento no se limitó al seguimiento servil; sólo la tercera partede su obra está constituida por glosas didácticas a la obra delfilósofo, mientras que el resto son aportes originales. El desarrollode la falsafa (filosofía) musulmana tuvo en él su más alta cumbre. Fueel primero que rompió con el magisterio de ibn Sina (Avicena) y lasíntesis neoplatónica en la que éste sumergió por razones religiosaslas ideas más fecundas de Aristóteles.

“Averroes defiende, por una parte, a la falsafa y a ibn Sinafrente a los mutakallimun (de quienes consideraba que laadmisión de la dualidad formal del pensamiento, de un lado

37 Manrique, Nelson: ob. cit. pp. 163.38 Averroes (Abu - I - Walid Muhammad b. Ahmad b. Muhamad ibn Rusd): Exposición de la “República” de Platón, Edit. Tecnos. Madrid 1986,p.xxx en esta sección nos basamos en el estudio preliminar de esta obra elaborada por Miguel Cruz Hernández, en Manrique, Nelson, ibid. pp. 164

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filosófico y de otro religioso, llevaba al escepticismo). “Encambio, frente al maravilloso orden del ser aviceniano atacarálas concesiones a la ideología religiosa y presentará idea deuna lectura científica e independiente de Aristóteles, o sea, dela estricta filosofía. Sólo planteando las cosas de este modopuede entenderse la complejidad del sistema de ibn Rusd y lasencontradas interpretaciones que habría de tener en la EdadMedia latina.”Al igual que la obra de su contemporáneo Maimónides. Averroesbuscó conciliar la fe y la razón, abriendo el camino por el cualtransitaría el pensamiento moderno durante los siglossiguientes. Esto permite entender la radicalidad de algunas desus proposiciones, que aparecen muy por delante del horizontedel pensamiento de su tiempo, como acontece con la crítica de lasociedad andalusí en la que vivió. Para él la monarquía omeyafue lo más timocrática; los reinos taifas son auténticasdemagogias. No hay concesiones en su pensamiento al legitimismomonárquico islámico; su enfoque parte de un realismo políticoabsoluto. La dureza de sus juicios permite entender su posteriorexilio”.39

Un balance del aporte de Averroes debe partir de que para él lafilosofía no es una dialéctica justificadora de una teología sino uncaminar en busca de la sabiduría. Contra la aceptación de Avicena dela necesidad de una síntesis cosmovisiva musulmana, que con el aportedel armazón neoplatónico le permitió estructurar aquel “maravillosoorden del ser” que entusiasmó a Maimónides, a san Alberto Magno, santoTomás de Aquino, Duns Scoto y muchos otros. Averroes intentó unalectura muy diferente de Aristóteles, no ignorando la concepciónislámica, pero dando a Dios lo que es de Dios (la teología) y a lasabiduría temporal lo suyo (la filosofía), en esto reside laoriginalidad de ibn Rusd.

Mosé ben Maymón, maimónides, nació en Córdoba el 30 de Marzo de 1135.Como ibn Rusd, fue descendiente de una familia de jueces (dayyanim, enhebreo) y a lo largo de su vida tuvo que vivir prolongados exilios. Sufamilia abandonó Córdoba en 1148, por la intolerancia de losalmohades, peregrinando por doce años, vivieron un tiempo en Almería,ciudad que entre 1147 y 1157 permaneció en manos cristianas, tomadaAlmería por los Almohades salieron, abandonando al-Andalus parainstalarse en Fez en 1160, aunque los almohades también controlabanFez. A los 25 años tenía ya dos obras escritas, y se dedicó a losestudios en esta ciudad los cinco años siguientes escribiendo su Epístolasobre la conversión forzada. A fines de este lustro su maestro Yehuda ibnSosan fue ejecutado por negarse a convertirse al Islam, Maimónidescasi corre la misma suerte, pero lo salvó la intervención de unteólogo musulmán. Se embarcó a Palestina con su familia y luego de untiempo de permanecer en Acre y en Jerusalén, salieron para Egipto,pues se especula que allí había mejor ambiente intelectual, pues

39 Manrique, Nelson: ibid. pp 165

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Palestina era campo de batalla o discusión entre cruzados ymusulmanes.Después de una breve estadía en Alejandría, se instalaría en Fostat,donde el gran pensador viviría los cuarenta años restantes. Fueayudado económicamente por su hermano menor, David, que comerciaba conla venta de piedras preciosas para sostener a su familia. La trágicamuerte de su hermano en un naufragio, en el que perdió también sufortuna, hundió Maimónides en una depresión por un año y unanonadamiento los ocho años restantes. Ya repuesto tuvo que buscar lamanera de vivir, como no podía vivir en base a los conocimientosreligiosos, se dedicó a la medicina alcanzando una gran fama que leabrió el camino a la Corte. Con gran facilidad Maimónides asumió elpapel de dirigente espiritual de la población hebrea egipcia y su famatraspasó las fronteras del mundo norafricano, le pidieron consejos ypareceres desde muy lejanos países, obligándole a producir textos endos géneros habitualmente empleados para cuestiones jurídicas yreligiosas: epístolas y responsa. Los escritos de Maimónides fueronhechos en árabe, pero usando caracteres hebreos. Sus obras abarcan unamplio conjunto de materias, tanto religiosas y filosóficas, comocientíficas, médicas y astronómica, fue un firme contrincante de laastrología tan en boga en ese tiempo. Destacan entre sus textosreligiosos sus dos obras rabínicas, el Luminar, un vasto comentario dela Misná, y el Misné Torá (La segunda ley), pero la obra que másresonancia ha tenido ha sido su “Guía de Perplejos”, que en sutraducción latina tuvo influencia en los escolásticos cristianos, yentre otros en san Alberto Magno y santo Tomás de Aquino. La versiónhebrea ha influido en muchos intelectuales entre los cuales destacaSpinoza, sobre la “Guía” el propio Maimónides dijo tener por objeto:

“Iluminar al hombre religioso que ha sido educado para creer enla verdad de nuestra Santa Ley, quien conscientemente cumple susdeberes morales y religiosos y que al mismo tiempo ha tenidoéxito en sus estudios filosóficos. La razón humana le ha atraídoa mantenerse en su esfera; pero encuentra dificultad en aceptarcomo correcta la enseñanza basada en la interpretación literalde la Ley…de ahí que esté sumido en la perplejidad y ansiedad.”40

El suyo no es un caso excepcional, gran parte de la erudiciónfilosófica y científica judía se escribió en judeo-árabe (árabeescrito en caracteres hebreos) que se convirtió en enriquecedorvehículo de la literatura y la erudición al no verse constreñidas,como lo estaban en el árabe clásico, por el modelo del lenguajecoránico que imponía restricciones a la prosa musulmana. Maimónides murió el 13 de Diciembre de 1904. La máxima judía: ‘DeMoisés a Moisés, es decir hasta Moisés Maimónides, no hubo otroMoisés’ expresa el lugar que ocupa en la fe hebrea.

IX LA TRAGEDIA DE LOS MARRANOS

40 Glick: ob. cit. p. 230 en Manrique: ob. cit. p.168

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1. El drama existencial de los conversos.A primera vista, las masivas conversiones al cristianismo podríanatribuirse al temor a la muerte de los judíos atacados por las hordasde fanáticos cristianos. Pero el problema es mucho más complejo y seissiglos después continúa siendo motivo de profundas controversias, unade las primeras razones esgrimidas ha sido el arraigo de los sefardíesen su país natal, su familiaridad con las costumbres y la culturapropia del lugar. Una segunda razón aducida, que jugó un papel muyimportante, es el escepticismo latente de muchos intelectuales paraquienes su seguridad estaba ante todo. La perspectiva del martirioinminente los empujó hacia la solución del bautismo. El conocimientode los dogmas cristianos por la coexistencia de las tres religiones alo largo de siete siglos, y la práctica de una filosofía bastantereflexiva, les enseñaba la relatividad de todas las cosas. Laincredulidad religiosa estaba muy extendida, sobre todo en los judíospoderosos de Castilla y Andalucía, una élite que cultivaba lafilosofía de la antigüedad clásica en su versión grecoárabe. Sectorque había encontrado suficientes argumentos contra el maniqueísmo dela teología de los rabinos ortodoxos en las obras de Averroes (cuyoprestigio estaba muy extendido entre los cristianos) y Maimónides: “Laidea dominante consistió en que la Tora, que puede ser tomada al piede la letra por los espíritus simples, no es más que una alegoría paralos verdaderos sabios (el sistema de “la doble verdad”), quienesiluminados por la luz divina, no están obligados a practicar el ritualni a abstenerse de las cosas prohibidas”.41

José Jiménez Lozano considera que buena parte de las conversionesfueron fáciles y no estuvieron condicionadas en absoluto por elterror: “fueron conversiones formales, paso sin violencia algunatrastornadora, sin ‘metanoia’ interior, de un grupo socio-étnicocultural y religioso a otro, ya que ello representaba una ventajasocial, y, como digo ningún drama, ya que la pertenencia al judaísmoera cultural y biológica pero en modo alguno implicaba ya la femosaica. Exactamente como ese paso al mundo cristiano no implicaba lafe cristiana.” La pérdida de la fe, o su vivencia sólo como cultura ohábito antropológico por importantes sectores sefardíes, deberíaatribuirse a dos hechos básicos: el cuestionamiento que habíasignificado para la fe en Yahvé el aristotelismo y específicamente suizquierda: el averroismo materialista, y la corrosión que habíaejercido sobre la misma idea de trascendencia y esperanza mesiánica desalvación histórica la empinación social de muchos judíos y laprosperidad de bastantes aljamas. “Los judíos volvían a comer congusto las ‘ollas de Egipto’ y no suspiraban precisamente porJerusalén. El dios de este mundo, el dinero, les había acogido en sureino. Podríamos decir mutatis mutandis que la ‘sociedad de consumo’les hacía sentirse a gusto tal como estaban, y la creencia no podíafuncionar como la protesta de un mundo intolerable y la proyección

41 Poliakov: HISTORIA DEL ANTISEMITISMO. DE MAHOMA A LOS MARRANOS p. 151

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utópica de un deseo de salvación. Pero tampoco de ninguna otra manera,porque la filosofía la había arruinado”42

Jiménez Lozano considera que la visión judía del mundo al ser afectadapor la racionalidad griega no podía sino ser arruinada o quedarirreconocible; como sucedió con el mismo cristianismo. De allí el tonoimponente de la queja de Hasdai Grescas, quien decía que en su tiempoentre los judíos medievales nadie se atrevía a poner en duda “losargumentos del griego (Aristóteles) que en nuestro tiempo nublan losojos de Israel”. Otro factor para Jiménez Lozano es la amplia difusióndel saduceísmo entre los sefardíes: “ocurrió que la corriente saduceao bíblica en general de la afirmación la inmanencia histórica y denegación de una vida más allá de la vida o de su horror mismo fue unabuena tierra de cultivo para el averroismo. El propio Baer y todavíamás rigurosamente B. Netanyahu han documentado el avance de éste enlas aljamas, y I.S. Révah ha visto cómo en ese racionalismo se crió laruptura spinozista con el legado mismo de su fe.”43

Los defensores de la ortodoxia judía habían visto con preocupación elcreciente espíritu racionalista que avanzaba en las filas de suscorreligionarios más poderosos, minando las bases de su fe revelada. Aesto debe añadirse el avance del hedonismo entre la aristocraciasocioecómica de las aljamas. Judíos viviendo una profunda crisis de sufe, o perdiéndola definitivamente podían con facilidad aceptar otra,en unos casos sinceramente o en otros por razones pragmáticas, comoconfesaba un judío instruido a Pedro de la Caballería cuando éste lepreguntó por qué se había convertido siendo un destacado doctor de laley:

“Imbécil! Con la Tora judía podías haber llegado a ser másque un rabino? Ahora tienes gracias al ‘colgado’ (de laCruz) se me rinden toda clase de honores, mando en laciudad de Zaragoza y la hago temblar. Y cuando tengo ganas.Quién me impide ayunar en Kippur y observar nuestrasfiestas? Cuando yo era judío no me atrevía a saltar lasbarreras del sabbat y ahora hago todo lo que me place.”44

Jiménez Lozano alude una especia de sociedad de libertinos avant lalettre que funcionaba en Leyde, que era frecuentada por Baruch Spinozay el español doctor del Prado; ambos se encontraban muy contentos deprofesar el error de ateísmo, pues pensaban que sólo había Dios desdeel punto de vista filosófico y que las almas morían con los cuerpos demodo que no tenían necesidad de una fe religiosa. Una tertulia de tipoateísta habría funcionado mucho antes en Medina del Campo en 1459,donde judíos afirmaban poseer libros en hebreo que contenían lossecretos del pasado, que los ponían por encima de las tonterías que sedecían en las prédicas: “Porque estas escrituras antiguas explicabanquiénes eran Abraham, Cristo y Mahoma, que el evangelio de Cristo erafalso y la fe católica un engaño y que no había otra cosa en la vida

42 Jiménez Lozano: SOBRE JUDIOS, MORISCOS Y CONVERSOS, Ambito EdicionesSalamanca 1989, p 56 en Manrique, ob. cit. pág. 30443 Idem pp. 57 -5844 Idem pp. 58 en Manrique, ob. cit. pág 306

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sino nacer y morir”. La posibilidad de la existencia de una posturairreligiosa a fines de la Edad Media es el tema de una obra clave deL. Fevre, uno de los fundadores de la escuela francesa de la historia delas mentalidades, conjuntamente con Georges Duby y Jacques Le Goff. VéaseLucien Fevre: “El problema de la incredulidad en el siglo XVI. Lareligión de Rabelais” UTEHA. México 1959.Por consiguiente las aljamas debían combatir en muchos frentes a lavez: contra los abusos de la oligarquía liberada, contra los filósofosque desacreditaban el judaísmo, y contra los renegados de hecho. Estosconflictos tenían impacto social y religioso ya que la oposición entrericos y pobres correspondía en gran parte a la oposición entre lalaxitud o indiferencia religiosa y la devoción tradicional. “ Mientrasque las clases superiores permanecían abiertas a la influencia delracionalismo greco-árabe, las clases inferiores desarrollaban suspropias formas de misticismo popular, paralelamente a la difusión delmisticismo cristiano (y tal vez imitándolo en parte); allí el impulsoque la Cábala y el éxito del libro Zohar”45

Los judíos españoles nunca se habían sentido extranjeros, por ejemploAbraham Abulafia, el cabalista, con una temeridad suicida intentóconvertir al judaísmo nada menos que al jefe de la iglesia romana,para apresurar la llegada del fin de los tiempos, aventura que terminósu confrontamiento en la mazmorra. En el período de persecuciones confesionales, se dieron importantespolémicas teológicas. Los conversos incorporados a la iglesia romanadesarrollaron una lucha encarnizada contra sus antiguoscorreligionarios, por ejemplo Abner de Burgos, cuyos escritos marcanel nacimiento de la intolerancia religiosa literaria en España. Nacidoen 1270 y muerto alrededor de 1328, con el nombre de Alfonso deValladolid, con justicia es considerado el precursor de la polémicaantijudía intolerante en la literatura española.Ante la inminencia del peligro muchos judíos se convirtieron portemor, aceptando el bautismo encabezados por sus rabinos. No todos loscasos de conversiones pueden atribuirse simplemente al temor o aloportunismo. Josué ibn Vives de Lorca, también conocido como Yehoshuaha-Lorki, un importante filósofo y rabino, enumeraba en una cartadirigida a un amigo que se había convertido, las cuatro razones de suconversión: primera, la avidez por disfrutar de los bienes terrenales;segunda, el escepticismo filosófico con relación a la verdad deljudaísmo y de cualquier religión revelada, que llevaba a optar por lomás confortable; tercera la convicción en la inminente desaparicióndel judaísmo como consecuencia de las persecuciones y la desesperanzaque éstas habían inducido; y cuarta, la revelación de la verdad delcristianismo. Finalmente el propio Josué de Lorca se hizo bautizar en1412. “Impaciente por dar testimonio de la sinceridad de su conversión-afirma Poliakov-, llegó a ser, con el nombre de Gerónimo de Santa Fe,el más encarnizado converso de su generación.Santa Fe fue uno de los principales impulsores de la célebre Disputade Tortosa, convocada en 1412, a partir de una iniciativa del antipapaBenedicto XIII (1394 - 1417), a quien Castilla reconocía como el jefe

45 Poliakov: ob. cit. p. 153 en Manrique: ob. cit. p.307

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de la iglesia, que comenzó a inicios del año siguiente, siguiendo elmodelo de las dos Disputas anteriores, realizadas en París yBarcelona, fue una especie de torneo retórico presidido por elantipapa, donde a través sesentinueve encuentros debatieron los doceprincipales rabinos del reino de Aragón y otras destacadaspersonalidades judías con teólogos cristianos escogidos para laocasión, encabezados por Jerónimo de Santa Fe. Luego de las matanzasde 1391y los años siguientes no había garantías para los futurosrepresentantes judíos como las tuvieron en esta ocasión.

“Ya al iniciarse ésta, declaró el antipapa que no era supropósito mantener una discusión entre dos grupos en pie deigualdad, sino evidenciar la verdad de la fe cristiana tal comose demuestra por la pruebas del Talmud. Jerónimo de Santa Fe,por su parte añadió unas palabras amenazando a sus adversariosveladamente y, más tarde en forma abierta. Cada vez que la partejudía rebatía sus argumentos de una manera convincente, laamenazaba con un proceso inquisitorial. Esta última, enconsecuencia, no sabía cómo responder al disputante converso ysus miembros mismos diferían en sus métodos de respuesta.Jerónimo de Santa Fe tenía siempre la última palabra y, por esomismo, se le dio por “ganador” en todos los debates”46

Beinart opina que la contestación de los judíos, a pesar que lossabios talmudistas combatían con las manos atadas, bajo la amenaza desometerlos a los autos de fe por blasfemia y pidiendo una y otra vezla suspensión del evento porque sus fieles estaban abandonados,produjo las mejores respuestas redactadas con motivo de estosencuentros judeo-cristianos en el medioevo. Pero los resultados paralas comunidades judías fueron desastrosos. El hijo de uno de los másimportantes representantes judíos, Vidal de la Caballería, seconvirtió al cristianismo en medio de la disputa. Se produjeronconversiones masivas; Jerónimo Santa Fe fue convertido censor delTalmud, ordenando suprimir ciertos pasajes. El antipapa estaba tanconvencido de que el final del judaísmo había llegado, que tenía unbarco preparado para transportar a Vicente Ferrer a la Península paraconcederle el honor de bautizar en masa a los judíos españoles. Pocodespués Benedicto XII fue depuesto y confinado en Peñíscola -donde seclausuró la disputa- muriendo a los 95 años para pasar a la historiacomo el antipapa Luna.Mas sorprendente es el caso del amigo de Josué de Lorca SalomónHalevi, cuyo nombre es aún hoy motivo de vergüenza e indignación parala comunidad judía, que lo considera el modelo de apóstata porexcelencia. “Hombre prevenido - anota amargamente Poliakov -, escogióel nombre de Pablo, en memoria del apóstol, y el apellido Santa María,para apuntalar su pretensión de formar parte de la familia de laVirgen, ya que como miembro de la tribu de Leví, se consideraba delmismo tronco de ella. Pablo de Santa María destacó con gran brillo enla iglesia católica, ocupó la mayoría de las sedes episcopales, tuvohonores de la iglesia y del Estado y murió en 1435 “en olor de

46 Poliakov, ibid. p. 173 - 174.

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santidad”, convirtiéndose su tumba en lugar de peregrinaje, según eltestimonio del barón León de Rosmithal, que fue a inclinarse a esesanto lugar en 1465.Desde la otra trinchera, sus excorreligionarios lo consideraban elprincipal instigador de los edictos antijudíos, “los cual no significaque favoreciese a los conversos, al contrario, trataba de no mezclarsecon sus semejantes, esforzándose por frenar su ascenso y alejarlos dela corte. También en esto este hombre excepcional supo ser previsor.Una carta dirigida por Salomón Halevi a su amigo Josué ibn Vives deLorca puede ayudar a comprender las dudas sinceras que bastante antesde su conversión (producida a raíz de las masacres de 1391) agitaba elalma de quien se convertiría con el tiempo el principal verdugo de suantigua iglesia:

“Acaso el sabio judío, cristiano o musulmán, no debe comparar enun momento dado su religión con la de los otros? - escribía a suamigo -. Pero entonces. Cómo mantener la paz del alma, inseguraya de haber elegido el buen camino para salvarse? Por otraparte, a menos de ser básicamente injusto, Dios no puedeprohibir tales comparaciones y búsquedas, pues sería impedir quequienes nacieron en el error puedan superarlo y encontrar laverdad…”47

Salomón Halevi había vivido en Francia como diplomático; sin duda elcontacto con el efervescente ambiente de los medios teológicoscristianos no pudo dejar de influirlo.Es probable que como especula Poliakov, la superioridad delcristianismo de Tomás de Aquino basada en la permanencia y el poderíode la iglesia, le hubiera causado una profunda impresión. Y con lameditación del gran Averroes, tras la contundente argumentación delDoctor Angélico palpitaban las enseñanzas del Estagirita: un esclavono puede ser ni dichoso ni sabio. Y ese parecía ser el destino de losjudíos españoles luego de las persecuciones que empezaban a equipararla Península con el resto de Europa. La consecuencia fue laconversión. No se equivocaba Hasdai Crescas cuando culpaba aAristóteles de las desventuras del judaísmo hispano. Haim Bernart alude a tres pensadores sefardíes que a su manerapresentan un balance de la significación profunda de las conversionesmasivas en la España de la transición entre el siglo XIV y XV. Elprimero es el autor del Sefer ha-iqqarim, R. Yocef Albo, quien analizólos acontecimientos sufridos a la luz de la fe y la religión judía.Por su parte, R. Sem Tob ibn Sem tob responsabiliza del desastre a lafilosofía. Finalmente R. Selomo Alami atribuye la responsabilidad dela crisis a la pérdida de la fuerza moral y la fe por su pueblo. Sumaban cientos de miles los nuevos conversos que habían salvado lavida aceptando el agua bautismal, pero no habían sido convertidos enel significado profundo del término. El balance de Menéndez y Pelayoes muy duro, pero en el caso de muchos conversos es básicamente justo:“La mayoría de estos nuevos cristianos judaizaban en secreto; el resto

47 Poliakov, ibid. p. 174 en Manrique: ob. cit. p. 310

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sólo eran hombres sin Dios ni ley: malos judíos antes, peorescristianos después”48

XI. La Inquisición

La Inquisición española no fue la primera en instalarse en Europa,siglos antes de su establecimiento en la Península, tribunalesinquisitoriales operaron en otros países europeos. Inicialmente laInquisición funcionó en Francia cumpliendo un papel muy importante enla represión de las herejías de los cátaros. […] Para entender los orígenes y función histórica de la Inquisicióncatólica en la Europa medieval debe considerarse que en la Edad Mediatodos los proyectos políticos, tantos aquellos que querían perpetuarel orden social vigente como aquellos que pretendían subvertirlo seexpresaban necesariamente en el terreno religioso. El gran peso de laiglesia en la sociedad reposaba en buena medida en que ella era lagarante del orden social existente. Por otra parte el discurso delpoder y el de aquellos que pretendían cuestionarlo, adoptaba la formadel discurso teológico. De allí que todo proyecto político quepretendiera subvertir la sociedad existente tuviera primero queexpresarse primero, inevitablemente, en forma de una contestación a laortodoxia religiosa. En otras palabras, todo proyecto político contrael sistema adoptaba la forma de una herejía. La represióninquisitorial era, por eso simultáneamente religiosa (contra lasproposiciones heréticas que cuestionaban el dogma de la teologíaoficial o la naturaleza la estructura y las funciones terrenales quese atribuía a la iglesia), y social y política.49

Otro hito crucial fue la expedición de dos bulas por Gregorio IX enfebrero de 1233, por las que se encomendaban las funcionesinquisitoriales a los dominicos. La bula Ad Extirpanda (1252) deInocencio IV institucionalizó los tribunales inquisitoriales y lesautorizó a aplicar la tortura en sus procedimientos contra el errorteológico.

La Inquisición instalada en España durante el reinado de los ReyesCatólicos tampoco fue la primera. Desde el siglo XIII funcionaba untribunal inquisitorial en Aragón que aunque formalmente estaba bajo laégida de los dominicos, en realidad dependía directamente de Roma y suacción fue muy limitada. Luego de que los reyes católicos ascendieranal poder en 1474, recibieron la demanda del clero para establecer a laInquisición en Castilla. Solicitaron entonces una bula de institucióna Roma, y lograron su objetivo en 1478. La principal diferencia entrela “antigua Inquisición” y la nueva que se instaló a fines del sigloXV radica en que esta última dependía políticamente de la CoronaEspañola, a diferencia de la vieja Inquisición aragonesa que había

48 Menendez y Pelayo: HETERODOXOS ESPAÑOLES, t.1 P. 630. Citado por Poliakov: op. cit. p. 175, en Manrique: ob. cit. p. 31149 Manrique, N, ob. cit., Lima 1993, págs. 359- 360.

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sido un instrumento de la política del pontífice romano. Fernando deAragón logró el privilegio excepcional de poder nombrar y destituir alos inquisidores, lo que convirtió a los tribunales inquisitoriales enun temible instrumento de poder político de unificación nacional y deliquidación de la diversidad cultural y religiosa mediante lapersecución de los judíos, musulmanes y conversos. 50

El establecimiento de la Inquisición en el Perú, y en el resto deAmérica habsbúrguica, no obedeció únicamente al interés de perseguirlas manifestaciones de la heterodoxia y controlar la moral sino queformó parte de un ambicioso proyecto político lanzado por el reyFelipe II a fines de la década de 1560, con el objetivo de robustecerel poder del estado en las colonias indianas.[…]

Sabido es que la creación del Tribunal de la Inquisición se resolvióen el curso de la famosa Junta Magna, celebrada en Madrid entre Junioy Setiembre de 1568, bajo la presidencia del omnipotente cardenalDiego de Espinoza. El Santo oficio fue visto como la institución másadecuada para imponer vigilancia sobre las costumbres y el silencioen cuestiones ideológicas-políticas. Teodoro Hampe51 que en estecontexto, el virrey don Francisco de Toledo y la Inquisición debíanactuar conjuntamente para garantizar el principio de autoridadestatal, las resoluciones de la Junta Magna de 1568 significan no sóloel acta fundacional de la Inquisición de Lima sino, además, su“derecho constitucional”, por el cual se otorgaba a los inquisidoresunos poderes y atribuciones excepcionales que parecían alejarlos deloriginal carácter eclesiástico y canónico de dicha institución.

Hampe, contrasta la realidad de su actuación en relación a los indios,dice, que si el nuevo organismo no tocaba en principio el ámbito de la“república de indios”, limitándose exclusivamente a la población deorigen europeo, africano o mestizo. Sin embargo la distribución detareas asumidas de los doctrineros, jueces, visitadores einquisidores, entre la extirpación de idolatrías y la Inquisición, norestringía el intercambio de creencias andinas y europeas que sedesarrollaba todos los días en la sociedad colonial. Y según LuisMillones, el Santo Oficio no evadió la tarea de corregir la fe de lossúbditos aborígenes: arremetía contra los indios que residían en zonasurbanas y combatía las prácticas religiosas de ancestro nativo. Pues,no era raro que los curanderos o adivinos habitantes en ciudades comoLima, Cuzco o Potosí mezclasen en sus conjuros y ceremonias, elementostípicos de los rituales andinos.52

50 Manrique, N, ob. cit., Lima 1993, pág. 36251 Hampe Martínez, Teodoro: “Santo Oficio e Historia Colonial” Edic. del Congreso del Perú, Lima 1998, págs. 9 - 10. 52 Millones, Luis: “La Inquisición según Palma: historia y literatura en la reconstrucción del pasado” prólogo a Anales de la Inquisición deLima, de Ricardo Palma (1977), p. XXXIX

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Una de las razones para comprender esta lucha contra las creenciasaborígenes está en la forma que ellos entendieron al nuevo mundo queconocían y ahora conquistaban.

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