EL MUNDO GEOGRÁFICO DEL NUEVO TESTAMENTO

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EL MUNDO GEOGRÁFICO DEL NUEVO TESTAMENTO El mundo en el cual el cristianismo primero plantó sus raíces, fue plástico y cosmopolita. Estaba formado por la herencia de tres grandes razas, la oriental, la griega y la romana. Las tres prácticamente se habían confundido en una, pero cada uno había hecho su distintiva contribución. La oriental había llevado un vasto legado de filosofía y religión. Su herencia fue hallada por el cristianismo, sepultada profundamente en el corazón tanto del mundo judaico como gentil, pero aún potente en la vida de la época. El mundo con el cual el cristianismo se encontró era muy claramente un mundo griego, porque la cultura griega lo había penetrado y la lengua griega era de uso casi universal, por lo que Pablo escribió la Epístola a los Romanos en griego, a una iglesia que estaba en el corazón de las naciones latinas, y los emperadores romanos utilizaron el griego como lengua de sus sellos oficiales. Era un mundo romano porque estaba bajo el dominio político de Roma. Este mundo grecorromano se extendía por las costas del Mar Mediterráneo, desde la provincia de África hasta la Galia y abarcaba la más elevada civilización de esa época, una de las mayores de la historia humana. Para comprender y estimar completamente el progreso del cristianismo primitivo necesitamos percibir los factores y las relaciones de este mundo completamente grecorromano. Pero el fundamento se hallaba establecido en un mundo generalmente oriental y en particular, judaico. 1 EL IMPERIO ROMANO Los romanos desarrollaron la última de las grandes civilizaciones del mundo antiguo en el occidente. Basaron su cultura en la región que hoy se conoce como Italia, pero se expandieron hasta cubrir el norte de África, mucho de Europa occidental y gran parte de Asia occidental. Ellos tendrían un significativo impacto sobre Palestina en las eras intertestamentarias y del Nuevo Testamento. 2 Entre las zonas conquistadas por el imperio romano se encontraba Palestina, que fue constituida como una provincia romana. El general romano Pompeyo conquistó Judea en 63 a.c., y estableció los diferentes sistemas de gobierno que son visibles en el Nuevo Testamento. 3 Los romanos le permitían cierta libertad a las naciones conquistadas, en cuanto al gobierno y a la religión se refiere, lo mismo sucedió en Jerusalén, cuando Jesús nació, Herodes el Grande era considerado como el rey de los judíos pero sometido a Roma. 1 H. E. Dana, El mundo del nuevo testamento, (Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1985), 9. 2 J. I. Packer, Enciclopedia Ilustrada de Realidades de la Biblia , (EE.UU.: Caribe Betania, 1999), 160. 3 Ibid

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EL MUNDO GEOGRÁFICO DEL NUEVO TESTAMENTO

El mundo en el cual el cristianismo primero plantó sus raíces, fue plástico y

cosmopolita. Estaba formado por la herencia de tres grandes razas, la oriental, la griega y la romana. Las tres prácticamente se habían confundido en una, pero cada uno había hecho su distintiva contribución. La oriental había llevado un vasto legado de filosofía y

religión. Su herencia fue hallada por el cristianismo, sepultada profundamente en el corazón tanto del mundo judaico como gentil, pero aún potente en la vida de la época.

El mundo con el cual el cristianismo se encontró era muy claramente un mundo

griego, porque la cultura griega lo había penetrado y la lengua griega era de uso casi

universal, por lo que Pablo escribió la Epístola a los Romanos en griego, a una iglesia que estaba en el corazón de las naciones latinas, y los emperadores romanos utilizaron el griego

como lengua de sus sellos oficiales. Era un mundo romano porque estaba bajo el dominio político de Roma. Este mundo grecorromano se extendía por las costas del Mar Mediterráneo, desde la provincia de África hasta la Galia y abarcaba la más elevada

civilización de esa época, una de las mayores de la historia humana. Para comprender y estimar completamente el progreso del cristianismo primitivo necesitamos percibir los

factores y las relaciones de este mundo completamente grecorromano. Pero el fundamento se hallaba establecido en un mundo generalmente oriental y en particular, judaico.1

EL IMPERIO ROMANO

Los romanos desarrollaron la última de las grandes civilizaciones del mundo antiguo en el occidente.

Basaron su cultura en la región que hoy se conoce como Italia, pero se

expandieron hasta cubrir el norte de África, mucho de Europa occidental y gran parte de Asia occidental. Ellos

tendrían un significativo impacto sobre Palestina en las eras

intertestamentarias y del Nuevo Testamento.2

Entre las zonas conquistadas por el imperio romano se encontraba Palestina, que fue constituida como una provincia romana. El general romano Pompeyo conquistó Judea en

63 a.c., y estableció los diferentes sistemas de gobierno que son visibles en el Nuevo Testamento.3 Los romanos le permitían cierta libertad a las naciones conquistadas, en cuanto al gobierno y a la religión se refiere, lo mismo sucedió en Jerusalén, cuando Jesús

nació, Herodes el Grande era considerado como el rey de los judíos pero sometido a Roma.

1 H. E. Dana, El mundo del nuevo testamento, (Texas: Casa Bautista de Publicaciones , 1985), 9.

2 J. I. Packer, Enciclopedia Ilustrada de Realidades de la Biblia , (EE.UU.: Caribe Betania, 1999), 160.

3 Ibid

En los tiempos del Nuevo Testamento había judíos viviendo en todas partes del

imperio romano. Había más judíos en Egipto que en Jerusalén. Los viajes de Pablo lo llevaron a lo que hoy es Turquía rural y Grecia, y hallo comunidades judías en todas partes

a donde fue. En muchos lugares los judíos construyeron sinagogas y se reunían regularmente para la adoración y otras actividades.4

El judaísmo en tiempos del Imperio Romano

Hasta décadas recientes se pensaba que el judaísmo del Nuevo Testamento se

dividía en dos grupos separados. El primero compuesto por los judíos que vivían en Palestina. Los judíos que vivían fuera de Palestina constituían el segundo grupo. Técnicamente a este grupo se le conocía como la “diáspora” o “dispersión”.5

Jerusalén era un cruce de caminos, a donde más de 100,000 peregrinos acudían para

la Pascua, una de las temporadas festivas más importantes del año. Como dice el libro de Hechos, los judíos venían “de todas las naciones bajo el cielo” (Hch. 2.5), y hablaban toda clase de lenguas, Jerusalén se hallaba lejos de estar aislada del resto del mundo, y los judíos

de otras localidades no estaban fuera de lugar en los edificios del templo.6

LA PALESTINA DEL NUEVO TESTAMENTO

La designación geográfica “Palestina” se ha adoptado de la nomenclatura de la

administración romana, y no de la terminología judaica original. Es una corrupción de la palabra “Philistia”, y

primitivamente se refirió a la porción meridional de la costa, de lo que hoy se llama

Palestina. Los judíos no tenían nombre distintivo de su país, simplemente lo llamaban “la Tierra”. Para el judío era la

tierra por excelencia, el don especial de Jehová a su elegido Israel.7

Carácter general

Hay ciertas cuestiones relativas al país como un todo, que exigen nuestra atención primeramente.

1. Superficie. La superficie de Palestina es aproximadamente de doce a catorce mil

millas cuadradas. Su anchura hacia el norte

4 Ibid

5 Ibid

6 Ibid

7 Dana, El mundo del nuevo testamento, 16.

es de case ciento diez millas y al sur, de cerca de setenta y cinco. Su longitud puede

señalarse en ciento setenta y cinco millas. El estudiante fácilmente puede observar la extensión de este pequeño país, trayendo a su imaginación algún territorio de su vecindad,

que tenga dimensiones comparables.

2. Límites. El límite occidental de Palestina está formado por el Mar Mediterráneo. Por el norte se hallan las elevadas cimas de las montañas del Líbano y el Antilíbano,

comprendidas en los tiempos del Nuevo Testamento en la Provincia Romana de Siria. Al oriente y al sur se extendían los mudables parajes frecuentados por los beduinos árabes y el

reino de los Nabateos. Estos vecinos habían sido completamente dominados por los romanos.

Al estudiar la geografía de la antigua Palestina, se determinamos sus “fronteras”, debemos recordar que el término no denota definidos límites territoriales, como en los

tiempos modernos. No hubo nada semejante a una línea divisora legalmente establecida, que limitase a Palestina, o separarse sus varios distritos.

Muchos territorios comprendidos dentro de los límites geográficos de Palestina, estaban fuera de los linderos nacionales del judaísmo. Judea, con Jerusalén en su centro,

era el verdadero corazón de “la Tierra”. Sin embargo, había un amplio territorio fronterizo alrededor de Palestina, que el judaísmo consideraba, potencial y legalmente, como tierra de Israel aunque no lo fuese en realidad.8

3. Clima. Palestina está situada en la gran región desértica del sudoeste de Asia, y consecuentemente, su clima considera como muy seco. Sin embargo, su proximidad al

Mar Mediterráneo modera considerablemente estas condiciones. El año palestino puede dividirse en dos estaciones: la seca y la húmeda. La estación húmeda comienza en octubre;

la seca, en abril. De aquí que la mayor parte de los trabajos agrícolas se hagan durante los meses del invierno, para aprovechar la precipitación pluvial, que es de veinte a treinta pulgadas por año. La humedad era ligeramente más favorable que en los tiempos del Nuevo

Testamento.

En cuanto a la temperatura, el clima de Palestina es templado. Jerusalén se halla a una latitud poco más al norte de la Nueva Orleáns, Luisiana y la de Houston, Texas. La nieve es rara, aún en Galilea, excepto en las partes más elevadas. Hay repentinos cambios

de temperatura, pero sin grandes oscilaciones termométricas. La temperatura media de sesenta y cinco grados; raramente se eleva a los noventa en el verano, o desciende a más de

cuarenta en el invierno. Tomando el país como un todo, desde Galilea por el norte, hasta Idumea por el sur, se observa una amplia diversidad de climas, debida a variaciones de altitud y topografía, tanto como a diferencias de latitud.9

4. Regiones fisicogeograficas. La topografía de Palestina está definida por cuatro caracteres físicos distintos. Estos caracteres son la Costa del Mar Mediterráneo, las

Montañas del Líbano con sus prolongaciones hacia el sur, el Valle del Jordán y las Montañas del Antilíbano con sus prolongaciones hacia el sur.

8 Ibíd, 17

9 Ibíd

La costa de Palestina es desconcertantemente regular. El único accidente de alguna

consideración en toda su longitud, es la Bahía de Acre, y apenas ligeramente protegida del mar. Al sur del Carmelo, la línea de la costa es prácticamente recta y no ofrece sitio alguno

de refugio natural. Pero al norte del Carmelo hay cierto número de pequeñas salientes de tierra, que en tiempos antiguos proveyeron suficiente abrigo para las pequeñas embarcaciones que se usaban, y así proporcionaban el equipo natural para las actividades

marítimas de los fenicios.

Las Montañas del Líbano y el Antilíbano son secciones de una larga cordillera que se desprende de los Montes Cáucaso. Las alturas del Líbano descienden sin interrupción hasta la Península de Sinaí, con dos suspensiones, una en la Llanura de Esdraelón y la otra

en el Desierto de Parán. El Antilíbano se hunde abruptamente desde el Monte Hermón hasta la Llanura de Basán, para elevarse a las mesetas de Galaad y de Moab, y desde ahí la

serranía gradualmente desciende hasta perderse en escasas colinas de pequeña elevación, en el extremo sudoeste del Desierto de Arabia.

Entre los Montes Líbano y el Antilíbano se extiende una gran depresión que forma el Valle del Jordán. Comienza donde el nudo montañoso se divide muy al norte de

Palestina, desciende tres mil pies en una distancia de ciento treinta y cinco millas hasta el Mar Muerto, mil trescientos pies abajo el nivel del mar en la superficie, luego se eleva aproximadamente mil seiscientos pies, a trescientos del nivel del mar, y entonces desciende

gradualmente hasta el Golfo de Akabah.

Estas grandes regiones físicas se dividen en más pequeñas secciones, por

formaciones naturales. La cordillera del Líbano en su curso meridional se aparta constantemente del mar, abandonando la Llanura Marítima. Se quiebra en el centro de

palestina por la Llanura de Esdraelón, que forma una región natural en sí misma y además, divide a la cordillera nartural en sí misma y además, divide a la cordillera del Líbano en Región Montañosa del Norte y Región Montañosa del Centro. El Valle del Jordán forma

por sí mismo otra región natural, y después de él se extiende la Antiplanicie Oriental. De este modo Palestina física se divide en seis regiones naturales.

1. La Llanura Marítima. Está formada por el ensanchamiento de la costa desde el punto donde el Monte Carmelo penetra al mar. Las colinas se arrojan hacia el mar otra vez,

exactamente al sur de Joppe y dividen a esta llanura en dos partes. La porción norte es la famosa Llanura de Sarón, y la del sur es la Llanura Filistea. Sarón mide un promedio de

diez millas de anchura y como cuarenta y cuatro de longitud. El promedio de anchura de la Llanura Filistea es de doce y media millas y de casi cien de largo. En esta fértil Planicia vivieron las tribus filisteas, enemigos seculares de Israel.

2. Región Montañosa Central. En su punto más septentrional, la Región Montañosa Central se eleva hasta la cima del Monte Carmelo, a mil setecientos cuarenta y dos pies

sobre el nivel del mar en su punto más elevado. El Monte Carmelo no es un pico, sino una larga y estrecha serranía, que se alza abruptamente desde la costa, en su parte occidental, y

hacia el oriente desciende gradualmente a la Llanura de Dotan. En el desprendimiento noreste de la Región Montañosa Central se halla el Monte Gilboa, alta cima que se levanta a mil seiscientos noventa y ocho pies sobre el nivel del mar. La Llanura de Dotan es una

enorme cuenca, situada en el extremo norte de la Región Montañosa Central, a una altitud

de casi mil pies sobre el nivel del mar. Al noroeste se levantan las pendientes inferiores de

Monte Caramelo, al noreste las de Gilboa y hacia el sur las del Ebal.

La siguiente interrupción de la cordillera central se extiende a diez millas al sur de la Llanura de Dotan. Es el Valle de Sichem, con el Monte Ebal de tres mil setenta y seis pies de altura, por un lado, y por el otro, el Monte Gerizim (lugar del templo samaritano) de

dos mil ochocientos cincuenta pies de altitud. Al sur del Gerizim la cordillera es más regular, con muy escasas elevaciones. Su altitud alcanza una gran elevación en dos puntos:

uno en Jerusalén, donde es de dos mil quinientos noventa y tres pies, y el otro en Hebrón, en que llega a tres mil trescientos cincuenta pies sobre el nivel del mar—este es el punto más elevado de la Región Montañosa Central. La porción meridional de esta región se

inclina hacia el occidente en una serie de colinas, conocidas como Shefelah, y por el oriente se pierde en un áspero descenso hacia el Mar Muerto.

3. La Llanura de Esdraelón. La cordillera del Líbano se ve interrumpida en la Galilea Meridional por una ancha depresión, cuya parte central y más importante es la

Llanura de Esdraelón, como de nueve millas de ancho. En su extremo noroeste la Llanura de Esdraelón se cierra en un estrecho valle por estribaciones de las colinas de Galilea.

Desde este valle la Planicie de Acre se abre hacia el mar como un abanico, y extiende un brazo como de cuarenta millas hacia el norte. Esta extensión septentrional de Acre forma una estrecha llanura costera de pocas millas de anchura, que se ha llamado algunas veces

Llanura Fenicia. Por su lado oriental, Esdraelón se cierra al sur por el Monte Gilboa, y al norte, por el Pequeño Hermón, con el estrecho Valle de Jezreel entre ambos, abierto hacia

el Valle del Jordán. Algunos llaman a toda la depresión, desde la Planicie de Acre hasta el Jordán, Valle de Jezreel.

4. La Región Montañosa del Norte. Esta división está formada por las Montañas del Líbano y el Antilíbano y las de Galilea. Las montañas de Galilea son en realidad, las faldas de la cordillera del Líbano. En tiempos de Jesús estaban cubiertas de frondosos

bosques. El punto de mayor elevación de la Cordillera del Líbano se halla a gran distancia en territorio de Siria, donde alcanza una altitud de más de diez mil pies. El accidente

geográfico más importante del Antilíbano es el Monte Hermón con sus tres cubres, la mayor con una altura de nueve mil doscientos pies sobre el nivel del mar. Debido a las grandes diferencias de temperatura entre la altura del Hermón y los bajos valles que lo

rodean, se condensa gran cantidad de humedad de la atmósfera, dando lugar a los “rocíos de Hermón”. Las montañas en la Galilea superior se levantan a una altura de cuatro mil

pies, pero bajan en la Galilea inferior hasta una altura promedio de mil pies o menos.

5. El Valle del Jordán. Es este Valle la depresión que existe entre las estribaciones

meridionales del Líbano y del Antilíbano, por la cual corre el Río Jordán. Es de una anchura muy irregular, que varía desde una estrecha garganta entre el Lago Huleh y el Mar

de Galilea, hasta catorce millas de anchura en Jericó.

La corriente principal del Río Jordán se forma con las aguas de cuatro grandes

tributarios y de numerosos pequeños, y brota de sus manantiales al pie del Monte Hermón. Cerca de su nacimiento la corriente fluye a través de un espeso pantano, lleno de abundante vegetación. En su extremo inferior este pantano se abre en el Lago Huleh (las antiguas

Aguas de Merom), de donde se precipita por una profunda garganta, en rápido descenso,

salando seiscientos ochenta pies en nueve millas, y luego corre tranquilamente hacia el Mar

de Galilea.

El Mar de Galilea es de aproximadamente doce millas de longitud por seis de anchura (ocho en lo más ancho) y se halla a seiscientos ochenta y dos pies bajo nivel del mar. En el norte hay un delta, formado por los aluviones del Jordán y hacia el norte de la

mitad de su borde occidental existe una llanura costera, la Llanura de Genezaret, de ocho millas de largo por cuatro de ancho. En el extremo meridional del Mar de Galilea se halla

la continuación del Valle del Jordán, que alcanza cuatro millas de ancho en este lugar. El lago se halla cercado por todas partes por las escarpadas laderas de las abruptas colinas. Especialmente en el lado oriental, son escarpadas las costas.

Desde el Mar de Galilea el Río Jordán se mueve rápidamente en su curso hasta el

Mar Muerto, descendiendo seiscientos diez pies en las setenta millas que hay entre los dos mares. Su anchura varía entre noventa y cien pies, y su profundidad entre tres y doce. La corriente es rápida y sinuosa, y sus aguas turbias.

El Jordán se vacía en el Mar Muerto, que se halla como a mil trescientos pies bajo el nivel del mar, en su superficie, y alcanza una profundidad aproximada de mil trescientos

pies en su parte más profunda. Es de cuarenta y seis millas de largo y de diez de ancho. Sus riberas al oriente, al sur y al occidente son las laderas de las montañas que lo rodean.

Del lado oriental se proyecta un promontorio en forma de bota, como de cincuenta pies de altura y bordeado por una barra arenosa. Debido a que no tiene desagüe, las aguas del Mar Muerto están saturadas de minerales.

6. La Altiplanicie Oriental. La cordillera del Antilíbano no desciende por colinas y

más bajas serranías como el Líbano, sino que se vierte en una áspera planicie, cortada en tres principales divisiones por ríos que han surcado su superficie. La primera división es la Llanura de Basán, con el río Yarmuk en su borde meridional. Sigue el Monte Galaad,

cortado en dos por el río Jaboc. El Monte Galaad es de cerca de dos mil pies de altura en su punto más elevado, y es excesivamente fértil y fructífero. Al oriente del Mar Muerto se

halan las planicies de Moab, que son tan prominentes en la historia del Antiguo Testamento.

Así se nos presentan las regiones naturales del más famoso solar de toda la tierra. Desde llanuras costeras de Filistea, Sarón y Acra, se eleva hasta la cresta de una cordillera, trozada por Esdraelón y el Valle de Sichem, luego se sumerge en la profunda hendedura del Valle

del Jordán, asciende por el lado oriental a las abruptas mesetas de Basán, Galaad y Moab, y declina en las áridas extensiones del desierto de Arabia.10

5. Ciudades. A la muerte del rey Herodes el Grande, palestina fue dividida en varios distritos o provincias, el rio Jordán siempre ha servido como línea natural para las

divisiones de Palestina.

Al oeste del Jordán, de sur a norte había tres provincias:

10

Ibíd, 27-32

- Judea. Los territorios que anteriormente habían pertenecido a las tribus de Judá, Dan,

Benjamín, y Simeón constituían la provincia de Judea, la más grande de las provincias de Palestina.

- Samaria. Entre Judea y la cordillera del Carmelo estaba Samaria, un distrito anexado políticamente a Judea en la época del Nuevo Testamento.

- Galilea. En los días de Cristo, Galilea se extendía hacia el sur desde la zona montañosa

al oeste del lago Semeconites (o Huleh) hasta las cordilleras del Carmelo y de Gilboa, y hacia el oeste desde el valle del Jordán hasta Fenicia, este fue una vez territorio de la

tribu de Neftalí.

Al este del Jordán había dos distritos:

- Perea. La región al este del Jordán y del mar Muerto, que se extendía

hacia el norte desde el Arnón hasta el pueblo de Pella, se conocía como Perea (el equivalente griego de Transjordania,

la tierra más allá). Durante la época neotestamentaria estaba ocupada

mayormente por judíos, aunque vivían gentiles en alguno de sus pueblos. - Decápolis. Decápolis era una

región al sureste del mar de galilea, que comprendía diez ciudades griegas, nueve

al este del Jordán y una (Bet-sán) al oeste.11

6. Caminos. Palestina en los tiempos del Nuevo Testamento estaba atravesada por

numerosas carreteras. Algunas de estas fueron pavimentadas por los romanos, y restos de ese pavimento se conservan

hasta nuestros días. Sin embargo, muy probablemente no hubo camino alguno

pavimentado en tiempo de Cristo. Pero al menos los principales se mantuvieron bajo la vigilancia romana.

Hubo cuatro caminos principales. Dos de ellos conectados con Gaza, en el extremo

sudoccidental. Uno se dirigía al noreste de Gaza, pasando por Hebrón y Belén

hasta Jerusalén, de allí por Betania y Jericó cruzaba el Jordán, por la planicie oriental hasta

Damasco. De este camino se separaba un ramal en la región de Decápolis, cruzaba el Jordán al sur del Mar de Galilea y se dirigía a Capernaum. Fue este camino por el lado

oriental del Jordán, el que seguían los judíos que iban de Jerusalén a Capernaum, para

11

Charles F. Pfeiffer, Atlas completo de la Biblia. (EE.UU.: Unilit, 1997), 189.

evitar el paso por la despreciable Samaria. El segundo camino de Gaza seguía directamente

hacia el norte, a lo largo de la costa, por Jamnia, Joppe, Cesarea y Tolemaida hasta Tiro. Este era el principal camino por la Llanura Marítima. Dos ramales llevaban de Lydda a

Jerusalén, uno por Bethlorón y el otro por Meaux. El tercer camino importante era la ruta directa de Jerusalén a Capernaum, pasando por la cima de la cadena montañosa central, camino de Sichem: que Jesús recorría cuando se atrajo a la mujer samaritana. La mayor de

las carreteras de Palestina era la Via Maris, “Camino del Mar”.

Indudablemente Jesús jugó a su vera cuando niño. Partía de Damasco, cruzaba el

Jordán entre el Mar de Galilea y Huleh, pasaba por Capernaum y Nazaret hacia la Llanura de Esdraelón y bordeaba las colinas de Galilea hasta Tolemaida. Este fue el camino más grandemente utilizado para ir de Damasco al mar. Era conservado por el gobierno romano

y se cobraba un impuesto por todas las mercaderías que por él se transportaban. En tal “receptoría del impuesto” estaba Mateo cuando Jesús lo llamó para ser su discípulo.

Hubo, naturalmente, un gran número de caminos subsidarios que se desprendían de estos principales y conectaban a todos los lugares de Palestina. Estos ramales corresponden a lo que llamamos caminos vecinales o laterales. Además hubo una tercera clase de

comunicación, transitable por aquellos que lo hacían caminando o cabalgando, pero que era accesible raramente al transporte por medio de vehículos. Estos pueden llamarse senderos.

Así pues, podemos clasificar los caminos de Palestina en el siglo primero, como carreteras, caminos vecinales o laterales, y senderos.

La época apostólica temprana

En su historia más primitiva el cristianismo estaba muy relacionado con el

judaísmo. La expansión del cristianismo más allá de las fronteras del judaísmo fue comparativamente lenta. El martirio de Esteban y la dispersión subsecuente de los cristianos fueron necesarios para estimular a la iglesia a iniciar un esfuerzo concienzudo en

su testimonio evangelizador.12

Los sucesos de la época apostólica giran alrededor de varias ciudades:

Jerusalén. Jerusalén era la capital de Judea, y el centro de la vida y adoración de los

judíos. La población de Jerusalén era de alrededor de 50,000. Puesto que Jerusalén era un cruce de caminos, llena de peregrinos de otras regiones durante la Pascua, era más

cosmopolitana que su tamaño podría sugerir.13 Jerusalén es con mucho la ciudad más importante de la Biblia. En aquella estaba el templo, que era el punto principal de la

vida religiosa y de las aspiraciones israelitas… Aquí también se realizó una porción del ministerio de Jesús; aquí fue crucificado y resucitado, y aquí fue fundada la iglesia cristiana.14 Jerusalén está ubicada en el risco central de la región montañosa, 53

kilómetros al oriente del Mediterráneo y 23 kilómetros al occidente del extremo norte del Mar Muerto. Su parte más elevada tiene una altura de 772 metros sobre el nivel del

mar. Al oriente está el monte de los Olivos separado de la ciudad por el valle de Cedrón 12

Ibid 13

Packer, Enciclopedia Ilustrada de Realidades de la Biblia , 519 14

George E. Wright y Floyd V. Filson, ed., Atlas Histórico Westminster de la Biblia, (Casa Bautista de

Publicaciones, 1979), 105.

(o “el arroyo”, 2 Crón. 32:4). El valle de Hinom (este es el significado original de la

palabra Gehenna que se usa en el Nuevo Testamento) está la sur y al occidente.15

Samaria. (Hechos 8:5-25). Samaria 48 kilómetros al norte de Jerusalén, fue el campo del ministerio temprano de Felipe. En el pasado la capital de Israel, la ciudad de

Samaria había sido reedificada por Herodes el Grande, quien le puso el nombre de Sebaste* en honor de Augusto Cesar. En la actualidad el pueblo de Sebastiyeh todavía lleva su antiguo nombre.16

Los montes de Samaria forman el centro geográfico del país. Se alzan abruptamente al

norte en el monte Gilboa y la extensión meridional del monte Carmelo, y alcanzan su punto más elevado en Baal-hazor. Los dos picos más notales, sin embargo, son el monte Ebal y el monte Gerizim que se levantan en el corazón del distrito de samaria.

La región montañosa de Samaria está más abierta a la influencia exterior y estás más ricamente dotada que lo que está Judá. Al occidente, norte y oriente amplios valles dan

acceso al valle de Sarón, Esdraelón y al valle del Jordán, el desierto no es tan imponente como lo es al occidente del Mar Muerto.17

Cesarea. (Hechos 10). La conversión de Cornelio, un centurión gentil, en Cesarea,

marcó un momento importante en la expansión misionera de la iglesia. Cesarea era la capital romana de Palestina y la residencia de los procuradores. Situada en la costa del

Mediterráneo, treinta y ocho kilómetros al sur del monte Carmelo y ciento dos kilómetros al noroeste de Jerusalén. Cesarea fue edificada en sitio de la torre de

Estratón por Herodes el Grande, y nombrada así en honor a Cesar Augusto. A veces era llamada Cesarea Estratonis para distinguirla de Cesarea de Filipo del monte Hermón. En la antigüedad, Cesarea tenía un maravilloso puerto artificial que actualmente está en

ruinas. Una moderna colonia judía en la llanura de Sarón está situada cerca de allí y lleva el nombre de la antigua ciudad, Keisriyeh.18

Jope. Cuarenta y ocho kilómetros al sur de Cesarea y cincuenta y cuatro kilómetros al noroeste de Jerusalén está la ciudad de Jope, o Jafa, como ahora es llamada. Aquí

Dorcas fue resucitada (Hechos 9:36-43) y Pedro recibió su visión (Hechos 10:11). En tiempos veterotestamentarios Jope tenía el único puerto existente entre el monte

Carmelo y Egipto. Hoy colinda con Tel Aviv, la ciudad más grande del Estado de Israel.

Damasco. La conversión de Saulo de Tarso sucedió mientras estaba en el camino de Damasco, la cual tiene la reputación de ser la ciudad más antigua del mundo ocupada

ininterrumpidamente. Situada al oeste del nevado monte Hermón, Damasco puede considerarse un huerto por su belleza y fertilidad. Una vez centro del reino arameo, la

Damasco de hoy es la ciudad principal de Siria, y una de las capitales de la República Árabe Unida.

15

Ibíd 16

Pfeiffer, Atlas completo de la Biblia. 205 17

Wright y Filson, ed., Atlas Histórico Westminster de la Biblia, 19, 63. 18

Pfeiffer, Atlas completo de la Biblia. 205

* Equivalente griego de la palabra latina “Augusto”.

Antioquia. Antioquia de Siria estaba situada a unos treinta y dos kilómetros del

Mediterráneo en el punto donde el río Orontes dobla abruptamente hacia el oeste. Está situada en la fértil llanura que separa la cordillera del Líbano de la del Tauro. En

tamaño, Antioquia era la tercera ciudad del Imperio Romano y capital de la provincia de Siria, allí se mezclaban las culturas del Oriente y del Occidente. Sus calles

iluminadas y sus hermosos edificios la hicieron la Reina del Oriente. Fue un campo misionero y a la vez un centro desde el cual el evangelio cristiano pudo ser llevado a las regiones más distantes.19 La población era de alrededor de 100.0000 habitantes en el

tiempo del Nuevo Testamento.20 El médico Lucas, autor de un Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles, es tenido tradicionalmente por oriundo de Antioquía, y

también es posible que el Evangelio de Matea fuera compuesto en esta ciudad.

Tarso. La ciudad de Tarso era la capital de Cilicia en el sur de Asia Menor. Estaba

situada a orillas del rio Cidno, a dieciséis kilómetros del Mediterráneo y cuarenta y ocho kilómetros al sur de los montes del Tauro. Las antiguas rutas comerciales que iban

del valle del Éufrates al Asia Menor pasaban por Tarso antes de atravesar las Puertas de Cilicia –uno de los desfiladeros más importantes del mundo antiguo -. Las culturas del

Oriente y del Occidente se reunían en Tarso y ambas influencias ejercieron un papel importante en la vida del Pablo, su hijo más ilustre.

Roma. Roma era la capital del imperio romano. De los 800.000 habitantes de Roma, tal vez 10.000 eran judíos. Entre ellos se hallaban varias familias prominentes. Roma

estaba idealmente situada para dominar la península de Italia lo mismo que Italia estaba idealmente situada para dominar el mundo mediterráneo. Ubicada en el centro de la península, podía enfrentar a sus enemigos uno por uno y así evitar que se combinaran

efectivamente contra ella. Alrededor de 26 kms. desde donde el Tíber entra al mar, aquél fluye a través de un grupo de pequeñas colinas. Entre estas colinas había una

tierra pantanosa la que fue secada a principios de la historia romana. De estas colinas el Palatino fue la mejor ubicación para ser colonizada convirtiéndose en la primera de las colinas ocupada por los latinos. Tiene una cima más o menos plana de 10 ha. de

extensión y sus lados precipitosos y fácilmente defendibles la hicieron un sitio escogido. Hacia el norte del Palatino, donde todos los caminos parecían cruzarse, surgió

el foro romano.21

Alejandría. Era la ciudad más importante de Egipto. Había allí probablemente más de

100.000 judíos. Alejandro Magno fundó la ciudad de Alejandría en el sitio de Rakotis, Una pequeña villa egipcia en costa nordoeste del delta egipcio. La Alejandría egipcia tenía 6

kms. de largo, construida con calles que se cruzaban en ángulos rectos. Columnatas

adornaban sus calles principales. A fin de preservar lo mejor de la cultura helenística, Alejandro animó a los griegos a radicarse allí. Localizada en un estrecho istmo entre el mar

Mediterráneo y el lago Mareotis, Alejandría llegó a ser en poco tiempo un puerto principal

del Mediterráneo. A los 30 años de su fundación (332 a. de .J.C.) llegó a ser la capital tolemaica de Egipto (304–30 a. de J.C.). Al mismo tiempo, Alejandría sirvió como centro

19

Ibíd 20

Packer, Enciclopedia Ilustrada de Realidades de la Biblia , 519 21 Roberto Gama, ed. Diccionario Bíblico Arqueológico.

literario y científico del mundo griego. La traducción al griego de la Biblia hebrea se

realizó en Alejandría alrededor de 250 a 150 a.C.22

CIUDADES DE LOS VIAJES DEL APÓSTOL PABLO

El personaje central en la mayor parte del libro de Hechos fue el gran misionero Pablo, el Apóstol a los Gentiles. Durante su vida, el cristianismo alcanzó su verdadero carácter internacional. Cuando Pablo inició su ministerio era muy raro ver a un gentil en la

iglesia. Antes de su muerte casi toda la porción oriental del Imperio Romano había oído el mensaje del evangelio.

Asia Menor

Asia Menor era una región importante en los días de Pablo. El primer viaje

misionero de Pablo se limitó mayormente al Asia Menor, una península de unos 537.000 kilómetros cuadrados, poco menor que la península ibérica. Los mares Negro, Egeo y

Mediterráneo son las fronteras de Asia Menor en el norte, oeste y sur respectivamente. Armenia, Mesopotamia y Siria compartían su frontera orientan, que la unía al continente. El término Asia como se usa en el Nuevo Testamento no se refiere al continente de este

nombre, ni aun a Asia Menor en su totalidad. Cuatro distritos de la parte occidental de Asia Menor – Caria, Lidia, Misia y Frigia – constituían la provincia de Asia. Las provincias de

Bitinia y Ponto estaban situadas en la costa meridional del mar Negro. Entre estas quedaba la región conocida como Paflagonia, regada por el río Halys.

22

Ibíd.

Distritos del mar Negro

Ponto (Hechos 2:9; 18:2; 1 Pedro 1:1). La provincia de Ponto toma su nombre de

Ponto Euxino (Pontus Euxinus), o mar Negro. Era la provincia del noreste de Asia Menor ubicada entre Paflagonia y Armenia, y colindaba con Capadocia al sur. Una dinastía de reyes llamados los Mitrídates gobernaron esta escarpada región desde 337 A.C. hasta 63

A.C. Judíos procedentes de Ponto se hallaban en Jerusalén el día de Pentecostés. Aquila, un ayudante de Pablo, había venido de Ponto, y Pedro se dirigió a los cristianos de esta región,

entre otros, en su primera epístola.

Paflagonia. Entre Ponto y Bitinia, en la zona norte de Galacia, estaba el distrito de

Paflagonia. No se menciona en el Nuevo Testamenta* ni era una unidad política durante la era apostólica.

Bitinia (Hechos 16:7; 1 Pedro 1:1). Lindando con el Propóntide (conocido ahora

como el mar de Mármara) al oeste y Paflagonia al este, la provincia de Bitinia ocupaba la

sección noroeste de Asia Menor. Misia y Frigia forman la frontera meridional de esta región montañosa densamente arbolada. Bitinia sólo se menciona incidentalmente en el

Nuevo Testamento, aunque tuvo un papel importante en la historia de la iglesia primitiva. Las cartas del cónsul romano Plinio al emperador Trajano expresan pesar por el gran número de cristianos en su provincia (Ponto-Bitinia). Nicomedia, en Bitinia, servía como la

capital imperial del Oriente bajo Diocleciano y Nicea fue el sitio del Primer Concilio Ecuménico (323 D.C.), convocado por Constantino el Grande.

Distritos del mar Egeo

La provincia de Asia incluía los siguientes distritos en la costa egea:

Misia (Hechos 16:7-8). Separada de Europa por el Helesponto (actualmente llamado los Dardanelos) y el Propóntide, y del mar Negro por Bitinia, estaba el distrito de Misia.

Incluía la ciudad de Troas, dieciséis kilometros al sur del Ilion de Homero, la Troya de las Guerras Troyanas. Desde Troas, Pablo podía divisar las montañas de Europa. Allí recibió su visión del varón macedonio, cuya petición de ayuda guio a Pablo a llevar el evangelio a

Europa.

Lidia. En los días de Creso, Lidia era un imperio importante y rico. En el año 546

A.C. el país fue conquistado por Ciro y anexado al Imperio Persa. Posteriormente, cayó ante Alejandro, y después ante los romanos. En la era apostólica Lidia se extendía de Misia a Caria a lo largo del mar Egeo, y al este hasta Frigia. Éfeso, la ciudad principal de la

provincia de Asia estaba en Lidia. El templo de Artemisa (Diana) en Éfeso se considera una de las siete maravillas del mundo antiguo. Éfeso fue uno de los campos misioneros más

importantes del apóstol Pablo. Juntamente con Sardis, Tiatira, y Filadelfia, todas per-tenecientes a Lidia, Éfeso recibió un mensaje del apóstol Juan en el Apocalipsis.

Caria. La parte suroeste de la provincia de Asia, Caria, no se menciona en el Nuevo

Testamento. Sin embargo, sus ciudades de Gnido y Mileto sí son mencionadas. La despedida conmovedora del apóstol Pablo de los ancianos de Éfeso sucedió en Mileto

(Hechos 20:15-17). Caria había sido gobernada por príncipes nativos desde su capital

Halicarnaso hasta que su tierra fue tomada por Lidia, la cual cayó posteriormente ante

Ciro.

Distritos del Mediterráneo

Limitadas al sur por el Mediterráneo, y al norte por los montes Tauro, había tres provincias:

Licia (Hechos 27:5). Al sur de los montes Tauro y al noreste de la isla de Rodas estaba la pequeña provincia de Licia. El fértil valle del Xantus y las montañas boscosas de

Licia la hicieron una provincia próspera. Dos de sus ciudades, Pátara y Mira (Hechos 21:1; 27:5), fueron visitadas por Pablo.

Panfilia (Hechos 13:13). Al este de Licia estaba Panfilia, cuya capital, Perge, fue la primera ciudad en Asia Menor visitada por el apóstol Pablo durante su primer viaje

misionero. Después predicó en la ciudad marítima de Atalia (Hechos 13:13; 14:25). Panfilia era notoria por sus piratas, algunos de los cuales fueron reprimidos por Pompeyo (67 A.C.).

Cilicia (Hechos 21:39). Entre Panfilia y Siria, al sur de Capadocia, estaba Cilicia, famosa por su tela hecha de pelo de cabra conocida como cilicio (cilicium). La capital de

Cilicia, Tarso, fue la ciudad natal de Pablo. Una antigua carretera de Capadocia a Cilicia pasa a través de las Ciliciae Pylae, o Puertas de Cilicia, un desfiladero en los montes Tauro al norte de Tarso. Los viajeros de Siria usaban esta ruta en sus viajes al interior de

Asia Menor.

Galacia. Galacia recibió su nombre de los galos, los cuales se apoderaron del valle del río Halys, en la parte central de Asia Menor, durante el tercer siglo antes de Cristo. Cuando Roma conquistó este territorio mediante Pompeyo (64 A.C.), una provincia

romana recibió el nombre de Galacia. Esta provincia incluía Pisidia y Licaonia distritos al sur al sur del territorio que anteriormente había pertenecido a Galacia. Iconio, Derbe, Listra, y Antioquía de Psidia.

Capadocia. Al sur de Ponto y al sureste de Galacia estaba la gran provincia de

Capadocia, mencionada como uno de los lugares de procedencia de los extranjeros que se hallaban en Jerusalén el día de Pentecostés (Hechos 2:9) y a la que hace referencia Pedro en su primera epístola (1:1). Se extraía la plata en Capadocia para ser enviada a Asiría ya

en el año 1900 A.C. El hierro de los montes Tauro se fundía también en una fecha muy temprana. Los caballos de Capadocia eran muy estimados en la antigüedad.

Licaonia (Hechos 14:1-23). Realmente una parte de Galacia durante la época

romana era el nombre que se daba al distrito que incluía a Iconio, Derbe, y Listra. Comprendía la elevada meseta al norte de los montes Tauro y tenía una población

considerada incivilizada.

Pisidia. En los días de Pablo, Pisidia era una parte de Galacia. Antioquia de Pisidia

recibió por lo menos dos visitas del apóstol pablo.

Frigia. Una región fértil en el interior de Asia Menor, que variaba en tamaño de

época en época, era conocida como Frigia. Los frigios estaban relacionados con los troyanos. En tiempos neotestamentarios, Frigia no era una entidad política, sino que servía

de nombre a la alta meseta situada entre Licaonia, Pisidia, Lidia, Misia, Bitinia y Galacia. En sus viajes misioneros, se dice que Pablo viajó por la región de Galacia y de Frigia (Hechos 16:6; 18:23). Frigia incluía las ciudades de Laodicea, Hierápolis y Colosas, todas

mencionadas en las epístolas del Nuevo Testamento.

Chipre. En su primer viaje misionero la primera parada que hizo el Apóstol Pablo fue en Chipre, noventa y seis kilómetros al oeste de Siria y sesenta y cuatro kilómetros al sur de Asia Menor. Chipre mide 225 kilómetros de largo y tiene la forma de un puño con el

dedo índice señalando hacia Antioquia de Siria. En la antigüedad Chipre era célebre por sus minas de cobre (de allí el nombre de Chipre) y su madera.23

Ciudades de las primeras iglesias de Europa

Filipos. Hoy esta ciudad yace en ruinas y está totalmente deshabitada; queda a unos trece kilómetros de Neápolis, en un puerto de montaña. Sus principales monumentos han

sido excavados por la Escuela Francesa de Atenas entre 1914 y 1938. La Vía Egnatia era el principal medio de comunicación con que contaba Filipos; sobre sus losas pueden verse aún las rodadas que dejó el paso de incontables carros. Al costado oeste de la ciudad se excavó

una gran puerta monumental por la que pasaba la calzada, que kilómetro y medio más allá atravesaba un riachuelo. Este es el único lugar a que pueden referirse las palabras de Hch

16,13: «El sábado acudimos fuera de la puerta de la ciudad a la orilla de un río, donde suponíamos que estaría el lugar de oración». Evidentemente, en la ciudad no había ninguna sinagoga; la comunidad judía seguramente contaba con muy pocos miembros, y algunos de

ellos se juntaban los sábados en algún lugar junto al río.

Tesalónica. La siguiente gran ciudad situada en el recorrido de la Vía Egnatia y en

que Pablo fundó una comunidad cristiana fue Tesalónica, distante unos 112 kilómetros de Filipos; es la moderna Salónica, la ciudad más importante de Grecia después de Atenas. No

ha sido posible realizar allí excavaciones muy amplias, ya que la ciudad moderna tiene sus edificios sobre las ruinas de los antiguos. La ciudad fue fundada hacia el año 315 a. C. y se

le puso el nombre de la hermana de Alejandro Magno. La Vía Egnatia es aún su medió de comunicación más importante, y en un determinado punto pasa bajo el triple arco erigido por el emperador Galerio (305-311 después de Cristo).

Atenas. Dejando atrás Tesalónica y Berea, ciudades de Macedonia, marchó Pablo a

Atenas, donde aguardó la llegada de Silas y Timoteo. Ya estaban lejos los días en que la ciudad se hallaba en la cumbre de su esplendor, allá por el siglo v a. C., pero aún era uno de los grandes centros mundiales del saber filosófico, la arquitectura, la poesía y el arte. En la

actualidad posee aún algunos de los más notables y mejor conservados monumentos de la Antigüedad (fi. 204).

23

Pfeiffer, Atlas completo de la Biblia, 210

Corinto. De Atenas pasó Pablo a Corinto en su segundo viaje de misión. Se detuvo allí por

espacio de un año y seis meses; más adelante escribiría a aquellos cristianos sus dos Cartas a los Corintios. Corinto dominaba la ruta que unía por el estrecho istmo de su nombre la

Grecia central y el Peloponeso; era, por tanto, un centro natural para el tráfico marítimo que unía Lequeo al oeste con Céncreas al este. Los navíos pequeños eran arrastrados a lo largo del corto trayecto que separaba ambas ciudades, mientras que los cargamentos más pesados

se transportaban por tierra y se volvían a embarcar de nuevo.24

LA GEOGRAFÍA DEL LIBRO DE APOCALIPSIS

El último libro de la Biblia fue escrito en la pequeña isla de Patmos, del grupo dé las Espóradas, al suroeste de Asia Menor y al oeste de Rodas. Patmos está situado a 113

kilómetros al suroeste de Éfeso. Tiene una circunferencia aproximada de treinta y dos kilómetros y cubre un territorio de unos 129 kilómetros cuadrados.

Las siete iglesias de Asia

El libro de Apocalipsis, los capítulos 2 y 3, contienen cartas a las siete iglesias de Asia proconsular, el nombre dado a las tierras de Misia, Lidia, Caria y parte de Frigia. Este territorio había pertenecido a Pérgamo, una ciudad-estado que alcanzó la cumbre de su

cultura bajo Eumenes II (197-159 A.C.). La independencia de Pérgamo llegó a una conclusión dramática cuando Átalo III (m. 133 A.C.) legó su reino al pueblo romano.

Posteriormente llegó a ser la provincia de Asia, con Pérgamo como su capital y Éfeso y Esmirna como sus ciudades principales. Las cartas fueron dirigidas a:

24

G. E. Wright, Arqueología Bíblica.

Éfeso (Apocalipsis 2:1). Éfeso era la ciudad más importante del distrito en el cual se

hallaban las siete iglesias, y sirvió como capital de Asia romana. Había sido visitada por Pablo en su segundo viaje misionero, y un ministerio que se extendió por más de dos años

tuvo lugar en Éfeso durante el tercer viaje del apóstol.

Esmirna (Apocalipsis 2:8). A unos sesenta y cuatro kilómetros directamente al

norte de Éfeso está Esmirna, la moderna Izmir, un puerto importante del Egeo en Turquía occidental. Esmirna fue fundada en el siglo doce antes de Cristo por. Los griegos eolios y

adquirió gran riqueza por medio del comercio entre Asia y el Occidente. Fue reconstruida por Alejandro Magno. Aunque la única mención que recibe en la Biblia se encuentra en Apocalipsis, posteriormente se convirtió en un importante centro cristiano. Policarpo era

obispo de Esmirna antes de su martirio en el 155 A.D. La carta en Apocalipsis sugiere que la iglesia de Esmirna era pobre, y que había sufrido persecución por haber rehusado

participar en el culto romano de adoración del emperador. Pérgamo (Apocalipsis 2:12). A noventa y siete kilómetros al noreste de Esmirna, en

el distrito de Misia, estaba la ciudad de Pérgamo. Había servido como capital de uno de los reinos pequeños que surgieron tras la desintegración del imperio de Alejandro. La escultura

de Pérgamo adquirió gran fama a través del mundo antiguo.

El autor del Apocalipsis habla del trono de Satanás en Pérgamo (Apocalipsis 2:13).

Este puede haber sido el gran altar de Zeus que se elevaba casi quince metros dentro de un peristilo en la terraza inferior de la ciudad. Su base tenía más de 929 metros cuadrados.

Tiatira (Apocalipsis 2:18). Tiatira era una ciudad de la antigua Lidia en el camino

de Pérgamo a Sardis. Fue establecida por Seleuco I durante el tercer siglo antes de Cristo en

una estratégica carretera comercial. Adquirió gran prestigio de sus colonos macedonios, los cuales formaron gremios de tejedores, tintoreros, curtidores, y metalúrgicos. El moderno

pueblo de Ackisar se halla en el sitio de la antigua Tiatira.

Sardis (Apocalipsis 3:1). A cuarenta y ocho kilómetros al sur de Tiatira, entre el río

Hermos y el monte Tmolos, estaba la ciudad de Sardis, fundada alrededor del1200 A.C. Posteriormente sirvió como la capital del poderoso reino de Lidia. Bajo Creso, su rey

fabulosamente rico (circa 560-cerca 540 A.C.), los lidios acuñaron las primeras monedas en la historia. Más tarde, los griegos adoptaron esta práctica que muy pronto llegó a ser común entre todos los pueblos civilizados. La riqueza de Sardis provenía en parte del comercio, en

parte de su ubicación en las productivas llanuras del río Tmolos, y en parte de los textiles y joyas producidos por sus artesanos. Estaba situada donde se juntaban las culturas del este y

del oeste en el imperio lidio. En la época romana, los cultos de misterio del antiguo Oriente contaban con ricos adeptos en Sardis. Los devotos del culto a Cibeles se atribuían el poder de resucitar a los muertos. En Apocalipsis se da alabanza a los pocos en Sardis que no han

manchado sus vestiduras y por tanto eran dignos de andar con Cristo en ropas blancas (Apocalipsis 3:4). Sardis muy pronto llegó a ser un centro del cristianismo en Asia Menor.

Filadelfia (Apocalipsis 3:7). A unos cuarenta y cinco kilómetros al sureste de

Sardis, a orillas del rio Cogamis, tributario del Hermos, estaba la ciudad de Filadelfia,

nombrada por su fundador, Átalo Filadelfo de Pérgamo (m. 138 A.C.). Filadelfia fue

destruida varias veces por terremotos, pero su historia continua bajo el nombre moderno de

Alasheher. La iglesia de Filadelfia fue alabada por haber guardado la Palabra de Dios y recibió la seguridad de que Dios guardaría a sus fieles de la hora de la prueba que ha de

venir sobre el mundo entero.

Laodicea (Apocalipsis 3:14). Laodicea, la capital de Frigia, quedaba a unos ochenta

kilómetros de Filadelfia. Estaba situada en el fértil valle del río Lico en una red de carrearás comerciales que venían del este a Pérgamo y Éfeso. Su antiguo nombre era Dióspolis, pero

el rey sirio Seleuco II la nombró de nuevo en honor de su esposa Laodice. La iglesia de Laodicea recibió la reprensión más severa de todas. Había sido infectada con

la prosperidad mundana de la ciudad. Hoy día, Laodicea está en ruinas. Un teatro, un acueducto, un gimnasio, y los sarcófagos hablan de una gloria desvanecida desde hace

mucho tiempo. El orden de las iglesias descritas en Apocalipsis sigue un circuito que comienza en Éfeso,

viaja al norte a Esmirna y Pérgamo, de allí al sureste a Tiatira Sardis, y Filadelfia, hasta alcanzar el extremo meridional y oriental en Laodicea.25

25

Pfeiffer, Atlas completo de la Biblia, 230-234

ANEXOS

BIBLIOGRAFÍA

Dana, H. E. El mundo del nuevo testamento. Texas: Casa Bautista de Publicaciones.

1985.

Packer, J. I. Enciclopedia Ilustrada de Realidades de la Biblia. EE.UU.: Caribe

Betania, 1999.

Pfeiffer, Charles F. Atlas completo de la Biblia. EE.UU.: Unilit, 1997.

Wright, George E. y Filson, Floyd V. ed., Atlas Histórico Westminster de la Biblia.

Casa Bautista de Publicaciones, 1979.

Wright y Filson, ed. Atlas Histórico Westminster de la Biblia.

Gama, Roberto ed. Diccionario Bíblico Arqueológico.

Wright G. E. Arqueología Bíblica.