Ana CABRERA LAFUENTE, Tejidos y Alfombras del Museo de la Alhambra

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TEJIDOS Y ALFOMBRAS DEL

MUSEO DE LA ALHAMBRA

Palacio de Carlos V - Granada noviembre 1997 -julio 1998

La autora de los textos y de las fichas es Ana Cabrera Lafuente. con la excepción del apartado dedicado a las ins­cripciones árabes. del capítulo "Tejidos Egipcios». y del apartado de epigrafía. de las fichas. obra de D' Carmen Barceló. Las fichas no 1 O y 17 así corno el tejido no 3859 son obra de Myriarn de Gregorio.

Coordinación General: Esther Cruces Blanco

Revisión de Textos: Ana Cabrera Lafuente Carmen Barceló

Edita: Archivos y Publicaciones Scriptoriurn. S.L.

Maquetación, fotomecánica e impresión: Tecnographic. S.L.

ISBN: 84-922394-5-X Depósito legal: SE-2.129/ 1997

© de la edición: Patronato de la Alharnbra y Generalife Archivos y Publicaciones Scriptorium. S.L. Los autores Los fotógrafos

EXPOSICIÓN

Comisaria: A:-.:.;, CABRERA LAFUE!\ TE

Colaboradores: CARME'-: BARCELÓ

MIRYAM DE GREGORIO

Coordinadora General de la Exposición: ESTHER CRCCES BLA"CO

Diseño y proyecto expositivo:

Arquitecto: JUA" PABLO RODRÍGCEZ FRADE

Asistencia Técnica: PURIFICACIÓ" MARINETTO SÁ"CHEZ

(Jefa del Departamento de Conservación de Museos)

Restauración: Quéntirna. S.A.

Dibujos: ANTIE WICHTREY

Fotografía: JosÉ LATOVA

A"A CABRERA LAFUEKTE

M" DOLORES GAYO

ANDRÉS GARCÍA

MLSEO DEL PRADO

BIBLIOTECA NACIOKAL MADRID

BIBLIOTHEQUE NAT!Ol\ALE. PARIS

VICTORIA & ALBERT MLSElTM

BIRO ED. PARlS

A & C BLACK. LONDRES

Colaboración y Patrocinio: Haos del Kulturen der Welt. Berlin

Montaje: Logística de actos, S.L.

Agradecimientos: ÁNGEL CRUZ PLAZA

JAVIER GARCÍA- VAQUERO Á LV ARO

PRESENTACIÓN

Los tejidos, las telas, los bordados, son elementos cotidianos, íntimamente unidos a la persona y a su relación con los demás. Los tejidos y las telas son y han sido a lo largo de la His­toria el elemento básico para la elaboración del vestido, pero también han servido para cubrir suelos, paredes y techos, para cerrar puertas y ventanas, para cubrir al recién nacido y para amortajar al finado. Pero junto a estos cometidos primarios, los tejidos adquirieron un valor ajeno a estas funciones básicas, el vestuario llegó a definir el estatus social, expresaba el esta­mento de quien lo llevaba, diferenció al pudiente del que no lo era, el colorido o la ausencia del mismo, marcaba diferencias, así como el uso de decoraciones (bordados, pedrerías, aplicacio­nes) o la abundancia o escasez de pliegues, ropas sobrepuestas, etc. De igual forma, la necesidad de cubrir suelos y paredes para aislar los habitáculos fue también una forma de marcar diferen­cias sociales, económicas, religiosas, etc. Las alfombras, cortinas y tapices lograron así servir para expresar la condición de su dueño y, además, sirvieron para que sus programas iconográ­ficos y simbólicos «hablaran», a quienes los contemplaran, de su propietario.

Al-Andalus fue, también para este aspecto concreto de la cultura material, un espa­cio para la síntesis de estilos y técnicas, para la experimentación y desarrollo de diseños y usos de los tejidos. Durante la Edad Media, Andalucía fue centro de intercambio de tejidos (en sus múltiples y diversos usos) y desde aquí irradió una conquista del norte cristiano con tejidos musulmanes, a veces procedentes de tierras más lejanas.

El Próximo y el Lejano Oriente y el Magreb, el Mediterráneo, en general, fueron desde la Edad Media hasta el siglo XIX -incluso lo son en nuestros días- focos que irradia­ban el atractivo de sus tejidos exquisitos (seda, lino) y de sus imaginativas alfombras. De este amplio período cronológico y de una variada tipología se muestran ejemplos en la Exposición «Tejidos y Alfombras del Museo de la Alhambra».

La Consejería de Cultura y el Patronato de la Alhambra han querido, una vez más, dar a conocer parte de esta importante colección conservada en el Museo de la Alhambra. Pero si la presentación de estas atractivas y exquisitas piezas a través de una exposición es una función importante y necesaria, no lo es menos el hecho de que previamente hayan sido restaurados todos los tejidos y alfombras del Museo de la Alhambra. Y desde luego, a tra­vés de su estudio y difusión, mediante la publicación del Catálogo, se facilita, sobremanera, el acceso al estudio e investigación de estas piezas.

Carmen Calvo Poyata Consejera de Cultura

Junta de Andalucía

PRÓLOGO

Los tejidos están considerados como una de las manufacturas más delicadas, este hecho junto con los escasos restos antiguos que se encuentran, en comparación con otros materiales como la cerámica, el metal o la piedra, hace que sean desconocidos al gran públi­co y que el número de exposiciones y Museos que los muestren sea menor. El estudio de los tejidos proporciona información interesante sobre aspectos tales como el uso de las materias textiles y tintoreras, la extensión y cultivo de las mismas, el nivel tecnológico alcanzado e incluso las relaciones comerciales entre diferentes áreas, algunas muy alejadas entre sí.

El catálogo que ahora sale a luz ha sido posible gracias a una serie de personas que han permitido que la magnífica colección de tejidos y alfombras del Museo de La Alham­bra haya sido catalogada, restaurada, fotografiada en su totalidad, analizada en gran parte y preparada tanto para su almacenaje como para su exposición permanente y/o temporal. Es, en suma, una actuación modélica por cuanto abarca todos los aspectos sobre los que un Museo debe actuar: dar a conocer al público sus colecciones, preservarlas y facilitar su acce­so tanto a investigadores como al público (ya sea en el Museo o en las exposiciones).

La investigación llevada a cabo se ha dividido en dos partes principales: el estudio de los tejidos y alfombras y su restauración. En el primero se ha realizado una ficha catalográ­fica exhaustiva, siguiendo el método del C.I.E.T.A. (Centre International d'Étude des Textiles Anciennes). Este centro, sito en Lyon. ha unificado el estudio de los tejidos, crean­do un sistema de representación gráfica y de denominación técnica de la fabricación del tejido. Dentro de la ficha de cada tejido se incluyen una serie de datos técnicos, el nombre de la técnica textil empleada y una descripción pormenorizada de los elementos que lo com­ponen, la urdimbre: tipo (de base o de ligadura), tipo de hilo, torsión, color e hilos de urdimbre por centímetro (h/cm); la trama: tipo (de base o de decoración), tipo de hilo, color e hilos de trama o pasadas por centímetro (p/cm). Al final se ha hecho un breve glosario con los nombres técnicos.

La colección se compone de 82 tejidos y 14 alfombras que proceden de culturas dife­rentes. Para su presentación se ha optado por agruparlos según su procedencia, época o técnica. Se han establecido seis secciones, además de una introducción general: tejidos cap­tos, egipcios, hispanomusulmanes, de época moderna y contemporánea, bordados y alfombras, cada uno de ellos con una breve introducción y la descripción de cada uno de los tejidos o alfombras expuestos. Al final de la última sección se encuentra el resto de la colec­ción de tejidos y alfombras ordenados por orden cronológico. con una breve ficha descriptiva. El catálogo se cierra con un glosario, dos apéndices y la bibliografía.

En aquellos tejidos con inscripciones en árabe se ha contado con la inestimable cola­boración de la Dra. Carmen Barceló (Universidad de Valencia), quien se ha encargado del trabajo de lectura y transcripción de las mismas. También ha colaborado en la redacción y descripción de algunos tejidos, que por antigüedad y decoración presentaban problemas de adscripción cultural, Myriam de Gregorio.

Dentro del estudio hay que incluir los análisis de fibras. tintes e hilos metálicos que han servido, en algunos casos, para precisar la datación de los tejidos. Los análisis de fibra y tintes han sido realizados por M" Dolores Gayo y Andrés García. Los análisis de hilos metálicos han sido realizados por Ignacio Montero, en el Instituto de Patrimonio Histórico Español de Madrid, dentro del Proyecto de Arqueometalurgia de la Península Ibérica. Con­viene destacar que es la primera vez que se ha realizado en España este tipo de análisis sobre gran parte de una colección.

La restauración de los tejidos y alfombras ha sido realizada por Isabel Fernández y Belén Rodríguez, quienes han facilitado en todo momento el acceso a los tejidos -a veces en plena tarea de restauración- y cuantos datos interesantes encontraban a lo largo del arduo trabajo. La labor que han desarrollado con las piezas está programado que vea la luz en una próxima publicación que completará a este catálogo.

Las personas que han facilitado y permitido la realización de este trabajo son varias: Mateo Revilla, que ha confiado en un equipo joven, Esther Cruces, por sus consejos siem­pre acertados, Purificación Marinetto, que ha apoyado la labor investigadora, así como todo el equipo del Museo de La Alhambra que ha hecho posible esta exposición. Juan Pablo Rodríguez, que ha sabido adaptarse a las dificultades que plantea el diseño de una exposi­ción de tejidos, por sus especiales características; José Latova, autor de las fotografías que ilustran este catálogo y, mi agradecimiento se hace extensivo también a todo el equipo de montaje y edición.

Mi último agradecimiento es hacia la persona que me ha apoyado en este estudio y de una inmensa sabiduría, D. Manuel Casamar. Sin él muchos tejidos que ahora se conocen de esta colección se habrían perdido o estarían en otras manos.

ANA CABRERA LAFUENTE Comisaria de la Exposición.

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN GENERAL 15

TEJIDOS COPTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 Tejidos de la Exposición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

TEJIDOS EGIPCIOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51 Tejidos de la Exposición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

TEJIDOS HISPANOMUSULMANES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 Tejidos de la Exposición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84

TEJIDOS DE ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA . . . . . . . . . . . . . . 87 Tejidos de la Exposición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94

BORDADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123 Bordados de la Exposición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128

ALFOMBRAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141 Alfombras de la Exposición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150

OTROS TEJIDOS Y ALFOMBRAS DE LA COLECCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . 161

GLOSARIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185

BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189

APÉNDICES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197 Apéndice 1: Análisis de fibras y tintes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199 Apéndice 11: Análisis de los hilos metálicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201

INTRODUCCIÓN GENERAL

A la hora de abordar un estudio en profundidad de una colección textil hay que tener en cuenta varios aspectos que deben tratarse de manera individual en cada pieza, y que pasan a integrarse en la descripción general de la misma. Estos aspectos son: la materia prima (fibra textil y tintes), la técnica y el modo de ejecución del tejido o alfombra. En las páginas siguientes se van a enumerar, describir y definir brevemente los términos que después apa­recerán en la catalogación de las piezas.

FIBRAS TEXTILES:

Desde muy pronto, en los albores de la humanidad, se tiene constancia del uso de productos naturales destinados al vestido. Estos son básicamente de dos tipos: vegetales y animales.

- Fibras textiles ¡·egetales: lino, algodón, esparto, fibra de coco, etc. Las que intere­san de cara al estudio de los tejidos del Museo son el lino y el algodón.

-Lino (linum ustatussimum): una de las fibras utilizadas desde más antiguo. Se extrae del tallo de la planta del mismo nombre. Es autóctona de Siria, África del Norte, España y Egipto. La planta necesi­ta de ambientes húmedos para su cultivo. siendo especialmente buenas las tierras de aluvión. La calidad de lino depende del momento de su recolección dentro del periodo de madurez y la obtención de hilos de lino se consigue después de reali­zar varios procesos, que comienzan con la recolección, el secado, una limpieza o enriado para aislar las fibras del tallo. el golpeado, el espaldado o rastrillado. para pasar al peinado que separa las fibras y por último el blanqueo con disoluciones de carbonato sódico. Fig. 1: Planta del lino

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- Algodón: Esta planta originaria de la India, tiene dos variedades : gossypium herbaceum procedente del norte de la India, y el gossypium arboreum cuyo origen es el sur de la India. Ambas variedades fueron extendiéndose geográficamente poco a poco, pero será el algodón procedente del norte de la India el que colonice primero la zona del Tigris y Éufrates, más tarde Egipto y con el imperio musulmán alcance el Norte de África y España.

Crece en áreas tropicales o subtropicales, en regiones cálidas y húmedas, con una estación seca. El mejor cultivo se da en las zonas de huerta con irrigación controlada. De la planta sólo se utiliza la borra o masa blanca que envuelve la semilla del algodón. Para obte­ner el hilo, se recoge y prensa la borra, se limpia, carda, peina y estira, para por último hilarlo.

- Fibras textiles animales: seda, lana, biso o seda marina (procedente de un molus­co), lana de camello, etc. Los tejidos de la colección del Museo utilizan solamente dos de las fibras textiles de procedencia animal : la lana y la seda.

- Lana: esta fibra junto con el lino es utilizada desde la Prehistoria. Su área de producción es muy extensa, ya que se corresponde con aquellas en las que se cuida la oveja, normalmente en sociedades nómadas , semi-nómadas, o trashumantes. En la Antigüedad eran conocidos como centros laneros de importancia España, África del Norte, Egipto y Siria. Durante la Edad Media se comenzó a criar en nuestro país un nuevo tipo de ganado lanar, el merino, que daría fama a la lana española en todo el Viejo Mundo. Para obtener la fibra textil se empieza con el corte de los vellones de lana de la oveja, el denominado esquileo, después se lava y seca, para finalizar con el car­dado e hilado.

Fig. 2: Capullo de seda.

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- Seda: es el hilo que segrega la oruga de la mariposa bombyx mori. Esta oruga se alimenta de las hojas de la morera y sólo puede criarse en aquellos lugares donde crezca este árbol. La necesidad de una temperatura moderada para su desarro­llo impide que aparezca en latitudes superiores a los 40° norte.

Esta materia textil, la más apreciada de todas, fue durante siglos exclusiva del Imperio Chino. A partir de la Alta Edad Media comenzó a ser cultivada en Persia, después en Bizancio y con el imperio islá­mico se extendió a todos los territorios bajo su dominio que presentaban condiciones adecuadas para su desarrollo.

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Fig. 3: Mapa de la introducción de la seda en el Mediterráneo entre los siglos VIII-XII

Tanto en la seda como en el algodón, su introducción en nuevas regiones exigió que los agricultores y artesanos especializados en su obtención y manufactura se desplazaran con ellas, difundiendo el conocimiento técnico necesario para su aprovechamiento. Los principales lugares de producción a partir de la Edad Media fueron España, Siria, Turquía e Italia; Egipto por sus condiciones climáticas no podía cultivar ni producir seda, por lo que tuvo que importarla.

Los procesos que han de seguirse para la obtención de la fibra textil son varios. Empieza por el ahogamiento de la crisálida, ya que la seda de mejor calidad se obtiene antes de que la mariposa salga del capullo. Se las ahoga mediante calor en hornos. Después, para obtener el único filamento de seda con el que está hecho el capullo (cuya longitud varia entre los 300 y 1.500 m.) se tiene que limpiar de una cubierta gomosa, llamada sericina, median­te su inmersión en agua caliente jabonosa y batido. Finalmente se unen varios filamentos de seda y con ello se obtiene un hilo de diámetro uniforme.

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- Hilos metálicos

Otras materias utilizadas para hacer hilos son los metales preciosos. El uso del oro y la plata en forma de hilos se remonta al tercer milenio a.C. En un primer momento se utili­zaba una lámina de metal muy fina enrollada a un hilo, o también se aplicaban pequeñas láminas de metal al tejido.

Durante Edad Media, alrededor del siglo XI, se produce una innovación con el lla­mado hilo entorchado u oro de Chipre. El metal, en láminas muy finas, en este caso está pegado a una membrana de animal, generalmente de estómago de oveja o de cuero, y enro­llado a un hilo, normalmente de seda.

Fig. 4: Hilo entorchado. Fig. 5: Hilo de plata dorada.

Estos hilos facilitan enormemente la labor del tejedor, ya que se trabajan de la misma manera que el resto de los hilos, de ahí que a partir del siglo XI, y especialmente en los siglos posteriores, se multipliquen las manufacturas con hilos metálicos.

A partir del Renacimiento el tipo de hilo metálico cambia y se generaliza el uso de hilos de plata dorada, que abarataban los costes ya que la cantidad de oro empleada se redu­ce drásticamente manteniendo un aspecto y color similar. Poco a poco, las aleaciones de plata con cobre, imitando también hilos dorados, se extienden rápidamente, hasta que en el siglo XVI se introduce el llamado oro falso o latón.

TINTES

Otro aspecto técnico a estudiar son los tintes o productos químicos con los que se colo­rean los hilos. Hasta el siglo XIX fueron productos naturales, procedentes del mundo vegetal, animal o mineral. A continuación se hace un resumen de los principales tintes por colores.

- Rojo: este color tiene una gran gama desde el rosa al violeta. Sus tintes son de procedencia vegetal y animal. Entre Jos de origen vegetal destacan la rubia o granza (rubia tinctorum), originaria de Asia, pero que también se encuentra en toda la cuenca medite­rránea. Se utiliza la raíz seca y pulverizada, disuelta en agua caliente. La hena (lawsonia

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inermis linne) es una planta tropical que en la Antigüedad se cultivaba en Egipto, Siria y Chipre; durante la Edad Media en los mercados islámicos se consideraban un fraude los tejidos teñidos con ella por que su color se alteraba con la luz solar.

De procedencia animal es el murex, molusco del que se obtenía la famosa púrpura de la Antigüedad. La orchilla (rochella tinctoria), un liquen que se encuentra en las rocas bati­das por el mar Mediterráneo, costa atlántica de Marruecos e Islas Canarias, se utilizó especialmente en la Antigüedad Tardía (en los tejidos coptos). Después de su abandono, qui­zás por su escasez, volvió a emplearse a partir del siglo XIV

Fig. 6: Quermes. Fig. 7: Cochinilla americana.

Otros tintes rojos proceden de insectos, de dos especies en particular, el quermes y la cochinilla. El primero es un insecto (quermes vermilio) que vive entre las ramas del roble o la encina (quermes ilicis). El color se extrae de las hembras. Durante la Edad Media fue muy utilizado hasta que con el descubrimiento de América se introdujo la cochinilla. Este otro insecto (dactylopius coccus), originario de América central, vive en los cactus, y fue rápi­damente introducido en Europa, como demuestra que fuera empleado en el Temo del rey Fernando el Católico de 151 O. Al igual que en el quermes, el color se obtiene de la hembra antes del desove.

-Amarillo: la gama va desde un amarillo pálido hasta el naranja. Los tintes más uti­lizados son de origen vegetal: la gualda y el azafrán. La gualda (reseda luteola) es una planta herbácea que crece en Europa y Anatolia. En la actualidad está en vías de extinción y, por ejemplo, en Francia está prohibida su recolección. Durante la Edad Media se utilizaba tanto para el color amarillo como para el verde mezclando la gualda con un tinte azul. Esta plan­ta se aprovecha al completo, la raíz, las hojas y los frutos son las partes que contienen más materia tintorera.

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Fig. 8: Planta de la gualda.

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Fig. 9: Planta del índigo.

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El azafrán (cartlwmus tinctorius) e~ originario de Asia. y su cultiYo tanto como plan­ta tintorera como especia se extendió por toda el Mediterráneo. siendo Egipto y España dos de las áreas de mayor producción desde la Edad Media.

-Azul: sólo dos plantas permiten obtener este color: el índigo y el pasteL La planta del índigo (indig(Jfem spccies) presenta varias especies. pero son dos las que nos interesan. el índigo originario de la India Undigofi>m tinctoria) y que se extendió por las zonas con clima tropical y sub-tropicaL y el índigo lindigofem argenteo) nativo de Egipto y Etiopía. cultiYado en el Norte de África. Ambos fueron usados como plantas tintoreras hasta el siglo XIX. De esta planta se utilizan las hojas. Para extraer el color es necesario la inmersión en cubas con agua caliente de los hilos a teñir junto a las hojas de índigo. Es el único tinte que no necesita de un mordiente (sustancia que ayuda a fijar el colon para teñir tanto la seda. como el algodón. lino o lana. El comercio de este tinte fue uno de los más florecientes de la Edad Media.

El pastel o glasto ( ismis tinctoria) es natural de la Europa templada y mediterránea. Durante la Edad Media) Moderna se utilizó en aquellas regiones donde no se podía culti­\'ar el índigo. como en España. Se utilinm las hojas y proporciona un color más claro que el índigo.

-Verde: este color. cuya gama 1a desde el \erde-gris al 1erdc oscuro. se consigue mediante la mezcla de dos colores el amarillo y el azuL Las fuentes históricas como el Colcndario de Córdoba hablan también de un tinte de origen mineraL el cardenillo. que se fijaría al tejido mediante el vinagre. Los análisis realizados hasta el momento. tanto en teji­dos de la colección del Musco de La Alhambra como de otros Muscos. no han identificado ningún caso que utilizara esta última técnica. apareciendo siempre la mezcla de amarillo y

azuL

- Negro: se consigue mediante tintes de origen \ cgetal. siendo el más importante el ,rumaque lrh11.1 corioria); proporciona una gama amplia de color desde tonos grises al negro. Este arbusto crece en toda la cuenca mediterránea y de él se utilizan las hojas. Es un exce­lente tinte para lana, seda y algodón. También era utilizado para obtener otros colores como el <<rojo turco>> junto con la granza. En la Edad Media se cultivaba en el mundo árabe, espe­cialmente en Palestina, y se utilizaba también para teñir el cuero.

El proceso del tintado se realizaba normalmente en cubas con el tinte disuelto en agua caliente y con la ayuda de otra sustancia para fijar el color: el mordiente. Durante la Edad Media fueron varios los mordientes utilizados. el más conocido el alumbre. junto al cobre y el hierro. que en función de su proporción hacían variar el color.

LAS INNOVACIONES TÉCNICAS DEL XIX

Será a partir del siglo XIX cuando el desarrollo industrial y la investigación propor­cionarán nuevas materias a la industria textil. Aparecen fibras derivadas ele la celulosa y

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Fig. 10: Hilos de seda teñidos con índigo procedentes del fragmento 6445 (240x).

Fig. 11: Hilo de lana teñido de rojo con liquen orchilla procedente de la pieza 6417 (240x).

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otras de carácter sintético obtenidas de los plásticos que son las que usamos en la actuali­dad. Entre estas últimas destaca el nylon. que toma el nombre de la abreviatura de las dos ciudades donde se inventó simultáneamente: Nueva York y Londres.

Aparecen nuevas aleaciones metálicas como la de plata y níquel o la plata de alpaca (Cu-Zn-Ni) mediante el galvanizado y se desarrollan nuevas técnicas de laminado que redu­cen el espesor y el peso de los hilos.

Los tintes naturales han ido desapareciendo con el tiempo siendo sustituidos por los tintes artificiales derivados de la anilina, substancia descubierta a mediados del siglo XIX. A partir de ese momento se consiguió ampliar la gama de colores utilizados.

La identificación de las fibras textiles, los tintes y la composición de los hilos metá­licos con técnicas modernas nos proporcionan pistas sobre la cronología del tejido. En la actualidad los estudios textiles se apoyan en esos análisis para conocer en profundidad el tejido, métodos de fabricación y materias primas (fibras. metales, y tintes). La catalogación de los tejidos no puede basarse en criterios estilísticos y necesita de toda la información complementaria que defina técnicamente a esas producciones.

TIPOS DE TEJIDOS Y TELARES

En el proceso de tejer. los hilos dispuestos de manera vertical (urdimbre) constitu­yen la parte pasiva del tejido, que normalmente permanece fija en el telar, mientras que los hilos horizontales (trama), la parte activa, son los que se entrecruzan con la urdimbre. Según sea el tipo de entrecruzamiento se obtendrá un tipo diferente de tejido o ligamento. Tres son los ligamentos de base: el lienzo o tafetán, la sarga y el raso (Fig. 12).

El tafetán, cuando es un tejido de seda, o lienzo en el resto de fibras, es el más sen­cillo de los ligamentos: la trama y la urdimbre se cruzan alternativamente en cada hilo.

La sarga es un ligamento en el que la trama pasa por encima de dos, tres o cuatro hilos de urdimbre y uno por debajo; en las siguientes pasadas se pasará por debajo del pos­terior al inmediato, creando un efecto de líneas en diagonal.

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Fig. 12: Esquemas de los ligamentos de tafetán o lienz.o, sarga y raso.

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Por último el raso, el más complicado de los ligamentos sencillos. la trama pasa por debajo de uno y luego por tres, cinco o más hilos de urdimbre, en la siguiente pasa­da cambia y pasa primero por tres, cinco o más hilos de la urdimbre y luego uno debajo, con ello se consigue tapar por completo la urdimbre y dar la sensación de una superficie lisa.

Estos tres ligamentos sirven de base para los demás tipos de tejidos más complejos, que utilizan varias tramas y urdimbres, como el terciopelo, el samito o el lampas.

Otra técnica utilizada para decorar los tejidos es la tapicería. Sobre el tejido de base, normalmente un lienzo o tafetán, se realiza la decoración con hilos de trama dispuestos en espolines o pequeñas lanzaderas, que van cambiando según el color utilizado. Esta técnica, muy antigua, fue utilizada principalmente por los coptos y el mundo árabe hasta la Baja Edad Media.

El lampas, el terciopelo o el damasco son ligamentos que surgen a partir de la Edad Media como método para hacer la decoración mediante la combinación de tramas y urdim­bres sin necesidad de cambiar los espolines y lanzaderas, con el consiguiente ahorro de tiempo. Estos ligamentos cubren casi por completo la urdimbre por lo que en ésta se utili­zarán hilos de menor calidad o distinta materia, abaratando costes.

Los tejidos se manufacturaban en telares. Los más antiguos, horizontales o vertica­les, podían ser fijos o tener pesas, que mantenían la urdimbre tensa. La evolución de los telares está íntimamente relacionada con la historia de China. La invención del telar de peda­les procede de este país y llegó a Occidente junto con la seda. Este telar realiza los ligamentos más simple como el tafetán, permite realizar a la vez la decoración mediante la tapicería y tejer otros ligamentos más complicados.

Otro tipo de telar es el llamado de tiro o de lazos que permite la repetición de los motivos decorativos a lo largo y ancho de la pieza, mediante lanzaderas accionadas por un mecanismo que las lleva de orillo a orillo. Este telar será el utilizado en tejidos más com­plicados como el damasco.

Fig. 13: Telar de pesas y horizontal.

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Por último. con la revolución industrial uno de los campos más desarrollados será el textil. En el siglo XVIII se inventa el telar de Jacqard. que funciona mediante ta1jetas agu­jereadas que reproducen el diseño que se quiere tejer. bte telar permitirá la mecanización del arte textil. proceso que se ha beneficiado de todos los adelantos técnicos realizados en los dos últimos siglos.

Fig./4: telur de pedales !siglos XV-X\'1).

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TEJIDOS COPTOS

Descendientes de los antiguos egipcios, los coptos fueron llamados por los griegos Aigyptios, término que derivó en árabe a kipt. A través de su lengua, religión y arte tradi ­cional, los coptos mantuvieron su identidad cultural frente a los griegos, romanos, bizantinos, persas y árabes, pueblos que ocuparon el valle del Nilo desde los tiempos de Ale­jandro el Grande hasta nuestros días.

La expresión más característica del arte copto es, sin duda, la textil. Mientras que los tejidos de otras áreas del Medite­rráneo antiguo han desaparecido, los realizados por los coptos no sólo han sobrevivido en gran número, sino que incluso conservan sus brillantes colores de antaño, debido a su excelente preservación en ambiente seco y con poco oxígeno.

En este buen estado de conservación, si se tiene en cuenta que es una materia orgá­nica muy frágil y antigua, también han influido las costumbres funerarias coptas. Siguiendo sus ancestrales tradiciones ente­rraban a los muertos en las estribaciones arenosas, entre el borde del valle del Nilo y las colinas que separan las tierras de cultivo del desierto. Hacia el siglo 11 d. C. el embal­samamiento y otros ritos estaban reservados sólo a la clase alta. Los coptos excavaban tumbas poco profundas y no empleaban ataúd. Antes de la inhumación preparaban los cuerpos sumergién- dolos en una mezcla de sales, luego eran vestidos con sus ropas de diario y envueltos en sudarios, alrededor del cuello se colocaba una tabla de madera escrita con el nombre y la condición social del difunto. Algunos apoyaban su cabeza en almohadas e iban acompañados por joyas, amuletos u objetos de la vida cotidiana, que también se han conservado.

Fig.l: Representación de Teodosia vestida con túnica ( Antinoe, Egipto).

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A pesar de su buen estado. son muy pocos los vestidos completos que han podido ser recuperados. la mayoría encontrados en el curso de excavaciones arqueológicas. Hoy día, tanto en colecciones privadas como en museos. existen gran cantidad de fragmentos de teji­dos coptos repartidos por todo el mundo. Estos fragmentos tan dispersos, de todos los tamaños (el mayor se guarda en la Fundación Abbeg de Suiza). de colores vivos y con una rica decoración tejida. son una expresión única del arte textil desde finales del Imperio Romano hasta la Edad Media.

Los pequeños fragmentos que se encuentran en ios muscos corresponden general­mente a las partes decoradas y su tamaño se debe a que eran recortados de los vestidos para ser vendidos.

A pesar de la gran tradición arqueológica de Egipto. desarrollada a partir de 1 t\t\0. no es hasta épocas más recientes cuando los investigadores empiezan a valorar la cultura copta.

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Fig. 2: Modelos de túnicas coptas.

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Fig. 3: Modelos de chales captas.

Las evidencias aportadas por Jos descubrimientos en las tumbas captas, no sólo de vestidos, sino también de manifestaciones artísticas con representaciones de personajes vestidos de época (Fig. 1 ), indican que predominó la moda de la túnica desde el Imperio Romano hasta finales del siglo VI y principios del VII d. C. Este vestido simple, tejido de una sola pieza con mangas lo usaban hombres y mujeres. Los distintos colores y la deco­ración, tanto en la parte delantera como en la trasera, enriquecían la túnica, normalmente de lino. La decoración más común consistía en bandas verticales, los clavi, que descen­dían desde los hombros y normalmente iban acompañados de bandas en el cuello y mangas. En las túnicas más elaboradas se encuentran círculos, los orbiculi, y cuadrados, las tabulae, en la zona de los hombros y del bajo, otras veces estos círculos y cuadrados se rodeaban de bandas haciendo un cuadrado, llamadas gammadiae, cerca del bajo, o el bajo mismo se decoraba con un borde, llamado paragauda (Fig. 2). Estas decoraciones tejidas eran reutilizadas en otras túnicas, cuando la primera se dejaba de usar. Sobre el vestido solían llevar un largo chal (pallium), que derivaba del himation griego, se colo­caba sobre los hombros y servía de sudario. Además usaban otro chal más pequeño (chlamys) y más ligero que colgaba del hombro derecho (Fig. 3). Variaciones sobre este tipo de vestido fueron usadas en Egipto hasta la Edad Media. Además de túnicas, los cap­tos tejían elementos para el amueblamiento de las estancias, cortinas, almohadones, etc. En la actualidad es difícil conocer la utilidad de los fragmentos conservados, pero aque­llos que están realizados íntegramente en lana, suelen estar catalogados como cortinajes.

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Fig. 4: Localización de los principales centros textiles captas.

La manufactura textil se concentra­ba en los alrededores del delta del Nilo y en algunas ciudades a los orillas de este río, como Tanis, Antinoe, Panopolis o Arsinoe (Fig. 4). La explicación se debe a que el lino se cultiva en zonas de regadío, y para su tratamiento se necesitaba sumer­girlo en agua.

Además el río Nilo actuaba como vía de comunicación y, en este caso, como camino de salida de la producción a otros mercados como los del Próximo Oriente (Antioquía entre otros), o los europeos, teniendo como punto final Constantinopla.

En casi todos los tejidos coptos la manufactura de la túnica y de los chales era en lino. La decoración era tejida en tapicería con lanas de colores y lino sin teñir. La tapicería es el método menos mecánico y una forma de bordar casi directamente la urdimbre. Los paneles decorados se tejían a la vez que el resto de la túnica, como se ve en ejemplares del siglo IV y VI, pero más tarde, a partir del siglo VIII, comenzaron a tejer por separa­do las partes decorativas que eran cosidas a la túnica.

La técnica de tapicería sobre lino es muy antigua y data de la época faraó­

nica en Egipto. El uso de la lana en la tapicería fue más reciente, en la época de los Ptolomeos (323-30 a.C.). En esta etapa la moda venida de Grecia y Oriente Próxi­

mo combinaba colores más brillantes, que sólo se consiguen en seda o lana, por lo que se comenzó a utilizar esta última para realizar la decoración. La lana teñida, en hilos más anchos y de colores brillantes , se utilizaba como trama que era insertada en el tejido de base y cubría casi por completo los hilos de lino sin teñir de la base.

Durante casi 1.000 años la tapicería fue la única técnica empleada para realizar la decoración en los vestidos coptos de lino. El bordado aparece muy raramente y, especial­mente, en ejemplares tardíos, con el fin de imitar los tejidos posteriores a la conquista árabe. Los tejidos en seda son raros y no son representativos del típico trabajo copto, pero sí de las influencias exteriores. Después del siglo VI d.C. muchos tejidos coptos imitan diseños toma­dos de tejidos persas o bizantinos.

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El repertorio decorativo de los tejidos coptos es muy variado tanto en sus motivos como en sus orígenes, lo que se explica como consecuencia de la afluencia de pueblos y artes en su territorio. Los motivos decorativos son en su mayoría de origen clásico, fruto de la influencia grecolatina, los de tradición oriental llegaron a través de los persas y los cristianos se deben a sus creencias religiosas.

En la decoración copta es común la presencia de figuras humanas, tanto masculinas como femeninas, vestidas o desnudas De entre ellas destacan las figuras

Fig. 5: Bailarinas del no 9 (6419).

de bailarinas, desnudas, con las piernas cruzadas y los brazos en alto y acompañadas de ins­trumentos musicales (Fig. 5). Estas figuras, de un gran naturalismo en los primeros momentos, derivan hacia una geometrización y esquematización, como se ve en los n" 2 y 1 O. También el tema de la nereida, ninfa de las aguas y en este caso del Nilo, es muy corrien­te en el corpus decorativo copto (Fig. 6). La ninfa lleva entre sus brazos algún animal fluvial , ya un ánade ya un pez. Otro motivo típico es la figura del amorcillo o putti, llevando una copa, un animal o una planta, como en las piezas n"' 3 y 4, aparece en multitud de escenas, de clara tradición clásica.

Las bailarinas, una referencia constante en el arte copto, tienen su origen en el culto dionisíaco y, por tanto, están relacionadas con la renovación de la vida y los ciclos naturales, tema de gran importancia para los coptos, ya que su agricultura depen­

Fig. 6: Nereida de la pieza no 2 (6405).

día de las periódicas subidas de nivel del río Nilo.

Dentro de la decoración los animales tienen un gran predicamento, las aves, los peces, y en especial el delfín, así como la lie­bre, los ciervos, los cuadrúpedos o los leones. Los animales representan cada uno un símbo­lo: así a la liebre se le da un significado solar, mientras que el delfín es un animal que acom­paña a los difuntos. Los motivos de peces y de aves, normalmente acuáticas, nos dan una referencia al Nilo como fuente de fecundidad y prosperidad.

Los motivos vegetales forman parte del repertorio típico de estos tejidos, ya solos, como grandes hojas de vid, ya como separa-

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Fig. 7: Motivo de entrelazas no 1 (6409).

cJOn de escenas y especialmente como árbol y fuente de vida, motivo que es reco­gido de fuentes orientales y clásicas. También la flor de loto, símbolo de Egip­to, fue un elemento muy utilizado.

Finalmente, las decoraciones geo­métricas fueron inicialmente utilizadas para recuadrar la decoración, pero con el tiempo, y especialmente tras la conquis­ta árabe de Egipto, se produjo su generalización, formando cruces, cua­drados y motivos entrelazados, normal­mente bicolores, como se ve en los n•• 1, 5 ó 6.

La lectura de los distintos motivos es clara ya que estamos ante un repertorio conocido que se interpreta gracias a las fuentes clásicas y contemporáneas al arte copto que han llegado hasta nosotros, especialmente las fuentes cristianas, que

no siempre estuvieron de acuerdo con la riqueza decorativa de la vestimenta de sus feli­greses.

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Han inventado una clase de curiosa y vana urdimbre y bordado, que tejiendo la trama y la urdimbre, imita la calidad de la pintura y representa en las vestiduras todas las formas vivas, y así ellos, sus mujeres y niños visten con túnicas con cientos de figuras .. .

Cuando salen a la calle vestidos a esta guisa, parecen frescos pintados. Los niños les rodean para reírse y señalan con el dedo los

dibujos del vestido .. . Puedes ver leones y leopardos, osos, toros y perros, bosques y rocas, cazadores y[. .. } el repertorio entero de la decoración que imita la Naturaleza ... Los más creyentes entre los ricos hombres y mujeres han elegido los pasajes de los Evangelios

para que los tejedores les representen estas historias. Y haciendo esto se creen que serán más agradables a los ojos de Dios. Si aceptan mi consejo será mejor que vendan estos vestidos y honren las imágenes

vivas de Dios.

(Asterio, Obispo de Amaseia, Siria. Fines del siglo IV, principios del V.)

La colección de tejidos coptos del Museo de La Alhambra compuesta por 11 ejem­plares, es un excelente resumen de este magnífico arte. A través de sus piezas se obtiene una visión de la variedad del arte textil copto, así como de su riqueza en colores y motivos. Son un excelente vehículo para dar a conocer a uno de los pueblos y culturas de la Antigüedad Tardía y Edad Media más desconocidos. y que, sin embargo, tuvieron una gran influencia en el desarrollo textil de nuestro país.

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TEJIDOS DE LA EXPOSICIÓN:

NÚMERO: 1 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 23,5 cm.; Alt.: 21 ,5 cm.

MATERIAS: Lana y lino.

INVENTARIO: 6409

TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo doble de lino de un cabo con torsión S de color blanco, 7 h/cm. Trama: hilo de lana de un cabo con torsión S, color ocre y marrón oscuro, 44 p/cm.; hilo de lino con torsión S de color blanco, 9 p/cm. Bordado: hilo de lino de un cabo con torsión S de color blanco. CRONOLOGÍA: Siglo V.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de medallón u orbiculus de color rojo, en la actualidad muy oscurecido por el paso del tiempo. La decoración está formada por lacerías en el centro, con detalles de color amarillo o crema, orlado por círculos o medallones. El medallón esta teji­do en punto de tapiz sobre un lienzo de color crudo. El uso de las dos fibras naturales más comunes en Egipto, la lana y el lino, así como la sencillez del tema, puramente geométrico nos lleva a considerarla como una pieza temprana, sin una posible adscripción a ninguno de los grandes temas decorativos coptos (cristianos o helenísticos).

PARALELOS: Bourget, 1964: p. 68, BlO, X5408. Cauderlier, 1985: p. 48-49.

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NÚMERO: 2 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 14 cm.; Alt.: 15 cm.

MATERIAS: Lana.

INVENTARIO: 6405

TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lana ocre con torsión S, 7 h/cm. Trama: hilo de lana ocre con torsión S, 20 p/cm.; hilo de lana marrón con ligera torsión S, 40 p/cm. Hilo de costura de color ocre torsión Z. CRONOLOGÍA: Siglos V-VII.

DESCRIPCIÓN: Medallón u orbiculus decorado con una figura humana muy esquemati­zada con las piernas cruzadas que sostiene un ánade; debajo un motivo vegetal con ramas que salen de un jarrón flanqueado por dos cuadrúpedos cuya cola es tripartita. Va orlado por la típica cenefa de olas. La escena, muy común dentro de los tejidos coptos, representa a una nereida, diosa de las aguas y un ánade, símbolo del Nilo, con el árbol de la vida, es decir, una metáfora del Nilo, río de la fertilidad y de la vida. A pesar de sus creencias cristianas los coptos siguieron representando en sus tejidos gran cantidad de escenas de su pasado helenístico, como a Hércules, ritos dionisíacos, etc.

PARALELOS: Rutschowscaya, 1990: p. 72. Lorquin, 1992: no 40, pp. 138-140.

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NÚMERO: 3-4 OBJETO: Medallones de tejido. MEDIDAS: Anch: 17,2 cm.: Alt.: 7,8 cm.

MATERIAS: Lana.

INVENTARIO: 6414-15

TÉCNICA: Tapicería. Urdimbre: lino de color crudo, con torsión S, llh/cm. Trama de decoración: lana azul, roja, verde, ocre, rosa, amarillo claro y negro con fibras rojas, torsión S, 54 h/cm. Bordado. CRONOLOGÍA: Siglos VI-VII.

DESCRIPCIÓN: Par de medallones alargados, seguramente los apliques de los hombros o tabulae de una túnica, la decoración es igual en ambos medallones aunque los putti están cambiados de lugar. Los medallones están decorados por dos putti. uno c,on una redoma y otro con un ave afrontados a un motivo vegetal central o árbol de la vida. Los putti alados son uno de los elementos más comunes en los tejidos coptos a partir del siglo V. Estos meda­llones de una gran riqueza colorista son una muestra más de la variedad de las producciones textiles captas. Ambos ejemplares llevan bordados algunos pequeños detalles de la decora­ción, circunstancia no muy frecuente en este tipo de pieza.

PARALELOS: Lewis, 1969. Rutschowscaya. 1990: p. 17. Lorquin, 1992: no 40, pp. 138-140.

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NÚMERO: 5 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 18 cm. ; Alt.: 18 cm.

MATERIAS: Lino y lana.

INVENTARIO: 6413

TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lino de color crudo de un cabo con tor­sión S, 10 h/cm. Trama: hilo de lino de color crudo de un cabo con torsión S. Trama de decoración: hilo de lana negra o azul oscura y roja, 20 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglos VI-VII.

DESCRIPCIÓN: Medallón cuadrado o tabula, podría ser el motivo central de una túnica o chal. La decoración consiste en un medallón cuadrado central con un cuadrúpedo, posible­mente un cérvido, rodeado de una cenefa bicolor que lo separa de un campo de losanges o rombos rojos silueteados de negro, orlado por círculos con un punto de color claro, que están recosidos a la pieza. Los motivos de losanges y las perlas recuerdan a los tejidos sasánidas u orientales, por lo que este medallón debe encuadrase en las manufacturas coptas de influencia oriental fechados a partir del siglo V. De este fragmento ha sido imposible encon­trar un paralelo similar, aunque sí de alguno de los elementos decorativos, por lo que la cronología es algo incierta.

PARALELOS: Lorquin, 1992: no 76, p. 213, p. 133, p. 88.

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NÚMERO: 6 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS Diám. máx.: 15,5 cm.

MATERIAS: Lana y lino.

INVENTARIO: 6400

TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lino de color crudo con torsión S, 9 h/cm. Trama: hilo de lino y lana marrón y beige, sin torsión apreciable, 18 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglos VI-VIII.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de un medallón circular u orbiculus, decorado con un motivo floral , separado mediante rombos, que ocupa todo la superficie. Esta pieza, al contrario que otros ejemplares de la colección, no está rematado por ondas o círculos, sino que lleva un hilo de lana amarillo más grueso que le cose a los escasos restos del lienzo. Se trata, por tanto, de un medallón realizado en un telar distinto al del lienzo de base, y que luego fue cosido a él. Este detalle nos sitúa en una cronología tardía. La ausencia de paralelos impide precisar con mayor exactitud su manufactura.

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NÚMERO: 7 INVENTARIO: 6402 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Long. con flecos: 19,4 cm.: Anch.: 9,5 cm.; Anch. banda de tapicería: 7 cm.

MATERIAS: Lana. TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lana de color ocre de un cabo con torsión S, 9 h/cm. Trama: hilo de lana marrón de un solo cabo con torsión S. Trama de decoración: hilo de lana azul, verde y marrón claro de dos cabos sta. unidas con torsión S; hilo de lana de color rojo de dos cabos con torsión S. unidos por torsión Z, 1 O p/cm. CRONOLOGÍA: Siglos VIII-IX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de una banda en tapicería decorada con animales, dos aves y un cuadrúpedo, rodeados por un .roleo y todo ello orlado po~ olas. El remate es un motivo vegetal, quizás un árbol de la vida. sobre fondo rojo. La pieza conserva todavía los tlecos. Este fragmento podría corresponder a la terminación de la banda central de una túnica. La cronología de esta pieza es algo tardía en torno al siglo Vlll o posterior, el taller es clara­mente copto, ya que tanto los animales aves y cuadrúpedo como el roleo y las olas son temas comunes en la iconografía de esta cultura.

PARALELOS: Staufer, 1991: n°: 46, p. 130.

ANÁLISIS: Fibra textil: Lana

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NÚMERO: 8 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Diám.máx.: 18 cm.

MATERIAS: Lana.

INVENTARIO: 6412

TÉCNICA: Tapicería. Urdimbre: hilo de lana amarilla. torsión S, 12 h/cm. Trama: hilo de lana amarilla, torsión S e hilo de lana marrón. torsión Z. 60 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglos Vlll-X.

DESCRIPCIÓN: Medallón u orbiculus decorado con un motivo central de homs o árbol de la vida rodeado de animales, aves, peces y cuadtúpedos con cara humana, además de moti\·os vegetales. El medallón va rematado por una orla. muy típica. de olas. A pesar de su color marrón actual este orbiculus tenía toda su decoración de color púrpura o morado intenso. pro­ducto de la mezcla de dos tintes, el liquen orceilla. que produce un color rojo, y el índigo. que da un color azul intenso. La mayoría de los tejidos de la colección del Museo de La Alhambra con este tono marrón eran en su origen tejidos con un intenso color morado. La iconografía de este medallón estaría relacionada con la inmortalidad por el motivo central del árbol de la\ ida y la lucha contra el Mal representado en el enfrentamiento entre los animales.

PARALELOS: Staufer, 1991: no 97. p. 198. Bourgon-Amir, 1993: lám. 109.

ANÁLISIS: Color marrón: Liquen orchilla + índigo (posible púrpura o morado intenso 1.

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NÚMERO: 9 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 23 cm.; Alt.: 30 cm.

MATERIAS: Lana.

INVENTARIO: 6419

TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lana amarilla, 12 h/cm. Trama: hilo de lana azul y roja, 22 p/cm.; hilo de lana amarilla, 12 p/cm. Bordado hilo rojo y azul. CRONOLOGÍA: Siglos X-XII.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de banda central rectangular con flecos. La decoración se compone de una banda central de medallones octogonales que inscriben un león muy esque­mático cuya cola va rematada por una capullo de loto, esta banda está orlada por octógonos que se cruzan. El remate de la tira lo compone un friso de bailarinas esquematizadas, tema muy común entre los tejidos coptos, con los detalles anatómicos en azul y rojo, algunos de ellos están bordados y otros realizados en tapicería. La banda central lleva una fila de capu­llos que la recorre por ambos lados. Este fragmento de banda central podría ser el remate de una túnica que comenzando desde el escote llegaría hasta casi los pies. Dado lo esquemáti­co de la decoración, especialmente en el tema de las bailarinas, se propone una cronología tardía, pudiendo estar entre los siglos IX y XI.

PARALELOS: Rutschowscaya, 1990: pp. 109 y 110. Stauffer, 1991: p. 220, no 114.

ANÁLISIS: Color azul: índigo

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TEJIDOS EGIPCIOS

Los primeros gobernantes musulmanes de Egipto continuaron e impulsaron la flore­ciente actividad textil del país, una de las bases del importante intercambio comercial con el Imperio Bizantino, España e Italia. Esta corriente comercial produjo grandes novedades como la eliminación del monopolio de la seda al extenderla por todos los territorios con­quistados, la introducción del algodón en la cuenca mediterránea y el impulso del cultivo del lino y del índigo en la cuenca del Nilo. Los tejidos de esta primera etapa muestran todavía una clara influencia copta, como el n° 12, o persa, como los n•• 10 y 11, de los que no se tiene una idea clara del taller de producción, que pudo ser tanto Egipto como Iraq o Irán.

Egipto pasó a formar parte del Imperio O meya a partir del 640, y más tarde del Abba­sí, hasta que en el siglo X, una dinastía de gobernantes independientes, los fatimíes , de Ifriqiya (la actual Túnez), tomó el poder y se independizó del ya decadente Califato abbasí.

Se denominan tejidos fatimíes a aque­llas producciones realizadas por los musulma­nes en Egipto entre el 969 y el 1171. El Egip­to fatimí fue uno de los centros textiles más importantes del Mediterráneo, que junto con España y Siria, formaban un triángulo con una enorme riqueza en materias primas: seda, algodón, lana, lino, hilos de oro y plata, etc .; y en técnicas textiles, siendo los centros más importantes de innovación y creación.

Alejandría continuó manufacturando lino y seda, además de convertirse en el puerto principal de esta zona del Mediterráneo, que unía Egipto con el Norte de África, España, Bizancio y Roma (Fig.1). Otros centros del Bajo Egipto (delta del Nilo) eran conocidos por la calidad de su lino. Entre ellos destacaba Dai­metta, que producía el sharb un tejido blanco realizado con esa fibra, y que en ocasiones incorporaba hilos de oro junto con la inscrip­ción de su .tiriiz. Tinnis era famosa por los tejidos de lino teñido, los tejidos para tapizar, y su .tiriiz.

ALTO EGIYI'O

Fig. 1: Localización de los principales centros textiles de época fatimí.

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Al sur del delta, los centros textiles perdieron algo su importancia anterior, pero algu­nos siguieron siendo reconocidos y apreciados por sus manufacturas de lino, algodón y lana en velos, vestidos y alfombras. La ciudad de Fustat (El Cairo) producía brocados, sedas y poseía un .tirliz, mientras que más al sur la lana era la materia más tejida, siendo Assuán el centro especializado en la confección de tiendas.

Los tejidos egipcios cambiaron sus características en época fatimi y aunque siguie­ron fabricando tejidos de tradición copta, la decoración se transformó al gusto de los nuevos gobernantes, que además crearon un nuevo taller textil, el,tirliz. Este taller era una exclusi­va del gobierno, y sus producciones se caracterizaban por llevar bordado o tejido el nombre del gobernante, el taller y la fecha, además de incluir unas frases piadosas (Véase el aparta­do dedicado a las inscripciones). Este taller era en realidad un mecanismo de control sobre ciertas producciones, especialmente las más preciadas o de mayor éxito comercial.

Cada palacio califal tenía su propio .tirliz en el que se hacía la ropa para el califa, su familia y los más altos dignatarios. Uno de los regalos más apreciados consistía en recibir un tejido salido del,tirliz califal, ya que además de ser de una calidad extrema y gran rique­za en materias primas (sedas, hj]os de oro, etc.) llevaba tejido o bordado el nombre de califa. La fuentes nos hablan de los regalos que los califas o sus visires hacían a sus cortesanos, así, por ejemplo en al-Andalus, al-Mansür, a finales del siglo X, hizo repartir 2.280 tejidos con su nombre (es decir ,tirliz). Cada califa variaba la inscripción e incluso ponía un tejido de moda.

La decoración, al contrario que en la tradición copta que aparecía concentraba en unas determinadas zonas del tejido, se dispone ahora en franjas horizontales con motivos zoomor­fos (especialmente liebres, aves y cuadrúpedos), vegetales (flores y capullos de lotos), epigráficos, geométricos y, esporáilicamente, la figura humana. El arte textil fatimí recibió influencias de los tejidos sasánidas, bizantinos y coptos, tomando de cada uno alguna de sus características, así, por ejemplo, el uso de la orla de perlas y las aves es típicamente sasánida.

Según S. Blair y J. Bloom las producciones de los ,tirliz fatimíes pueden ser divididas

Fig. 2: Motivos vegetales de la pieza n°17.

en función de su decoración en cuatro periodos. En el primer periodo (969-1021) los diseños foliados y los animales o pájaros están afrontados o adosados y enmarcados por hexágonos o medallones ovalados, entre ins­cripciones cúficas. Las bandas decorativas son pocas y estrechas en un principio y con el tiempo se hicieron más anchas y aumentaron en número. Durante el reinado de al.J:I akim (996-1021) se generali-zó una decoración más delicada,

con pequeños diseños, de aves y palmetas, y una simple inscripción. En el segundo periodo (1021-1094) la técnica mejoró notablemente y se usó una gran

variedad de motivos decorativos, manteniéndose la disposición de bandas de medallones entre inscripciones (fig. 2).

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El tercer periodo ( 1 094-1130) se considera el mejor de la producción del _tiraz fati­mí, la decoración se desarrolla en bandas más anchas de roleos conteniendo animales o arabescos en los intersticios, con inscripciones en los bordes. El mejor ejemplo es el cono­cido Velo de Santa Ana (en la catedral de Apt, Francia), manto de lino con tres bandas paralelas con decoración en seda y oro en tapicería (fig. 3). La inscripción del medallón lleva el nombre del califa al-Musta(IT (1094- 1101) y las de las bandas nombran al taller real de Damietta como lugar de fabricación. Este tejido debió adquirirse durante la primera cruza­da, a partir del 1099.

Fig. 3: Utilización hipotética del velo de Santa Ana.

Durante el cuarto periodo (1130-1164) la decoración se hizo más elaborada y más ancha cubriendo casi por entero la pieza. El color de fondo solía ser el amarillo, quizás imi­tando los tejidos de lujo que estaban bordados en hilos de oro. Las bandas se organizan en rombos que contienen animales, como aves o grifos, y la inscripción se estiliza. Un buen ejemplo lo tenemos en la pieza n° 18.

Dentro del apartado técnico pueden citarse varias transformaciones durante la etapa fatimí. Se empieza a tejer con seda, que sustituirá a la lana en la decoración mediante tapi­cería. El liquen orchilla, el tinte utilizado por los coptos para el color rojo, es sustituido paulatinamente por la granza. Otra innovación fue la utilización del telar de pedales, que proporcionaba una mayor rapidez y calidad en la ejecución del tejido.

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Fig. 4: Miniatura del Maqamat al-!fartrl ( 1237).

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INSCRIPCIONES

Desde los primeros tiempos del Islam la escritura árabe formó parte de los motivos usados en la decoración de sus edificios y obras artesanales. En las telas se utilizó también muy pronto, aunque no en todos los territorios islámicos y parece que por este adorno cali­gráfico se las llamó .tiraz, término que significa bordado. Según los investigadores, esta palabra pasó a designar el taller real, que era monopolio estatal. Puede decirse por tanto, y salvando las distancias, que las inscripciones árabes además de su valor decorativo corres­ponden a lo que hoy denominaríamos «marca» de un producto.

Aunque se conoce -a través de las muestras conservadas- que en tierras de Iraq y Persia al principio la ornamentación consistía básicamente en el letrero bordado, en otras zonas se utilizaba a modo de elemento decorativo la combinación del color en el entramado de la tela, como en Yemen. En Egipto se siguieron utilizando durante varios siglos los anti­guos motivos y las viejas técnicas artísticas de los tejidos coptos.

Los artesanos de las zonas arábigo-andaluzas emplearon de forma generalizada, durante los siglos X y XI, un tipo de escritura que recibe el nombre de «cúfica>>, esto es de la ciudad de Cufa (Iraq). Sus principales características son ausencia de puntos diacríticos, que son los que se utilizan para diferenciar letras con el mismo diseño, la falta de signos vocálicos y su marcado carácter geométrico.

El estilo cúfico evolucionó con los tiempos, lo que obliga a los epigrafistas a deno­minar las diferentes muestras escrituarias con nombres que sirven para diferenciarlas. Así, al cúfico que es fundamentalmente geométrico y angular se le denominó «simple>>, por opo­sición a aquel otro que presenta elementos curvos o curvilíneos. Este se denomina «florido>>, pues además de sus formas menos rectas ofrece una especie de «floraciones>> en el final de sus trazados.

Fig. 5: Inscripción en cúfico simple de la pieza 3859.

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Fig. 6: Fragmento de inscripción en cúfico florido de la pieza 6404.

A partir de principios del siglo XII se generalizó en las artes decorativas la escritura cursiva que se venía empleando en la caligrafía. Ésta creó varios modelos que recibieron en árabe diferentes nombres según sus características y que se conocen como los seis estilos caligráficos, de los cuales el llamado 1ulu1 o 1ul1 es y ha sido el más extendido para fines ornamentales. También -y a medida que avanzaba el siglo- se introdujo un nuevo elemento artístico: la escritura «en duplicado» (mu1anna). Consiste en que una palabra (o un grupo de palabras en textos más amplios) queda reflejada en el lado opuesto, en un punto equidis­tante que mira a una línea vertical y central, que funciona como eje de simetría evidente pero que no aparece siempre dibujada.

Como ocurrió con la escritura, también evolucionaron los textos. Es sabido que den­tro del arte islámico se atribuye a cada modalidad artesanal el desarrollo de su propio formulario, aunque siempre de acuerdo con las directrices emanadas de la cancillería (cf. Gaube, 1982).

Durante los primeros siglos los textos que reproducían las telas se ajustaban a unas fórmulas reiterativas, si bien podían variar ligeramente con el cambio de gobernante para adaptarse a los que éste adoptara durante su mandato. En general (cf. Grohmann, FEI), las inscripciones se inician con la basmala («en el nombre de Dios, el Clemente, el Misericor­dioso») a la que suele seguir alguna invocación a Mahoma. Sigue a esta manifestación piadosa la palabra «bendición» (sustituida -según periodos- por «felicidad», «gloria» o «victoria») que sirva para introducir el nombre del califa. Es frecuente que preceda a éste la expresión literal «el siervo de Dios, el Imán>> que corresponde en un sentido amplio a nues­tro «Yo, el rey». Tras el nombre, el título honorífico y la inserción de la jaculatoria (que varía con los gobernantes islámicos y los países), se podía especificar quién ordenó hacer el tra­bajo, dónde se realizó, quién se encargó de llevarlo a la práctica y la fecha.

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Este formulario puede aparecer sensiblemente reducido, dependiendo quizás del lugar de la manufactura y tal vez de las modas. A menudo puede faltar la fecha y el nombre de quien se encargaba de llevar a efecto la confección del tejido. A partir del siglo XII se impone otro tipo de textos en los que ya no es obligada la referencia al califa o sultán. Sue­len ser breves y repetitivos, más con un sentido estético que de información o de garantía del monopolio. Se trabaja con palabras sencillas, como «felicidad», «buena fortuna>>, «poder>>, «bendición» y otras que nos son bien conocidas en otras manifestaciones artísticas de cierto ornato (edificios, marfiles, objetos de metal, cerámica, madera u otros) realizadas por artesanos que no estaban al servicio exclusivo de los gobernantes.

El letrero, ya sea bordado o realizado a punto de tapiz, requería sin duda un modelo previo sobre el cual trabajarían los artesanos y que presumiblemente proporcionaba el encargado del taller; una vez aprendido -a base de repertirlo- ya no sería preciso recurrir al ejemplar a imitar. Este procedimiento, que está muy difundido en todas las artesanías, pudo ser la causa de más de una equivocación o fallo de la memoria y justificaría los errores que se detectan en los textos árabes de las telas.

Por lo que se refiere a las inscripciones de las piezas de la colección del Museo de La Alhambra, corresponden en su mayor parte a los siglos X y XI. Se produjeron en facto­rías egipcias que estuvieron, primero, en manos de los califas abbasíes residentes en Bagdad y, después, fatimíes establecidos en Egipto. Los textos -fragmentarios- sólo contienen las reiteradas jaculatorias de carácter religioso ya citadas, aunque en un caso también se ha con­servado el nombre del califa (n° 6422).

Algunos fragmentos contienen únicamente parte de jaculatorias bien conocidas, como la basmala o las invocaciones al profeta del Islam. Conviene advertir que, como era de esperar en un ambiente :szr¡ (una de las corrientes dentro del Islam, más conservadora que la sunní, ambas mayoritarias en el Islam) hay una especial atención a la figura de (Ali (que aparece a menudo tras la invocación de Mahoma) de quien se decían descendientes los fatimíes y que también aparece mencionado en textos epigráficos y numismáticos de esta dinastía. Aunque nuestros fragmentos ofrecen muy poca información de tipo histórico, la letra permite conocer su procedencia y la fecha por haberse conservado y estudiado un ele­vado número de tejidos producidos en telares egipcios, iraquíes y persas.

Todas las inscripciones fueron realizadas en telas cuyo destino pudo ser el adorno personal (ropas de uso diario o de boato) y doméstico (cortinajes, almohadones, cobertores). Se utilizó siempre la escritura denominada cúfica, en sus modalidades «simple» y «florida».

En la ficha descriptiva y de estudio de las inscripciones se ofrece una lectura de los textos, que a veces no ha resultado del todo satisfactoria por las dificultades que ofrece el lamentable estado de algunos fragmentos. Cuando se han encontrado paralelos con otros ejemplares conservados, se ofrece en cada una de las piezas la bibliografía donde pueden observarse textos idénticos o similares, bien por el tipo de escritura o por las fórmulas que se introducen. La datación que se sugiere para las telas que ofrecen inscripción se ha reali­zado de acuerdo con las que figuran en otros ejemplares; para las que no tienen fecha expresa, se aceptan las propuestas realizadas por los especialistas que las han estudiado.

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TEJIDOS DE LA EXPOSICIÓN:

NÚMERO: 10 OBJETO: 2 Fragmentos de tejido, posible cortina. MEDIDAS: Anch. máx.: 9 cm.; Alt.: 50 cm.

MATERIAS: Lana.

INVENTARIO: 6435

TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lana marrón claro, poco torsionado de dos cabos con torsión S, unidos con torsión Z, 15 h/cm. Trama: hilo de lana marrón claro, 50 p/cm. Trama de decoración: hilo de lana verde clara, azul verdoso, azul marino, amarillo y marrón, 40 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo VIII.

DESCRIPCIÓN: En estos fragmentos se conserva parcialmente la composición de la deco­ración. El diseño que podemos deducir estaría formado por una banda vertical que enmarcaría lateralmente la composición. El motivo central sería la repetición de dos círcu­los rodeados por otra forma geométrica. seguramente también círculos, aunque podría tratarse de una composición más complicada formada por entrelazamiento de círculos. En el interior de los círculos habría un ave rapaz o grifo de la que únicamente conservamos fragmentos de sus patas, todos los motivos decorativos están delineados en marrón. El tema de la repetición de un círculo enmarcando un animal aparece en numerosos materiales sasá­nidas, algunos de ellos encontrados en Egipto, y con la misma datación, siglo VIII.

El tipo de decoración, su disposición y el uso de la lana nos remite a producciones de Iraq e Irán. La posibilidad de que corresponda a un fragmento de cortina nos la propor­cionan los paralelos tanto de la colección Bouvier como del Cleveland Museum of Art o del Textil Museum de Washington.

La torsión Z de los hilos es predominante en los tejidos de lana, algodón y seda en Iraq e Irán, mientras que la torsión S es casi exclusiva de Egipto, tanto para el lino como para la lana, hasta la mitad del siglo XI. Una excepción se produce en el lino entre la mitad del IX y la mitad del X, cuando coexisten la torsión S y Z. Estos datos han podido ser cons­tatados gracias a los tejidos encontrados en excavaciones recientes, con las correspondientes estratigrafías y dataciones.

PARALELOS: Brisch, 1985: no 395, no 397 no 404. VV.AA., 1993a: no 1 - 8, pp. 44-53. VV.AA., 1993b: pp.ll3-123, n° 126-128, pp. 274-276.

ANÁLISIS: Fibra textil: lana. Color azul: índigo.

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NÚMERO: 11 OBJETO: Fragmento de tejido, posible cortina MEDIDAS: Anch.: 7 cm.; Alt.: 21,5 cm.

MATERIAS: Lana.

INVENTARIO: 6403

TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lana de color ocre de dos cabos con tor­sión Z unidos por torsión S, 15 h/cm. Trama: hilo de lana de un cabo con torsión Z de color azul marino, azul verdoso claro y oscuro, azul celeste, rojo, naranja marrón y negro, 60 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo VIII.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tejido de rico colorido decorado con dos aves, una más grande, seguramente parte de un medallón central, y otra más pequeña, debajo de la prime­ra, que formaría parte de la orla que rodearía el medallón. Las dos aves tienen el cuerpo decorado con distintos colores que imitan el plumaje, contrastando los tonos claros con los obscuros. Destaca la finura de ejecución y el cuidado en los detalles.

Este fragmento junto con los n°' 1 O y 12, formaría parte de un grupo de tejidos, posi­bles cortinas, realizadas en lana y decoradas con aves y motivos vegetales cuya autoría es dudosa, quizás Irán, Iraq o Egipto. En este caso, su procedencia egipcia puede argumentar­se por el uso del liquen orchilla en el color rojo, al igual que ocurre con otros tejidos coptos del Museo de La Alhambra, tinte que se presenta característico de las producciones egipcias de esta época.

PARALELOS: VV.AA., 1993a: nos 1-8, pp. 44-53.

ANÁLISIS: Fibra textil: lana. Color rojo: liquen orchilla.

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NÚMERO: 12 INVENTARIO: 6411 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch. máx.: 15 cm.; Alt. máx.: 14 cm.

MATERIAS: Lana y lino. TÉCNICA: Luisiana y tapicería. Urdimbre: hilo de lino de color crudo de un cabo con tor­sión S, 14 h/cm. Trama: hilo de lino de color crudo con torsión S, 12 p/cm. Trama de decoración: hilo de lana ocre claro y oscuro con torsión S. 32 p/cm; hilo de lana de color marrón y azul con torsión S, 30 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglos VIII-IX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de medallón circular de fondo amarillo decorado con un ave de pico abierto y alas explayadas. Esta preciosa muestra de la policromía es sin duda una pieza excepcional. El motivo del pájaro, muy común en la decoración sasánida, nos mues­tra la permeabilidad de las culturas a aceptar motivos de origen diferente al suyo. La influencia oriental en la decoración lleva a considerarla como una pieza de transición entre los tejidos coptos e islámicos, fechable en los siglos VIII-IX.

Podría pertenecer tanto a la decoración de una túnica o de cualquier otro elemento de vestir, o a una cortina. La técnica, las materias y los colores remiten a los talleres del Alto Egipto, especialmente a Bahnasa.

PARALELOS: Lorquin, 1992, nos 86 y 87, pp. 230-231. VV. AA., 1993a: n°' 43 y 44.

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NUMERO: 13 INVENTARIO: 6417 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch. máx.: 15 cm.: Alt.: 22 cm.

MATERIAS: Lana. lino y algodón. TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo doble de lino de un solo cabo cada uno con torsión S de color crudo, 7 h. dobles/cm. Trama: hilo de algodón de un solo cabo con tor­sión S de color crudo. 22 p/cm. Trama de decoración: hilo de lana de un solo cabo con torsión S de color amarillo, rojo. azul. verde y marrón. 22 p/cm CRONOLOGÍA: Siglos VIII-IX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento que representa un ave de brillante y rico colorido con las alas explayadas y ademán de avanzar. Los paralelos a esta pieza, alguno dentro de esta misma colección, presenta un arte permeable a las influencias. Por los análisis realizados parece que se trataría de un taller egipcio dado que el color rojo se consigue a través del liquen orchilla, el mismo tinte usado en los tejidos coptos: el azul oscuro es índigo. mientras que el verde es una mezcla de dos tintes. el amarillo conseguido con la gualda y el azul con el índigo. Destaca la presencia del algodón entre las fibras textiles, ya que es la única pieza del Museo con esta cronología que utiliza esta materia textil, que seguramente fue introducida por los sasánidas en Egipto y explotada especialmente por los árabes.

PARALELOS: VV.AA, 1993a: nos 1 y 2. pp. 44-46; no 44. pp. 101.

ANÁLISIS: Fibra textil: Lana, lino/algodón. Color Rojo: liquen orchilla. Color azul: índi­go. Color verde: gualda + índigo.

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NÚMERO: 14 INVENTARIO: 6421 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch. máx.: 35 cm.: Alt. máx.: 8 cm.

MATERIAS: Lana. TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lana de color azul con torsión S, 19 h/cm. Trama de decoración: hilo de lana de color rojo, amarillo, azul oscuro y claro, verde, sta., 32 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglos IX-X.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de una banda decorada a punto de tapiz que conserva todavía algo del tejido al que pertenecía. La banda de color rojo incluye representaciones de anima­les, quizás liebres y aves muy esquemáticas, estrellas o flores de cuatro pétalos y otros elementos indeterminados, dado su esquematismo. Los motivos están rodeados de un círcu­lo amarillo y entre motivo y motivo aparece un posible capullo. En la parte superior tiene un contario, con unas pequeñas perlas blancas, y en la inferior círculos y un motivo de cruz. La banda se cierra con una línea en amarillo.

Este fragmento, en mi opinión uno de los más interesantes del colección del Museo. muestra el momento de convivencia y transición entre los tejidos coptos y los primeros islá­micos. El color de fondo, el azul, era utilizado por los coptos de la zona de Fayum, en época tardía (siglos IX y X), mientras que la decoración organizada en un franja y con contario es típico de los tejidos islámicos de Egipto, también hacia el siglo IX. Todo ello demuestra una cierta adaptabilidad de los talleres coptos a los gustos de los nuevos dominadores políticos del país, así como su capacidad de supervivencia.

Dentro del apartado técnico habría que subrayar el método para conseguir el color verde mediante la mezcla de gualda, que produce un color amarillo, y azul de el índigo.

Podría pertenecer al fragmento de la decoración de una cortina, seguramente rayada con franjas.

PARALELOS: VV.AA, 1993a: n')S 34-35, pp. 85-89; n'" 77-79, pp. 147-149.

ANÁLISIS: Fibra textil: Lana. Color azul: índigo. Color verde: gualda e índigo.

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Vista general del fragmento.

Detalle de los medallones centrales.

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NÚMERO: 15 INVENTARIO: 6410 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch. máx.: 18 cm.: Alt.: 33 cm.

MATERIAS: Lino y seda. TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lino de color crudo de un cabo con tor­sión S, 17 h/cm. Trama: hilo de 1 de color crudo con torsión S. 16 p/cm. Trama de decoración: hilo de seda verde, beige. blanca y azul, sta .. 44 p/cm. CRONOLOGÍA: Segunda mitad del siglo X.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de velo o chal con una doble inscripción en azul índigo y deco­rado con una pequeña franja a punto de tapiz, compuesta por cartuchos, siluetados de negro, con dos motivos circulares en verde y dorado con detalles en negro. Conserva el remate de fle­cos. Son escasos los ejemplares con esta decoración de tapicería, aunque gracias a la inscripción epigráfica se ha podido no sólo conocer su cronología sino también su taller.

La ciudad de Sata era un muy conocido taller y _tiraz situado en el delta del Nilo, que durante la época fatimí manufacturaba tejidos de este tipo y otros como el dabfqf.

PARALELOS: VV.AA., 1993a: no 129, pp. 218-219.lnscripción: Day, 1937: fig. 18 y 19. Cornu, 1992: BAV 6896, p. 525 y p. 200 y BAV 6901. p. 526 y p. 202.

EPIGRAFÍA: Doble inscripción en cúfico simple, realizada en tapicería. Conserva tres rayas horizontales que forman como una trama guía de la inscripción.

«[banda inferior próxima a la decorativa]( ... No hay más divinidad que Dio)s, único, sin asociado (a Él...) [banda superior]( ... Dios salve a Ma)homa, sello de los profetas y( ... )».

En la banda inferior, el ~a! de «Único» prácticamente ha desaparecido; el kaf de «asociado» se intuye aunque se haya desplazado su asta al romperse la tela. En la banda superior la última palabra puede ser tanto <ala como <Al i: en el primer caso el texto conti­nuaría «con sus familiares»; si se tratara del segundo nombre seguiría después «<All, el amigo de Dios». Telas procedentes de los talleres deSata en Egipto ofrecen un tipo de rayas horizontales semejante al de esta tela si bien fluctúan entre tres y cinco líneas.

ANÁLISIS: Fibra textil: Lino. Color azul: índigo.

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NÚMERO: 16 OBJETO: Dos fragmentos de velo. MEDIDAS: Anch.: 93 cm.; Alt.: 40 cm.

MATERIAS: Lino y seda.

INVENTARIO: 6401

TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: lino de color crudo de 1 cabo, 19 h/cm. Trama: hilo de lino de color crudo, 25 p/cm. Trama de decoración: hilo de seda de color azul, 17 p/cm; hilo de seda beige o amarillo claro, 14 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo X.

DESCRIPCIÓN: Dos fragmentos de lienzo decorado por una inscripción en azul y una franja de color beige o amarillo claro de los flecos. Podría ser un velo o almaizar, o quizás un chal. Las manchas oscuras se deben a que en su momento fue utilizado como sudario, como muchos de los tejidos de la Colección del Museo de época copta y fatimí.

PARALELOS: VV.AA., 1993a: no 113, pp. 192-194. Inscripción: Golombek y Gervers, 1977: no 9, p. 102. Comu, 1992: BAV 6792, p. 506, pp. 145-146.

EPIGRAFÍA: Inscripción en cúfico simple en seda, realizada en tapicería, con una raya horizontal que hace como de guía de la escritura.

«(En el nombre de Dios, el) Clemente, el Misericordioso. A (!abado sea Dios. Salv)e Dios a su Profeta Mahoma, sello de sus profetas los enviado(s .... )».

Se ha restituido Alabado sea Dios atendiendo la distancia que existe en el fragmen­to desaparecido ya que se conserva bien visible el inicio del alif. Las dos últimas palabras son hipotéticas. Tal vez procede de los talleres de Safa (ver no 14).

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NÚMERO: 17 INVENTARIO: 6408 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch. máx.: 11 cm.; Alt.: 21 cm.

MATERIAS: Lino y seda. TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lino de color crudo de un cabo con tor­sión S, 16 h/m. Trama: hilo de lino de color crudo de un cabo con torsión S, 45 p/cm. Trama de decoración: hilo de seda de color rojo, verde, ocre y negro o azuL 45 p/cm. CRONOLOGÍA: Mitad siglo XI.

DESCRIPCIÓN: La decoración en este tejido se dispone en cinco bandas paralelas que suponen su repetición hasta llegar a la central, que es de mayor anchura que todas las demás. En todas las bandas se produce la repetición de unos motivos vegetales y animales perfec­tamente delimitados por un motivo geométrico.

La primera banda está formada por la repetición de una hoja compuesta, dentro de un medallón. La segunda banda está formada por la sucesión de un motivo floral. Las hojas se disponen al tresbolillo; y están enmarcadas en uno de sus extremos por bandas lisas en color crema y verde, mientras que en el otro extremo está unida a la banda central. Estas dos fran­jas se repiten después de la central.

La banda central, de mayor complejidad, esta delimitada en su parte superior e infe­rior por un roleo formado por un tallo que enmarca los motivos de capullos. Entre estas dos bandas paralelas, se encuentra la representación central formada por unos óvalos de fondo beige y verde, alternándose y en los que se disponen unas liebres afrontadas. entre las lie­bres otro motivo muy perdido, quizás un ave. En la intersección de los óvalos enmarcados por un losange se encuentra una hoja compuesta.

PARALELOS: Britton, 1938: no 30.676, p. 67, fig. 81 y fig. 62. VV.AA., 1993a: n'" 111 y 147, pp. 188-190 y 245-246. Kendrick, A., 1924: n° 873.

ANÁLISIS: Fibra textil: Lino y seda.

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NÚMERO: 18 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 8,3 cm.; Alt.: 11 cm.

MATERIAS: Lino y seda.

INVENTARIO: 6407

TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lino de color crudo con torsión S, 23 h/cm. Trama: hilo de lino de color crudo de un solo cabo con torsión S, 50 p/cm. Trama de decoración: hilo de seda de color rojo, ocre, verde claro y oscuro, azul, marrón o negro, sta., 70 p/cm. CRONOLOGÍA: Primera mitad del siglo XII.

DESCRIPCIÓN: Pequeño fragmento de tejido a punto de tapiz de excelente calidad. Se compone de cinco registros o bandas decorativas, repetidas dos a dos excepto la central. Las dos bandas exteriores de fondo rojo tienen un motivo pseudo-cúfico y un botón floral, están delimitadas por un friso de olas o roleos en dorado y marrón o negro. El registro central, el más ancho (4 cm. de alto), se compone de una serie de medallones ovalados, bordeados de negro, y en el centro sobre fondo azul, rojo, verde, el motivo de un ave estilizada; en las intersecciones de los óvalos aparece un capullo estilizado sobre fondo rojo. Este registro esta separado de los otros por una banda de fondo verde con un motivo muy perdido, delineado en marrón o negro.

De este fragmento existe otro igual, más grande y completo, en la Colección Bou­vier, y muestra la gran calidad que los talleres textiles fatimíes alcanzaron en el siglo XII. Es posible que no se trate d~ un fragmento de almaizar o velo, sino más bien de la parte decorada de un vestido, dado que no es tan fino como un velo.

PARALELOS: VV.AA., 1993a: no 146, pp. 244-245.

ANÁLISIS: Fibra textil: Lino y seda

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TEJIDOS HISPANO MUSULMANES

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Se denominan tejidos hispanomusulmanes a las manufacturas textiles realizadas durante la Edad Media en la España islámica.

España fue conquistada por los árabes en el 711 , con ellos vino una nueva religión, una lengua y una forma de gobierno distinta. Muchos otros aspectos de la vida cotidiana también cambiaron: otros alimentos y formas de preparar la comida y, por supuesto, la moda y el vestido. Nuevas tecnologías, nuevas materias primas (seda y algodón) y nuevos gustos (temas decorativos) transformaron la industria textil en España, convirtiéndola e,n una de las potencias comerciales de su época.

No conocemos a ciencia cierta cómo y cuándo se produjo la introducción en España del cultivo y producción de la seda y el algodón, pero ya en el961, fecha del Calendario de Córdoba, aparecen mencionados los momentos de su recolección y las tareas relacionadas con su trabajo, así como del pastel, uno de los principales tintes, y usado como pago de tri­butos.

Fig. 1: Principales centros textiles hispanomusulmanes.

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El trabajo de la seda debió representar un papel muy importante en la vida eco­nómica hispanomusulmana. Las fuentes árabes hablan de 3.000 villas en Jaén dedicadas a la sericultura y de otras 300 en las Alpujarras. Esta seda era tejida en lugares como Almería, ciudad que contaba en el siglo XI con cerca de 800 telares dedicados a esta tarea. Otra parte importante de la producción era exportada ya hilada a países como Egip­to.

Las fuentes nos proporcionan también el nombre de una serie de tejidos fabricados en al-Andalus como, por ejemplo, el d1ba1;, tejido brocado en plata especialidad de Alme­ría. Se tejían velos (mi1 S·ar), brocados y se imitaron otras producciones orientales como wasi. Catabi, dimasq1, etc. En Córdoba, capital del Califato, se hallaba un taller palatino o _tirliz, donde debió tejerse el almaizar de Hisam II; Sevilla disponía de otro tiraz y en Mála­ga se manufacturaban unos mantos de seda con dibujos que alcanzaban precios de miles de dinares.

Poco ha quedado de este pasado floreciente. El número de tejidos conservados es pequeño y además se encuentran muy fragmentados, especialmente los más antiguos (siglos IX-XII). El panorama mejora a partir del siglo XIII, conocemos más ejemplares y éstos tie­nen una mejor calidad.

Uno de los problemas de investigación que aun queda por resolver satisfactoriamen­te es la identificación y relación de los tipos de tejidos que citan las fuentes con los ejemplares conservados, ya que los nombres de los tejidos aparecen sin una suficiente des­cripción técnica. Otra carencia es la falta de estudios detallados sobre estos tejidos, a veces, condicionado y limitado por su mal estado de conservación.

La introducción de la seda y el algodón significó también la llegada de especialistas en su cultivo, cuidados, técnicas de obtención de la fibra textil y en su tejeduría. Esta pre­sencia de artesanos puede constatarse o rastrearse en los tejidos más antiguos, todos realizados en técnica de tapicería y que muestran influencias coptas en la técnica y egipcias en la decoración. Los mejores ejemplos que se pueden citar son la llamada Franja del Piri­neo, conservada en el Instituto Valencia de Don Juan de Madrid, y el ya mencionado almaizar de Hisam II de la Real Academia de la Historia.

A partir del siglo XI comienza a fabricarse otro tipo de tejido, que se caracteriza por su fondo rojo y decoración en verde o negro, con clara influencia oriental (persa) tanto en la técnica como en la decoración. A fines de ese siglo se produce otro importante cam­bio con la llegada de los almohades, dinastía que gobernaba el Norte de África y con creencias religiosas más estrictas que las de los andalusíes, especialmente en la cuestión de las imágenes. Los tejidos varían sus temas decorativos. Los motivos vegetales y epi­gráficos van cobrando cada vez más importancia, junto a una nueva distribución de la decoración en franjas.

En este periodo se desarrolla paralelamente la escuela mudéjar, constituida por aque­llos artesanos que permanecen en los territorios conquistados por los reinos cristianos. Estos talleres se adaptan al nuevo gusto, reflejado en manufacturas decoradas con leones, castillos y temas heráldicos, símbolos de los nobles cristianos.

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Fig. 2: Miniatura de Las Cantigas alfonsíes N° CXIX.

Las mejores muestras de estos tejidos, tanto almohades como mudéjares, que perdu­ran hasta el siglo XIII, se encuentran en el Panteón de Real de las Huelgas de Burgos, ya que se trata de las vestiduras con las que se enterraron los reyes de Castilla y León y sus familias .

A partir del siglo XIV el principal centro textil hispanomusulmán estará en el reino de Granada, continuador de la rica tradición sedera que hizo famosos sus tejidos en toda Europa. Tras la caída de Granada, todos los centros textiles del sur continuarán sus produc­ciones bajo dominación cristiana.

Fig. 3: Miniatura de Las Cantigas alfonsíes N° CLXV, Lám. ll.

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TEJIDO DE LA EXPOSICIÓN

NÚMERO: 19 OBJETO: Medallón tejido MEDIDAS: Diám.: 26,5 cm.

MATERIAS: Seda e hilos entorchados.

INVENTARIO: 6443

TÉCNICA: Tafetán y tapicería. Urdimbre: hilo de seda de color rojo de dos cabos, 20 hfcm. Trama: hilo de seda de color rojo sta., 28 p/cm. Trama de decoración: hilo de seda de color verde crema y negro; hilo entorchado, 50 p/cm. CRONOLOGÍA: Principios del siglo XIII.

DESCRIPCIÓN: Medallón circular decorado, mediante punto de tapiz, con dos personajes brindando afrontados a un árbol de la vida. Debajo de los pies desnudos tienen unos almo­hadones, van vestidos y tocados con turbantes. Ambos están delineados en negro. Como orla una pseudo-inscripción, sobre fondo de hilos entorchados realizada en seda negra. Los colo­res se han perdido o decolorado, circunstancia que impide precisar las tonalidades de los hilos que decoran el medallón, excepto los de color negro y los hilos entorchados.

Este medallón, junto con otros nueve, fue hallado en el interior de la tumba del obis­po de Barcelona Arnaldo de Gurb (1220? - 1284 ). En la actualidad estos fragmentos se encuentran dispersos entre el Museo Arqueológico Nacional, el Cleveland Museum of Art y el Copper Hewitt Museum de Nueva York. El fragmento de la colección del Museo de La Alhambra aparece roto en varios sitios.

Este tejido ha sido siempre considerado como una muestra de la calidad de los talle­res hispanomusulmanes del siglo XIII. Ahora bien, el hecho de que el estudio de la inscripción, realizada por la Dra. Carmen Barceló, haya dado como resultado una lectura indescifrable o una posible imitación nos remite a talleres donde ya no se conoce ni se escri­be el árabe, caso de los talleres en los reinos cristianos españoles.

Los paralelos de este medallón se encuentran en el almohadón de la reina Berengue­la, custodiado en el Panteón Real de las Huelgas de Burgos, y considerado el mejor ejemplo de arte textil hispanomusulmán. La técnica en la que esta realizado el medallón, tapicería con fondo de hilos entorchados, remite a paralelos técnicos andalusíes, pero la falta de una analítica completa de la piezas, tintes y composición metálica de los hilos, hace muy difícil concretar la procedencia de esta pieza con datos concluyentes.

PARALELOS: Bernis, C., 1948: no 114, pp. 95-115, lám. 2. May, F., 1957: pp. 65-67. Pita Andrade, J., 1967: no 3, p. 190, lám. 20-21. Sánchez Trujillano, Ma T., 1980: p. 98, 107-108, tig.16-17.MartíniRos,R., 1993:pp.191-193.Inscripción:Grohmann, 1987:fig.l09,letra i, p. 133. Wiet, 1935a, p. 141. Herrero Carretero, 1988:102-103; Pérez Higuera, 1994: 94; Dodds, 1992: no 89, pp. 321-322. Welchs, 1979, no 28, p. 90.

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EPIGRAFÍA: Inscripción pseudo-cursiva, con el nexo /am-alifrealizado al mismo tiempo en cúfico y {ult.

«No hay divinidad (?) [repetido y con errores de escritura]». Si se observa el texto con intención de lee letras árabes podría sugerir parte de la

expresión del credo islámico, es decir: «No hay más divinidad», repetido cuatro veces en el lado mejor conservado y con evidentes errores de escritura. Respecto a la epigrafía, ellam­alifcúfico tiene un gran parecido con otro que Grohmann (fig. 109, letra i, p. 133) reproduce de Wiet (1935a, p. 14) y que -según dice- se encuentra en un _tiraz del siglo XIII. La pésima traza de las letras árabes apunta en la dirección de un posible taller cristiano para esta tela. Es notable el parecido con la almohada conservada en el Monasterio de las Huelgas de reina Berenguela (c. 1180-1246) que también presenta un medallón central bordeado por un texto árabe en letra cursiva que repite dos veces (y en imagen-espejo o mutannii) «no hay más divi­nidad que Dios». Un texto semejante se propone para el letrero pseudo-{ult de un fragmento de casulla de la segunda mitad del siglo XIV de procedencia italiana que se conserva en The Cleveland Museum of Art.

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" TEJIDOS DE EPOCA MODERNA " Y CONTEMPORANEA

A finales de la Edad Media se producen dos acontecimientos que afectarán especial­mente al mundo textil, por un lado la toma de Constantinopla por los turcos, en 1453, con la consiguiente ruptura de una de las rutas comerciales entre China y Occidente, y el descu­brimiento de América, en 1492, que significó la incorporación de nuevos materiales.

El primero de esos hechos supondrá el relevo de Constantinopla por la República de Venecia como puerto de entrada de los productos orientales, fenómeno que comenzó duran­te la Baja Edad Media y que culmina tras la toma de esta ciudad. La importancia de Venecia como puerto y vía de entrada y salida de productos ha sido ampliamente estudiada, desta­cando además como centro textil, que se vio influido por los diseños chinos, tanto en los motivos, por ejemplo dragones, como en los esquemas decorativos. Más tarde las relaciones de Venecia con el Imperio Turco ocasionarán un fenómeno inverso, es decir, la influencia de los tejidos italianos en los tejidos turcos.

Entre los nuevos materiales americanos que transformaron la economía europea des­taca uno que «revolucionaría» la industria textil: la cochinilla americana, insecto utilizado para teñir de rojo, cuyo color da una tonalidad brillante. En poco tiempo desplazó como materia tintorera a la granza y el quermes, los productos autóctonos. El uso de la cochinilla parece iniciarse a comienzos del siglo XVI, como se confirma en la Casulla del Terno Blan­co del rey Pernando el Católico. La utilización de cochinilla y de quermes en esta pieza de principios del siglo XVI parece estar marcando el inicio de la introducción de la cochinilla americana como tinte en el mundo europeo.

Otro hecho destacado en este periodo será la multiplicación de los centros textiles, especialmente a partir de los siglos XVII y XVIII, por lo que se podría hablar de una glo­balización de la manufactura textil. Hasta el siglo XVII los centros más importantes se circunscriben a Europa y a la cuenca mediterránea, pero a partir del siglo XVIII se produce la entrada de sedas japonesas y chinas realizadas al gusto europeo, junto a las sedas y alfom­bras persas y turcas.

Para introducir los tejidos que de estas épocas se custodian en el Museo de La Alhambra se ha optado por una división geográfica de los talleres que permita apreciar con mayor claridad las características de cada uno de ellos y sus influencias.

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ESPAÑA:

Durante la Edad Media las producciones textiles españolas fueron conocidas por su calidad y riqueza. A partir del siglo Xill la producción textil se concentra en dos tradiciones: la islámica, representada por los tejidos del reino nazarí, y la mudéjar. La primera emplea decoraciones con motivos geométricos (fig. 1), especialmente en el siglo XIV, mientras que en el XV aparecen decoraciones florales, que recuerdan el trabajo del ataurique y grandes letre­ros en cúfico (n° 21). Los colores empleados en los tejidos nazaríes son fuertes, el rojo, amarillo, verde, negro y blanco, desapareciendo progresivamente los hilos metálicos. Esta tra­dición continuará en Marruecos tras la toma de Granada por los Reyes Católicos, como consecuencia del exilio de muchos de los granadinos, perdurando hasta el siglo XIX.

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Fig. 1. Representación de Santa Catalina por Yáñez de Almedinilla, vestida con ropajes nazaríes

(©Museo del Prado).

Los tejidos manufacturados en los reinos cristianos en la Baja Edad Media se diferen­cian en los motivos decorativos ya que prefieren representar leones u otros animales afrontados, motivos estilizados de hojas, tallos y piñas que sirven como marco al diseño del tejido, en consonancia con el arte del Renaci­miento (fig. 2).

La Edad Moderna, especialmente los siglos XV y XVI, suponen una etapa flore­ciente para la industria textil española, así en Jaén y Córdoba se fomenta la industria sede­ra, lo mismo que en Valencia y Murcia. En Toledo trabajaban a mediados del siglo XVI más de 50.000 artesanos. Ahora bien, la fuer­za de la industria se concentraba en estos momentos en Italia por lo que los tejidos españoles, especialmente los damascos, se realizarán según las ordenanzas bajo las mis­mas pautas, en cuanto a medidas, que los

venecianos o genoveses, aunque en momen- Fig. 2: Representación de leones (no 20). tos posteriores se volvieron a adoptar las medidas tradicionales castellanas (la vara).

Los temas decorativos más frecuentes son la piña asimétrica con tallo ondulado y las hojas entrecruzándose. Esta decoración deriva hacia motivos simétricos y de grandes dimen­siones que ocupan la parte principal del tejido con la piña. En el siglo XVI la piña es sustituida por un florón y posteriormente por un jarrón con flores.

La decadencia española vino de la mano de la crisis económica de los reinados de los últimos Austrias. El rígido control del Estado y los gremios fue ahogando poco a poco esta industria que tenía que competir con Italia y Francia por el mercado. El papel de España quedó reducido a la de proveedor de materias primas, como lana y seda, a sus grandes rivales.

Con la entrada de los Barbones se intenta hacer resurgir la industria textil, implantán­dose fábricas en Guadalajara y especialmente en Valencia. Los tejidos imitarán ahora el gusto francés, el imperante en los siglos XVIII y XIX, e incluso Valencia copiará y competirá con las sedas lionesas, las de mayor calidad. Por otro lado, Toledo se especializa en ropas de culto, en las que emplea la seda y los hilos metálicos, estos últimos en gran cantidad, con motivos decorativos generalmente vegetales, hojas, palmetas, flores y con una cierta estilización.

ITALIA:

Ya desde mediados de la Edad Media las importantes ciudades-estado italianas comenzaron a desarrollar la industria textil que sería fundamental a partir del siglo XIV y XV. Los orígenes de esta industria se pueden situar en Sicilia, que gracias a sus pobladores ára­bes introdujo el cultivo de la seda, y de aquí paso a las ciudades peninsulares como Lucca (que incluso tuvo como primeros artesanos a experimentados tejedores «sarracenos»), más tarde Venecia y después Milán, Florencia, Génova, Pisa, etc.

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En estas ciudades-estado se desarro­lló una industria que llegaría hasta el siglo XVIII, mantenida gracias a las rivalidades existentes entre ellas, y que motivó una con­tinua innovación en sus producciones, ya en la técnica: terciopelos, lampas, damascos, etc., ya en las decoraciones, las granadas, los grifos, etc.

Muchos motivos decorativos utiliza­dos se copian de los tejidos chinos u orientales contemporáneos. Así en el siglo xm, los dragones, las aves con las alas explayadas o los animales corriendo y la variada decoración floral y las imitaciones de las inscripciones cúficas, nos hablan clara-

Fig. 3: Detalle de la decoración del tejido no 23. mente de estos préstamos. En el siglo XIV,

por el contrario, muchos de los motivos ante­riores desaparecen, ya no hay una superabundancia de decoración y aparecen los grandes temas como la granada o la piña (fig. 3) que juega con la textura del tejido, ya sea con el relieve, como en el caso del terciopelo, ya con los juegos de brillos y mates de los damascos, moda que conti­nuó a lo largo del siglo XV.

A partir de mediados del siglo XVI se asiste a un nuevo cambio influido, en parte, por la moda española de vestir de negro, que hizo que los tejidos de lujo se utilizaran para otros fines, como la decoración de interiores. En este momento se emplean decoraciones flo­rales estilizadas organizadas de manera asimétrica, además de otros motivos de pequeño tamaño. Siguen empleándose los terciopelos y los damascos con combinaciones de color muy refinadas, como el rosa salmón, el verde y la plata. La decadencia de sus manufacturas coincide con el comienzo del auge de otra potencia textil: Francia.

FRANCIA:

Este país, al contrario que España o Italia, no tuvo una industria textil de la seda hasta casi finales del siglo XV. La razón de la creación de esta industria en tiempos tan tardíos se explica por dos razones, la falta de producción de seda en bruto y la calidad de los tejidos italianos y españoles. Gracias al apoyo real, que invertía una fortuna en importar sedas de esos dos países, comienza a principios del siglo XVI la manufactura de tejidos de seda en Francia, concretamente en la ciudad de Tours.

El apoyo real será fundamental para el despegue de esta industria y la conquista de los mercados europeos. Las razones, además del alto patrocinio, se encuentran en que las manufacturas francesas se concentraban en los productos de moda y en la constante inno­vación de los diseños para los vestidos de las damas y caballeros. Esto se multiplicó en la época de Luis XIV, ya que Colbert, su Ministro del Tesoro y artífice de la riqueza económi­ca de Francia durante la Edad Moderna, obligó a los gremios textiles a crear nuevos tejidos cada año e, incluso, a realizar dos colecciones de tejidos diferentes cada año.

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Los clientes de esta rica industria francesa, concentrada en Tours y Lyon, eran los nobles y la Corte, y el resto de las Cortes europeas, que imitaban no sólo los gustos en el vestir sino también en la decoración de interiores.

Esta industria será la dominante hasta el siglo XIX y la importancia de la misma en Francia fue tal que muchas de las innovaciones técnicas de estos momentos son francesas, como el telar de J acquard, que supuso la mecanización total de la industria textil.

TURQUÍA:

Las manufacturas de seda de la actual Turquía fueron muy conocidas y apreciadas durante la edad moderna. Su origen se debe al empuje que el imperio Otomano tuvo a partir de mediados del siglo XV con la toma de Constantinopla. La industria de la seda se concen­traba en la antigua capital Otomana, Bursa, aunque también hubo otros centros diseminados por todo el Próximo Oriente.

Su estilo, muy decorativo, tiene influencias de Persia, en los temas florales, y de Italia, aunque desarrolló un estilo propio que permite que ciertas producciones sean reconocidas como otomanas, ya que emplearon motivos exclusivos como el tulipán (fig. 4), las hojas de acanto o el conocido como r;intemani, tres círculos colocados de manera piramidal sobre dos líneas onduladas. Conviene comen­tar la posterior influencia de los tejidos otomanos en las producciones venecia­nas.

Estas manufacturas destacan también por sus colores, muy bien definidos, y de fuertes tonos, como el rojo, azul claro, amarillo, verde, etc. Una de sus características es la combi­nación de un tono fuerte de fondo, como el rojo o el negro, y de otros colores en la decoración. El uso de los hilos metálicos será generalizado en los tejidos más importantes (n° 34).

Entre las técnicas, las más empleadas fueron el lampas y el ter­ciopelo. También utilizaron en ciertos tejidos una urdimbre muy fina y unas tramas gordas y lasas, que tapaban a la primera, lo que les permitía emple­ar fibras más baratas, como el algodón.

Fig. 4: Vestido de niño, Turquía, siglo XVII (© Victoria & Albert Museum).

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TEJIDOS DE LA EXPOSICIÓN

NÚMERO: 20 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 24,5 cm.; Alt: 24,8 cm.

MATERIAS: Seda.

INVENTARIO: 3914

TÉCNICA: Lampas de 3 tramas lanzadas con fondo raso de 5 escalonado 3. Urdimbre de base: hilos dobles y de un solo cabo con torsión Z de color rojo. 78 h/cm. Urdimbre de liga­dura: hilo de seda de un solo cabo con torsión Z de color naranja. 12 h/cm. Trama de base: hilo de seda de un solo cabo sta. de color naranja, 25 p/cm. Trama de decoración: hilo de seda sta. de color verde oscuro, blanco y amarillo, 25 p/cm. CRONOLOGÍA: Fines del siglo XV.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de un tejido decorado con leones rampantes, de perfil, coro­nados y afrontados a una piña. a modo de homs o árbol de la vida; los leones están encuadrados por hojas lanceoladas de tallos muy finos que se unen en una piña y de la que nacen granadas, debajo se coloca la llamada hoja de perejil. Sobre el fondo rojo de la tela destacan las figuras en amarillo, verde y blanco.

El tejido, de técnica compuesta, un lampas, es técnicamente igual a los tejidos naza­ríes, pero ciertos aspectos de la decoración que recuerdan a lo gótico hacen pensar más en un tejido realizado por moriscos o mudéjares.

Son numerosísimos los ejemplares similares, algunos sólo varían en los colores man­teniendo el diseño, otros tienen pequeñas variaciones en los elementos decorativos, por ejemplo, escudos en vez de hojas de perejil. Esta uniformidad en el diseño parece señalar la existencia de un único centro textil para su fabricación. Estas piezas se encuentran muy dis­persas por las colecciones nacionales (Museo Arqueológico Nacional, Catedral de Ávila y Toledo, Instituto Valencia de Don Juan) y extranjeras (Hispanic Society, Victoria & Albert Museum, Museo de Cluny, Museo de Arte Islámico de Berlín, Fundación Abegg Stinftung de Berna .... ). La abundancia de fragmentos de tejidos moriscos y/o mudéjares habla clara­mente de la importancia de estos talleres durante los siglos XV y XVI y de las telas como elemento de gran valor comercial en la recién unificada España.

Sobre el posible lugar de fabricación de este tejido, Torres Balbás comenta que podría ser Toledo dada la importancia de esta ciudad como centro textil

PARALELOS: Artiñano, 1917: nos 69-71, lám. XVIII; Falke, 1922: fig. 318; Niño, 1942: p. 25, lám. 6; Torres Balbás, 1949; May, 1957: pp. 171-249, fig. 116-117. Bunt, 1965: fig. 11. Partearroyo, 1986: pp. 215-217. Otavsky y 'Abbas, 1995: n"' 144-147, pp. 245-250.

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NÚMERO: 21 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 22,5 cm.; Alt.: 48 cm.

MATERIAS: Seda.

INVENTARIO: 2800

TÉCNICA: Taqueté labrado de 4 tramas. Urdimbre de base: 2 hilos de seda roja, retorcido, 18 h/cm. Urdimbre de ligadura: 1 hilo de seda bicolor rojo/amarillo, retorcido, 9 h/cm. Trama de base: hilo de seda rojo sta., 20 p/cm. Trama de decoración: hilo de seda sta. de color azul, amarillo y blanco, 25 p/cm. Todas hacen tafetán. CRONOLOGÍA: Siglo XVI.

DESCRIPCIÓN: Este tejido y el número 22 son una muestra de la excelente calidad alcan­zada ya desde la Edad Media y continuada en la Edad Moderna por los talleres textiles de tradición nazarí.

El reino de Granada fue conocido, entre otras muchas cosas, por la excelencia de sus tejidos siendo Almería y Málaga los principales lugares de producción. La cronología de los tejidos nazarí es se ha establecido tradicionalmente a través de la comparación con otras artes contemporáneas, en este caso las yeserías, los azulejos y los trabajos en madera. Gracias a ello se han establecido dos grupos, uno más antiguo, en tomo al siglo XIV, donde la com­posición del tejido era puramente geométrica, a base de lacerías que se desarrollan en anchas bandas horizontales (buen ejemplo de ello es el n° 22) separadas por bandas, más estrechas, decoradas con filas de almenas o inscripciones cúficas; el otro, a partir del siglo XV, sigue la misma disposición pero aparecen composiciones florales, muy similares a la labor del ataurique, que suelen llevar un letrero en cúfico. Nuestro tejido estaría encuadrado en este segundo grupo. Los colores utilizados eran muy fuertes: azul oscuro, rojo, amarillo, verde, negro y blanco; y se produce un abandono del uso de los hilos metálicos.

Esta pieza presenta tres bandas anchas decoradas con motivos florales que intercalan el color de fondo, amarillo, azul y amarillo, separadas por dos bandas de líneas de almenas y capullos. El color de los motivos de las bandas florales es rojo, mientras que las almenas y capullos van en blanco.

El análisis realizado para identificar el tinte del color rojo, mediante cromatografía en capa fina, dio como resultado cochinilla americana y ácido elágico, este último emplea­do como matizador del color. El uso de este tinte no puede ser anterior al descubrimiento de América, por lo que la cronología debe ser posterior a 1492.

La cochinilla, pequeño insecto hemíptero originario de México, se incorporó muy pronto a la industria textil europea, sustituyendo a otros tintes como la granza o el quermes, utilizados habitualmente para obtener el color rojo en al-Andalus. Este hecho entra en con­tradicción con la cronología establecida tradicionalmente, a través de los paralelos estilísticos, por lo que sería necesario y conveniente una revisión en profundidad de los teji­dos nazaríes, incluyendo sus análisis, para establecer, en la medida de lo posible, su cronología. La larga pervivencia de los motivos decorativos nazaríes en los tejidos, no sólo en España sino también en el Norte de África limita la asignación cronológica basada exclu­sivamente en este tipo de estudios comparativos, y resuelve el empleo de la cochinilla como tinte, al datarse posiblemente estas piezas del siglo XVI en adelante.

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PARALELOS: Berlín, 1995: no 99, p. 220. Otavsky y 'Abbas, 1995: no 137- 138, pp. 236-238 .

ANÁLISIS: Color rojo: cochinilla y ácido elágico.

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NÚMERO: 22 OBJETO: Fragmento de tejido, posible cortina. MEDIDAS: Alt.: 217 cm.; Anch.: 61 cm.

MATERIAS: Seda e hilos metálicos de plata.

INVENTARIO: 6446

TÉCNICA: Lampas de una trama lanzada de fondo tafetán y samito de 5 tramas de fondo sarga de 3 (2 e 1 ). Lampas: Urdimbre de base: hilo doble de seda de un solo cabo cada uno con torsión S color rojo, 18 h/cm. Urdimbre de ligadura: hilo de seda de un solo cabo con torsión S color crudo, 15 h/cm. Trama: 1 •: hilo doble de seda sta. de color rojo, 17 p/cm. Trama 2•: hilo de seda sta. de color amarillo, 16 p/cm. Samito: Urdimbres iguales. Tramas: 1 •: hilo de seda sta. de color blanco, 20 p/cm. 2•: hilo de seda sta. de color azul, 17 p/cm. 3•: hilo metálicos con almas de seda, 17 p/cm. 4•: hilo de seda sta. de color verde: 19 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XVI.

DESCRIPCIÓN: Tejido de seda, que conserva los arillos, decorado con motivos vegetales y geométricos organizados en bandas horizontales, conserva dos anchas bandas de meda­llones polilobulados con una estrella en el centro, entre los medallones un motivo cruciforme. Los motivos van en amarillo mientras que el fondo es rojo. En el centro del actual fragmento se encuentra una banda más estrecha, con un motivo central de medallón polilobulado en azul con motivo central en forma de estrella realizado con hilos metálicos, delimita por franjas con decoración de almenas escalonadas y otra de motivos ovalados, rea­lizados en hilos metálicos. Cada franja o banda esta separada por unas más estrechas de distintos colores: azul, crema, blanco, crema y azul.

Este fragmento, de una gran calidad técnica, está tejido en dos tipos distintos de liga­mentos, el samito y el lampas. El primero tiene un origen más antiguo que el lampas, su nombre aparece desde antiguo en los inventarios, y podría proceder del nombre griego hexa­mito (de 6 hilos). El lampas, más moderno que el samito, pudo originarse a finales del siglo X, este ligamento utiliza como fondo otros tipos de ligamentos como el tafetán, la sarga, el raso o las espiguillas, aunque conviene destacar que a partir del siglo XV sólo utilizarán el ligamento de tafetán y el de sarga.

La adscripción geográfica y cultural de esta magnífica pieza resulta algo dificultosa. Podría tratarse tanto de un tejido español de tradición nazarí como norteafricano de siglos posteriores. Las razones que impiden, por el momento, una mayor precisión son tanto esti­lísticas como técnicas. Por un lado está documentada la pervivencia de los motivos decorativos empleados por los nazaríes en tejidos norteafricanos más modernos, como con­secuencia de la emigración al norte de África de los exiliados tras la toma de Granada y su integración en las tradiciones culturales norteafricanas, especialmente la marroquí (caso similar a lo que ocurre con el bordado N° 37). Por otro lado, el análisis del color rojo ha per­mitido identificar el empleo de la cochinilla y el ácido elágico como tintes; esta misma composición aparece en otros fragmentos de tejido de época nazarí o marroquíes más modernos de la colección del Museo de La Alhambra. Los hilos metálicos están constitui­dos por plata aleada con cobre ( 18,6 %) y con una presencia de plomo (2,5 % ). Si bien la aleación con cobre, en torno al 20 %, es habitual al partir de la Edad Media, la presencia de plomo es de momento menos habitual.

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Esta situación avala la necesidad de ampliar el estudio de los tejidos desde una óptica más científica para descubrir aspectos hasta ahora ocultos sobre las técnicas de trabajo que per­mitan diferenciar, en lo posible, talleres de fabricación cuando los elementos estilísticos no resultan concluyentes.

PARALELOS: Falke, 1922: pp. 31-32, fig. 315. Ferreras, G. et al., 1996: pp. 33-47. Notes Techniques , pp. 20-2 1 y pp. 23-25.

ANÁLISIS: Color rojo: cochinilla y ácido elágico. Hilo metálico: plata

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NÚMERO: 23 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 37 cm.; Alt.: 27 cm.

MATERIAS: Seda.

INVENTARIO: 6429

TÉCNICA: Lampasette? tejido de fondo raso de S escalonado 3. Decoración sarga de 8 (7 e 1). Urdimbre: hilo de seda de un solo cabo sta. de color beige, 60 h!cm. Trama: hilo de seda de un solo cabo sta. de color rojo y beige, 20 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglos XVI-XVII.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tejido decorado con motivos vegetales enmarcados por medallones ovalados. El motivo vegetal central y la composición del tejido, en general, deri­va de los terciopelos italianos y españoles de los siglos XV y XVI, especialmente de los terciopelos con el motivo de la granada o de la piña.

Esta decoración de gran tamaño deriva de motivos más pequeños como la granada o la piña que fueron adquiriendo importancia con el tiempo debido, en parte, a una cuestión técnica, dado que estas decoraciones se aplicaban en especial a los terciopelos y era menos dificultoso tejer un terciopelo con grandes motivos que pequeños. De este tipo de decora­ción tenemos una abundante documentación no sólo por los ejemplares conservados sino también en la pintura y, en especial, en los magníficos retratos de los personajes de esta época, en especial de reyes y cortesanos.

Este motivo, muy popular durante la primera parte de la Edad Moderna, fue tomado e imitado también por los talleres turcos. El origen de este tejido es incierto, podría ser tanto una seda italiana como española o turca, y la cronología estaría entre los siglos XVI y XVII.

PARALELOS: Artiñano, 1917: na 120, p. 38, l. XXX.

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NÚMERO: 24 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 30 cm.; Alt.: 50 cm.

MATERIAS: Seda.

INVENTARIO: 6431

TÉCNICA: Lampas de 3 tramas lanzadas sobre fondo de raso de 7 brochado. Urdimbre de fondo: hilo de seda de un solo cabo con torsión Z de color rojo, 50 h/cm. Urdimbre de liga­dura: hilo de seda de un solo cabo con torsión Z de color blanco, 15/cm (muy perdida). Trama de fondo: trama doble formada por 2 hilos de seda de un solo cabo cada uno con tor­sión Z en color blanco y rojo. Tramas de decoración: hilo de seda de 2 cabos con torsión Z cada uno, unidos por ligera torsión S, de color verde y blanco, 17 p/cm. Hilo de seda de dos cabos con torsión S, unidos por ligera torsión Z, de color ocre (es el alma del hilo metálico) 10 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XVII.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tejido, que conserva los arillos originales, decorado con motivos vegetales de claveles dispuestos en vertical y unidos unos con otros por un tallo del que parten unas hojas. Los colores blanco, verde ocre que delinean los motivos decorativos resaltan sobre el fondo rojo; los hilos metálicos, hoy muy perdidos, decorarían el centro de la flor y algunas partes de la corola.

La composición en ondas alternas de los motivos florales es una creación otomana de principios del siglo XVII, el tema floral de los tejidos otomanos se relaciona con el sig­nificado de determinadas flores y hojas, de acanto, como es nuestro caso, en la poesía mística

Durante esta etapa las manufacturas europeas y turcas tuvieron su momento de esplendor, especialmente de las sedas, damascos, brocados, etc.

PARALELOS: Johnstone, 1985, no 8, p. 58. Baker, 1995, pp. 85-107.

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NÚMERO: 25 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 63,5 cm.; Alt.: 98.5 cm.

MATERIAS: Seda.

INVENTARIO: 6614

TÉCNICA: Raso de efecto de bastas por trama de fondo de 1 trama lanzada. Urdimbre: hilo de seda de 2 cabos con torsión S de color rosa, 50 h/cm. Tramas: hilo de seda rosa de un solo cabo sta, 22 p/cm; hilo de seda de 2 cabos sta. de color naranja, 15 p/cm; hilo de seda de 2 cabos sta. de color azul, 11 p/cm; hilo de seda de dos cabos sta. de color blanco (rete­ñido de rosa), 11 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XVIII.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tejido muy fino. que conserva los arillos, con la decoración organizada en bandas horizontales con motivos de tlores, libélulas y cuadrúpedos rampan­tes. Tanto las flores como los cuadrúpedos son muy comunes en el arte textil europeo y turco, al contrario que el tema de las libélulas. Además, el pequeño tamaño de la decoración nos remite a las sedas chinas y orientales tanto del Extremo como del Lejano Oriente, que imitaron los centros textiles europeos.

El pequeño tamaño de la decoración y la calidad de la pieza nos sitúa en los prime­ros momentos de la mecanización de la industria textil, con el uso de los telares del tipo Jacqard. Se aprecia un posible fallo del tejedor, ya que en una de las filas las libélulas sólo tienen tejidas las alas, faltando el cuerpo.

La característica de este tejido es que ha sido reteñido con un color rosa fuerte que ha estropeado toda la decoración y que impide apreciar la banda decorativa realizada en blanco, hoy de un rosa similar al de fondo. Su color original debería ser un rosa salmón con la decoración en naranja o dorado, quizás imitando los hilos metálicos. azul y blanco. Des­taca que en los lados verticales llevaba cosido un orillo haciendo de remate por lo que su posible último uso bien pudiera ser el de tapete.

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NÚMERO: 26 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 69 cm.; Alt.: 40 cm.

MATERIAS: Seda.

INVENTARIO: 6439

TÉCNICA: Taqueté labrado? de 4 tramas. Urdimbre de base: hilo de seda de un solo cabo de color rojo, 20 h/cm. Urdimbre de ligadura: hilo de seda de un sólo cabo de color beige, 20 hlcm. Trama: Hilo de seda de un sólo cabo sta. de color blanco, 25 p/cm; hilo de seda de un sólo cabo con ligera torsión Z de color rosa, 16 p/cm, y de color azul, 15 p/cm; hilo doble formado por un hilo de algodón con torsión Z e hilo de seda de un solo cabo con ligera tor­sión Z ambos de color marrón, 16 p/cm; hilo de seda de tres cabos con ligera torsión en Z unidos entre si por ligera torsión Z color rojo, 16 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglos XVII-XVIII.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de un posible cinturón, decorado con bandas de motivos flo­rales entrelazados entre sí, separados por una pequeña cenefa de triángulos. El remate es una banda más ancha con un motivo floral que termina en una cenefa de cuadrados. El motivo del ramo de claveles, así como la organización en bandas florales a modo de roleos nos remi­te a paralelos turcos o de imitaciones turcas como las que se hacían en Polonia.

Este tipo de tejidos corresponde a cinturones o fajas utilizados tanto en Turquía como en ciertos países europeos con una fuerte influencia oriental, como Polonia y Hungría. Esta tradición pervivirá también en el Norte de África, especialmente en Marruecos, donde aún hoy, las mujeres se visten con anchos cinturones en las festividades.

PARALELOS: Cox, 1914: pl. 37, no II. Geijer, 1979: fig. 58 b.

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NÚMERO: 27 OBJETO: Fragmento de una casulla. MEDIDAS: Anch.: 19 cm.: Alt.: 49 cm.

MATERIAS: Seda, algodón e hilos metálicos.

INVENTARIO: 6430

TÉCNICA: Raso de S brochado, haciendo tafetán en el reverso. Urdimbre: hilo de seda de 2 cabos con torsión S cada uno, unidos por torsión S. de color violeta, rosa, verde y blanco, 40 h/cm (muy perdidos). Tramas: 1" trama de fondo (raso), e hilos de algodón de un solo cabo cada uno y con torsión Z, de color rosa 40 p/cm. 2" trama: hilo metálico formado por un hilo de 3 cabos con torsión Z cada uno unido a una lámina metálica con torsión S, 15 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglos XVIII-XIX.

DESCRIPCIÓN: El tejido, que conserva el orillo en uno de sus lados, formaría parte de una casulla, y este fragmento sería la parte trasera de la misma. La decoración consiste en hojas y flores haciendo ondas, realizadas en hilos de plata, sobre un fondo de distintos colo­res, verde, beige, morado.

Los motivos decorativos haciendo ondas son característicos de las manufacturas tur­cas, como lo demuestra el n° 24, así como los motivos vegetales. También el empleo de los hilos metálicos es muy común en este tipo de vestiduras. de uso eclesiástico, y en especial de España, lo que hace difícil concretar su procedencia.

La cronología de este tejido estaría entre los siglos XVIII y XIX, dado que la com­posición metálica de los hilos nos remite a ejemplares textiles de esta etapa.

PARALELOS: Rinuy, 1995: pp. 13-23.

ANÁLISIS: Hilo de plata dorada: 94,5 % Ag; 5,5 % Cu. Plata aleada con cobre. Dorado muy fino sobre la plata en ambas caras, probablemente con mercurio.

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NÚMERO: 28 OBJETO: Fragmento de tejido, posible velo. MEDIDAS: Anch.: 24 cm.; Alt. sin flecos: 18 cm.

MATERIAS: Seda y algodón.

INVENTARIO: 2795

TÉCNICA: Tafetán de 6 urdimbres. Urdimbre: hilo doble de seda de un solo cabo con tor­sión Z de color rojo, amarillo, azul, blanco y rojo, 25 h/cm. Tramas: 1 a: hilo de algodón de un solo cabo con torsión Z, color azul, 14 p/cm. 2": hilo de seda doble de un solo cabo cada uno sta. de color rojo e hilo de seda de un sólo cabo sta. color marrón/negro 18 p/cm. 3a: Hilo de algodón de 1 solo cabo con torsión Z de color crudo y grosor irregular, 28 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglos XVI-XVIII.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de un tejido que conserva la parte del remate con flecos. La decoración consiste en franjas de colores rojo, amarillo y marrón, con una central de color crema que lleva un registro en franjas azules y rojas; antes del remate de los flecos lleva una franja con decoración geométrica de cruces y rosetones en marrón.

De esta pieza hay otra igual, quizás del mismo tejido, en el Museo Arqueológico Nacional (n° 65.458) así como dentro de la misma colección del Museo se encuentra la posi­ble continuación del tejido, más deteriorado, o un tejido muy similar (ver no 6615).

Dada su fineza y los flecos podría tratarse un fragmento de velo, con lo que tendría­mos un tejido realizado seguramente en algún país norteafricano o del Próximo Oriente.

PARALELOS: Museo Arqueológico Nacional, no 65.458

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NÚMERO: 29 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 19 cm.; Alt.: 61 cm.

MATERIAS: Seda.

INVENTARIO: 6434

TÉCNICA: Lampas de 7 tramas lanzadas. fondo sarga de 3 (2 y 1). Urdimbre de base: hilo de seda de 3 cabos con torsión Z. bicolor rosa y blanco. 35 h/cm. Urdimbre de ligadura: hilo de seda de un solo cabo con torsión Z. 25 h/cm. Tramas: la: hilo de seda de un solo cabo sta. amarillo, 15 p/cm. 2a: hilo de seda de un solo cabo sta. de color fucsia. 16 p/cm. 3a: hilo de seda de un solo cabo sta. de color berenjena, 16 p/cm. 4a: hilo de seda de un solo cabo sta. de color azul claro, 12 p/cm. Y: hilo de seda de un solo cabo sta. de color rosa salmón, 12 p/cm. 6a: hilo de seda de un solo cabo sta. de color verde. 20 p/cm. 7a: hilo de seda de un solo cabo sta. de color blanco, 12 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tejido, algo deteriorado, decorado con motivos vegetales y geométricos en varios colores. Los motivos vegetales (t1ores, árboles y grandes hojas) se sitúan en el remate inferior del tejido, mientras que los geométricos ocupan toda la franja media del mismo. Estos últimos son motivos de lacería en amarillo. entre las cuales se sitú­an pequeños motivos en varios colores.

El fragmento tiene una raja en el lado izquierdo que indica que se utilizaba doblado, tal y como las mujeres marroquíes llevaban los cinturones en las principales ceremonias, como bodas. Esta tradición, hoy casi perdida, está documentada por los trabajos de Jouin y por los dibujos y fotografías de Delacroix. Este conocido pintor realizó un viaje a Marrue­cos del que se conserva un maravilloso diario de viaje y fotos que documentan las vestimentas utilizadas por las mujeres y hombres de Marruecos en el siglo XIX.

Los paralelos encontrados para esta pieza como para los demás fragmentos tienen como procedencia Fez, ciudad conocida por sus talleres textiles desde muy antiguo. Con­viene recordar que Fez fue una de las ciudades que acogieron a mayor números de nazaríes tras la caída de Granada, fundando incluso un barrio.

PARALELOS: VV.AA., 1980: pp. 5-l O, fig. 1-4, no 11.

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NÚMERO: 30-31 OBJETO: Fragmento de cinturón. MEDIDAS: Anch.: 31 cm.; Alt.máx.: 59 cm.

MATERIAS: Seda.

INVENTARIO: 6619-6621

TÉCNICA: Lampas. Urdimbre de base: hilo de seda doble de 1 solo cabo cada uno con ligera torsión Z, 22 h/cm. Urdimbre de ligadura: hilo de seda de un solo cabo con ligera tor­sión Z, 12/cm aproximadamente. Tramas: 1 ": hilo de seda sta. de color rojo, 17 p/cm. 2": hilo de seda de color azul, 17 p/cm. 3": hilo de seda sta. de color amarillo, 19 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de un cinturón de mujer decorado con bandas horizontales en amarillo y azul que llevan intercaladas en rojo un motivo de punta de flecha que está rema­tada por un cordoncillo azul y amarillo.

Este fragmento junto con los n"' 6620 y 6621 forma parte del mismo cinturón, la razón de esta fragmentación se debe a que se utilizaba doblado en dos o tres pliegues. La diferencia está en el n° 6621 ya que corresponde a la parte del remate del cinturón, decora­do con una franja de motivos florales y capullos.

Los paralelos encontrados, especialmente con el motivo de puntas de flechas, remi­ten a un ejemplar de época temprana, de finales del siglo XVI o principios del siglo XVII, que se encuentra en la Fundación Abbeg (lnv. 2025). En el estudio de esta pieza no dan las razones de esta datación tan temprana.

Destaca que en los análisis de color realizados al fragmento 6621 nos dan como resultado tintes naturales, e incluso el verde se consigue de la manera más tradicional mez­clando el azul y el amarillo, el índigo y la gualda, de igual manera que los tejidos egipcios de esta colección. Estos datos apoyan la idea de una cronología anterior a mediados del siglo XIX.

PARALELOS: VV.AA., 1980: no 1, pp. 20-25.

ANÁLISIS: Fibra textil: seda. Color rojo: cochinilla y ácido. Color azul: índigo. Color verde: gualda e índigo.

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NÚMERO: 32 OBJETO: Banda, posible faja. MEDIDAS: Anch.: 22 cm.; Alt.: 407 cm.

MATERIAS: Seda e hilos metálicos.

INVENTARIO: 6437

TÉCNICA: Sarga de 4? brochada y reps alternante?. Urdimbre: hilo de seda de un sólo cabo con ligera torsión Z, 28 h/cm. Trama: hilo de seda de 2 cabos sta. de color rojo, 18 p/cm; hilo de seda de un solo cabo sta. de color azul claro, 18 p/cm; hilo de seda de 2 cabos sta. de color negro, 18 p/cm; hilo de seda sta. de color blanco, 21 p/cm; hilo de seda sta. de color azul oscuro, 16 p/cm: hilo metálico con alma de seda color amarillo y lámina de plata dorada enrollada con torsión S, 22 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Banda rematada por todos sus lados, los verticales por flecos trenzados. La decoración esta compuesta por franjas horizontales de distintos y vivos colores realiza­das en tapicería y franjas más anchas de hilos metálicos. Este tejido presenta un estado de conservación excepcional y parece que nunca fue utilizado.

El posible destino o uso es desconocido, aunque podría tratarse de un cinturón de mujer, elemento muy utilizado en Marruecos en las grandes festividades. El color rojo se ha obtenido mediante la cochinilla y el ácido elágico, al igual que otros tejidos de la colección con clara procedencia norteafricana.

ANÁLISIS: Color rojo: cochinilla y ácido elágico. Hilo metálico de plata dorada, 99 % Ag, 0,42 Pb. Plata muy pura con impurezas de plomo. Dorado por ambas caras, posiblemente con mercurio.

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NÚMERO: 33 INVENTARIO: 2801 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch. máx.: 30.5 cm. Alt.: 46.5 cm.

MATERIAS: Seda. algodón e hilos metálicos TÉCNICA: Tafetán de 3 tramas lanzado e interrumpidas. brochado. Urdimbre: hilo de seda y algodón de dos cabos con torsión Z unidos por torsión Z de color ocre. 90 h/cm. Tramas: 1" : hilo de seda y algodón de dos cabos con torsión Z unidos por torsión Z de color ocre. 70 p/cm. 2": hilo de seda y algodón de 3 cabos con ligera torsión de color rojo. 70 p/cm. 3": hilo metálico formado por un hilo de fibra celulósica con torsión S de color crudo y una lámina metálica (filé), 70 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento recortado de tejido con decoración en rojo sobre amarillo. el motivo principal enmarcado en grandes medallones está formado por aves rapaces afronta­das con la cabeza vuelta y en el centro un motivo vegetal: las m es tienen las garras y la cabeza tejidas en hilos de plata dorada. Los medallones son doble-,. separados por una banda de roleos en rojo. los intersticios de los medallones se decoran con motivos wgetales en rojo y en el centro un motivo floral tejido con hilos ele plata.

Esta pieza al igual que la número 6446 presenta problemas de adscripción cultural y cronológica. Los paralelos encontrados con idéntica decoración remiten a un mundo orien­tal de los siglos XI-XII o a una procedencia italiana (Lucca) hacia el 1300. Esta disparidad obliga a recurrir a los estudios técnicos para buscar mayor información. El análisis de los hilos metálicos con una proporción en torno al 6 '1r de cobre aleado a la plata no suminiqra ninguna información precisa. El hilo ele color amarillo fue iclentif'icaclo como una mezcla de seda y algodón, este último en muy baja proporción. Esta mezcla de elementos está clocu­mentacla desde muy antiguo y se utilizaba para reducir el uso de la seda como materia prima más costosa. Los hilos ele color rojo fueron analizados mediante cromatografía en capa fina sin que se pudiera identificar con ninguno de los patrones ele color habituales en los tejidos antiguos (tintes naturales: liquen. granza. quermes. cochinilla. palo ele brasil. sangre ele drago, henna. alizanina y purpurina). El resultado del análisis plantea dos opciones. o se trata ele un tinte nuevo desconocido hasta la fecha. o se ha teñido con técnicas modernas ( tin­tes químicos). En consecuencia quizás se trate de una falsificación moderna. como se \·iene comprobando en algunas piezas de Museos cuando se realiza una analítica completa que incluye el método ele datación del Carbono 14. o ele una prueba de tisaje. ya que muchos centros textiles europeos del siglo XIX. como Lyon o Praga. copiaban los tejido~ antiguos. No obstante la confirmación de esta última po-,ibiliclacl requeriría. en nuestro caso. de aná­lisis complementarios.

PARALELOS: Blair et al. 1992. Cox. 1914: pi. 25. no lll. Falke. 1922: no 221, p. 26. Erre­ra, 1927: no 9, p. 31. Wilckens. 1992: n° 227. p. 112.

ANÁLISIS: Fibra: seda y algodón. Color: rojo: no identificado. Hilo metálico: hilo de plata dorada: 93,2 '1r Ag: 6.7 9r: Cu.

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NÚMERO: 34 OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 17,2 cm.; Alt.: 38,5 cm.

MATERIAS: Seda e hilos metálicos.

INVENTARIO: 6441

TÉCNICA: Lampas de fondo raso de 5 brochado. Urdimbre de base: hilo de seda de 2 cabos con torsión Z unidos por torsión S de color tostado, 11 p/cm. Urdimbre de ligadura: hilo de seda de un solo cabo sta. de color verde claro, 7 h/cm. Trama de base: hilo de seda de 3 cabos con torsión Z unidos por torsión Z de color verde, 46 p/cm. Trama de decoración: hilo metálico, alma de seda de un solo cabo con torsión Z de color amarillo y lámina metá­lica enrollada con torsión Z, 46 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX o principios del XX.

DESCRIPCIÓN: La tela procede la Fábrica Imperial de Tejidos otomana (Hereke Fabricai Hümayun Ma<mulati). Se trata de un fragmento de la tela utilizada para confeccionar el velo que cubre la Ka<aba. El texto incluye los nombres de los diez personajes a los que Mahoma prometió que entrarían en el Paraíso directamente, sin ser sometidas a juicio. En su versión completa, la pieza de tela dice: «¡Dios mío, bendice y salva al colmado de elogios y más meritorio intercesor, abogado eficaz, fidedigno y misericordia de los mundos! Abu Bark, <umar, <uqnim, <Al!, J:Iasan, J:Iusayn, Talha, Zubayr, Sa<d, Sarld, rAbd Al-Rahmim, <Abu <ubayda. ¡Dios, ensalzado sea, tenga misericordia de ellos!». Se bordaron, pues, los nom­bres de los llamados «califas ortodoxos>>, de los hijos de Fátima y <Ali: al-J:Iasan y al-Husayn, así como los de otros Compañeros de Mahoma. Todos ellos son objeto de gran devoción en el Islam. El nombre del Profeta se cita ateniéndose a su significado literal para poder enlazarlo con los otros adjetivos laudatorios.

PARALELOS: Johnstone, 1985: no 16, p. 65. Un fragmenro de la misma pieza de tela se encuentra en el archivo de la Dirección General de los Awqafs turcos en Ankara. Mide 292 x 65 cm. y la inscripción completa 74 x 16 cm. Bayran, 1982: pp. 139-142, fig. 1 y láms. 1-2.

[banda lateral a] [banda central] [banda lateral b]

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EPIGRAFÍA: Inscripción en escritura !Ul!, con las vocales y los adornos propios de este tipo de caligrafía tan difundida en el Imperio otomano. Los textos aparecen encerrados en cartuchos, el superior rectangular y el resto de forma ovalada con dos pequeños lóbulos a derecha e izquierda.

«[banda central] ¡Dios mío, bendice y salva al colmado de elogios y más meritorio, intercesor y abogado eficaz! [banda lateral a] <umar. <Ali tiusan. Zubayr. [banda lateral b] <u~mim. Rasan. Talha».

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BORDADOS

El bordado consiste en decorar un tejido mediante aguja e hilo. El tejido de base puede ser de muy diversas calidades y texturas. desde lisos, a brocados y terciopelos. El hilo empleado es de seda, lana, algodón u otros de más valor como hilos de oro o plata; incluso llegan a utilizarse pedrerías y perlas. La aguja es el instrumento básico en la ejecución de los bordados. En la Prehistoria éstas eran de hueso y marfil; la madera también fue emple­ada y posteriormente se fabricaron en metal. Durante la Edad Media las agujas fueron de bronce y en la actualidad son de acero.

La ejecución manual del bordado continúa hasta la actualidad dentro de las artesanías populares y domésticas, aunque en el siglo XVIII se inventa la máquina de bordar que per­mitió generalizar e incrementar la producción. Las tareas de bordar fueron hasta el siglo XIX una actividad tanto de hombres como de mujeres.

El origen del bordado se pierde en los albores de la humanidad, ejemplares de gran calidad se han conservado especialmente en el Egipto faraónico, en las tumbas del Impe­rio Nuevo (Tutmosis II o Tutankamón). Estos bordados sólo cubrían zonas concretas del tejido como el escote y las mangas. En el Éxodo (XXVIII y XIX) se describen algunas de estas ricas vestiduras y, por ejemplo, se menciona que el ephod (túnica sacerdotal) se hacía« ... de oro y cárdeno, púrpura y carmesí, y lino torcido de obra de bordar». En otras fuentes escritas se nombra a Babilonia como un centro de reputada fama por sus borda­dos, que incluso llegaron a época romana. Los patricios pagaron grandes sumas por esos tejidos realizados en el arte que ellos denominaban acupingere (pintar con aguja). Tal es el caso de Metelo Escipión quien desembolsó 800.000 sestercios por un bordado llamado trinchiaria babylonica.

Los autores griegos también recogen la costumbre de decorar los tejidos con la aguja e incluso en la mitología aparecen historias relacionadas con el arte de tejer. Afrodita, celo­sa de que una simple mortal como Aracné tejiera y bordara tan bien como ella, la convirtió en araña. Homero, el más conocido de los poetas griegos, recoge en sus libros algunas des­cripciones sobre el arte de bordar. En el canto XXII de la Ilíada se dice que Andrómaca, la esposa de Héctor:

« ... en lo más hondo del alto palacio tejía una tela doble y purpúrea, que adornaba con labores de variado color.»

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' J ~ l~tuan-fáuen Rabat

fU • •Meknes

Marrake,h

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Fig. 1: Localización de los principales talleres de bordados.

En la Edad Media existen dos escuelas o tradiciones de bordado: la musulmana y la cristiana (fig. 1). En los países europeos esta técnica se concentrará principalmente en los vestidos de corte o eclesiásticos, con temas cristianos. Los bordados musulmanes serán al principio simples inscripciones (n°5 35 y 36) que decoran lienzos de lino, posteriormente se complicarán con bordados sobre fondo de hilos entorchados como, por ejemplo, la capa de Fermo (Italia), en cuya inscripción se dice que fue hecha en Almería en el siglo XII.

A partir del siglo XIV, los bordados nazaríes (fig. 2) tenderán a la geometrización del diseño y al relleno de todos los espacios (n° 37). Bordados con decoración semejante conti­nuaron realizándose en Xauen (norte de Marruecos), debido a la influencia de la diáspora nazarí por el Mediterráneo, tras la caída de Granada.

Fig. 2: Diseños de primitivos dibujos del arte musulmán según González Mena, 1974.

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En periodos más modernos, el bordado ha seguido también dos caminos separados. Mientras en Europa se bordaban terciopelos y otra variedad de tejidos, los turcos y nortea­fricanos siguieron bordando tejidos simples (tafetanes y lienzos) con motivos florales. En Marruecos destacan varias escuelas (figs. 3 y 4), la de Fez, Meknes, Xauen o Rabat, que se distinguen por motivos y uso de colores diferentes (nos 38, 39 y 40).

Fig. 3: Bordado típico de Tetuán (n° 39). Fig. 4: Bordado típico de Rabat (no 40).

Los materiales empleados en el bordado son los mismos que en otros tejidos, aunque han ido variando a lo largo del tiempo. En la Antigüedad y Edad Media el tejido de base era de lana, como se ha comprobado en los bordados griegos (s. IV a.C) encontrados en Crimea. En los países islámicos se utilizaba la seda o el mulhan, mezcla de seda y algodón. A partir del siglo XII en Euro­pa se comienza a bordar sobre seda y también sobre otros tejidos de base, como el terciopelo.

A partir del siglo XVII y XVIII el algodón adquiere una gran importancia como material de base y será el preferido en Europa, especialmente para los bordados en blanco, y a partir de los siglos XVIII y XIX se emplearon las batistas de algodón como base.

Los hilos de lana o lino se empleaban torsionados, mientras que la seda se dejaba lasa (sin torsión). Por otra parte los hilos metálicos, especialmente importantes en el Opus Angli­canum, bordado con hilos metálicos típico de Inglaterra a partir de la Edad Media (s. XIII), eran utilizados enrollados a un alma de seda. A fines de ese periodo el material más fre­cuente fue la plata dorada o los hilos entorchados. Aunque a partir de este momento la variedad de aplicaciones de hilos metálicos es enorme: se podía usar una lámina de oro o plata, ondulada o plana, canutillos con hilos torsionados en espiral, así como hojitas de metal aplicadas al tejido o recortadas con distintos motivos.

Dentro de las manufacturas de bordados pueden diferenciarse dos grupos, uno de carácter oficial, como son los bordados de colgaduras, vestidos, casullas, realizados con materiales nobles y ricos, y otro popular, normalmente sobre lienzos de lino, algodón o lana, y bordados en sedas. De este último grupo España es un país rico en escuelas, destacando la de Lagartera, Salamanca y Mallorca. Esta rica tradición se está perdiendo en gran medida en la actualidad, quedando sólo los ejemplares de los Museos.

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BORDADOS DE LA EXPOSICIÓN

NÚMERO: 35 INVENTARIO: 6422 OBJETO: Fragmento de tiraz MEDIDAS: Anch.: 40,5 cm.; Alt.: 15.4 cm.

MATERIAS: Lino y seda. TÉCNICA: Lienzo y bordado. Lienzo: Urdimbre: hilo de lino sin teñir con torsión S, 22 h/cm. Trama: hilo de lino sin teñir con torsión S, 22 p/cm. Bordado: hilo de seda sta. de color rojo. CRONOLOGÍA: Primer tercio del siglo X.

DESCRIPCIÓN: Este fragmento de lienzo con inscripción es, en cuanto a sus dimensio­nes, uno de lo mayores de esta colección de tejidos egipcios altomedievales. Presenta dos características notables: la inscripción esta bordada y corresponde a las primeras manufac­turas islámicas de tiraz, en el siglo X, durante el reinado de la dinastía 1abbasí en Egipto. Son varios los fragmentos del mismo estilo conservados en otros Museos y colecciones, la mayoría procedentes del ,tiriiz de Misr, más tarde llamado Fustat, y actualmente El Cairo.

PARALELOS: VV.AA, 1993a: n° 95, pp. 168-169. Inscripción: Britton, 1938: fig. 13, pp. 158a-159. RCEA: 1931-1964: nos 818, 1233-1235 y 1237. Day, 1937: fig. 12. Cornu, 1992: BAV 6787, p. 131, lám. p. 500.

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EPIGRAFÍA: Inscripción bordada en seda roja en cúfico simple. En el inicio y el final se han perdido los hilos del bordado, quedando su impronta en la trama. De no ser por estas pérdidas, la inscripción se conservaría completa.

«En nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. Alabado sea Dios, Señor de los mundos. Dios bendiga a Mahoma, sello de los profetas. Bendición de Dios para el siervo de Dios, el iman Muhammad al-Qahir bi-lHih, príncipe de los creyentes (-Dios le ayude- orde­nó ... ) Muhammad el ministro hacerlo en el ,tiriiz al-1amma en Egipto, por medio de 1All mawlil (?)de al-Muqtadir hijo(?) del príncipe de los creyentes».

Antes del nombre del ministro, podría haberse escrito Abu '1Ali , kunya de Muham­mad Ibn Muqla que sirvió a los dos califas hermanos: al-Muqtadir y al-Qahir. No es segura la restitución de <Al! como nombre del mawlil y es extraña la referencia a que al-Muqtadir fuera «hijo» del amir al-mu!mintn ya que él mismo lo fue. Resulta difícil leer los siete u ocho últimos centímetros del bordado por la desaparición del hilo. Es de suponer que en esta parte constase la fecha de la tela.

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NÚMERO: 36 INVENTARIO: 3860 OBJETO: Fragmento de tiraz MEDIDAS: Anch. máx.: 14,2 cm.; Alt. máx.: 16,8 cm.

MATERIAS: Lino y seda. TÉCNICA: Lienzo: Urdimbre: hilo de lino con torsión Z de color crudo, 20 h/cm. Trama: hilo de lino con torsión Z de color crudo, 19 p/cm. Bordado: hilo de seda sta. de color azul. CRONOLOGÍA: Principios del siglo X.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de lienzo decorado con dos líneas de inscripción. Este frag­mento, junto con el n° 35 constituyen los dos tejidos más antiguos de tiraz de toda la colección, con la característica de llevar la inscripción bordada, es decir, ser el perfecto ejemplo de tiraz, frente a las producciones egipcias que utilizaban la tapicería. Su posible taller estaría situado en Irak o Egipto.

PARALELOS: VV.AA, 1993a: no 99, pp. 174-175, n° 107, pp. 184-185. Inscripción: Brit­ton, 1938: figs. 4 y 5, pp. 30 y ss. Britton, 1942: fig. 2, pp. 160-161. Kühnel y Bellinger, 1952: lám. 9, pp. 33-34. Day, 1937: fig. 5, p. 445. Colección Viñas, 1957: lám. 2, no 2333, p. 85. Pfister, 1945-46: no 13, p. 54. Golombek y Gervers, 1977: n"' 1 y 2, pp. 94-95. Cornu, 1992: BAV 6778, p. 154, lám. p. 508.

EPIGRAFÍA: Doble inscripción en cúfico simple bordada en hilo azul. «( ... Encuentra su recompensa en) Él [Corán LXV, 3]. Dios salve a Mahoma. sello de

los profetas, y a sus familiares (todos ... ) ... >>.

Sobre la inscripción. repetido, tal vez hurr «auténtico», «puro». Un texto con igual ductus se encuentra -entre otros- en tejidos conservados en las colecciones Viñas y Pfíster. Las fórmulas religiosas parecen corresponder a las usadas por el gobierno de los califas 1abbasíes al-Muqtadir y al-Qadir. Al igual que otras telas procedentes de Persia o lraq. la ins­cripción consta de tres bandas: una inferior formada por medias lunas bajo línea de escritura de la banda central y principal: ésta muestra las letras supert1uas intercaladas en el texto a distancia determinada, tal vez para compensar la desmesurada altura de las asta~ del lam y alif (o quizás también con la intención de evitar imitaciones fraudulentas): las astas de las letras aparecen en grupos de dos o tres o aisladas, en las zonas intermedias. unas veces rec­tas y otras inclinadas a modo de diseño premeditado; la tercera banda remata la centraL formando un aparente «gusanillo» de unos 2-3 mm. que corona la inscripción. Todos aque­llos elementos que se introducen como adornos dificultan el desciframiento de muchas de las inscripciones que se conservan con este tipo de escritura.

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NÚMERO: 37 OBJETO: Bordado MEDIDAS: Anch.: 66,3 cm.; Alt.: 64 cm.

MATERIAS: Lino y seda. TÉCNICA: Lienzo y bordado. CRONOLOGÍA: Siglos XIV-XV.

INVENTARIO: 6416

DESCRIPCIÓN: Esta pieza es un magnífico ejemplar del arte del bordado popular hispa­nomusulmán. Los bordados de este tipo tienen varias características: la base, un lienzo de lino e hilos multicolores de seda lasa para bordar. Se emplean dos tipos de puntos princi­palmente, el de Argel, una variedad del punto de cruz, y el de cordoncillo.

El bordado es macizado, es decir, cubre toda la base. La decoración geométrica se organiza en tomo a un motivo de lacería central que viene resaltada por la policromía de los hilos: rojo, azul claro y oscuro, dorado, crudo, verde y negro. Destacan sobre el fondo rojo, realizado en punto de Argel, los delgados entrelazamientos de las diversas partes del con­junto, separadas por el punto de cordoncillo que crea un efecto similar al de la cuerda seca.

El origen de estas producciones es incierto, estaría muy extendido, al ser un arte popular entre la población nazarí y mudéjar en España. Este tipo de bordados pudieron extenderse por todo el Mediterráneo coincidiendo con la salida de la población nazarí de Granada tras su conquista, como lo demuestra el hecho de que las mujeres de Tetuán y Xauen continuarán casi hasta nuestros días bordando este tipo de decoraciones.

La cronología de este fragmento es incierta, bien podría tratarse de un ejemplar de los siglos XIV o XV por los paralelos con otras decoraciones en madera o cerámica, así como sus similitudes con un ejemplar conservado en el Instituto Valencia de D. Juan (Madrid) o el de la Colección Gómez Moreno, o bien una producción marroquí del siglo XIX, como los ejemplares similares conservados en el Victoria & Albert Museum.

Su estado de conservación no era bueno y durante la restauración del mismo se ha descubierto que muchas partes están rehechas y rebordadas, por lo que el análisis de los hilos de color que ayudaría a datar con más precisión este bordado es imposible ya que casi no queda nada de los hilos originales.

PARALELOS: Arte y cultura, 1992: n° 160, pp. 241-242. Cumbreño, 1942: pp. 51-53, fig. 10. Guérard, 1970: 550-260, láms. LXXVIII-XCI. Jouin, 1935: pp. 149-161, láms. XXII­XXV. González Mena, 1974: pp. 121-132 y pp.241-254.

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NÚMERO: 38 OBJETO: Bordado. MEDIDAS: Anch.: 82 cm.; Alt.: 309 cm.

MATERIAS: Seda y algodón o lino.

INVENTARIO: 6433

TÉCNICA: Lienzo y bordado. Lienzo: Urdimbre: hilo de algodón o lino de color sta. de color crudo, 32 h/cm. Trama: hilo de algodón sta. de color crudo, 28 p/cm. Bordado: hilo de seda lasa de diversos colores. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Larguísma pieza bordada con motivos florales en seda. La decoración se distribuye en bandas separadas por líneas de color fucsia. Los motivos, todos florales, son de capullos y flores, que se han bordado con colores diferentes cada uno, evitando la repe­tición.

Pertenece al llamado grupo de «bordados modernos de Rabat>>, que se caracteriza por el uso del punto plano y del punto al pasado, y la decoración tupida y abigarrada, formando grandes franjas de hojas y flores de colores muy vivos. Se trata de tejidos siempre reversi­bles.

Podría haberse usado como cortina o, por lo paralelos encontrados, como isar, es decir, un cortinaje utilizado para decorar las salas de recepción, las salas de las mujeres o envolver la dote de la recién casada y se caracteriza por estar bordada sobre una muselina o finos lienzos de algodón brochado.

El hecho de que el color rojo no sea un tinte natural hace pensar que pueda tratarse de un tinte químico, por lo que estaríamos ante una pieza de finales del siglo XIX.

PARALELOS: Broderies marocaines, 1991: n° 24-25. De soie et d'or, 1996: pp.15-17

ANÁLISIS: Fibra textil: Seda. Color rojo: no identificado.

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NÚMERO: 39 OBJETO: Fragmento de bordado. MEDIDAS: Anch.: 123.5 cm. Alt.: 60 cm.

MATERIAS: Seda y lino.

INVENTARIO: 6438

TÉCNICA: Lienzo y bordado. Lienzo: Urdimbre: hilo de lino de grosor variable sta. de color crudo, 15 h/cm. Trama: hilo de lino de grosor variable sta. 19 p/cm. Bordado: hilos de seda lasa de diversos colores. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de bordado decorado con motivos florales. La decoración, realizada con el punto al pasado, se distribuye en distintos ramos florales, distinguiéndose los tulipanes. Estos ramos son de dos tipos, uno más grande con un tallo del que salen dis­tintas flores y otro más pequeño, formado por una flor rodeada por capullos y otros motivos. Está rematado por una cenefa de tallos y capullos que hacen un roleo. Los colores utiliza­dos son muy vivos, destacando sobre el lienzo de lino.

Tetuán, ciudad fundada al finales del siglo XIV y destruida por el rey Enrique lii de Castilla en 1400, fue una de las villas que más refugiados granadinos acogió tras la toma de la capital nazarí en 1492 y donde más tarde muchos moriscos se instalarían tras su expul­sión. Tetuán junto con Xauen (ver el n° 37) tienen la tradición más próxima a los bordados nazaríes. A lo largo del tiempo, Tetuán ha desarrollado su propio estilo, influido además por lo bordados argelinos, de clara influencia turca otomana, como se ve en los tulipanes. por ejemplo.

El bordado de Tetuán es fundamentalmente floraL como base utiliza tanto los lienzos como los rasos y el terciopelo. Los puntos utilizados son el oblicuo, de zurcido, el de cor­doncillo, etc. Este bordado decora tejidos empleados para cobertura de arcones, cortina para cubrir el espejo y evitar el mal de ojo, los llamados tensifa, o los 1ajar, cortinajes que ador­nan la alcoba nupcial.

PARALELOS: Broderies marocaines, 1991: p. 46. De soie et d'or, 1996: pp. 22-24.

ANÁLISIS: Fibra textil: Seda y lino. Color rojo: cochinilla y ácido elágico

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NÚMERO: 40 OBJETO: Cojín bordado. MEDIDAS: Anch.: 65 cm.; Alt.: 35 cm.

MATERIAS: Seda y lino

INVENTARIO: 6618

TÉCNICA: Lienzo y bordado. Lienzo: hilo de lino de un sólo cabo con torsión Z de color crudo, 1 O h/cm. Trama: hilo de lino de un sólo cabo con torsión Z de color crudo, 5 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Este bordado se compone de dos piezas cosidas entre sí. Sobre un lienzo de algodón se ha bordado, con hilos dobles de seda color rojo vinoso, una serie de motivos organizados mediante un juego de triángulos y rombos.

Este tipo de decoración es típico de Fez, ciudad donde radica otra de las grandes escuelas de bordado marroquí. Fundada en el 809 d.C., ha tenido un lugar preeminente en la historia de Marruecos. Sus bordados conocidos desde antiguo son de varios tipos: los lla­mados terz del ghorza, los terz del mcherqui y los razeuj.

El primer grupo, al que pertenecería este ejell';¡lar, emplea una marcada decoración geométrica, especialmente en las líneas oblicuas, siendo característicos los triángulos, los rombos y otras formas, siempre ordenadas. Algunos tienen elementos naturalistas, ya un ave, ya elementos florales muy geometrizados. Los bordados conocidos como terz del mcherqui se caracterizan por una decoración más naturalista con flores, aves y manos; las aves con un marcado sentido de buena suerte y la mano como protección. Ambos grupos emplean un lienzo de lino o algodón e hilos dobles de seda en un solo color, el azul índigo, el rojo, el gris; los puntos utilizados son entre otros el de cruz y el de cordoncillo.

Por último los raleuj son un tipo de bordado, desaparecido a principios del siglo XIX, y caracterizado por emplear el hilo de oro, además de la seda cruda y los colores marrón, violeta, azul oscuro y rojo fuerte. Emplea un punto de tradición oriental, el punto oblicuo, conocido en Persia y los Balcanes, pero no en España.

PARALELOS: Broderies marocaines, 1991: p. 40. De soie et d'or, 1996: pp. 19-22.

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ALFOMBRAS

Las alfombras son un producto típicamente oriental. Su proceso de fabricación es completamente distinto al de los tejidos, aunque utilizan las mismas materias primas (fibras y tintes). Dentro de las fibras las más usadas en trama y decoración han sido la lana y la seda. mientras que el algodón es empleado como urdimbre.

Una alfombra está compuesta por cientos o miles de pequeños nudos, realizados por la trama y atados a la urdimbre. Existen tres clases de nudos (Fig. 1 ):

- simétrico, conocido por turco o ghiordes. - asimétrico, llamado también persa o shenna. - de urdimbre simple. o español.

Existen varias diferencias en su ejecución, especialmente en el modo de pasar la urdimbre, así mientras el turco y persa se hace sobre dos hilos de urdimbre. el español anuda sobre.uno solo y cruza sus extremos por detrás. El persa se diferencia por envolver entera­mente uno de los hilos y pasar por detrás del segundo. y el turco rodea los dos hilos pero pasa sus extremos entre ellos.

Fig. 1: nudo turco. persa\' espm1ol.

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Las alfombras se tejen sobre telares fijos con la urdimbre tendida y tensa. El tejedor irá haciendo uno a uno los nudos y cortando cada vez que finaliza el nudo. Según el diseño combinará los colores.

El origen de las alfombras es realmente antiguo. Al siglo IV a.C. pertenecen los ejemplares encontrados en sepulturas de los pueblos nómadas de las estepas en Rusia. Sin embargo, durante mucho tiempo existió un gran vacío cronológico entre esas alfombras rusas y las siguientes conservadas, ya en el siglo XIV de nuestra era. Éstas se hallaron en dos mezquitas de Konia (Anatolia Central, Turquía) a principios del siglo XX. Presentaban un limitado uso de colores (rojo oscuro y claro, azul claro y oscuro, amarillo, marrón y beige) y una decoración con pequeños motivos en ángulo organizados en rombos y con una orla con pseudoinscripción y estrellas. Su datación de principios del siglo XIV es consecuencia de la utilización de motivos decorativos derivadas de la forma de nube típica de los tejidos chinos bajo la dinastía Yuan ( 1279-1368).

Entre los años 1970 y 1980 se produjeron nuevos hallazgos de alfombras anti­guas, algunas del siglo X recuperadas en excavaciones en Irán, Egipto y Asia Central, y otras encontradas en mezquitas del Oriente Medio, en almacenes de Museos o en casas. Estos nuevos descubrimientos han ayudado a cubrir vacíos en la historia de las alfombras.

La historia de la manufactura de alfombras es escasa en cuanto a ejemplares, pero rica en evidencias literarias, así, sabemos que en el siglo X, los Aglabíes ( dinas­tía musulmana del Norte de África) mandaba alfombras como pago de tributo a los Abbasíes. Esta referencia nos muestra, por una parte la alta consideración que tenían estas piezas, un bien comparable a un tributo, y por otra parte, la extensión de su pro­ducción al Mediterráneo occidental.

La producción y comercialización de alfombras está recogida en los textos de Marco Polo e lbn Battuta, el primero de ellos en referencias sobre Anatolia (1271-1272) y el segundo sobre Marruecos (en el siglo XIV). Idrisi en su descripción de África y España fechada en el siglo XII destacaba las manufacturas de lana de Cuenca y Chin­chilla (Albacete), y a esas últimas las consideraba inimitables. La exportación a Europa de estas producciones españolas se produce desde el siglo XIII, e irá aumentando con el tiempo, especialmente a partir del siglo XV. De gran impacto, según relatan las cró­nicas, fue la exhibición de tapices y alfombras hispanas que con motivo de la boda de Leonor de Castilla con Eduardo I de Inglaterra se realizó en Londres en 1255.

Las alfombras se han clasificado tradicionalmente según su origen geográfico: Anatolia, España, Irán, Cáucaso y Asia central (la parte más oriental). Esta clasifica­ción tan general es confusa ya que en cada una de ellas hay varias tradiciones diferentes en su manufactura. Otros criterios de clasificación atienden al contexto social y el fin para el que se tejían, estableciendo cuatro tipos: aquellas realizadas para uso local, las tejidas para uso comercial secundario, las realizadas con fines comercia­les y las tejidas por encargo, normalmente real o de los grandes potentados.

Los estudiosos se han concentrado en las alfombras de corte o comerciales. obviando las alfombras de los pueblos nómadas, como parte importante de este arte textil, y como origen del mismo.

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No obstante, las mejores producciones entre los siglos XV. XVI y XVII, se deben al patronato real, costumbre islámica que se trasladaría a los países europeos (como por ejem­plo la Real Fábrica de Tapices). Estos encargos reales eran destinados a cubrir las estancias de los palacios o servían de regalo. Todo ello ha hecho de la alfombra un bien de los llama­dos «de lujo».

La mayoría de las alfombras son de forma rectangular y tienen un espacio central bordeado por una orla. paralela a la trama, y flecos paralelos a la urdimbre. El espacio cen­tral está decorado a menudo por motivos geométricos, que son cortados al llegar a la orla, pero que podrían repetirse hasta el infinito. Muchas incorporan un medallón central, que en el caso de las alfombras iraníes suele estar rodeado por cuartos de ese mismo medallón en cada esquina. Determinadas alfombras tienen un diseño que obliga a colocarlas y usarlas en una posición concreta, son las llamadas de oración o saf (fig. 2), que indica la dirección hacia la que los musulmanes deben orar.

Fig. 2: Diseños de alfombras de oración.

La decoración era tejida con motivos geométricos, desarrollándose las formas curvi­líneas, como roleos, arabescos y motivos florales que exigen mayor número de nudos, conforme se utilizaban fibras más finas. Las figuras animales y humanas se incorporaron también al repertorio decorativo.

La iconografía y simbolismo es un apartado importante dentro del estudio de las alfombras. Así, las tejidas en el mundo islámico entre los siglos XV al XVIII están estre­chamente ligadas a las llamadas artes del libro. Las alfombras de los pueblos nómadas deben ser estudiadas en el contexto de la iconografía de la tribus.

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Uno de los mejores testimonios sobre las alfombras lo tenemos en la pintura europea y en los libros iluminados iraníes a partir del siglo XIV. Así en la escuela pictórica de Siena aparecen alfombras con animales, pájaros o cuadrúpedos en hexágonos u octógonos. En el siglo XV se generaliza la aparición de las alfombras en la pintura (fig. 3), especialmente las turcas.

Fig. 3: Detalle de un cuadro de Brueghel (© Museo del Prado).

Muchos tipos de alfombras turcas se denominan o son conocidas por los pintores en cuyas obras aparecen, como Bellini, Holbein, Memling o Lotto, por las ciudades en donde las alfombras eran tejidas, como Ushak, o por las escenas decorativas que representan, como las alfombras de jardín.

En las llamadas alfombras de jardín, que muestran un abigarrado diseño basado en la vista de esos espacios naturales desde una perspectiva aérea, el espacio rectan­gular se compartimenta con árboles, flores, canales con peces dentro, y fuentes. Las orlas de estas alfombras se decoran con motivos geométricos, como cartuchos, palme­tas, pseudo-inscripciones o inscripciones en cúfico, unidas por arabescos. Sólo un pequeño número de ejemplares incluye la inscripción con el nombre del tejedor, el taller y la fecha

Las alfombras tipo Bellini se relacionan con decoraciones de animales, siendo la composición muy elaborada, con grandes estrellas de varios colores que enmarcan esos ani-

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males. Otros motivos frecuentes son una lámpara en la parte superior de la alfombra o un medallón en medio de un nicho y una pseudoinscripción. Este tipo se manufactura con algu­nas variaciones durante los siglos XVI y XVII.

Las Holbein son de dos tipos . Por un lado aquellas que presentan grandes formas , lla­madas también tipo Wheel, con tres u cuatro octógonos unidos en los bordes por bandas. El otro tipo de Holbein incluye decoraciones con octógonos y cruces en losange, organizados de manera intercalada con orlas de elegantes pseduoinscripciones. Estas producciones tuvie­ron su origen en Asia Menor a mediados del siglo XV.

Las Lotto forman un gran grupo que se caracteriza por una elaborada decoración de arabesco, en amarillo sobre fondo rojo y detalles en azul , verde o negro, que cubre toda la alfombra. La decoración está inspirada en el repertorio floral estilizado. Las orlas son varia­das, desde la alternancia de medallones y cartuchos a las pseudoinscripciones y motivos florales de diferente complejidad y diseño geométrico.

Las alfombras atribuidas a los talleres de Ushak presentan tres variedades: de meda­llón, de estrella o de fondo blanco. Las primeras son grandes alfombras decoradas con un gran medallón central de forma ovoide rodeado de pendientes o medios medallones polilo­bulados (fig.4) . Están tejidas en los colores típicos de Anatolia, azul claro y oscuro, amarillo, rojo, marrón oscuro, blanco y algunas veces verde. La alfombra está llena de motivos flora­les de hojas y capullos. Este tipo se manufactura a partir del siglo XVI.

Fig. 4: Detalle de la pieza no 6925.

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Las de estrella están tejidas sobre fondo rojo y llevan repetidos un motivo de meda­llón con ocho puntas o «copo de nieve» en azul oscuro, alternando con rombos en azul oscuro y otros motivos más pequeños decorados con arabescos amarillos. Los motivos geo­métricos incluyen motivos de hojas y capullos en blanco, amarillo, azul, rojo y verde. Su cronología estaría en torno al siglo XVI. El tipo con fondo blanco o crema incluye motivos geométricos en marrón, verde, amarillo claro y, algunas veces, rojo.

Estas alfombras turcas se realizaron incluso después del siglo XVII. Las de mayor éxito en Europa fueron las Lotto y las Ushak de fondo blanco, que se copiaron en Inglaterra en el siglo XVII y en talleres españoles. A partir del siglo XVill se produjo un declive en el interés por las alfombras turcas consecuencia de la moda Luis XIV y a la importancia de la manufac­tura de los Gobelinos y Savonnerie, donde las alfombras se tejían en un estilo contemporáneo al de otras artes decorativas . Estas manufacturas fueron copiadas en España, tras la llegada de los Borbones en 1705, con la creación de la real Fábrica de Tapices.

Otra zona con una importante manufactura fue el Cáucaso, cuyos principales centros de producción fueron Karabag y Shirvan. Son típicas de esta región las alfombras alargadas y estrechas. Emplean motivos decorativos con claras influencias chinas, como Jos dragones o las nubes. Estas producciones no deben confundirse con los ejemplares nómadas con decoración menos sofisticada y normalmente geométrica.

A partir del siglo XIX se produce una nueva eclosión de las alfombras orientales, que comienzan a variar según los gustos de los consumidores, especialmente los europe-

Fig. 5: Principales centros productores de alfombras turcas.

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os y americanos. Mantienen e imitan las decoraciones de antaño. lo que hace muy difí­cil su datación. A fines del XIX los centros manufactureros de alfombras turcas (fig. S)

se habían convertido en una de las actividades económicas más importantes del Imperio Otomano. Ushak sigue tejiendo las grandes alfombras de fondo rojo y azuL producción singular entre las alfombras anatólicas que suelen tener el tamaño de una alfombra de oración (seccade, en turco).

En España las principales zonas manufactureras desde la Edad Media y Renaci­miento fueron Cuenca, Salamanca. Valencia. Madrid y Albacete (Alcáraz. Chinchilla y Lietor). con ejemplares tan conocidos como las alfombras del Almirante. repartidas por varias instituciones. y así llamadas por estar decoradas con el escudo de los Almirantes de la familia Enríquez, que se fechan en el siglo XV.

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ALFOMBRAS DE LA EXPOSICIÓN

NÚMERO: 41 OBJETO: Alfombra. MEDIDAS: Anch.: 212 cm.; Alt.: 570 cm.

MATERIAS: Lana y algodón.

INVENTARIO: 6892

TÉCNICA: Nudo turco. Urdimbre: hilo de algodón de 2 cabos con torsión Z. Trama: hilo de algodón de varios cabos con torsión S, 20 p/dm. Nudo: hilo compuesto de 2 cabos uni­dos en torsión S de colores negro, rojo, verde, lila, marrón, beige y berenjena, 60 h/dm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Alfombra decorada con cruces florales o mas conocida como Sunburst Carpets.

La composición del campo, muy abigarrada, se compone de dos cruces florales sobre fondo negro, acompañadas por otras tres de menor tamaño y realizadas sobre fondo beren­jena. En los laterales del campo aparece un motivo de rombos y otro conocido como sol llameante, por los rayos que salen del motivo. La franja principal es una cenefa floral típica de estas alfombras. Ejemplares similares, pero más antiguos, se conservan en el Textile Museum de Washington o en el Museo Armenio de Etnografía.

El origen estas alfombras estaría en Armenia, en tomo a la región de Karabag, tam­bién podría ser una manufactura turca, el taller exacto es difícil de precisar, pudiendo tratarse de la ciudad de Mardin.

PARALELOS: Gantzhorn, 1991: pp. 342-351.

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NÚMERO: 42 OBJETO: Alfombra. MEDIDAS: Anch.: 276 cm.: Alt.: 348 cm.

MATERIAS: Lana, algodón y cáñamo o yute.

INVENTARIO: 6924

TÉCNICA: Nudo turco. Urdimbre: hilo de algodón formado por 4 cabos con torsión Z uni­dos por torsión S de color blanco. 40 h/dm. Trama: hilo de fibra vegetal (cáñamo o yute) de 2 cabos con torsión S unidos por torsión Z de color crudo. 22 p/cm. Nudo: hilo de lana de 2 cabos con torsión S unidos por torsión S de color verde. blanco. beige. ocre. marrón claro y marrón oscuro, 21 nudos/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Alfombra del grupo de las Sunburst Carpets. Los motivos de las cruces florales delineadas de azul claro componen la línea central del campo mientras que en los laterales del mismo aparecen motivos más pequeños y esquemáticos de estas mismas cruces y de otros motivos. La franja central está decorada con rosetones y roleos formados por hojas lanceoladas típicas de estas manufacturas.

El taller es incierto, ahora bien. el fondo claro es típico de ciertas producciones de Ushak, por lo que bien pudiera haber sido tejido en este centro turco.

PARALELOS: Gantzhorn, 1991: pp. 342-351.

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NÚMERO: 43 OBJETO: Alfombra. MEDIDAS: Anch.: 200 cm.; Alt.: 262 cm.

MATERIAS: Lana.

INVENTARIO: 7074

TÉCNICA: Nudo turco. Urdimbre: hilo de lana de 2 cabos con torsión S unidos por torsión S de color marrón, 30 h/dm. Trama: hilo de lana de un solo cabo con torsión Z de color rojo, 17 p/cm. Nudo: hilo de lana de 2 cabos con torsión Z unidos por torsión Z de color rojo, azul claro, blanco, marrón, amarillo, verde y carmín. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Alfombra del grupo de las Sunburst Carpets. En este caso llama la aten­ción el esquematismo de las cruces florales frente a los «soles llameantes» que ocupan todo el lateral del campo. El uso de los colores resalta aún más la composición. Todos los moti­vos están delineados en amarillo o rojo sobre fondo azul claro, con detalles en verde, marrón y blanco.

El taller de fabricación podría ser bien la región armenia de Karabag o la Anatolia occidental turca.

PARALELOS: Gantzhorn, 1991: pp. 342-351.

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NÚMERO: 44 OBJETO: Alfombra de oración. MEDIDAS: Anch.: 120.5 cm: Alt.: 216 cm.

MATERIAS: Lana.

INVENTARIO: 7076

TÉCNICA: Nudo turco. Urdimbre: hilo de lana de varios cabos con torsión S, 76 h/dm. Trama: hilo de lana de varios cabos con torsión S, 25 p. dobles/dm. Nudo: hilo de lana con torsión S de color rosa, amarillo, marrón oscuro. verde. beige y pardo. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Alfombra de oración originaria de Gordes. Estas alfombras se caracteri­zan por la importancia dada a las franjas y el pequeño tamaño del nicho o mihrab. El nicho es estilizado y tiene forma de «V» invertida que descansa en unas jambas de forma cuadra­da, todo ello rodeado por una pequeña franja de tlores. normalmente claveles. Otra característica es la sustitución de la lámpara sagrada por un ramo de tlores. Alrededor del nicbo se disponen franjas con decoración tloral.

PARALELOS: Milanesi. 1993: p. 78.

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NÚMERO: 45 OBJETO: Alfombra de oración. MEDIDAS: Anch.: 116 cm.; Alt.: 200 cm.

MATERIAS: Lana y algodón.

INVENTARIO: 7077

TÉCNICA: Nudo turco. Urdimbre: hilo mixto de lana y algodón de 2 cabos con torsión Z unidos por torsión S de color crudo, 40 h/dm. Trama: hilo de algodón de un solo cabo con torsión Z? de color crudo, 38 p/dm. Nudo: hilo de lana de 2 cabos de color amarillo, ocre, beige, marrón, violeta claro y oscuro, carmín y azul claro. Nudo: hilo de algodón formado por 4 hilos de 2 cabos cada uno unidos entre sí con torsión S, 39-40 nudos/dm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Alfombra de oración típica del taller de Gordes. La decoración se orga­niza en torno al nicho o mihrab, las jambas de forma cuadrada están decoradas con los motivos de «franjas de nubes», de origen chino, características de estas producciones al igual que el ramo floral en la parte alta del nicho y las amplias franjas laterales con motivos florales.

PARALELOS: Milanesi, 1993: p. 78. Aksit, 1995: p. 37.

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OTROS TEJIDOS Y ALFOMBRAS DE LA

COLECCIÓN

OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 20 cm.; Alt.: 18 cm.

MATERIAS: Lana y lino. TÉCNICA: Lienzo, tapicería y bordado?. Urdimbre: hilo doble de lino constituido por un sólo cabo aparentemente con torsión Z de color crudo, 1 1 hlcm. Trama: hilo de lino de 2 cabos unidos por torsión Z de color crudo. Trama de decoración: hilo de lana de 2 con torsión Z cada uno unidos por Z de color marrón oscuro y negro, 26 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglos VIII-IX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tapicería con decoración muy esquemática. Es un medallón de forma cuadrada compuesto por tres líneas

INVENTARIO: 6432

de cenefas distintas: primero una de capullos encadenados, luego otra de octógonos unidos y con el centro de color rojizo y la última de óvalos que enmarcan un cuadrado central con una serie de motivos muy esquemáticos; destacan en las esquinas las figuras de las bailari­nas con la nariz y la mano exageradas, y en el centro un motivo floral rodeado también de motivos vegetales. Los cuatro motivos con fondo negro son indescifrables. El uso de los colores en esta pieza es destacable, ya que con sólo cuatro crema, negro, marrón y rojo se consigue crear una sensación de relieve e individualizar los detalles, como en el caso de las danzarinas.

Dado su esquematismo y los escasos paralelos encontrados, en el caso de las bailari­nas, se propone una cronología de época copta tardía entre los siglos VIII y IX.

PARALELOS: Lorquin, 1992, no 76, p. 213, p. 133, p. 88.

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OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch. máx.: 14 cm.; Alt. máx.: 15 cm.

MATERIAS: Lana y lino. TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lana de 2 cabos con torsión Z unidos por torsión S de color teja, aprox. lO h/cm. Trama: hilo de lino de 2 cabos? unidos por tor­sión S de color blanco, 25 p/cm. Trama de decoración: hilo de lino de 2 cabos unidos por torsión S de color blanco 25 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglos VIII-IX.

DESCRIPCIÓN: Medallón decorado con dos figuras humanas muy esquemáticas rode­adas por una orla vegetal. Este tipo de medallones coptos decorados con figuras no son muy comunes en esta época, por lo que

INVENTARIO: 6418

resulta una pieza singular. Los paralelos se conservan en colecciones tan distantes como el Museo Benaki de Atenas o el Textile Museum de Washington.

El color rojo ya no procede del liquen orceilla sino de la granza, por lo que estaría­mos ante uno de los cambios que se debieron producir con la llegada de los árabes a Egipto. Aunque las fibras textiles y sus torsión son típicamente coptas, este fragmento se pudo hacer para los nuevos gobernantes.

PARALELOS: VV.AA., 1993a: no 21, pp. 71-72.

ANÁLISIS: Color rojo: granza. Color azul: índigo.

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OBJETO: Fragmento de tejido. INVENTARIO: 6623 MEDIDAS: Anch.: 11 cm.; Alt.: 15 cm.

MATERIAS: Lana. TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lana de un solo cabo torsión S de color crudo, 11 h/cm. Trama: hilo de lana de un solo cabo con torsión S de color crudo, 27 p/cm. Trama de decoración: hilo de lana de un solo cabo con torsión S de color salmón, azul oscu­ro, verde agua y amarillo, 27 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo IX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tapicería de muy pequeño tamaño, pero de gran calidad técnica. Consiste en la cabeza de un animal que posiblemente estuviera enmarcado por un medallón de perlas. La calidad exquisita de la decoración se aprecia en el detalle físico con que está realizada la cabeza del animal (delineado en negro o azul índigo), en el cuerpo se utilizan una gama rica de colores, verde, rojo, crema. El pequeño tamaño de la pieza hace pensar en una composición de múltiples figuras, tejidas en un fondo de color caramelo. La decoración tiene paralelos con otros tejidos todos ellos clasificados como tuluníes (dinastía egipcia islámica que ocupó el poder en Egipto en el siglo IX). El detalle de la fila de perlas es típico de estos tejidos y tienen su reflejo en las decoraciones tuluníes. Ciertas piezas de esta época llevan una inscripción con el nombre de Bahnasa, centro de producción de teji­dos de lana y lino de gran fama en su época.

PARALELOS: VV.AA., l993a: no 35, pp. 93-95.

OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 19 cm.; Alt.: 12,5 cm.

MATERIAS: Lino y seda. TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lino de un solo cabo con torsión S de color crudo, 41 h/cm. Trama: hilo de lino de un solo cabo sta. de color crudo, 36 p/cm. CRONOLOGÍA: Primera mitad del siglo X.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de un fino lienzo que lleva como única decoración la inscripción que se describe más abajo. La pieza está mal conservada, pero es una de las pocas de la colección que conserva el lienzo

INVENTARIO: 6406

de base, aunque no Jo suficiente como para conocer la utilidad de este fragmento.

( ... ~.f~i

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PARALELOS: VV.AA., 1993a: no 120, pp. 20-204. Inscripción: Day, 1937: fig . 28, p. 445. bamm, 1934: figs. 2 y 3, pp. 95-96 y fig. 6, pp. 96-98. Marzouk, 1943: figs. 8 y 10, pp. 162-163. Golombek y Gervers, 1977: no 14, p. 107 y no• 15-17, pp. 109-112. Comu, 1992: BAV 6832 p. 532, pp. 224-225 .

EPIGRAFÍA: Doble inscripción en cúfico florido bordada en seda y encerrada en cartuchos formados por ramificaciones florales. Al inicio y al final se han perdido hilos del bordado, aunque dicha perdida no afecta a la compresión del texto. Corre éste paralelo y enmarcado, como en otras telas del periodo califal del fatimí al-Zahir, con adorno inferior formado por las medias lunas de la traza de algunas letras.

«[banda superior] (En el nombre de D)ios, el Clemente, el (Misericordioso. No hay más divinidad que Dios, Ún)ico, sin asociado. Mahoma es el Mensajero de Dios. <Aii es el amjgo de Dios. Sal( ve Dios a ambos ... ) [banda inferior] ( ... las orac)iones de Dios estén con Él y con sus antepasados los Imanes piadosos y s(us hijos los más nobles ... . )>>. No ha sido posible descifrar las últimas palabras de la banda inferior del segundo fragmento. En este mismo trozo y en la banda superior la costura oculta el inicio y el final de la inscripción. Respecto a la epigrafía, merece destacarse que sólo la letra ra! muestra remate de «cuello de cisne>> y que el nexo liim-alif aparece con las astas curvadas hacia el exterior.

OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 30 cm.; Alt. : 21 ,5 cm.

INVENTARIO: 6420

MATERIAS: Lino y seda. TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lino de un solo cabo con torsión S de color crudo, 23 h/cm. Trama: hilo de lino de un solo cabo con torsión S de color crudo, 15 p/cm. Trama de decoración: hilo de seda de un solo cabo sta. de color azul marino y de color crudo. CRONOLOGÍA: Siglo X.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de un almai­zar de lino con una inscripción en punto de tapiz muy perdida.

PARALELOS: Kühnel & Bellinguer, 1952: no 73.27, p. 51 , lám. XXII.

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EPIGRAFÍA: «En el nombre de Dios, el Clemente, el Miseri(cordioso).»

OBJETO: Fragmento de tejido. INVENTARIO: 3859 MEDIDAS: Anch. : 53; Alt.: 31.

MATERIAS: Lino y seda. liiN TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lino de un solo cabo sta. de color crudo, 30 h/cm. Trama: hilo de lino de un solo cabo sta. de color crudo. Trama de decoración: hilo de seda sta. de color verde, beige, marrón y azul, 25 p/cm. CRONOLOGÍA: Finales del siglo X - principios de siglo XI.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de un fino lienzo decorado con una banda y una inscripción en tapicería. Los motivos de la banda decorativa son vegetales, están muy esquematizados y se repiten a lo largo de la composición. Cada conjunto, formado por varios elementos repetitivos, se inscribe en un espacio perfectamente delimitado, formado por una greca. La composición está formada por dos hojas trifoliadas opuestas por sus peciolos, ambas hojas se encuentran enmarcadas por una do! be línea en forma de losanges y está unida a la siguiente por otra com­posición simétrica formaa por dos palmetas.

PARALELOS: Brisch, 1985: no 406 y 407. Inscripción: Day, 1937: fig . 24, p. 436 y 443. Lamm., 1934: figs. 2 y 3, pp. 95-96. Marzouk, 1943: figs . 3, no 13015. RCEA, 1931-1964, v. VI, no 226. Wiet, l935b, p. 13. Grohmann, 1967-1971: v. II, Jám. XXIV. Golombek y Gervers, 1977: n° 7 y 8, p. 100 y 101 y n° 10, pp. 103. Gomu, 1992: BAV 6897 p. 525, pp. 436-443.

EPIGRAFÍA: Inscripción realizada en cúfico simple. ( .. . Ordenó ha)cerlo en el tiraz al-jassa ( .. . ?). Alabado sea Dios, Señor de los mun­

dos. «El buen fin pertenece a (los piadosos [Corán VII, 128 y XXVIII, 83]. .. ). La lectura del topónimo donde se realizó el tiraz tal vez podría hacerse cuando se res­

taure la tela. En cuanto al texto, utiliza expresiones que sólo encontramos en telas procedentes de Iraq y de época del <abbasí al Qadir (911-1 031 ). Respecto a la epigrafía es bastante parecida a la que ofrece una inscripción del año 1003 perteneciente a la mezquita del califa fatimi al-Hakim que se conserva en el Museo de Arte Islámico de El Cairo.

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OBJETO: Fragmento de tejido. INVENTARIO: 6399 MEDIDAS: Anch.: 18,5 cm.; Alt.: 19 cm.

MATERIAS: Lino y seda. TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lino de 2 cabos con ligera torsión Z unidos por torsión S de color crudo, 23 h/cm. Trama: hilo de lino de 2 cabos? con torsión S de color crudo, 24 p/cm. Trama de decora­ción: hilo de seda de un solo cabo sta. de color negro, ocre y verde, aprox. 70 p/cm. CRONOLOGÍA: Fines del siglo XI - princi­pios del s. XII.

DESCRIPCIÓN: Fragmento muy deteriora­do que conserva tres franjas decoradas con tapicería y el lienzo. Los registros decorativos , muy perdidos, se componen de una franja más ancha, seguramente la central, formada por medallones ovalados con decoración vegetal en ellos; el siguiente registro, también muy deteriorado, es una posible inscripción epigráfica y, por último, aparece una franja con pequeños medallones con unas posibles aves muy estilizadas. El tejido estaría entre los de época fatimí de Egipto.

PARALELOS: Véase el no 6404.

ANÁLISIS: Fibra textil: Lino

168

OBJETO: Fragmento de tejido. INVENTARIO: 6404 MEDIDAS: Anch. máx.: 29,5 cm.; Alt. : 15 cm.

MATERIAS: Lino y seda. TÉCNICA: Lienzo y tapicería. Urdimbre: hilo de lino de un solo cabo con torsión Z de color crudo. Trama: hilo de lino de un solo cabo con torsión Z, aprox. 36 h/cm. Trama de decoración: hilo de seda de un solo cabo con ligera torsión S de color rojo, azul oscu­ro, verde y beige: 40-50 p/cm. CRONOLOGÍA: Fines del siglo XI - ini­cios del siglo XII.

DESCRIPCIÓN: Fragmento muy perdido de un tejido de época fatimí decorado con epi­grafía y un motivo zoomorfo. La decoración y la inscripción están realizadas en tapicería. El registro decorativo se compone de un friso con medallones en forma de estrella con fondo rojo, dentro un motivo animal, posiblemente fantástico , en las intersecciones de los dos medallones conservados un motivo de capullo.

PARALELOS: VV.AA., 1993a: n° 141 , pp. 236-237. Inscripción semejante en Cornu, 1992: BAV 6919, pp. 288-289, lám. p. 555 donde un ductus igual al de nuestra pieza pro­ponen leer la preposición min. Algún parecido con BAV 6826 y 6920, pp. 554 y 544, pp. 254 y 287, de la segunda mitad del siglo XI. EPIGRAFÍA: Inscripción en cúfico florido, realizada en tapicería.

«( ... B)uena fortuna [?]. Prosperidad [?] ( ... )». La lectura propuesta es muy hipotética, sobre todo en la restitución de la palabra

iqbal «buena fortuna» que cuesta leer en el ductus conservado. Tampoco es segura la recons­trucción del término yumn «prosperidad» si consideramos que una parte de la inscripción en tapicería ha desaparecido y podría haber estado unida a la letra anterior que tal y como se conserva hoy no es posible descifrar.

OBJETO: Fragmento de tejido. INVENTARIO: 6811 MEDIDAS: Anch.: 36 cm.; Alt.: 28 cm.

MATERIAS: Seda e hilos metálicos. TÉCNICA: Damasco? Urdimbre: hilo de seda sta. de color pardo, 60 h/cm. Trama: hilo de seda sta. de color pardo, 25 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglos XIII-XV.

DESCRIPCIÓN: El tejido, muy roto y deteriorado, presenta una decoración de estrellas de cuatro puntas inscritas en círcu­los, realizada por la trama. El tejido hace el efecto de brillo y mate típico de los damas­cos por lo que estaríamos ante un tejido del siglo XIII en adelante y especialmente a partir del siglo XV, aunque la falta de paralelos similares hacen que su adscripción sea cuanto menos difícil. Su posible uso podría ser el de un almohadón donde reposarán la cabeza o los pies de un difunto, ya que las manchas que presenta se deben seguramente a que su último uso fue en una tumba.

ANÁLISIS: Fibra textil: Seda.

169

OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 60 cm.; Alt.: 41 cm.

MATERIAS: Seda. TÉCNICA: Taqueté labrado? CRONOLOGÍA: Siglos XVII-XVIII.

DESCRIPCIÓN: Tejido perteneciente al n° 26 del catálogo. Posible cinturón.

PARALELOS: Véase el no 26.

OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 22 cm.; Alt.: 44 cm.

MATERIAS: Seda.

INVENTARIO: 6440

INVENTARIO: 6428

TÉCNICA: Damasco brochado. Urdimbre: hilo de seda de 2 cabos paralelos con ligera tor­sión en Z cada uno de color beige. Trama: hilo de seda de 3 cabos con ligera torsión Z cada uno y sin torsión aparente entre ellos de color beige, 20 p/cm. Trama de decoración: hilo metálico: alma de seda beige de un solo cabo con ligera torsión S y lámina metálica dorada enrollada con torsión Z, 21 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XVIII.

OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 27 cm.; Alt.: 25,4 cm.

MATERIAS: Seda, algodón e hilos metálicos.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tejido que no conserva sus orillos. La decoración se com­pone de bandas verticales de pequeñas flores entre grandes hojas, además del juego de mates y brillos típico de los damascos.

INVENTARIO: 6624

TÉCNICA: Terciopelo cortado, 3 tramas del hierro, fondo tafetán doble. Urdimbre de base: hilo de seda de un solo cabo sta. de color oro viejo, 56 h/cm. Urdimbre de pelo: hilo de seda de un solo cabo sta. de color oro viejo, 28 h/cm. Trama: hilo de seda de 2 cabos? sta. de color oro viejo, 15 hierros/cm.

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CRONOLOGÍA: Siglos XVIII-XIX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de terciopelo de forma cuadrada y que tiene dos cosidos. El terciopelo esta decorado con motivos florales de capullos y hojas realizados con el tercio­pelo cortado, el fondo es tafetán doble, lo que indica una cronología a partir del siglo XVIII. Lleva cosido un galón posiblemente de algo­dón con una decoración de hilos metálicos, muy perdidos. Su posible uso podría ser el de un purificador u otro uso litúrgico debido a Jos goterones de cera que se observan en la superficie.

OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 8,5 cm.; Alt.: 26 cm.

MATERIAS: Seda e hilos metálicos.

INVENTARIO: 6426

TÉCNICA: Lampas? con decoración de sarga irregular 4 (3 y 1111) y fondo tafetán. Urdimbre de base: hilo de seda de un solo cabo con torsión S de color verde, 22 h/cm. Urdimbre de ligadura: hilo de seda de 2 cabos con ligera torsión Z unidos por torsión S de color morado, 11 h/cm. Trama de base: haz grueso de seda sta. de 6 cabos paralelos (2 2 2), 16 p/ cm. Trama de decoración: hilo de seda de un solo cabo con torsión Z de color ocre, 17 p/cm.; hilo metálico: alma: haz de seda sta. color ocre y lámina metálica de plata dorada enrollada con torsión S, 17 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tejido, que conserva uno de los orillos, cuya decoración parece dividirse en dos franjas, una central con motivos de rombos, y otra de lace­ría y motivos vegetales. El fondo es de hilos de plata e hilos de seda verde. El tejido es bastante grueso y algo rígido por lo que podría tratarse de un elemento de la deco­ración o amueblamiento, más que una vestidura.

PARALELOS: Rinuy, 1995: pp. 13-23.

ANÁLISIS: Hilo metálico: Hilo de plata dorada: 98,5%; 1 ,50% Pb. Plata muy pura con impurezas de plomo. Dora­da por las dos caras.

171

OBJETO: Fragmento de tejido. INVENTARIO: 6444-6445 MEDIDAS: Anch.: 78 cm. ; Alt.: 40 cm.; Anch.: 78 cm.; Alt.: 147 cm.

MATERIAS: Seda, lino o algodón. TÉCNICA: Tafetán doble cara por urdimbre?. Urdimbre: hilo de seda de 2 cabos sta. de color azul, crudo, rojo, verde y dorado, 29 h/cm. Trama: hilo de algodón o lino muy grueso compuesto de varios cabos unidos por torsión S de color crudo, ll p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 14 cm.; Alt.: 51 cm.

MATERIAS: Algodón, lana, seda y lino.

172

DESCRIPCIÓN: Dos fragmentos del mismo tejido de gran calidad. La deco­ractOn se distribuye en franjas alternando unas más estrechas con otras más anchas, unas lisas (en distintos colores: azul, rojo, verde ... ) y otras con decoración de metopas, todas realizadas por la urdimbre. Aunque las fibras texti­les son naturales, en el color azul, además de índigo se ha utilizado otra substancia no identificada, que podría ser cualquier elemento químico. Este dato nos confirma la modernidad del tejido ya que el uso de los colorantes químicos se generaliza a finales del siglo pasado. Dado que el color rojo se ha obtenido mediante la cochinilla y el ácido elágico, como otros tejidos de esta colección procedentes del Norte de África, el taller de esta pieza podría situarse en esa zona.

ANÁLISIS: Fibras textiles: Lino y seda. Color azul: índigo y otro colorante sin identificar. Color rojo: cochinilla y ácido elágico.

INVENTARIO: 6143

TÉCNICA: Raso de 5? sentido trama y escalonado variable. Urdimbre: hilo mixto de lino y algodón de 2 cabos con fuerte torsión Z unidos por fuerte torsión S de color tostado, 55 h/cm. Trama: hilo de lana de un solo cabo con torsión Z de color rojo, verde y gris, 23 p/cm.; hilo de seda de 2 cabos con torsión Z cada uno unidos por torsión S de color amarillo, 24 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tejido de vivos colores y abi­garrada decoración, de motivos florales y geométricos. La decoración con piñas, hojas lanceoladas que separan la decora­ción y flores, recuerda a la de los tejidos del Próximo Oriente. Conviene señalar que la urdimbre tiene los hilos de lino con alta proporción de algodón, fibras consideradas menos nobles, mientras que la trama utiliza la seda y la lana, la variedad de fibras y la calidad técnica sitúan la manufactura de este tejido en épocas muy recientes.

OBJETO: Fragmento de tejido. INVENTARIO: 6427 MEDIDAS: Anch.: 41 cm.; Alt.: 13,5 cm.

MATERIAS: Seda e hilos metálicos. TÉCNICA: Sarga de 4 y 1, haciendo espiguilla. Urdimbre: hilo de seda de 2 cabos con 2 cabos cada uno con torsión Z cada uno únicos por torsión Z de color violeta de diferentes tonos, 17 p/cm. Trama de anver­so: hilo metálico: alma: hilo de seda de un solo cabo con torsión Z de color ocre y lámina metálica enrollada con tor­sión S, 18 p/cm; trama del reverso: haz de 3 cabos paralelos con ligera torsión Z cada uno de color ocre, 20 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Pequeño fragmento de tejido liso, sin decoración. Presenta un fondo de hilos de plata, cuyo análisis de composición (plata, cobre y plomo) y por el espesor de la lámina, nos remite al tipo de hilo metálico manufacturado a partir del siglo XIX.

PARALELOS: Rinuy, 1995: pp. 13-23.

ANÁLISIS: Hilo metálico: Hilo de plata dorada. 87% Ag; 11,6% Cu; 0.97% Pb. Plata aleada con cobre e impurezas de plomo. Dorado muy fino por las dos caras, probablemente con mercurio. Espesor de la lámina de plata: 30 micras.

173

OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 62 cm.; Alt. : 44 cm.

MATERIAS: Seda. TÉCNICA: Taqueté de fondo y decora­ción de tafetán. Urdimbre de base: hilo de seda de 2 cabos sta. de color salmón, 14 h/cm. Urdimbre de ligadura: hilo de seda de un solo cabo de color rosa, 14 h/cm. Trama: hilo de seda de un solo cabo sta. de color amarillo, 18 p/cm; hilo de seda de 2 cabos sta. de color negro, 17 p/cm; hilo de seda de un solo cabo sta. de color rosa, 16p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

INVENTARIO: 2794

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tejido con el fondo amarillo y decorado con motivos geo­métricos de rombos y estrellas de ocho puntas. La técnica empleada, el uso del rosa (un color artificial) y la decoración tan repetitiva remite a etapas tan cercanas como el siglo pasado, sin poder especificar taller o centro de producción, aunque los paralelos más cerca­nos son los cinturones marroquíes.

OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 22 cm.; Alt.: 44 cm.

MATERIAS: Seda.

INVENTARIO: 6622

TÉCNICA: Sarga o raso de varias tramas lanzadas? Urdimbre: hilo de seda? sta. de color verde, 20 h/cm. Trama: hilo de seda de 2 cabos sta. de colores rojo, rosa y amarillo, 7 p/cm.;

174

hilo de seda de un solo cabo sta. de colores crema y verde, 1 O p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tejido decorado mediante bandas horizontales con flores de distintos colores (rojo, rosa, azul). Está muy deteriorado y conserva un arruga central, también esta pegado a un fieltro por el reverso. El estado en que se encuentra impide saber con exactitud la técnica emple­ada, al faltar urdimbres y tramas, así como la reducción (hilo de urdimbre y trama por cen­tímetro).

l.

OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch.: 23,5 cm.; Alt.: 16,8 cm.

MATERIAS: Seda, algodón e hilos metálicos. TÉCNICA: Lampas de fondo sarga con efecto de trama flo­tantes en el anverso y efecto de urdimbre en el reverso. Urdim­bre de base: hilo de seda de un solo cabo con torsión Z de color violeta, 34 h/cm. Urdim­bre de ligadura: hilo de seda de un solo cabo con torsión Z de color rojo, 13 h/cm. Trama: hilo de seda de un solo cabo sta. de color violeta, 14 p/cm. ; hilo de seda de 2 cabos con tor­sión Z unidos ligeramente con

INVENTARIO: 6424

torsión Z de color beige con tono naranja, violeta o rosa según su ubicación, 14 p/cm.; hilo de seda de 3 cabos paralelos con torsión Z de color naranja, 14 p/cm.; hilo de seda de 2 cabos con torsión Z cada uno de color rosa pálido y rojo, 14 p/cm.; hilo metálico: alma: hilo de algodón de 3 cabos con torsión Z cada uno unidos por fuerte torsión de color blanco y lámi­na metálica enrollada con torsión Z, 14 p/cm. CRONOLOGÍA: Posterior a 1829.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tejido, muy deteriorado y que sólo conserva un orillo, decorado con franjas de estrellas de ocho puntas, inscribiendo un motivo floral en hilos metálicos, y forma poli lobulada. La técnica y la composición metálica de los hilos, un plata de alpaca, nos remite a la segunda mitad del siglo XIX; este tipo de aleación más conocida por maillechort (por su descubridores Maillot y Chorier) fue inventada en 1829. Su posible procedencia es incierta, aunque la decoración nos remite a paralelos norteafricanos, espe­cialmente de Marruecos.

PARALELOS: Rinuy, 1995: p. 17.

ANÁLISIS: Hilo de plata de alpaca. Aleación de cobre con zinc y níquel. Presencia de plata, probablemente plateado galvánico.

175

OBJETO: Fragmento de tejido. MEDIDAS: Anch. : 13 cm. ; Alt.: 21 cm.

INVENTARIO: 6425

MATERIAS: Algodón e hilos metálicos.

aproximada 95% Cu; 5% Zn.

TÉCNICA: Raso de 3. Urdimbre: hilo metálico: alma de algodón de 2 cabos con torsión Z unidos por torsión Z de color blanco y lámina de latón. Trama: hilo de algodón de dos cabos con torsión Z cada uno unidos por torsión S de color ocre, 40 p/cm. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de tejido liso, sin deco­ración. Los hilos metálicos de la trama son de latón (cobre y zinc), composición similar a la de los tejidos turcos del siglo pasado.

PARALELOS: Rinuy, 1995: pp. 13-23.

ANÁLISIS: Hilo metálico: hilo de latón, composición

OBJETO: 2 fragmentos de tejido. INVENTARIO: 6615-6616 MEDIDAS: Anch.: 60 cm.; Alt.: 100 cm.; Anch.: 60 cm.; Alt.: 39 cm.

MATERIAS: Seda y lino o algodón. TÉCNICA: Pekín de acanalado alternado? en sentido urdimbre y tafetán. Urdimbre: hilo de seda de un solo cabo sta. de color blanco 60 h/cm haciendo el tafetán; hilo de seda doble sta. de colores azul, rojo, blanco, 30 h. dobles/cm; hilo de seda doble sta. de color amarillo, 22 h/cm. Trama: hilo de seda? de varios cabos con fuerte tor­sión S de color blanco; hilo de seda de varios cabos sta. de color marrón. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Los dos fragmentos de tejido están decorados por bandas de distintos colores azul, rojo, amarillo, y otras bandas más anchas formadas por cuadrados en marrón y blanco. Al no conservar los orillas es difícil conocer con exactitud su orienta­ción. Destaca que ambos han sido reutilizados. El n° 6615 llevaba cosido una C en un damasco de color gránate y ambos están rematados por cordoncillos, su uso no está claro.

176

OBJETO: Fragmento de cinturón. MEDIDAS: Anch.: 31 cm.; Alt. máx.: 84 cm.

MATERIAS: Seda. TÉCNICA: Lampas. CRONOLOGÍA: siglo XIX.

INVENTARIO: 6620

DESCRIPCIÓN: Fragmento de cinturón de mujer marroquí. Se corresponde a los nos 30 y 31 de la exposición.

PARALELOS: Véase nos 30- 31.

OBJETO: Redecilla. MEDIDAS: Anch.: 33 cm.; Alt.: 45 cm.

MATERIAS: Algodón o lino. TÉCNICA: Macramé. Hilo de grosor medio de 2 cabos con torsión Z cada uno unidos por torsión S de color crudo. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Esta redecilla de forma cuadrada conserva un cuello por lo que podría tratarse de un fragmento de una cape­lina, prenda muy de moda a mediados del siglo XIX.

La técnica del macramé es muy anti­gua. Se conocen redecillas de época copta y anteriores, en este caso la flexibilidad de las fibras y la forma del mismo nos remite a momentos más modernos, el siglo pasado.

INVENTARIO: 6626

177

OBJETO: Redecilla. MEDIDAS: Anch.: 22 cm.; Alt.: 20 cm.

OBJETO: Bordado MEDIDAS: Anch.: 82 cm.; Alt. : 320 cm.

MATERIAS: Seda, algodón o lino. TÉCNICA: Lienzo y bordado. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

INVENTARIO: 6627

MATERIAS: Algodón o lino. TÉCNICA: Macramé. Hilo de grosor medio de 2 cabos con torsión Z cada uno unidos por torsión S de color crudo. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Véase el n° 6626.

INVENTARIO: 6442

DESCRIPCIÓN: Bordado de la escuela de Rabat (Marruecos). Igual al no 38.

PARALELOS: Véase no 38.

OBJETO: Cojín bordado. MEDIDAS: Anch.: 65 cm.; Alt.: 35 cm.

MATERIAS: Seda y lino. TÉCNICA: Lienzo y bordado. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Cojín bordado típico de Fez (Marruecos) pareja del no 40 del catálogo.

PARALELOS: Véase el no 40.

178

INVENTARIO: 6617

OBJETO: Alfombra. MEDIDAS: Anch.: 820 cm. ; Alt. : 480 cm.

MATERIAS: Lana y algodón. TÉCNICA: Nudo turco. CRONOLOGÍA: Siglo XVIII-XIX.

INVENTARIO: 7061

DESCRIPCIÓN: Alfombra de medallón central procedente de la manufactura de Ushak. PARALELOS: Casamar, 1995: no 200.

OBJETO: Fragmento de alfombra. MEDIDAS: Anch.: 96 cm.; Alt.: 100 cm.

MATERIAS: Lana y algodón. TÉCNICA: Nudo turco. CRONOLOGÍA: Siglo XIX?

DESCRIPCIÓN: Fragmento de alfombra, posiblemente de meda­llón central. En el fragmento conservado se aprecia la líneas de «nubes» que rodea el medallón como se ve en la n° 6925 y los moti­vos florales que rodean al mismo.

La calidad del fragmento así como la variedad de colores nos remite a manufacturas turcas, segu­ramente del centro de Ushak, la cronología es incierta ya que podría ser del siglo XIX o anterior.

PARALELOS: Véase la no 6925.

INVENTARIO: 6276

179

OBJETO: Fragmento de alfombra. MEDIDAS: Anch.: 23 cm.; Alt.: 32 cm.

OBJETO: Alfombra. MEDIDAS: Anch.: 132 cm.; Alt.: 259 cm.

MATERIAS: Lana y algodón. TÉCNICA: Nudo turco. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

INVENTARIO: 6423

MATERIAS: Lana y algodón. TÉCNICA: Nudo turco. CRONOLOGÍA: Siglo XIX?

DESCRIPCIÓN: Fragmento de reducidas dimensiones que ha per­dido casi todo el pelo, por lo que es imposible describir la decora­ción. Se intuye el borde de una forma geométrica, pequeñas estre­llas o flores en blanco y otras formas .

Dado el escaso número de datos es imposible poder adscri­birla a algún grupo o cronología concreto.

INVENTARIO: 7105

DESCRIPCIÓN: Alfombra conocida como de las águilas o «Adler Kassak» procedente del Cáucaso, más concretamente de la región de Karabag en Azerbayán.

PARALELOS: Casamar, 1995: no 201.

180

OBJETO: Fragmento de alfombra. MEDIDAS: Anch.: 70 cm.; Alt. : 126 cm.

MATERIAS: Lana y algodón. TÉCNICA: Nudo turco. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

DESCRIPCIÓN: Fragmento de alfombra que conserva una parte de un medallón decorado con octógonos, tipo Holbein, que rodean un rectángulo rojo. Alrededor del medallón principal una serie de motivos muy variados: pájaros, rosetas, etc.

El lugar de producción es incierto al desconocer la composición completa, pero todos los motivos remiten a las producciones turcas de Anatolia.

OBJETO: Alfombra. MEDIDAS: Anch.: 202 cm.; Alt. : 240 cm.

MATERIAS: Lana y algodón. TÉCNICA: Nudo turco. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

INVENTARIO: 6625

INVENTARIO: 6925

DESCRIPCIÓN: Alfombra de medallón central rodeado de motivos florales y separado de las esquinas por un óvalo de «nubes» en azul. La franja del borde es un roleo formado por una sucesión de «nubes».

La procedencia de esta alfombra es Turquía, y proba­blemente Ushak, en Anatolia, conocido centro manufacturero de alfombras, y especialmente las de medallón.

PARALELOS: Milanesi, 1993: pp. 63-64. Casamar, 1995: no 200.

181

OBJETO: Alfombra. MEDIDAS: Anch.: 275 cm.; Alt. : 358 cm.

MATERIAS: Lana y algodón. TÉCNICA: Nudo turco. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

INVENTARIO: 7074

DESCRIPCIÓN: Alfombra cuya composi­ción se organiza en torno a un octógono central rodeado por una estrella y ésta a su vez por otra figu­ra. El campo está decorado con motivos cruciformes, de estrellas y triángulos, y en las esquinas aparece un rose­tón. La franja, más ancha, está decorada con cartu­chos y motivos cruciformes.

Por su composi­ción y color, verde y rojo, recuerda a las llamadas alfombras mamelukas. Este tipo se tejía en Egipto y se caracterizaba por el uso de motivos geométricos alrededor de un medallón central y la combinación de los colores rojo, verde y azul. En este caso podría ser una alfom­bra turca de Anatolia que imite estas producciones egipcias.

PARALELOS: Milanesi, 1993: pp. 68-70.

OBJETO: Alfombra. MEDIDAS: Anch.: 202 cm.; Alt.: 240 cm.

MATERIAS: Lana y algodón. TÉCNICA: Nudo turco. CRONOLOGÍA: Siglo XIX.

INVENTARIO: 7075

DESCRIPCIÓN: Alfombra bicolor con ciertos detalles en blanco. La decoración se orga­niza en tres bandas paralelas verticalmente, donde se disponen jarrones de los que sale un ramo floral. Alrededor de los jarrones aparece una pareja de pájaros. La franja está decora­da por una línea de ramos de claveles muy esquemática.

182

La alfombra está bastante deteriorada, ha perdido mucho pelo y en algunos casos se aprecia la trama y la urdimbre.

Su origen es dudoso ya que el tipo de decoración remite a Turquía, la franja de cla­veles esquemáticos típica de Kirshehir y los jarrones de la zona de Ladik, aunque bien pudiera tratarse de una producción española que toma los motivos anatólicos, ya que esta combinación de colores es inusual en Anatolia.

PARALELOS: Milanesi, 1993: p. 56 y pp. 83-84.

183

GLOSARIO

Acanalado: se trata de un tejido cuyo ligamento presenta los lados transversales cubiertos por los hilos de la urdimbre.

Brochada/o: término utilizado para designar un efecto de la decoración obtenido por una trama que se limita al sector de esa decoración.

Damasco: tejido que se compone de un efecto de fondo y otro de decoración reali­zados por la cara de la urdimbre y la cara de la trama en un mismo ligamento. Son tejidos reversibles.

Efecto de bastas por urdimbre: Decoración efectuada por una urdimbre de fondo. Hilo entorchado: ver p. 20. Labrado: Tejido decorado con dibujos más o menos complejos cuya ejecución

requiere el empleo de procedimientos especiales. Unido a un nombre de ligamento, por ejemplo tafetán labrado, indica que este ligamento forma el fondo del tejido.

Lampas: tipo de tela que la decoración se realizada por los hilos de trama ligados en tafetán o sarga por la urdimbre de ligadura, y que destacan sobre un fondo formado por una urdimbre de base.

Lampasette: ligamento cuya decoración la hacen tres o dos hilos de trama y cuyo efecto se destaca sobre la urdimbre.

Lanzada/o: o Efecto de perdido por trama: Efecto de la decoración producido por una trama que pasa por toda la anchura pero sin participar en los efectos de la base. Este efecto se ve en el reverso del tejido.

Lienzo: ver p. 26. Luisiana: ligamento derivado del tafetán cuyos hilos se entrecruzan cada dos hilos. Pekín: o Pequín: Tejido a bandas longitudinales formadas por la yuxtaposición de

dos ligamentos diferentes. Raso: ver p. 27. Reps: tejido caracterizado por líneas longitudinales realizadas por bastas de trama

que cubre en el anverso un ligamento de tafetán que parece sólo en el reverso. Samito: término que en la Edad Media designaba a un determinado de tejido. Deri­

va del vocablo latino examitum, samitum y del griego hexamitos, seis hilos. Término propuesto para designar los tejidos medievales lisos o labrados cuyos anversos y reversos están formados por bastas de trama ligas por sarga 2.1. Están formados por dos urdimbres de base y de ligadura y al menos dos tramas.

Sarga: ver p. 26. Sta.: sin torsión aparente. Tafetán: ver p. 26. Tapicería: ver p. 27.

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Taqueté: Ligamento formado por dos urdimbres, de base y de ligadura, y al menos dos tramas, cuya decoración y fondo está realizada por bastas de trama ligadas en tafetán

Torsión S o Z: Indica la manera como se ha torsionado un hilo. Torsión Z en el sen­tido de las manillas del reloj. Torsión S a la inversa. Véase gráfico.

Trama: v. p. 26. Urdimbre: ver p. 26. Urdimbre de base: urdimbre fundamental que forma los efec­

tos de la decoración y de fondo conjuntamente en los tejidos con más de una urdimbre. Urdimbre de ligadura: urdimbre auxiliar para ligar las trama que hace la decoración en los tejidos con más de una urdimbre. Urdimbre de pelo: en el terciopelo urdimbre que forma los efectos de este tejido.

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195

" 1

APÉNDICES

INVENTARIO

2800

2801

2801 6143 6143 6143

3699 6402 6402 6403 6403 6407 6407 6407 6408 6408 6410 6410 6412 6417 6417 6417 6417

6417 6418 6418 6421 6421 6433 6433

APÉNDICE I: ANÁLISIS DE FIBRAS Y TINTES.

FIBRA COLOR COLORANTES

rojo cochinilla y ácido elágico

seda y algodón (baja sin teñir proporción)

rojo sin identificar seda amarillo lana rojo

algodón y lino (baja sin teñir proporción)

lino (en trama y urdimbre) sin teñir lana rojo lana amarillo lana azul lana rojo liquen orceilla lino sin teñir seda roJO seda verde lino sin teñir seda rojo lino sin teñir

azul índigo marrón liquen orceilla e índigo

lana rojo liquen orceilla lana sin teñir lana azul índigo

lino y algodón (baja sin teñir proporción)

verde gualda e índigo roJO granza azul índigo

lana azul índigo lana verde gualda e índigo seda amarillo seda rojo no identificado

199

6433 seda morado no identificado 6435 lana sin teñir 6435 lana azul índigo 6437 rOJO cochinilla y ácido

elágico 6438 seda azul 6438 lino sin teñir 6438 seda sin teñir 6445 seda sin teñir 6445 seda amarilla 6445 lino sin teñir 6446 seda rojo cochinilla y ácido

elágico 6446 seda azul 6446 seda (alma hilo metálico) sin teñir 6621 seda sin teñir 6621 seda rojo cochinilla y ácido

elágico 6621 seda verde gualda e índigo 6811 seda (en trama y urdimbre) sin teñir

Técnica empleada: Cromatografía de capa fina en el caso de los tintes.

200

APÉNDICE II: ANÁLISIS DE LOS HILOS METÁLICOS

(valores expresados en % en peso)

INVENTARIO AG cu PB NI ZN

2801 93,2 6,70

6424 De t. De t. De t.

6425 95,0 5.0

6426 98,5 1,50

6427 89,3 9,61 1,10

6428 99,5 tr

6430 94,5 5,5

6437 99.0 0.42

6441 99.0

6446 78,8 18,6 2,5

2801: Hilo de plata aleada. Plata aleada con cobre. Dorada. 6424: Hilo de plata de alpaca. Aleación de cobre con zinc y níquel. Presencia de plata, pro­bablemente plateado galvánico. 6425: Hilo de latón. 6426: Plata muy pura con impurezas de plomo. Dorado por las dos caras. 6427: Plata aleada con cobre e impurezas de plomo. Dorado muy fino por las dos caras, pro­bablemente con mercurio. Espesor de la lámina de plata: 30 micras. 6428: Plata casi pura dorado por las dos caras. 6430: Plata aleada con cobre. Dorado muy fino en ambas caras, probablemente con mercu­rio. 6437: Plata muy pura con impurezas de plomo. Dorado por las dos caras, probablemente con mercurio. 6441: Plata muy pura. Dorado probablemente con mercurio. No se observa con seguridad si la cara interna esta también dorada. 6446: Plata aleada con cobre e impurezas elevadas de plomo.

Técnica empleada: Espectrometría por fluorescencia de rayos X.

201