Suplemento Letras Para Llevar

7/28/2019 Suplemento Letras Para Llevar

1/12

Letras para llevar

SuplementoUNIVERS

ID

ADM

ICHAO C

AAN

DESANNICOLA

SDEHIDALG

O

Ao 1, No

Mayo 20

Publicacin ev


2/12

2Suplemento Letras para llevar

DIRECTORIORectorDr. Salvador Jara Guerrero

Secretario GeneralDr. Egberto Bedolla Becerril

Secretario AcadmicoDr. Jos Gerardo Tinoco Ruiz

Secretario AdministrativoMtro. Carlos Salvador Rodrguez Camarena

Secretario de Difusin CulturalMtro. Teodoro Barajas Rodrguez

Secretaria AuxiliarDra. Rosa Mara de la Torre Torres

Abogado GeneralDr. Alfredo Lauro Vera Amaya

TesoreroC.P. Horacio Guillermo Daz Mora

ContralorDr. Jos Luis Chvez Chvez

Coordinador de la Investigacin CientficaDr. Luis Manuel Villaseor Cendejas

Director de la Comisin de PlaneacinUniversitariaDr. Salvador Garca Espinosa

Coordinadora de Comunicacin SocialGeorgina Morales Gutirrez

Director de Gaceta NicolaitaDr. Mario Chvez-Campos

Jefe de RedaccinL.C.C. Antonio Robles Soto

DiseoM.D.G. Ariadna Daz BarajasL.C.C. Irena Medina Sapovalova

Auxiliar de Redaccin y distribucinSilvia Martnez lvarez

Editor de FotografaGustavo Vega

ReporteraNallely Soriano Tinajero

SuplementoLetras para llevarde Gaceta Nicolaita apareceeventualmente, publicado por la Secretara General dela Universidad Michoacana de San Nicols de Hidalgo.Ubicacin: Centro de Informacin, Arte y Cultura (CIAC).Morelia, Michoacn. Tel: 3223500 ext. 2019. Certificado delicitud de ttulo en trmite. Impresin: La Voz de Michoacn,S.A. de C.V. Av. Periodismo Jos Tocaven Lavin No. 1270,colonia Arriaga Rivera C.P. 58190, A.P. 121. Certificado de

reserva de derechos al uso exclusivo en trmite.En la sesin ordinaria del H. Consejo Universitario llevadaa cabo el 27 de febrero de 2012, se aprob por unanimidadque la Gaceta Nicolaita fuera el rgano Informativo Oficialde la Universidad Michoacana de San Nicols de Hidalgo.

Editor responsableDr. Mario Chvez-Campos.

Ao 1, No 1

En el segundo aniversario de la Gaceta Nicolaita, rgano Informativo Oficial de la Universidad choacana, quienes trabajamos en la edicin, redaccin, fotografa, diseo y distribucin hemquerido contribuir con lo que para todos los nicolaitas debera convertirse en un comprom

ineludible: la promocin y el fomento de la lectura.Tenemos la conviccin plena que leer,- ms all de los libros cientficos y tcnicos de nu

tras carreras acadmicas-, textos literarios: novela, cuento, poesa, no slo acrecienta nuestra culty el amor por las bellas artes, sino sobre todo nos hace mejores personas. Nos transforma en sehumanos sensibles, solidarios y generosos.

Con la publicacin del primer nmero del suplementoLetras para llevar, queremcontinuar, desde el espacio de la Gaceta Nicolaita, una intensa campaa para que en todo el territouniversitario se promueva el gusto y el placer por la lectura.

En estos tiempos difciles que vive nuestro pas, los libros deben convertirse en tablas salvacin, en cuerdas para asirnos y no caer al despeadero; los textos literarios son letras a la ca

que nos ayudan a reflexionar sobre infinidad de temas de la realidad, basta con que nos sumerjamen una historia cualquiera para comprender que la lectura es una herramienta imprescindible paprimero, acomodar nuestro interior, y despus participar en la construccin de un futuro promisor

Esperamos que este espacio de papel se convierta en el punto de encuentro entre escritoy lectores, que posibilite a unos y otros comunicarse a travs de la textura de la obra publicada.

Queremos que el suplemento se convierta en el sensor de lo que peridicamente preocual escritor, que es un observador crtico de la realidad y que frecuentemente mira antes que nadidesde luego nos advierte, cules son los puntos flacos del espritu humano.

Ojal yLetras para llevarcircule de mano en mano, prohibido dejarlo guardado, qlas palabras vuelen, que se cuelen por todos los rincones posibles e imposibles, que generen pomica, que provoquen la rplica, que no tengan sosiego.

Quienes apreciamos el valor de la lectura, nos sentimos orgullosos y agradecidos queRector de la Casa de Hidalgo, haya participado en este nmero inaugural con un excelente cuen

Tener un Rector que cultiva la escritura es una buena noticia para los nicolaitas.Finalmente agradecemos a la Sociedad de Escritores Michoacanos, a Alfredo Carrera, J

Agustn Solrzano, Edgar Omar Avils y Tania Castro Cambronne, que hayan aceptado participareste primer nmero.

Larga vida al suplementoLetras para llevar.Mario Chvez-Camp


3/12

Suplemento Letras para llevar

Los minutos avanzan lentamente, aqu los das son ms largos. El tiempopara llegar de un sitio a otro es casi eterno. La carreta no puede ir msrpido y no s si valdr la pena la visita al mdico. S lo que tengo, yaunque le convenza de mi diagnstico ninguno de los dos tenemos los me-dios para curarme. Mi dolor aumenta con la embriaguez que me produce elaguardiente que me obligan a beber para calmar la pena. No s si alucino,cada vez ms se me conunde la realidad con el sueo, mi presente con mipasado, o quiz debiera decir, con mi uturo. Cruzar la ciudad en auto no

debe tomar ms de quince minutos, pero en la carreta el tiempo me pareceinterminable, adems de los brincos que me producen punzadas cada vezms agudas en el bajo vientre. Siento con cada quejido la caricia de la manode Silvia que me acompaa y su voz pretende reconortarme: en el hospitalte darn ter para el dolor, repite cada vez. Yo quisiera por lo menos un parde aspirinas.

Ayer so nuevamente con un telono. Fue maravilloso. Avisaba acada vecino la amenaza de un incendio en la loma sur de la ciudad. Todostenamos tiempo de prepararnos y logrbamos extinguir el uego gracias a

la llamada oportuna. Ahora recuerdo el telono como una ilusingusta pensar en l, me gusta hablar de l y platicarle a Silvia, mi dente, de mis pensamientos, de mis recuerdos. Un da me dijo quque lo del telono era cierto, existan esos aparatos, no eran prodimaginacin. Alguien le haba comentado de su uso reciente en loUnidos. No se trataba de alucinaciones, con seguridad yo tambescuchado algn comentario similar que alimentaba mis sueos.

Cada maana, como ahora, me pregunto cual si uera la p

si estoy despertando a la realidad o en un sueo. Es dicil saber slas historias que le he contado, si solo quiere creerlas por el amotiene o si pretende hacerme creer que me cree por lstima. No tienrazn para conar en m, un loco que dice haber vivido a ms deen el uturo.

Llegu, por as decirlo, hace dieciocho meses. Aparec sdespert de pronto en esta ciudad y en este tiempo que no sonDespert una madrugada recargado en un portn de madera, vuna pantaln de mezclilla, camisa de ranela a cuadros, botas va

Doctor en losoa de la cia (UNAM), maestro ennologa educativa (ILCmaestro en losoa de latura (UMSNH) y licenciadciencias sico matemticla UMSNH. Ha sido provisitante en el World CoWest en los Estados Uni

en las universidades La Sapienza de Roma, de sina, tambin en Italia, y en la Universidad Autnde Barcelona.

Su rea de investigacin es la historia y lode la ciencia y recientemente ha trabajado problede identidad y cultura. Ha participado como crencista y ponente en Espaa, Italia, Australia, CEstados Unidos, Chile, Panam, y en casi todoestados de la Repblica Mexicana. Ha impartidode trescientas ponencias y conerencias. Ha publms de cincuenta artculos en revistas especializ

ms de cien artculos de divulgacin cientca, ylibros.Forma parte de varios grupos de evalu

acadmica del CONACYT y de la SEP, evaluandocarreras y posgrados de las universidades, tecnocos y centros de investigacin del pas. Fue diundador del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnodel estado de Michoacn. Gan el primer lugaconcurso latinoamericano de cuento de ciencia 2004, organizado por Aleph Zero con el cuento so un telono

Es miembro del Sistema Nacional de Invesdores nivel I.

Actualmente es Rector de la Universidachoacana de San Nicols de Hidalgo.

Salvador Jara Gue


4/12


atuendo comn en mi otro tiempo pero que hoy, incluso yo, observo ridculo.Aunque no son muchas, he guardado mis pertenencias como se guardanlas de un diunto. Las evidencias que se han colado conmigo son un billetede cincuenta pesos con la egie de Morelos y echa de expedicin del 17 demarzo del 2002, mis tarjetas de crdito con echas de vencimiento en el ao2006, y un pequeo calendario de bolsillo que guardaba en mi cartera. Es delao 2004, en el anverso tiene las siglas de una institucin bancaria que ahoratodava no existe. Hurgo de vez en vez la pequea caja donde he guardado

esos recuerdos y miro cuidadosamente cada objeto; es lo nico que me haquedado de mi tiempo. Mi antigua ropa luce sorprendentemente limpia, ahorame doy cuenta de la utilidad del detergente. La ropa de ahora no se lava bien,no queda limpia. Se percude y tiene un olor ligero, pero permanente, a sudor.

Soar con un telono no es raro, en mis sueos una llamada tele-nica ha encontrado bomberos, ambulancias y amigos distantes. En sueostambin he recreado conversaciones amorosas con mis seres queridos.

He soado con hornos de microondas, con telonos celulares, conautomviles, aviones, rerigeradores. Ah! he soado con la energa elctrica,postes y alambres que como carreteras llevan la luz a los ocos, grandeslmparas que iluminan mi casa como si uera de da, las calles, las ciudades.Son sueos de ciencia ccin, pero cada maana es inevitable que mi brazose extienda en busca del interruptor que ilumine mgicamente la habitacin.

Y la televisin, nunca pens que pudiera extraar tanto ese aparato. No uiun adicto a ella pero ahora su ausencia me produce un sentimiento extrao

de deseo.Sin embargo, nunca he soado con antibiticos, aunque pienso enellos a cada momento. Los medicamentos, la penicilina, son mi anhelo diarioen este mundo, cada vez que muere alguien, casi siempre nios o jvenes.Me siento culpable, quisiera ser capaz de saber como abricar la vacuna con-tra la tuberculosis, el sarampin, la polio, algo que alargara su vida.

Silvia. Mi ngel guardin. Me encontr, recin llegado, tirado en el por-tn de su casa. Y desde ese da escuch sus pasos suaves y delicados, sustac tac sobre la duela, yendo de aqu para all. Conoce mi gusto por la lecturay se ha esmerado en conseguirme buenos libros. Desde que me ha trado Dela tierra a la luna de Verne, le ha dado por llamarme Don Julio, que en lugarde recordarme al aamado escritor me recuerda una buena marca de tequilade mi tiempo.

Es bella, quiz la mujer ms bella que he visto en toda mi vida. Joven,sera demasiado joven en mi otro tiempo. Tiene apenas diez y siete aos yaqu ya es toda una mujer. Ya ha perdido uno de sus dientes, por ortuna uno

de los laterales, cuyo vaco slo es notorio cuando ampla su sonrisa un pocoms de la cuenta. Le sorprende, como a todos, que mi boca est completa,es decir, con todas las piezas, aunque varias de ellas con amalgamas y en unpar me han hecho endodoncia, cuestin que ni siquiera menciono, pero queme gusta recordar.

Ya lo dije, aqu soy un viejo. Me siento viejo, he aprendido a ser senilen unos meses. Y es que en este tiempo todo requiere un gran esuerzo. Nodebiera quejarme, en realidad soy privilegiado, quienes ms suren son lostrabajadores del campo. No hay tractores, mquinas, electricidad. No hayautos ni camiones, pero a m lo que ms me cuesta es lo cotidiano. Ni siquierapuedo leer con el placer de antes, la mala impresin de los textos y la ausen-cia de buena luz lo dicultan. Percibo a gran distancia los alientos ajenos ysiento en mi propia boca los eectos de una higiene deectuosa. Huelo a viejo.La barba crecida me envejece ms, pero rasurarme a diario era un suplicio.Hasta vestirme y desnudarme se ha convertido en una pesadilla, debo usar

demasiada ropa debido al ro y todo tiene tantos botones. El cierre de miantiguo pantaln de mezclilla es casi un arteacto espacial.Y Silvia me dice que contine, sgueme contando, me dice, y cierra

los ojos para imaginarlo conmigo. Le hablo de las mquinas que vuelan, delos trenes veloces, de los autos. Le platico de la televisin de los hornos de

microondas, de las estuas de gas, de los telonos. La admiro condel hombre a la luna, con las operaciones con rayos lser, las endlas prtesis, los antibiticos, las vacunas, las computadoras, deelctrica, del uso de la energa solar y del viento. Le explico de lasy los microbios, de la necesidad de la limpieza. Pero lo que ms lque le hable de que son los espermatozoides los que determinanlos bebs, que el vulo escoge al mas diverso para que le ecundmujeres realizan trabajos tan importantes como los hombres, que

erentes pero somos iguales.Platicamos recorriendo la pequea ciudad palmo a palmo.

a, aunque grande para su tiempo. Hay un ro que pasa cerca deurbanos. El agua es ms o menos clara pero lo hubiera imaginado mquiz por la preocupacin que existe en mi tiempo acerca de la ccin. El ganado bebe aqu con los hombres y mujeres, tambin ala ropa y se vacan los drenajes, muchos de ellos expuestos al airedel centro de la ciudad.

Sin duda que la belleza natural es mayor ahora y, sin emmuerte me ha sorprendido, nos ronda todos los das. En las callesonas de mi edad son escasas... He presenciado ms muertes aqao y medio, que all en mi otro mundo durante cincuenta aossean ms, pero han sido ms dolorosas, ms cercanas y ms inaprendido a apreciar la salud y el cuidado del cuerpo. Nunca antepercibido tan rgil, tan desvalido, tan indeenso. Hoy por la ma

otra nia vctima de una ineccin intestinal. En mi tiempo un anhubiera salvado la vida.Silvia es la tercera de ocho hijos. Slo han quedado dos v

el pequeo Luis, parido apenas seis meses despus de la muerte dcausante de la muerte materna. Fiebre puerperal, imagino.

Silvia me levanta la cabeza para obligarme a dar otro sorque me ponga una inyeccin con algn analgsico, slo me mira cpobre, creo que he usado adems la palabra analgsico que aqnada a nadie.

La amo con una pasin que nunca pens poseer. A veceporta conmigo ms como una na sirviente que como una comprespeta en exceso pero igualmente me ama. Tiene una bondad invisto como su amante y quiz tambin como a un padre. En estos la siento tambin como una hija.

Por n llegamos al hospital, una monja enermera nos recizos. En una camilla de lona me transportan. Aparece un mdico s

dos ayudantes, me parecen ms carniceros que galenos. Traen ude metal, el mdico ordena que alen la punta de la aguja que, conha desgastado. Intento decirles que usen una aguja nueva, limpiahace caso. La batas se observan percudidas. No veo a Silvia, la buencuentro.

Les ruego que esperen, no me pueden operar en esas coExplico que existen bichos diminutos que no mata el agua ni el jaden nuestros cuerpos, nos matan. Un ultrasonido, imploro, una rSi es un tumor me lo pueden deshacer con rayo lser, no me abrapor avor. Un telono, llamen a Silvia, ella sabe todo, les explicarla espalda me recuerda el lugar donde estoy, deseo ervientementsea un sueo, que pueda abrir los ojos en el 2004, con un esuerzmano apenas logro entreabrir los prpados y alcanzo a distinguir humedeciendo un lienzo que coloca sobre mi rente. Un horrible olal desmayo.


5/12


EL BRUJO DECAPITADO

Cuando el hacha del maestro verdugo cercen la cabeza, en la plaza todo elpueblo aplaudi aliviado, libre, al n, de la malevolencia del brujo, de su risaoxidada, de sus promesas de muerte. Pero al caer la cabeza, del cuello surgiotra dierente. sta tambin ue cortada, ms otra brot como capullo. Lascabezas decapitadas se apilaban, nacidas una tras otra del inslito cuello delbrujo. Aunque los brazos del verdugo estaban cada vez ms cansados y losaplausos menguaban, repeta la operacin concentrando el mismo coraje encada tajada, hasta que un par de horas despus todo empez a dar vueltasal ritmo de la risa oxidada. En ese instante el verdugo vio que en la plaza todoel pueblo yaca decapitado, mientras su cabeza rodaba junto con las dems.

AMORAhora estoy segura, mami dice la nia, deshecha en llanto. Dios existey est lleno de amor!Y por qu ests tan segura?Lo he visto y me platic del Cielo. Es el lugar ms maravilloso del Universo!contesta con tal seguridad y con tanta emocin, que su madre no puedehacer otra cosa sino clavarle el cuchillo con el que picaba cebolla.La nia es pequea, an libre de pecados, y su realidad tan triste en las callesen donde todos los das pide monedas; sin duda en poco tiempo empezara vender su cuerpo: entonces el esplendoroso Cielo y su Dios colmado deamor ya no la aceptarn.Mientras clava por dcima vez el cuchillo, la madre sabe que a ella le esperael Inerno.

Maestro en losoa de la cultura (UMSNH), autode cuatro libros de cuentos: Cabalgata en Due

mevela (Tierra Adentro, 2011. Premio Nacional dcuento Joven "Comala" 2011), Luna Cinema (Tierra Adentro, 2010. Premio Nacional de Cuento dBellas Artes "San Lus Potos" 2008), Embrujader(Secretara de Cultura de Michoacn, 2010. Premio Michoacn de Cuento "Xavier Vargas Pardo2010) y de La Noche es Luz de un Sol Negro (Ficticia, 2007. Mencin honorca en el Premio Nacio

nal de Cuento Agustn Yez 2004), de la noveGuiichi (Progreso, 2008. Recomendada por IBBMxico-Internacional) y del ensayo La VALStica d

la Realidad(Secretara de Cultura de Michoacn2012. Premio Michoacn de Ensayo "Mara Zambrano" 2012).

EL PUEBLO DEL PUERTO

Luego del tsunami, en el pueblo del puerto hay sirenas peinndbaeras, otras nadan en el ondo de los vasos de tequila, los condven refejadas en los espejos retrovisores, las amas de casa las encabrir una lata de sardinas, en la radio la cumbia se interrumpe y sel enigma de sus cantos, los nios las descubren jugando esconprroco asegura que en las noches de lluvia un ejrcito de ellas vay seduce a los ngeles.Luego del tsunami, el pueblo del puerto qued sumergido, y a las aterra que los antasmas humanos persistan bajo el mar.

LA LEYDios se dispona a ulminar a ese hombre que estaba por disparaque estaba por saltar sobre el guila que estaba por clavar su picmadreja que estaba por desgarrar a la serpiente que estaba por erata que estaba por desentraar a la tarntula que estaba por enescarabajo que estaba por atenazar al gusano que estaba por morDios se dispona a ulminar a ese hombre pero, lleno de pnico, vatrs.

LA PRDIDA DE LA IMAGINACINAntes, mientras trabajaba en la ocina entre aburridos trmiteleo, imaginaba castillos encantados, unicornios y pueblos imposibaqu, ya no puedo antasear. Es como si esa parte de mi mente bloqueado.

dgar Omar Avil(Morelia,1980)


6/12


No se preocupe, algo se podr hacer. Podra intentar, por ejemplo, imaginarque est en una ocina haciendo trmites y papeleo le contest el amableduende, mientras caminaban por la vereda dorada en busca de la bruja.

EL JUEGO DE LAS ESCONDIDILLASUn billn de trillones, un billn de trillones uno! Ests o no ests listoadvirti Dios, destapndose los ojos, ojos que eran los planetas. Desde la

Tierra pudimos haber visto qu hay ms all de la oscuridad del cosmos que

eran sus manos, pero, como dej de contar, el tiempo se congel y nos con-vertimos en estatuas de arena voy por ti! exclam mientras se limpiabaalgo de polvo que le molestaba los ojos.

CRUCES DE CAMINOEmpua un carrito de plstico mientras emula el ruido de un motor; las rodi-llas del pijama se le manchan siguiendo los bordes de crayn amarillo de lacarretera, hasta que su madre, enundada en mandil y olorosa a sopa, apare-ce a sus espaldas, ordenando:Deja de jugar con tu carrito y vete a dormir!

Este es el breve sueo que tuvo Joaqun cuando, vctima del cansancio, cerrlos ojos en la autopista. Ni l ni el nio los volvieron a abrir.

ANNIMOEntra un otgrao a un bar. Pide un whiskey. Todos sonren.* El tiempo se

congela. Un pordiosero ebrio encuentra la otograa en un lote baldo, nodecide si son sonrisas o muecas de ro o de dolor. La noche est helada,improvisa una ogata, en ella arroja la otograa. En el bar surge la luz de unfash, su calor descongela el tiempo, incendia el bar y gracias al alcohol todorpidamente se vuelve ceniza, tambin el annimo pordiosero que ue unotgrao racasado.*Chiste annimo.

EL SECRETO DEL VUELOLuego de aos de splicas, despierta con alas en vez de brazos y sale a vo-lar para conocer qu es la libertad. Pero slo descubre la innita tristeza delos pjaros: ve cmo los seres de la tierra velocsimos se desplazan sobre elsuelo, cmo la tierra gira vertiginosa y ellas, las aves, quedan pausadas en elviento, estticas, como estatuas.

TEORA DE CUERDASCuando la Tierra deja de girar la Luna desaparece, porque el Dueo del ojoplateado se marcha a jugar a otra parte. Entonces nos convertimos en es-tatuas hasta que ese Alguien nuevamente da cuerda, se asoma a la cajita yproseguimos bailando la vida para su deleite.

CAFDas el primer sorbo, entonces descubres que el ca no es ca: eres t. Concada sorbo delicioso te bebes; primero tus pies, luego tu vientre, tu pecho,tu rostro y tus sueos. El mesero recoge el vaso vaco del cliente que se uesin pagar.

UNIVERSOI

Cuando el primer astronauta asom la cabeza auera del Universo, vio asom-brado el cadver de la vctima en la que nos habamos impactado.

IICuando el primer astronauta asom la cabeza auera del Universo, vio asom-brado cmo el Universo se empez a desinfar.

IIICuando el primer astronauta asom la cabeza auera del Universobrado la garganta de la que provenamos como una risotada.

IVCuando el primer astronauta asom la cabeza auera del Universobrado el asombro de los dems astronautas que asomaban la cabmiles de Universos paralelos.

LUZLa noche es luz de un Sol negro. Con esa luz vemos lo que realmeel mundo: nada. En la clara oscuridad del da, los ocos prendidosde las velas, no vemos: imaginamos ciudades y rostros que no ex

ACTO FINALTras secarse el sudor con su pauelo, la concurrencia presenciahogaba, impedido para respirar. Fue as como se supo que no erlatn: el mago por descuido se haba borrado la cara.

EL CUADRODe la galera todo qued reducido a ceniza: aun las puertas, lastecho, las estatuas y el decrpito velador. Pero se salv un pequedonde estaba pintado el incendio.

PIOJOSSon la vida de los bebs, mam! Anoche lo so.Son solo piojos! respondi lavndole el pelo con leja.El luto en el pueblo dur un ao.

VISIONESUsando un gran telescopio el astrnomo supo que un sico lo obseun gran microscopio. Eran idnticos, como sus gestos de terror.

EL MUNDO SE ACABPero Dios tena respaldo en su memoria USB. Todos estamos en epera de que nos descargue en otro planeta.

NACE UN NIO JUDIO CON UN TIC NERVIOSO EN EL ODescubren que es un telegrama Nazi perdido que le hubiera dadoa Hitler 70 aos atrs.

ES LA NOCHE HERMOSAY va creciendo el resplandor de las estrellas, hasta que se impactala Tierra.

GRACIA DIVINACada vez que Dios re, muere una persona, no les parece graciosmucho.

SO CON 1000 ZOMBISAl despertar, l era el 1001 en la pesadilla de otro.

NO RESPIRAMOS: infamos antasmas.


7/12


Empezaba a colmarme la paciencia la manera, casi ridcula, en la queme vea esa mujer. Ah, sentada, bien acomodada en sus dos bien

ponderadas piernas; bien carnosas, bien buenas, antsticos muslosenroscados. Desde ac yo no quera que sus ojos largos, sus ojos de agujase me clavaran en los mos agujerados. Pero ella insista, se me insinuabaintilmente. Perecta. Era una mujer que se morda los labios, la orilla de loslabios entumecidos por la ra tarde de este agosto en que se me haca tardepara salir corriendo del ca y volver a reugiarme en casa. Lejos de todo esto,de ella, haba un cuartito bien acomodado en un edicio de algunos pisosque yo suba respirando con calma, tratando de no ceder ante el cansancioque deja haberse recostado al lado de una mujer y haber lamido sus dosenormes y lentas piernas que se me enroscaban en mi cuello y me hacanpensar que yo no debera estar ah, sino en mi casa, en ese departamentitoque en el segundo piso de un bien acomodado edicio de la colonia Lomase humedeca por la lluvia que en agosto es intil ocultar porque uno se laencuentra en todos lados: en la taza del ca, en la blusa de la mujer que ay,ya me est cansando, en los vidrios de los negocios, en la sombra que vine

y me ir pisando cuando regrese a mi hmeda habitacin donde est agos-to. Y ella, ridcula, mujer enorme, enroscada en una silla como un tornillo decarne y hueso, mirndome como si me comiera y yo que quiero salir de susojos, apaciguar mi tristeza de mujer, mis ganas de agujero para entrar en unatarde lluviosa, en un ca, en una sombra emenina. Me da miedo. Se acercay me pide uego. No umo, pero no le digo y me agarro por debajo un trozode piel testicular que se asoma por mi pantaln roto. No traigo calzones y ellano se ja pues baja rpido los Levis y yo cierro los ojos y me acomod en lossuyos para que me siga mirando. Estoy esperando la cuenta y ella taconea,

plac, plac, y yo me escabullo y s que me est siguiendo y que siguiente semoro pedir un taxi y me dir vienes? Y yo le dir: t

y ella, ridculamente abrir la puerta de su habitacin y me pondry yo mirar nervioso la televisin apagada que nos mira a los dos Ca con dos de azcar y la primera vez que no lav la ropa interioresto. Tocndome el pellejo que se asoma. Ella no quiere detener tacin, Te gusta? Me gusta. En mi casa est agosto y todas ladel mundo estn cerradas. Son treinta con cincuenta. Que bien qatrs, que no viene, que puedo llegar a agosto y ponerme a imaginsus ojos que ay, como me desesperan cuando me guardan adentrcerrando. Yo apenas puedo contener la respiracin, aguantar el msensacin de estar subiendo las escaleras y llegar hasta donde agrecoveco del mundo donde todas las ventanas estn cerradas y aby seguirla mirando mientras se contonea como una lagartija recin y me dice algo que no entiendo o que quiz sea un simple gemidopor mi imaginacin que cuando entra a mi segundo piso se ponehistorias y a tomarse cas en un ca donde una mujer se empi

ridcula y mira a un joven treintaero que hoy olvid ponerse roppedir un vaso de agua para el ca. Fuerte por avor, y ue all que ea mirarme. Qu tiene de interesante un hombre que pide un ca useo siempre me ha producido comezn: quiz por eso me rasco mderecho mientras le enciendo el cigarro con el encendedor que el mhizo el avor de prestarme. De aqu a dnde? A agosto no, en ages hmedo. Me gustara que dejars de mirarme por avor, quiz sesta historia acabe

Ha publicado Versos, Moscas y poetas (Se-cum;2009), yAlguien ha salido a buscarme (2012;plaquette, Ediciones Diablura). En 2009 obtuvo elpremio Michoacn de Literatura en Poesa y en2011 el premio de poesa Toms Rico Cano, deMorelia. Aparece en las antologas: Trabaletras (UM-SNH, 2010), Turbulencia 2011, Narrativa Michoa-cana Contempornea (Ficticia, 2011), Cantar bajola nieve (Instituto Mexiquense de Cultura,2012) y

Astronave: Panormica de la poesa mexicana ac-tual (UNAM, 2012). Fue becario del Sistema Estatalde Creadores (Secrea) en 2012 y es miembro de la

Sociedad de Escritores Michoacanos (Limich AC).

Jos Agustn Solrzano(Valle de Santiago,Guanajuato, 1987)


8/12


Se ha preguntado qu pasa con los carritos de hot dogs que regala la se-orita Laura? Yo tengo uno, me lo vendi Pepe. Mi compadre Jos estuvoun da en su programa. Mara, su mujer, ue a buscar ayuda, pues Pepe gas-taba demasiado en cervezas y muchachas; as cmo iba a pagar los paelesde Juanito y la escuela de Pepito. Al nal, mi comadre termin descubriendoque su esposo, adems de borracho, la engaaba con su hermana, Lola. Ma-ra crea, imagnese, que Lola siempre haba sido seorita, o al menos tantocomo la seorita Laura, quien para apoyarla le regal el dichoso carro.

Un carrito de hot dogs no soluciona nada. Luego de que su mujer seenterara del engao abandon a Pepe dejndole solamente el mentado ca-rrito. l termin vendindomelo, necesitaba dinero para el parto de Dolores,quien result embarazada de mi amigo, o eso deca ella. Pepe, adems, tuvoque creerle, porque lo amenaz con acusarlo con la seorita Laura si no sehaca responsable. El ingenuo de Jos no quera volver a soportar el tpicoque pase el desgraciado que la moma peruana gritaba cada vez que unhombre se le atravesaba en el camino; por eso acept su supuesta pater-nidad mientras pensaba cundo ue que embaraz a Dolores. No lograbarecordarlo, pero seguro ue en una de las tantas borracheras y en el bao dela cantina, donde Dolores tena el negocito que al menos con mi compadre lehaba resultado.

Por el carrito de hot dogs le di quinientos pesos, nos gastamos dos-cientos en la cantina, cosa que molest mucho a Lola, aunque no tanto comoa Pepe encontrarla una semana despus conmigo, montada en el carrito queacababa de venderme y pidindome a gritos mi perrito caliente.

Pepe casi me mata a golpes ese da. Tengo miedo, seorita Roco,y por eso he venido a su programa; necesito que me ayude a recuperar laamistad de Jos y a convencerlo de que el chamaco que espera Lola no esmo. No voy con la tal Laura porque, ya ve, eso de los carros de hot dogsnada ms trae ms problemas.

Escritora. Egresada de la FacultadLengua y Literaturas Hispnicasla UMSNH, es miembro activo dSociedad de Escritores MichoacaA.C. (SEMICH), ue ponente en ely 2do Encuentro de Narradores dechoacn.

Coordinadora de la 1ra CoLEEcta: Todas las Voces y CoLEEcta: Tengo Alas. Particip en el 3er Jam de Escra realizado en el Museo de Arte Contemporneo AlrZalce. Apoy los talleres dentro del marco de la "Kermde las Letras y las Artes" de la Librera EDUCAL en cjunto con la Secretaria de Cultura de Michoacn. Elab

sntesis de novela sudamericana para adaptacin a Mxen TV Azteca Televisin.Consejera de redaccin en lavista mensual "Letra Franca". Fue ponente en el II ColoqInternacional de Literatura Hispanoamericana Homenalmer Mendoza en la Universidad Autnoma del EstadoMxico.

Tania Castro Cambronne,(Morelia,1989)


9/12


El lago ya no tena agua, slo era una hectrea de tierras lodosas y gar-zas metiendo el pico como cuchillo en mantequilla. Los peces desapa-recieron con el agua y sus rastros oseos tambin. Haba sobre el lagouna niebla gris, seca y mojada que le daba un aire a desierto. La sequa lostom por sorpresa, era una regin entre seca y hmeda pero jams con te-rrenos completamente secos. Decan que quien entrara a los lodazales salaenvenenado o enermo porque el espritu del agua se haba quedado en laneblina.

Entonces lleg el verano y el lodo que contena an agua se sec, la

tierra se erosion, la niebla gris segua all, algunos pjaros tambin, pero ya elpiso estaba agrietado y sin enlodazarse uno poda caminar sin miedo.A lo lejos, no tan cerca de la orilla llena de pasto, se divisaba una si-

lueta, un hombre cano, que se desguraba por la lejana y el calor, tena untripie y un paraguas blanco sobre otro tripie. De cerca el hombre cano y conlentes, haca seas a una mujer con vestido largo, rojo. El vestido dejndoseacariciar por el aire vibraba haca donde ste soplara. El hombre era un ot-grao no tan conocido, ms bien, siempre envidiaba las ideas otogrcas delos dems.

Una vez haba visto una serie de otograas donde los modelos eranpequeos hombrecitos miniatura, junto a enormes pescados y basuras delatas. Que mal, a l no se le ocurri.

Desde el otoo pasado Manuel Rebelado, el otgrao, haba puestoen dierentes puntos del lago, calentadores dentro del agua, y todos ellos co-nectados a una rueda manual que produca la energa para calentarlos. Todoslos das desde ese otoo Manuel giraba y giraba la rueda, vea satisactoria-

mente como el agua borboteaba y se evaporaba.Para el invierno era ms dicil calentar el agua, Manuel encontr pas-

tillas de xido monocromtico del tipo 2. No ue dicil interceptar a los distri-buidores y asaltar los camiones, robar una o dos cajas. Las verta en el lago,se acidicaba y evaporaba el agua, tir pastillas todo el invierno, incluso partede la primavera.

Para mediados de dicha estacin la naturaleza hizo lo suyo, los calen-tadores ueron recogidos y las pastillas ya no ueron hurtadas. El lago paraverano era un lodazal. Los alrededores no eran secos, haba arboles y pastoverde. La otograa que Manuel Rebelado quera era de un desierto, otogra-a proesional de un desierto donde no haba. Manuel mont su paisaje.

Ya pasaron varios meses desde que la otograa se tom, y la eventualsequa era muy coincidente con los extraos comportamientos de ManuelRebelado. Se especul, que el otgrao de las orillas haba secado el ro parasus sesiones otogrcas. Escndalo estatal, nacional, internacional. Manuel

ue juzgado por negligencia ecolgica, por daar un patrimonio de la humani-dad, y contaminacin a conciencia.En estos momentos se encuentra en una celda, mirando la otograa

donde hay una mujer de vestido rojo, de telas que bailan en el aire, un cieloazul intenso, y un suelo erosionado que se aerra al agua, la deja subir y lamantiene como neblina gris que anuncia muerte.

Quiero escribir un cuento asombroso, abuloso, increble.Para ello necesito una situacin, qu tal si se trata de amor, o de herosmo. Cualquier tema que se elija est bien, genecuento toma su propio curso.A continuacin necesito de los personajes, digamos que tal unchica que vive en una casa, con dos hijos y un perro. Es madre soltevendiendo pays de queso en la tarde.

La mujer, Nathalia se llamar, Nathalia trabaja duramente mhijos van a al escuela, pasa la maana cocinando los pays, para teny por la tarde venderlos, dejando a los nios al cuidado del perro, FiBernado. Tena que hacerlo, desde que se separ de su esposo, ste de desprestigiarla en toda la ciudad, hacindole muy dicil encontrarde los pays solo era provisional, esperaba.

Una tarde cuando Nathalia recorra la plaza oreciendo los payun hombre, bastante guapo. De cuerpo pues ni muy muy ni tan taSamuel. Samuel la ve pasar y orecer por la plaza su producto, enSamuel piensa cul en la manera ms adecuada de acercrsele a estque se asuste, y claro, ponga un poco de ella. La estrategia es simplele acerca a Nathalia y le pide un pay, mientras sta busca cambio, Samel pay y nge degustacin, entonces dice:

Pasas por aqu siempre? A media tarde salgo de la ocinabusco algo de comer, pero algo ligero.

Nathalia asiente y quedan en encontrarse diario para la compPasan uno, dos meses y ellos ya estn saliendo.

Pero.A ver que tal si mejor en vez de que Nathalia sea mujer, la h

travesti, s, un travesti con dos hijos, bueno no, con dos gatos. Un tdos gatos, sin perro, que vende, no, no vende, es l quien se encuenen la plaza leyendo un libro, de Isabel Allende, porque el ser travestque le guste leer, entonces


10/12


No, as no unciona, que tal esta historia, tal vez algo ms real y dramtico.Una mujer perteneciente a un movimiento democrtico de intelectuales

de la Universidad, busca el crecimiento de sta y el de los alumnos. Ha estudiadoya la maestra, y no puede apartarse de los acontecimientos sociales, que aec-tan a los dems.

Hace poco tuvieron el examen los aspirantes a la Licenciatura ms de-mandada de la Universidad, por supuesto, no haba puestos para todos, as quelos que no lograron aprobar el examen de admisin ueron suprimidos de losprospectos. La reaccin: tomar la escuela y destruir salones, mquinas y dems,

seguramente as obtendran un lugar en la escuela.Nuestra mujer, indignada con el acontecimiento decide reunir a un Comi-t, que avale una reorma donde los estudiantes que participen en el atentado alas instalaciones acadmicas, terminen vetados de la Universidad un ao o dos,as no les quedaran ms ganas de destruir cosas, ya que la polica no pudo hacernada al respecto. Ahora bien los estudiantes no involucrados en los daos perosi en la toma o que exigen un lugar, se les aplicara un segundo examen. Era lapropuesta que tena esta mujer.

Comenz a hacerse ama, pues al ver que las autoridades estudiantilesno hacan caso y que preeran pagar los daos con el dinero de las inscripcionesde los alumnos, emprendi campaas para ser apoyada para la Reorma. Sehacan por lo menos dos mtines por semana, apoyados por los ingresados yalgunos intelectuales.

A la mayora de los estudiantes esto les daba igual, mientras ellos hubie-ran entrado estaba bien. No se hizo esperar la riccin entre los estudiantes noaceptados y los pro-reorma, comenzaron con insultos, y declaraciones en sus

mantas.Cuando agrav se hizo una lucha entre estudiantes con piedras y bom-bas Molotov dejando un muerto y 25 heridos. Desde ese encuentro los intelec-tuales eran cazados como animales, los buscaban solos, mientras los otros, cualhienas, se les dejaban venir, ya eran 30 los estudiantes sorprendidos golpeadosy acallados.

La mujer termin siendo la nica acompaada de cinco simpatizantesque seguan esperando la aceptacin de la Reorma.

Era medio da, no haba comido an, abri la puerta de su casa, un silen-cio inquietante, dijo ya llegu toc toc en la puerta, abri la puerta y slo sintiel golpe.

Una vez despierta, vea nublado, era tanto el dolor de su cuerpo que nopoda gritar o llorar, estaba amarrada y tirada en su casa, la tomaron del brazo.

Perra, necesitas dejar de hablar, ya no te conviene, y ya nos cansamos detus propuestitas, escuchaste.

Claro que escuch, pero lo nico que dijo ue no, se les hizo cil, ellosno iban a advertirle, la pregunta slo ue para darle alsas esperanzas, le arran-caron la ropa la golpearon y la violaron entre todos, dos, tres o cuatro alos en suboca, en su entrepierna, luego ue con palos, el ltimo la tena sometida, y pusosu virilidad explosiva en su pecho, mojndola y humillndola como un animal, laasxiaba y se excitaba con su sonido gutural de muerte.

Mientras escribimos esta historia Nathalia llevaba meses saliendo conSamuel, se burlaban juntos del travesti de enrente que pareca muy culto, mien-tras los nios se iban a la escuela, Nathalia se interes en los problemas de laUniversidad, y quiso proponer una Reorma educativa, llegaba tan cansada, quemiraba Animal planet y se quedaba dormida en el so, cuando no era conSamuel.

Samuel trabajaba por las tardes y en la maana haca el amor con Natha-lia en la mesa donde hacan los pays cuando ella no sala a los mtines, Samueltena antecedentes.

Un da Nathalia tena un mitin y los nios no iban a la escuela, Samuel selos llev al bosque con Fido a dar un paseo, Samuel le ense a los nios algoque les iba a gustar, Samuel dijo que era normal que los hombres se vieran des-

nudos; Samuel era pedlo.Mientras escribamos esta historia a Nathalia la violaron igual que a sus

hijos, sus hijos no murieron, ella s. Samuel se qued con la custodia de los nios,y los violadores y asesinos de Nathalia nunca ueron encontrados, culparon a losalumnos reprobados, pero no haba pruebas sucientes, si el semen no era deSamuel, entonces no saban de quin, Fido muri anteayer, se comi una aguja.El mismo da tres aos despus que muri Nathalia.

Lo de Nathalia es caso cerrado.

Public Pequeos lugares para la perversin(relatos,2009), Los ltimos das (cuento inantil, 2010) y la antologa Turbulencia dosmilonc(antlogo, 2011). Dirigi la revista "El subterrneo" durante 59 nmeros.Es presidente de la Sociedad de EscritoreMichoacanos (Literatura de Michoacn A.C.)Fue becario del Sistema Estatal de Creadore(Secrea) en 2007 y 2009 y actualmente deFondo Nacional para la Cultura y las ArtesObtuvo el Premio Michoacn de Cuento "Xavier Vargas Pardo" 2008.

Alfredo Carrera(Morelia, Mich. 1984)


11/12


Uno ama lo que se le escapa,

irracionalmente.

SANTIAGO GAMBOA

Tu problema es que te crees perecto, ue lo ltimo que le dijo Claridada su esposo. No le quiso decir que su rialdad, su acilidad para destruira las personas y su egosmo eran iguales a los de ella, o an peores. Lascosas se iban a la mierda y ninguno de los dos tena las ganas ni la ortalezapara salvarlo. Todo sera mejor si se encontraran en otra vida.

Saban que le haban dado vuelta a la hoja, que seguira un divorciopor acuerdo mutuo, l podra pagar la manutencin de dos casas y visitar asus hijos cada sbado o domingo. No haba ms qu hacer, l se ue a unahabitacin a un hotel del centro y despus pasara por sus cosas. Viviran doso tres meses tristes, pero lo superaran, porque ninguno consideraba unaopcin intentarlo de nuevo, ni una segunda o tercera vuelta.

La noticia para lo hijos y parientes no ue sorpresiva sino graticante.Por n, despus de tanto, se daban cuenta que no eran ya el uno para el otro,sino dos polos que chocaban tanto por ser tan parecidos, aunque ningunolo viera as. La vida sera tan tranquila que al pasar el tiempo encontraran aotras personas y reharan su vida, si se puede decir, a plenitud, o por lo me-nos seran ms elices.

Los hijos saban que estaran bien con cualquiera, no se les preguntnada y siguieron en la casa, desde entonces, materna. El patriarcado al queestaba tan acostumbrada la madre se destrua y los mimos para ella seran

menos. La vida seguira su curso para bien o para mal, con el trago amargo ylo que viniera: sera mucho mejor.Fue un matrimonio relativamente largo, quince aos, con una buena

imagen para los conocidos: esa amilia cuasi-perecta y la gran sorpresa deldivorcio, para que se pudiera decir a las espaldas: Yo saba que escondancosas terribles, seguro le pegaba, nadie sabe con lo que carga...

Claridad, dos das despus del abandono de Roberto, empez a tirarcosas, a romper platos, crea que estaban cargados de malas vibras o quesignicaran algo para l; por ejemplo, los platos que les haba regalado susuegra o los que haban heredado a uerza y terquedad. Los hijos comen-zaron a atesorar ciertas cosas, haba objetos que eran completamente supadre, no podan permitir que la presencia de l se eliminara por completo deunos das para entonces. Incluso si l tuviera la culpa, la casa se haba unda-do gracias a dos pilares. Guardar un libro o dos antes de verlo en la hogueraque la madre preparaba para la ropa que haba dejado, para los libros, laslibretas y las hojas de l, era un acto de valenta, se retaba a Claridad a buscar

lo que quera desaparecer. Lo que encontraba lo iba identicando e inventa-riando en su cabeza. Sin darse cuenta, era como ser un escner recibiendodatos antes de decirles adis. Aerrarse a ese pasado llamado Roberto sinque nadie lo pudiera comprobar. Los hijos mejor empezaron a leer antes deaceptar que lo tenan, despus de saber los contenidos de tantas cosas, sepodran despedir de ellas. Teman que se les ocultara alguna verdad impres-cindible para siempre o que con el paso del tiempo se uera deormando lainormacin, aunque un montn de acuerdos y textos legales ajenos a ellosno servan de nada, como tampoco servan de nada tantos libros escritos porextraos. Aerrarse a lo desconocido, como lo era Roberto en muchos mo-mentos, pronto los aburri y terminaron ayudando a su madre a deshacersede todo hasta olvidar, por lo menos, aquello que al nal slo representaba asu padre, pero que no era l. La casa empezaba a vaciarse, le decan hastanunca a tantas cajas que un da ya no qued nada.

Ernesto por su parte haba logrado recuperar lo que realmente era im-

portante para l, por no decir que casi la totalidad estaba desde hace tiempoen su ocina. Lo que se destruy no importaba tanto, era archivo del pasadoque ayudaba a hacerle ms llevadera la vida. Las pruebas que buscaba sumujer nunca aparecieron porque simplemente no existan, porque las supues-tas indelidades a las que crea estar acostumbrada una mujer sumisa comoClaridad eran alsas, nicamente eran cuentos construidos alrededor de lasde ella, como para hacerle rente, para no sentirse tan engaada.

Desde que lleg Roberto al hotel odi todo su pasado, lo odi exage-rando como se exagera siempre despus de las racturas. Lleg a baarse, a

que todo eso que cargaba se uera por la coladera, y despus durmdo como no lo haba hecho en tanto tiempo. Olvidbase en ese motoda restriccin en su espacio, en su cama y, sobre todo, en sus svida no sera mejor los siguientes das, pero s pensaba sera vidaEn el hotel pronto se acostumbraron a sus horarios, a llamarlo por

y a su mirada que presentaba amargura. Empezaron a tener a displos huspedes botellas de dierentes licores por las constantes petnuevo inquilino que pareca tener carcter de permanente.

Los hijos no eran tantos, eran dos, de doce y catorce avarones, ambos con ganas de vivir una vida ms lenta y ms tranqhaca algunos aos deseaban no estar a las expensas de los capricpadres que cada semana cambiaban los planes para ellos y los sumuna serie de confictos que les iban llenando el jarrito hubieran dadClaridad y Roberto, a ellos mismos, al enterarse que su separacincasi vaca ese contenedor-; pero nunca lo supieron.

Los divorcios no eran comunes en ninguna de las amilitomaron ni tan bien ni tan mal. No se hablaba de ello en las pocaamiliares que prosiguieron, ni siquiera se interrogaba a Roberto pgaba a la casa de sus padres solo, y lo mismo la amilia de Clarpersonas rancias echando a perder a dos que nada deban ni te

dos nietos de vez en cuando visitaban a los abuelos, pero preeraen soledad, como para empezar a sanar las heridas y las distanciase les destinaba.

Firmaron un acuerdo y el divorcio se resolvi sin mayoresnes ni roces. Ernesto saba que Claridad ocultara desde ese mpara siempre las supuestas indelidades (aunque las de ella habaciertas); eran minas antipersonales, pero para ese momento ya seenterrar, casi olvidndolas para siempre.

Si Ernesto no haba logrado engaar a la madre de sus hijosmeros cinco aos de matrimonio, ya despus no crey que uera Claridad le ue inel en ms de una ocasin en esos cinco aos, ldos lo saban. No hubo que indagar mucho, ni esperar seales ode una supuesta aventura, el hombre que se consigui era tan inode vez en cuando la buscaba en casa. En cierta ocasin el mismo abri la puerta a Fernando, que era entonces un muchachito, lo inva la sala y le oreci un reresco en lugar de cerveza, al dudar si era

edad. Claridad nunca ue tan clara ni tan transparente.En la separacin de los platos rotos y los amantes enterra

ca que no haba ni un solo aectado. Al nal, cuando estaba concpapeles, cuando los hijos tenan un horario de visita denido, cuapareca que se daba por inaugurada la nueva vida, se apareci Clapuerta de Roberto para entregarle cajas llenas de cenizas y de ptantas cosas rotas, iba a entregarle lo que haba quedado, pero smotivo era el de reclamarle el haber instrumentado tantos problemexistan, el haber inventado a tanto antasma, el haberla engaadcreer en el teatrito que le haba armado El odio la llevaba a la pnio de ocho aos: por qu? Arrojarle los papeles que parecan imhechos polvo a se, al que lleg a amar, tiznarlo por completo. Fue te el inicio de una serie actos que Claridad pensaba realizar; sin everlo despus de abrir la puerta tan despacio, con la inocencia brola cara, no se poda imaginar que hubiera tenido el corazn tan duro

hacia s misma le invada al darse cuenta que todo lo que haba hectena el n de alejarla.Al realizarse la entrega de las cajas, no hubo reconciliaci

palabras, casi ni las miradas se cruzaron. Claridad las avent y se ua buscar a Fernando que ya estara ms entrado en aos, al queterminar de echarle a perder la vida y abrirle las puertas de la castuviera a Roberto en la cabeza.


12/12

s ra eLetras para llevarSuplemento

En esta ocasin colaboraron

Salvador Jara Guerrero

Edgar Omar Avils

Jos Agustn SolrzanoTania Castro Cambronne

Alfredo Carrera

Ilustraciones

Vctor Adame Mnguez

Mayo 2013

Suplemento Letras Para Llevar

Documents

Transcript of Suplemento Letras Para Llevar