Un recorrido por la colección artística del Monasterio de Santa Clara de Valladolid

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MINISTERIO DE EDUCACiÓN Y CIENCIA Fundación BBVA PATR I MO NIO NACIONAL

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MINISTERIO DE EDUCACiÓN Y CIENCIA

Fundación BBVA • PATR IMONIO NACIONAL

Real Monasterio de Santa Clara

de Tordesillas

ESTUDIOS

JULIO VALDEÓN BARUQUE

Catedrático de Historia Medieval. Universidad de Valladolid

JUAN CARLOS RUIZ SOUZA

Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid

ANA GARcíA SANZ

Conservadora de Patrimonio Nacional

GUíA DIDÁCTICA

M,a TERESA GONZÁLEZ ALARCÓN

Catedrática de Enseñanza Secundaria

M,a PAZ SOLER VILLALOBOS

Catedrática de Enseñanza Secundaria

Fundación BBVA - --

MINISTERIO DE EDUCACiÓN Y CIENCIA PATRIMONIO NACIONAL

Madrid, 2005

Un recorrido por lo colección ortístico del Monosterio

de Sonto Cloro de Vollodolid

Las obras de arte custodiadas en el monasterio de Santa C lara permiten conocer varios aspectos de la histo­ria del arte. Por un lado muestran los diferentes modos de expresión artística: pintura (de caballete,

mural. sobre tabla), escultura, mobiliario, instrumentos musicales, retablos, etc; por otro, nos introducen en la ico­nografía religiosa a través de obras en las que se representan diferen tes temas.

Las obras a contemplar son en su mayoría de los siglos xv al XVII; muchas de ellas de autor desconocido pero pertenecientes sobre todo a escuelas españolas, en especial a la vallisoletana. La colección artística se formó a lo largo de los siglos gracias a las dotes de las religiosas, a donaciones de sus familiares y de los benefactores de la comunidad.

LA COLECCiÓN DE PINTURA Pintura de caballete. Los cerca de 250 cuadros conservados en el monaste­rio son obras en su mayoría de escuelas locales, principalmente de la de

30 Estudios. Re al Monast e rio de Santa Cla ra de Torde sillas

Valladolid, la mayor parte de ellos realizados en el siglo XVII. SU función en el monasterio no es meramente decorativa, los temas representados res­ponden a diversas devociones e ilustran pasajes de la historia sagrada con una finalidad didáctica.

Como es normal en un convento de clarisas franciscanas, proli feran los retratos de San Francisco y de Santa Clara así como otros temas relaciona­dos con la orden seráfica.

San Francisco aparece representado en diferentes actitudes. Un primer grupo muestra al santo en meditación, orando delante de un crucifijo y una calavera en plena natura leza, iconografía que sigue el esquema marcado por El Greco en el siglo xVJ. Otro grupo lo constituyen las representacio­nes del santo en el momento de la estigmatización, uno de los aconteci­mientos milagrosos más importante de su vida ocurrido en el Monte Yema en 1224 l. A pesar de ser obras de diferentes periodos, la forma de repre­sentación sigue unas mismas pautas: el santo arrodillado acompañado úni­camente por el hermano León, la figura de Cristo representada como un serafín con alas de vivos colores y lanzando cinco rayos dirigidos a los pies, manos y costados de San Francisco, en donde reproducen las llagas de Cristo y la herida de lanza en el costado.

En este mismo grupo se encuentran los "retratos oficiales" de San Francis­co y de Santa Clara. El santo aparece de pie o de medio cuerpo, vestido con túnica de paño y mostrando sus llagas. Suele llevar también un libro que alude a los evangelios o bien a la regla de la Orden. Santa Clara viste igual­mente el hábito religioso y porta el ostensorio o custodia con la Sagrada Forma 1 acompañada en ocasiones de otros símbolos como la palma, el báculo o el libro. Se encuentran ejemplos de estas representaciones en el Coro Largo y en la Sacristía.

En el retablo de la segunda capilla de la iglesia, en el lado del evangelio, se encuentra un cuadro de gran calidad. Representa "La colación de San Francisco", iconografía poco estudiada, cuyo tema y fuente de inspiración aún están por determinar. En todo caso, la escena sigue la composición de la Última Cena al mostrar a San Francisco dispuesto a bendecir el pan que le entregan unos ángeles en presencia de otros dos hermanos. Este tema también se ha relacionado con la Cena de Emaus. Se trata de una pintura del siglo XVII, cercana a estilo de Zurbarán y de Sánchez Cotán.

Dentro de las escenas de temática franciscana se encuentran las tablas procedentes del antiguo retablo de la iglesia. Obra realizada al óleo sobre ta-

I El hermano ErIaS relató por escrito este suceso que fue recogido en el "Tratado de los milagros", escrito en 1252-53 por lOmás de Celano, texto utili1.:ado como fuente de inspiración por los artistas. Igualmente. e l cido de la vida de San Francisco de Giotto en la Basl1 ica de San Francisco en fflS. realizado entre 1290- 1300. se coovirtió en una obra de referencia. para los artistas poste riores.

1 Esta forma de representarla. deriva de l pasaje de su vida en el que gracias al Santísimo coosiguió que los sarra­cenos no asaltaran su coovento.

Ana García Sanz

bla a finales del siglo xv, at ribuida al Maestro de Portillo. En él se re lata­ban, en varias escenas, las vidas de San Francisco y Santa Clara. Las esce­nas conservadas en la Sacristía son:

Vida de San Francisco (Francisco renuncia al mundo, Francisco recibe el hábito del Papa, La estigmatización, Muerte de San Francisco) y vida de Santa Clara (Entrega de la palma -colocado actualmente en el altar mayor de la iglesia-, Profesión de Santa Clara, Muerte de Santa Clara).

Destaca iconográficamente el cuadro de "Los protomártires franciscanos". Esta escena es de gran importancia para la Orden Franciscana ya que con­memora el martirio en Marruecos de cinco monjes contemporáneos de Francisco de Asís, que fueron asesinados en 1220 al intentar propagar la fe en aquel continente.

Son numerosas las representaciones de santos de la Orden. Destaca por su antigüedad, estilo y esquema narrativo el frollta l de San LlIis de Y%sa expuesto en la Sacristía. Esta obra es un buen ejemplo de la tipología y decoración de los frontales o antependium desarrollada en los siglos XIII y XIV. La superficie del frontal se compartimenta en un campo central rodea­do de dos de menor tamaño a cada lado. En torno a la figura del santo, ves­tido de obispo, se representan escenas de su vida. Esta obra procede de la escuela castellana del siglo XIV.

Entre las numerosas representaciones de santos se encuentra el cuadro de "La imposidól1 de/nombre a San filan Balltista", en el Coro Largo. Es una de las escasas obras no españolas. Está adscrita a la escuela italiana del siglo XVII y al parecer sigue un grabado de Parmigianino. Representa el pasaje de la infancia del Bautista y la determinación de Isabel y de Zacarías de poner­le por nombre Juan, siguiendo el relato de l evangelio apócrifo de Taciano J,

Zacarias escribe el nombre de su hijo en una tablilla al estar mudo, como se cuenta en el mismo evangelio, por no haber confiado en las palabras del arcángel Gab riel cuando le anuncia que tendrán un hijo a pesar de su avanzada edad.

La representación de " La parábola de Lázaro y el rico Eplllón", obra de escuela española del siglo XVII (también expuesta en el Coro Largo), es otro ejemplo de la manera de representar pasajes del Nuevo Testamento. El tema procede del evangelio de San Lucas 4, en donde se recoge esta parábola en la que se ensalza la figura del hombre pobre y enfermo. En la misma sala se encuentra otra representación de Lázaro, en este caso aislado, en el momen­to en que los perros se acercaban a lamerle las llagas de las piernas.

Un in te resante ciclo de santos y santas es el que se encuentra en el arroca­be de la techumbre del presbiterio de la iglesia. Bajo unos arcos con mocá-

1 Evangelio de Taclano IV. 1· 12.

4 SanLucas 16.19.31.

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cabes se reconocen 40 persona jes a ambos lados de Cristo, la Virgen y San Juan evangelista. Se trata de pinturas de fina les del siglo xv, realizadas al óleo sobre tabla. Los santos y santas están representados de medio cuerpo portando cada uno los símbolos que les caracterizan y perfectamen te iden· tificados por unas fi lacterias con sus nombres. Así se puede reconocer a San ta Bárbara con una torre o a San Sebastián con una flecha en la mano en recuerdo de su martirio.

REPRESENTACIONES MARIANAS Merece la pena detenerse en dos representaciones de la infancia de la Virgen, de mayor in terés iconográfico que las habitua les rep resentaciones de María bajo diferentes advocaciones. Una de ellas es "E/nacimiento de la Virgen", obra de grandes dimensiones situada en el Coro Largo, de escuela española de la segunda mitad del siglo XVII. Esta composición procede de los evangelios apócrifos de la vida de la Virgen ~ y la disposición y núme­ro de personajes que aparecen en la escena quedaron fijados ya en la época bizantina de donde deriva la representación de Santa Ana en la cama y las parteras bañando a la Virgen.

Otra escena también perteneciente al ciclo de la vida de la Virgen es la que se contempla en el claustro. En ella aparece María con traje de corte, al estilo de las damas de la segunda mitad del siglo XVI, acompañada por un ángel , pisando una media luna. El tema parte también de una leyenda apócrifa que relata la aparición milagrosa de la Virgen a sus padres, San Joaquín y Santa Ana, a modo de Inmaculada. Este cuadro está atribuido al pintor va ll isoletano Jerónimo Calabria, en el primer tercio del siglo XVII.

La Vida de Cristo es un tema que aparece en ciclos de escenas en las que se relata desde el momento de su concepción, con la Anunciación, hasta su muerte y resurrección, sin embargo es más frecuente el desarrollo del ciclo de la Pasión.

En el Coro Largo se encuentra una viga que por su estructura, con mocá­rabes distribuidos en arcos, parece ser el fragmento de un arrocabe toma­do del antiguo palacio mudejar_ Posteriormente fue decorado con policro­mía y escenas de la Pasión de Cristo. Su autor fue el Maestro de Manza­nillo, pintor castellano de fina les del siglo XV.

En la misma capilla del Coro Largo se encuentra un retablo, compues­to con obras de diferentes periodos, en el que aparecen escenas de la Pasión. Este conjunto de nueve escenas son obra de algún pintor local influenciado por la obra de Alonso Berruguete y fue ejecutado a mediados del siglo XVI.

5 Son varios los textos que relatan la infancia de María. cabe destacar el Proto-evangelio de Santiago (SS. VII. VIII) Y el libro de la Natividad de María. escrito entre los años 846 y 849.

Ana García Sanz

En el Coro Largo se encuentra ta mbién un cuadro que representa la "Apertura del Libro de los Siete Sellos", interesante composición basada en el Apocal ipsis de Sa n j uan. Es obra espa nola del siglo XVII.

En la capilla de los Sa ldana, en la iglesia, se encuen tra una de las "pie­zas estrella" del monasterio. Es u n espléndido ejemplo del estilo gótico inte rnacional que aúna el arte de la pintura y el de la escultura. Tanto en su parte central como en las puertas se relata la vida de Cristo, desde la Anunciación hasta su ascens ió n a los cielos. El ciclo comienza en la parte exterior de las puertas. En ocho escenas alargadas se muestran escenas de la infancia de jesucristo, desde la Anunciación hasta el Nino en el tem­plo. El rela to de la Pasión se real iza a través de los grupos escultó ricos di s­tribuidos en dos niveles cobijados por arquerías góticas. El conjunto es representativo del gótico internaciona l, principal me nte en lo que a las pinturas se refiere, al estar atribuidas a Nicolás Francés, máximo repre­sentante de esta corrien te artística. El traba jo escultórico se sitúa en la pri­mera mitad del siglo XV y puede ser obra, por su es tilo, de a lgú n taller fla menco.

lOS EXVOTOS

Existen varios e jemplos en la vis ita que siguen esta tipo logía. El pr imero de ellos se encuentra en la iglesia . Se trata de un pequeño cuadro realiza­do en óleo sobre tab la en el siglo XV II. En el caso de los exvotos no impor­ta la cal idad artística sino perpetuar un acontecimiento, de ca rácter mila­groso, CO Il un fin ejempla ri zante y de agradecimiento. En esta ocasión se represen ta el milagro de la impusición de /111 collar a Sallla Teresa por la Vir­gen en presencia de Sa n j asé. En la pa rte infer ior es común la presencia de una inscripc ión relat iva a la escena. Este cuad ri to es, además, e jemplo del empleo de grabados como fuente de inspiración ya que copia una de las 24 esta mpas grabadas por Adrian Collaert y Cornelius Galle en Amberes en 1613 sobre la vida de Sa nta Teresa. Una de estas impresiones se conserva en el convento de San j osé de Carmeli tas en la ce rcana población de Me­dina del Ca mpo.

Otro de los ejemplos de esta tipología se encuentra en la sacristía . En este caso es una serie de cuat ro cuadros, aún por estud ia r en profundidad. Tradicionalmente se han considerado representaciones de cuatro milagros de San Pedro Regalado. A este sa nto se tiene gran devoción en Va lladolid, en donde nació y e n cuya provincia de formó y vivió como franciscano, pri ncipalmente en el monasterio de La Aguilera. A pesar de no ser cano­nizado hasta 1746 por Benedicto XIV fue muy apreciado por los fiel es y fueron muchos los mi lagros que rea lizó. Cuando fue canon izado fue nombrado patrón de Va lladolid y de su diócesis monje fra nciscano. Sin embargo, las diferencias notables en la fisonomía del sa nto en algunas de las escenas hace pensar en otros santos como San Diego de Alca lá. En

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Pintura mural. Santiago.

Estudios. Real Monasterio de Santa Clara de Tordesillas

todo caso son representaciones de una serie de milagros obrados por monjes franciscanos. En esta ocasión no contamos con inscripciones que aclaren su contenido ni se conoce la fuente de inspiración. El mejor iden­tificado hasta el momento parece ser el que representa a una dama ante un toro.

PINTURA MURAL En los muros del antiguo vestíbulo del palacio, bajo unos arcos lobulados se conservan interesantes restos de pintura mural. Su datación se ha realiza­do teniendo en cuenta su estilo, cercano al gótico de fina les del siglo XIV o principios del xv. Representan temas religiosos realizados para el monaste­rio, tratando de sacralizar un ambiente palaciego. Aparece la escena de la Anunciación y varios santos como María Magdalena, Santiago y San Cristóbal, colocado en este lugar de fácil acceso para los caminantes que se podían acercar a pedir protección al santo.

En la Capilla Dorada también quedan restos de decoración pictórica mural gótica, aunque muy perdida, se puede reconocer a la Virgen con el Niño, un Rey en adoración y las figuras de algunos santos. De factura más moderna, del siglo XVI, es la escena del Calvario dispuesta bajo un arco de herradura a modo de altar.

En la Capilla del Coro Largo, se conservan pinturas murales del siglo XVI

que recuerdan el estilo de Juan de Borgoña. En las escenas se relatan dife­rentes escenas de la vida de Cristo: Anunciación, Nacimiento, Adoración de los Magos, Piedad, Santo Entierro y Juicio Final.

COLECCiÓN DE ESCULTURA Compuesta por unas ISO piezas de las que una pequeña selección se ex­pone en las capillas del Antecoro. A través de ellas se pueden conocer dife­rentes iconografías, escuelas y técnicas.

Representaciones de la Virgen. La figura de María responde a diferentes patrones, todos ellos seguidos en algún momento por los escultores. En primer lugar es madre y se la representa con el Niño en su regazo. Un bello ejemplo es la llamada por la Comunidad de religiosas Virgen de la Natividad, imagen de madera tallada y policromada del siglo XVI. Pero María es también madre dolorosa, viviendo en directo la pasión y muer­te de su hijo. Un interesante e jemplo es la Piedad hispano-namenca del siglo xv realizada en piedra policromada. Ambos ejemplos se conservan en el Antecoro.

Otro grupo es el de las imágenes del Niño Jesús. Es habitual la presencia de éstas en los conventos femeninos de clausura. La época de esplendor de estas representaciones se extiende desde finales del siglo XVI al siglo XVIII.

La mayoría de los Niños expuestos sigue la iconografía de los "bendicien-

Ana García Sanz

tes". Nif'tos de pie, vestidos con túnicas de ri cos tej idos, que elevan su ma­no derecha con la que bendicen mientras en la izquierda suelen portar el orbe, aunque este elemento haya desaparecido en mucho casos.

Estas imágenes, exceptuando dos, pertenecen a la escuela castellana, estando adscritas un importante número a la va ll isoletana. Todas ellas están realizadas en madera tallada policromada. Ex iste un Nifio t realizado en plomo policromado, que es un buen exponente de la escuela andaluza, cercano al esti lo de Martínez Montañés. Es común en los monasterios este tipo de escul turas que se realizaban con molde de fo rma casi indust ri al. su fabricación fue copiosa y fueron distribuidas por muchos de los conven tos espaiioles_ El otro e jemplo ajeno a la escuela castellana es una interesante imagen, conservada en clausura, de origen filipino. Está rea lizada en ma r­fil y muestra al Ni r10 dormido con un libro bajo su brazo. Este tipo de pie­zas llegaban de Oriente y eran muy apreciadas en Europa, siendo objetos muy apreciados por los coleccionistas.

Sal/tos y salltns. Uno de los santos más representado es Sallll/all Bautista. Su figura responde a dos iconografías: el San Juanito Ni iio y el San Juan adu lto, precursor del Mesías. La imagen infanti l de San Juan es muy cer­cana en iconografía a la de los Niños Jesús, suele tratarse de un niño regor­dete, de pie o sentado, que siempre aparece vestido con una piet portan­do un banderín y jun to a un cordero, a l que suele señala r, ind icando que se trata del "Cordero de Dios". Las representaciones del sa nto adu lto tam­bién siguen un esquema prefijado que muestra a un hombre enjuto, ba r­bado y vest ido con un t raje de p iel. Existen e jemplos de ambas rep resen­taciones en las capillas de l Antecoro.

5alllllall t'vmlgelista está ampliamente representado. Las diferen tes escul­turas repiten el mismo esquema iconográfico. Muestran al santo joven, normalmente imberbe, vestido con túnica y man to y sosteniendo en sus manos el libro que hace referencia a su eva ngelio, y el cá liz emponzoñado del que emerge la fi gura de un dragón o ser fantást ico. Esta form a de repre­sentar al evangelista procede del relato de l pseudo Abdías quien cuenta que Aristodemus, el sumo sacerdote de Diana en Éfeso, lanzó un reto a San Juan pa ra que bebiese de una copa que contenía un líquido envenenado, si n embargo Juan tomó el veneno sin sufr ir dafio alguno.

Es común en iglesias y monasterios la rep resentación de los Apóstoles, principales promotores del crist ianismo por el mundo. Entre ellos el más im portante fue Sml Pedro, primer Papa de la iglesia católica. Se le repre­senta mitrado y portando las llaves. En el Antecoro existe un e jemplo de escuela castellana del siglo XIV. Otro de los apósto les a los que se tuvo gran devoción es Santiago. Hay d iferen tes formas de represen ta rle y en el monasterio se pueden ver dos de ellas en el Antecoro. Por un lado el santo peregrino, vestido con túnica, manto y tocado con un sombrero de ala ancha, en la obra castellana del siglo XIV. Otra tipología es la que la tradi-

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Santiago

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Mujer sedente atribuido a Joosken de Ulrech.

Cajón del coro,

Estudios. Real Monasterio de Sa nta Clara de Tordesillas

ción llamó "Santiago matamoros", interpretación basada en la leyenda más que en la realidad, en la que el santo adopta e l papel de un guerrero que a lomos de su caballo blanco aba te al infiel. Se trata de una represen­tación muy ingenua del siglo XVII.

Sepulcros de la Capilla Saldmla. Los cuatro sepu lcros en ella conservados constituyen un espléndido conjunto de escul tura gótica funera ria . La tipo­logía de los enterramientos es la de arcosolios suavemente apuntados y cuajados de elementos decorativos propios del es ti lo gótico (tracerías, gabletes, pináculos, etc). Las esculturas yacentes de los personajes se atri ­buyen al maestro Joosken de Utrech quien las rea lizaría en el segundo ter­cio del sig lo xv. Los personajes enterrados so n: Fe rnán López de Sa ldaña, Contador Mayor de Juan 11 , cuya imagen está rea lizada en piedra ca liza; doña Elvira de Acevedo, su primera mujer; Pedro Vélez de Guevara, hijo de l Contador y su segunda esposa y por (¡ Itimo, doña Elvira de Po rtocarre­ro esposa del condestab le don Álvaro de Luna. Estos tres últimos están rea­lizados en alabastro.

LA COLECCiÓN DE MOBILIARIO No se trata de una colección demasiado exten sa, pero sí cuenta con tipo­logías muy interesantes que permiten conoce r el mobiliario fundam ental de la vida conventua l.

Mesas y ballcos del Refectorio. De factura muy sencilla , rea lizado en made­ra sin apenas decoració n como refle jo del voto de pobreza realizado por las religiosas. La disposición del mobiliario respo nde al esquema original de los comedores conventuales. Entre los muebles se conserva un pequerio púlpi­to desde el que una religiosa procedía a la lectura mientras el resto comía. Las mesas son de roble, realizadas en el siglo XVI mientras que el banco corrido correspo nde al siglo XVIII y está constru ido en madera de pino.

Sillería del coro. El coro es la estancia en do nde se reúne n las relig iosas va rias veces al día para ora r. Cada religiosa tie ne su sitial desde el que leían los libros de coro colocados en el facis to l centra l, atril de gran tamaño con cuatro caras en donde se colocaban los libros de g ran formato para q ue los pudieran ver todas las herma nas y seguir los cantos de cada oficio religio­so. Todo el mobiliario es de madera de noga l y fue realizado en el siglo XVI I.

Arcones. Servía n para almacenar todo tipo de enseres de l monasterio (hábi tos, mantas, sabanillas, o rnamentos) y también los fondos económi­cos, e n este caso tenía n una cerradura especial con tres llaves, cada una custodiada por una religiosa diferente como s iste ma de segur idad. Una de estas a rcas, de manufactura castellana del siglo XV ll, se puede contemplar en e l Zaguán. En la misma sala se conserva un modelo de arcón que esta­ba destinado a almacenar diversos enseres. Es un bello ejemplo del siglo XIV con el interior de la tapa decorado con una escena de guerreros enmar­cada por una cenefa con diferentes blasones nobiliarios.

Ana García Sanz

Armario-archivo. Los documentos relacionados con la comunidad (libros de profesiones, crón icas, gastos de la servidumbre y derivados del culto, rentas, etc.) , eran de gran importancia. En los conventos siempre se dispo­nía de un espacio específico para su custodia, que en este caso se trata de un mueble del siglo XVII de gran interés por su originalidad. Es un gran armario en cuyas paredes interiores se encuentran numerosos ca jones en los que se distribuían de forma ordenada todos los documentos. En su in­terior se conserva también una mesa plegable para poder consultar cómo­damente los legajos.

Cajoneras de la Sacristía. La Sacristía es el lugar en donde se visten los sa­cerdotes para oficiar. Allí se encuentran los ornamentos necesarios para las celebraciones, desde las vestimentas del oficiante hasta los vasos sagrados. Estos elementos se almacenaban en ca jones y armarios bajos. Este sistema permite la correcta conservación de las obras, protegidas de la suciedad y en el caso de las vestiduras (casullas, dalmáticas, capas pluviales, etc.) dis­puestas en horizontal y fue ra de la incidencia de la luz, condiciones que facilitan su conservación. Este uso es el que determina el tamaño de los ca jones. Son muebles castellanos realizados en el siglo XVII.

LOS INSTRUMENTOS MUSICALES Tres son los instrumentos expuestos en la visita pública, en la Capilla Dorada.

El más antiguo de ellos, fechado a principios del siglo XVI es un 6rgano realejo 7. El mueble de madera con decoración policromada corresponde al siglo XVIII , sin embargo la maquinaria es originaria del XVI. Se cree que pudo pertenecer a la reina Juana de Castilla ya que en sus inventarios se mencionan varios de estos instrumentos.

El instrumento más original de la sala es el virginal. Su interés radica en su calidad y también por ser uno de los escasos instrumentos de cuerda pinzada que se conservan en España. Fue realizado en Amberes en 1578 por Hans Boas y al parecer fue encargado por el rey Felipe II . La decora­ción se concentra en el interior, ya que mientras estaba cerrado tenía aspecto de una caja rectangular. En la tapa se represe nta una escena corte­sana de músicos y danzan tes en un banquete en un jardín.

Por último, un clavicordio, del siglo XV III . Instrumento habitual en los monasterios y residencias de la corte, utilizado para enseñar música a las damas y religiosas .

• El Inventario del kchivo del Monasterio de Santa Oara fue publicado por Margarita Gonz.1lez Cristóbal. Monasteno de Santa Clara de Tordesillas, Madrid: Patrimonio Nadonal. 1987, pennite ver el tipo de documentos conservados en el convento.

7 Este órgano era portátil y funcionaba de forma manual.

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Sacristia.

Órgano Realejo.