REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA FACULTAD DE CIENCIAS...
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAUNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y JURIDICASESCUELA DE DERECHO
NUCLEO-APURE
Autor: Br. Carlos Salas Fac: Abog. Marcos Castillo
Biruaca, Mayo 2013
INDICE GENERAL
DERECHOPROCESALPENAL I
LASGARANTIAS ENEL CODIGOPROCESALPENAL
VENEZOLANO
TEMA Nº 3
pp.
Resumen…………………………………………………………………....... 3
Introducción…………………………………………………………………. 4
DESARROLLO…………………………………………………………….. 4
Garantías Procesales…………………………………………………………. 5
Juicio Previo y Debido Proceso……………………………………………... 5
Ejercicio de la Jurisdicción………………………………………………….. 6
Participación Ciudadana……………………………………………………... 8
Autonomía e Independencia de los
Jueces…………………………………...
8
Autoridad del Juez…………………………………………………………… 9
Obligación de Decidir……………………………………………………….. 11
Juez Natural………………………………………………………………….. 12
Presunción de Inocencia……………………………………………………... 14
Afirmación de Libertad……………………………………………………… 16
Respeto a la Dignidad Humana……………………………………………… 18
Titularidad de la Acción Penal………………………………………………. 19
Defensa e Igualdad entre las
Partes…………………………………………..
21
Garantías Constitucionales y Derechos 23
Humanos…………………………..
Acuerdos y tratados suscritos por Venezuela en
materia Penal……………...
27
Conclusiones………………………………………………………………… 30
Referencias Bibliográficas…………………………………………………... 31
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAUNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y JURIDICASESCUELA DE DERECHO
NUCLEO-APURE
LAS GARANTIAS EN EL PROCESO PENAL VENEZOLANO
Autor: Br. Carlos Salas
Fac: Abog. MarcosCastillo Fecha: Mayo 2013
RESUMEN
El significado jurídico del proceso, independientementede las partes, objeto y causa que involucra, ofrece unagregado de relaciones lícitas que son el efectoinmediato del conflicto de intereses específicossubordinados a una sentencia de un Tribunal de Justicia.Dada la mencionada presencia del conflicto de intereses,
donde las partes involucradas intentan por todos losmedios obtener una sentencia favorable, se haceinevitable el hecho de contar con una actividadprobatoria dentro del juicio, donde se de fe lícita yconfiable del proceso en desarrollo. En este sentido, lapresente investigación tiene como propósito estudiar lasgarantías constitucionales en el desarrollo del debidoproceso venezolano para conocer su base legal. Seidentifica como una investigación documental de enfoquecualitativo de método hermenéutico, debido a que intentapresentar una interpretación correcta de las realidadesdel hecho, para luego sentar las bases acerca del tema enestudio. Una vez realizada la revisión y selección de lasbases teóricas existentes sobre el proceso y susgarantías constitucionales para obtener una clara visiónsobre su aplicación en marco legal venezolano, sepresenta a continuación un sencillo pero pertinenteanálisis u comentario d de las mencionadas garantías deldebido proceso, a través de un cuadro de la teoríacritica. Por último, se presentan las conclusiones delestudio, destacándose que el verdadero soporte objetivode todo proceso es la pretensión además el tema de lasgarantías constitucionales del proceso penal adquieregran importancia en la doctrina, jurisprudencia y en lalegislación no sólo de Venezuela sino del resto de lospaíses latinoamericanos.
Descriptores: Garantías, Proceso, Constitución, DerechoPenal, Ley
INTRODUCCIÓN
Con la entrada en vigencia del Código Orgánico
Procesal Penal, se instauró en Venezuela un sistema
acusatorio oral, blindado con múltiples principios que lo
rigen y que caracterizan sus bases de garantista, los
cuales hacen del sistema un mecanismo procesal respetuoso
de los Derechos establecidos en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, estos Principios
están contenidos en el Título Preliminar, entre los
artículos 1 al 23 del Código Orgánico Procesal Penal, y
en defensa de los Derechos Humanos vienen a suprimir los
postulados del sistema inquisitivo plasmados en el
extinto Código de Enjuiciamiento Criminal que bajo su
imperio se violaban impunemente todos los derechos
inherentes al ser humano, amén de las corruptelas y
trampas que se presentaban tan frecuentemente en el
sistema derogado, que por ser secreto y escrito se
prestaba a los vicios, sobornos y alteraciones o
"engavetamiento" de los expedientes, dando lugar a la
corrupción en los tribunales, en virtud de que en este
sistema, los aspectos esenciales del proceso (acusación,
defensa y decisión) estaban en manos de una sola persona:
el Juez, quien iniciaba el juicio, investigaba en el
sumario (que era una fase en la que toda la investigación
de los hechos se realizaba prácticamente en secreto y a
espaldas del acusado mismo), conducía el debate en el
plenario (que era la fase en que, en teoría, el acusado
podía enterarse de su situación) y, finalmente,
sentenciaba. Es decir, el Juez era casi omnipotente y
tenía facultades infinitas.
Estamos en una época de cambios, y de cambios
realmente trascendentales. Precisamente, nos interesa en
este momento una transformación vital para todos, que no
es otra que la modificación de la administración de la
justicia penal. Con la entrada en vigencia del Código
Orgánico Procesal Penal (C.O.P.P.) se ha dado un paso
agigantado en lo que se refiere al sistema procesal
penal. Además de lo dicho, en este nuevo sistema
predomina la oralidad, lo que es más adecuado a las
tendencias mundiales y a la realidad jurídico-social que
se vive en la Republica.
GARANTIAS PROCESALES
GARANTIA CONSTITUCIONAL
Son aquellas incluidas en la Norma Constitutiva y
organizativa de un estado generalmente denominada
Constitución que se consideran como esenciales en el
sistema político y están especialmente vinculados a la
dignidad humana. Entre ellas tenemos
JUICIO PREVIO Y DEBIDO PROCESO
Artículo 1. (C.O.P.P) Juicio previo y debido
proceso. Nadie podrá ser condenado sin un juicio previo,
oral y público, realizado sin dilaciones indebidas, ante
un juez o tribunal imparcial, conforme a las
disposiciones de este Código y con salvaguarda de todos
los derechos y garantías del debido proceso, consagrados
en la Constitución de la República, las leyes, los
tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos
por la República.
COMENTARIO
El artículo 1º establece las pautas de un juicio
previo y del debido proceso. El enunciado de este
principio es bastante amplio y expreso. Sin embargo, debo
decir que el juicio previo está relacionado con el
principio de exclusivismo de la ley o de legalidad, por
el cual toda persona tiene derecho a que se le juzgue
conforme, no sólo a una ley que establezca previamente el
delito y la pena, sino también a una ley que señale el
procedimiento a seguir. En virtud de este postulado,
nadie puede ser condenado sin ser sometido previamente a
un juicio penal, oral y público. En cuanto al debido
proceso, existe la necesidad de un Juez imparcial, que no
tenga más interés que el de administrar justicia. También
resulta necesaria la observancia de todos los derechos y
garantías en el proceso, así como que el juicio se
realice sin dilaciones indebidas, es decir, sin retrasos
o demora alguna, lo que está vinculado con el principio
de preclusión, por el cual el proceso penal debe ir
siempre hacia adelante en el tiempo, buscando
constantemente el resultado procesal natural, o sea, la
sentencia firme. Este principio del juicio previo está
someramente dibujado en el numeral 4 del artículo 49 de
la Constitución de 1999, pero más allá, el artículo 257
constitucional así lo ordena. En resumen lo que establece
el principio contenido en el artículo 1° del C.O.P.P. es
que en el sistema acusatorio, para condenar a una
persona, es necesario demostrar su responsabilidad en
juicio oral y público, con todas las garantías
procesales, a menos que decida admitir los hechos en una
audiencia preliminar, igualmente con todas sus garantías.
CRBV: Artículo 49. El debido proceso se aplicará a
todas las actuaciones judiciales y administrativas; en
consecuencia: “… (Omissis) Numeral 4. Toda persona tiene
derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las
jurisdicciones ordinarias, o especiales, con las
garantías establecidas en esta Constitución y en la ley.
Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin conocer
la identidad de quien la juzga, ni podrá ser procesada
por tribunales de excepción o por comisiones creadas para
tal efecto. “… (Omissis)
CRBV: Artículo 257. El proceso constituye un
instrumento fundamental para la realización de la
justicia. Las leyes procesales establecerán la
simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites y
adoptarán un procedimiento breve, oral y público. No se
sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no
esenciales.
EJERCICIO DE LA JURISDICCIÓN
Artículo 2 (C.O.P.P). Ejercicio de la jurisdicción.
La potestad de administrar justicia penal emana de los
ciudadanos y se imparte en nombre de la República por
autoridad de la Ley. Corresponde a los tribunales juzgar
y ejecutar, o hacer ejecutar lo juzgado.
COMENTARIO
El artículo 2º establece que "la justicia penal se
administrará en nombre de la República y por autoridad de
la ley", y además que "corresponde a los tribunales
juzgar y hacer ejecutar lo juzgado", es decir, el Juez ya
no se encargará ni de acusar ni de investigar. Este
precepto viene a desarrollar lo establecido en los
artículos 49 numeral 4 (ya precitado) y 253 de la
Constitución de 1999, así mismo, está plasmado en los
artículos 1 y 2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
cuanto al ejercicio exclusivo de la jurisdicción penal
por los tribunales de la República. Por lo tanto, ninguna
otra autoridad u órgano del Estado puede enjuiciar
penalmente o controlar la ejecución de las decisiones en
materia penal, si así, llegase a ocurrir serian
inconstitucionales en razón de su contraposición a las
normas constitucionales mencionadas y viciadas de
ilegalidad por violación de los preceptos establecidos en
la Ley Orgánica del Poder Judicial.
CRBV: Artículo 253. La potestad de administrar
justicia emana de los ciudadanos y ciudadanas y se
imparte en nombre de la República por autoridad de la
ley. Corresponde a los órganos del Poder Judicial conocer
de las causas y asuntos de su competencia mediante los
procedimientos que determinen las leyes, y ejecutar o
hacer ejecutar sus sentencias. El sistema de justicia
está constituido por el Tribunal Supremo de Justicia, los
demás tribunales que determine la ley, el Ministerio
Público, la Defensoría Pública, los órganos de
investigación penal, los o las auxiliares y funcionarios
o funcionarias de justicia, el sistema penitenciario, los
medios alternativos de justicia, los ciudadanos o
ciudadanas que participan en la administración de
justicia conforme a la ley y los abogados autorizados o
abogadas autorizadas para el ejercicio.
LOPJ: Artículo 1º. El ejercicio de la justicia emana
del pueblo y se realiza por los órganos del Poder
Judicial, el cual es independiente de los demás órganos
del Poder Público. Sus deberes y atribuciones son las
definidas por la Constitución, los tratados, acuerdos y
convenios internacionales suscritos por la República,
esta Ley y las demás leyes y a ellos debe sujetarse su
ejercicio. Para asegurar la independencia del Poder
Judicial sus órganos gozarán de autonomía funcional,
económica y administrativa en los términos determinados
por esta Ley y las demás leyes.
LOPJ: Artículo 2º. La jurisdicción es inviolable. El
ejercicio de la potestad jurisdiccional de juzgar y hacer
ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente a los
tribunales y comprende a todas las personas y materias en
el ámbito del territorio nacional, en la forma dispuesta
en la Constitución y las leyes. Las decisiones judiciales
serán respetadas y cumplidas en los términos que ellas
expresen.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA.
Artículo 3 (C.O.P.P. Participación ciudadana. Los
ciudadanos participarán en la administración de la
justicia penal conforme a lo previsto en este Código.
COMENTARIO
En virtud de este principio, consagrado en el
artículo 3º del C.O.P.P. los ciudadanos podrán participar
directamente en la administración de la justicia penal,
mediante los mecanismos de control social previsto en el
ordenamiento jurídico, para la selección de jueces y
juezas, magistrados y magistradas, así como la
asistencia y contralori social en los juicios orales, y
seguimiento para la aplicación de fórmulas alternativas
a la prosecución del proceso y cumplimiento de pena. Está
forma de participación está consagrada en el artículo 6
y 253 de la Constitución de 1999.
AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA DE LOS JUECES
Artículo 4 (C.O.P.P). Autonomía e independencia de
los jueces. En el ejercicio de sus funciones los jueces
son autónomos e independientes de los órganos del Poder
Público y sólo deben obediencia a la ley y al derecho.
En caso de interferencia en el ejercicio de sus funciones
los jueces deberán informar al Tribunal Supremo de
Justicia sobre los hechos que afecten su independencia, a
los fines de que la haga cesar.
COMENTARIO
Lo establecido en el artículo 4º del C.O.P.P. se
refiere no sólo a la autonomía e independencia frente al
Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, sino frente a
todos los órganos del Poder Público, incluso el mismo
Poder Judicial; o sea, frente a otros jueces. En todo
caso, los jueces sólo deben obediencia a la ley, el
precepto que desarrolla este artículo es el principio de
independencia de los jueces en el ejercicio de sus
funciones, contenido en el artículo 254 de la
Constitución de la Republica y en el artículo 3° de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, además, incorpora en su
único aparte, la posibilidad de denunciar ante el
Tribunal Supremo de Justica las injerencias y/o
perturbaciones que pudieren sufrir en el ejercicio de sus
funciones.
CRBV: Artículo 254. El Poder Judicial es
independiente y el Tribunal Supremo de Justicia gozará de
autonomía funcional, financiera y administrativa. A tal
efecto, dentro del presupuesto general del Estado se le
asignará al sistema de justicia una partida anual
variable, no menor del dos por ciento del presupuesto
ordinario nacional, para su efectivo funcionamiento, el
cual no podrá ser reducido o modificado sin autorización
previa de la Asamblea Nacional. El Poder Judicial no está
facultado para establecer tasas, aranceles, ni exigir
pago alguno por sus servicios.
LOPJ: Artículo 3º. En el ejercicio de sus funciones
los jueces son autónomos, independientes, imparciales,
responsables, inamovibles e intrasladables.
AUTORIDAD DEL JUEZ
Artículo 5 (C.O.P.P). Autoridad del juez. Los jueces
cumplirán y harán cumplir las sentencias y autos dictados
en ejercicio de sus atribuciones legales. Para el mejor
cumplimiento de las funciones de los jueces y tribunales,
las demás autoridades de la República están obligadas a
prestarles la colaboración que les requieran. En caso de
desacato, el juez tomará las medidas y acciones que
considere necesarias, conforme a la ley, para hacer
respetar y cumplir sus decisiones, respetando el debido
proceso.
COMENTARIO
Esta norma reproduce lo establecido en los artículos
10 y 11 de la ley Orgánica del Poder Judicial, en la
relación con los artículos 91 y siguientes ejusdem, que
permite a los tribunales imponer sanciones correctivas a
quienes faltaren el respeto debido a los actos judiciales
o desacataren sus mandatos, además de la posibilidad de
denunciarlos por los posibles delitos de desobediencia o
desacato que pudieren haber cometido. La legislación
penal sustantiva contiene una serie de tipos de penales
que sancionan la negativa de las personas particulares y
de los funcionarios estatales, a colaborar con las
funciones judiciales.
LOPJ: Artículo 10. Corresponde al Poder Judicial
conocer y juzgar, salvo las excepciones expresamente
establecidas por la ley, de las causas y asuntos civiles,
mercantiles, penales, del trabajo, de menores, militares,
políticos, administrativos y fiscales, cualesquiera que
sean las personas que intervengan; decidirlos
definitivamente y ejecutar o hacer ejecutar las
sentencias que dictare. Corresponde al Poder Judicial
intervenir en todos los actos no contenciosos indicados
por la ley, y ejercer las atribuciones correccionales y
disciplinarias señaladas por ella.
LOPJ: Artículo 11. Los tribunales para la ejecución
de sus sentencias y de todos los actos que decreten o
acuerden, pueden requerir de las demás autoridades el
concurso de la fuerza pública que de ellas dependa, y, en
general, valerse de todos los medios legales coercitivos
de que dispongan. Se exceptúa el caso de conflicto de
poderes, el cual deberá ser sometido a la decisión de la
Corte Suprema de Justicia. La autoridad requerida por un
tribunal que obre en ejercicio de sus atribuciones, debe
prestar su concurso sin que le corresponda calificar el
fundamento con que se le pida, ni la legalidad o la
justicia de la sentencia o decreto que se trate de
ejecutar.
LOPJ: Artículo 91. Los jueces podrán imponer
sanciones correctivas y disciplinarias, así:
1) A los particulares que falten al respeto y orden
debidos en los actos judiciales;
2) A las partes, con motivo de las faltas que cometan en
agravio de los jueces o de las otras partes litigantes; y
3) A los funcionarios y empleados judiciales, cuando
cometan en el tribunal faltas en el desempeño de sus
cargos, y cuando con su conducta comprometan el decoro de
la judicatura.
OBLIGACIÓN DE DECIDIR
Artículo 6 (C.O.P.P). Obligación de decidir. Los
jueces no podrán abstenerse de decidir so pretexto de
silencio, contradicción, deficiencia, oscuridad o
ambigüedad en los términos de las leyes, ni retardar
indebidamente alguna decisión. Si lo hicieren, incurrirán
en denegación de justicia.
COMENTARIO
En el sistema acusatorio que introdujo el C.O.P.P.
el predominio absoluto de la oralidad y de la inmediación
en casi todas las fases del proceso y la obligación
establecidas tanto para jueces de control, como para los
tribunales de juicio, de decidir inmediatamente después
de los actos procesales, determinan prácticamente la
imposibilidad de que las decisiones sean demoradas o
diferidas de manera indefinida. Sin embargo el solo deseo
de celeridad por parte del legislador, no garantiza per
se la prontitud de la solución de los procesos.
La Justicia debe impartirse oportunamente, no se
puede hablar de verdadera justicia cuando ésta se imparte
tardíamente, cuando se ha incurrido en una dilación de
tal magnitud que al dictarse la sentencia, ésta pasa a
convertirse en un simple texto carente de capacidad para
producir efectos en la realidad. Es frecuente que por el
paso del tiempo, para el momento del fallo ya los
involucrados en el proceso hayan capitulado en su fe
hacia el sistema, entronizando, como es de suponer, el
desorden institucional, y sobreponiendo la fuerza al
Derecho. Es por ello que todos los jueces de la República
tienen el inexorable deber de decidir sobre los asuntos
que les sean planteados con la celeridad procesal, que
responda a las exigencias del debido proceso en cuanto a
una justicia expedita y oportuna, como lo establecen los
artículos 26 y 257 de la Constitución del 1999 y el
artículo 9 de la Ley del Poder Judicial.
CRBV: Artículo 26. Toda persona tiene derecho de
acceso a los órganos de administración de justicia para
hacer valer sus derechos e intereses, incluso los
colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los mismos
y a obtener con prontitud la decisión correspondiente. El
Estado garantizará una justicia gratuita, accesible,
imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente,
responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones
indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles.
CRBV: Artículo 257. El proceso constituye un
instrumento fundamental para la realización de la
justicia. Las leyes procesales establecerán la
simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites y
adoptarán un procedimiento breve, oral y público. No se
sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no
esenciales.
LOPJ: Artículo 9º. La justicia se administrará en
nombre de la República, y los tribunales están en el
deber de impartirla conforme a la ley y al derecho, con
celeridad y eficacia.
JUEZ NATURAL
Artículo 7.(C.O.P.P) Juez natural. Toda persona debe
ser juzgada por sus jueces naturales y, en consecuencia,
nadie puede ser procesado ni juzgado por jueces o
tribunales ad hoc. La potestad de aplicar la ley en los
procesos penales corresponde, exclusivamente, a los
jueces y tribunales ordinarios o especializados
establecidos por las leyes, con anterioridad al hecho
objeto del proceso.
COMENTARIO
La doctrina ha establecido que el Juez Natural es el
designado conforme a las reglas y garantías plasmadas en
el ordenamiento jurídico del Estado. Asimismo, se ha
asentado que: “…El concepto de juez natural está
íntimamente ligado a los principios de imparcialidad y
del debido proceso. El concepto de juez natural responde
a la preexistencia del órgano de juzgamiento con
prescindencia de su titular. El órgano jurisdiccional
está ahí, existe con antelación a la comisión del hecho
criminal; por consiguiente, entra a conocer del asunto
cualquiera que sea el imputado. Continúa la doctrina
asentando: “Este principio del juez natural...Consiste
esencialmente, en la garantía que posee un ciudadano
(venezolano o no) de ser juzgado por un tribunal
competente, establecido por una ley previa y con jueces
independientes e imparciales en la función de administrar
justicia. (Cabanellas 2002)
Esta norma siguiendo las pautas del principio no
admite excepción alguna...Su fundamento constitucional
proviene del artículo 49.3 (del derecho al debido
proceso: proceso justo)...y 49.4 (del derecho al debido
proceso: juez natural) artículo 10...de la Declaración
Universal de Derechos Humanos...el artículo XXVI único
aparte...a ser juzgada por tribunales anteriormente
establecidos...de la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre...el artículo 8.1...de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y el artículo
14.1...del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos...”. Como se puede advertir de lo asentado
tanto por la doctrina como por la jurisprudencia de
nuestro máximo Tribunal, el Juez Natural es aquel a quien
la ley le atribuye la competencia para conocer una
determinada situación jurídica.
CRBV: Artículo 49. El debido proceso se aplicará a
todas las actuaciones judiciales y administrativas; en
consecuencia:“… (Omissis) 3. Toda persona tiene derecho a
ser oída en cualquier clase de proceso, con las debidas
garantías y dentro del plazo razonable determinado
legalmente, por un tribunal competente, independiente e
imparcial establecido con anterioridad. Quien no hable
castellano o no pueda comunicarse de manera verbal, tiene
derecho a un intérprete. 4. Toda persona tiene derecho a
ser juzgada por sus jueces naturales en las
jurisdicciones ordinarias, o especiales, con las
garantías establecidas en esta Constitución y en la ley.
Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin conocer
la identidad de quien la juzga, ni podrá ser procesada
por tribunales de excepción o por comisiones creadas para
tal efecto.“… (Omissis) D-DDHH: Artículo 10 Toda persona
tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser
oída públicamente y con justicia por un tribunal
independiente e imparcial, para la determinación de sus
derechos y obligaciones o para el examen de cualquier
acusación contra ella en materia penal.
CI-DDHH: Artículo 26. Se presume que todo acusado es
inocente, hasta que se pruebe que es culpable. Toda
persona acusada de delito tiene derecho a ser oída en
forma imparcial y pública, a ser juzgada por tribunales
anteriormente establecidos de acuerdo con leyes pre-
existentes y a que no se le impongan penas crueles,
infamantes o inusitadas. CA-DDHH: Artículo 8. Garantías
Judiciales 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con
las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por
un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación penal formulada
contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter. (…)
PRESUNCIÓN DE INOCENCIA
Artículo 8 (C.O.P.P). Presunción de inocencia.
Cualquiera a quien se le impute la comisión de un hecho
punible tiene derecho a que se le presuma inocente y a
que se le trate como tal, mientras no se establezca su
culpabilidad mediante sentencia firme.
COMENTARIOS
Conforme a la garantía de presunción de inocencia,
ninguna persona puede ser declarada responsable hasta que
no se pruebe su culpabilidad a través de una sentencia
condenatoria, consecuencialmente, se le debe presumir su
inocencia, y tomando en consideración la vigencia de esta
garantía procesal es necesario la realización de un
proceso justo donde se respete el debido proceso, debido
a que este, se encuentra conformado precisamente por la
presunción de inocencia entre otros, de esa forma el
estado garantiza el cumplimiento de los medios para hacer
efectiva la defensa. En virtud de esta garantía de la
presunción de inocencia, el fiscal debe probar la
culpabilidad y el imputado tiene el derecho de
contrarrestar la acusación, y si se da el caso de que el
imputado no rinde declaración, su silencio no podrá
estimarse en su contra, él puede declarar cuando quiera y
las veces que lo desee. El imputado debe considerarse
inocente antes y durante el desarrollo del proceso. La
presunción de inocencia constituye una consecuencia del
juicio previo, y guarda similitud con la máxima in dubio
pro reo y es igual o se equipara con la falta de pruebas,
esto es, que todo hombre es inocente hasta que se
demuestre su culpabilidad, y el juez, en caso de duda,
debe resolver a favor del imputado, para que no se vea
afectada su libertad y demás derechos fundamentales.
En cuanto a la garantía de afirmación de la
libertad, se entiende que el legislador estatuyó como
regla: la libertad y como excepción: la detención. Como
una consecuencia de la garantía de presunción de
inocencia. En ese sentido, el juez en el ejercicio de
administrar justicia y dar plena aplicación a la garantía
de la presunción de inocencia, debe limitar la privación
de la libertad y darle carácter de excepcionabilidad,
significa que debe en primer lugar aplicar otras medidas
cautelares sustitutivas de libertad a la persona objeto
de un proceso penal.
Los Principios de Presunción de Inocencia y
Afirmación de la Libertad, están establecidos en los
artículos 8 y 9 del Código Orgánico Procesal Penal,
respectivamente, y reconocidos desde la Declaración de
los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución
Francesa y promovida por los que lideraron el movimiento
que fomentaron las bases para el procedimiento penal
moderno, tales como: Beccaria, Voltaire y Filangieri, así
como en la Declaración Universal de los Derechos Humanos
de la Organización de las Naciones Unidas, en su artículo
11; e igualmente en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (Pacto de San José) de 1978, y
consagrados en el Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos, siendo de cumplimiento obligatorio en
nuestro país, por cuanto dicho pacto ha sido aprobado y
ratificado por Venezuela; en concordancia con el numeral
1 del artículo 44 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela que prevé la Inviolabilidad de
la Libertad Personal, en relación con el numeral 2. Del
artículo 49 eijusdem, que prevé el Principio de
Inocencia.
CRBV: Artículo 44. La libertad personal es
inviolable, en consecuencia: 1. Ninguna persona puede ser
arrestada o detenida sino en virtud de una orden
judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti. En
este caso será llevada ante una autoridad judicial en un
tiempo no mayor de cuarenta y ocho horas a partir del
momento de la detención. Será juzgada en libertad,
excepto por las razones determinadas por la ley y
apreciadas por el juez o jueza en cada caso. “… (Omissis)
CRBV: Artículo 49. El debido proceso se aplicará a todas
las actuaciones judiciales y administrativas; en
consecuencia: “… (Omissis) 2. Toda persona se presume
inocente mientras no se pruebe lo contrario. “… (Omissis)
CA-DDHH (PACTO DE SAN JOSE) Artículo 7. Derecho a la
Libertad Personal 1. Toda persona tiene derecho a la
libertad y a la seguridad personal. 2. Nadie puede ser
privado de su libertad física, salvo por las causas y en
las condiciones fijadas de antemano por las
Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las
leyes dictadas conforme a ellas. 3. Nadie puede ser
sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios. “…
(Omissis)
AFIRMACIÓN DE LA LIBERTAD
Artículo 9 (C.O.P.P). Afirmación de la libertad. Las
disposiciones de este Código que autorizan
preventivamente la privación o restricción de la libertad
o de otros derechos del imputado, o su ejercicio, tienen
carácter excepcional, sólo podrán ser interpretadas
restrictivamente, y su aplicación debe ser proporcional a
la pena o medida de seguridad que pueda ser impuesta. Las
únicas medidas preventivas en contra del imputado son las
que este Código autoriza conforme a la Constitución.
COMENTARIOS
Con la entrada en vigencia del Código Orgánico
Procesal Penal, se instauró en Venezuela un sistema
acusatorio oral, blindado con múltiples principios que lo
rigen y que caracterizan sus bases de garantista,
principios éstos que hacen del sistema un mecanismo
procesal respetuoso de los Derechos estatuidos en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Entre estos Principios que establecen las garantías
procesales de las que gozan los intervinientes en el
proceso penal, surge el Principio de Afirmación de
Libertad, establecido en el supra artículo 9 del Texto
Adjetivo Penal.
El Principio de Afirmación de Libertad como
principio rector no puede sucumbir ante interpretaciones
a priori o ligeras sobre las circunstancias especiales
del sometimiento del justiciable al proceso penal, el
Principio de Afirmación de Libertad se encuentra
desarrollado en el Título VII, Capítulo I del Código
Orgánico Procesal Penal, relativo a las Medidas de
Coerción personal y sus Principios Generales, dentro del
cual encontramos el artículo 232, que establece: “…….las
medidas de coerción personal solo podrán ser decretadas
conforme a las disposiciones del código mediante
resolución judicial fundada…..debe perjudicar lo menos
posible a los afectados.”.
Sobre la base del Principio de Afirmación de
Libertad, como principio rector del Sistema Acusatorio
consagrado en el Texto Adjetivo Penal Vigente, debe
estudiarse y aplicarse las Medidas de Coerción Personal,
siempre en atención a la preeminencia del Estado de
Libertad, la proporcionalidad, la motivación y el
carácter restrictivo con que deben ser interpretadas las
normas que limiten la libertad del imputado.
En este sentido, ha sido criterio de la máxima
Instancia Judicial, en respeto a los Principios
consagrados en el Texto Adjetivo Penal, citados supra,
que la lesión que ocasiona la medida de coerción personal
debe ser en todo caso la menor posible, es por ello que
al momento de imponerse la medida debe el Juzgador
encargado de ello, evaluar las circunstancias del caso en
particular, a los fines de garantizar, la verdadera
función de las medidas de coerción personal.
Surge la norma relativa a la proporcionalidad de las
medidas de coerción personal, y sobre el particular hace
especial referencia el legislador en el artículo 230 del
Código Orgánico Procesal Penal, cuando dispone que la
proporcionalidad de las medidas deba atenderse en
relación a la gravedad del delito, las circunstancias de
su comisión y la sanción probable.
RESPETO A LA DIGNIDAD HUMANA
Artículo 10 (C.O.P.P). Respeto a la dignidad humana.
En el proceso penal toda persona debe ser tratada con el
debido respeto a la dignidad inherente al ser humano, con
protección de los derechos que de ella derivan, y podrá
exigir a la autoridad que le requiera su comparecencia el
derecho de estar acompañada de un abogado de su
confianza. El abogado requerido, en esta circunstancia,
solo podrá intervenir para garantizar el cumplimiento de
lo previsto en el artículo 1 de este Código.
COMENTARIOS
Este precepto es aplicable a quienes sean citados
como testigos y puedan suponer que se les trata de
incriminar de manera tacita o indirecta, todas las
personas que se encuentren en esta condición pueden
solicitar estar acompañadas por un abogado de su
confianza por razones obvias. La autoridad actuante no
podrá negarse, (bajo pena de nulidad del acto procesal de
que se trate) a permitir la presencia del abogado en
cuestión, los efectos de tal negativa serían los mismos a
que se refiere el artículo 127 en su aparte final, porque
lo que aquí se tutela es la conversión potencial del
testigo en imputado. La función del abogado será, en los
términos de este artículo, evitar presiones indebidas
sobre la persona llamada a declarar y evitar responda
desprevenidamente a preguntas que pudieran comprometerle.
CRBV: Artículo 46. Toda persona tiene derecho a que
se respete su integridad física, psíquica y moral, en
consecuencia: 1. Ninguna persona puede ser sometida a
penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. Toda víctima de tortura o trato cruel,
inhumano o degradante practicado o tolerado por parte de
agentes del Estado, tiene derecho a la rehabilitación.
2. Toda persona privada de libertad será tratada con el
respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. 3.
Ninguna persona será sometida sin su libre consentimiento
a experimentos científicos, o a exámenes médicos o de
laboratorio, excepto cuando se encontrare en peligro su
vida o por otras circunstancias que determine la ley. 4.
Todo funcionario público o funcionaria pública que, en
razón de su cargo, infiera maltratos o sufrimientos
físicos o mentales a cualquier persona, o que instigue o
tolere este tipo de tratos, será sancionado o sancionada
de acuerdo con la ley.
TITULARIDAD DE LA ACCIÓN PENAL
Artículo 11(C.O.P.P). Titularidad de la acción
penal. La acción penal corresponde al Estado a través del
Ministerio Público, quien está obligado a ejercerla,
salvo las excepciones legales.
COMENTARIO
La acción penal es la facultad que detenta un sujeto
de derecho para iniciar la averiguación de los hechos
presuntamente constitutivos de delito, perseguir a los
presuntos participes y presentar contra estos formal
acusación, contentiva de la pretensión punitiva y
sostenerla en juicio oral y en los recursos. El marco
legal de la titularidad de la acción penal está
establecido en el artículo 285 de la constitución de
1999, artículos 16 y 37 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público y 111 del Código Orgánico Procesal Penal.
CRBV: Artículo 285. Son atribuciones del Ministerio
Público:“… (Omissis) 3. Ordenar y dirigir la
investigación penal de la perpetración de los hechos
punibles para hacer constar su comisión con todas las
circunstancias que puedan influir en la calificación y
responsabilidad de los autores o las autoras y demás
participantes, así como el aseguramiento de los objetos
activos y pasivos relacionados con la perpetración. 4.
Ejercer en nombre del Estado la acción penal en los casos
en que para intentarla o proseguirla no fuere necesaria
instancia de parte, salvo las excepciones establecidas en
la ley. 5. Intentar las acciones a que hubiere lugar
para hacer efectiva la responsabilidad civil, laboral,
militar, penal, administrativa o disciplinaria en que
hubieren incurrido los funcionarios o funcionarias del
sector público, con motivo del ejercicio de sus
funciones. 6. Las demás que establezcan esta
Constitución y la ley.
Estas atribuciones no menoscaban el ejercicio de los
derechos y acciones que corresponden a los o las
particulares o a otros funcionarios o funcionarias de
acuerdo con esta Constitución y la ley.
LOMP: Artículo 16. Son competencias del Ministerio
Público: 1. Velar por el efectivo cumplimiento de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
los tratados, acuerdos y convenios internacionales,
válidamente suscritos y ratificados por la República, así
como las demás leyes. 2. Garantizar el debido proceso, la
celeridad y buena marcha de la administración de
justicia, el respeto de los derechos y garantías
constitucionales, así como de los tratados, convenios y
acuerdos internacionales vigentes en la República,
actuando de oficio o a instancia de parte. 3. Ordenar,
dirigir y supervisar todo lo relacionado con la
investigación y acción penal; practicar por sí mismo o
por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas, o por los órganos con competencia
especial y de apoyo en materia de investigaciones
penales, las actividades indagatorias para demostrar la
perpetración de los actos punibles; hacer constar su
comisión con todas las circunstancias que puedan influir
en la calificación y establecer la responsabilidad de los
autores o las autoras y demás partícipes, así como el
aseguramiento de los objetos activos y pasivos
relacionados con su perpetración. 4. Requerir de
organismos públicos o privados altamente calificados la
práctica de peritajes o experticias pertinentes para el
esclarecimiento de los hechos objeto de investigación,
sin perjuicio de la actividad que desempeñe el Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas o
los órganos con competencia especial y de apoyo en
materia de investigaciones penales. 5. Autorizar, en
aquellos casos previstos por las leyes, las actuaciones
de investigación penal a ser ejercidas por el Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas,
así como de los órganos con competencia especial y de
apoyo en materia de investigaciones penales, los cuales
estarán obligados a informar al Ministerio Público sus
resultas en los plazos requeridos o, en su defecto, en
los plazos fijados legalmente. 6. Ejercer, en nombre del
Estado, la acción penal en los casos en que para
intentarla o proseguirla no sea necesario instancia de
parte, salvo las excepciones establecidas en el Código
Orgánico Procesal Penal y demás leyes.“… (Omissis).
DEFENSA E IGUALDAD ENTRE LAS PARTES
Artículo 12. (C.O.P.P) Defensa e igualdad entre las
partes. La defensa es un derecho inviolable en todo
estado y grado del proceso. Corresponde a los jueces
garantizarlo sin preferencias ni desigualdades. Los
jueces profesionales y demás funcionarios judiciales no
podrán mantener, directa o indirectamente, ninguna clase
de comunicación con alguna de las partes o sus abogados,
sobre los asuntos sometidos a su conocimiento, salvo con
la presencia de todas ellas.
COMENTARIO
Si en el proceso penal no hay igualdad entre las
partes; no hay garantía alguna de justicia. Por lo demás,
el debido proceso, no existe si los derechos y garantías
de las partes, contempladas no solo en la Carta Política
Fundamental sino en las leyes; tratados, convenios y
acuerdos internacionales, suscritos por la República, son
compelidos, vale acotar, constreñidos, forzados,
violentados. Por ello, el Dr. Jesús Ramón Quintero, nos
recuerda que “el deber del Estado de garantizar la
justicia es el fundamento del derecho procesal”. En tal
sentido, en el proceso penal, las partes, dedúzcase: el
fiscal del Ministerio Público, el querellante, la
víctima, el defensor y el imputado, deben gozar de las
mismas oportunidades, teniendo las mismas prerrogativas,
para aportar, ofertar y materializar las pruebas, e
incuestionablemente, para debatirlas, impugnarlas y
disputar la disposición del enjuiciador. Cada parte
defiende sus alegatos, y como bien lo expresa la Dra.
Nelly Arcaya de Landáez, “la garantía de defensa e
igualdad entre las partes está interrelacionada con los
principios: dualidad de partes, y audiencia, y éstas no
tienen razón de ser, carecerían de sentido, si estuviesen
limitadas para sostener y fundamentar lo que ellas
consideren.
El legislador procesalista penal estableció que los
jueces deben garantizar el derecho de la defensa sin
preferencia ni desigualdades y así está establecido el
principio de igualdad entre las partes en los artículos
12 del COPP, objeto de este análisis y 19, 21 Ordinales 1
y 2; 49 Ordinales 3 y 4 (citado supra) de la CRBV. El
Estado a través del Ministerio Público, defiende los
intereses de la víctima y el defensor, público o privado,
las del imputado. Cada una de las partes vendrá al
proceso con sus alegatos; y para darle cumplimiento al
debido proceso, el juez está obligado a garantizarle
además de su imparcialidad, que serán tratados en paridad
de circunstancias, teniendo cada una de ellas las mismas
oportunidades de defensa. En el debate oral que se
produzca, debe existir equilibrio, de modo que ninguna de
las partes, esté en indefensión frente a la otra.
CRBV: Artículo 19. El Estado garantizará a toda
persona, conforme al principio de progresividad y sin
discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable,
indivisible e interdependiente de los derechos humanos.
Su respeto y garantía son obligatorios para los órganos
del Poder Público de conformidad con esta Constitución,
con los tratados y con las leyes que sobre derechos
humanos suscritos y ratificados por la República los
desarrollen.
CRBV: Artículo 21. Todas las personas son iguales
ante la ley; en consecuencia:
1. No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza,
el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en
general, tengan por objeto o por resultado anular o
menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en
condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de
toda persona. 2. La ley garantizará las condiciones
jurídicas y administrativas para que la igualdad ante la
ley sea real y efectiva; adoptará medidas positivas a
favor de personas o grupos que puedan ser discriminados,
marginados o vulnerables; protegerá especialmente a
aquellas personas que por alguna de las condiciones antes
especificadas, se encuentren en circunstancia de
debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos
que contra ellas se cometa
GARANTIAS CONSTITUCIONALES Y DERECHOS HUMANOS
El primer título (artículos 1º a 9º), establece el
cambio de nombre del país de "República de Venezuela" a
"República Bolivariana de Venezuela". Este título resume
la filosofía política de la Constitución, en cuanto toca
a la relación del hombre con el poder. Así, establece,
por ejemplo que las personas nacen libres e iguales en
dignidad y derechos, y reconoce la importancia de la
justicia social y del respeto a los derechos
fundamentales. Contiene diversos principios inspiradores
de la organización política del Estado: soberanía
nacional, democracia participativa, forma federal
descentralizacada, etc. El valor jurídico de la
Constitución es regulado por ella misma: se trata de una
norma, por consiguiente su observancia es obligatoria
para toda persona, institución o grupo, y evidentemente
también para todos los órganos del Estado. El principio
de respeto al Estado de derecho se completa mediante los
principios de legalidad, los símbolos de la patria y los
idiomas oficiales.
Derechos Humanos y Garantías, y de los Deberes
El título III (art. 19 a 135), posee una densidad
normativa importante. Se refiere a Los derechos y deberes
constitucionales. El artículo 19, extensa enunciación de
los derechos fundamentales reconocidos en Venezuela,
conserva tradiciones ancestrales de la cultura jurídica
venezolana. Entre los derechos fundamentales reconocidos
se cuentan el derecho a la vida, la igualdad ante la ley,
la igualdad en la protección de la ley, a la honra, a la
libertad de conciencia, a la libertad de expresión, de
asociación, el derecho a la propiedad, lo que se refiere
a la ciudadanía. Reconoce la nacionalidad venezolana en
las distintas formas que esta se obtiene, ya sea ius
sanguinis, ius solis, por carta de nacionalización, la
aparición de los referendos revocatorios para todos los
cargos de elección popular a mitad de su periodo
Constitucional y un sin de derechos más. Ciertamente, los
derechos humanos de carácter social son los menos
desarrollados en este texto, aunque contiene algunos
esbozos al respecto. Esta enumeración se cierra por la
garantía de que el legislador no podrá dictar leyes que
afecten el núcleo fundamental o la esencia de estos
derechos.
La barrera infranqueable del Estado para la
consecución de sus fines son los Derechos Humanos
establecidos en la Constitución Nacional. Ello es
evidente si tomamos en consideración que la carta magna
tiene la función de proteger al ciudadano. De allí que no
es posible que el Estado, por ejemplo, a través de su
sistema jurídico-penal, pueda torturar a un delincuente
para conseguir una confesión de su parte (Art. 46 ord. 1
y 49 ord. 5 CBV) o establecer la pena de muerte (Art. 43
CBV) para prevenir delitos, todo en ello en aras de la
defensa y protección de la sociedad, puesto que la misma
constitución nacional prohíbe expresamente tales abusos
por parte del Estado en función de la protección de los
Derechos Constitucionales del delincuente, que también es
un ciudadano. Este es el tipo de conflicto al que me
refiero cuando hablo de la tensión siempre existente
entre el poder y la libertad. El constituyente-el pueblo-
ha determinado un conjunto de valores que quedan fuera
del alcance del Estado, dentro de sus funciones, el
disponer arbitrariamente de ellos.
Ello no significa que el Estado, a través de su
poder legislativo o su poder judicial no puedan
restringir aquellas libertades convertidas en Derechos,
en efecto sí que puede, por ejemplo al establecer la pena
de prisión restringiendo la libertad personal o
prescribiendo la expropiación por causa de utilidad
pública o social restringiendo así el derecho a la
propiedad privada; pero lo significativo del
reconocimiento de los Derechos y Garantías
Constitucionales es que el Estado no pude restringir
tales libertades sino dentro del marco establecido en la
propia Constitución Nacional y sin menoscabo de
determinados valores esencialmente personalistas.
De esta manera la Constitución Nacional al vincular
al legislador, al ejecutivo, al poder judicial, al poder
ciudadano y al electoral, a las normas establecidas en la
constitución, excluye del debate político, dentro de
cualquiera de estas instancias, cualquiera de los
Derechos reconocidos en la carta magna, pues sobre ellos
ya tomo posición el constituyente (el pueblo),
procurándose así uno de los fines trascendentes del
Derecho como es el de Garantizar la seguridad jurídica y
en último término la paz social.
De los Derechos Individuales
En nuestra Constitución vigente desde 1999 se
recogen los Derechos individuales reconocidos por el
constituyente venezolano. Así tenemos el Derecho a la
Vida (Art. 43 CRBV), a la Libertad (Art. 44 CRBV), a la
Integridad personal (Art. 46 CRBV), a la Inviolabilidad
del Hogar doméstico (Art. 47 CRBV) , a la Inviolabilidad
de las Comunicaciones Privadas (Art. 48 CRBV).
De las Garantías de los Derechos Individuales.
Del Derecho a la Vida (Art. 43 CRBV) la prohibición
de la pena de muerte, la obligación del Estado en
asegurar dicho Derecho para las personas recluidas en las
cárceles o instituciones del Estado tales como hospitales
psiquiátricos, instituto de protección del menor,
cuarteles o cualquiera otra forma de restricción a la
libertad personal impuesta por el mismo Estado.
Del Derecho a la Libertad Personal (Art. 44 CRBV) el
constituyente ha puesto mayor atención a los abusos que
contra la libertad personal ha cometido el Estado en
Venezuela, de allí que la mayor parte de las garantías
que pretenden resguardar este derecho estén orientadas
hacia el ámbito jurídico-penal, entre las garantías
penales tenemos: el principio pro libertatis y las
formalidades establecidas para el arresto y la detención
previstos en el ordinal 1 del Art. 44 de la CBV.
El Derecho a Comunicarse y a la Información, así
como a ser registrado, con todas las formalidades
prescritas, para todas aquellas personas que hayan sido
detenidas por la autoridad del Estado (Ord. 2 Art. 44
CRBV); La notificación Consular, además de las
anteriormente mencionadas, para aquellos ciudadanos
extranjeros detenidos en territorio venezolano (Ord. 2
Art. 44 CRBV); El principio de personalidad de las penas,
de pena humanitaria y de un límite máximo de 30 años,
para aquellas personas condenadas por la comisión de
algún delito tipificado en Venezuela (Ord. 3 Art. 44
CRBV); Deber de identificarse por parte de la autoridad
del Estado ante el ciudadano que ejerza una medida
privativa de la libertad (Ord. 4 Art. 44 CRBV).
Del Derecho a la Inviolabilidad del Hogar doméstico
(Art. 47 CRBV), se establecen las excepciones para que
pueda producirse una intervención del Estado en el hogar
de una persona, estas serían en caso de que se estuviese
cometiendo un delito o por orden judicial para ejecutar
una sentencia o resolución judicial. Tales intervenciones
serán siempre excepcionales y se ejecutaran respetando la
dignidad de la persona sometida a estas restricciones en
su hogar.
De las Garantías de Los Derechos Humanos en General y
particularmente de los Derechos Humanos de la Tercera
generación
El régimen de Garantías establecidos para los
Derechos Humanos de la tercera generación, como aquí se
les ha denominado, por una parte se hayan establecidos en
la propia constitución y por la otra en los tratados
internacionales suscritos y ratificados por Venezuela
Encontramos la garantía de progresividad de los
Derechos Humanos (Art. 19 CRBV) aplicables a todos los
derechos humanos que hemos venido desarrollando pero que
cobran especial importancia en esta tercera generación de
Derechos (Vid Supra....); igualmente se establece el
principio de igualdad (Art. 21 CRBV) y en ella las
Garantías de igualdad ante la ley (Art. 21 CRBV), de
prohibición de discriminaciones (Art. 21 Ord. 1 CRBV), la
garantía de igualdad real (Art. 21 Ord. 2 CRBV), sobre
los tratos oficiales (Art. 21 Ord. 3 CRBV), la
proscripción de títulos (Art. 21 Ord. 4 CRBV), la
cláusula abierta de los derechos y garantías (Art. 22
CRBV), la irretroactividad de la ley (Art. 24 CRBV), la
nulidad de los actos estatales violatorios de los
Derechos garantizados por la constitución (Art. 25 CRBV),
el Derecho de acceso a la justicia (Art. 26 CRBV).
Por su parte respecto a los tratados internacionales
que establecen garantías para los Derechos humanos
debemos decir que estos no solo gozan de reconocimiento
constitucional (Art. 21 CRBV), sino que también, sus
normas, tienen jerarquía constitucional y privan sobre el
ordenamiento jurídico interno de Venezuela (Art. 24 CRBV)
ACUERDOS SUSCRITOS Y RATIFICADOS POR EL ESTADO VENEZOLANO
SOBRE ASISTENCIA MUTUA EN MATERIA PENAL
Acuerdos Bilaterales
Acuerdo de Cooperación y Asistencia Judicial en
Materia Penal entre el Gobierno de la República de
Venezuela y el Gobierno de la República de Colombia.
Suscrito en Caracas, el 20 de febrero de
1998.Publicación en Gaceta Oficial N° 5.506
Extraordinario del 13 de diciembre de 2000.
Tratado de Cooperación entre el Gobierno de la
República de Venezuela y el Gobierno de los Estados
Unidos Mexicanos sobre Asistencia Jurídica Mutua en
Materia Penal. Suscrito en Ciudad de México, el 6 de
febrero de 1997. Publicación en Gaceta Oficial N°
5.241 Extraordinario del 6 de julio de 1998.
Convenio entre la República de Venezuela y la
República Dominicana sobre Asistencia Mutua en
Materia Penal. Suscrito en Caracas, el 31 de enero
de 1997. Publicación en Gaceta Oficial N° 5.274 de
fecha 12 de noviembre de 1998.
Acuerdo entre la República de Venezuela y la
República de Paraguay sobre Asistencia Judicial en
Materia Penal. Suscrito en Caracas, el 5 de
septiembre de 1996. Publicada en Gaceta Oficial N°
5.274 Extraordinario del 5 de agosto de 1998.
Convenio entre el Gobierno de la República de
Venezuela y el Gobierno de los Estados Unidos de
América sobre Asistencia Legal Mutua en Materia
Penal. Suscrito en Caracas, el 12 de octubre de
1997. Publicado en Gaceta Oficial N° 37.884, de
fecha 20 de febrero de 2004.
Convenio entre el Gobierno de la República de
Venezuela y el Gobierno de Cuba sobre Asistencia
Jurídica en Materia Penal. Publicado en Gaceta
Oficial N° 38.092 de fecha 22 de diciembre de 2004.
Acuerdos Multilaterales
Organización de Estados Americanos. Convención
Interamericana sobre Exhortos o Cartas Rogatorias.
Suscrito en Panamá, el 30 de enero de 1975.
Publicada en Gaceta Oficial N° 33.033 de fecha 3 de
agosto de 1984. (Ratificada por Argentina, Brasil,
Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador,
U.S.A., Guatemala, Honduras, México, Panamá,
Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela).
Protocolo Adicional a la Convención Interamericana
sobre Exhortos o Cartas Rogatorias. Suscrito en
Montevideo, República de Uruguay, el 8 de mayo de
1979.Publicado en Gaceta Oficial N° 33.171, de fecha
25 de febrero de 1985. (Ratificada por Argentina,
Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, U.S.A, Guatemala,
México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y
Venezuela).
Convención sobre Recepción de Pruebas en el
Extranjero. Suscrita en Panamá, el 30 de enero de
1975. Publicada en Gaceta Oficial Nº 33.170, de
fecha 22 de febrero de 1985. (Ratificada por
Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El
Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá,
Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y
Venezuela).
Protocolo Adicional a la Convención Interamericana
sobre Recepción de Pruebas en el Extranjero.
Adoptado en la Paz, República de Bolivia, el 24 de
mayo de 1984. Publicado en Gaceta Oficial N° 4.580
Extraordinario, de fecha 21 de mayo de 1993.
(Ratificada por Argentina, Ecuador, México y
Venezuela).
Convención Interamericana contra la Corrupción
Adoptada en Caracas, el 29 de marzo de 1996. Gaceta
Oficial N° 36.211, de fecha 22 de mayo de 1997.
(Ratificada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador,
El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua,
Panamá, Perú, Estados Unidos de América, Uruguay y
Venezuela).
Convención Interamericana sobre Asistencia Legal
Mutua en Materia Penal Suscrita en Washington, el 27
de agosto de 1992. Publicado en Gaceta Oficial Nº
4.999, de fecha 03 de noviembre de 1995. (Ratificada
por Canadá, USA, Perú y Venezuela).
Convención Interamericana Contra el Terrorismo.
Suscrita en Bridgetown, el 3 de junio de 2002.
Publicado en Gaceta Oficial Nº 37.841, de fecha 17
de diciembre de 2003. (Ratificada por Antigua y
Barbuda, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Dominica,
El Salvador, Estados Unidos, Grenada, Guatemala,
Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú,
Trinidad y Tobago y Venezuela).
Organización de las Naciones Unidas Convención de
las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de
Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas. Adoptada
en Viena, Austria, el 20 de diciembre de 1988.
Publicada en Gaceta Oficial N° 34.741 de fecha 21 de
junio de 1991.
LEGISLACIÓN VIGENTE CON DISPOSICIONES EN MATERIA DE
ASISTENCIA Y EXTRADICIÓN
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente. Publicada en Gaceta Oficial Nº 5.859,
del 10 de diciembre de 2.007.
Código Orgánico Procesal Penal. Publicado en Gaceta
Oficial Extraordinaria Nº 6.078, de fecha 15 de
Junio de 2012.
Código Penal. Publicado en Gaceta Oficial Nº 5.768,
de fecha 13 de Abril de 2005.
Ley Contra la Delincuencia Organizada Financiamiento
al Terrorismo Publicada en Gaceta Oficial Nº 39.912,
de fecha 30 de Abril de 2012.
Ley contra el Tráfico Ilícito y el Consumo de
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas.
Publicada en Gaceta Oficial Nº 38.337, de fecha 16
de Diciembre de 2005.
CONCLUSIONES
Al término del trabajo se hace necesario esbozar las
conclusiones a las que se llegó, y que forzosamente
asumen carácter genérico y superficial, pueden
sintetizarse como sigue:
El verdadero soporte objetivo de todo proceso es la
pretensión, hasta tal punto que todas las
vicisitudes procesales se ordenan y giran en torno a
aquella, no es menos cierto que el proceso, en
cuanto institución jurídica, como se ha dicho, se
levanta sobre dos pilares o premisas fundamentales
del sistema, que son la jurisdicción y la acción.
El tema de las garantías constitucionales del
proceso penal adquiere gran importancia en la
doctrina, jurisprudencia y en la legislación no sólo
de Venezuela sino del resto de los países
latinoamericanos.
Los derechos se han agrupado también bajo el nombre
de “garantías de justicia”, y se han elevado a la
categoría de Principios Internacionales, en virtud
de que fueron consagrados tanto en la Declaración
Americana sobre Derechos Humanos, en su carácter de
derechos de la persona humana que deben respetar
todos los ordenamientos y autoridades del
continente. Aun cuando disposiciones
constitucionales de carácter venezolano se refieren
a los derechos de las partes en el proceso penal,
estos derechos no pueden desvincularse de otro tipo
de disposiciones que sobre el proceso civil y los
organismos judiciales han establecido los preceptos
de las propias leyes fundamentales.
El derecho de defensa que consagra de manera
explícita la Constitución Venezolana, carece de
eficacia si no se toman en consideración a las
llamadas “garantías judiciales”, es decir, los
instrumentos que los preceptos constitucionales
establecen para lograr la independencia e
imparcialidad de los tribunales, y además, si los
juzgadores no asumen su función de directores del
proceso, superando la imagen de la figura impasible
del período individualista y liberal.
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Gaceta Oficial Nº 5.768, de fecha 13 de Abril de 2005.
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Editorial Librería Rincón C.A