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“UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTIN” TRABAJO GRUPAL Nº1 CURSO: ETICA Y MORAL DESIGNACION: EL ABORTO GRUPO: ”B”- 2DO SEMESTRE INTEGRANTES: - OVIEDO CARPIO, María Gabriela - SALAS PACO, Suzane Katherine - SOSA RODRIGUEZ, Kathy Melany - RODRIGUEZ BUTRON, Jania Jimena - ZAVALA QUINTANA, María Alejandra

Transcript of DJanieta TRABAJOSUNSAetica ABORTOFINAL 090224004138 phpapp02

“UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTIN”

TRABAJO GRUPAL Nº1

CURSO:ETICA Y MORAL

DESIGNACION:EL ABORTO

GRUPO:”B”- 2DO SEMESTRE

INTEGRANTES:- OVIEDO CARPIO, María Gabriela- SALAS PACO, Suzane Katherine- SOSA RODRIGUEZ, Kathy Melany- RODRIGUEZ BUTRON, Jania Jimena- ZAVALA QUINTANA, María Alejandra

EL ABORTO

1. ¿Qué es el aborto?

La Medicina entiende por aborto toda expulsión del feto,natural o provocada, en el período no viable de su vidaintrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidadde sobrevivir. Si esa expulsión del feto se realiza enperíodo viable pero antes del término del embarazo, sedenomina parto prematuro, tanto si el feto sobrevive comosi muere.

En el lenguaje corriente, aborto es la muerte del feto porsu expulsión, natural o provocada, en cualquier momento desu vida intrauterino.

2. Clases de Aborto

El aborto puede ser espontáneo o provocado. El espontáneose produce o bien porque surge la muerte intrauterinamente,o bien porque causas diversas motivan la expulsión delnuevo ser al exterior, donde fallece dada su falta decapacidad para vivir fuera del vientre de su madre. Si el

aborto es provocado, se realiza o bien matando al hijo enel seno materno o bien forzando artificialmente suexpulsión para que muera en el exterior.

En ocasiones se actúa sobre embarazos de hijos viables,matándolos en el interior de la madre o procurando sumuerte después de nacer vivos. Esto no es, médicamentehablando, un aborto, y de hecho muchas legislaciones que seconsideran permisivas en la tolerancia del aborto loprohíben expresamente, porque lo incluyen en la figura delinfanticidio. Pero no ocurre así en otros casos, como porejemplo en España, donde el Código Penal no tiene en cuentala viabilidad del feto para que se dé el delito de aborto,y, en contrapartida, se puede matar en algunos casos afetos viables sin recibir ningún castigo penal, al amparode la legislación vigente precisamente en materia deaborto. Por eso utilizaremos en estas páginas la definiciónde aborto según el lenguaje corriente, de modo que lamuerte provocada de un feto viable también será consideradacomo aborto.

El asesinato de un bebé no nacido se produce, además dealgunos métodos domésticos, a través de los siguientesmétodos:

- Por envenenamiento salino

Se extrae el líquido amniótico dentro de la bolsa queproteje al bebé. Se introduce una larga aguja a través delabdómen de la madre, hasta la bolsa amniótica y se inyectaen su lugar una solución salina concentrada. El bebéingiere esta solución que le producirá la muerte 12 horas

más tarde por envenenamiento, deshidratación, hemorragiadel cerebro y de otros órganos. Esta solución salinaproduce quemaduras graves en la piel del bebé. Unas horasmás tarde, la madre comienza “el parto” y da a luz un bebémuerto o moribundo, muchas veces en movimiento.Este métodose utiliza después de las 16 semanas de embarazo.

- Por Succión:

Se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un bordeafilado. Una fuerte succión (28 veces más fuerte que la deuna aspiradora casera) despedaza el cuerpo del bebé que seestá desarrollando, así como la placenta y absorbe “elproducto del embarazo” (osea, el bebé), depositándolodespués en un balde. El abortista introduce luego una pinzapara extraer el cráneo, que suele no salir por el tubo desucción. Algunas veces las partes más pequeñas del cuerpodel bebé pueden identificarse. Casi el 95% de los abortosen los países desarrollados se realizan de esta forma.

- Por Dilatación y Curetaje

En este método se utiliza una cureta o cuchillo provisto deuna cucharilla filosa en la punta con la cual se vacortando al bebé en pedazos con el fin de facilitar suextracción por el cuello de la matriz. Durante el segundo yel tercer trimestre del embarazo el bebé es ya demasiadogrande para extraerlo por succión; entonces se utiliza elmétodo llamado por dilatación y curetaje. La cureta seemplea para desmembrar al bebé, sacándose luego en pedazoscon ayuda de los forceps. Este método está convirtiéndoseen el más usual.

- Por “D & X” a las 32 semanas

Este es el método más espantoso de todos, también esconocido como nacimiento parcial. Suele hacerse cuando elbebé se encuentra muy próximo de su nacimiento Después dehaber dilatado el cuello uterino durante tres días yguiándose por la ecografía, el abortista introduce unaspinzas y agarra con ellas una piernecita, después la otra,seguida del cuerpo, hasta llegar a los hombros y brazos delbebé. así extrae parcialmente el cuerpo del bebé, como siéste fuera nacer, salvo que deja la cabeza dentro delútero. Como la cabeza es demasiado grande para ser extraídaintacta; el abortista, entierra unas tijeras en la base delcráneo del bebé que está vivo, y las abre para ampliar elorificio. Entonces inserta un catéter y extrae el cerebromediante succión. Este procedimiento hace que el bebé mueray que su cabeza se desplome. A continuación extrae a lacriatura y le corta la placenta.

- Por Operación Cesárea

Este método es exactamente igual que una operación cesáreahasta que se corta el cordón umbilical, salvo que en vez decuidar al niño extraído se le deja morir. La cesárea notiene el objeto de salvar al bebé sino de matarlo.

- Mediante Prostaglandinas

Este fármaco provoca un parto prematuro durante cualquieretapa del embarazo. Se usa para llevar a cabo el aborto ala mitad del embarazo y en las últimas etapas de éste. Suprincipal “complicación” es que el bebé a veces sale vivo.También puede causarle graves daños a la madre.Recientemente las prostaglandinas se han usado con la RU-486 para aumentar la “efectividad” de éstas.

- RU-486

Se trata de una fármaco abortivo empleado conjuntamente conuna prostaglandina, que es eficiente si se la emplea entrela primera y la tercera semana después de faltarle laprimera menstruación a la madre. Actúa matando de hambre aldiminuto bebé, al privarlo de un elemento vital, la hormonaprogesterona. El aborto se produce luego de varios días dedolorosas contracciones

3. EFECTOS FÍSICOS

• MUERTE:

Las primeras causas de muerte en relación con el aborto sonhemorragia, infección, embolia, anestesia, y embarazosectópicos sin diagnosticar [ undiagnosed ]. El aborto legalconstituye la quinta causa de muerte de gestantes en losEE. UU, aunque de hecho se sabe que la mayoría de muertesrelacionadas con el aborto no son registradas oficialmentecomo tales.

• CÁNCER DE MAMA:

El riesgo de cáncer de mama casi se dobla después de unaborto e incluso se incrementa aún más con dos o másabortos.

• CÁNCER DE OVARIOS, HÍGADO Y CERVICAL (cuellouterino):

Las mujeres con un aborto se enfrentan a un riesgo relativode 2.3 de cáncer cervical, en comparación con las mujeresque no han abortado, y las mujeres con dos o más abortosencaran un riesgo relativo de 4.92. Riesgos igualmenteelevados de cáncer de ovario e hígado se ligan con elaborto único o múltiple. Estos porcentajes incrementados decáncer para el caso de mujeres que han abortado se vinculanaparentemente a la interrupción no natural de los cambios

hormonales que acompañan al embarazo, así como a la lesióncervical no tratada.

• PERFORACIÓN DE ÚTERO:

Entre un 2 y un 3 % de las pacientes de aborto puedensufrir perforación del útero; es más, la mayoría de estaslesiones quedarán sin ser diagnosticadas ni tratadas a noser que realice una visualización mediante laparoscopia.Esta clase de examen puede resultar útil cuando se iniciaun proceso judicial por negligencia en la práctica delaborto. El riesgo de perforación uterina se incrementa paralas mujeres que ya han tenido hijos y para las que recibenanestesia general durante la realización del aborto. Eldaño en el útero puede complicarse en ulteriores embarazosy eventualmente puede acarrear problemas que requieran unahisterectomía, lo que de por sí puede conllevar diversascomplicaciones adicionales y lesiones que incluyen laosteoporosis.

• DESGARROS CERVICALES (cuello del útero):

En al menos un uno por ciento de abortos realizados en elprimer trimestre se producen importantes desgarroscervicales que requieren sutura. Las laceraciones de menorenvergadura o las micro-fracturas, que normalmente no sontratadas, pueden también a la larga perjudicar la funciónreproductiva. La lesión latente post-aborto puede abocar auna posterior incompetencia cervical [ subsequent cervicalincompetence ], parto prematuro y complicaciones durante elparto. El riesgo de lesión cervical es mayor enadolescentes, para abortos realizados en el segundotrimestre, y cuando los facultativos no usan laminaria (sic)para dilatar el cuello uterino.

• PLACENTA PREVIA :

El aborto incrementa el riesgo de placenta previa enulteriores embarazos (una circunstancia que pone en peligrotanto la vida de la madre como su embarazo deseado), en unaescala de entre siete y quince. El desarrollo anormal de la

placenta debido a lesión uterina aumenta el riesgo demalformación fetal, muerte perinatal y efusión excesiva desangre durante el parto.

• RECIÉN NACIDOS DISCAPACITADOS EN POSTERIORESEMBARAZOS:

El aborto se asocia con lesiones cervicales y uterinas quepueden incrementar el riesgo de parto prematuro,complicaciones en el parto y desarrollo anormal de laplacenta en posteriores embarazos. Estas complicacionesreproductivas constituyen las causas principales de lasminusvalías en recién nacidos.

• EMBARAZO ECTÓPICO:

El aborto está relacionado de forma importante con unriesgo añadido de embarazos ectópicos posteriores. Losembarazos ectópicos, a su vez, amenazan la vida y puedenllevar a un descenso en la fertilidad. (10)

• AFECCIÓN INFLAMATORIA PÉLVICA [ pelvic inflammatorydisease (PID) ]:

Se trata de una enfermedad que puede poner en peligro lavida y conllevar un riesgo añadido de embarazo ectópico yreducción de fertilidad. De entre las pacientes que tienenuna infección por clamidia [ a chlamydia infection ] en elmomento del aborto, un 23 % desarrollará PID en cuatrosemanas. Algunos estudios han arrojado que entre un 20 y un27 % de pacientes que abortan sufren una infección porclamidia. Aproximadamente un 5 % de pacientes que no hansido infectados por clamidia desarollan PID dentro de las 4semanas posteriores a un aborto realizado durante el primertrimestre. Es por tanto razonable suponer que cuantospractican abortos previenen y tratan tales infeccionesantes del aborto. (11)

• ENDOMETRITIS:

La endometritis representa un riesgo post-aborto para todaslas mujeres, pero en especial para las adolescentes, lascuales tienen una probabilidad 2.5 veces mayor de contraer

endometritis después de un aborto que las mujeres conedades entre 20 y 29 años. (12)

• COMPLICACIONES INMEDIATAS:

Alrededor de un 10 % de mujeres que se someten a un abortoprovocado sufrirán complicaciones inmediatas, de las cualesaproximadamente un quinto (2 %) tienen la consideración deriesgo mortal. Las nueve grandes complicaciones más comunesque pueden darse durante la práctica del aborto son:infección, efusión excesiva de sangre, embolia, desgarro operforación del útero, complicaciones de la anestesia,convulsiones, hemorragia, lesión cervical y "shock"endotóxico. Las complicaciones 'menores' más comunesincluyen: infeccion, efusión de sangre, fiebre, quemadurasde segundo grado [ second degree burns ], dolor abdominalcrónico, vómitos, problemas gastro-intestinales, ysensibilización del Rh [ Rh sensitization ]. (13)

• RIESGOS AÑADIDOS PARA LAS MUJERES CON MÚLTIPLESABORTOS:

En general, la mayoría de los estudios arriba citadosreflejan factores de riesgo para mujeres que se hansometido a un solo aborto. Estos mismos estudios muestranque las mujeres que tienen abortos múltiples encaran unriesgo mucho mayor de sufrir tales complicaciones. Estepunto es especialmente digno de ser mencionado desde elpunto y hora en que alrededor de un 45 % de todos losabortos se practican en mujeres que ya habían abortadoantes.

• RIESGOS AÑADIDOS PARA LAS ADOLESCENTES:

Las adolescentes, que suponen aproximadamente un 30 porciento de las mujeres que abortan, se exponen a un riesgomucho más alto de sufrir numerosas complicacionesrelacionadas con el aborto. Esto reza tanto para lascomplicaciones inmediatas como para los perjuiciosreproductivos a largo plazo. (14)

• PEOR ESTADO DE SALUD GENERAL:

En un estudio realizado sobre 1.428 mujeres, losinvestigadores descubrieron que los embarazos malogrados yen particular los debidos a aborto provocado se asociabande manera significativa a una salud general más deficiente.Los abortos múltiples correspondían a una valoracióntodavía peor de la salud presente. Mientras que lainterrupción del embarazo por causas naturales iba endetrimento de la salud, el aborto provocado resultó estarmás estrechamente relacionado con una salud deficiente.Tales hallazgos confirman investigaciones anteriores quearrojaban que durante el año siguiente a un aborto lasmujeres visitaban a su médico de cabecera un 80 % más portoda clase de razones y un 180 % más por razones psico-sociales. Los autores también se encontraron con que si hayun compañero presente y que no presta apoyo [not supportive],el porcentaje de aborto natural se eleva a más del doble yel de aborto provocado es cuatro veces mayor que si él estápresente y apoyando. Si el compañero está ausente, elporcentaje de aborto provocado es seis veces mayor. (15)

• RIESGO AÑADIDO POR FACTORES QUE HACEN PELIGRAR LASALUD:

El aborto está en buena medida ligado a cambios de conductatales como promiscuidad, tabaquismo, abuso de las drogas ydesórdenes alimenticios que en conjunto contribuyen aincrementar los riesgos de padecer problemas de salud. Porejemplo, la promiscuidad y el aborto están ambosrelacionados con un aumento de las tasas de PID y embarazosectópicos. Cuál de los dos contribuye más es algo todavíaincierto, pero deslindarlo puede ser irrelevante si lapromiscuidad es de por sí una reacción al trauma post-aborto o a la pérdida de autoestima.

4. EFECTOS PSICOLÓGICOS

• NECESIDAD DE TRATAMIENTO PSICOLÓGICO:

En un estudio realizado sobre pacientes post-aborto a sólo8 semanas de haber abortado, los investigadores hallaronque el 44 % se quejaba de trastornos nerviosos, el 36 %

había sufrido alteraciones del sueño, el 31 % teníaarrepentimientos por la decisión tomada y al 11 % le habíansido prescritos fármacos psicotrópicos por su médico decabecera. (2) Un estudio retrospectivo que abarcaba unperíodo de cinco años en dos provincias canadienses detectóque el recurso a los servicios médicos y psiquiátricos erasensiblemente mayor entre mujeres que habían abortado. Lomás revelador fue la conclusión a la que se llegó, según lacual el 25 % de mujeres que habían abortado visitaban a lospsiquiatras frente al 3 % del grupo de control [ 3 % of thecontrol group ]. (3) Las mujeres que han abortado tienenbastantes más probabilidades que otras de requerir elingreso posterior en un hospital psiquiátrico.Adolescentes, mujeres separadas o divorciadas, y aquéllasen cuya historia clínica figura más de un aborto encaran unriesgo especialmente alto. (4)

Puesto que muchas mujeres tras un aborto recurren a larepresión como mecanismo de defensa [ as a coping mechanism], puede darse un largo período de negación antes de queuna mujer requiera tratamiento psiquiátrico. Estossentimientos reprimidos son susceptibles de causarafecciones psicosomáticas y psiquiátricas o de conducta enotras facetas de la vida de la mujer. En consecuencia,algunos asesores [counselors; al parecer, se refiere aciertos peritos de los procesos judiciales norteamericanos]informan del hecho de que la angustia [ distress ] por unaborto que no se quiere reconocer es lo que en realidadsubyace en muchas de sus pacientes, incluso aunque se hayandirigido a ellos en demanda de terapias para problemas queaparentemente nada tienen que ver con ello. (5)

• TRASTORNOS POR ESTRÉS POST-TRAUMÁTICO (en inglésPTSD o PAS):

Un importante muestreo concluyó que al menos un 19 % demujeres que han abortado padecen trastornos por estréspost-traumático (PTSD). Aproximadamente la mitad presentabamuchos de los síntomas de PTSD, aunque no todos, y entre un20 y un 40 por ciento mostraban niveles de estrés quefluctuaban entre moderados y altos, así como conductaevasiva respecto a sus experiencias abortivas. (6) Puestoque nos hallamos ante una alteración grave que puede estar

presente en muchas demandantes, y que no es fácilmentecomprendida fuera de la profesión de asesor, el siguienteresumen será más completo que otros apartados de estasección. El PTSD es una disfunción psicológica producto deuna experiencia traumática que anula los mecanismosnormales de defensa de una persona, derivando en miedointenso, sensación de desvalimiento o de estar atrapado, oen pérdida del control. El riesgo de que una experienciaresulte traumática se incrementa cuando el hechotraumatizante es percibido como susceptible de conllevaramenazas de lesión física, violación sexual o presenciapersonal o participación en una muerte violenta. Se da elPTSD cuando el hecho traumático produce lahiperexcitabilidad [ hyperarousal ] de los mecanismos dedefensa de vuelo o lucha [ flight or fight ]. Talhiperexcitación provoca que estos mecanismos de defensa sedesorganicen, desconectados de las circunstanciaspresentes, y empiecen a funciona por su cuenta, dando lugara una conducta anormal y a graves transtornos de lapersonalidad. A guisa de ejemplo de esta deconexión defunciones mentales, puede ocurrir que alguna víctima dePTSD experimente una intensa emoción, pero sin claramemoria del hecho; otros pueden recordar cada detalle perosin emoción; otros incluso pueden revivir tanto el hechocomo las emociones en furtivas y abrumadoras experienciasde flashback. (7)

Las mujeres pueden interiorizar el aborto como unaexperiencia traumática por varias razones. En muchos casosllegan a él forzadas por maridos, novios, padres u otros.Si la mujer ha sido victima en repetidas ocasiones de abusode posición dominante, el aborto forzado puede serpercibido como la violación definitiva en el curso de unavida marcada por el abuso. Otras mujeres -sin importarcuánto de imperioso tuviesen las razones por las querecurrieron al aborto- pueden incluso percibir el final desu embarazo como la muerte violenta causada a su propiohijo. El miedo, la ansiedad, el dolor y la culpa asociadaal procedimiento aparecen entreverados en esta percepciónde muerte violenta y grotesca. Algunas mujeres aun dancuenta de que el dolor del aborto, desatado sobre ellas porun extraño enmascarado que asalta su cuerpo, se siente como

idéntico al de una violación. (8) En efecto, losinvestigadores han concluido que las mujeres en cuyahistoria clínica constan agresiones sexuales pueden sentirmayor angustia durante y después de la práctica del abortoa causa de estas asociaciones entre ambas experiencias. (9)Cuando el factor de estrés que conduce al PTSD es elaborto, algunos clínicos lo denominan Síndrome Post-aborto(PAS).

Los síntomas más importantes del "PTSD" son clasificadosgeneralmente en tres categorías: hiperexcitación[ hiperarousal ], intrusión y constricción.

El primero consiste en una intervención inapropiada ycrónica de los mecanismos de defensa fight or flight. Lapersona se halla por lo visto en permanente alerta frente aamenazas de peligro. Los síntomas de hiperexcitaciónincluyen: respuestas exageradamente sobresaltadas, ataquesde ansiedad, irritabilidad, explosiones de ira o rabia,conducta agresiva, dificultad para concentrarse,hipervigilancia, dificultad para conciliar el sueño omantenerse despierto, o reacciones fisiológicas antesituaciones que simbolicen o se asemejen a algún aspecto dela experiencia traumática (por ejemplo, aceleración delpulso o sudoración durante un examen pélvico, o al tiempode oír el sonido de una bomba neumática).

La intrusión consiste en revivir el hecho traumáticoinvoluntaria e inesperadamente. Los síntomas de intrusiónen los casos de PAS incluyen: pensamientos recurrentes eintrusivos sobre el aborto o el niño abortado,flashbacks enlos que las mujeres vuelven a vivir momentáneamente unaspecto de la experiencia abortiva, pesadillas sobre elaborto o el niño, o reacciones de intenso pesar o depresiónen la fecha del aniversario del embarazo abortado o delaborto.

La constricción consiste en paralizar los recursosemocionales o en desarrollar patrones de conducta, de formase que eviten los estímulos asociados con el trauma. Setrata de la conducta evasiva [ o de evitación: "avoiding ];un intento de negar y de evitar las sensaciones negativasde gente, lugares, o cosas que agraven las sentimientos

negativos asociados con el trauma. En los casos de traumapost-aborto, la constricción puede incluir: incapacidadpara recordar la experiencia abortiva o partes importantesde ella; esfuerzos por evitar actividades o situaciones quepuedan excitar los recuerdos del aborto; abandono derelaciones, en especial, alejamiento de aquéllas quetuvieron que ver con la decisión de abortar; evitación dehijos; intentos de evitar o negar pensamientos osensaciones relacionadas con el aborto; escasa presencia desentimientos relacionados con el amor o la ternura; visióndel futuro como en escorzo (p. ej. no esperar tener unacarrera, casarse, criar hijos o una vivir una vida larga);interés reducido por actividades con las que antes sedisfrutaba; abuso de drogas o alcohol; pensamientos o actossuicidas y otras tendencias autodestructivas.

Como ya se mencionó, el estudio de Barnard identificó unporcentaje del 19 % de PTSD entre mujeres a las que lesfueron practicados abortos entre tres y cinco años antes.Pero en realidad el porcentaje efectivo es mayor con todaprobabidad. Como la mayoria de los estudios post-aborto, elde Barnard estaba lastrado por un porcentaje de omisionesdel 15 % [ a fifty percent drop out rate ]. La experienciaclínica ha demostrado que las mujeres que menos suelencooperar en una investigación post-aborto son aquéllas alas que el aborto ha causado mayor angustia psicológica. Lainvestigación ha confirmado esta intuición, demostrando quelas características demográficas de las mujeres querechazan la evaluación posterior, coinciden en su mayoríacon las de las mujeres que padecen la angustia post-abortomás acentuada. (10) La extraordinariamente alta tasa denegativas a participar en estudios post-aborto puede serinterpretada como evidencia de constricción o de conductade evitación (no querer pensar en el aborto) que es undestacado síntoma de PTSD.

Para muchas mujeres, el comienzo o la identificacióninequívoca de los síntomas del PTSD puede demorarse durantevarios años. (11) Hasta que una persona aquejada de PTSD harecibido consejo y logrado un adecuado restablecimiento, elPTSD puede dar lugar a una incapacidad psicológica queimpediría a una paciente de aborto afectada interponer unademanda judicial dentro del período normal establecido por

la ley. Esta incapacidad puede, sin embargo, proveer debase legal para obtener una prórroga de dicho plazo.

• DISFUNCIÓN SEXUAL:

Se llama disfunción sexual a la dificultad durantecualquier etapa del acto sexual (que incluye deseo,excitación, orgasmo y resolución) que evita al individuo opareja el disfrute de la actividad sexual.

Entre un treinta y un cincuenta por ciento de mujeres quehan abortado declaran sufrir disfunciones sexuales, tantode breve como de larga duración, que comienzainmediatamente después de sus respectivos abortos. Enconcreto pueden incluir uno o varios problemas de los quese detallan a continuación: ausencia de placer en lasrelaciones, dolor añadido, aversión al sexo o a los hombresen general, o desarrollo de una forma de vida de tipopromiscuo.

• PLANTEAMIENTOS SUICIDAS E INTENTOS DE SUICIDIO:

Aproximadamente un 60% de mujeres que experimentan secuelaspost-aborto declaran albergar ideas suicidas, con un 28%que intenta realmente suicidarse, de las cuales la mitad loha hecho en dos o más ocasiones. Investigadores finlandeses han identificado una estrecharelación estadística entre el aborto y el suicidio en unestudio basado en registros. Los 73 suicidios identificadosse asociaban en el espacio de un año a embarazos queacababan ya de forma natural, ya por aborto provocado. Latasa media anual de suicidio femenino en general era de11.3 por cada 100.000. La tasa de suicidios asociados connacimientos era significativamente más baja (5.9). Lastasas para interrupción del embarazo eran sensiblemente másaltas. Para el aborto natural, la tasa era de 18.1 por cada100.000 y para el aborto provocado de 34.7 por cada100.000. La tasa de suicidio dentro del año posterior a lapráctica del aborto era tres veces más alta que la tasageneral femenina, siete veces más elevada que para las

mujeres que llevan a término su embarazo, y casi el doblede alta que la de las mujeres que habían sufrido un abortopor causas naturales.

• REFUERZO DEL HÁBITO DE FUMAR CON LOSCORRESPONDIENTES EFECTOS NEGATIVOS PARA LA SALUD: El estrés post-aborto se vincula con una acentuación deltabaquismo. Las mujeres que abortan tienen el doble deprobabilidades de convertirse en grandes fumadoras y desufrir los correspondientes riesgos sobre la salud. Lasmujeres que han abortado tienen también mayor probabilidadde continuar fumando durante los posteriores embarazosdeseados, con el riesgo añadido de muerte neonatal oanomalías congénitas.

• ABUSO DEL ALCOHOL:

El aborto se vincula de forma significativa con un riesgodoblemente añadido de abuso del alcohol entre las mujeres.El aborto seguido de abuso del alcohol se vincula conconductas violentas, divorcio o separación, accidentes detráfico, y pérdida del puesto de trabajo.

• ABUSO DE LAS DROGAS: El aborto se halla significativamente ligado a abusoposterior de las drogas. Además de los costes psico-sociales que supone tal abuso, la adicción las drogas sevinculan con riesgo incrementado de contraer infeccionespor VIH/SIDA, malformaciones congénitas y conductaagresiva.

El uso del metotrexato durante el primer trimestre degestación puede provocar malformaciones fetalespesquisables en la evaluación ultrasonográfica prenatal; elconjunto de estas malformaciones congénitas asociadas aluso de metotrexato han recibido el nombre de síndromeaminopterina / metotrexato.Este síndrome se caracteriza por malformaciones evolutivasdel Sistema Nervioso Central, anormalidades esqueléticas ya largo plazo, de manera inconstante, retraso mental.*metotrexato: antimetabólico del ácido fólico queinterfiere en la síntesis del ADN y es utilizado enpatologías oncológicas, reumatológicas, dermatológicas ygineco-obstétricas.

• DESCUIDO DE LOS NIÑOS O CONDUCTA ABUSIVA HACIAELLOS: El aborto se vincula con mayores niveles de depresión,conducta violenta, abuso del alcohol y de las drogas,embarazos 'de sustitución o reemplazo', y relajación de loslazos que unen a las madres con los hijos habidosposteriormente. Estos factores se asocian estrechamente conel trato abusivo hacia los niños y parecen confirmarparticulares valoraciones clínicas que vinculan el traumapost-aborto con abuso infantil subsiguiente.

• DIVORCIO Y PROBLEMAS CRÓNICOS DE RELACIÓN:

Para la mayor parte de las parejas, un aborto creaproblemas imprevistos en su relación. Las parejas que hanrecurrido al aborto están más expuestas a divorciarse o asepararse. Muchas mujeres que abortan desarrollan una mayordificultad para establecer lazos duraderos con uncompañero. Esto puede deberse a que el aborto se relacionacon reacciones tales como baja autoestima, mayordesconfianza hacia los hombres, disfunción sexual, abuso desubstancias y niveles incrementados de depresión, ansiedady cólera pasajera. Las mujeres que se han sometido a más deun aborto (que representan alrededor del 45 % de todos losabortos) tienen mayor probabilidad de requerir ayudaspúblicas, en parte porque también tienen más probabilidadesde acabar constituyendo familias monoparentales.

-Familia monoparental: aquella donde falta alguno de lospadres biológicos, bien por su ausencia definitiva delhogar, bien por muerte o divorcio. Entre un 80 y un 90% delos hogares monoparentales tienen a la madre (biológica oadoptiva) como responsable.

• ABORTOS DE REPETICIÓN:

Las mujeres a las que les ha sido practicado un abortoarrostran un riesgo añadido de volver a abortar en elfuturo. Las mujeres que cuentan con una experienciaabortiva anterior tienen una probabilidad cuatro vecesmayor de volver a interrumpir voluntariamente su embarazoque aquéllas que no tienen historia abortiva previa.Este riesgo incrementado se asocia con el aborto anteriorpor la baja autoestima, un consciente o inconsciente deseode llevar a cabo un embarazo 'de sustitución', y una mayor

actividad sexual post-aborto. Los abortos posteriorespueden producirse por culpa de deseos conflictivos dequedar embarazada y tener un hijo y presiones continuas enfavor del aborto, como puede ser el abandono por parte delnuevo compañero.Aproximadamente un 45 % de todos los abortos son ahoraabortos de repetición. Es más, puesto que las mujeres a lasque se les ha practicado más de un aborto se exponen a unimportante riesgo añadido de sufrir secuelas físicas ypsíquicas, tales riesgos cualificados deberían serampliamente comentados con las mujeres que optan porabortar.

Estudios científicos revelan trastornos psicológicos enmujeres que han abortado

Depresión, hostilidad y conducta autodestructiva sonalgunas de las consecuencias psíquicas que sufren lasmujeres que han abortado, que en España suman ya más de800.000. El "Síndrome Post-aborto" (SPA) ha sido estudiadoen países como EEUU, Canadá, Finlandia, Francia, Suiza eInglaterra. Un equipo de profesionales de salud mental hainiciado la primera investigación sobre el SPA en España.Según un estudio de la Real Academia de Obstetricia deInglaterra, el 59 por ciento de las mujeres que abortantiene altas probabilidades de sufrir problemaspsiquiátricos graves y permanentes. Los trastornospsíquicos derivados del aborto se conocen como Síndromepost-aborto (SPA), un tipo de trastorno de estrés post-traumático (PTSD). Algunos de los síntomas más frecuentesson ansiedad, conducta agresiva, pesadillas, pensamientos oactos suicidas, bulimia, anorexia, abuso de alcohol ydrogas y ruptura de relaciones de pareja.

--Daños a largo plazo:El Síndrome post-aborto puede tardar años en manifestarsedebido a la represión a la que recurren muchas mujeres comomecanismo de defensa. Según Juan Cardona, psiquiatra yacadémico de la Real Academia de Medicina de Valencia ymiembro del equipo investigador español, «después deltrauma que supone el aborto se deteriora la afectividad, lacapacidad de querer, la voluntad, y todo lo demás viene en

cascada: la ruptura con parejas sucesivas, la depresión yotras consecuencias negativas». En cuanto a la relación de pareja, la doctora Emily Millinghalló que el 70 por ciento de las 400 parejas de su estudiose rompieron en el año siguiente al aborto. Por otro lado,el doctor Phillip Ney, psiquiatra infantil de laUniversidad de British Columbia, descubrió que el abortoaumenta el maltrato a los otros hijos. De hecho, en EstadosUnidos el maltrato infantil ha aumentado un 1000 por ciendesde que se legalizó el aborto.También el suicidio aumenta notablemente entre las mujeresque han abortado. Los investigadores finlandeses Speckhardy Vaughan constataron que la tasa de suicidio en el añoposterior al aborto era tres veces más alta que la mediafemenina, y siete veces más alta que la de las mujeres quehabían dado a luz. El estudio más completo sobre el SPAdata de 1997, y fue financiado por el Gobierno deFinlandia. Sobre una muestra de 9.129 mujeres, el estudioreveló que las que abortaron tuvieron 4 veces másprobabilidades de morir al año siguiente que las que habíandado a luz. Organismos internacionales que promueven el aborto hanreconocido la existencia de secuelas psicopatológicas. LaFederación Internacional de Planificación Familiar (PlannedParenthood) los ha confirmado en su Plan Trienal delperíodo 1990-1993: «Una serie de estudios y encuestas delos opositores al aborto han mostrado que la incidencia deltrauma post-aborto puede llegar a afectar al 91 por cientode los casos. Algunos informes recientes del Instituto AlanGuttmacher que no han sido publicados indican que elalcance del problema puede haber sido correctamentecalculado en dichos estudios».Hasta ahora, el único estudio que existe en España sobreeste Síndrome fue elaborado en 1993 por la AsociaciónEspañola de Neuropsiquiatría, titulado «Mujer y saludmental». En él se señalaban como rasgos de las mujeres queabortan más de una vez la inmadurez, la inestabilidademocional, la sexualidad dependiente, los problemas depareja y las tendencias de personalidad patológica comoesquizofrenia y psicopatía. Según datos oficiales, el 25por ciento de las mujeres que abortan ya habían abortadoantes.

- EL SÍNDROME POST-ABORTO:La segunda víctima del aborto es la mujer. Las millones demujeres que han caído en la trampa del aborto. Sólo enEspaña son más de 800.000 las mujeres que han abortadodesde que se despenalizó el aborto en 1985, y casi todasellas -por no decir todas-, tarde o temprano - estánsufriendo o sufrirán lo que se conoce ya como "SíndromePost-aborto". Así lo reconoce la organización abortista másimportante del mundo: la Federación Internacional dePlanificación Familiar. En su Plan Trienal y Programa deObjetivos a Largo Plazo 1990-1993 afirma que: "laincidencia del trauma post-aborto para clientas de abortosquirúrgicos puede llegar a alcanzar hasta el 91% de loscasos."El Síndrome Post-aborto toma su nombre del Síndrome Post-Vietnam, porque fue en los años de esa terrible guerracuando se legalizó el aborto el EE.UU. Como no había ya bastantes guerras en el mundo, quisierondeclarar la peor de todas, la de los poderosos contra losmás débiles, la de los nacidos contra los no nacidos, la dela madre contra su hijo, la de un médico contra supaciente, la de un Estado contra su pueblo... la guerra delas guerras. Pero al igual que los soldados que volvían de Vietnamtraían esa guerra en sus entrañas para atormentarles elresto de sus vidas, así las mujeres que abortaban empezarona sufrir los mismos síntomas que esos soldados, la mismaangustia, la misma desesperación, la misma culpa:pesadillas, insomnio, alcoholismo, agresividad o depresión,psicosis... y suicidio. Siete veces más suicidio entre mujeres que habían abortadodescubrió el Gobierno de Finlandia en un estudio de 1997sobre una muestra de 9.129 mujeres tomada de la base dedatos nacional... un estudio impecable y estremecedor.Además de la altísima tasa de suicidios, descubrieron queen el año siguiente al aborto, esas mujeres sufrieron 60veces más muertes por causas naturales (enfermedad) que lasque habían dado a luz, 4 veces más muertes por accidentes y14 veces más muertes por homicidios.Pero en las mujeres, este Síndrome que estremeció al mundoen los rostros y las historias de esos pobres soldados, es

mucho más grave aún, porque es oculto, es secreto, esreprimido, es ignorado y es tabú. A los ojos del mundo, no les pasa nada porque el aborto es"legal", y por definición, lo que es legal debe ser bueno,y lo que es bueno no puede hacer mal. Ergo, a las mujeresque abortan no les puede pasar nada, y si les pasa es suproblema, es que, además, son idiotas o estándesequilibradas... pero no por el aborto, claro. La sociedad no puede admitir que una mujer esté atormentadapor algo que la sociedad misma le ha procurado, no puedereconocer que le ha dado veneno para beber y que por eso seestá quemando por dentro. Y todos miran para otro lado mientras que las mujeres sevuelven locas: 64% de ellas ingresaron en hospitalespsiquiátricos tras su aborto, según un estudio de laUniversidad de Baltimore, USA, en 1984; "el 59% sufrentrastornos psiquiátricos graves y permanentes tras elaborto" según la Real Academia de Obstetricia deInglaterra... etc. etc. etc. Cientos de estudios de muchos países abortistas comoEstados Unidos, Canadá, Francia, Inglaterra, Suiza,Australia, Dinamarca y Finlandia han llevado este Síndromea los manuales Psicología y Psiquiatría de numerosasuniversidades. Desde hace dos meses ya hay una página especializada enespañol sobre el Síndrome Post-aborto y demás secuelaspsicosomáticas. Digo "demás secuelas psicosomáticas" porque otra de lasgraves secuelas del aborto que se está descubriendo enestos últimos años es el cáncer de mama.Junto con el gran aumento de los cánceres del aparatoreproductivo de la mujer, el cáncer de mama ha sufrido unaumento espectacular en los últimos 20 años en todos lospaíses donde se ha generalizado el aborto. Y no en mujeresen edad de la menopausia, como solía ser, sino en mujerescada vez más jóvenes. Según un estudio de una doctora pro-abortista, JanetDaling, en 1994 publicado en el Journal of the NationalCancer Institute en los casos en que había antecedentesfamiliares y la mujer abortaba después de los 30 años, elriesgo aumentaba un 270%.

Pero más aún, cuando la mujeres abortaba a su primer hijoantes de los 18 años y tenían antecedentes familiares decáncer, el riesgo relativo llegaba ¡al infinito! De las 12mujeres de su muestra con este perfil, el 100%desarrollaron cáncer de mama antes de los 45 años. Y en las mujeres sin antecedentes familiares, el aumentodel riesgo era de un 150%. En mujeres que ya habían llevadoun embarazo a término, el riesgo de cáncer de mama en lasque abortaron era de un 50% más; entre ellas, las jóvenesmenores de 18 años y mayores de 29 con aborto provocadoaumentaron el riesgo más de un 100%. ¡Y los médicos siguen diciendo que el 50% de los factoresde riesgo del cáncer de mama son desconocidos! Así lo oí con mis propios oídos en una Jornadas Municipalessobre Prevención del Cáncer de Mama celebradas en Madrid enel año 2001. Y ¡se quedan tan anchos! Cuando desde 1953 hayestudios como el del Dr. Segui en Japón sobre una poblaciónde 3.000 mujeres que descubrió un 160% de aumento delriesgo en las que habían abortado voluntariamente. Actualmente hay más de 38 estudios epidemiológicosinternacionales, de los cuales 29 muestran una correlaciónpositiva y significativa entre aborto y cáncer de mama. Deellos, 5 estudios indican el doble de riesgo… o más. No haymás que ver las estadísticas y los años en que se haproducido el aumento de casos: pocos años después de lalegalización del aborto en cada país.La Asociación Norteamericana de Psiquiatría, a principiosde los años 80, identificaba la depresión, la hostilidad,el desinterés y aislamiento, las imágenes recurrentes, elinsomnio y pesadillas, y la incapacidad de expresarsentimientos como secuelas psicológicas del aborto. Otros estudios posteriores muestran un alto índice deintentos suicidas, de alcoholismo, bulimia y anorexia,frigidez y disfunciones sexuales, ruptura de relaciones depareja (un 70%), de maltrato doméstico y autolesiones, deincapacidad de concentración, agotamiento y nerviosismo,crisis histéricas y agresividad.En España, el único estudio existente es el informe de 1993de la Asociación Española de Neuropsiquiatría titulado"Mujer y salud mental" que señalaba como rasgos de lasmujeres que abortan más de una vez la inmadurez, lainestabilidad emocional, la sexualidad pasiva y

dependiente, la aversión a los métodos anticonceptivos, losproblemas de pareja, conflictos con los padres, mala autoimagen, vivencias negativas o traumáticas, y tendencia yrasgos de personalidad patológica: esquizofrenia, paranoiay psicopatía. Confrontando los datos oficiales, un 25% de las mujeres queabortan cada año ya han abortado previamente. Parece, pues, evidente la necesidad de investigar más afondo la existencia y características de este cuadroclínico en España, dado que, por sus síntomas, podríaconstituir una variable oculta subyacente al aumentoespectacular de trastornos como la anorexia y la bulimia,el abuso juvenil de alcohol y drogas, los malos tratos enel hogar, así como las depresiones y suicidios juveniles ylos brotes psicóticos. Concretamente, se observa un alarmante aumento de los malostratos en países con altos índices de aborto, que enEstados Unidos ha sido contabilizado en un 500% de aumentoen los años desde que se legalizó el aborto. También es evidente la cultura del "botellón" y las drogasde diseño, que ha llegado a ser un grave problema social.También ofrecemos a las mujeres que han abortado, la ayudaespecializada que les permita renacer de sus cenizas y novolver a caer en el mismo error. Toda la sociedad somos responsables, por activa o porpasiva, de mantener abierta una trampa mortal para mujeresangustiadas y sus hijos inocentes. Por ello debemos, al menos, rescatar a las que han caído enella y así evitar que otras caigan también. Pues las mejores defensoras de la vida son las que hanpasado por la muerte espiritual que supone el aborto. Asíestá ocurriendo en países como Estados Unidos, donde sonmiles las mujeres de la Plataforma No Más Silencio quepiden la derogación de la Ley del aborto para que nadie máscaiga donde ellas cayeron.Por desgracia, todos conocemos a alguna mujer que haabortado y podemos constatar la veracidad de estos datos.Asimismo se está poniendo en conocimiento de lasautoridades españolas competentes, pero necesitamos lacolaboración de los lectores para difundirlo en su propioámbito y conseguir así romper el mayor muro de silencio quejamás haya existido.

Porque al ser el pecado más grande, es a la vez el másoculto, y por ser oculto, el más difícil de sanar. Hay quesacarlo a la luz para poderlo curar, y hace falta la ayudade todos. Una buena manera de colaborar es enviar esta información ala sección de "Cartas al director" de los diarios de suzona, así como a los Boletines de los Colegios de Médicos yPsicólogos locales por parte de colegiados de los mismos.Estamos convencidos de que el conocimiento de las secuelasdel aborto puede cambiar la marea negra del aborto en elmundo, como ya la está cambiando en los Estados Unidos. Los veteranos luchadores por el derecho a la vida de esepaís han comprobado cómo es el miedo al Síndrome lo queestá haciendo bajar cada año las cifras de aborto en EE.UU.Por desgracia, lo que no consigue el amor lo consigue eltemor, pero al fin, se trata de conseguirlo: acabar con elmonstruo del aborto. Además, creemos que es un derecho detoda persona saber los riesgos a los que se expone alrealizar una acción, especialmente cuando estos riesgos sonya conocidos y comprobados. Así, es un derecho de la mujer saber a lo que se exponecuando aborta, como lo están legislando varios Estadosnorteamericanos en leyes de "Consentimiento Informado" queobligan a las clínicas abortistas y hospitales a dar a lamujer un formulario informativo para firmar antes de suaborto. Si el tabaco ha levantado tamaña polémica y sus riesgos seanuncian a bombo y platillo, ¿cómo no exigir lo mismo paraalgo infinitamente peor como es el aborto?

ASPECTOS JURÍDICOS:

La legalizacion del aborto en el Perú

Desde una perspectiva de análisis de viabilidad comopolítica públicaLas políticas públicas constituyen un juego de actoresracionales, en donde cada uno tiene una racionalidaddistinta. Toda política pública tiene una dimensiónpolémica pues siempre el resultado de ella se inclinara afavorecer o perjudicar a determinados sectores según laaplicación.

En la conformación de las políticas publicas encontramos un“Doble juego entre los actores” El de los políticos frentea burócratas y el que despliegan los políticos frente aelectores, en pos de beneficiarse con el apoyo de losúltimosLa mayor motivación de los políticos en su actuar segúneste enfoque, es conseguir beneficios frente al electorado,burócratas y otros políticos.

La problemática del aborto en nuestro paísEn lo esencial un aborto es la interrupción del embarazo,para ello se pueden recurrir a diversos métodos entre losque son mas utilizados destacan el medicamentoso conmisoprostol y el quirúrgico. En el Perú es ilegal estapráctica pues constituye un “delito contra la vida”. Elúnico caso de aborto no sancionado por la ley es el que serealiza para salvar la vida de la mujer o evitarle un malgrave o permanente, lo que se denomina aborto terapéutico.Es vital identificar que la penalización del abortosignifica un grave problema de justicia social y de saludpública que el Estado debe enfrentar con la eliminación dela normatividad punitiva, con políticas adecuadas y losrecursos correspondientes.

Posturas frente al abortoHay un prevalente doble discurso referido a ladespenalización del aborto. Por un lado encontramos a laIglesia y sectores de la sociedad “conservadora” quecalifican a este procedimiento como “terrorismo” o “crimencontra la vida”. Sin embargo el doble discurso se pone demanifiesto a través de las cifras que el Centro de la mujerperuana Flora Tristán publica respecto de las 410 000mujeres que durante el 2005 recurrieron al aborto.

La condición de clandestinidad en las que se someten a esteprocedimiento expone a las mujeres a situaciones de gravepeligro. En especial a las mujeres pobres, las de zonasrurales, y las jóvenes por razones económicas. La atencióny los servicios de salud reproductiva para las mujeresseguirán siendo deficientes e insalubres si se continúa conla sanción a esta práctica.

Políticas Públicas en cuanto al AbortoEl aborto en el Perú esta calificado como ilegal, elMinisterio de Salud (MINSA) reconoce que el aborto es unproblema de salud pública que afecta a toda la sociedad yen especial a las mujeres. Este problema debe serenfrentado por el Estado y por toda la sociedad civil, através de una adecuada educación sexual, acciones deplanificación familiar y la atención oportuna de suscomplicaciones con la finalidad de evitar muertes maternas.Sin embargo estas medidas preventivas no son suficientes.

Costos de la ilegalidadLa criminalización del aborto no disuade a las mujeres depracticarlo, una vez mas esto se evidencia en las cifrasantes expuestas. El costo de las mujeres que recurren aservicios médicos públicos luego de un procedimiento malaplicado es tan elevado que con el se podría cubrir laatención oportuna de servicios de salud para las mujeres engeneral, si existiera una política de salud adecuadaEl estado al penalizarlo coloca a las mujeres en unasituación de inseguridad al obligarlas a participar de uncircuito de criminalidad. El Perú ocupa el segundo lugarentre los países de América del Sur con el más alto índicede mortalidad materna y el aborto ocupa el cuarto lugarcomo causa de muerte materna (7%), según el Ministerio deSalud; sin embargo, numerosos estudios sostienen que dentrode las muertes por hemorragias (60%) e infecciones (13%) seencuentran subregistradas muchas muertes por aborto. Enconsecuencia, si existiera un buen registro de las muertesmaternas, el aborto ocuparía posiblemente el primer lugar

PROTOCÓLO PARA LA INTERRUPCIÓN LEGAL DEL EMBARAZO EN ELPERÚ

La gerencia Regional de Salud de Arequipa, oficializódesde el día martes 5 de febrero éste protocoloherramienta que será utilizada por los médicos parasalvar la vida de gestantes que estén en peligrofísico o mental sometiéndose a un aborto terapéuticoque hace 80 años es legal en el país.

El 15% de las mujeres embarazadas fallecen en Arequipapero pueden salvar sus vidas con el aborto consentido.

En el código penal: “Sostiene que el aborto no espunible cuando es el único medio para savar la vida dela gestante o para evitar un mal grave y permanente enla salud”.

CONTROL POBLACIONAL Y ABORTO

1.- ABORTOSe estima que en el mundo se producen 53 millones deabortos al año.En la actualidad está permitido el aborto en 54 países, loque supone el 61% de la población mundial, sin contar losabortos ilegales que se producen, los cuales se dan tantoen los países en que está legalizado como en los que no. Una cifra: en España se produjeron 60.000 abortos en el año2000, que se pueden considerar libres, de hecho y que conlas últimas reformas del gobierno popular ha aumentado un29%.En el mundo científico se considera ser vivo a cualquiertipo de célula que existe en la naturaleza. Se busca vidaen Marte buscando moléculas de agua, pero esto no ocurrecon los seres humanos. No se considera una persona, unavida a un feto dentro del vientre materno, sobre todo si esen las primeras semanas de gestación, a pesar de queincluso antes de las 4 primeras semanas ya existe latido.Para justificar el aborto terapéutico se habla de unpeligro para la salud de la madre, o de grandesmalformaciones en el feto. La mayor tasa de abortos, el97%, se produce en mujeres entre 20 y 29 años, que estádescrita como la edad de menor riesgo de alteracionespsicológicas.La paternidad responsable no está fomentada debidamente, demodo que esta debilidad de la familia es asumida por elEstado, o más bien, los padres delegamos en el Estado, laresponsabilidad de la educación de los hijos. Este es elcaso más llamativo de los jóvenes. En vez de formación envalores y respeto a la dignidad de la persona, a nuestrosjóvenes, es más fácil darles condones, que ni siquierasaben usar.Está visto que este es un punto clave de ataque a lafamilia, célula base de la sociedad. El ataque sistemáticoa la familia, ha llevado a ésta a la pérdida de latransmisión de valores como la gratuidad, el sacrificio, lasolidaridad, el amor, la protección del débil, dejándolo enmanos del Estado donde prima el individuo sinresponsabilidad, que consume, que vive al día, que busca elbienestar y la comodidad por encima de todo, que no luchapor los más débiles o contra las injusticias.

Manipulación y mentiras que legalizaron el aborto enEstados Unidos

A comienzos de 1970, Norma McCorvey alegó que ella habíasido violada por una pandilla y estaba embarazada. Lasabogadas Sarah Weddington y Linda Coffee, recién graduadasde la Facultad de Leyes de la Universidad de Texas,necesitaban una "cliente" para poder atacar la ley quedesde hacía 100 años prohibía el aborto en Texas. Ellasconvencieron a Norma de que debería procurar un aborto enlugar de tramitar la adopción para su bebé.

El caso fue litigado subsecuentemente varias veces hastallegar al Tribunal Supremo, con el resultado de que en 1973se legalizó el aborto en los 50 estados de la Unión.Mientras se litigaba el caso, la bebé nació y fue dada enadopción. En 1987, McCorvey admitió que ella en verdad nohabía sido violada y que el padre de su bebé era unapersona a la que ella conocía y había pensado que quería.El relato de los pandilleros que la violaron era todomentira.

Si bien el caso Roe vs. Wade legalizó el aborto, en lamisma fecha Doe vs. Bolton permitió el aborto a peticióndurante los nueve meses de embarazo, y fue el medio legalque facilitó la aprobación del Tribunal al establecimientode más de 2.200 abortuarios en todo el país.

- Sandra Cano fue "Mary Doe" en Doe vs. Bolton

Sandra Cano ahora dice que ella fue una participanteingenua del fraude al nivel más alto de justicia del país.Sandra era una joven madre de tres hijos, estaba embarazaday enfrentaba el trámite de divorcio contra su esposo queestaba encarcelado por abuso de menores. Los trabajadoressociales le habían quitado sus tres niños a Sandra. Losestuvieron pasando de uno a otro mal ambiente. Sandraquería mucho a sus hijos. Estaba casi al borde de la locuradebido a sus problemas y fue así que llegó a pedir ayuda aLegal Aid Services [servicios de ayuda legal]. El

ofrecimiento de los abogados de N.O.W. para sacarle deencima todos sus problemas, obtener el divorcio y recuperarla custodia de sus hijos sonaba demasiado bueno para serverdad. Cuando los abogados le sugirieron que querían hacer untrato con ella que incluyera abortar al bebé, Sandramanifestó claramente que nunca haría eso. Pero los abogadosno sólo ignoraron sus objeciones sino que pasaron sobreella. Cuando Sandra se dio cuenta que habían usado su casopara legalizar el aborto a petición, dijo: " ¿...cómo podíayo imaginarme un plan tan grotesco que tuviera como fin dara las personas de una sociedad civilizada permiso paramatar a sus propios hijos? ...En verdad yo nunca pensé queellos usarían mis angustias personales por recuperar a mishijos para su plan de legalizar el aborto a petición."Irónicamente, al igual que en el caso del bebé McCorvey, elbebé Cano llegó a término, nació y fue dado en adopción.Sin embargo, debido a estos dos casos, 35.000.000 de bebéshan perdido sus vidas por aborto.

- Sarah Weddington fue la abogada

Sarah Weddington, la abogada que litigó el caso Roe vs.Wade en el Tribunal Supremo, pronunció un discurso en elInstituto de Ética de la Educación, en Oklahoma. Allíexplicó por qué defendió la improvisada historia y losfalsos cargos de violación de la mesera de Texas "JaneRoe", hasta llegar al Tribunal Supremo: "Mi conducta pudono haber sido totalmente ética. Pero lo hice por lo quepensé fueron buenas razones."

LA PÍLDORA DEL DÍA SIGUIENTE

¿Cómo actúa la Píldora del Día Siguiente?

Se han descrito tres mecanismos: Impide la ovulación, la maduración y salida del óvulo

del ovario(efecto anovulatorio)

Dificulta el transporte de los espermatozoides(efecto anticonceptivo)

Impide la implantación del embrión en el útero(efecto antiimplantatorio)

Este último mecanismo antiimplantatorio está ampliamentefundamentado, no sólo por el mismo fabricante, sino por unaextensa bibliografía. Mas conociendo algo de fisiología delaparato reproductor femenino podemos llegar a darnos cuentade ello. Tan sólo hay que recordar que los espermatozoides,cuando son depositados en la vagina, pueden tardar de 2-3horas hasta 4 días en ascender hasta el tercio externo dela trompa de Falopio y fecundar al óvulo.Imaginemos una mujer que tiene una relación sexual unanoche, y horas antes había ovulado. Al día siguiente va ala farmacia o al médico, para que le proporcionen las dostabletas de la píldora del día siguiente. ¿Cómo actuará lapíldora en este caso?Está claro que los espermatozoides, habiendo pasado variashoras, ya habrán podido fecundar al óvulo. Una nueva vidahumana ha tenido lugar.La píldora en este caso no impide la ovulación, pues ya seha producido. Tampoco ha podido impedir que los

espermatozoides asciendan a la trompa y fecunden al óvulo.¿Cuál es la finalidad de tomarla entonces? Destruir oexterminar el ser humano recién concebido, impidiendo queel embrión se implante en la capa interna del útero. Simuere el embrión, no podrá haber embarazo. ¿Cómo lo hace?Las dos píldoras en total contienen una dosis masiva dehormona llamada levonorgestrel, a una dosis 50 veces mayorque la de una minipíldora anticonceptiva normal. Tal cargade hormonas es una auténtica agresión contra la maduraciónde la capa interna del útero, el endometrio.

CONCLUSIÓN

Con la utilización de la píldora del día siguiente, en las24 ó 72 horas siguientes a las relaciones sexuales, sepretende que, si ha habido fecundación, el ser humanoconcebido no llegue a anidar en el útero y muera, siendoexpulsado del cuerpo de la madre.

EL EMBRIÓN, EL ABORTO Y LA CONTRACEPCIÓN DE EMERGENCIA

Es curioso que la polémica que se ha levantado a propósitode la llamada “contracepción de emergencia”, haya terminadocentrándose sobre el “status” del embrión humano. Haquedado una vez más de manifiesto el vínculo profundo queliga a la contracepción con el aborto. La promoción de unsistema muy eficaz para prevenir el embarazo, induceprimero a negar que él interfiera con la vida del embrión yluego a reiterar que esta vida merece ningún respeto real.

Es sintomático que se use el artificio verbal de decir queno se puede inducir un aborto donde no hay embarazo, y queel embarazo sólo se da a partir de la anidación del huevoen la mucosa uterina. De esta manera se deja desprotegidoal embrión durante los primeros días de su vida y se evitala acusación de que se está cometiendo un aborto, ya queesta palabra resulta malsonante.

En el fondo se está intentando proceder como si el nombre,la denominación fuera lo que hace la cosa. En vez de darlerelieve a la naturaleza misma de los hechos, tal como ellos

se presenta a la inteligencia y a los sentidos, se recurrea denominaciones arbitrarias que pueden ser defendidasretóricamente, pero que no reflejan otra cosa que lavoluntad de quien las inventa.Todo el mundo ha entendido siempre por “embarazo” elperíodo de tiempo en el cual el fruto de la concepción viveen el interior del cuerpo de la madre. ¿Qué sentido tienedecir que el embarazo empieza solo con la anidación delembrión? Cada uno de los seres humanos que hoy día viven,incluidos por supuesto los autores de estas redefiniciones,pasaron individualmente un período decisivo de sus propiasvidas desarrollándose y emigrando desde el pabellón de latrompa hasta el útero. Ese lapso es tan parte de cada vidaindividual como cualquier otro de la historia personal quese quiera escoger. Y por eso, en buen sentido, él es partedel embarazo, y nadie tenía por qué haberlo dudado. Da laimpresión de que lo que en verdad ocurre es que se quieredefinir el embarazo desde el punto de vista del aborto.Habría embarazo en el lapso en que no se puede destruir elembrión sin actuar dañando aunque sea en mínima medida, elcuerpo de la madre. Es la definición más negativa que sepuede discurrir. Pero además de negativa ella es engañosaporque atiende sólo a la madre: ignora o desvaloriza hastael extremo al fruto de la concepción. Sin embargo todossabemos que lo que ocurre luego de la fecundación es quehay un ser humano en desarrollo. Y decir un ser humano esdecir alguien que necesita respeto y protección. Deberíaser esta afirmación la que gobernara las decisiones en todaesta cuestión.

Es aleccionador que la querella por la anticoncepcióndesemboque en una querella por el embrión humano. Y esta noes cuestión de consensos ni de disquisiciones legales. Meparece que si no se clarifica esta cuestión de lanaturaleza del embrión humano, lo que estará mañana enpeligro son los mismos derechos del hombre bajo el dobleaspecto de cuáles sean ellos y de quiénes serán sustitulares.

Son muy pocas las personas que han visto un embrión humanoprecoz, y seguramente no son muchas las que han visto unembrión de cualquier mamífero, por más que ahora se los

suele encontrar fotografiados en los medios decomunicación. Por lo mismo, la caracterización o definiciónde un embrión humano precoz adolece a menudo de vaguedad, yse formula, no sobre la base de experiencia, sino que en uncontexto filosófico determinado que no es siempre explícitoy que deja lugar a malentendidos.Así por ejemplo, se encuentra uno a menudo que se habla deun “ser”, una “vida”, un “individuo”, incluso una“persona”. Pero para que nos pudiéramos todos entender,tendría que quedar claro cuál es el contexto en que seemplean estos términos. “Persona”, “individuo”, “ser”,“vida”, no significan lo mismo para todos, y tienenresonancias muy variadas según el contexto en el que se losemplee.

Yo prefiero usar un contexto científico. Creo que es el másfácil de entender para la gente de nuestro tiempo, que sepresta a pocas ambigüedades, y que permite avanzar bastanteen la cuestión. Aún cuando uno llega al punto en que laciencia natural lo abandona, la imagen científica naturalbien depurada me parece la más correcta aproximación alnúcleo del problema.Lo que quiero proponer parece bastante obvio, pero es unaafirmación preñada de consecuencias. El embrión humano esun organismo perteneciente a la especie humana. He expuestoesta idea con algún detalle en otro sitio, por lo que mecontento aquí con esbozarla.

Un organismo es desde luego un reactor bioquímico queintercambia con el medio, materia y energía. Es propio deun organismo tener un límite, borde o frontera que losepara de su medio y lo relaciona con él. En un individuoadulto, ese borde lo forman la piel y las mucosas. En unembrión, la membrana celular y la zona pelúcida.

A continuación, es un hecho conocido que cada organismosigue una trayectoria de desarrollo que es propia de laespecie a la que pertenece, en tal forma que para cadamomento del tiempo se puede predecir cuál va a ser elestado en el que se va a encontrar, salvo por supuesto queocurran accidentes que terminen con su vida. La trayectoriade desarrollo es: a) robusta, o sea tiende a mantenerse a

pesar de las perturbaciones del ambiente, y, b) espredictible, o sea en cada momento de la vida se puedeanticipar cuál será el estado del organismo en un tiempomás, y se puede también determinar bien exactamente en queestado o punto de desarrollo se hallaba el organismo en lasfechas pasadas que se quieran escoger.

La trayectoria de desarrollo dentro de una unidad espacialdiscreta o limitada es una característica central de unorganismo que dura hasta su muerte y que se inicia en lafecundación.

Un embrión muy precoz, incluso unicelular, es básicamentedistinto de una célula cualquiera, precisamente porque éles un punto en una trayectoria de desarrollo. A no ser quemuera o que se interfiera con él, si se lo mantiene en elmedio que le es adecuado, él va a desarrollarse hastaformar un individuo adulto en una secuencia de estadosperfectamente definida. No hay por supuesto ninguna otracélula que sea capaz de esto, y, por lo mismo, laafirmación que se escucha por ahí de que el embrión “no esmás que una célula” revela una notable superficialidad.

La trayectoria empieza cuando se fusionan las membranas delóvulo y del espermatozoide y nos encontramos con un espaciobien delimitado en cuyo interior interactúan en una solatrayectoria los componentes bioquímicos de ambas células.

Podemos tomar dos ejemplos, que son la formación del

llamado pronúcleo masculino, y la primera división celulardel embrión.Recién entrado el espermatozoide, su envoltura nuclear sedisuelve casi por completo, y el aspecto compacto de sucromatina se va perdiendo en el proceso que se llama ladescondensación. Este corresponde al hecho de que lasprotaminas, proteínas propias del espermio son reemplazadaspor histonas, otras proteínas proporcionadas por el huevo.Posteriormente la cromatina vuelve a condensarse, se formauna nueva membrana nuclear, y se produce la síntesis de ADNespermático, gracias a la presencia dentro del pronúcleo deenzimas proporcionadas por el óvulo. Este pronúcleo“masculino” es pues el resultado de una acción coordinadade elementos provenientes del óvulo y de otros provenientesdel espermio. Su constitución es parte de una trayectoriade desarrollo del nuevo organismo que se produjo en lafecundación y no tiene lugar sin ésta.

En cuanto a la primera división celular, en ella tomanparte por supuesto los cromosomas paternos y maternos. Nohay que olvidar sin embargo que la mitad del ADN “paterno”se ha sintetizado después de la fecundación, y que en esteproceso han intervenido enzimos esenciales que sonproporcionados por el óvulo. Pero hay más y probablementemás importante. La primera división no se podría realizarsin un órgano celular, el llamado centriolo que sirve paraorganizar las “fibras” del huso mitótico. Este centrioloproviene del espermatozoide por cuanto el óvulo carece deél. Así pues, la primera división celular es una parte muycomplicada de una trayectoria de desarrollo en la que seentrelazan productos y procesos de las dos células que sefusionaron en la fecundación.

Desde su primer momento el organismo muestra pues unatrayectoria de desarrollo. Se suele hacer caudal delmomento en el que los genomas correspondientes empezarían aexpresarse. Lo único que puede decirse es que en el primermomento de la trayectoria de desarrollo los genomas estánsilenciosos. Lo que hay en el interior del zigoto es lamezcla de ambos “proteomas”, los conjuntos de proteínas delóvulo y del espermatozoide que son suficientes paradesarrollar un segmento fundamental de la trayectoria, sin

necesidad (o casi) de intervención del genoma. La unidad enla que se coordinan los proteomas es una trayectoria únicade desarrollo que lleva sin interrupciones nidiscontinuidades al momento en el que empezarán aexpresarse los genes – pero no por supuesto cualquierconjunto de genes, sino precisamente aquellos que forman ladotación única de ese organismo.

Parece entonces claro que, siendo yo un organismo de laespecie humana, mi desarrollo individual se inició en elmomento de la fecundación, en forma de una trayectoriacontinua. Si eso es así, yo empecé entonces a ser unorganismo, y no podría haber pertenecido a otra especie quea la especie humana. Eso es otra manera de decir que unembrión tiene vida humana, y que es una parte mínima, peroreal, de la humanidad. Eso es lo que lo hace acreedor a unaactitud especial que se merece el ser humano, que es elrespeto, y por cierto que el mínimo respeto es laobligación de todos de no atentar contra su vida, nisiquiera poniéndola en riesgo con una especie de tiro a labandada.

Si no se acepta este criterio propuesto, hay que buscarotros, que son puramente descriptivos, y que fijan puntosen la evolución del embrión en su conjunto o de algunos desus órganos, especialmente el sistema nervioso. Cualquierade ellos es adaptable a la necesidad práctica que se tengade disponer del embrión. Pero es además necesariamenteincompleto. Así el desarrollo inicial del sistema nerviosohumano, sólo tiene mayor significación que el de unchimpancé porque ese pequeño órgano embrionario estáinscrito en la trayectoria de desarrollo del cerebro humanoy su valoración como signo de respetabilidad claramenteprospectiva, se hace en función de lo que va a ser, no delo que es, o más bien se hace en función de la trayectoriade desarrollo en la que está inscrito. Nadie ha podidoproponer un criterio objetivo para fijar el momento en queun embrión, feto o recién nacido empezaron a ser “sereshumanos”, y dejaron de ser algún ente biológico indefinido.En cambio es claro que segundos antes de la fecundación noexistía el organismo, y que un momento después de ella yase encuentra funcionando en su trayectoria de desarrollo.

Pensamos que el organismo de la especie humana existe desdeel momento de la fecundación, y pensamos además que él esdigno de respeto desde su constitución. En esta últimaafirmación nos encontramos con las enseñanzas católicassobre la vida humana. Nosotros no creemos que tengamos una“vida animal” y que a ella se le sobreponga un “almahumana”. Creemos que el “alma” es la vida del hombre, delorganismo humano, y que esa vida es inmortal así como eseorganismo está destinado a la resurrección. El respetoinstintivo que protege al hombre es el oscuroreconocimiento de esa realidad.

TESTIMONIO DE MUJERES VIOLADAS

CASO 1: SRA. KAY ZIBOLSKY

"Fui violada a punta de un cuchillo a menos de una cuadrade mi casa, cuando tenía sólo 16 años. Mi asaltantedesconocido se perdió en la noche, dejándome herida despuésde haberme amenazado para que no le dijera nada a nadie.Por 27 años no lo dije nunca, excepto a mi esposo muchosaños después. Concebí y dí a luz a una niña después de laviolación, ella era preciosa, y es lo único bueno queresultó de ésta.

Cuando Robin tenía 18 meses la dí en adopción, pero Diostenía un plan especial y nos conocimos cuando ella tenía 27años, después que mi propio proceso de sanación me habíapreparado. Sus primeras palabras para mí fueron: ´carambame alegro mucho de que no te hayas hecho el aborto´. Robinresultó ser una parte importante del proceso de sanación, yle doy gracias a Dios hoy en día porque no hice nada en mijuventud por lo cual hubiera tenido que sufrir el resto demi vida, a que no le hubiera dado la oportunidad a mi hijade decirme aquellas conmovedoras palabras. El mal llamadoaborto ´legal y seguro´ la hubiera silenciado para siempre.

Hoy en día Robin tiene 33 años y está muy contenta de estarviva, y yo estoy trabajando para ayudar a otras víctimas,llevándoles la verdad y el poder de sanación que sólo Jesúsda. Dios conoció a Robin cuando era formada en mi vientre yconoce a todos los demás que han sido concebidos a travésde la violencia de la violación o el incesto. Aún en estascircunstancias son todos preciosos para Él, y tienen unsentido tan importante como el suyo y el mío, si sólo seles da la oportunidad de probarlo.

El aborto es una segunda violación, pero más traumática aún porque es unpecado, y la violación no lo es (para la víctima), y tarde o tempranotenemos que dar cuenta de nuestros pecados".

CASO 2: SRA. HOLLY M. DUTTON

"En realidad con todo lo mala que es la violación, perderal bebé es mucho peor ... no importa cómo haya sidoconcebido el niño, escoger la vida es la única manera desalvaguardar la auto-estima de l madre, así como ladignidad del niño prenacido.

Mi aborto provocado a los 17 años no se debió directamentea la violación que sufrí a los 12, pero fue la explosión deuna bomba emocional de tiempo que había sido activiada 5años antes. Yo fui arrebatada de mi propia cama y violada ados cuadras de mi casa por un extraño. Después de dos horasterribles él me dejó en mi hogar y retorné a mi cama. Alotro día yo estaba tan callada y retraída que al contarle a

mis padres lo que había sucedido no me creyeron. Teníamiedo de someterme a un examen médico, por lo que laviolación no fue reportada y el violador nunca fueencausado. Puesto que no había podido convencer a mispropios padres de que estaba diciendo la verdad, pensé quenadie me creería tampoco y no lo mencioné ni siquiera alsacerdote de mi iglesia.

Debido a que sentía el deseo de vengarme de mis padres porno creerme, y mis ataques epilépticos me impedían tomardrogas, pensé que la única manera de hacerlo era salirembarazada. En febrero de 1973 a los 17 años al fin lologré, pero casi inmediatamente me recomendaron un aborto,el cual me hice cuando tenía dos meses de embarazo. Lo quesiguió fue una pesadilla: el Síndrome Post Aborto durante17 años.

Me obsesionaba la culpa, el dolor era abrumador, y aunquelos médicos habían justificado el aborto por mis ataques deepilepsia todavía me sentía culpable de haber matado a mibebé porque mi inmoralidad había traído esta tragedia.Pensé muchas veces en suicidarme, pero temía a la muertepor miedo al castigo divino. Con la ayuda de otraspersonas, pude encontrar el amor y perdón de Jesús ... elSeñor lentamente fue liberándome de más de 20 años detensión debida a la violación y al aborto".

Mujeres que abortaron se arrepienten

A continuación aparecen extractos de las más de 1000mujeres que han ofrecido sus declaraciones juradas comoparte de la apelación a la Regla 60 (Rule 60). Una copiadel documento completo está disponible en la corte federalde Dallas.(Las ciudades y las fechas corresponden al tiempo delaborto, no a las residencias actuales).

“Si imagino lo que el infierno es, tiene que ser talcomo mi vida era antes de encontrar asistencia ycuración. Me volví alcohólica, perdí mi deseo devivir, odiaba a la vida en general”. Lisa. Eugene,Or., Junio 1976 y 1980.

“Me ha afectado emocionalmente. Era incapaz deestablecer vínculos con las personas. He sufrido dedepresión. Fue la causa de años de comportamientoauto-destructivo”. Paula. Cleveland, Ohio, Julio1978.

“Incapacidad de formar relaciones profundas,sentimiento de culpa y ataques de ansiedad. Pormucho tiempo fui incapaz de sostener o estar cercade bebés”. Shirley. Los Ángeles, Calif., 1982; yNoruega, 1970.

“He sufrido trastornos médicos que atribuyo a haberabortado, incluyendo embarazos prematuros, paps ymenstruaciones anormales”. Susan. Fort Worth, Texas.Marzo, 1977.

“Tuve una hija sustituta en 1979, que recientementetambién abortó (06/15/01), también afectó mi amorpropio y eventualmente me volví promiscua”.Kathleen. Port Chester, NY, 12 de mayo de 1975; yMamaroneck, NY, 3 de diciembre de 1975.

“Emocionalmente me siento rechazada por todos. Mesiento sola”. Grace. Jacksonville, NC, 1976.

“Años de cambios repentinos de ánimo, desórdenesalimenticios, promiscuidad, baja autoestima yproblemas en la relación con mis otros hijos”.Reatha. Baltimore, MD., noviembre 1979.

“Pasé muchos años saltando de una relación a otra y mevolví más sexualmente activa. Alejada de la familia,problemas en el colegio y antiguos amigos seditanciaron”. Aureen. Bridgeport, PA, enero de 1978.Filadelfia, PA, marzo 1979.

“Diario arrepentimiento y pesar por la muerte de mishijos causada por mis propios actos”. Beverly.Atlanta, GA, 1974 y 1977.

“Depresión severa, especialmente en enero, sabiendoque mi hijo cumpliría un año más de vida”. Wendy.Howell, NJ, 1985.

“Sufro de trastornos de pánico y de una bajaautoestima que degeneró en promiscuidad. Tomabamucho e inhalaba cocaína. Contraje el HPV, que dañomi cuello uterino – me sometí a una operación pararemover células pre-cancerosas. Tengo problemas enmi colon y estoy en riesgo de tener cáncer de mama

(noticias – páginas web)”. Christina Grace. Newark,Del, 1986; y Dover, Neb., 1988.

“Diez años después del aborto estuve cerca de uncolapso nervioso. He sufrido emocionalmente porveinticinco años”. D.E., Atlanta, GA. Agosto 1975.

“Por algún tiempo me sentí vacía por dentro. Tambiéncaí en un espiral de comer compulsivamente que me hadejado en una situación de obesidad extrema”.A.D.C.H., San Antonio, Texas. 22 de febrero de 1984.

“De estar en la lista de las mejores alumnas delDecano de la universidad, pasé a estar desaprobada,a dejar asuntos incompletos y retirarme variasveces. Intenté suicidarme. Estaba deprimida. Elsentimiento de culpa era aplastante”. H.A.K.Knoxville, Tenn. 12 de mayo de 1984.

“He estado propensa al suicidio, deprimida, he tenidoansiedad extrema, pesadillas, sufrido de pena ydolor y conducta autodestructiva”. Candice. SanDiego County, California. Marzo de 1996.

“Culpa – falta de habilidad para lidiar adecuadamentecon el amor verdadero y el sexo en el matrimonio”.L.D.M. England, Setiembre de 1970.

“Depresión,pesadillas, divorcio”. Darla. Memphis,Tenn. Abril de 1986.

“Mi aborto se llevó mi sentido de autovaloración yseguridad personal. Me ha hecho dudar de micapacidad de tomar decisiones correctas”. A.C.N. NewOrleans, La., 1981.

“Es mi mayor arrepentimiento. Me ha causado depresióny me ha hecho pensar en el suicidio. También me hadado complicaciones para quedar embarazada y cargarun niño”. Kathryn. Kansas City, Mo., 1981, 1982 y1983.

“Ha dejado un vacío y un dolor que no me dejan nunca”.Dianne. New Jersey. 15 de enero de 1979. “Siempreestoy pensando en mi niño no-nacido”. Niria.Houston, Texas, 1995 y 1999.

“He estado en terapias por ataques de ira. También fuitratada por un desorden alimenticio que también meha afectado físicamente”. Rexene. Montgomery, Ala.1991.

“Dolor emocional y tormento durante años hasta queDios me perdonó y me curó. Me ha afectado en lofísico. Ya no puedo tener hijos”. Dorothy. SanAntonio, Texas, febrero de 1975.

“Si el aborto hubiese sido ilegal, nunca hubieratenido que pasar por todo este dolor y culpa. Yodebería haberme graduado en lugar de abandonar losestudios. El dolor y la culpa del aborto causaron miintento de suicidio...tal ves la única razón por laque sobreviví fue para que pudiera contar mihorrenda historia y poder hacer una diferencia”.H.A.K. Knoxville, Tenn. 12 de mayo de 1984.

“El aborto mata. No sólo al niño, también al espírituhumano. El padre y la madre también son víctimas.Intenté quitarme mi propia vida por la culpa y elremordimiento. Sentía que era una tumba quecaminaba”. Sheila Lynn. Tallase, Fla. 7 de junio de1985.

“Escuchen las voces de quienes han experimentado lasconsecuencias físicas y emocionales. Un gransegmento de la sociedad –hombres y mujeres—estánsufriendo porque hicieron lo que estaba mal aúncuando era legal”. Shirley. Los Ángeles, Calif,1982; y Noruega, 1970.

CASO 3: SRA. "Yo sobreviví a un aborto"

Un santuario mariano en "computerland"

"Yo soy una sobreviviente del aborto. Y ya no puedopermanecer callada".- AudreyEsta era la lacónica frase con la que concluía el crudotestimonio de una anónima sobreviviente del aborto queaparecía en la página web de la organización "Priests forLife" –Sacerdotes por la Vida- que dirige el P. FrankPavone, en Estados Unidos, en una sección dedicada a

personas que han sobrevivido a un aborto: allí están lostestimonios de Gianna Jessen, Heidi Huffman… y laenigmática "Audrey". En efecto, a diferencia de los otros, que aparecen confotografías y nombres completos, el de "Audrey" es el únicotestimonio anónimo; un testimonio de una mujer quesobrevivió al intento de aborto de su madre, mucho antesque el aborto fuera legal en Estados Unidos. Es decir, setrata de una mujer mayor que las jóvenes Heidi y Gianna.Más que el hecho de que el acto hubiera sido entonces uncrimen –ya prescrito-, era la discreción y el temor deexponer a su madre lo que llevaba a "Audrey" a proporcionarsu testimonio sin su nombre completo."Es un seudónimo, de una mujer que prefiere no darse aconocer a un público masivo", explicaron en las oficinas de"Priests for Life". Las puertas a ella, por tanto, parecencerradas. Sin embargo, desde que conoció la idea de poner juntos lostestimonios de sobrevivientes del aborto, el dinámico yubicuo Padre Pavone decide prestar su apoyo al proyecto; ysu entusiasmo fue un estímulo para solicitarle que caminarala milla extra: dar con "Audrey" y pedirle que aceptara,por primera vez, darse a conocer y contar su testimoniocompleto a un público amplio. El P. Pavone aceptó involucrar a su equipo en la búsquedade la sobreviviente del aborto, pero advirtió que no seríafácil: "Audrey" había cambiado de domicilio sin dejarrastros. El tiempo pasaba y el equipo de "Priests for Life"multiplicaba llamadas para dar con ella... en vano. Hasta que un día sucedió lo inesperado: "Audrey" llamócuando no había nadie en la oficina y dejó un mensaje en lacontestadora: "He sabido que me están buscando. Puedenllamarme a..." y dejó señas claras de cómo encontrarla ensu nueva residencia en Sacramento, California.Las llamadas al nuevo teléfono daban con una contestadoraautomática, hasta que, nuevamente, "Audrey" llamóamablemente, preguntando el motivo de la búsqueda.Enterada del proyecto, sorprendentemente, quien hastaentonces había preferido mantenerse en el anonimato,aceptó, sin dudas ni demoras, la propuesta de darse aconocer y de compartir su testimonio completo.

"Audrey", nos informó, no era un seudónimo, sino su nombrede pila: se trataba de Audrey Frank, una mujersobreviviente del aborto con una increíble historia quecontar y que, a diferencia de Sara Smith o Gianna Jessen,nunca había querido, hasta ahora, contar su historia fuerade las limitadas audiencias con las que su actual trabajopastoral la pone en contacto.

El "sueño americano"Los esposos Frank y Ana Kucharski, descendientes deinmigrantes polacos, vivían en Trenton, en el estado deNueva Jersey -muy cerca de la costa Atlántica- en el marcode ese bienestar mesocrático -el "sueño americano"- que lespermitía trabajar duro y vivir con las relativascomodidades que se puede permitir un padre "blue collar" -El término "cuello azul" que se utiliza para describir alos trabajadores manuales- que saca adelante una familianumerosa sin que la esposa tenga que dejar el hogar y loshijos. Ana, a los 39 años, se consideraba una mujer realizada ensu vida familiar: sus cinco hijos habían salido todos de la"edad difícil" y llevaban vidas bien encaminadas. Dora, lamayor, y Elliott, tenían 22 y 21 años respectivamente, y yaestaban trabajando o en el College siguiendo estudiossuperiores; mientras que Eugene, Lean y "Fred" -Alfred, elmenor de todos- de 20, 19 y 18 años estaban ya encaminadosrespecto de sus intereses y se preparaban para salir de laescuela.Ana consideraba que estaba cerca de concluir su ciclo de"madre", y que pronto podría dedicarse a disfrutar deaquellos años "en blanco" que transcurren entre el sermadre y ser abuela.De pronto, sus planes se vieron interferidos por un sucesoque Ana jamás hubiera esperado: estaba embarazada. ¡A puntode cumplir 40! Tras los primeros momentos de desconcierto, siguieron eltemor y la duda… y para resolverlos, decidió buscar a susamigas más cercanas para decidir qué hacer. Una de ellas la más influyente sobre su ánimo y ciertamentela más decidida, no se anduvo con rodeos: "Ana tienes queolvidarte de esto", le dijo, y le propuso enfáticamente,insistentemente, que debía procurarse un aborto -entonces

ilegal en Estados Unidos- porque con cinco hijos ya mayoresy a su edad, simplemente se vería "ridícula" con un nuevobebé. Era 1952, 22 años antes que la Corte Suprema norteamericanaconvirtiera el aborto en un derecho constitucional. Poreso, para evitarse los riesgos legales de exponerse abuscar un médico dispuesto a practicar abortos "por lobajo" -de los que no faltaban-, la "amiga" le enseñó a Anaun método casero para que pudiera hacerlo en casa. Ana estaba temerosa e insegura. Por un lado, susconvicciones y su formación le decían que abortar estabamal. Además, como madre de cinco hijos, no se imaginaba así misma como una de "esas" que abortan. Sin embargo, porotro lado, un bebé no estaba para nada en sus planes, ypsicológicamente consideraba que ya había concluido con laexigente etapa de acompañar el crecimiento de una criatura.El argumento del "ridículo" de una mujer mayor con un bebéno pesaba tanto, pero ciertamente se sumaba en la lista deargumentos a favor del aborto.Por la inseguridad y la duda, Ana pospuso la decisión hastaque ya tenía tres meses de embarazo. Entonces, la balanzaen su mente -presionada por las insistencias de su "amiga"-se inclinó contra la vida y a favor de la idea del aborto. Así, un día de junio, Ana se encerró, con la parafernaliarecetada por la amiga para acabar con su embarazo, en unbaño de la casa que de pronto se le hizo enorme y frío.Paradójicamente, aquel día escogido por Ana para abortar,era el cumpleaños de su hijo Elliott. En el día en quecelebraba un año más de vida de uno de sus hijos, Anadecidía acabar con otro.

Conociendo la verdadA los 8 años, Audrey era una niña tranquila y relativamentenormal, aunque con algunos miedos secretos. Poco después decumplir tres años, en 1955, su hermano Elliott, entonces de27 años, murió trágicamente. Pese al evidente dolor, ladesaparición del querido hermano mayor no parecía haberdejado una secuela grave en la niña. Por el contrario, aesa edad, Audrey se mostraba contenta con su cambio de unaescuela pública a la escuela católica "Saint Joan of Arc",donde había conocido a nuevos amigos, y donde el ambientecatólico hacía todo más llevadero y gentil.

Sin embargo, pese al transcurso normal de su vida en lamayoría de aspectos, una sombra alteraba su vida infantil:la pesadilla recurrente de estar huyendo y no encontrarsalida, excepto una, a través de una ventana. Pero en esaventana había un enorme cuchillo esperándola y pese a quesu madre estaba cerca, no hacía nada al respecto. Además de la pesadilla, Ana había notado que Audrey seresistía a dormir de otra forma que no fuera en posiciónfetal, acurrucada hasta la tensión, y siempre en el extremoinferior de la cama, como si el lecho fuera un lugarpeligroso, o aguardara un peligro inminente. no importabacómo la acostaran ni cómo la dejaran durmiendo después decontarle los cuentos de noche, la pequeña Audrey siempreaparecía en la misma, tensa posición protectiva que tantoinquietaba a sus padres."Nací prematuramente, un 21 de diciembre, cuando estabaprevisto que naciera un 21 de enero; pero vine al mundo sinningún problema médico, físicamente fui siempre una personasana y lo sigo siendo ahora", cuenta Audrey. "Creo que eldaño fue más bien emocional, al ver a mi madre sufrir tantodesde pequeña". En efecto, Audrey no había conocido a la mujer jovial yenérgica de la que hablaban sus hermanos mayores. Paraella, su madre era una mujer triste, que lloraba confrecuencia, sin ella saber por qué.Y fue justamente a los ocho años cuando Audrey, regresandoun día de la escuela -estaba en tercer grado- encontró encasa un clima serio, casi solemne. Papá y mamá estaban enla sala y le dijeron que tenían algo que contarle. Así recuerda Audrey ese duro y revelador momento. "Mis padres estaban allí sentados, me dijeron que teníanalgo que contarme y que me explicarían la razón de mispesadillas y mi forma de dormir. Todos los días, cuando mimadre iba a verme dormir, no importaba cuánto ella tratarade que me enderezara o me pusiera al centro de la cama,siempre me encontraba de esa manera en la mañana. Decidióentonces decirme lo que a ella le torturaba cada día, yespecialmente cada vez que me veía en esa posición: queella había intentado abortarme".La niña apenas entendía lo que eso significaba. Comprendíaclaro, que el aborto era matar a alguien pequeñito; peromatar no era una idea asociada con lo que hace una mamá, y

menos con sus hijos. Sin embargo, a pesar del desconcierto,la pequeña Audrey decidió seguir escuchando, sobre todoporque entendía que lo que le estaban tratando de comunicarera más importante para su madre que para ella misma. "Luego, -sigue Audrey- mi madre comenzó a contarme lahistoria de su embarazo a los 40 años y lo que le dijo suamiga, luego que ella confesara su horror frente a la ideade no poder 'vivir la vida', hacer viajes, tener uncoche...y todas esas cosas. Me contó luego que le habíanenseñado una técnica 'vieja y segura' y que el día 24 dejunio, en el día del cumpleaños de mi hermano mayor, ellaabortó en un baño de la casa."Hasta allí, Audrey difícilmente podía comprender qué teníaque ver ella con la historia y qué relación tenía todo estocon su curiosa forma de dormir y con las terriblespesadillas que la desvelaban con frecuencia. Pero decidióseguir escuchando el tenso relato que su madre describíaante su padre silencioso.

CASO 4: Sara Smith

Una lápida sin cuerpoEl cementerio de Irvine, en el estado norteamericano deCalifornia, es famoso no sólo por su belleza y su ambienteradiante y apacible, sino también porque algunas estrellasde Hollywood, como John Wayne, están enterradas allí. Entre los imponentes bultos funerarios y las lápidas dehombres famosos, muy pocos de los esporádicos visitantesreparan en una sencilla placa de metal que, para quien nola busca deliberadamente, podría pasar desapercibida. Lapequeña plancha opaca está colocada a ras de la tierra,rodeada por el extenso y verde pasto que alfombra todo elcampo santo y lleva un texto que dice:Una ficha y una historiaLa enfermera de aquel frío e impersonal hospitalcaliforniano pasó mecánicamente la ficha médica con losdatos de la paciente a un doctor no menos indiferente. Enla ficha era posible leer:Noviembre 1970Datos: Sexo Femenino, edad 35, madre de 5 niños de 16, 14,12, 10 y 9 años.Ocupación: empleada del Hospital Ward. Casada hace 17 años.

Ocupación del esposo: Pastor evangélico Problema: Irregularidad/ ausencia de período menstrualEl doctor, que conocía a la paciente y a su familia, nonecesitó mucha más información para llegar a una conclusiónsobre el "caso" que tenía al frente. Así que, tras apenasun rápido auscultar del vientre de la paciente y unascuantas preguntas, pronunció la frase que nunca dejaba dedecir en aquellas circunstancias: "¡Felicitaciones, Betty,el sexto está en camino!"Pero la respuesta de la paciente embarazada, esta vez, nofue la misma que en anteriores ocasiones. - "Yo quiero un aborto", dijo Betty, hablando como unaautómata y a pesar que el aborto aún era ilegal en EstadosUnidos.- "No hay problema, Betty" respondió el doctor, sin variarun ápice la misma voz zalamera con la que segundos antes lahabía felicitado por la nueva vida en camino. Con el paso del tiempo, Betty se ha hecho la misma preguntaque muchos le harían en las numerosas conferencias ypresentaciones públicas a las que acompaña casi siempre asu hija Sarah: ¿Cómo la esposa de un Ministro protestantepodía recurrir a un aborto sin casi dudarlo? La misma pregunta se la hizo algunos años atrás la revistapro-vida "Life Advocate" en el marco de un reportaje a ellay a su hija. Betty explicó allí cómo la ignorancia y lapresión social se confabularon en su vida para inducirla atomar la terrible decisión que más le pesaría en su vida.En aquel momento crítico del embarazo, con una nueva vidaen camino, Betty, en vez de considerar esta circunstanciacomo una bendición, tal como le decía su formacióncristiana, veía en su fecundidad un motivo de vergüenza yhasta de profunda irritación. A este sentimiento contribuíano poco la presión de su entorno, que paradójicamente,incluía a las esposas de algunos pastores y otras personasvinculadas a la vida de la comunidad cristiana. "Con frecuencia me llamaban ‘coneja’", cuenta Betty. "Elsobrenombre me lo habían puesto cristianos; pastores amigosy sus esposas y miembros del templo; creyentes", añade, nocon tono de censura, sino de pena. "Yo me sentíaavergonzada y culpable, tanto así, que en algún momentollegué a pensar que había hecho algo malo al dar a luz amis niños".

En efecto, cada embarazo para Betty había sido un verdaderosuplicio. Después del segundo hijo, cada vez que el vientrevolvía a abultarse con una nueva criatura en camino, losamigos y vecinos la miraban con ojos entre compasivos ysocarrones. Pero aún más que las burlas y los comentarios irónicosindirectos a media voz, a Betty le aterrorizaba la idea demorir dando a luz; un temor que ella adjudicaba a un traumade infancia: "Mi madre murió al darme a luz –relata Betty aLife Advocate- y, esa pequeña niña que es parte de mí,siempre creyó que yo era una asesina por matarla"."Subconscientemente, en retrospectiva, yo creo que estabaatemorizada porque creía que iba a morir al dar a luz,igual que mi madre", recuerda.Betty había tenido cinco hijos en un lapso de siete años,pero ya habían pasado casi 10 años desde su último embarazo–el mayor de sus hijos tenía 17 años- y hacía pocos mesesfinalmente había logrado encontrar un buen empleo comoasistente de enfermería en el Hospital Ward. El nuevotrabajo había caído como una verdadera bendición para laextensa familia que debía sostenerse con los magrosingresos del ministro protestante de una comunidad no muyextensa.Por eso, cuando los indicios de su inesperado sextoembarazo comenzaron a hacerse evidentes, y sus colegas enel hospital comenzaron con las bromas respecto de su "ritmoimparable" de dar a luz, Betty no dudó un segundo enprometer con una firmeza furiosa: "yo NO voy a tener otrohijo".Recordando aquel momento de frustración, miedo yenceguecimiento, Betty no puede sino compararse a unasituación desesperada. "Te sientes que estás en un elevadorque de pronto se atraca y, en la desesperación, buscas unasalida. Y la única que te señalan es una que tiene un granletrero rojo que dice ‘aborto’", dice. No se presentaban, entonces, muchas opciones, o por lomenos, así le parecía a Betty en aquel estado de ánimo ysintiéndose sometida a la presión de su entorno. Unapresión enemiga de la vida que Betty y Sarah ven repetirsecon igual o mayor intensidad hoy no sólo alrededor de lasjóvenes solteras embarazadas sino incluso frente a las

madres que cometen el "pecado" cultural de señalar que lesgustaría tener una familia numerosa.Además, la convencida decisión de Betty de hacerse unaborto no sólo venía de la rabia frente a las burlas y alrepetido apodo de "coneja" que volvía a flotar en elambiente en torno suyo. Se remontaba también a una lúgubrepromesa que se había hecho casi diez años atrás, cuandotenía ocho meses y medio de embarazo de su quinto hijo. "Otra Navidad estaba transcurriendo conmigo en cinta,embarazada, incapaz de trabajar fuera de casa", recuerdaBetty. "Viviendo de un salario reducido de pastorprotestante, éramos incapaces de tener medios para hacerfrente a muchas cosas, y yo temía que Dios no quisierasatisfacer nuestras necesidades. Fue entonces que hice lapromesa de que mis hijos nunca más volverían a verseprivados o frustrados a causa de mi embarazo", cuenta hoy.La promesa, en principio, se refería a no salir nuevamenteembarazada. Pero con el nuevo embarazo, confundida ypresionada, decidió mantener la palabra de entonces,incluso al costo de abortar. Así, un jueves, aprovechando el feriado del día de Acciónde Gracias que celebran en Estados Unidos a fines noviembre-paradójicamente, para dar gracias a Dios por la abundanciay la fecundidad de la tierra norteamericana-, el esposo deBetty explicó a sus hijos que mamá tenía que ir a laclínica para una "pequeña intervención", y luego, despuésde comer, condujo a Betty al hospital donde, con todanaturalidad, realizaban un acto que era entonces ilegal.Casi sin darse cuenta, Betty se descubrió a sí misma sola,de pie en la fría sala de recibo de la clínica, con unapequeña y vetusta maleta que contenía sus artículospersonales.Betty entró a la habitación que le asignaron, se puso elcamisón de hospital que trajeron las enfermeras y, conansiedad, buscó tres pequeñas cruces entre sus artículospersonales, que luego pegó firmemente en el camisón. "Lasenfermeras me prometieron que podría llevarlas puestadurante la cirugía y yo sentí que ya estaba lista".Betty recuerda que camino a la sala de cirugía, "alguien mecontó que dos mujeres habían dado marcha atrás y se habíanido a casa". El testimonio de las "arrepentidas" tocócuerdas dolorosas en el fondo de su alma, y no ayudó en

nada a tranquilizar su conciencia sobre la decisión queestaba tomando…pero ella no estaba dispuesta a dar el pasoatrás. Aunque algo le decía por dentro que estaba mal loque hacía, que no se trataba "simplemente de eliminar untejido" como le repetían una y otra vez quienes laalentaban al aborto, Betty no estaba dispuesta a cambiar dedecisión respecto del destino de la vida que estaba encamino en su vientre. Ella se lo había prometido a sí mismay de alguna forma, se lo había prometido también a quienesse burlaban de ella, a quienes la llamaban coneja... Y ellaestaba dispuesta a pagar el alto precio de "demostrar" queno era una coneja, que era también una mujer "moderna".Hace algunos años, hablando con el periodista de LifeAdvocate, Betty quedó pensativa, al contar su historia, yreflexionó sobre el significado que, de pronto, tenían paraella las tres cruces que adhirió a su camisón. "Trescruces, igual que en el Calvario", reflexionó. "Otras dosmujeres rescataron a sus bebés diciendo ‘no’, y yo, pudehaber sido la tercera. ¡Ay! tal vez Dios estaba tratando dedecirme algo con aquellas cruces", decía en la entrevista,evidenciando el dolor que aún le producía en la memoriaaquel momento de decisiones y oportunidades perdidas. Pero Betty recuerda que en el momento en que se enteró delas dos "acobardadas", como queriendo evitar nuevasdeserciones o mayores dudas entre sus pacientes -o habríaque decir más bien clientes-, los médicos y enfermeras delestablecimiento se apuraron en hablar insistentemente enjerga médica, de tal manera que el acontecimiento delaborto, con su verdadero significado, quedara silenciadopor la sordina de lo leve. Betty recuerda, en efecto, que los médicos hablaban de un"feto", de un "tejido sin valor" que sólo podía serconsiderado como "viable" cuando cumpliera los cinco mesesen el vientre. "Se referían a ello como si se tratara nadamás que de un ‘pedazo de carne’", recuerda Betty. Y es queella no había visto nunca ecografías, no se había hechoregistros de ultrasonido, en suma, no había contado con laspruebas científicas que hoy evidencian la verdad: que unno-nacido es un ser independiente desde el momento mismo desu concepción.Pese a las explicaciones, la conciencia de Betty no sequedaba tranquila con el cuento de que el aborto no era más

que una cirugía "cosmética", algo así como la extracción deuna protuberancia incómoda y fea. Pero Betty, igual, cruzóel umbral de la sala de operaciones… y las puertas secerraron detrás de ella para llevar a cabo aquella decisiónsin vuelta atrás. Tras la operación, cuyas características han quedado comoborrosas en la memoria, Betty recuerda haber sostenido unaextraña conversación, que se produjo cuando se encontrabaaún bajo los efectos del sedante. "Ahora recuerdo, añosdespués del nacimiento de Sarah, la voz suave pero clara deuna mujer que me habló, desde la profunda oscuridad y elvacío del cuarto de recuperación, momentos después delaborto", dice Betty. Se trataba de una voz que quería ser cálida y cordial, deuna mujer que parecía buscar en la conversación un vehículopara hacer pasar ese momento de extraña tristeza. "¿Tieneusted otros niños?" preguntó la voz."Me acuerdo –continúa Betty- que le respondí con balbuceos,casi incoherentemente, tratando de contarle a esa vozfemenina sin rostro, cuán maravillosos eran cada uno de miscinco niños en casa". No fue hasta mucho tiempo después que Betty, repitiéndoselas inolvidables palabras de aquella mujer, que sólo podíaser una enfermera –las únicas autorizadas a ingresar a lasala de recuperación- se quedó atónita. "las palabras‘otros niños’ me indicaron que ella y el doctor sabían quehabían sacado a una criatura fuera de mí". Betty, en elsimple desliz de la enfermera de preguntar por "otrosniños", y no simplemente por "niños", comprendió el abismode diferencia que existía entre lo que había hecho -eliminar la vida de un hijo- y lo que los médicos yenfermeras decían antes del aborto, que se tratabasimplemente de un "tejido" sin valor.

CASO 5: Gianna Jessen

Buscando a Gianna"Hola, haz llamado a ‘Alive! Ministries’ (Apostolado ‘¡Convida!’). Si dejas tu número de teléfono al escuchar laseñal, te devolveremos la llamada tan pronto sea posible".No es fácil comunicarse con Gianna Jessen. Los números deteléfono disponibles, o conducen a una compañía de

representantes o directamente a la grabación de ‘Alive!Ministries’. La voz pausada, leve, es la de Gianna.Gianna se toma su tiempo para devolver las llamadas. Y esque, pese a que la joven de rostro pálido y sonrisa rápidaes alegre, bromista y extrovertida con los suyos; esprudente y casi tímida con la gente de la prensa. Alguien alguna vez comentó que esta prudencia se debe talvez a que las secuelas de su palasia cerebral –que incluyenuna nada leve cojera- la hacen insegura; pero esa es unahipótesis difícil de admitir para cualquiera que ha vistola seguridad y humor con los que esta frágil mujercitasobreviviente de un aborto enfrenta auditorios de todo tipoalrededor del mundo.Más plausible parece ser la hipótesis de quienes sostienenque Gianna debe filtrar sus llamadas porque, junto con lasmultitudinarias muestras de admiración, también ha sabidoatraer oscuros e inimaginables odios de quienes defiendenel aborto. Que esa sea la razón por la cual no contestadirectamente el teléfono es solo una hipótesis, y no algoque Gianna diga de sí. Sin embargo, que hay personas quetienen un encono contra ella no es una hipótesis. Es unaincreíble realidad.¿Cómo es posible que esta mujer con cara de niña y andarfrágil, que ha convertido su vida en un testimonio a favorde la vida, desde cómo sobrevivió a un aborto, cómo perdonóa su madre biológica y cómo comprende a las mujeres queabortan, pueda atraer el odio de alguna gente? Difícilsaberlo. Los teólogos dirían simplemente "mysteriuminiquitatis", el misterio de la iniquidad. Para unperiodista, simplemente no hay explicación. Pero los insultos, las burlas, los gritos furiosos y hastalas amenazas que ha enfrentado Gianna en su vida pública noson una invención. Ni han abundado, ni han sido parteimportante de su vida, es cierto, pero están allí,concretos, con su misteriosa y oscura presencia. Gianna no pretende llevar estos episodios de su vida deimparable promotora de la vida, ni como cicatrices ni comocondecoraciones... pero si una máquina contestadora puedeahorrarle algunos encuentros con ese mundo de mezquindad, abuena hora... Aunque eso haya influido en que fuerennecesarias seis semanas y más de 50 llamadas para ponerseen contacto con ella.

Una sobreviviente ante el Congreso"Mi nombre es Gianna Jessen. Tengo 19 años de edad. Soyoriginaria de California pero ahora vivo en la ciudad deFranklin, en Tennessee. Soy adoptada y sufro de PalasiaCerebral". Alguien dijo alguna vez que la escena que sirvió de marcopara estas palabras se prestaba para un remakecontemporáneo de "Daniel ante el Foso de los Leones". Unaexageración, sin duda, pero no una invención. La quehablaba era una Gianna Jessen que aparecía demasiadopequeña, demasiado leve frente al micrófono que amplificabasu voz -en la primavera de 1986- ante el Subcomité deConstitución del Congreso más poderoso del mundo en laciudad de Washington D.C.Pequeña, pero ni temblorosa ni insegura. Ya no era laGianna que a los 14 años acabó su presentación ante unComité similar en California temblando y al borde delllanto, en medio de las burlas vociferantes de uncontingente de abortistas, tal vez prometiéndose no volvermás a un estrado. Gianna sonaba ahora serena, firme y hastabromista, dispuesta a contar su increíble historia."Mi madre biológica tenía 17 años y 7 meses y medio deembarazo cuando decidió abortarme por el proceso deinyección salina. Yo soy la persona que ella abortó. Vivíen vez de morir", siguió el testimonio de Gianna ante elCongreso. ¿Cómo apretar una vida tan peculiar, tan llena desorprendentes giros, en una exposición de breves minutos?Eso es lo que Gianna intentaba hacer en el corto tiempo quele había concedido el Comité para que diera su testimonio.Un testimonio que, si producía el efecto deseado en loscongresistas, podía llevar a una legislación que salvara lavida de cientos de miles de niños en los vientres maternos."Mi madre estaba en la clínica y programaron el aborto alas 9 de la manaña -siguió Gianna con su relato-.Afortunadamente para mí, el abortista no estaba en laclínica al yo nacer a las 6 de la manaña del 6 de Abril de1977. Me apresuré. Estoy segura que si él hubiera estadoallí, yo no estaría aquí hoy, ya que su trabajo es terminarla vida, no sostenerla. Hay quien dice que soy un ‘abortofracasado’, el resultado de un trabajo mal hecho", dijoGianna.Una mujer confundida

Gianna, por razones de tiempo y de política, se veíaobligada a sintetizar al máximo su testimonio ante elcongreso, pero si hubiera podido contar todo con calma,hubiera relatado con todos sus detalles su conmovedora ysorprendente historia. Y es que la historia de Gianna, lahistoria de una vida con un final feliz, comienza con unlargo capítulo triste, sin el cual hoy sería imposiblecomprender su vida y su propio compromiso a favor de lavida: la historia de Tina. La vida de Tina, la madre biológica de Gianna, no sería hoyconocida si no fuera por la tenacidad de Jessica Shaver,una reportera pro-vida norteamericana que no quiso concluirla primera biografía de Gianna -un inspirador librotitulado "Gianna: Abortada… y vivió para contarlo" sincontar con todas las piezas del rompecabezas. Y para darcon la madre biológica de Gianna –la pieza clave que Shaverno quiso dejar de lado en su reconstrucción biográfica-, nodudó en contratar a un veterano investigador privado parareconstruir pacientemente la azarosa vida de la joven de 17años que en abril de 1977, confundida y aletargada, llegó auna ciudad de Los Angeles amenazadora e iridiscente parahacerse un aborto que, de haber concluido como estabaprevisto -y como concluyen la inmensa mayoría de losabortos- hoy nadie podría contar la historia de Gianna. Tras un paciente trabajo, y cuando parecía que eraimposible encontrar la aguja llamada Tina en la inmensidaddel pajar norteamericano, en marzo de 1992, el investigadorprivado se comunicó con Shaver para darle la buena noticia,a la que la periodista casi había renunciado: habíaencontrado a Tina. Más aún, no sólo la había hallado, sinoque actualmente estaba casada, recordaba todo lo acontecidoaquel día del aborto y tras algunos momentos de duda yconfusión, había aceptado llamar a Shaver y concertar unacita para aportar su propio lado, el lado faltante delinicio de la historia de Gianna y de las "razones" por lasque estuvo a punto de perder la vida. Pero la periodista sólo pudo escuchar la tremenda historiade Tina en abril de 1993, cuando ésta llamó a Shaver paradecirle, no sin temor, que se sentía lista para contar suhistoria.Ambas mujeres se encontraron en un restaurante de lapopular cadena Denny’s y en medio del provocativo olor de

patatas fritas, la oculta historia de Tina fue, poco apoco, saliendo a la luz

CASO 6: Bridget Hooker

Una casa en el campo de hongos

Para llegar a West Grove, una pequeña ciudad en el estadonorteamericano de Pennsylvania, hay que recorrer en cochepropio o en taxi –no hay transporte público– por lacarretera estatal Número 1 que pasa por las afueras dePhiladelphia rumbo al oeste.A los pocos minutos, los perfiles de la abigarrada y otroraelegante "Philie", la antigua capital norteamericana y cunade la independencia, ceden a la vista de una extensa yapacible llanura que parecería tomada de una secuencia de"La Pequeña Casa en la Pradera", la serie televisiva que enla década de los 70 popularizó a la Familia Ingalls. Allí, donde la carretera ondula en leves colinas, seencuentra la casa donde vive Bridget Hooker sin nada a lavista que no sea un prado donde crecen los famosos hongosde Pennsylvania, "los más sabrosos hongos del mundo", diceBridget en un español perfecto y casi sin acentonorteamericano.Los verdes ojos saltones y la risa fácil de esta aventureragraduada en lenguas extranjeras en la famosa Universidad deStanford, que ha recorrido el mundo como becaria enArgentina, luego como secretaria de la embajada del Perú enla ex Unión Soviética y como funcionaria de la embajadanorteamericana en Moscú, hacen difícil creer que ha sufridotanto en la vida, incluso desde el vientre materno, cuandosu madre intentó acabar con su vida varias veces. Y sin embargo, esa casa de la pradera rodeada de hongos, hasido testigo de las increíbles vicisitudes que Bridget y sufamilia han sobrellevado; pero no con una simpleresignación, sino como un camino de misteriosa pedagogíaque, al ser acogida, los ha convertido en un matrimonioejemplar, que está ayudando a muchos otros a comprender elmisterio de la vida humana y el verdadero sentido redentordel sufrimiento… cuando éste se contempla a la luz de laesperanza.Una pelea por teléfono

A Bridget no se le había pasado nunca por la cabeza que lahabían intentado abortar cuando se encontraba en el vientrematerno. Y aunque de niña presentaba los temores y fobiascomunes en los niños que han sobrevivido a un aborto, jamásse le había ocurrido pensar que éstos tenían como raíz sudramática llegada al mundo. Quizás la entonces sobresaliente estudiante jamás sehubiera enterado de que era una sobreviviente del aborto sino fuera por el inesperado desenlace de una de lasfrecuentes –y brutales– peleas telefónicas entre sus padresdivorciados. En una de aquellas incontables ocasiones, cuando Bridgettenía 18 años, su padre al otro lado de la línea decidió"demostrarle" cuán "perversa" era su madre –en eltristemente clásico esquema de divorciado de volver a loshijos contra el excónyuge– haciéndole una revelación: "tumadre cometió un aborto, pese a que como católica, sabíaque era algo muy malo". El mensaje era claro: tu madre esmala y es una "falsa" católica. El padre sabía que tocabaun punto sensible: desde pequeña, Bridget siempre habíamostrado una marcada sensibilidad religiosa y una cercaníaestrecha a la vida de la Iglesia en la que había sidobautizada. Consciente de la importancia que el ser católicotenía en la vida de Bridget, el comentario del enardecidopadre equivalía nada menos que a un torpedo en la línea deflotación de la imagen materna.Bridget estaba acostumbrada a la relación disfuncionalentre sus padres, que se habían divorciado cuando ellatenía ocho años, pero que a pesar de la violentaseparación, en vez de distanciarse e ignorarse –comocualquiera esperaría– se seguían viendo y llamando porteléfono con la excusa de coordinar detalles de los hijos,pero en la mayoría de ocasiones para agredirse y pelearásperamente. "Fue un divorcio muy amargo y aún hoy, lamentablemente, mispadres siguen siendo enemigos brutales, aunque no peleencomo antes", dice Bridget, que en 1999 cumplió 34 años.Sin embargo, esa llamada por teléfono, que nuevamente latenía a ella en el medio de una batalla verbal, no era "másde lo mismo". La información la dejó totalmente sorprendiday, por unos segundos, totalmente muda.

"La revelación de mi padre me sorprendió mucho y después deuna pausa, le pregunté como si no hubiera entendido:¿cómo?"."Sí, es verdad", contestó su padre. "Tu mamá tuvo un abortocuando tenías 4 años. Pregúntale a ella". Bridget no recuerda si colgó el teléfono o simplemente dejóel auricular, pero recuerda que entre asustada ysorprendida, fue corriendo donde se encontraba su madre,para preguntarle si es que era cierto lo que el padre lehabía dicho. Su madre abrió primero unos enormes ojos y luego, pasandoviolentamente de la sorpresa al dolor, rompió en un llantoimparable y le confesó que era verdad. Hablando entrecortadamente, le confesó: "Cuando tú teníasalgunos años, tu papá me obligó a ir a tener un aborto enNueva York, porque vivíamos en Chicago y en Chicago en esaépoca el aborto era ilegal", relató la madre, entrelágrimas. También le contó, profundamente dolida, que había pensadoque, abortando, tal como le pedía el esposo, ella salvaríaun matrimonio que ya venía naufragando desde hacía algunosaños, pese a un auspicioso noviazgo que nunca habría hechopronosticar el final. Bridget se mostró comprensiva y acogedora –en últimainstancia, ya no era una niña–, pero no podía dejar depensar en el hecho de que un aborto había puesto fin a lavida de un eventual hermanito o hermanita menor."Yo siempre le digo a los jóvenes que mi mamá pensaba quecon el aborto lograría salvar un matrimonio que ya ibamal", dice Bridget, recordando aquella conversación, "perolo curioso es que ella siempre me dice que después de eseaborto se dio cuenta que ya no había ningún futuro paraellos y para su relación de esposos". Lo que parecía unasolución, terminó siendo, así, el puntillazo de muerte delmatrimonio. Los recuerdos de Marlene, la madre de Bridget, del episodiode aquel aborto eran terribles, y se reflejaron aquel díade la confesión a su hija. Entre sollozos le contó cómotenía aún en la memoria el episodio. Estaba sola, asustaday aturdida, y sangraba tan profusamente que la hemorragiaconsecuencia de la operación mal realizada casi le cuestala vida.

Marlene le relató también que, justo antes de subir alavión para ir a Nueva York, donde le realizarían el aborto,llamó a su propio padre y le dijo: "mi esposo me dice quetenga un aborto, ¿lo hago?". El propósito de la llamada eraevidente. Como una mujer inerme arrastrado a un abismo,buscaba una rama psicológica, alguna saliente afectiva dela cual asirse para no caer. Pero no la encontró. Su propiopadre le dijo: "bueno está bien, es algo fácil". Y Marlenetomó el avión que la llevaría al callejón sin salida."Fue evidente para mí que ella no lo hubiera hecho de noser por la presión de mi papá y también comprendí que lohizo pensado que la iba a ayudar en su matrimonio, porqueese tipo de decisiones no eran parte del carácter de mimadre", comenta hoy Bridget. Ese mismo día –el día en que Marlene confesó el aborto aBridget–, madre e hija hablaron por mucho tiempo, en untono cada vez más calmado. Y fue allí cuando la madredecidió confesarle algo más, que resultaría aún mássorprendente y chocante para Bridget, pues se refería aella directamente. "Mi madre me confesó que, cuando estabaembarazada esperándome a mí, mi papá también estaba muyenojado con su embarazo, y esa fue la primera vez en que lahabía obligado a abortar". Marlene, después de algunostímidos intentos, cedió a la presión, y decidió someterse aun aborto para eliminar la vida de Bridget cuando reciéncomenzaba en el vientre. Un hombre solitario y celosoPero para comprender lo desconcertante de ese dolorosoepisodio, Bridget dice que es necesario volver atrás, yconocer la historia de sus padres. El Padre de Bridget, Peter Hylak, –que hoy es un buen amigode ella– era un hombre de una vida disciplinada, dura ysolitaria, que había estudiado durante 6 años ingenieríaquímica en su natal Chicago, con excelentes calificacionesy un rendimiento sobresaliente. Era un "alumno modelo",pero a la vez, el típico estudiante solitario eintrovertido.Según relata Bridget, Peter posiblemente encontró en elestudio un refugio frente a la realidad de una familia nounida, de padres trabajadores y poco comunicativos, en elque incluso la madre estaba siempre ausente, en el trabajo.

"Según mi padre –relata Bridget– cuando él llegaba de laescuela, incluso de niño, no había nadie que estuviera encasa para recibirlo. Él incluso tenía llave para entrarsolo, hacerse o servirse su propia comida y ocuparse dediversas cosas domésticas como si en realidad vivieratotalmente solo". La familia materna de Bridget, en cambio, era diferente,casi podría decirse que lo opuesto. En efecto, la abuelamaterna era una persona sensible, amorosa y acogedora.Cuando Marlene conoció a Peter y comenzó con él unarelación de enamorados, la cálida familia de su madre loacogió plenamente en el seno familiar. "Mi padre alguna vezme confesó que sintió que por primera vez en su vida teníauna mamá al conocer a mi abuela", dice Bridget. "Hace algúntiempo me dijo que, pensando retrospectivamente, él creeque tal vez se enamoró más de la familia que de mi mamá,porque él tenía una vida totalmente opuesta, muy solitaria,con mucho éxito en los estudios pero sin amigos. Y eso deno tener amigos lo conserva incluso hoy", explica. Y este hombre solitario que se sentía feliz al descubrirsepor primera vez acogido en el seno de una familia, seembarcó entusiasmado en el matrimonio, y con un entusiasmoaún mayor, acogió el nacimiento de su primer hijo. Sin embargo, una suerte de patología inesperada, algunamezquindad oculta, afloró casi inmediatamente: la alegríase transformó en irritación y el entusiasmo en malhumor, enla medida en que Peter veía que la atención y el tiempo desu esposa se dividían para atender al recién nacido. "Creoque se puso celoso de mi hermano recién nacido, aunque nosé exactamente qué pasó", dice Bridget, que siemprereflexiona extensamente sobre las dificultades que enfrentala mujer durante el embarazo y tras el parto; y sobre loimportante que es que el esposo, en vez de encerrarse en símismo, contemple esta compleja dinámica y aporte aresolverla con generosidad. "Hoy –dice Bridget– mi esposo me da mucho apoyo con mishijos, y el apoyo de un esposo durante el embarazo ydespués del parto es algo fundamental, porque se trata deun momento ciertamente hermoso, pero cargado de muchascosas nuevas y de muchas dificultades", agrega."Los nueve meses de embarazo, especialmente la primera vez,cuando ves que tu cuerpo tiene tantos cambios, me han

llevado a decir de broma que si yo pudiera prestarle miembarazo a otra persona y esperar los 9 meses hasta queviniera el bebé, lo haría con gusto", dice Bridget con unasonrisa, comentando así el período que le tocó atravesar asu madre y que probablemente Peter no fue capaz decomprender en aquel momento.

LA ETICA Y EL ABORTO

En este trabajo mi objetivo es justificar la elección, parauna mujer, de recurrir a un aborto voluntario, con base enrazones morales. En primer lugar explico brevemente elsignificado de "razones morales", enseguida expreso unaformulación ética y termino refiriéndome a los derechoshumanos de las mujeres producto del movimiento feminista.

- LA ÉTICA

Referirse a las razones morales significa analizar unaacción desde la perspectiva de la ética práctica, lareflexión filosófica sobre la moralidad vigente. Estasrazones fundamentales se determinan con base en los valoreso intereses personales que se prefieran. La reflexiónfilosófica analiza la legitimidad de la decisión moral,enmarcada en un sistema de creencias y jerarquíasaxiológicas. El principio básico que subyace a la razónpráctica es que la persona posee el derecho de determi-nación sobre sus decisiones morales, derecho que la consti-tuye como persona.

El análisis filosófico legitima o no la decisión moral encuestión. Los pasos de tal legitimación son los siguientes:el primero es la consideración de los aspectos del lenguajede la formulación de la decisión, para lograr mayorneutralidad en el uso de los conceptos y evitar caer endiscusiones meramente semánticas.

Consideremos dos posibles formulaciones de una decisiónmoral de abortar. "Mujer que interrumpe un embarazo nodeseado" vs. "madre que asesina a su hijo no nacido". Ladiscusión semántica sería, por ejemplo, argumentar si elhecho en cuestión se trata de dar muerte, cometer unasesinato o someterse a una interrupción voluntaria deembarazo. En términos de mayor neutralidad afirmamos que elaborto voluntario significa la interrupción artificial deun embarazo no deseado, por razones morales. El segundopaso es considerar la validez de las razones morales conbase en la reflexión de la razón práctica. Las razonesmorales que legitimen el aborto voluntario en los embarazosno deseados pueden ser:

1. por ser el embarazo producto de una violación2. por fallas en el uso de anticonceptivos3. por conocimiento verificado de malformaciones irrever-sibles del producto4. por incapacidad moral y psicológica de la mujer paraenfrentar un embarazo no deseado

En todos los casos la razón fundante es el punto 4. Porrazón moral queremos indicar que se asume una incapacidadhumana de enfrentar un evento para el cual no se estápreparada moral y psicológicamente. Moral, porque se esincapaz de conferir el valor que corresponde al productodel embarazo como ser humano, y psicológicamente, por laincapacidad de enfrentar el sufrimiento concomitante a unnacimiento no deseado.

Los seres humanos somos seres constitutivamente morales, esdecir, libres y dignos. Libres porque poseemos la capacidadde elegir nuestra conducta con base en razones; para elcaso que nos ocupa, razones de la 1 a la 4. Dignos, porqueelegimos con base en valores que confieren sentido anuestra existencia. Nuestra dignidad se construye con baseen las decisiones morales valiosas. Nadie nos da ni nosquita dignidad más que nosotras mismas. Esto se encierra enla expresión de Sócrates: "Nadie daña a la persona debien". Lo único que nos daña o nos confiere dignidad sonnuestras propias acciones libremente asumidas.

Siguiendo con el análisis filosófico, es necesario conside-rar la expresión "producto del embarazo". El producto de unembarazo humano es obviamente un ser humano, genéticamentetal a partir de la concepción, como puede ya comprobarseempíricamente. En este momento del análisis convieneformular la cuestión: ¿es moralmente válido para una mujereliminar a un ser humano en un embarazo no deseado, conbase en su incapacidad moral y psicológica de enfrentar talembarazo?

En el caso de contestar negativamente, se cree que taldecisión sólo puede ser legitimada por la autoridadreligiosa o civil de su comunidad. Si se acepta fundante

esta última razón, no se considera que una mujer seapersona con la capacidad y el derecho de tomar decisionesmorales sobre su cuerpo y el producto de éste, todo lo quele confiere su posición de ser humano moral, libre y digno,es decir, de ser persona que elige su existencia con baseen sus valores y creencias y que está dispuesta a aceptarla responsabilidad de tales decisiones.

- LA EXCLUSIÓN FEMENINA

Si a una mujer se le priva de su derecho de separar susexualidad de la procreación, es una esclava de susmaternidades. Tal como el caso de las esclavas africanas delas plantaciones sureñas estadounidenses y las indígenasmexicanas en el tiempo de la conquista española. Su cuerpono le pertenece, y si no somos dueñas de nuestro cuerpo ¿dequé somos dueñas?

Dado que su cuerpo no le pertenece, por tanto el himen delas hijas es el capital simbólico de la familia patriarcal.El padre "entrega" o vende a las hijas cuando le convieneeconómicamente el intercambio. Una vez unida a ese hombre,él pasa a ser el dueño del cuerpo de la mujer (Bourdieu,2000).

- LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES

La maternidad voluntaria confiere a las mujeres el derechoa la sexualidad, los deseos, el erotismo y el placer. Latesis básica de esta comunicación es la siguiente:Las mujeres tienen el derecho, como personas, de disponerlibremente y sin coacción de su propio cuerpo y de suafectividad, de acuerdo con una previsión inteligente einformada de las consecuencias de su acción.

Indudablemente que la conciencia moral puede equivocarse.Es por ello importante educar moralmente a las personas,para no caer en lo que Jean Paúl Sartre llama "la mala fe",es decir, culpar a otras(os) de las propias decisionesmorales.

Las razones válidas, como apuntamos arriba, se fundamentanen la propia jerarquía de valores asumida conscientemente,además de que la persona se responsabiliza de lasconsecuencias de la propia decisión moral.

En nuestro país, las causales aceptadas para llevar a caboun aborto voluntario varían de acuerdo con el código legalde los estados. Unos más estrictos que otros.

Las feministas hemos luchado desde los años 70 para li-beralizar la reglamentación del aborto; hemos tenido avan-ces y a veces retrocesos, de acuerdo con los partidospolíticos dominantes. Sabemos que el dilema ético que aquíse enfrenta es respecto de la ética institucional y laética personal. También sabemos que todas las madres somosmadres solteras, estemos casadas o no. Nosotras nos hacemoscargo de la infancia en el presente estado de cosas. Envista de ello, nos toca a nosotras tomar la decisión decontinuar o terminar un embarazo no deseado.

La legalización del aborto en México significa que el Es-tado asume su responsabilidad de atender las necesidades dela población con base en el reconocimiento de los derechoshumanos; en el caso a discusión, los derechos humanos delas mujeres, básicamente la posesión de su cuerpo.

Se argumentan posiciones religiosas y metafísicas en contrade conceder tal derecho, por ejemplo, que el producto es unser humano o que el alma adviene al cuerpo del producto enun determinado momento. Por ejemplo, Santo Tomás aceptabael aborto en los primeros meses, dado que tenía la creenciade que el alma humana no se originaba con el cuerpo. Loscreacionistas, por el contrario, pensaban que desde lacreación del ser humano éste ya posee alma.

Yo pienso, como dije al principio, que la legalización delaborto deseado con base en las razones aducidas es eliceberg de la exclusión femenina. Se trata no tanto degarantizar que todo embarazo, deseado o no, llegue a sutérmino, sino más bien de asumir el control del placererótico femenino, porque creo, como Lezek Kolakowski, que"el que controla tu placer te controla a ti". Y ésta es la

forma básica de control para el cuerpo femenino: unirirremediablemente el placer erótico femenino a laprocreación.

Este artículo tiene por objetivo introducir y someter adiscusión un aspecto generalmente omitido por completo enlos debates más o menos ilustrados acerca de lapenalización o despenalización del aborto, situación quellamó poderosamente nuestra atención, ya que se trata de unargumento que, sin lugar a dudas, está presente en elimaginario social y en las apreciaciones de sentido comúnmás inmediatas y evidentes, al menos dentro de los paísesen vías de desarrollo, acosados por el flagelo de lapobreza y la exclusión social. Sin embargo, no es comúnrecurrir a él en los debates académicos o jurídicos.  El argumento al que apelaré puede haber sido desatendidopor dichos sectores en la medida en que no se funda en unacuestión de “principios”, sino que adquiere su peso apartir de la constatación de una realidad fáctica, cada vezmás cercana y abrumadora. De allí que el “paradigma ético”al que apelaremos, en la medida en que puedeproporcionarnos una justificación filosófica de laimportancia de tomar en cuenta seriamente este argumento,será aquel que propone el filósofo y especialista en temasbioéticos Peter Singer.  Este adopta una posición fundada en el utilitarismo oconsecuencialismo y la aplica al conflicto entre dos tiposde valores que a menudo aparecen como irreconciliables: elvalor de la vida, defendido de modo incondicional por latradición judeo-cristiana, y el valor de la calidad devida, entendida como la permanente búsqueda de bienestar yalejamiento del dolor, que de ningún modo se agota en lamera satisfacción de necesidades biológicas o en laconservación de signos vitales.  Los defensores de la “santidad de la vida humana” adoptaránuna postura deontológica según la cual la vida, que seextiende desde el momento de la concepción hasta el de lamuerte natural, es un bien en sí mismo y como tal merece

nuestro absoluto e incondicional respeto, lo cual implicaque ningún otro ser humano, bajo ninguna circunstancia, tiene derecho a ponerle fin intencionadamente, o a impedirsu actualización (en el caso de se considere al feto humanocomo una persona en sentido “potencial” y no actual). Deallí que desde esta postura no se admitan en ningún casoprácticas abortivas ni eutanásicas.  Los partidarios de tomar en consideración de modo esencialla variable “calidad de vida”, en cambio, adoptarán unaposición consecuencialista, según la cual el valor de unadecisión moral debe estar dado por las consecuencias queacarrea a las personas directamente implicadas, en términosde beneficios -incrementar el placer- y perjuicios -evitarel dolor-. En consecuencia, se inclinarán por una posiciónsituacionista, en virtud de la cual sería razonable atendera las particularidades de cada caso en lugar deproporcionar recetas universalmente válidas para serutilizadas indistintamente en cualquier situación.     Aplicada a la cuestión relativa a las decisiones acercade la vida y la muerte, esta posición parte delreconocimiento explícito de que la vara  con la cualjuzgamos el valor de cada vida humana varía en función dediversos criterios, y que un criterio legítimamente éticoal que debemos apelar (y de hecho apelamos) es nuestraconsideración acerca de la calidad de vida (o lo quecomúnmente entendemos por “vida digna”). Ahora bien, nos resulta un tanto llamativo el hecho de quetanto los defensores del aborto, quienes por lo generalapelan a argumentos consecuencialistas, como susdetractores, quienes suelen sostener en la mayor parte delos casos posiciones deontologistas, dan por supuesta laexistencia de un conflicto de intereses básico entre lamadre y el feto, en virtud del cual siempre el beneficio deuno acarrea el perjuicio del otro, y a la inversa. De estemodo, ambas posiciones suelen coincidir en que laprohibición del aborto acarrea un beneficio para el feto,pero un perjuicio para la madre; mientras que su permisiónimplica un beneficio para la madre y un perjuicio para elfeto.

 Entre los perjuicios ocasionados a la madre suelenmencionarse el hecho de coartar su libertad de elección alobligarla a asumir una responsabilidad no deseada yeventualmente poner en peligro su integridad física, susposibilidades laborales o de desarrollo personal, etc.dependiendo de cual sea el caso o la clase social de que setrate. En cuanto al feto, se entiende que se le concede unbeneficio cuando se le otorga el derecho de acceder a lavida, y un perjuicio cuando se le coarta dicho derecho. Esen este punto en el que quiero detenerme. Es sabido que las normas que nos autoimpartimos se fundan asu vez en valores, de allí que nuestra consideraciónuniversal del derecho a la vida en tanto norma fundamentalse funde sin duda en nuestra elevada estimación de la vida,a la que percibimos también como un valor supremo. Sinembargo, una cosa es considerar a la vida como un derechoinalienable, derecho que nadie puede tener la atribución deviolar; y otra cosa es valorar universalmente la vida comoun bien en sí mismo, es decir, como algo que vale la penaen todos los casos, puesto que siempre acarrea un beneficioa su portador, cualquiera sea la circunstancia o lascondiciones en las que viva. Mientras que desde el punto devista normativo resulta completamente lícito y razonable(tanto en el terreno jurídico como en el ético) respetar yproteger el derecho a la vida de cualquier ser humano, esun hecho que en el plano de nuestras valoraciones noconsideramos a toda vida como igualmente “buena”, en elsentido de digna de ser vivida.  A modo de ejemplo, podríamos traer a colación el reciente yresonado caso de Terri Schiavo, como tantos otros de sutipo. La decisión de privar de agua y alimentos  a dichamujer con el fin de acabar deliberadamente con suexistencia estaría violando el mandato universal según elcual debemos respetar incondicionalmente la vida decualquier ser humano inocente, pero dicha trasgresiónadquiere su fundamento en nuestra valoración de la vida deTerri como carente de sentido, en la medida en que la jovenes, en apariencia, incapaz de experimentar estadoconsciente alguno, con lo cual su acceso al cúmulo de

experiencias específicamente humanas, tales como laposibilidad de sentir placer o dolor, de tener un proyectode vida, etc. le estaría vedado. Y aun cuando de hechoexperimentara algún tipo de sensación, esto probablementeno nos impediría seguir juzgando su vida como indigna deser vivida.   Este ejemplo nos permite ilustrar la circunstancia de quesólo entendemos por “vidas dignas” aquellas capaces desatisfacer un gran cúmulo de necesidades, que van desde losinstintos de supervivencia más elementales, hasta factorespsicoafectivos complejos. La excesiva complejidad yespecificidad del aparato psíquico humano nos lleva a nocontentarnos con la mera conservación biológica de la vidacomo meta final. Nuestra verdadera meta es el “buen vivir”,entendiendo por tal la búsqueda del placer y la evitacióndel dolor, o, dicho en términos más humanos, la búsqueda dela felicidad. ¿Hay alguna persona a la que no le intereseser feliz, o al menos vivir dignamente?  De allí que, mientras la mayoría de las posiciones éticasestarán de acuerdo con la validez universal del derecho ala vida, son pocas las concepciones (entre las que podemoscitar la tradición eclesiástica y la filosofía kantiana,ambas defensoras de posiciones deontologistas) queconsideran además la vida como un deber, es decir, quecontemplan el vivir como una obligación moral, cuyo nocumplimiento debe ser objeto de condena (Aunque sueneparadójico, durante la edad media el suicidio estabaprohibido y era castigado con la pena de muerte. Incluso enla Argentina el Código Penal contempla una sanción para elintento fallido de suicidio).  La relativa aceptación de prácticas como el suicidio y laeutanasia son formas de legitimar la creencia de que, sibien todos tenemos derecho a vivir, nadie tiene el deber dehacerlo si considera que su vida bajo las condicionesactuales no es digna de ser vivida, o bien si tenemosrazones de mucho peso para aplicar dicha consideración aseres humanos incapaces de ejercer su propia autonomía. 

Ahora bien, dado que el criterio de la calidad de vida sólopuede ser aplicado a la valoración o evaluación de vidasefectivamente existentes, pues en apariencia sólo nos eslícito emitir juicios con algún grado de corrección acercade lo que es o existe y no acerca de lo que aun no existe,la pregunta que pretendo formular aquí es la siguiente ¿eslícito tomar decisiones  fundadas en el criterio de unaposible calidad de vida futura, aplicadas  a los fetos entanto individuos potencialmente existentes?  En los hechos, los únicos casos en los que se aplicaefectivamente tal criterio son aquellos en los que sedetecta algún tipo de malformación genética o problema enel embarazo que permite predecir de modo casideterminístico una discapacidad grave que impedirá al niñollevar una vida normal, pero en tal caso la predicciónsuele no dejar lugar a dudas, de modo tal que la evaluaciónde la futura calidad de vida de ese niño puede ser encierto modo equiparada con la evaluación de la calidad devida de un sujeto existente que padezca la mismaenfermedad. Lo que pretendo aquí es evaluar si en algunamedida sería legítimo aplicar esta consideración, fundadaen predicciones acerca de la posible calidad de vida futuradel feto, cuando la misma  no se basa en cuestionesgenéticas sino ambientales.  En otras palabras, teniendo en cuenta el contexto social enel que vivimos, signado por la marginalidad y la pobrezaextrema, con todos los flagelos que suelen acompañarla(desnutrición explotación infantil, violencia familiar,excesiva negligencia y falta de contención paterna,adicciones, delincuencia, etc.), la inquietud es si cabeplantearse seriamente la legitimidad ética de lainterrupción de embarazos teniendo en la mira el“beneficio” o mejor dicho, el intento de evitar unperjuicio mayor al hijo por nacer. Me resulta enormementellamativo que el grueso de los argumentos abortistas (almenos los que están circulando mayoritariamente en laactualidad, sobre todo a través de los medios) insistasiempre en el beneficio que el aborto acarrearía a lamadre, mientras que la cuestión de “proteger” al niño defuturas condiciones de vida indignas por lo general no es

usada como argumento, cuando no me cabe la menor duda deque dichas consideraciones están “en la cabeza” de lamayoría de la gente.  Este hecho me obliga a pensar si mialegato es efectivamente sostenible desde el punto de vistafilosófico. En principio, advierto que contiene dos tiposde problemas, los cuales pueden ser formulados mediante lassiguientes preguntas:  1. ¿Es lícito suponer que estamos “beneficiando” a alguien-lo que en este caso debe entenderse en el sentido de“evitándole un mal mayor”- al impedirle su acceso a laexistencia, siendo que quien no accede a la posesión de unavida no puede literalmente ni beneficiarse ni perjudicarse,pues simplemente no existe?  Dicho de otro modo, no es posible afirmar que el no vivirnos beneficia en el sentido de incrementar nuestro placer obienestar, puesto que quien no está vivo nada puede sentir.Pero tal vez sí sea posible afirmar que el no vivirevitaría el sufrimiento o dolor de una persona, de modo talque podemos valorar su no existencia, lo que implicaausencia total de sensaciones y estados conscientes,   comoun mal menor si se la compara con una posible existenciamiserable.  Tales comparaciones axiológicas entre vida indigna yausencia de vida parecen ser más claras y plausibles en elcaso del suicidio o la eutanasia. Si bien el argumento deque una persona “va a estar mejor muerta” entraña ciertafalacia, puesto que quien no está vivo no puede estar nibien ni mal (en buenas cuentas lo que se está confrontandono son dos estados  físicos y anímicos diferentes, sino unestado existencial determinado con la ausencia de estadoalguno) en los casos de suicidio o eutanasia estamoscomparando una existencia real y efectiva, que deja pocas oninguna duda acerca de sus características, con unasituación proyectada en la que desaparecerá la vivenciapresente de ese sufrimiento.  Aplicado al aborto, en cambio, lo que se está comparando esla no-vida del niño (en caso de evitarla interrumpiendo el

embarazo) no con una situación existente sino con lasuposición virtual de que su  vida futura sería para élpeor que la no existencia.   Y esto nos remite al problemasiguiente: 1. ¿Es fácticamente posible –por un lado- y éticamentelícito –por el otro-, predecir de un modo cuasi-determinístico las condiciones de vida futuras de ciertosniños en función del contexto social en el cual seinsertarán? ¿Semejante predicción podría oficiar decondición necesaria y suficiente para tomar una decisióntan drástica como la de interrumpir una vida? Tal vez estas objeciones sean en el fondo insalvables, deallí que probablemente sean muy pocos los que se atrevandesde el terreno filosófico-jurídico a poner abiertamentede manifiesto tales cuestiones, pese a que sin duda muchospensemos en ellas.  Peter Singer es un ferviente defensor del criterio de lacalidad de vida, y reflexionó profundamente sobre estostemas desde una perspectiva filosófica, pero ni siquiera élabordó dicha noción aplicada al pronóstico de las futurascondiciones ambientales de un niño por nacer. Sólo tuvo encuenta la predicción de enfermedades fatales basada enestudios genéticos, evaluación fundada, por lo tanto, enparámetros exclusivamente médicos. Es probable que esto enparte obedezca al contexto social de pertenencia de dichopensador, quien al estar inserto en un entorno de "primermundo", no asocia primariamente la calidad de vida afactores socio-económicos, de escasa gravitación en supaís, sino a problemas de salud. Pero es posible tambiénque haya advertido la imposibilidad de principio de juzgarde antemano, sin margen de error, la posible calidad devida futura de un niño sobre la base de las condicionespresentes en su entorno inmediato. Otra objeción evidente que debe sumarse a las anteriores, yque torna tan polémicas mis afirmaciones, es la de quenuestro deber moral es procurar cambiar el mundo a fin demodificar las indignas condiciones de vida de millones deniños, en lugar impedir su nacimiento. Por otra parte, mis

argumentos son perfectamente razonables si se orientan afomentar la anticoncepción, la planificación familiar y laprocreación responsable, pero ¿es posible valerse de losmismos para justificar algunos casos de aborto?         Si bien reconozco que mi planteo parece no sostenersedesde el punto de vista filosófico, al hacer agua en muchosaspectos, cabe recordar que al reflexionar sobre estascuestiones no nos situamos en el plano de la meraespeculación teórica, sino en el de la apremiante necesidadde intervenir en el terreno de la práctica, tomando lasdecisiones “menos peores posibles” en el marco desituaciones reales intrínsecamente problemáticas que enningún caso admiten soluciones ideales o carentes dedesventajas y conflictos. Allí reside justamente lanaturaleza de la Bioética, con el extenso e interminabledebate que promueve: si nos resulta tan difícil y engorrosotomar decisiones en estos terrenos es porque sabemos deantemano que nos enfrentamos ante situaciones límites enlas cuales no hay ni habrá nunca una “solución ideal”, queacarree todos los beneficios y ningún perjuicio para todoslos actores involucrados en el asunto.

Una de las principales tensiones que gravitan en torno deestas decisiones, y que aparece claramente manifiesta en elcaso del problema que estamos abordando, es la que seproduce entre el “ser” y el “deber ser”, es decir, entreaquello que consideramos  correcto y apropiado en sí mismo,y los datos de la realidad que por lo general se presentancomo abrumadoramente distantes de nuestro ideal de mundo.En el marco de este “tironeo”, la ética propuesta por PeterSinger, y la defendida en términos generales por la mayoríade los partidarios de la despenalización del aborto (almenos en ciertos casos) supone que quien se empeña  ensostener incondicionalmente determinados preceptos ignorando por completo los datos de la realidad, padece deuna especie de ceguera o necedad moral, puesto que ladefensa de dichos preceptos conduce en última instancia ala toma de decisiones prácticas que ocasionan muchos másperjuicios que beneficios a la mayoría de los sujetosinvolucrados.  

Las réplicas pro-abortistas cargaron todas las tintas enlos perjuicios e inconvenientes que acarrea a la mujer unembarazo no deseado ni planificado. Sin entrar en detallessobre estos aspectos, cabe señalar que sus posturas, defuerte raigambre "feminista", no carecen  de justificativo,ya que adquieren su sustento en la condición históricamentedesfavorable de la mujer, pero aun así siguen siendoargumentos fundados en motivaciones egoístas, ya queanteponen el valor de la libertad de elección de la madre(teniendo como mira el beneficio que esta libertad puedereportarle)  al valor de la vida del feto, cuyo beneficio operjuicio pasa a segundo plano o no es directamente tomadoen cuenta.  La diferencia entre estos alegatos y el que yo propongoreside en que en este último la decisión de abortar sefundaría, siguiendo el mismo criterio que inspira a lasprácticas eutanásicas, en motivaciones altruistas, y, porlo tanto, éticas, ya que lo que se tendría en la mira es elbeneficio del futuro niño más que el beneficio de la madreo la comunidad. Este argumento no se centra entonces ni enlos intereses de los padres y las familias, ni en losintereses planetarios de frenar la explosión demográfica,ni en los intereses del Estado de evitar el crecimiento dela población marginal a fin de reducir los gastos enpolíticas sociales, sino que procura centrarseexclusivamente en los intereses del feto por nacer.    Si esta afirmación suena paradójica y hasta irónica;abramos los ojos a la realidad, práctica que se nos imponeen mayor o menor medida, dado que dicha realidad nos afectahoy en día directa o indirectamente a todos. Pensemos en elhipotético caso de un Juancito cualquiera. Nace encondiciones sépticas y precarias, hijo de una niña violadapor su padre borracho y golpeador. Padece desnutrición yenfermedades infecciosas, producto del hacinamiento, faltade higiene y abandono. Sufre castigos físicos, se veobligado a escapar, termina viviendo en la calle dondeconoce las adicciones y la delincuencia, alternareformatorios donde sigue aprendiendo de maltrato ycorrupción, y así hasta que muere a corta edad víctima deun tiroteo con la policía, del hambre, del frío o de

cualquier otra causa por el estilo. Luego de conocer suhistoria ¿no es una actitud natural y lógica preguntarnosqué sentido tuvo la vida de ese niño? ¿No surgeespontáneamente el pensamiento de que se le hubiera hechoun favor al impedir que naciera?  La descripción parece ungolpe bajo, pero ¿tenemos idea de cuantos Juancitos hayactualmente en el mundo?¿Tenemos idea de cuántos niños enel mundo son vendidos como esclavos, obligados aprostituirse o a realizar trabajos forzados, cuántos sonvíctimas del SIDA, cuántos son refugiados de guerra?  Insisto en que no estoy queriendo decir que el aborto seala solución a estos problemas, es evidente que nuestralabor es reclamar hasta el cansancio el respeto por losderechos del niño, pero siendo francos ¿qué perspectivasexisten a corto plazo de solucionar los gravísimosproblemas sociales responsables de esta infanciacompletamente desprotegida, generación que en el futuroestará a cargo de regir los destinos de la humanidad?Resulta paradójico que, mientras en aquellos países capacesde garantizar un futuro digno a las nuevas generaciones enrazón de su elevado nivel socio-económico la natalidad sehaya reducido a niveles extremos; en los países más pobresel número de nacimientos sigue aumentando en proporcionesdesmesuradas, y dicha explosión demográfica afectajustamente a los sectores más postergados  de la sociedad.   Por otra parte, este artículo está inspirado también en lanecesidad de ampliar cualitativamente la noción de “calidadde vida” propuesta por Singer, a fin de analizar susmúltiples alcances, de modo tal que la misma no quedereducida, o bien a cuestiones de salud (aspecto en el queinsiste primordialmente el autor), o bien a la merasatisfacción de necesidades materiales básicas. Lo que sedefendió aquí es que un acercamiento humano y directo a larealidad de quienes sufren, en lugar de las fríasestadísticas, nos revela que “no sólo de pan vive elhombre”. Por el contrario, la constitución de unapersonalidad psicoafectivamente sana, equilibrada y feliz,requiere de la confluencia de una enorme suma de factores.  

A menudo se trivializa el problema suponiendo que conevitar la desnutrición infantil garantizando laalimentación básica estamos salvando  el futuro de losniños, y nos olvidamos de las múltiples y complejasnecesidades psicológicas y emocionales de seres tandesvalidos e incompletos: necesidad de afecto y contenciónpaterna, de cuidados específicos para preservar su salud,de un ambiente libre de violencia física y simbólica, delresguardo de su inocencia mediante el no sometimiento asituaciones que su mente infantil no está en condiciones de“digerir”, de educación, de recreación, de no tener queasumir responsabilidades laborales adultas, de nodiscriminación ni marginación social, etc. La DeclaraciónUniversal de los Derechos del Niño constituye una expresiónaproximada de los múltiples factores que cabe tomar enconsideración a fín de garantizar la estabilidad emocionaldel niño, esencial para poder hablar de una calidad de vidadigna en el marco del carácter extremadamente evolucionadoy complejo de la especie humana.  - ARGUMENTOS A FAVOR Y EN CONTRA DEL ABORTO

Hay muchos argumentos que se han difundido insistentemente,especialmente en aquellos países donde, con cualquiermotivo, intentan buscar la legalización del aborto oampliarlo allí donde ya se ha legalizado alguna de susformas.

Es inhumano no legalizar el "aborto terapéutico" que debería realizarsecuando el embarazo pone a la mujer en peligro de muerte o de un malgrave y permanente

La Verdad: En este caso el término "terapéutico" esutilizado con el fin de confundir. "terapia" significacurar y en este caso el aborto no cura nada. Actualmente,la ciencia médica garantiza que prácticamente no haycircunstancias en la cual se deba optar ente la vida de lamadre o la del hijo. Ese conflicto pertenece a la historiade la obstetricia. Ya en 1951, el Congreso de Cirujanos delAmerican College dijo que "todo el que hace un abortoterapéutico o ignora los métodos modernos para tratar lascomplicaciones de un embarazo o no quiere tomarse el tiempo

para usarlos" . El temido caso de los embarazos "ectópicos"o que progresan fuera del útero materno están siendomanejados médicamente cada vez con mayor facilidad. porotro lado, el código de ética médica señala que en el casode complicaciones en el embarazo deben hacerse losesfuerzos proporcionados para salvar a madre e hijo y nuncatener como salida la muerte premeditada de uno de ellos.

Es brutal e inhumano permitir que una mujer tenga el hijo producto deuna violación, por ello, para estos casos, debería legalizarse el abortollamado "sentimental".

La Verdad: En primer lugar los embarazos que siguen a unaviolación son extremadamente raros. En Estados Unidos, porejemplo, la violación es un serio problema, aproximadamente78,000 casos fueron reportados en el año 1982. Esta cifraes más importante si se tiene en cuenta, que del 40% al 80%de las violaciones no se denuncian.

En estos casos los embarazos son extraordinariamente raros,por varias causas. Por ejemplo, las disfunciones sexualesen los violadores, cuya tasa es extremadamente alta. Entres estudios se ha constatado que el 39, el 48 y el 54% delas mujeres víctimas del ataque no habían quedado expuestasal esperma durante la violación.

En otro estudio se comprobó que el 51% de los violadoresexperimentaron disfunciones que no les permitieron terminarel acto sexual. Otra causa por la que son extremadamenteraros los embarazos por violación: la total o temporalinfertilidad de la víctima. La víctima puede sernaturalmente estéril; puede ser muy joven o muy vieja,puede estar ya embarazada o puede haber otras razonesnaturales. El 43% de las víctimas se encontraba en estas categorías.La víctima puede estar tomando anticonceptivos, tener unDIU o ligadura de trompas, el 20% se situaba en estacategoría. Así, sólo una minoría de las víctimas tienen unpotencial de fertilidad.Además de la infertilidad natural,algunas víctimas están protegidas del embarazo por lo quese ha llamado stress de infertilidad; una forma deinfertilidad temporal como reacción al stress extremo.

El ciclo menstrual, controlado por hormonas, es fácilmentedistorsionado por un stress emocional y puede actuardemorando la ovulación; o si la mujer ya ha ovulado lamenstruación puede ocurrir prematuramente.Un estudiodeterminó que se registraron solamente el 0.6% de embarazosen 2190 víctimas de violación.

En una serie de 3,500 casos de violación en 10 años en elHospital San Pablo de Minneapolis, no hubo un solo caso deembarazos puede ocurrir.Procurar una legislación en base auna excepción en vez de una regla es totalmente irracionaldesde el punto de vista jurídico. Es obvio que el espantosocrimen de la violación es utilizado para sensibilizar alpúblico en favor del aborto, al presentar al fruto inocentede una posible concepción brutal como un agresor. Es claroque la mujer ha sufrido una primera espantosa agresión, lade la violación. Presentar el aborto como una "solución" esdecir que un veneno hay que combatirlo aplicando otro. El aborto no va a quitar ningún dolor físico o psicológicoproducido en una violación. Al contrario, le va a agregarlas complicaciones físicas y psíquicas que ya el abortotiene de por sí.Por otro lado, el fruto de este actoviolento es un niño inocente, que no carga para nada con labrutal decisión de su padre genético. Por otro lado, loslegisladores más expertos señalan que legalizar el aborto"sentimental" es abrirle la puerta a serias complicacionesjurídicas: prácticamente cualquier unión, inclusoconsensual, podría ser presentada como contraria a lavoluntad de la mujer y, por tanto, una violación.Finalmente, el argumento más importante, es que el abortopor violación no es siquiera aceptado por sus verdaderasvíctimas, las mujeres violadas. Pueden leerse estos durospero reveladores testimonios.

El aborto debe ser legal porque todo niño debe ser deseado.

La verdad: Este es un argumento absurdo. El "deseo" o "nodeseo" no afecta en nada la dignidad y el valor intrínsecode una persona. El niño no es una "cosa" sobre cuyo valorpuede decidir otro de acuerdo a su estado de ánimo. Porotro lado, el que una mujer no esté contenta con su

embarazo durante los primeros meses no indica que estamisma mujer no vaya a amar a su bebé una vez nacido.

Se ha podido comprobar que en los países donde el abortoestá legalizado, se incrementa la violencia de los padressobre los niños, especialmente la de la madre sobre sushijos aun cuando sean planificados y esperados. Larespuesta a esto es que cuando la mujer violenta sunaturaleza y aborta, aumenta su potencialidad de violenciay contagia ésta a la sociedad, la cual se va haciendoinsensible al amor, al dolor y a la ternura.

El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho a decidir sobre supropio cuerpo.

La verdad: Pero no cuando el sentido común y la cienciamoderna reconocen que en un embarazo hay dos vidas y doscuerpos. Mujer, según definición de diccionario, es un "serhumano femenino". Dado que el sexo se determinacromosómicamente en la concepción, y más o menos la mitadde los que son abortados son "seres humanos femeninos";obviamente NO TODA MUJER TIENE DERECHO A CONTROLAR SUPROPIO CUERPO.

Con la legalización del aborto se terminarían los abortos clandestinos.

La verdad: Las estadísticas en los países "desarrollados"demuestran que esto no es así. Por el contrario, lalegalización del aborto lo convierte en un método queparece moralmente aceptable y por tanto, como una opciónposible que no es igualmente considerada allí donde no eslegal.

Pero dado que la gran mayoría de abortos no son por unmotivo "sentimental", "terapéutico" o "eugenésico", sinopor un embarazo considerado "vergonzoso", no es extraño quela mujer -especialmente si es adolescente o joven- busqueigualmente métodos abortivos clandestinos por la sencillarazón de que una ley, aunque quite la pena legal, no quitala verguenza y el deseo de ocultamiento. Por otro lado,esta mentira se basa en el mito según el cual los abortoslegales son más "seguros" que los clandestinos. Un ejemplo:

Una investigación realizada en 1978 en Estados Unidosarrojó que sólo en las clínicas de Illinois, se habíanproducido 12 muertes por abortos legales.

El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho sobre su propiocuerpo.

La Verdad: ¿Tiene una persona derecho a decidir sobre supropio cuerpo? Sí, pero hasta cierto punto. ¿Puede alguieneliminar a un vecino ruidoso sólo porque molesta a susoídos? Obviamente no. Es igual en el caso del aborto. Lamujer estaría decidiendo no sobre su propio cuerpo, sinosobre el de un ser que no es ella, aunque estétemporalmente dentro de ella.

El aborto es una operación tan sencilla como extraerse una muela o lasamígdalas. Casi no tiene efectos colaterales.

La Verdad: Las cifras desmienten esta afirmación. Despuésde un aborto legal, aumenta la esterilidad en un 10%, losabortos espontáneos también en un 10%, y los problemasemocionales suben del 9 al 59%. Además, hay complicacionessi los embarazos son consecutivos y la mujer tiene elfactor RH negativo. Los embarazos extra-uterinos aumentande un 0.5% a un 3.5%, y los partos prematuros de un 5% a un15%. También pueden darse perforación del útero, coágulossanguíneos en los pulmones, infección, y hepatitisproducida por las transfusiones, que podría ser fatal.

Además, cada vez más investigaciones tienden a confirmaruna importante tesis médica: que la interrupción violentadel proceso de gestación mediante el aborto afecta lascélulas de las mamas, haciéndolas sensiblemente máspropensas al cáncer. Algunos partidarios del aborto inclusohan llegado a plantear que el aborto es menos peligroso queun parto.

Esta afirmación es falsa: el aborto, especialmente en losúltimos meses del embarazo, es notablemente más peligroso.En los países ricos mueren dos veces más mujeres por abortolegal que por disfunciones del parto. Por otro lado,algunas mujeres tienen problemas emocionales y psicológicos

inmediatamente después del aborto, otras los tienen muchosaños después: se trata del Síndrome Post Aborto.

Las mujeres que lo padecen niegan y reprimen cualquiersentimiento negativo por un periodo promedio de al menoscinco años. Después surgen una variedad de síntomas, desdesudoraciones y palpitaciones hasta anorexia, alucinacionesy pesadillas. Los síntomas son sorprendentemente similaresa los del Síndrome de tensión post traumático que sufrieronalgunos veteranos, 10 años o más después de haber combatidoen una guerra.