Asociación entre el cumplimiento de las recomendaciones de ...

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Asociación entre el cumplimiento de las recomendaciones de actividad física y la composición corporal en estudiantes de electivas de deportes individuales de la Pontificia Universidad Javeriana Estudiante: María Fernanda Barbosa Gordillo. Director: Alberto Flórez Pregonero. M.Ed., Ph.D. Codirectora: Lilia Yadira Cortés S. ND., MSc., PhD. Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Ciencias Carrera de Nutrición y Dietética

Transcript of Asociación entre el cumplimiento de las recomendaciones de ...

Asociación entre el cumplimiento de las recomendaciones de actividad física y la

composición corporal en estudiantes de electivas de deportes individuales de la Pontificia

Universidad Javeriana

Estudiante: María Fernanda Barbosa Gordillo.

Director: Alberto Flórez Pregonero. M.Ed., Ph.D.

Codirectora: Lilia Yadira Cortés S. ND., MSc., PhD.

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Ciencias

Carrera de Nutrición y Dietética

ASOCIACIÓN ENTRE EL CUMPLIMIENTO DE LAS RECOMENDACIONES

DE ACTIVIDAD FÍSICA Y LA COMPOSICIÓN CORPORAL EN

ESTUDIANTES DE ELECTIVAS DE DEPORTES

INDIVIDUALES DE LA PONTIFICIA

UNIVERSIDAD JAVERIANA

MARÍA FERNANDA BARBOSA GORDILLO

TRABAJO DE GRADO

Presentado como requisito parcial para optar al título de

Nutricionista Dietista

ALBERTO FLÓREZ PREGONERO. Director

LILIA YADIRA CORTÉS SANABRIA. Codirectora

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE CIENCIAS

CARRERA DE NUTRICIÓN Y DIETÉTICA

Bogotá D.C., 26 de noviembre de 2019

NOTA DE ADVERTENCIA

Artículo 23 de la Resolución N° 13 de Julio de 1946

“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus trabajos

de tesis. Solo velará porque no se publique nada contrario al dogma y a la moral católica y porque

las tesis no contengan ataques personales contra alguna persona, antes bien se vea en ella el anhelo

de buscar la verdad y la justicia”.

ASOCIACIÓN ENTRE EL CUMPLIMIENTO DE LAS RECOMENDACIONES DE

ACTIVIDAD FÍSICA Y LA COMPOSICIÓN CORPORAL EN ESTUDIANTES DE

ELECTIVAS DE DEPORTES INDIVIDUALES DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD

JAVERIANA

MARÍA FERNANDA BARBOSA GORDILLO

APROBADO

__________________________ __________________________

Concepción Puerta Bula Luisa Fernanda Tobar

Bacterióloga, PhD Nutricionista Dietista, MSc.

Decana de Facultad Directora de Carrera

Agradecimientos

Este trabajo está destinado principalmente al profesor Alberto Florez y a la nutricionista

dietista Yadira Cortés, por sus críticas, sugerencias, experiencias y como me han enriquecido de

conocimientos. Además, agradecer al Centro Javeriano de Formación Deportiva, a los asistentes de

investigación del estudio AFLEC y a todo el departamento de nutrición, por apoyarme y permitirme

el espacio para realizar mi trabajo de grado. Por último, agradezco a todos los docentes, amigos,

compañeros y familia que me apoyaron y me comprendieron en momentos de angustia,

desesperación y felicidad.

ÍNDICE DE CONTENIDO

Resumen: ............................................................................................................................................ 1

Abstract .............................................................................................................................................. 2

1. Introducción ................................................................................................................................ 3

2. Marco teórico .............................................................................................................................. 4

2.1. Medición de la composición corporal. ........................................................................................ 4

2.2. Composición corporal como predictor de enfermedad........................................................ 7

2.3. Actividad física. ................................................................................................................... 9

2.3.1. Beneficios de la actividad física. ..................................................................................... 9

2.3.2. Recomendaciones de actividad física ............................................................................ 10

2.3.3. Medición de la actividad física ........................................................................................... 11

2.3.4. Composición corporal y la actividad física en estudiantes universitarios. .................... 12

2.4. Actividad física y composición corporal. .......................................................................... 13

2.5. Niveles de actividad física y composición corporal en deportes individuales. ................. 15

3. Planteamiento del problema y justificación .............................................................................. 15

4. Objetivos ................................................................................................................................... 17

4.1. General: ................................................................................................................................. 17

41.1. Actividades: ......................................................................................................................... 17

5. Metodología .............................................................................................................................. 17

5.1. Población de estudio. ......................................................................................................... 18

5.2. Reclutamiento de la población y recolección de información ........................................... 18

5.3. Variables. ........................................................................................................................... 23

5.4. Análisis de datos. ............................................................................................................... 25

6. Resultados ................................................................................................................................. 26

7. Discusión de resultados............................................................................................................. 27

8. Conclusiones ............................................................................................................................. 31

9. Recomendaciones ..................................................................................................................... 31

10. Referencias bibliográficas ..................................................................................................... 33

Anexos .............................................................................................................................................. 42

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1 .............................................................................................................................................. 23

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Diagrama de flujo de reclutamiento de la población y recolección de información. ....... 22

ÍNDICE DE ANEXOS

Anexo A. Consentimiento informado .............................................................................................. 42

Anexo B. Protocolo de medias antropométricas .............................................................................. 45

Anexo C. Protocolo para el uso de acelerómetros .......................................................................... 49

Anexo D. Porcentajes descriptivos de variables sociodemográficas y de composición corporal ... 51

Anexo E. Estadísticas descriptivas de variables de composición corporal y de actividad física .... 53

Anexo F. Correlaciones entre variables de actividad física y composición corporal muestra total 54

Anexo G. Correlaciones entre variables de actividad física y composición corporal en hombres . 55

Anexo H. Correlaciones entre variables de actividad física y composición corporal en mujeres .. 56

1

Resumen: Se ha descrito que la vida universitaria tiene un impacto negativo en los hábitos y estilos

de vida saludable en los estudiantes, llevando esto a un exceso de peso y al observar que la

realización de actividad física puede influenciar o no a la composición corporal, este estudio

pretende establecer la asociación que hay entre el cumplimiento de las recomendaciones de actividad

física y la composición corporal de estudiantes de electivas de deportes individuales de la Pontificia

Universidad Javeriana.

Para hacerlo, se midió la actividad física por siete días (con un acelerómetro

ActigraphwGT3xBT), la composición corporal (con un bioimpedanciometro seca mBCA 514/515)

y variables sociodemográficas (mediante una encuesta en línea) de estudiantes de electivas de

deportes individuales. Se realizaron las respectivas correlaciones de variables mediante la prueba

estadística de Spearman. La muestra estuvo compuesta por 186 estudiantes, 10 deportes individuales

y 26 grupos de electivas. Como resultado, se obtuvieron variables de composición con un promedio

dentro de los valores de normalidad, índice de masa corporal en 23.41 kg/m2, índice de masa grasa

en 6.2 kg/m2, índice de masa libre de grasa en 17.2 kg/m2 y tejido adiposo visceral 1.56 L, tanto para

hombres como para mujeres, así como un cumplimiento de las recomendaciones de actividad física

del 95,7% por parte de los estudiantes. Sin embargo, no se obtuvieron asociaciones estadísticamente

significativas entre las variables de composición corporal y actividad física.

A manera de conclusión, aunque los resultados obtenidos en este estudio fueron

contradictorios en algunos aspectos, son robustos ya que fueron tomados de manera objetiva y sirven

como insumo para explicar hipótesis futuras que tengan como objetivo la actividad física y la

composición corporal. Se sugiere para investigaciones posteriores sobre composición corporal tener

en cuenta factores como el sueño, la dieta, el estrés y los ejercicios de fortalecimiento con pesas.

2

Abstract: Has been described that university life has a negative impact on healthy habits and

lifestyles in students, leading to excess weight and observing that the performance of physical

activity may or may not influence body composition. This study aims to establish association that

exists between the fulfillment of the recommendations of physical activity and the body composition

of students enrolled on elective individual sports at the Pontificia Universidad Javeriana.

In order to do so, physical activity was measured for 7 days (by an ActigraphwGT3xBT

accelerometer), taking into account measures of body composition (by a seca mBCA 514/515

medical body composition analyzer), and sociodemographic variables (through an online survey) of

individual sports elective courses students. The corresponding correlations of variables were made

using the Spearman statistical test. The sample consisted of 186 students, 10 individual sports and

26 elective courses groups. As a result, body composition variables were obtained with an average

within normal values, as well as body mass index at 23.41 kg / m2, fat mass index at 6.2 kg / m2,

fat-free mass index at 17.2 kg / m2 and visceral adipose tissue at 1.56 L, for both men and women,

and compliance with physical activity recommendations of 95.7% by students. However, no

statistically significant associations were obtained between the variables of body composition and

physical activity.

In conclusion, although the results obtained in this study were contradictory regarding some aspects,

they are sturdy since they were taken objectively and serve as data to explain future hypotheses that

aim at physical activity and body composition. It is suggested for subsequent research on body

composition, to take into account factors such as sleep, diet, stress and weight training exercises.

3

1. Introducción

Durante el periodo universitario, se presentan una serie de cambios en el estilo de vida,

destacándose la inactividad física. A partir de esta evidencia, la presente investigación se centra en

la posible asociación que puede existir entre el cumplimiento de las recomendaciones de actividad

física y la composición corporal en los estudiantes de electivas de deportes individuales de la

Pontificia Universidad Javeriana.

Seguido a esto, en la actualidad, en el ámbito universitario, el joven atraviesa múltiples

cambios físicos, psicológicos y sociales, al pasar a la adultez en la etapa universitaria. Además, tiene

que afrontar nuevos retos y adaptaciones, que lo lleva a altos niveles de estrés, debido a que cambia

de actitudes y rutinas, modificando hábitos y estilos de vida. En esta medida, la alimentación va a

ser influenciada por factores como la mayor independencia, transformaciones en los

comportamientos sociales y alta oferta de comida rápida. Los hábitos inadecuados que más se

presentan en esta etapa son: alto consumo de alimentos con elevada densidad energética y grasas

saturadas, baja ingesta de frutas, verduras y lácteos, así como exceso de consumo de alcohol y

bebidas azucaradas, lo cual puede llegar afectar su calidad de vida.

Es importante resaltar que se ha observado un comportamiento sedentario excesivo en esta

población, puesto que se incrementa el tiempo dedicado a ver televisión, usar el computador y el

celular, lo cual se asocia con un mayor riesgo de obesidad. Además, en esta población se establecen

conductas que incrementan el riesgo cardiovascular, como son el consumo de alcohol, el cigarrillo,

los hábitos alimentarios inadecuados y el sedentarismo; a esto se le suman los antecedentes

familiares con enfermedades crónicas.

Adicionalmente, la alimentación inadecuada y la poca o nula actividad física realizada por

los universitarios son los principales factores que pueden afectar la composición corporal, puesto

que se genera un incremento en la masa grasa y una disminución de la masa muscular. En el entorno

universitario, la práctica de actividad física y de deporte puede generar efectos positivos sobre

diversos aspectos como mejorar la salud, las relaciones sociales y la autoestima. No obstante, a lo

largo de esta etapa se incrementa el abandono de un estilo de vida activo y una disminución de la

práctica físico-deportiva moderada y vigorosa.

En Colombia, según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional 2015, uno de cada tres

jóvenes y adultos tiene sobrepeso (37,7%), mientras que uno de cada cinco es obeso (18,7%). En

este sentido, el 56,4% de la población presenta exceso de peso y, adicionalmente, se reporta que solo

4

aproximadamente la mitad de los adultos colombianos realiza 150 minutos semanales de actividad

física moderada o 75 minutos semanales de actividad vigorosa o fuerte, como lo recomienda la

Organización Mundial de la Salud.

La Pontificia Universidad Javeriana, basándose en la educación con un enfoque integral,

ofrece desde la Facultad de Educación clases electivas de deportes como un servicio académico para

todos los estudiantes de la Universidad. Estas electivas están creadas con el propósito de favorecer

los hábitos y estilos de vida saludable, así como el desarrollo o mantenimiento de capacidades

físicas, técnicas y destrezas motrices, buscando aportar al cumplimiento de las recomendaciones de

actividad física para beneficiar la salud. Sin embargo, se desconoce cuánta y con qué intensidad es

la actividad física que los estudiantes realizan.

Por lo tanto, con este estudio se busca establecer la relación entre el cumplimiento de las

recomendaciones de actividad física por parte de los estudiantes de electivas de deportes

individuales de la Pontificia Universidad Javeriana y su composición corporal. Esto a través de la

medición de variables de actividad física (minutos de actividad física moderada-vigorosa, minutos

de actividad física ligera y minutos totales de actividad física) y variables de composición corporal

(índice de masa corporal, índice de masa grasa, índice de masa libre de grasa y grasa visceral).

2. Marco teórico

2.1. Medición de la composición corporal.

La medición de la composición corporal es de suma importancia, debido a que proporciona

datos relevantes en el entorno nutricional y médico. Se trata de una herramienta útil para suministrar

información sobre el estado nutricional, la capacidad funcional del cuerpo humano de un individuo,

para comprender algunos cambios de la salud y la enfermedad o simplemente para el diseño de

estrategias nutricionales en individuos normales e intervenciones terapéuticas para pacientes

enfermos (Kuriyan, 2018). Para llevar una adecuada medición de la composición corporal hay que

tener claro que el cuerpo humano se divide en cinco niveles: atómico, molecular, celular e

histológico y corporal total.

Asimismo, se debe tener en cuenta que los métodos utilizados para evaluar la composición

corporal consideran el cuerpo humano y su peso total según distintos componentes: 1) modelo de

dos componentes (peso corporal= masa libre de grasa y masa grasa), 2) modelo de tres componentes

(peso corporal= agua corporal total + masa libre de grasa + masa grasa), 3) modelo de cuatro

5

componentes ( peso corporal = masa ósea + masa muscular + masa residual+ masa grasa) y 4)

modelo de cinco componentes ( peso corporal = masa ósea + masa residual + masa grasa + masa

muscular + masa piel); siendo el modelo bicompartimental el más utilizado (Martínez, 2010).

Actualmente, los métodos de análisis de la composición corporal son divididos en tres

grupos: el directo, los indirectos y los doblemente indirectos. El método directo tiene que ver con la

disección de cadáveres y, por más que cuente con una excelente fiabilidad, su aplicación y utilidad

es muy limitada. En cuanto a los métodos que miden la composición corporal de manera indirecta,

está la hidrodensitometría, que mide el agua desplazada por un cuerpo cuando está completamente

sumergido en el agua. De esta manera, un individuo con mayor porcentaje de masa libre de grasa

pesará más, ya que el hueso y los músculos son más densos, mientras que alguien con mayor

porcentaje de masa grasa pesará menos, pues esta es menos densa que el agua. Así, este método

fracciona el cuerpo en dos componentes: masa grasa, con una densidad de 0,0900 g/ml, y masa libre

de grasa, con una densidad de 1,100g/ml (Aristizábal, Restrepo, & López, 2008). Las ventajas de

este incluyen la rapidez y reproductibilidad; sin embargo, no es una técnica frecuentemente utilizada,

ya que es de alto costo, de difícil instalación y tiene algunas limitaciones en cuanto a la edad, ya que

el componente magro varía según esta, invalidando algunos supuestos prácticos del método

(Casanova, 2008).

Otro método indirecto utilizado es la pletismografía, que estima la composición corporal a

partir del cambio de presión del aire en una cámara cerrada (Kuriyan, 2018). Este método mide la

composición corporal dividiendo el cuerpo en dos componentes: masa grasa y masa libre de grasa.

Las ventajas de la pletismografia son que posee una elevada precisión y fiabilidad, así como es un

método rápido y fácil de aplicar. Una desventaja de este método es que, para su realización, se debe

mantener una temperatura constante y la presuposición de que la persona dentro de la cámara respira

normal durante la medición (Costa, Alonso-Aubin, Patrocinio, Candia-Luján y de Paz, 2015).

Finalmente, el método indirecto DEXA es uno de los más precisos y confiables que hay en

la actualidad, el cual, por medio de la medición de la absorbancia de los rayos X en dos energías

diferentes, establece la composición corporal en grasa corporal, pero también, cuando es preciso,

determina la densidad mineral ósea de todo el organismo, ya que la grasa, el mineral óseo y los

tejidos blandos sin grasa tienen diferentes propiedades de absorción (Peppa et al., 2017). Sin

embargo, esta práctica es costosa, técnicamente exigente y no es tan factible para estudios a gran

escala (Dasgupta et al., 2019).

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Ahora bien, en cuanto a los métodos doblemente indirectos, se encuentra la antropometría,

la cual consiste en la evaluación de las diferentes dimensiones corporales y en la composición global

del cuerpo. Es uno de los métodos más utilizados en estudios clínicos y epidemiológicos, por su

fácil aplicación, sencillez, facilidad de transporte y bajo costo. Este método se basa en la medida de

los perímetros y los pliegues cutáneos, incorporando estas mediciones a ecuaciones de predicción

para la estimación de compartimentos. Sin embargo, como desventajas, este método presenta un

gran margen de error, la necesidad de ser realizado por personas altamente entrenadas para que la

medida sea fiable, la posibilidad de producir resultados dispares cuando las mediciones son

realizadas por personas diferentes o con instrumentos diferentes, la necesidad de determinación

exacta de los puntos anatómicos para que se produzca comparaciones entre resultados, la

variabilidad individual en la técnica de sujetar la piel, que puede producir resultados distintos, la

dificultad de aplicación en personas obesas o con grandes cantidades de grasa y su no recomendación

en situaciones de deshidratación o retención de líquidos (Costa et al., 2015).

Siguiendo con los métodos doblemente indirectos, se encuentra el análisis de bioimpedancia

(BIA), el cual es relativamente simple, económico, rápido y no invasivo (Dasgupta et al., 2019).

Este se utiliza para el cálculo del agua total del cuerpo, la masa grasa y la masa libre de grasa,

dividiendo el cuerpo humano en cinco segmentos corporales: brazo derecho, pierna derecha, pierna

izquierda, brazo izquierdo y tronco, permitiendo comparar los diferentes segmentos entre sí. Esta

técnica se utiliza para determinar la composición corporal en función de las propiedades de

conducción eléctrica del cuerpo, con un flujo de corriente baja (800 μA) y una frecuencia de 50 kHz

cuando es de una sola frecuencia.

Cabe mencionar que la medición por bioimpedanica posee diferentes tipos diferenciados por

los electrodos existentes en para la medición: está la de tipo bipolar, la cual consiste en dos

electrodos utilizados para la predicción de la composición corporal, así como la de tipo tetrapolar,

que tiene dos parejas de electrodos (una para los pies y otra para las manos). Finalmente, se

encuentra la de tipo octapolar, que tiene una pareja de electrodos para los pies y tres parejas de

electrodos para las manos. Los electrodos para las manos están montados a distintas alturas, de

manera que las personas con una estatura de entre 1,60 m y 2,0 m puedan mantener encima del

aparato una postura óptima para la medición de la bioimpedancia. Este tipo segrega los puntos de

contacto de medición de voltaje y corriente e incrementa la reproducibilidad al fijar la posición de

los puntos de medida dando más precisión (Seca, 2019).

7

La medición por la bioimpedancia es posible ya que la masa libre de grasa (Free Fat Mass

en inglés, FFM) está compuesta mayoritariamente por agua y electrolitos (músculos, vasos

sanguíneos y huesos), los cuales son buenos conductores eléctricos, mientras que la masa grasa (Fat

Mass en inglés, FM) es un mal conductor eléctrico por su ausencia de agua (Kuriyan, 2018).

Además, en algunos estudios, estas dos se dividen por la altura al cuadrado (en m2) y obtienen el

índice de masa libre de grasa o, en inglés, Fat Free Mass Index (FFMI) y el índice de masa grasa o

Fat Mass Index (FMI), con los cuales se obtiene una mejor relación entre la sensibilidad y la

especificidad, lo que los configura como parámetros válidos para detectar y discriminar entre el

normopeso y el sobrepeso (Alvero-Cruz et al., 2010; Infante et al., 2013).

De esta manera, con el uso de FMI y FFMI se hace posible juzgar si un déficit o un exceso

de peso corporal se debe selectivamente a un cambio en la masa libre de grasa, en la masa grasa o

en ambas (De Oliveira et al., 2016). De igual modo, el FMI y FFMI son importantes para asociar

algunas enfermedades. Por ejemplo, se ha observado que el aumento de FMI puede estar asociado

con enfermedad cardiovascular (ECV) y que el agotamiento de FFMI se correlaciona con

insuficiencia respiratoria (Kyle et al., 2005). Algunas desventajas de la bioimpedancia residen en

sus limitaciones de aplicación en pacientes que presentan retención de líquidos, edemas periféricos

y que hagan uso de medicación diurética. Además de esto, un ligero cambio en el lugar de los

electrodos puede producir una variabilidad hasta de un 2% en los resultados (Costa et al., 2015).

2.2.Composición corporal como predictor de enfermedad.

En la práctica clínica es bastante común asociar diferentes parámetros antropométricos de la

composición corporal con el desarrollo de diferentes trastornos metabólicos, como la diabetes

mellitus tipo 2 (DM2) y/o la cardiopatía isquémica (Kammar-García, Hernández-Hernández, López-

Moreno, Ortíz-Bueno y Martínez-Montaño, 2018).

El tejido graso corporal es una variable utilizada para la medición de la composición

corporal. Esta se distribuye en dos compartimentos principales con diferentes características

metabólicas: tejido adiposo subcutáneo y tejido adiposo visceral. Ambos tipos son importantes, pero

se ha prestado más atención a la adiposidad visceral debido a su asociación con diversos trastornos

médicos metabólicos, enfermedades cardiovasculares y varios tumores malignos (Kitchlew, Khan

Chachar, y Latif, 2017). El tejido adiposo visceral está ubicado alrededor de los órganos internos y

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constituye aproximadamente el 20% de la grasa corporal total, su medición busca asociaciones con

resistencia a la insulina, presión arterial alta, niveles altos de triglicéridos y un mayor riesgo de

diabetes y enfermedades cardiovasculares. Ahora bien, La acumulación excesiva de tejido adiposo

subcutáneo en pacientes obesos conduce a cambios significativos en la cantidad y función de las

células inmunitarias en el tejido adiposo; la cantidad de macrófagos, mastocitos, neutrófilos,

linfocitos T y linfocitos B aumenta y, a la inversa, la cantidad de eosinófilos y algunas

subpoblaciones de linfocitos T disminuyen en la población obesa. Estos cambios están asociados

con el desarrollo de inflamación local y sistémica, produciendo así inflamación crónica (Janochova,

Haluzik, y Buzga, 2019).

Teniendo en cuenta que el tejido adiposo visceral es una variable utilizada en la medición de

la composición corporal y la cual puede ser de ayuda para el diagnóstico de algunos padecimientos,

por lo tanto, la obesidad abdominal es uno de los factores mayormente utilizados para el pronóstico

de enfermedades metabólicas, como se ha mostrado en las líneas anteriores. Según las

recomendaciones de las Guías Clínicas para la Obesidad del Instituto Nacional de Salud de los

EE.UU. (NIH), se considera como nivel de alerta de ECV una circunferencia de cintura mayor o

igual a 94 cm y 80 cm para hombres y mujeres, respectivamente, y nivel de acción terapéutica con

circunferencias de cintura mayor o igual a 102 cm para hombres y 88 cm para las mujeres. Cabe

resaltar que estos valores son los establecidos a nivel mundial; sin embargo, pueden variar por

diversos factores, como la etnia, la edad y la técnica utilizada en la toma de la medida (Moreno,

2012). Para población colombiana, la Encuesta Nacional de Situación Nutricional 2015 adopta la

resolución 2465 de 2016 para determinar los puntos de corte para clasificar la obesidad abdominal

con base en la medición de la circunferencia de cintura en adultos de 18 a 64 años, los cuales son

para hombres una circunferencia de cintura ≥ 90 cm y para mujeres una circunferencia de cintura

≥80 cm (Ministerio de Salud y Proteccion social. Colombia, 2016).

Por lo tanto, la obesidad se considera un factor de riesgo importante para diversas

enfermedades como la ECV y la DM2, la cual tiene una fuerte asociación con hiperinsulinemia,

resistencia a la insulina, intolerancia a la glucosa, hipertensión arterial y síndrome metabólico. Las

personas con obesidad abdominal tienen un perfil lipídico conocido como dislipidemia aterogénica,

lo cual aumenta el riesgo de tener un accidente cerebrovascular (Ruano, Lucumi, Albán, Arteaga, &

Fors, 2018).

La masa libre de grasa es otro de los compartimentos principales del cuerpo y representa la

porción metabólicamente activa del organismo, posee un gran significado para el funcionamiento

9

adecuado del cuerpo y para protección de órganos; por lo tanto, su disminución trae consigo diversas

complicaciones. Para ilustrar con un ejemplo, se puede observar que el 10% de su pérdida total

provoca daño inmunitario y aumento de la infección con 20% de mortalidad asociada, 29% de

cicatrización disminuida e infección con 30% de mortalidad, así como el 30 % de pérdida muscular

se asocia a escaras y neumonías con un alto riesgo de mortalidad, mientras que una pérdida del 40%

conduce a la muerte (Rizo, Mesa, Núñez, Pupo, & Matute, 2016).

2.3.Actividad física.

2.3.1. Beneficios de la actividad física.

La actividad física tiene una gran importancia debido a que está asociada a una mejor y más

larga calidad de vida y, además, tiene resultados positivos en la salud reduciendo el riesgo de ECNT

(Kumar, 2017), por ejemplo. Los programas de actividad aeróbica están asociados con el

mejoramiento del estado cardiovascular, la fuerza de las extremidades, la coordinación y el

equilibrio (Leirós-Rodríguez, Romo-Pérez, Pérez-Ribao, & García-Soidán, 2018). Además, la

actividad física contribuye para la salud de los huesos, reduce el estrés, fortalece el sistema inmune

y regula las diferentes hormonas que participan en el funcionamiento del cuerpo (Minter-Jordan,

Davis, & Arany, 2014).

Otro de los beneficios que posee la actividad física es fortalecer el corazón y los pulmones,

lo que permite que el sistema cardiovascular suministre más oxígeno al cuerpo. Asimismo,

disminuye la presión arterial, se asocia con la disminución de los niveles de colesterol de

lipoproteínas totales y de baja densidad (LDL) y aumenta el nivel de colesterol de alta densidad

(HDL). Estos efectos se asocian con la disminución del riesgo de ataque cardíaco, accidente

cerebrovascular y enfermedad coronaria. Además, el cáncer de colon y algunas formas de diabetes

son menos probables en las personas que cumplen con las recomendaciones de actividad física

(Elmagd, 2016).

Para el caso concreto de los estudiantes, el aumento de la actividad física está relacionada

con una serie de beneficios, como una mejor salud mental y niveles más bajos de estrés (Goldstein,

Forman, Butryn, y Herbert, 2018). Asimismo, un mayor rendimiento académico también se ha

relacionado con los niveles de salud, bienestar psicológico y con un estilo de vida activo (Rico-Díaz,

Arce-Fernández, Padrón-Cabo, Peixoto-Pino, & Abelairas-Gómez, 2017). Sin embargo, la etapa

10

universitaria se convierte en una de las más críticas para la continuación de hábitos saludables,

destacando entre ellos la práctica de actividad física. Por ello, el conocimiento de los hábitos y

motivaciones de los estudiantes universitarios, incluso ya desde la adolescencia y especialmente en

niveles preuniversitarios, se vuelve vital para el futuro desarrollo de programas que permitan

fomentar un estilo de vida activo (Harmouche-Karaki, Mahfouz, Mahfouz, Fakhoury-Sayegh, y

Helou, 2019)

2.3.2. Recomendaciones de actividad física

Como se mencionó en el apartado anterior, la inactividad física es uno de los factores

asociados al riesgo de sobrepeso y obesidad, pero para hablar acerca de la actividad física se tiene

que partir por definirla.

La actividad física se define como cualquier movimiento corporal producido por los músculos

esqueléticos que resulta en gasto de energía. El gasto energético se puede medir en kilocalorías. La

actividad física en la vida diaria se puede clasificar en ocupacional, deportes, acondicionamiento,

hogar u otras actividades (Caspersen, Powell, y Christenson, p. 126, 1985).

A lo largo del tiempo se han definido distintos niveles de actividad física para mantener una

vida saludable. En la actualidad, hay diversas recomendaciones de actividad física como las guías

americanas, británicas y australianas. Sin embargo, se tomarán como referencia las recomendaciones

de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues son las que están establecidas a nivel global y

a las que Colombia se adhiere. Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias, musculares,

la salud ósea y reducir el riesgo de ECNT, la OMS (2010) dicta las siguientes recomendaciones:

1. Los adultos de 18 a 64 años deberán acumular un mínimo de 150 minutos (2 horas y 30

minutos) semanales de actividad física aeróbica moderada que equivale, aproximadamente, a

500 MET-min/semana o bien 75 minutos (1 hora y 15 minutos) de actividad física aeróbica

vigorosa cada semana. También es posible realizar una combinación equivalente de actividades

moderadas y vigorosas, logrando así el cumplimiento de aproximadamente 500 a 1000 MET-

min/semana (U.S. Department of Health and Human Services, 2008).

2. La actividad aeróbica se practicará en sesiones de 10 minutos de duración, como mínimo.

3. A fin de obtener aún mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades

deberán aumentar hasta 300 minutos por semana la práctica de actividad física moderada

11

aeróbica, hasta 150 minutos semanales de actividad física intensa aeróbica o una combinación

equivalente de actividad moderada y vigorosa.

4. Se sugiere que dos veces o más por semana se realicen actividades de fortalecimiento de los

grandes grupos musculares.

Así pues, la actividad puede ser un factor protector o terapéutico para el manejo de estos

indicadores metabólicos. Aunque según los resultados preliminares de la ENSIN 2015 el

cumplimiento en recomendaciones de actividad física en adultos de 18 a 64 años es de 51,1%, para

hombres es de 61,1 % y mujeres 42,7 % (MinSalud; Instituto Nacional de Salud; Instituto

Colombiano de Bienestar Familiar; Universidad Nacional de Colombia, 2015).

2.3.3. Medición de la actividad física

Uno de los más grandes desafíos de la epidemiología de la actividad física es la elección de

un método preciso, objetivo y adecuado para la medición de actividad física a nivel poblacional. En

estudios de cohorte, los cuales tienen una población extensa, se utilizan cuestionarios, al ser fáciles

de administrar y evaluar. Sin embargo, esta técnica puede ser poco precisa, ya que puede haber un

sesgo por parte del evaluador o del evaluado (Lipert & Jegier, 2017) y (Ndahimana & Kim, 2017).

Para la medición de la actividad física se han venido utilizando, comúnmente, instrumentos

como podómetros o acelerómetros, los cuales son herramientas eficaces y de bajo costo. Por un lado,

los podómetros (que registran el número de pasos efectuado en diversas actividades) presentan la

desventaja de que se debe ir al mismo paso; si no, el margen de error es muy grande, ya que para el

uso de este se debe introducir en el pulsómetro lo que mide la zancada de cada uno, haciendo el

podómetro el cálculo de la distancia recorrida basándose en la longitud de la zancada y de la

velocidad basándose en el tiempo en que recorre dicha distancia. Por otro lado, los acelerómetros

(que miden la aceleración del cuerpo, es decir, el cambio de velocidad en el tiempo y se expresa en

términos de múltiplos de fuerza gravitacional) permiten una estimación de la intensidad y duración

de la actividad física, consistiendo en una herramienta objetiva, práctica, precisa y confiable. A pesar

de estas características, dichos monitores no pueden diferenciar entre un tipo de actividad física y

otra, por lo cual no se puede clasificar como el gold standard para la medición de la actividad física

(Lipert & Jegier, 2017).

A pesar de las limitaciones mostradas, los acelerómetros han demostrado alta confiabilidad,

pues se pueden utilizar en cualquier actividad, exceptuando las relacionadas con el agua, y los datos

12

obtenidos son fácilmente descargables en una base de datos y son amigables para su respectivo

análisis. Existen varios modelos de acelerómetros, los cuales miden la aceleración en uno (uniaxial),

dos (biaxial) o tres planos (triaxiales), generan los resultados en “conteos” por unidad de tiempo y,

para estimar el gasto energético, se generan los resultados en equivalentes metabólicos (MET) o

Kcal/min. Estos últimos modelos se basan en una ecuación predictiva, que puede calcularse

mediante la integración de los recuentos de los tres planos, a saber, el eje vertical (Y), el eje

horizontal derecha-izquierda (X) y el eje horizontal frontal-posterior (Z). En este caso, el gasto de

energía se predice por lo que se conoce como magnitud de vector (VM). (Ndahimana & Kim, 2017).

Como se mencionó en el párrafo anterior, los acelerómetros generan los resultados en MET

o Kcal/min para estimar el gasto energético. Los METs son simples, prácticos y fáciles para

cuantificar el costo energético de las actividades. También se utilizan habitualmente para describir

la capacidad funcional o la potencia aeróbica de un individuo. Un MET se define como la tasa

metabólica en reposo, que es la cantidad de oxígeno consumido en reposo, sentado en silencio en

una silla, siendo su valor aproximadamente de 1,2 kcal/min para una persona de 70 kg (Jetté, Sidney,

& Blümchen, 1990).

2.3.4. Composición corporal y la actividad física en estudiantes universitarios.

La universidad es una etapa de independencia y de adaptación a nuevos horarios, se

construyen nuevas relaciones sociales y se desarrollan nuevos hábitos y estilos de vida, en los cuales

están inmersos la inactividad física, malos hábitos alimenticios, consumo excesivo de alcohol y

tabaco. Además, dentro de los malos hábitos alimenticios existe la necesidad de comida rápida, la

cual está asociada con las máquinas expendedoras encontradas alrededor del campus y los alimentos

en estas pueden ser bajos en fibra y altos en energía, azúcar y sal, contribuyendo así a la propagación

de hábitos y estilos de vida no saludables (Brankovic, Pilav, Cilović-Lagarija, Pašalić y

Mahmutović, 2017; Almutairi et al., 2018). Esta es una de las causas más frecuentes con la que se

puede asociar la obesidad en adultos jóvenes. Rasposo et al (2018) afirman que los estudiantes

universitarios pueden ganar entre 1 y 3 kg durante su primer año de estudios y es probable que esta

tendencia continúe en edad adulta.

Los estudiantes asocian una serie de barreras para la realización actividad física, entre ellas

se mencionan: vivir muy lejos del campus, poca motivación, pocos amigos que hacen ejercicio

regularmente y la más mencionada es la falta de tiempo, ya que si se dedica tiempo en realizar

cualquier tipo de actividad física puede que haya una reducción en el tiempo para otras actividades

13

y las calificaciones podrían verse afectadas si se pasa menos tiempo estudiando (Fricke, Lechner, &

Steinmayr, 2018). La reducción de la actividad física parece modificarse de forma dispar en función

del sexo, reflejándose este declive en mayor magnitud en las mujeres (Rico-Díaz, Arce-Fernández,

Padrón-Cabo, Peixoto-Pino, & Abelairas-Gómez, 2019).

Recogiendo las evidencias presentadas, los estudiantes universitarios aparecen como un

grupo demográfico que está en especial riesgo de desarrollar obesidad, así como de presentar una

pérdida de flexibilidad, de la salud cardiovascular y de la muscular, contribuyendo a incrementar el

riesgo de enfermedades crónicas (Wetter, Wetter, & Schoonaert, 2013). Este riesgo está atribuido,

principalmente, a la inactividad física, que es cada vez más frecuente en la población estudiantil y

la cual está asociada indirectamente con diferentes indicadores metabólicos, como el perfil lipídico,

la resistencia a la insulina y la hipertensión arterial (Ruano et al., 2018). En esta línea, la literatura

indica que durante el período de transición entre la escuela secundaria y el comienzo de la

universidad hay una disminución notable tanto en la frecuencia como en la duración en la actividad

física (Jones y Barrie, 2001).

2.4. Actividad física y composición corporal.

Se han encontrado dos enfoques en cuanto la actividad física en relación a los cambios en la

composición corporal, como ya ha sido mencionado. El primero y el más tradicional afirma que en

diversas investigaciones se ha demostrado que la actividad física regular mejora el control de peso

y la composición corporal (Can, Demirkan, y Ercan, 2019). A medida que aumenta el nivel de

actividad física, el peso disminuye (Kilincarslan, 2019). Sin embargo, los resultados deseados en

cuanto a composición corporal dependen de numerosas variables, como el tipo de actividad física,

la intensidad, el número de repeticiones, los intervalos de descanso, la duración y la frecuencia

semanal (Can et al., 2019).

Siguiendo el enfoque anterior, la intensidad de la actividad física está asociada a cambios de

la composición corporal, pues se evidencia que hay una relación directa entre la actividad física

vigorosa y la aptitud cardiorrespiratoria, mientras que la actividad física moderada tiene una

asociación beneficiosa con la composición corporal, debido a que las intensidades de actividad física

más altas solo pueden mantenerse durante un período relativamente corto de tiempo. Por lo tanto, el

gasto de energía es probablemente más bajo en comparación con una participación prolongada en

actividad física moderada.

14

Del mismo modo, se desarrolla una mayor activación del metabolismo de las grasas a

intensidades de actividad física moderada en comparación con una mayor dependencia de

carbohidratos a intensidad vigorosa (Drenowatz, Prasad, Hand, Shook, & Blair, 2016). La actividad

física moderada como montar bicicleta, nadar, caminar o correr a un ritmo moderado se asocia con

un porcentaje de grasa corporal más bajo. Por el contrario, la actividad física leve relacionada con

tareas domésticas tiene mayor correlación con porcentajes de grasa más altos (Harmouche-Karaki

et al., 2019).

El tipo de actividad física también se asocia con el cambio de la composición corporal: el

entrenamiento de fuerza aumenta la masa muscular y, por lo tanto, aumenta la masa libre de grasa y

el peso corporal total. Por el contrario, los ejercicios aeróbicos, además de aumentar la aptitud

cardiorrespiratoria, favorecen la pérdida de masa grasa y así la pérdida de peso (Kaya, Nar, &

Erzeybek, 2018). La disminución del tejido adiposo visceral está asociada con un entrenamiento

aeróbico en el umbral de 60 a 70% de frecuencia cardiaca máxima (Harmouche-Karaki et al., 2019).

De este modo, la actividad física combinada (fuerza y aeróbica) no solo puede aumentar la masa

libre de grasa, sino que también muestra resultados más efectivos para reducir la masa grasa (Can

et al., 2019).

Ahora bien, un enfoque más contemporáneo resalta que la actividad física de manera habitual

no parece afectar de manera significativa la masa libre de grasa y la masa grasa durante la edad

adulta. Esta posición aclara que, durante la pubertad, se produce el mayor cambio en la composición

corporal, debido al crecimiento acelerado de los adolescentes. La masa libre de grasa alcanza su

punto máximo poco después de la pubertad en los hombres y solo muestra un ligero aumento

adicional en las mujeres. La actividad física durante la adolescencia se asocia con una mejor

composición corporal y patrón de crecimiento, debido a que durante este periodo la testosterona, la

hormona de crecimiento y los factores de crecimiento de la insulina resultan en el aumento del

músculo esquelético. Sin embargo, en la edad adulta no se encuentra relación entre la realización de

actividad física y la masa libre de grasa; el entrenamiento de fuerza muestra un aumento aproximado

de 1 kg de masa libre de grasa entre los adultos, comparado esto con 4 kg de aumento de masa libre

de grasa en adolescentes.

Adicionalmente, este enfoque argumenta que la actividad física no afecta directamente la

masa grasa en la población adulta; así, un aumento en la actividad física no conducirá a la perdida

de grasa ni ayudará a prevenir el aumento de peso. De igual manera, se evidencia que la actividad

física en la edad adulta puede llevar a un aumento de masa grasa, ya que es posible que solo los

15

cambios en la ingesta de energía afecten la masa grasa, ya sea que se realice de forma aislada o junto

con aumentos en el ejercicio (Westerterp, 2018).

2.5. Niveles de actividad física y composición corporal en deportes individuales.

Es necesario reconocer que las actividades preferidas de los estudiantes universitarios que se

ejercitan son los deportes de raqueta, natación, aeróbicos, deportes de equipo y entrenamiento con

pesas (Jones & Barrie, 2001). Cada deporte tiene características inherentes. Por ejemplo, en relación

al tiempo de entrenamiento, diversos estudios evidencian que la modalidad de equipo ocupa más

tiempo de entrenamiento que la modalidad individual: 10,4 horas/semana de fútbol y 8,6 horas

/semana de fitness (Yuste, García-Jiménez y García-Pellicer, 2013; Lichtenstein, Sig Larsen,

Christiansen, Stoving y Bredahl, 2014)

Sin embargo, el tiempo del entrenamiento puede o no influir en la intensidad de este, ya que

los atletas de deportes individuales pueden estar asociados a una carga de entrenamiento y demanda

competitiva más alta. También hay evidencia de que las personas que en la escuela hicieron algún

tipo de deporte individual, en la edad adulta pueden hacer más actividad física vigorosa, mientras

que los atletas que practicaron en la escuela deportes de equipo, en la edad adulta hacen actividad

física moderada y permanecen más tiempo sentados durante el día ( Ball, Bice y Parry, 2016;

Custódio, Hansen, Silva y Santos, 2019).

Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, la modalidad de deporte individual puede

estar asociada a un número significativamente mayor de individuos con IMC normal y valores de

grasa corporal más bajos, lo que puede deberse a las cargas de entrenamiento y a que estos atletas

tienen mayor participación en competencias que a su vez puede ayudar a mantener esta clasificación

de IMC (Ball et al., 2016; Custódio et al., 2019).

3. Planteamiento del problema y justificación

Durante el periodo universitario los estudiantes presentan una serie de cambios en su

comportamiento, como la adquisición de más autonomía y nuevos horarios, que pueden llegar a

determinar la rutina que se lleva día a día, lo cual conlleva a un aumento en el riesgo de que los

estudiantes adopten nuevas conductas que afecten negativamente los hábitos y estilos de vida

saludables; por ejemplo, la inactividad física, el estrés, los malos hábitos de alimentación y el

consumo excesivo de alcohol y tabaco (Almutairi et al., 2018). Esto puede llevar a que los

16

estudiantes ganen entre 1 y 3 kg de peso durante su primer año de estudio superior y es posible que

esta ganancia de peso continúe a lo largo de la vida (Raposo et al., 2018).

En Colombia, según los resultados preliminares de la ENSIN 2015, el 51,1% de la población

entre 18 y 64 años cumple con las recomendaciones de actividad física (MinSalud; Instituto

Nacional de Salud; Instituto Colombiano de Bienestar Familia; Universidad Nacional de Colombia,

2015). De esta cifra se deriva que casi la mitad de la población colombiana no cumplen con estas

recomendaciones e incluso pueden llegar a ser sedentarios; esta inactividad física o sedentarismo se

asocia con sobrepeso y obesidad, lo que lleva a un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad (Ruano

et al., 2018).

Lo anterior puede estar asociado a un grave problema de salud pública, ya que la obesidad

se considera un factor de riesgo importante para DM2, hiperinsulinemia, resistencia a la insulina,

intolerancia a la glucosa, hipertensión arterial, síndrome metabólico y ECV (Ruano et al., 2018).

Debido a esto, la actividad física es de gran importancia, puesto que, además de mejorar la condición

física, contribuye a la salud mental y está asociada a una mejor y más larga calidad de vida, al

presentar beneficios en la salud y reducir el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles

(ECNT) (Kumar, 2017).

Es evidente que la actividad física es un factor determinante en muchos aspectos de la vida

cotidiana ya que, además de estar asociada con la salud, también puede estar asociada con la

composición corporal. Este es un aspecto fundamental de la valoración funcional del cuerpo humano

en la salud, en la clínica y en el rendimiento físico. En relación con la actividad física y la

composición corporal, se encuentran dos posiciones al respecto. En la primera, Serpa, Castillo,

Gama y Giménez (2017) afirman que los sujetos más activos son los que se clasifican dentro de un

índice de masa corporal (IMC) normal y delgadez, siendo los obesos los menos activos. En la

segunda, por el contrario, Westerterp (2018) postula que la actividad física no afecta directamente a

la composición corporal y que el aumento en la realización de actividad física no dará lugar a la

pérdida de grasa ni ayudará a prevenir el aumento de peso para la mayoría de la población.

Siguiendo esta última postura, existe un estudio anterior, realizado con estudiantes de la

Pontificia Universidad Javeriana de electivas de deportes en conjunto, el cual evidenció que el

96,7% de la muestra cumple con las recomendaciones de actividad física e incluso logra cumplir

con 300 minutos a la semana de actividad física aeróbica de intensidad moderada o 150 minutos a

la semana de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa, lo cual trae consigo un beneficio para

la salud. Sin embargo, presenta una relación débil entre el cumplimiento de las recomendaciones de

17

actividad física y el mejoramiento de variables de composición corporal como la masa libre de grasa

o la reducción de la masa grasa (Tibocha, 2019).

Teniendo estas dos posiciones, frente a la pregunta de si la actividad física favorece o no la

composición corporal, se pretende establecer si el nivel de actividad física que realizan los

estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana tiene algún impacto sobre las diferentes variables

que comprenden la composición corporal. Debido a esto, los resultados del presente estudio son

relevantes y pertinentes para determinar si el nivel de actividad física que realizan los estudiantes de

electivas de deportes individuales tiene algún impacto sobre su composición corporal. Además, se

busca proveer información para la creación de nuevas estrategias que apoyen la promoción del

cumplimiento de las recomendaciones de actividad física en la población adulta, reduciendo el

riesgo que existe en el padecimiento de ECNT.

4. Objetivos

4.1. General: determinar la asociación entre el cumplimiento de las recomendaciones de

actividad física y la composición corporal en estudiantes de electivas de deporte individuales de la

Pontificia Universidad Javeriana.

4.2. Actividades:

- Conocer el estado de las variables de composición corporal de los estudiantes participantes en

las electivas de deportes individuales de la Pontificia Universidad Javeriana.

- Establecer la cantidad de actividad física que realizan los estudiantes participantes en las

electivas de deportes individuales de la Pontificia Universidad Javeriana.

5. Metodología

Este trabajo es de tipo observacional correlacional de corte trasversal y hace parte de un

proyecto titulado Prácticas de enseñanza de los docentes de las asignaturas de actividad física y

deporte de la Pontificia Universidad Javeriana y su relación con la actividad física de los

estudiantes, el cual está registrado ante la Vicerrectoría de Investigación y cuyo investigador

principal es el Dr. Alberto Flórez de la Facultad de Educación.

18

5.1.Población de estudio.

La muestra estuvo compuesta por 186 estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana

analizados a lo largo del semestre 1930 del año 2019, mediante la programación y posterior visita a

la electiva del deporte individual, para la toma de medidas antropométricas y medición de la

actividad física, seguido de la depuración de casos que no cumplieran con alguna especificación en

el estudio (Anexo A, B y C). En el siguiente apartado se muestra con más exactitud cómo se dio el

reclutamiento y la recolección de la información.

5.2.Reclutamiento de la población y recolección de información

Para el reclutamiento de los estudiantes, se realizó una primera visita a la electiva de deporte,

en donde se les explicó en qué consistía el estudio, lo que debían hacer en él y sus respectivos

beneficios (obtener un reporte detallado de su composición corporal y la actividad física realizada

por una semana). Por cada clase se podían obtener 10 participantes máximo, los cuales debían

cumplir con los criterios de inclusión y abstenerse de participar en el caso de cumplir con algunos

de los criterios de exclusión. Los criterios de inclusión fueron:

- Hacer parte de la respectiva electiva de deporte,

- Ser mayor de edad,

- Haber firmado el consentimiento informado (Anexo a).

A continuación, los criterios de exclusión:

- No haber firmado el consentimiento informado o referir no querer participar en el estudio,

- Ser menor de edad,

- Tener alguna discapacidad (física, sensorial, cognitiva u otra),

- Haber sido diagnosticado con un trastorno por déficit de atención o alguna alteración

específica en el aprendizaje escolar,

- Tener implantes electrónicos (como marcapasos o prótesis activas),

- Tener conectado algún dispositivo médico electrónico portátil (como dispositivos ECG o

bombas de infusión),

- Tener algún trastorno del ritmo cardiaco,

- Estar embarazada.

19

Una vez verificados los criterios de inclusión, fue necesario seleccionar máximo 10

participantes del grupo de manera aleatoria. Después de que los estudiantes hubieran firmado el

consentimiento informado, se llevaron al área de squash del Centro Javeriano de Formación

Deportiva, se entregaron tarjetas con ID a cada estudiante y se les solicitó realizar una encuesta

sociodemográfica por medio del celular. Cuando los estudiantes hubieran terminado la encuesta, se

dirigieron uno por uno a la sala de análisis del movimiento (SAM) del Centro Javeriano de

Formación Deportiva para la toma de medidas antropométricas. Después de la toma de estas medidas

se entregaba el acelerómetro y se explicaba el correcto uso de este.

Una semana posterior a la toma de medidas y entrega de acelerómetros, se realizó otra visita

a la clase para recoger los acelerómetros. Es importante aclarar que el acelerómetro únicamente

tomó la actividad física realizada en la clase número dos, ya que a la electiva de deporte solo se

asiste una vez a la semana y que el tiempo de duración de la clase depende del profesor que dicta la

electiva, sin embargo, lo establecido es de dos horas.

Una vez recogidos los acelerómetros, se procedió a descargar la información usando el

software Actilife 6, teniendo en cuenta que se generaron dos tipos de archivos: un archivo con los

datos brutos (.gt3x) y un archivo que integró datos en epochs de 60 segundos (.agd). Una vez se

descargó la información, se realizó una validación automática del tiempo de uso empleando la

ecuación desarrollada por Troiano (Troiano et al., 2008) y posteriormente se validado el tiempo de

uso empleando la ecuación de Freedson (Freedson, Melanson, & Sirard, 1998) para estimar el

tiempo en cada una de las categorías de actividad física establecidas. Los datos obtenidos se

guardaron en dos archivos (.xlsx y .csv).

Para los datos de composición corporal se procedió a exportar los datos de la aplicación Seca

de cada estudiante en un archivo .csv. Se generó un PDF para enviarlo al estudiante; este archivo se

guardó junto a los datos individuales de acelerometría en la carpeta previamente marcada con el

respectivo #ID del estudiante. (Figura 1)

20

21

22

Figura 1. Diagrama de flujo de reclutamiento de la población y recolección de información.

Fuente: autoría propia.

23

5.3.Variables

A continuación se describirán las diferentes variables utilizadas y mencionadas a lo largo del

estudio:

Tabla 1

Variables medidas en el estudio

Variable Escala de medición Tipo de

variable

Dependiente/

independiente

Fuente

Índice de Masa

Corporal (IMC)

Bajo peso: <18,5 kg/m2 Continua Dependiente Sociedad

Española para

el Estudio de la

Obesidad

(SEEDO), 2000

Normal: 18,5 -24,9 kg/m2

Sobrepeso: 25-29,9 kg/m2

Obesidad grado I: 30- 34,9 kg/m2

Obesidad grado II: 35- 39,9 kg/m2

Obesidad grado III: ≥ 40 ≥

Índice de masa

libre de grasa

Déficit en mujeres: <14,04

kg/m2

Discreta Dependiente Peine et al.,

2013

Ideal en mujeres: 16,27 kg/m2

Normal en mujeres: 14,04 – 18,49

kg/m2

Elevado en mujeres: >18,49 kg/m2

Déficit en hombres: <17,42

kg/m2

Ideal en hombres:19,83 kg/m2

Normal en hombres: 17,42 –

22,24 kg/m2

Elevado en hombres: >22,24 kg/m2

Índice de masa

grasa

Déficit en mujeres: <3,13 kg/m2 Continua Dependiente Peine et al.,

2013 Ideal en mujeres: 8,46 kg/m2

Normal en mujeres: 3,13 – 13,78

kg/m2

Elevado en mujeres: >13,78 kg/m2

24

Variable Escala de medición Tipo de

variable

Dependiente/

independiente

Fuente

Déficit en hombres: <2,33

kg/m2

Ideal en hombres: 6,42 kg/m2

Normal en hombres: 2,33 – 10,51

kg/m2

Elevado en hombres: >10,51 kg/m2

Grasa visceral Normal en hombre: <2,3 L Continua Dependiente Tibocha, 2019

Elevado en hombres: 2,3 – 3,8 L

Alto en hombres: >3,8 L

Normal en mujeres: <1,5 L

Elevado en mujeres: 1,5 – 2,2 L

Alto en mujeres: >2,2 L

Cumplimiento

de las

recomendacion

es de

Actividad

Física

Cumple las recomendaciones: ≥150

min/sem de actividad física

moderada (3 – 5.9 METs) o ≥75

min/sem de actividad física vigorosa

(≥6 METs)

No cumple las

recomendaciones: <150

min/sem de actividad física

moderada (3 – 5.9 METs) o

<75 min/sem de actividad física

vigorosa (≥6 METs)

Ordinal Independiente OMS, 2010

Sexo Mujer Nominal Independiente N/A

Hombre N/A

Edad Años Cuantitativa Independiente N/A

Estrato

socioeconómico

1 Categórica Independiente DANE, 2019

2

25

Variable Escala de medición Tipo de

variable

Dependiente/

independiente

Fuente

3

4

5

6

Pertenecer a

algún equipo de

facultad

Sí pertenece Nominal Independiente N/A

No pertenece

Pertenecer a

algún equipo de

selección de la

Universidad

Sí pertenece Nominal Independiente N/A

No pertenece

Fuente: autoría propia

5.4.Análisis de datos.

Para realizar el análisis de datos se tomaron los archivos individuales de antropometría,

acelerometría y sociodemográficos para ser depurados usando el programa RStudio. Los datos

obtenidos del bioimpedanciometro no fueron intervenidos, mientras que los datos obtenidos por

acelerometría se depuraron con el programa RStudio y solo se incluyeron aquellos que indicaron

que el acelerómetro fue usado por al menos cuatro días válidos entre semana y un día válido de fin

de semana (un día valido se consideró cuando el acelerómetro fue usado por al menos 10 horas al

día). Posteriormente, con los datos que sí cumplieron con los requisitos propuestos, se estableció la

cantidad de minutos totales de actividad física moderada y vigorosa a la semana, usando la ecuación

de Freedson (Freedson, Melanson, y Sirard, 1998) y así se identificó quiénes cumplían con las

recomendaciones de actividad física y quiénes no. Es importante aclarar que todo esto se realizó con

archivos individuales de cada estudiante; adicionalmente, los datos de acelerometría se unieron con

los datos antropométricos y de bioimpedancia tomados en la visita 1 y los cuales se encuentran en

un archivo CSV por separado. Esto se realiza mediante el programa R-studio, utilizando un código

específicamente diseñado para el procesamiento de estos.

26

Una vez unidos los datos de acelerometría y composición corporal, se guardaron en un

archivo CSV individual, para posteriormente integrarlos mediante el programa SPSS con los datos

sociodemográficos contenidos en otra base de datos y lo cuales se identificaron mediante el

respectivo ID. Posteriormente, los datos integrados en SPSS se depuraron, excluyendo a aquellos

que no tenían la información de acelerometría, la composición corporal y/o los datos que tuvieran

ID desconocido. Después de tener la base de datos en SPSS con variables ya definidas, se procedió

a realizar un análisis de asimetría de la distribución en el cual se revisaron datos no normales y

valores extremos para cada variable de interés. Con estos datos se realizó un análisis descriptivo de

variables univariadas como el sexo, la edad, el estrato, pertenecer a algún equipo de facultad o

selección de la universidad, índice de masa corporal, índice de masa grasa, índice de masa libre de

grasa y minutos de actividad física ligera, moderada-vigorosa y minutos totales de actividad física.

Para las variables continuas se halló la media y la desviación estándar y para variables categóricas

porcentajes.

Después de determinar las variables continuas de interés, se procedió a identificar si estas se

distribuían de manera normal o no normal mediante la prueba Komogorov- Smirnov. Finalmente,

se eligió el mejor método para identificar cada correlación, el método de Spearman, ya que ninguna

pareja de variables fue normal y para determinar las correlaciones de variables categóricas se utilizó

la prueba Tau-b de Kendall. Las correlaciones se consideraron como significativas si p<0.05.

6. Resultados

En el estudio fueron intervenidos, en total, 26 grupos de electivas de deportes como ciclismo

bajo techo, fitness grupal, tenis de mesa, squash, atletismo, taekwondo, karate do, cardio

acondicionamiento y fuerza acondicionamiento. El número de evaluados por clase no siempre fue

estándar, varió entre tres a diez personas, obteniendo una muestra total (n) de 186 participantes, 87

hombres (46,9 %) y 99 mujeres (53,2 %).

En promedio, la población estudiada tenía una edad de 21.38 años ± 1.97, el 44.3% de esta

pertenece al estrato socioeconómico 4, el mayor porcentaje de estudiantes cursan octavo semestre

(23,1 %), solo el 0,5% de la muestra se encuentra dentro de primer y segundo semestre, una minoría

de la muestra pertenece a una selección de facultad o de universidad, 14.1% y 5.6% respectivamente

y el 80,6 % de las personas evaluadas reportaron como región de procedencia la región Andina.

27

El 75,8 % de la muestra se encuentra dentro de un IMC dentro de la normalidad, hombres

77% y mujeres 74,7% (Anexo D). Del mismo modo, el promedio de los índices de masa grasa (6,2

kg/m2) y masa libre de grasa (17,2 kg/m2) se encontraron dentro del rango de normalidad, pero eran

inferiores al valor ideal para hombres y mujeres (Anexo E). Por otro lado, los valores resultantes de

grasa visceral están dentro de la normalidad (1,56 L), traduciendo esto a que no hay riesgo para

enfermedad cardiovascular para hombres y mujeres (VAT normal hombres= >2,3L; VAT normal

mujeres= >1,5 L).

Adicional a esto, en promedio los minutos de actividad física ligera se establecen en 1814,27

min/semana, 440,22 min/semana de actividad física Moderada- vigorosa y 2254,50 min/semana de

actividad física total (Anexo E), de lo cual se resalta que el 95,7% la población estudio cumplía con

las recomendaciones de actividad física, hombres (96,6%) y mujeres (94,9%) e incluso logran

cumplir las recomendaciones adicionales para obtener beneficios de salud (300 minutos a la semana

de actividad física aeróbica de intensidad moderada o 150 minutos a la semana de activad física

aeróbica de intensidad vigorosa o la combinación de ambas) (Anexo D).

En cuanto a las correlaciones bivariadas de las variables de actividad física y composición

corporal no se encontraron relaciones estadísticamente significativas, lo cual se traduce que su valor

p siempre fue mayor a 0,05; es importante resaltar que estas correlaciones se realizaron tanto para

en el total de la población como por sexo (Anexo F, G, H).

7. Discusión de resultados

Este estudio tuvo como objetivo determinar la asociación entre el cumplimiento de las

recomendaciones de actividad física y la composición corporal en estudiantes de electivas de

deportes individuales de la Pontificia Universidad Javeriana, por medio del conocimiento del estado

de las variables de composición corporal y estableciendo la cantidad de actividad física que

realizaban dichos estudiantes.

Teniendo en cuenta los resultados obtenidos en el presente estudio, no existen asociaciones

estadísticamente significativas entre el cumplimiento de las recomendaciones de actividad física y

la composición corporal en estudiantes de electivas de deportes individuales de la Pontificia

Universidad Javeriana. Los resultados encontrados coinciden con posiciones en las que no se

establecen correlaciones significativas entre la actividad física y la composición corporal, como la

pérdida de peso y el aumento de la masa libre de grasa ( Zaccagni, Barbieri y Gualdi-Russo, 2014;

28

Sâo Româo, Morais y Rodrigues, 2016; Feito, Hoffstetter, Serafini y Mangine, 2018; Asma y

Gencer, 2019; Gun y Agirbas, 2019).

Frente a los resultados presentados, es importante aclarar que los resultados esperados en

cuanto a composición corporal cuando se realiza actividad física dependen de muchas variables,

como el tipo de actividad física, la intensidad, el número de repeticiones, los intervalos de descanso,

la duración y la frecuencia semanal (Can et al., 2019). Por esta razón, se tiene que reconocer el hecho

que los acelerómetros son capaces de medir la intensidad y el volumen de ejercicios aeróbicos como

correr o montar bicicleta (Pernek, Kurillo, Stiglic y Bajcsy, 2015), pero no logran medir los

ejercicios de fortalecimiento muscular. Estos tienen un gran impacto en la composición corporal y,

al no poder ser cuantificados, se desconoce si los estudiantes realizan este tipo de ejercicios y si

estos se asocian con la composición corporal.

Del mismo modo, puede que la asociación entre el cumplimiento de las recomendaciones de

actividad física y la composición corporal no sean significativas, debido a que el porcentaje de grasa

corporal es altamente específico, varía de una persona a persona y el peso corporal total es individual

dependiendo de la edad, etnia y tipo de actividad física y/o programa de entrenamiento que se realice

(Kaya et al., 2018). Así como hay distintos factores que pueden incidir en la composición corporal

y que no solo la actividad física puede modificar el peso, la masa grasa y la masa libre de grasa.

Algunos autores han indicado que la pérdida de peso solo con ejercicio (sin dietas) es moderada y

tiene un efecto muy bajo en la masa libre de grasa. Hacer actividad física junto con la dieta pertinente

permite proteger parte de la masa libre de grasa al mantener el glucógeno (Kaya et al., 2018). Otros

autores observaron que adultos con restricción de sueño (4 horas en la cama por noche) exhibieron

niveles aumentados de grelina y niveles disminuidos de leptina, lo cual puede conducir a mayor

sensación de hambre y apetito, lo cual sugiere que la corta duración del sueño, la mala calidad del

sueño y la hora de acostarse más tarde se asocian con un mayor consumo de alimento, malos hábitos

alimenticios y obesidad (Chaput, 2014).

El 75.8% de la población estudiada se encuentra con un índice de masa corporal en

normalidad. De igual forma, los índices de masa grasa (6,2 kg/m2), masa libre de grasa (17,2 kg/m2)

y tejido adiposo visceral (1,56 L). Del mismo modo que los resultados planteados en líneas

anteriores, en un estudio previamente realizado que determinaba la asociación del cumplimiento de

las recomendaciones de actividad física y la composición corporal en estudiantes de electivas de

deportes en conjunto, también se encontró que el 72.7% se clasificaba con un IMC dentro de la

normalidad y que los índices de masa grasa y masa libre de grasa y tejido adiposo visceral, también

29

estaban normales (Tibocha, 2019).Comparando estos resultados con la literatura, se esperaría que la

población estudiada tuviera un índice de masa corporal e índice de masa grasa aumentados, ya que

se espera que el aumento de peso de los estudiantes sea cinco veces mayor que la población en

general durante un año y que haya una ganancia de grasa corporal y aumento modesto en la

circunferencia de cintura (Beaudry et al., 2019).

Es importante aclarar que el índice de masa corporal es la técnica más usada para la

valoración antropométrica del estado nutricional, pero es solo un indicador de peso para la talla por

lo cual su exactitud para determinar la composición corporal es discutible y podría dar falsos

positivos o negativos. Por ejemplo, algunos individuos diagnosticados como normales según el IMC

pueden tener un porcentaje de masa grasa elevado (falsos negativos) mientras que otros,

diagnosticados como obesos por un IMC mayor a 30 kg/m2, pueden tener un porcentaje de grasa

dentro de límites de normalidad (falsos positivos) (Alvero-Cruz et al., 2010). Este cambio en la

composición corporal puede estar asociado principalmente por una transición en la calidad de la

dieta, la cual va disminuyendo a medida del tiempo, una disminución en el tiempo empleado para la

realización de actividad física y seguido a esto, el aumento en el consumo del alcohol, lo cual está

ampliamente documentado (Toselli y Spiga, 2017; Feito et al., 2018; Beaudry et al., 2019).

El hecho de que la mayoría de la población se encuentre dentro de la normalidad en los

índices de masa corporal, masa grasa y masa libre de grasa puede indicar una asociación con el

deseo de mantener un peso idealizado e inculcado por modelos estéticos que, a menudo, pueden

influir en la percepción de la belleza de cada persona o simplemente sea un aspecto genético (Toselli

y Spiga, 2017). También se puede deber a que la población analizada se encontraba en una edad en

promedio de 21,38 años lo cual puede llegar a sugerir que son lo suficientemente jóvenes para que

el aumento del peso corporal no sea tan marcado que pueda afectar el índice de masa corporal, dado

que el aumento del peso corporal va progresando a lo largo de la vida, como se demuestra en la

ENSIN 2005 que señala una diferencia clara en peso y circunferencia entre los diferentes grupos de

edad de los adultos (Profamilia, Instituto Nacional de Salud, Familiar, Universidad de Antioquia, &

OPS, 2005).

Teniendo en cuenta que una de las actividades planteadas al inicio de la presente

investigación era establecer la cantidad de actividad física que realizan los estudiantes que participan

en las electivas de deportes individuales de la Pontificia Universidad Javeriana, se obtuvieron

resultados contradictorios frente a lo propuesto en diversos estudios ya presentados (Deliens et al.,

2015; Serrano, Pizarro, Zaragoza, del Villar y García-González, 2017; Diehl, Fuchs, Rathmann y

30

Hilger-Kolb, 2018) y frente a los resultados preliminares de la ENSIN 2015, que muestra el

cumplimiento en recomendaciones de actividad física en adultos de 18 a 64 años es de un promedio

de 51,1%; siendo para hombres de 61,1 % y para mujeres de 42,7 % (MinSalud; y Instituto Nacional

de Salud; Instituto Colombiano de Bienestar Familia; Universidad Nacional de Colombia, 2015).

En disonancia con lo esperado a partir de la revisión de la literatura y de los estudios de caso

previos, se encontró que la mayoría de los estudiantes participantes del estudio cumplen con las

recomendaciones de actividad física: 95.7% en promedio, 96.6 % y 94.9 % para hombres y mujeres,

respectivamente, como se muestra en la Tabla 2. Del mismo modo, un estudio previo realizado con

estudiantes que asistían a electivas de deportes en conjunto, arrojó que la mayoría cumplía con las

recomendaciones de actividad física (96,7%: 98,8% de los hombres y 97,8% de las mujeres)

(Tibocha, 2019). Con este estudio se estableció que la población logra cumplir las recomendaciones,

lo que les permite obtener mayores beneficios para la salud: en promedio 440,22 min de AFMV a

la semana ± 181,41, siendo 459,03 min de AFMV a la semana ± 176, 33 para hombres y 423,68 min

de FMV a la semana ± 185,07 para mujeres (Tabla 3).

Lo anterior puede deberse a que no solo los estudiantes, sino la población en general, están

sufriendo un cambio en la percepción de los hábitos y estilos de vida saludables; se están volviendo

más críticos en cuanto a su salud, frente a cómo lograr un adecuado estilo de vida y, de igual forma,

se está teniendo una mayor preocupación en cuanto a la percepción corporal, lo cual lleva a un

aumento en la realización de actividad física (Toselli & Spiga, 2017). Del mismo modo, debido a

las largas distancias que se deben recorrer y a los diferentes tipos de transportes que existen, algunas

personas optan por un transporte en el que se reduzca el uso de vehículos automotores y sus

emisiones de carbono. De esta forma, para evitar que la movilidad se vea obstaculizada, hacen uso

de otras alternativas de transporte que pueden incrementan la actividad física, tales como ir en

bicicleta, en patineta o caminar, entre otras alternativas (Hirsch, DeVries, Brauer, Frank y Winters,

2018).

Finalmente, y volviendo al aspecto metodológico, en este estudio las variables tanto de

actividad física como de composición corporal fueron medidas de manera objetiva utilizando

acelerometría y bioimpedancia, respectivamente. El uso de estas mediciones crea resultados

robustos, que pueden ser utilizados ampliamente para la justificación de algunas premisas que

aborden temas de actividad física y composición corporal. Asimismo, se logró establecer que los

niveles de actividad física realizados por los estudiantes no tenían alguna incidencia en la

composición corporal. Como limitación del estudio se asumió que no se pudieron controlar variables

31

para la medición por bioimpedancia (no haber consumido alcohol antes, no haber realizado ejercicio

antes, no haber consumido cafeína antes, entre otras). Además, puede que los participantes de

nuestro estudio realizaran actividad física con anterioridad, lo que sugiere que la mayoría mantiene

sus variables de composición corporal y no necesariamente están tratando de modificarlas. Seguido

a esto, se sugiere para estudios futuros incluir más variables que puedan asociarse con el cambio de

la composición corporal, como la dieta, el sueño, los factores asociados al estrés o la percepción

corporal.

8. Conclusiones

No se encontraron asociaciones estadísticamente significativas entre el cumplimiento de las

recomendaciones de actividad física y algunas variables de composición corporal por parte de

estudiantes de electivas de deporte individuales de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.

Adicionalmente, se estableció que las variables de composición corporal tienen un promedio dentro

de los valores de normalidad: índice de masa corporal en 23.41 kg/m2, índice de masa grasa en 6.2

kg/m2, índice de masa libre de grasa en 17.2 kg/m2 y tejido adiposo visceral 1.56 L, tanto para

hombres como para mujeres. A partir de las mediciones, se identificó que la cantidad de actividad

física moderada-vigorosa que realizaban los estudiantes de electivas de deportes individuales de la

Pontificia universidad javeriana es en promedio de 440,22 min a la semana ± 181,41.

Finalmente, estos resultados se traducen en que la mayoría de la población estudiada cumple

con las recomendaciones de actividad física, lo que permite responder a la pregunta planteada en la

presente investigación. Para cerrar, resulta pertinente señalar algunas recomendaciones para trabajos

futuros, que permitan construir los datos de otra manera y tener acceso a variables no consideradas

para esta investigación como la ingesta de alimentos, el sueño los factores asociados al estrés o la

percepción corporal.

9. Recomendaciones

1. Realizar otro estudio en el que se considere el efecto combinado que la dieta tiene en las

variables de composición corporal como el índice de masa grasa, índice de masa libre de

grasa y tejido adiposo visceral.

32

2. Indagar en estudios futuros por qué la mayoría de los estudiantes universitarios cumplen con

las recomendaciones de actividad física, ya que este resultado fue contradictorio a

planteamientos previos.

33

10. Referencias bibliográficas

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Toselli, S., & Spiga, F. (2017). Sport practice, physical structure, and body image among

university students. Journal of Eating Disorders, 5(1), 1–9. https://doi.org/10.1186/s40337-

017-0163-1

Troiano, R. P., Berrigan, D., Dodd, K. W., Mâsse, L. C., Tilert, T., & Mcdowell, M. (2008).

Physical activity in the United States measured by accelerometer. Medicine and Science in

Sports and Exercise, 40(1), 181–188. https://doi.org/10.1249/mss.0b013e31815a51b3

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Level of Intensity. CDC & ACSM Guidelines, 71(80). Retrieved from

https://www.cdc.gov/nccdphp/dnpa/physical/pdf/pa_intensity_table_2_1.pdf

U.S. Department of Health and Human Services. (2008). Physical Activity Guidelines for

Americans. U.S. Department of Health and Human Services.

Westerterp, K. R. (2018). Changes in physical activity over the lifespan: impact on body

composition and sarcopenic obesity. Obesity Reviews, 19, 8–13.

https://doi.org/10.1111/obr.12781

Wetter, A. C., Wetter, T. J., & Schoonaert, K. J. (2013). Fitness and health in college students:

Changes across 15 years of assessment. Journal of Exercise Physiology Online, 16(5), 1–9.

Zaccagni, L., Barbieri, D., & Gualdi-Russo, E. (2014). Body composition and physical activity in

Italian university students. Journal of Translational Medicine, 12(1).

https://doi.org/10.1186/1479-5876-12-120

41

42

Anexos

Anexo A. Consentimiento informado

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Dirigido a: estudiantes de las Asignaturas de actividad física y deporte de la Pontificia

Universidad Javeriana

Título del estudio: Prácticas de ensenanza y actividad física en las electivas de deporte

Investigador: Alberto Flórez Pregonero

Co-Investigadores: Yadira Cortés, Lilian Parada, Elena Marulanda

Usted ha sido invitado a participar en un estudio de investigación. Antes de que usted

decida participar en el estudio, por favor lea este consentimiento cuidadosamente. Haga todas las

preguntas que usted tenga para asegurarse de que entiende los procedimientos del estudio,

incluyendo los riesgos y los beneficios. El propósito de este documento es proveer a los

participantes de esta investigación una clara explicación de la naturaleza de la misma, así como de

su rol en ella como participantes.

Por medio de este documento, se le invita a hacer parte de este estudio de investigación,

realizado con el objetivo de determinar la asociación existente entre la planeación de la cantidad e

intensidad de actividad física que hacen los profesores de las asignaturas de actividad física y

deporte de la Pontificia Universidad Javeriana y la cantidad e intensidad de actividad física que

realizan los estudiantes de las asignaturas de actividad física y deporte de la Pontificia Universidad

Javeriana.

Impacto esperado: se espera determinar si las asignaturas de deporte tienen un aporte

significativo a la cantidad de actividad física y sueño de los estudiantes inscritos en las mismas.

Procedimiento y protocolo: el estudio consiste en medir la cantidad de actividad física que

realizan los estudiantes durante una semana, realizar una serie de mediciones de la composición

corporal y realizar unas preguntas sobre aspectos sociodemográficos.

43

Para determinar el nivel de actividad física y sueño se le pedirá que durante el día use un

monitor de actividad física (Actigraph wGT3x-BT) en la cintura, que medirá la cantidad e

intensidad de sus movimientos durante una semana. El mismo monitor se usará en la noche en

la muñeca para determinar la cantidad y calidad del sueño.

Para la composición corporal se le tomará la talla, el peso y se estimara la composición

corporal mediante bioimpedancia. Para la bioimpedancia se

usará un Bioimpedanciometro octopolar seca mBCA 515/514, este equipo obtiene medidas

tales como la cantidad de grasa y de músculo corporal. Estas medidas serán enviadas a su

correo electrónico luego de ser tomadas y analizadas por el grupo investigador. Cabe

resaltar que, para esta medición, el Bioimpedanciometro usa una corriente eléctrica muy

reducida que no genera ningún riesgo para la salud; sin embargo, personas extremadamente

sensibles pueden llegar a percibir un leve cosquilleo.

Se preguntarán aspectos sociodemográficos como: edad, sexo, estrato socioeconómico,

carrera, entre otros.

Al ser una participación voluntaria, no recibirá ninguna remuneración económica. Sin

embargo, recibirá un reporte con los resultados obtenidos, en donde se le indicará: 1) la cantidad e

intensidad de la actividad física que usted realizó y el gasto energético correspondiente a esta; 2) el

estado de su composición corporal.

Riesgos: al participar en esta investigación, usted se expone a los mismos riesgos que existen en

su vida cotidiana incluyendo los riesgos que implica asistir a las clases de actividad física y

deporte que usted ha matriculado. En conformidad con la resolución No. 8430 de 1993 del

Ministerio de Salud de la República de Colombia, su participación en este estudio es considerada

como de riesgo mínimo.

Privacidad y confidencialidad: la información obtenida por medio de este estudio solo tiene fines

académicos y no será utilizada con otros fines apartes de los presentes en el estudio. Las únicas

personas autorizadas para ver sus respuestas son las que trabajan en el estudio y las que se

aseguran de que este se realice correctamente.

La información obtenida a partir de las mediciones será completamente confidencial, su

nombre no aparecerá en los resultados del estudio ni se hará público en ningún medio. Así como

44

también, usted será el único quien podrá tener conocimiento de la interpretación de sus propios

resultados.

La participación es voluntaria: la participación en el estudio es completamente voluntaria. Si no

desea participar o se retira después de comenzar el estudio, esto no afectará su relación con los

investigadores y/o el profesor de la clase, así como su desempeño en la misma.

A quién contactar: si tiene alguna pregunta puede hacerlas ahora o más tarde, incluso después de

haberse iniciado el estudio. Si desea hacer preguntas más tarde, puede contactar cualquiera de las

siguientes personas:

Alberto Flórez Pregonero, Correo electrónico: [email protected]

Yadira Cortés, [email protected]

Lilian Parada, [email protected]

Elena Marulanda, [email protected]

Yo ______________________________________, identificado(a) con cédula No.

_______________________ acepto las condiciones descritas en este documento, acepto mi

participación voluntaria en el estudio. Me han explicado en que consiste el estudio.

Firmo__________________________ a los ____ días del mes ____ del año _______.

45

Anexo B. Protocolo de medias antropométricas

Protocolo de medias antropométricas (Flórez, 2019)

Antes de que el estudiante se dirigiera al salón donde fueron tomadas las medidas

antropométricas, se le recordó que debía:

Haber ido al baño antes de la toma,

Llevar ropa ligera,

Estar totalmente descalzo, sin zapatos ni medias,

Tener pies y manos limpias,

No tener ningún elemento metálico ni electrónico en su cuerpo (aretes, reloj,

manilla, celular, etc.),

Mantener una postura estable durante las mediciones,

No tener objetos en la cabeza o peinados que impidan el contacto de la

estructura móvil del tallímetro con el vertex.

Respecto a las medidas por bioimpedancia, cabe mencionar que no se permitió realizar una

medición de bioimpedancia en personas:

Con implantes electrónicos, p. ej. Marcapasos,

Con prótesis activas,

Conectadas a uno de los siguientes aparatos: sistemas electrónicos de soporte

vital (p. ej., corazón artificial, pulmón artificial), dispositivos médicos

electrónicos portátiles (p. ej., dispositivos ECG o bombas de infusión),

Con trastornos del ritmo cardiaco,

En embarazo.

Para efectos de maximización del tiempo y previamente a la visita 1, el ID de cada

estudiante fue guardado en el software de Seca del computador de la SAM.

Una vez en la SAM se siguieron los siguientes pasos:

a) Hacer pasar a los estudiantes al SAM por orden de finalización de la encuesta.

b) Toma de la circunferencia de cintura. Para esta toma se tuvieron en cuenta las siguientes

indicaciones, adaptadas de lo presentado por Stewart y Marfell-Jones (2011):

46

El estudiante adopta una posición relajada, de pie, y con los brazos cruzados

en el tórax,

El antropometrista se coloca al frente o levemente en abducción del

estudiante, permitiendo que la cinta corra alrededor del abdomen. Con la

mano derecha se agarra el extremo y la caja de la cinta; con la mano

izquierda se ajusta la cinta en la espalda y en el nivel más estrecho de la

cintura,

El antropometrista retoma el control del extremo de la cinta con la mano

izquierda, empleando la técnica de manos cruzadas, y coloca la cinta en el

nivel adecuado,

Se le indica al estudiante que respire con normalidad y la medición se toma

al final de una expiración normal.

Nota: si no existe una cintura mínima evidente, el antropometrista debe ubicar el

punto medio entre el borde lateral costal inferior (décima costilla) y la cresta ilíaca,

marcarlo con un lápiz de ojos y ahí debe tomar la medida.

c) Abrir el software de Seca en el computador y bucar el estudiante por su ID (*# de clase# de

monitor). El usuario corresponde al ID único del participante (el mismo con el que se inició

el monitor de actividad física: # de clase_# de estudiante). Nombre e ID serán el mismo en

el software de Seca.

d) Introducir la fecha de nacimiento, el sexo y la etnia del estudiante

e) Guardar los datos introducidos y enviarlos en el computador al bioimpedanciometro

haciendo clic en “medir” y luego en “enviar historial médico”.

f) Hacer pasar al estudiante al estadiómetro Seca para tomar la talla, la cual se enviará al

bioimpedanciometro presionando la tecla “Send” en el estadiómetro. Para la toma de la

estatura se tuvo en cuenta el siguiente protocolo (Stewart y Marfell-Jones, 2011):

El estudiante debe estar de pie, con talones juntos y la cabeza en plano de

Frankfurt. Los talones, glúteos y la parte superior de la espalda deben estar en

contacto con la escala.

Para obtener el plano de Frankfurt, el antropometrista pone las puntas de los

pulgares en cada punto Orbitale (borde inferior de la cuenca del ojo) y los dedos

47

índices sobre cada punto del Tragion (la muesca superior del trago de la oreja)

para que estos dos puntos queden alineados de manera horizontal.

Mientras se coloca la cabeza en el plano de Frankfurt, el antropometrista aplica

una tracción moderada hacia arriba en el proceso mastoideo.

Se le indica al estudiante que realice una inspiración profunda y mantenga la

respiración. La medida se toma antes de que el sujeto espire.

g) Hacer pasar al estudiante al bioimpedanciometro y pedirle que se coloque sobre el vidrio,

asegurándose de que el estudiante ubique los pies uniformemente sobre los electrodos.

h) Activar la pestana “BIA”, dando clic sobre la respectiva pestana.

i) Preguntar al estudiante si pertenece a un grupo de personas con el cual no se debe realizar

una medición de bioimpedancia (Sí/No), el cual se describió previamente en los criterios de

exclusión. En el caso de que la respuesta sea “Sí” no se puede proseguir con la toma de

bioimpedancia, el bioimpedanciometro solo permite continuar si la respuesta a esta

pregunta es “No”.

j) Pedir al estudiante que agarre los electrodos con cada mano de manera que los brazos

queden extendidos, pero no tensos. La pareja de electrodos (1.60 m – 1.80 m – 2.00 m) que

elija debe ser idéntica para la mano derecha e izquierda. El separador de dedos debe quedar

entre los dedos corazón y anular en ambas manos.

k) Esperar a que la medición finalice.

l) Introducir el valor de PAL (pulse la tecla información que está junto al campo de entrada

PAL y elija el valor PAL adecuado para su paciente). El valor PAL se introduce teniendo

en cuenta las siguientes categorías (U.S. Department of Health and Human Services,

2006):

Sedentario: (1.0 – 1.39) actividades cotidianas durante el día como hacer aseo,

tareas del hogar, caminar al bus.

Poco activo: (1.4 – 1.59) actividades cotidianas durante el día MÁS 30 – 60

minutos de actividad moderada al día. Como caminar a 5.7 km/h, hacer trabajos

de limpieza demandantes (limpiar ventanas, aspirar, trapear, cortar el pasto),

aeróbicos, yoga, pesas con mancuernas, tenis de mesa competitivo, tenis dobles,

48

montar bicicleta a un esfuerzo ligero, nadar recreacionalmente, cargar objetos

pesados, lanzar al arco en baloncesto

Activo: (1.6 – 1.89) actividades cotidianas durante el día MÁS al menos 60

minutos de actividad moderada al día.

Muy activo: (1.9 – 2.5) actividades cotidianas durante el día MÁS al menos 60

minutos de actividad moderada al día, MÁS 60 minutos adicionales de

actividad vigorosa al día (como escalar, trotar a 10 km/h, aeróbicos de alto

impacto, saltar lazo, nadar a ritmo constante, mover muebles pesados, montar

bicicleta a buena velocidad, jugar baloncesto, fútbol o tenis individual).

m) Introducir la circunferencia de cintura tomada previamente, la cual deberá ser introducida

en metros (m) al bioimpedanciometro.

n) Tomar la medida.

o) Exportar CSV (# de clase_# de estudiante)

p) Generar PDF (# de clase_# de estudiante)

q) Guardar CSV y PDF en disco duro.

49

Anexo C. Protocolo para el uso de acelerómetros

Las baterías de los monitores de actividad física se cargaron al 100%, y usando el software

Actilife 6 se inicializaron los equipos para recolectar datos en una fecha futura, este dispositivo

recolecta la información desde el momento en que finaliza la clase de la visita 1 hasta que termina

la clase de la visita 2 (Ej: Si la electiva va de 7:00 a.m. a 9:00 a.m., el acelerómetro comienza a

tomar información durante 7 días a las 9:01 en la primera visita y terminara de tomar información

a las 9:01 de la segunda visita). Cada monitor de actividad física se inicializo y marco con el ID de

cada participante. El ID del participante fue el número de clase, seguido del número del monitor de

actividad física (dos dígitos).

Una vez los estudiantes se han ido, el responsable de la entrega incluyó sus contactos de

celular y programa los mensajes de WhatsApp de cada estudiante así:

Día 1 Mensaje diurno. Para ser enviado una hora después de que el estudiante termina la

clase (p.ej., a las 10:00 a.m. para una clase que termina a las 9:00 a.m.)

¡Hola! Somos el grupo AFLEC y te escribimos para agradecerte por ser parte del grupo

muestra para este estudio.

También, de paso, para recordarte que: ¡debes usar ya mismo el monitor de actividad

física! Póntelo según las indicaciones, bien ajustadito y lleva tu vida normalmente.

Cualquier duda o inquietud que tengas, no dudes en contactarnos (entre 8-5 am) por este

chat o a nuestro e-mail [email protected]

Si tienes información personal contáctanos por interno

Día 2. Mensaje diurno. 7:00 a.m.

¡Buenos días!

Por favor responde esta breve encuesta: https://goo.gl/KDjuYx

¡No olvides ponerte el monitor de actividad física en la cintura! Es recomendable que,

cuando salgas de tomar tu ducha, lo dejes en un lugar en donde sepas que sí o sí lo vas a

ver. Como sugerencia: póntelo tan pronto puedas después de tu ducha.

50

¡Ten un buen día!

Día 2. Mensaje nocturno. 7:00 p.m.

Buenas noches, ¿cómo vas?

No olvides cambiar tu monitor de actividad física a la manilla del brazo derecho cuando

vayas a dormir.

Descansa.

51

Anexo D. Estadísticas descriptivas de variables sociodemográficas y de composición

corporal

Estadísticas descriptivas de variables sociodemográficas y de composición corporal

Porcentaje

Variable Hombres Mujeres Total

Estrato Socioeconómico

(n=176)

1

2

3

4

5

6

Total

0%

8,4%

21,7%

43,4%

20,5%

6%

100%

0%

4,3%

30,1%

45,2%

10,8%

9,7%

100%

0%

6,3%

26,1%

44,3%

15,3%

8,0%

100%

IMC (n=186)

Bajo peso

Normal

Sobrepeso

Obesidad grado I

Obesidad grado II

Obesidad grado III

Total

1,1%

77%

16,1%

4,6%

1,1%

0%

100%

2%

74,7%

14,1%

8,1%

1%

0%

100%

1,6%

75,8%

15,1%

6,5%

1,1%

0%

100%

Selección facultad

(n=177)

No

Total

15,5%

84,5%

100%

12,9%

87,1%

100%

14,1%

85,9%

100%

Selección Universidad

(n=177)

No

Total

10,7%

98,3%

100%

1,1

98,9

100%

5,6%

94,4%

100%

52

Porcentaje

Variable Hombres Mujeres Total

Cumple las

recomendaciones

actividad física (n=186)

No

Total

96,6%

3,4%

100%

94,9%

5,1%

100%

95,7%

4,3%

100%

Fuente: autoría propia, con el uso de SPSS

53

Anexo E. Estadísticas descriptivas de variables de composición corporal y de actividad física

Estadísticas descriptivas de variables de composición corporal y de actividad física

Hombres Mujeres Total

Variable Media DE Media DE Media DE

Edad (n=186) 21,01 2,02 21,71 1,87 21,38 1,97

Índice de Masa

Corporal (n=186)

23,42 3,43 23,41 3,79 23,41 3,61

Índice de Masa Grasa

(n=186)

4,73 2,46 7,49 2,89 6,2 3,03

Índice de Masa Libre

de Grasa (n=186)

18,69 1,43 15,92 1,16 17,2 1,89

Tejido de Grasa

Visceral (n=186)

1,80 0,89 1,35 0,43 1,56 0,72

Minutos de Actividad

Física Ligera (n=186)

1823,40 573,73 1806,26 499,74 1814,27 534,21

Minutos de Actividad

Física Moderada-

Vigorosa(n=186)

459,03 176,33 423,68 185,07 440,22 181,41

Minutos de Actividad

Física totales (n=186)

2282,43 679,13 2229,94 617,82 2254,50 645,98

Fuente: autoría propia, con el uso de SPSS

54

Anexo F. Correlaciones entre variables de actividad física y composición corporal muestra

total

Correlaciones entre variables de actividad física y composición corporal muestra total

Índice de

Masa

Corporal

Índice de

Masa Grasa

Índice de

Masa Libre de

Grasa

Tejido Adiposo

Visceral

Minutos de

Actividad Física

Ligera

r(184)=0.062,

p>0.05a

r(184)=0.059,

p>0.05a

r(184)=0.007,

p>0.05a

r(184)=0.057,

p>0.05a

Minutos de

Actividad Física

Moderada-

Vigorosa

r(184)=0.035,

p>0.05a

r(184)=-0.055,

p>0.05a

r(184)=0.130,

p>0.05a

r(184)=-0.084,

p>0.05a

Minutos totales

de Actividad

Física

r(184)=0.062,

p>0.05a

r(184)=0.035,

p>0.05a

r(184)=0.043,

p>0.05a

r(184)= 0.025,

p>0,05a

Cumple las

recomendaciones

en actividad

física

r(184)=0.011,

p>0.05b

r(184)=-0.024,

p>0.05b

r(184)=0.042,

p>0.481b

r(184)= 0.019,

p>0.05b

a=Correlación de Spearman

b=Correlación de Tau-b de Kendall

Fuente: autoría propia, con el uso de SPSS

55

Anexo G. Correlaciones entre variables de actividad física y composición corporal en

hombres

Correlaciones entre variables de actividad física y composición corporal en hombres

Índice de

Masa

Corporal

Índice de

Masa Grasa

Índice de

Masa Libre de

Grasa

Tejido

Adiposo

Visceral

Minutos de

Actividad Física

Ligera

r(85)=0.127,

p>0.05a

r(85)=0.171,

p>0.05a

r(85)=0.053,

p>0.05a

r(85)=0.173,

p>0.05a

Minutos de

Actividad Física

Moderada-

Vigorosa

r(85)=0.111,

p>0.05

r(85)=0.101,

p>0.05

r(85)=0.167,

p>0.05

r(85)=-0.044,

p>0.687

Minutos totales

de Actividad

Física

r(85)=0.147,

p>0.05

r(85)=0.183,

p>0.05

r(85)=0.098,

p>0.05

r(85)=0.174,

p>0.05

Cumple las

recomendaciones

en actividad

física

r(85)=-0.019,

p>0.05b

r(85)=-0.010,

p>0.05b

r(85)=-0.005,

p>0.05b

r(85)=0.026,

p>0.05b

a=Correlación de Spearman

b=Correlación de Tau-b de Kendall

Fuente: autoría propia, con el uso de SPSS

56

Anexo H. Correlaciones entre variables de actividad física y composición corporal en mujeres

Correlaciones entre variables de actividad física y composición corporal en mujeres

Índice de

Masa

Corporal

Índice de

Masa Grasa

Índice de

Masa Libre de

Grasa

Tejido

Adiposo

Visceral

Minutos de

Actividad Física

Ligera

r(97)=-0.002,

p>0.05

r(97)=-0.027,

p>0.05

r(97)=-0.003,

p>0.05

r(97)=-0.053,

p>0.05

Minutos de

Actividad Física

Moderada-

Vigorosa

r(97)=-0.004,

p>0.05

r(97)=-0.069,

p>0.05

r(97)=0.085,

p>0.05

r(97)=-0.190,

p>0.05

Minutos totales

de Actividad

Física

r(97)=-0.018,

p>0.05

r(97)=-0.061,

p>0.05

r(97)=0.025,

p>0.05

r(97)=-0.130,

p>0.05

Cumple las

recomendaciones

en actividad

física

r(97)=0.035,

p>0.05

r(97)=0.35,

p>0.05

r(97)=0.054,

p>0.05

r(97)=-0.039,

p>0.05

a=Correlación de Spearman

b=Correlación de Tau-b de Kendall

Fuente: autoría propia, con el uso de SPSS