Arte colonial vzla bra col. 32docx

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República Bolivariana de Venezuela Ministerio del Poder Popular para la Educación “Colegio San Felipe” Caracas Integrantes: Yoscar Arrioja Celio Vallejo ARTE COLONI AL DE VENEZU ELA, BRASIL Y COLOMB

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para laEducación

“Colegio San Felipe”

Caracas

Integrantes: Yoscar Arrioja Celio Vallejo

ARTECOLONIAL DEVENEZUELA,BRASIL

YCOLOMB

Estefany Rojas Jesús Laya

El Arte Colonial

Estuvo determinado en sus inicios, por la influencia europea.Durante este período nuestra sociedad trato de adoptar lascaracterísticas y formas propias del Barroco.

Las artes en este período de la historia venezolana estuvieronsupeditadas al gusto de los personeros europeos, civiles yreligiosos que buscaban rodearse de obras artísticas hechassegún los principios estéticos de la época. Muy pronto fupredominando lo Barroco importado de España.

El barroco como arte colonial en Venezuela

A partir del siglo XVII, el estilo barroco comenzó a aparecerpoco a poco en la arquitectura colonial. Los templos yconventos añadieron elementos barrocos a su arquitectura. Lacatedral de Lima, por ejemplo, incorporó a su fachada unatípica portada barroca de piedra labrada de manera similar aun retablo. Solo a fines del siglo XVII el barroco logróimponerse.

ARTECOLONIAL DEVENEZUELA,BRASIL

YCOLOMB

VENEZUELA

Este estilo se caracterizó por su recargada ornamentación, conlíneas curvas que le dan movimiento y libertad. En losedificios se pueden apreciar columnas salomónicas en espiralascendente, frontones curvos y partidos, torres y cornisas,así como elementos decorativos inspirados en la naturaleza(plantas y frutos), ángeles y santos. Para enriquecer ladecoración, la arquitectura tenía además a la escultura.

PINTURA

5 de Julio Juan Lovera

En los últimos tiempos de la colonia aparecen las primerasobras pictóricas de carácter anónimo, es decir, no estánfirmadas por el autor de la misma y no llegan a diferenciarselos rasgos personales de los autores. Además del carácterreligioso, las primeras pinturas venezolanas tienen uncarácter profundamente popular. Pero al lado de estas pinturasde recursos técnicos muy elementales, aunque de gran valorexpresivo, se practicó lo que es podría llamar la pinturaculta renacentista.

A finales del siglo XVIII surge la llamada Escuela Caraqueña,formada por un grupo de pintores con tendencias semejantes, ycon gran influencia renacentista dejaron atrás un poco el temareligioso, utilizando el lenguaje plástico producto del

ambiente de su entorno.

La Inmaculada La Pastora

Juan Pedro LópezJuan Lovera

ESCULTURA

Juan Bautista Gonzalez

Durante la época colonial se realizaron hermosas tallas enmadera policromada de carácter religioso, con la intención dedespertar la devoción del pueblo en la fe cristiana de España.

Las máximas representaciones escultóricas en la época colonialVenezolana, la conformaron las “tallas de madera” con temas decarácter religioso.

Esta expresión artística fue en su mayoría, anónima, elaboradapor laicos, religiosos (con gran imaginación) y artistasresidentes en la zona.

Uno de sus principales representantes fueron Juan BautistaGonzáles y su hijo Manuel, en el siglo XIX, quienes elaboraronesculturas de gran renombre y prestigio para las iglesias ypara algunas casas de familias adineradas.

ARQUITECTURACasa Colonial

Es el arte edificado tanto en Venezuela, como por arquitectosvenezolanos en otras partes del mundo. La arquitecturavenezolana es una mezcla de la cultura autóctona indígenavenezolana y de las adoptadas en el país por latransculturización artística de las distintas culturasarquitectónicas que se comenzaron a proyectar en Venezueladesde la llegada de los españoles a territorio venezolano.

La arquitectura colonial venezolana es construida desde elsiglo XVI cuando Venezuela comienza a ser colonia dependientedel Imperio español, hasta 1810, cuando comienza el proceso deindependencia de Venezuela.

La arquitectura de esta época se caracteriza por su discretamodestia. La explicación está en las condicionessocioeconómicas del país. Venezuela no ofrecía entonces a loscolonizadores las inmensas riquezas guardadas por lanaturaleza para tiempos posteriores.

Una provincia aparentemente poco rica no podía permitirse ellujo de construir edificios de alto costo a imitación de losgrandes virreinatos que existían para la época y la sociedadcolonial no brindaba tampoco un cuadro tan próspero como el deotros países de América Latina.

La simplificación de los problemas técnicos, la renuncia a lamayoría de los elementos decorativos y abigarradasostentaciones de barroquismos fantasiosos, la imposibilidad deutilizar materiales costosos y la consiguiente falta deartesanos, contribuyeron a establecer una modesta pero biendefinida fisonomía de la arquitectura colonial de Venezuela.

Arquitectura religiosa

Catedral de Caracas

Los templos eran constituidos por una casi invariable,disposición conformada por una planta rectangular, tres navesseparadas por arcos de cubierta de alfarje compuesta de unaarmadura de madera de pares, nudillos, tirantes y almizate.Las edificaciones católicas que se construían despejabansencillez y pobreza, pues dentro de sus arquitecturasprácticamente no existían variantes de relevancia y la pocadiversidad de materiales de construcción dictaba el diseño yla calidad de la arquitectura religiosa en la época de lacolonia. Para mediados del siglo XVI en Venezuela no abundabanlas familias pudientes capaces de levantar a sus expensasgrandes iglesias y conventos. La misma iglesia católica, losobispos y las órdenes religiosas no disponían de los mediossuficientes para erigir monumentos religiosos comparables conlos de otros países del continente. El siglo XVII fue dereconstrucción de los templos católicos que habían sido

destruidos por el terremoto de 1641. El siglo XVIII,específicamente entre 1728 y 1785 la prosperidad que gozóVenezuela por la apertura de la Compañía Guipuzcoana sereflejó también en la construcción de nuevas arquitecturas, enespecial de tipo religiosas.

Las ciudades de Coro y Caracas tuvieron el mayor auge enconstrucciones religiosas. Algunas de las edificacionesreligiosas más representativas son:

Catedral de Caracas;

Panteón Nacional

Catedral de Coro

Iglesia de San Francisco en Caracas;

Palacio Arzobispal de Caracas;

Capilla de La Trinidad en Caracas;

Iglesia de Nuestra Señora de Santa Ana en Coro;

Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Curucay en Caracas.

Iglesia del Calvario de Carora.

Arquitectura militar

Cuartel Mariano Montilla, Estado Aragua.

Durante la época de la colonia eventualmente se producíanenfrentamientos entre los conquistadores españoles y bárbarosque navegaban en costas venezolanas, a fin de apoderarse delas provincias ubicadas en las costas del país. Para elmomento, los reinos de Europa afrontaban una crisis económica,por lo que tripulaciones armadas inglesas, holandesas,portuguesas y francesas arribaban a Venezuela, con el fin deapropiarse de los territorios de la provincia y saquear lasciudades costeras.

Las costas e islas venezolanas fueron escena de combatesproducidas por corsarios y piratas, por lo que España se vioen la obligación de mantener su imperio, construyendocastillos, baluartes, cuarteles y fortificaciones queresguardaban las ciudades de la provincia.

Castillo Santa Rosa enMargarita;

Fortín Solano en PuertoCabello

Castillo San Felipe en PuertoCabello

Castillo de Araya en Araya;

Castillo de San Carlos deBorromeo en Margarita;

Cuartel San Carlos en Caracas;

Castillo de San Carlos de laBarra en Maracaibo;

Castillo de San Antonio de la

Eminencia en Cumaná;

Arquitectura civil

Quinta Anauco Caracas

La vivienda popular de la colonia se caracterizaba por lasimplicidad de sus formas, sin muchos efectos escenográficos,mientras que la sobriedad era la principal característica delas mansiones aristocráticas, con una fuerte influenciamorisca heredada de la España Meridional.

Se puede reconocer la funcionalidad de cada arquitecturacolonial, por el empleo de los materiales, algunos como lamadera, la caña amarga, el adobe, la tapia y la arcilla, quesirvió para la creación de ornamentos funcionales.

La arquitectura civil se representaba en las casas coloniales,rurales y urbanas.

Casa urbana: La entrada principal era un zaguán que comunicabaa una habitación situada a uno de sus lados, esta era usadacomo despacho u oficina del dueño de casa.

Tenían un patio central, alrededor de él se situaban lashabitaciones.

En los exteriores se presentaban lo aleros, que fue unelemento que caracterizo nuestra cultura colonial.

La formas decorativas dependían de las posibilidadeseconómicas y gustos de la familia.

Casa rural: Su planta era casi siempre cerrada, rodeada decorredores que servían para darle luz y aire a lashabitaciones. Las columnas toscanas fueron las más usadas comosoportes de techo y los dinteles caracterizaron también estetipo de arquitectura por ser menos costosas.

Quinta Anauco Caracas

Arte Colonial

La originalidad del arte brasileño es consecuencia de unacombinación poco habitual de elementos amerindios, europeos yafricanos que, durante tres siglos, actuó como catalizador deuna expresión artística ingente y abigarrada que culminó en elarte barroco del s. XVIII, coincidiendo con la fiebre del oro.Los indios de Brasil es heredero de tradiciones con más dedoce mil años de antigüedad.

Pintura

BRASIL

Moema de Víctor Meirelles

Fueron los jesuitas y benedictinos los primeros cultores de lapintura de la época colonial. Los religiosos pintaron eniglesias, claustros y en objetos sagrados bajo la influenciadel estilo predominante entonces, el barroco europeo.

La prosperidad económica, producto de la explotación del oro,atrajo a muchos talentosos artistas europeos en el sigloXVIII, lo cual generó una época espléndida del arte barroco.

Los artistas brasileños siguieron en el siglo XIX y XX lastendencias internacionales del neoclasicismo, romanticismo,impresionismo, academicismo y modernismo.

Destacan las obras de Víctor Meirelles y Rodolfo Amoedo en loreferente a pintores de estiloautóctono.

Sus primeras manifestaciones son las pinturas rupestreshalladas en el sertão del nordeste, y más concretamente en laregión de la Serra da Capivara (estado de Piauí). Este parquenacional, declarado Patrimonio de la Humanidad, incluye 744

yacimientos prehistóricos con más de 30.000 pinturas ygrabados rupestres de inestimable valor

Durante la ocupación holandesa de Pernambuco, los paisajistasFrans Post (1612-1680) y Albert Eckhout (1610-1666) vivieronunos años en Brasil y fueron los primeros europeos quepintaron las maravillas del Nuevo Mundo. Regresaron a Europacon numerosos retratos de indígenas y colonos, paisajes yrepresentaciones de plantas y animales.

Varios artistas dejaron su huella en el barroco brasileño. Elpintor Manuel da Costa Ataíde (1762-1830) llenó con susVírgenes y sus Niños las iglesias de São Francisco de Assis,de Ouro Preto, y de N. S. do Rosário, de Mariana. José Joaquimda Rocha (1737-1807), de estilo italianizante, pintó losfrescos ilusionistas de varias iglesias de Salvador. Valentimda Fonseca e Silva, conocido como Mestre Valentim (1750-1813),realizó en Río las espléndidas portadas y el altar de plata dela iglesia de la Ordem Terceira do Carmo, la fuente de laPirámide y el Passeio Público.

Virgen dando al niño

Manuel da Costa Ataíde

EsculturaLos trabajos de María Martins, Bruno Giorgi y Victor Brecherethan alcanzado renombre mundial en escultura contemporánea.

El arte indígena tenía en sus orígenes objetivos religiosos yutilitarios, pero después de los primeros contactos con losextranjeros, los artesanos nativos fueron transformando suscreaciones de acuerdo a la demanda de los comerciantes.

En la actualidad destacan los trabajos realizados con plumasde aves, la cerámica, como la de los indios Marajó o Carajás ola cestería de los Kaxinawá.

Os Candangos

Bruno Giorgi

El escultor Francisco Xavier de Brito (muerto en 1751) trabajóen N. S. do Pilar, de Ouro Preto, y en São Francisco daPenitência do Rio, que enriqueció con escenas narrativasllenas de color, así como con santos y ángeles de formasredondeadas y gestos grandilocuentes. Pero el apogeo llegó conla obra del genial Antônio Francisco Lisboa, llamado el

Aleijadinho (1738-1814), un escultor genial que trabajó enalgunas de las iglesias más bellas de Minas Gerais.

ArquitecturaLos primeros colonos portugueses crearon una arquitecturacolonial característica cuyos rasgos permanecerían vivosdurante mucho tiempo. Las casas, de ladrillo o de piedra,presentan grandes cubiertas inclinadas de teja roja y unaspecto bastante sencillo, con muros encalados y, enocasiones, con puertas y ventanas enmarcadas en vivos colores.Suelen estar distribuidas en torno a un patio interior, con lavivienda en la planta superior y el negocio familiar en laplanta baja.

La sobriedad de las viviendas y de los edificios públicoscontrasta con el deslumbrante refinamiento de las iglesias ylos conventos. Durante todo el período colonial, las órdenesreligiosas rivalizaron en la construcción y decoración delujosos edificios, calcados de las iglesias de Portugal,España e Italia. Por ejemplo, la gran catedral de Salvador oel espléndido convento benedictino de São Bento de Rio, cuyointerior dorado es obra de frei Domingos da Conceição (1643-1718). Muchos conventos e iglesias están decorados conazulejos azules y blancos procedentes de Portugal que ilustranescenas religiosas y profanas, como se puede apreciar en elclaustro de la iglesia de São Francisco, de Salvador, y en losedificios franciscanos de Olinda, Recife y Río.

A lo largo del s. XVIII, un siglo después de su aparición enEuropa, el oro de Brasil financió un arte barroco del quequedan magníficos vestigios. Cerca de las minas del estado de

Minas Gerais nacen las ciudades de Ouro Preto, Mariana,Sabará, São João del Rey, Congonhas y Diamantina, cuyoslujosos edificios recuerdan una época de gloria, desmesura ypompa. La exuberancia del arte barroco se expresa en losedificios administrativos, máximos exponentes de la realezaportuguesa triunfante. Escaleras señoriales, frontonesdecorados, altas ventanas entre pilastras, puertas enormes...todo evoca la imagen del lejano pero poderoso colonizador. Losburgueses portugueses, deseosos de mostrar su fortuna reciénadquirida, rivalizan en lujos y las fachadas de sus mansionesse llenan de estatuas, guirnaldas de piedra y balconescalados.

La prosperidad de las ciudades no tarda en llegar a laarquitectura de las iglesias, que empieza a caracterizarse porla plasticidad de los muros de curvas elípticas, las torrescirculares y las fachadas de influencia italiana con suavesondulaciones, como en N. S. do Rosario (en Ouro Preto), SãoPedro dos Clérigos (en Mariana), São Francisco de Assis (enSão João del Rei) y N. S. da Glória, en Río. La pureza delíneas y la sencillez de los volúmenes exteriores contrastancon los alardes artísticos de la decoración interior y laincreíble escenografía de las naves y los altares,sobrecargados de oro, de elementos esculpidos y polícromos:altar mayor enmarcado por columnas salomónicas, querubinesmofletudos rodeados de flores y pájaros, ángeles que vuelanpor los cielos en trampantojo de los techos de casetones,capillas laterales repletas de estatuas, frescos, retablos demadera dorada con pilastras en forma de cariátides… Orgullosode sus colores brillantes y de la voluptuosidad de sus formas,el barroco se convierte en una fiesta que, hacia finales de

siglo, evoluciona hacia el rococó, con delicadas volutas derocalla y sofisticados elementos decorativos.

São Francisco de Assis (en São Joãodel Rei)

Brasil conserva numerosas edificaciones de la arquitecturacolonial que han sido proclamadas por la Unesco Patrimonio dela Humanidad.

Sin duda la ciudad de Olinda, en el Estado de Pernambuco, esuno de los mejores ejemplos de la arquitectura colonial, asícomo el Centro Histórico de Salvador de Bahía, donde puedeobservarse elaboradas muestras de la arquitectura portuguesade la época colonial.

La antigua ciudad de Ouro Preto, en el Estado de Minas Gerais,guarda la pieza maestra del arquitecto Antonio FranciscoLisboa, conocido como "Aleijadinho", en la Iglesia del BuenJesús. Es el mejor exponente de la época dorada del barrocobrasileño.

Centro Histórico de Salvador de Bahía

Las misiones jesuíticas edificaronnumerosas instalaciones en Río Grande doSul, en las fronteras entre Brasil,

Argentina y Paraguay en el siglo XVII. Son notables trabajosen madera. En contraste, la Unesco ha reconocido el centrourbano de Brasilia como una de las mejores muestras de laarquitectura moderna brasileña.

Convento benedictino de São Bentode Rio

frei Domingos da Conceição

La arquitectura en la zona del Amazonas. La riqueza que proporcionó la explotación del caucho provocóla construcción de edificios de influencia europea en elEstado de Amazonas. No en vano Manaos es llamada el "París delos Trópicos". En Manaos son notables el Teatro Amazonas, elComplejo Flotante del Muelle, el Palacio de Justicia (deinfluencia francesa) o la Secretaría de Seguridad en la Plazade la Saudade.

Teatro Amazonas en Manao

Arte Colonial

La situación del país como “casa de esquina” en América delSur y la circunstancia de ser tomada como territorio de pasohacia otros tenidos como más atractivos influyó, sin duda, enel desarrollo de la arquitectura y las artes durante elperíodo colonial en Colombia. Los conquistadores españoles noencontraron en estas tierras, por otra parte muy favorecidaspor la naturaleza, las monumentales manifestacionesarquitectónicas indígenas de México o del Perú, ni otras queadmirar salvo la rica orfebrería, que atrajo su atención porsu valor material más que por sus diseños y labores.

En el caso de Colombia la transculturación fue casi total puesla cultura aportada por España no encontró la resistencia quepudo hallar en las mencionadas, aunque ciertamente tampocosociedades tan pasivas como hubo en otros territorios. Así,durante el período hispánico se desarrolló una culturaexclusivamente receptiva, luego continuada a nivel medio conproductos en los que la influencia indígena fue más quemodesta, por tanto, el mestizaje en el territorio presenta unpanorama de interés escaso.

COLOMBIA

La sociedad que se estableció en el Nuevo Reino de Granadafue, como en toda Hispanoamérica, de carácter estamental, conla iglesia evangelizadora en la cima ordenando la vida yhaciendo que toda actividad cultural se justificara en cuantopuesta a su servicio. En consecuencia la pintura, la esculturay las demás actividades artísticas, incluida la danza, senutrieron casi exclusivamente de motivos religiosos, de talmodo que hablar hoy de arte colonial prácticamente equivale adecir arte religioso. Por supuesto, las más ricas muestras deescultura, pintura, talla ornamental y otros oficiosartísticos que el país conserva se encuentran en las iglesiasde aquel período, es decir, de los siglos XVII y XVIII sobretodo, como es el caso de las que se alzan en las ciudades deSanta Fé de Bogotá, Tunja y Popayán.

Durante la etapa de la conquista y de los primerosasentamientos y fundaciones -primera mitad del siglo XVI- hayque destacar las obras aportadas directamente por España, casitodas de talleres sevillanos ya que era en ese puerto andaluz,único autorizado para ello, donde embarcaban en “cargazón deIndias” los misioneros, los encomenderos y, en fin, todos losque se lanzaban a la aventura americana. Con ellos, sobre todocon los eclesiásticos, iban como instrumentos para la tarea deevangelización las imágenes pintadas o de bulto y loselementos propios de culto, generalmente encargados oadquiridos en los talleres de la ciudad, a la sazón una de lasmás activas de Europa, a la que acudían no solamente artistasy artífices españoles sino también italianos y flamencos sobretodo. Incluso muchos de ellos se trasladaron personalmente alas Indias, donde las necesidades de la Iglesia y de losdevotos prometían suficiente trabajo.

Así, pues, esta primera etapa se caracteriza por la presenciade obras de valor dispar, producidas o adquiridas en Sevilla oejecutadas ya en poblaciones del territorio neogranadino porautores muchas veces improvisados. Esta realidad, unida a laescasa presencia de las culturas aborígenes en lo que podíaafectar a la pintura y escultura naturalistas, sienta lasbases del desarrollo de la tendencia criolla, sin duda la másnotoria en el país. Esta tendencia, más bien actitud,cultivada por los hijos de españoles y sus descendientes yanacidos en territorio americano, se tenía por incondicionalseguidora del arte europeo al cual prolongaba valorándose másen la medida en que mejor imitaba a los maestros del ViejoContinente. Poco más o menos se trataba de una autoridadprovincial hispánica con ligeros matices propios, tales comopudieran poseerlos los de la provincia de la Península.

A lo largo de todo el periodo colonial la actividad artísticaestuvo casi exclusivamente al servicio de la evangelización ydel mantenimiento de la sociedad estamental hispano-criolla,servicio cumplido con evidente eficacia. Por otra parte lascircunstancias en que se produjo la conquista, la escasaatención prestada por la Corona de los Austria, la modestaeconomía, la dependencia del virreinato del Perú y la tardíaconsideración (1739) de virreino independiente ya durante elreinado de los Borbones fueron, entre otros, factoresinfluyentes en el hecho de que tanto la arquitectura como lasartes visuales se desarrollaran en un nivel intermedio, si selas compara con las que se produjeron en la Nueva España(México) o en la Nueva Castilla (Perú).

ArquitecturaArquitectura doméstica

La arquitectura colonial del departamento de Quindio enColombia

Los que construyeron las casas de habitación durante elperíodo colonial fueron albañiles y maestros de obra, en suinmensa mayoría andaluces. No se conoce la llegada alterritorio de arquitectos, aunque sí la de algunos ingenierosy religiosos, de los que se hablará después, formados enescuelas o academias durante el período borbónico y que -porlo general- no trabajaron en la arquitectura doméstica.

El tipo de casa andaluza, del sur de España, con más o menosinfluencias romana y árabe, fue la que se impuso en el paísdurante los tres siglos coloniales. Construida a base dealbañilería de adobe o, en menor número, de ladrillo, concubierta de teja de arcilla y blanqueado con cal. Su exterioralbirojizo presta el típico aspecto luminoso de las

poblaciones erigidas en la época y aún conservado en lasedificaciones que han llegado hasta nuestros días.

No obstante hay que considerar algunas peculiaridadesdiferenciales entre la casa del altiplano frío y la de laszonas cálidas, o las extremadamente calientes. En general laprimera es de una o dos plantas, con puerta que da acceso a unzaguán por el que se llega a un patio cuadrado rodeado por uncorredor al que abren las distintas habitaciones, salas yalcobas. Esa configuración es propia de las casas de una solaplanta. En las de dos, las alcobas se distribuyenpreferentemente en la planta superior a la que se asciende poruna escalera acodada que arranca de una esquina del patio. Esun tipo de casa introvertida, cerrada hacia el espacioexterior, vierte toda la vida familiar hacia el patio, dondese perfila un espacio interno descubierto que tieneantecedentes lejanos en el “dar” árabe. Se trata de una felizrecreación de la arquitectura doméstica de Andalucía,frecuentemente enriquecida con jardín y fuentecilla. Al fondode ese espacio interior, en la casa neogranadina, suelen estarlas cocinas y otros servicios, desde allí se accede a otroespacio interior cerrado por tapias y equivalente al huertoque, por lo general, linda con los huertos de las casas anexasformando los espacios arbolados de las cuadras.

La casa cartagenera, no solamente característica de Cartagenade Indias pues se ve en otras ciudades de clima cálido,presenta algunas variantes pero por lo general es de dosplantas y un entresuelo, siendo la planta alta donde sedesarrolla la vivienda en amplios espacios que atienden sobretodo a la necesidad de buena ventilación, imprescindible enlos climas calientes. Abunda en balcones volados de madera

labrada y ventanas como antepechos y enrejados, con ciertoacento de las Islas Canarias de donde recibió influencia.

La casa de Rafael Nuñes fue adquirida en 1848 por el padre Doña Soledad Román,por parte de un pescador llamado Nicolás Ballesteros.

El patio, feliz creación de la arquitectura mediterránea yandaluza, fue trasladado al continente americano donde seacentuó sus caracteres con algunas peculiaridades regionales,si bien, muestra en la arquitectura conventual neogranadinasus mejores ejemplares. Por lo general consta de dos plantas,con galería alta y baja, esta última conarcos de medio punto o rebajadossobre columnas toscanas en tanto que laalta adintelada o también arqueada.También suelen “mirar” hacia afueramediante galerías abiertas enfachada en las que, al contrario de las de tierra fría, seabren las puertas de las alcobas, disposición también típicade las casas de hacienda.

Arquitectura religiosa

La Catedral Primada de Bogotá Fue reconstruida en 1807 hasta1823

Carente el Nuevo Reino de Granada de palacios y edificiosciviles de gran porte arquitectónico, las construcciones demayor entidad han de encontrarse en la arquitectura eclesial yen la militar, si bien en la primera ofrecen interés dentro desu humildad, o precisamente por ello, las pequeñas iglesias ylas capillas rurales. Ante la dificultad de albergar en unespacio interior reducido a la multitud indígena hacia la quese dirigía la acción evangelizadora, las capillas e iglesiasmisioneras que se levantan en gran número desde el siglo XVIcon pobres materiales y formas sencillas y prácticas tuvieronque mirar hacia el exterior dando origen a las puertas sobrelas que corre una balconada o tribuna de diseño muy simple enla que se celebraban las representaciones y predicaciones. Deesta manera la fachada adquiere la función de escenario alaire libre.

Se trata, pues, de un interesante aporte hispanoamericano dela iglesia misionera a la arquitectura religiosa, a modo de

expresión exterior del coro renacentista. Por lo demás, estoshumildes templos doctrineros muestran un interior de una solanave con techumbre a dos aguas cubierta con teja sobre la quedestaca el campanario tipo espadaña como culminación de lafachada, si bien con frecuencia se alza adosado a un lado deésta. Aunque el hasta aquí descrito es el modelo másfrecuente, las variaciones sobre él permiten afirmar que no seencuentran dos exactamente iguales.

En las postrimerías del siglo XVI y sobre todo en el XVII seelevaron iglesias de mayor envergadura en sus formasconstructivas, con clara influencia mudéjar, renacentista-manierista, barroca y/o neoclásica, pero sin plena fidelidad aninguno de estos estilos europeos. Las fachadas, casi siempremodestas, presentan muros de mampostería con rafas y machonesde ladrillo, revocados o a la vista. Asimismo, la piedra enforma de sillar, aunque siempre escasa, se reserva para lasfachadas. Durante el siglo XVII imperan las iglesias de unasola nave con o sin capillitas laterales. En este tipo, se usóla techumbre de carpinterías a lo mudéjar en muchos casos.Ciertas iglesias conservan artesanados y alfarjes de excelentefactura; como es el caso de la catedral y las iglesias deSanta Clara y Santa Bárbara, San Francisco, en Tunja; las deSan Francisco y la Concepción en Bogotá, la de Santo Toribioen Cartagena y la de San Juan en Pasto, entre otras, que hacenque el legado mudéjar en Colombia -y no solamente por estetipo de techumbres- sea uno de los más ricos de América.(Véase además el artículo Arte mudéjar).

El Renacimiento y el Manierismo dejaron también su huella enaspectos no principales pues, como ha quedado dicho, ningunode los estilos aportados por Europa alcanzaron a tener en elNuevo Reino de Granada una representación bien ajustada a su

carácter esencial. Iglesias abovedadas con capillas lateralesy algunas con tres naves fueron sustituyendo ya en el sigloXVIII a las del tipo ya mencionado, aunque antes de estacenturia las modestas fachadas solían presentar algunoselementos renacentistas como los pares de columnas flanqueandola puerta, el friso y el nicho en el frontispicio. La portadade la catedral de Tunja, comenzada en 1600 por el mallorquínBartolomé Carrión, se tiene como el trabajo más fiel a lainfluencia renacentista en Colombia.

Catedral de Tunja

La iglesia de San Ignacio, en Bogotá (1610-35), obra deljesuita italiano Gian Battista Coluccini (1569-1641), es lomás próximo al manierismo en el país. Inspirada en el Gosú deRoma en cuanto a su planta, muestra algunas aspiraciones hacialo barroco. De una sola nave, cubierta con bóveda semicirculary coro al pie sobre un arco carpanel. Con capillas laterales ycúpula de exterior peculiar en ladrillo, tiene a amboscostados de la nave tribunas corridas que resaltan larectangularidad de ese espacio, para señalar luego el peso alespacio curvo. Tanto puede decirse que en su conjunto dominaun barroquismo moderado como que la elocuencia de la

arquitectura jesuítica no puede alcanzar aquí sus nivelesaltos, quedándose en los términos medios del manierismo.

Tal ocurre, en general, con otras obras, sobre todo en las deornamentalidad arquitectónica, en el país. Temas de diseñomanierista extraídos de libros italianos y españoles de laetapa pos renacentista que estableció el puente entre elRenacimiento y el barroco se dan cita con otros en variasportadas de piedra de casones de los siglos XVII y XVIII enTunja, pero sobre todo, en la del Palacio de la Inquisición enCartagena de Indias (1770), la más interesante en dichosentido en Colombia.

Palacio de la Inquisición enCartagena

Un interesante ejemplo arcaizante y raro de peculiarmanierismo es la portada de la Iglesia de Santo Domingo, enPopayán -obra del santafereño Gregorio Causí- labrada despuésdel terremoto de 1736, en la que se presentan también rasgosde barroquismo y mestizaje.

No es posible hablar de arquitectura plenamente barroca enColombia. El estilo se presentó, en el país, como algo apenascomprendido en su espíritu y tan atemperado en sus formas quepuede dudarse de su existencia en el país salvo enmanifestaciones de talla ornamental, de las que se hablará

luego. La alborotada vitalidad, la ambición espacial, loilusorio, la sensualidad de lo curvilíneo, la ampulosidad y lariqueza material, carecen de presencia evidente aún en losedificios religiosos más empinados de los siglos XVII y XVIII.Ni las condiciones económicas, ni las técnicas, ni aun losmateriales de construcción, ni quizás la falta de comprensióndel estilo lo permitieron, a no ser que se pueda hablar de unbarroquismo modesto, sencillo y barato, lo cual parece pocoposible.

Los espacios cerrados por telones de muro plano son lo másrecurrente en las iglesias neogranadinas de los siglosmencionados y, por ello mismo, son lo más opuesto a lapsicología de la arquitectura barroca; pero lo más cercano ala del habitante de la región. Así es que no habiendo sidotocados por el espíritu barroco el espacio y el volumen deaquellos edificios, el estilo barroco -por mejor decir, losbarroquismos- tuvieron su presencia en aquello que aun nosiendo lo fundamental en arquitectura, se muestra como la másdefinida característica del estilo: la ornamentaciónarquitecto-escultórica. Elementos como el relieve curvo ycontracurvo, el frontón partido, el rodeo, el ócelomixtilíneo, la columna adosada, los relieves y rehundimientosy los nichos, extraídos de grabados europeos y en bastantescasos reformados por los canteros locales, son los elementosque nos dan la mayor notación sobre la presencia barroca enlas edificaciones coloniales del país. La ya mencionadaportada del Palacio de la Inquisición en Cartagena, aunque másencajable en el movimiento prebarroco del manierismo, puedecitarse de nuevo dentro de lo que se acaba de mencionar. Asítambién la fachada de la iglesia de San Francisco de Popayán

(1795), posiblemente la más barroca de Colombia dentro de lostérminos referidos. Su diseño se debe al español AntonioGarcía.

La arquitectura neoclásica aparece en el país ya próximo elsiglo XIX y es la figura del lego capuchino Fray Domingo dePetrés (1759-1811), español nacido en el pueblo valenciano delmismo nombre, y llegado a Santa Fé de Bogotá en 1792. Eraquizás el único arquitecto con formación académica -obtenidaen Murcia- ciudad donde había de permanecer durante la agitadaetapa de la independencia de España. Es el autor delobservatorio astronómico de Bogotá y de los planos de lacatedral de Zipaquirá y la basílica de Chiquinquirá, pero laobra que lo consagra es la catedral de Bogotá, comenzada en1807 y que no llegaría a completar. Se trata de un buenejercicio académico ensayado, al parecer, en la obra deZipaquirá (1805) de interior severo y algo frío. Consta detres naves de igual altura, separadas por columnata de capitelcorintio, cubierta con bóvedas y cúpula sobre pechinas en elcrucero. La fachada muestra más el carácter renacentistaherreriano, si bien hay que considerar las modificacionesañadidas en los siglos XIX y XX, que acentuaron ese carácter yse apartaron del diseño original. Es un conjunto noble yarmónico flanqueado por dos torres el que cierra la evoluciónde la arquitectura durante el período hispánico. (Véanseademás los artículos Neoclasicismo y Neoclasicismo en España).

El urbanismo

El trazado de las poblaciones del Nuevo Reino de Granada nodista del de las demás ciudades hispanoamericanas durante losprimeros asentamientos en el siglo XVI. Está regulado por laobediencia a las instrucciones emanadas del Consejo de Indias,inspiradas en la polis platónica y, por decirlo así, en elsentido común.

Elegido el lugar con ricos y buenos vientos, el conquistadorfundador, situado junto a un poste en el que solía clavarse lacorrespondiente cédula real, pronunciaba en nombre de laCorona las palabras de rigor y declaraba fundada la nuevapoblación, acto siempre acompañado y bendecido por elrepresentante de la Iglesia. Allí mismo se señalan los límitesdel centro administrativo y religioso: un gran cuadrado acuyos lados habían de dar cara las fachadas de la iglesia,frente a la cual daría suya el ayuntamiento o la casa delgobernador, quedando así establecida la presencia de los dospoderes: el civil y el religioso. La casa de justicia con sucárcel ocupaba también lugar principal mientras los restantessolares serían cedidos a lugartenientes del fundador ypersonajes principales que habían colaborado en la conquistadel territorio o en la fundación.

A partir de los cuatro ángulos de esta plaza principal setrazaban a cordel en las cuatro direcciones, estableciéndoseen torno de la plaza una cuadrícula en que unas calles secruzan ortogonalmente con otras formando espacios edificablescuadrados llamados lógicamente “cuadras”. Estos se extiendenen la dirección de los cuatro puntos cardinales, igualmenteadyacentes, con las que se cruzarán en ángulo recto y en

distancias iguales, formando una cuadrícula, un tapiz decuadrados o cuadras. Cada una de ellas solía estar integradapor cuatro casas cuyos espacios descubiertos posteriores ohuertas, con su arbolado, repartido en toda la ciudad,ejercían de pulmón de la ciudad a falta de espacios verdespúblicos.

Este esquema, con ligeras variantes entre las ciudades de lasregiones tropicales, cálidas y frías, había de permanecerdurante todo el período colonial y aún durante elindependiente en bastantes casos.

Pintura

Virgen de La Antigua y Donantes - Angelino Medoro

Casi toda la pintura producida en la Nueva Granada tiene suorigen en la imitación de cuadros de la escuela sevillana o enlos grabados de talleres flamencos que reproducían obras depintores principalmente flamencos e italianos renacentistas,

manieristas y barrocos. Así pues, la pintura novogranadinadebe tenerse como hija de la andaluza y, en consecuencia,nieta de la de Flandes e Italia. Ello, en lo referente a latendencia criolla, es decir a la obra de los pintores directosdescendientes de los españoles, ya nacidos en el Nuevo Reino.Se podría decir que su primordial preocupación era lograrparecerse lo más posible a los maestros europeos.

Alguno que otro de estos pasó por el país, tal es el caso deAngelino Medoro, manierista romano, quien llegó en 1587dejando su huella en apreciables trabajos, particularmente losde la catedral de Tunja y en Cali, ejecutados en su tránsitohacia Lima. Es el más alto exponente de la pintura artísticadel siglo XVI en el país.

Son los asuntos religiosos los que llenan la pintura colonialtoda vez que se justificaba la presencia de este arte y de losgrabados de donde se tomaba, como instrumentos al servicio dela evangelización y del asentamiento de la Iglesia. Laimaginería, utilizada para mover al conocimiento de ladoctrina y la devoción, fue prácticamente el único géneropracticado por pintores y escultores.

El primer nombre conocido en la historia de la pintura enColombia es el de Alonso de Narváez, sevillano muerto en 1583,que hacia 1555 pintó en Tunja una imagen de la Virgen delRosario con San Antonio y San Andrés conocida bajo el nombrede Virgen de Chiquinquirá. Se trata de una mediocreyuxtaposición de tres grabados, ejecutada por encargo, de laque existían centenares de copias de todo tiempo por sertenida como imagen milagrosa y Patronade Colombia.

Virgen del Rosario con San Antonio y San Andrés

Alonso de Narváez

En los años finales del siglo XVI se producen en Tunja unasinteresantes pinturas murales domésticas en varias de lascasonas vivienda de personajes principales. Lo interesante deellas no es, desde luego, su calidad pictórica, ni su valorestético, pues son frescos al seco bastante elementales yburdos, sino la rareza de su temario, único en la América desu tiempo. Nos referimos especialmente a las de las techumbresde la casa del escribano Juan de Vargas, obra material depintor hasta ahora desconocido, muy probablemente guiado porun mentor intelectual que bien pudo ser uno de los clérigosactivos a la sazón en aquella aislada ciudad andina. En elbasto artesonado se despliega todo un programa religioso abase de imágenes sagradas y profanas.

Allí hay elefantes, caballos, un rinoceronte, un tigre,ciervos, aves, hombres salvajes, un Hércules primitivo concalva, Diana cazadora, grifos, anagramas de Cristo y María,escudo de armas, cornucopias, floreros, follajes, alegorías ysímbolos sin aparente relación entre sí, tomados de grabadosde De Vries Thiry y, como el rinoceronte, de un libro delorfebre Juan de Arfe que a su vez lo tomó de un grabado deDurero. Tan heterogéneo y a primera vista disparatado conjuntoobedece, sin embargo, a un programa religioso que requiere unalectura emblemática y que denuncia la autoría intelectual deuna persona imbuida de la cultura manierista. Este ejemplo de

la corriente manierista europea evoca, aunque burdamente, a laEscuela de Fontainebleau, es caso excepcional en la NuevaGranada y aun en América.

Los Acero de la Cruz, Antonio, Bernardo y Jerónimo, nacidos yaen Santa Fé de Bogotá, son los primeros pintores criollos denombre conocido en el país. De ellos, Antonio, nacido hacia elaño 1600 y muerto en 1669, estaba algo más documentado y suobra, bastante irregular, muestra influencias renacentistas ymanieristas, visibles en sus Inmaculadas de dulce expresión.

Pero es el taller de los Figueroa el que se tiene como eliniciador de los rasgos que caracterizaron durante el sigloXVII y parte del siglo XVIII la que se ha llamado “escuelasantafereña de pintura”. Formaron los pintores Figueroa unaespecie de “dinastía” de descendencia sevillana y portuguesaencabezada por Baltazar de Figueroa y seguida por su hijoGaspar, muerto en 1658, por los hijos de este, Baltazar yNicolás de Vargas Figueroa y Baltazar Pérez de Figueroa . Elmás documentado y apreciado de todos fue Baltazar de VargasFigueroa (1629-1667), cultivador, como su padre, Gaspar, de unnaturalismo a veces tenebrista de severa suavidad que setendría luego como uno de los rasgos del grupo santafereño. Ensu activo taller recibió parte de su formación el más famoso yestudiado pintor de la Colonia, Gregorio Vásquez Ceballos(1638-1711), santafereño también, al que se le atribuyen hoycerca de seiscientas obras y que mantuvo a su vez un tallermuy estimado en su tiempo. Más apto para la expresión de lotierno y suave que sus antecesores y poco para manifestar losaspectos dramáticos de la imaginería católica, en él culminanlos esfuerzos de los criollos sevillanistas anteriores pormimetizarse con la pintura europea. Dibujante fácil, seguro yde línea algo blanda, como colorista se mantuvo en una paleta

en la que predominan las tierras y un claro-oscuro más biensuave.

Coronación de la Virgen por la Trinidad–

Baltazar de Figueroa Vargas

La mayoría de los pintores que durante los siglos XVII y XVIIIsurtieron de imágenes a iglesias, conventos y devotos de laregión andina de Colombia se inscribieron en la línea de lostalleres de Figueroa y Vásquez. Ninguno de ellos, incluyendolos que se acaban de mencionar, alcanzó a cultivar elbarroquismo imperante durante la época en otras latitudes,pues el sentimiento de lo barroco no penetró plenamente en elpaís sino que se hizo presente sólo en aspectos ornamentales oen otros secundarios.

En la segunda mitad del siglo XVIII, ya establecido elvirreinato en Nueva Granada, aparece la figura de JoaquínGutiérrez como característico representante de la etapavirreinal en la pintura. Se ignoran las fechas de sunacimiento y muerte y el lugar de su origen. Su obra másconocida es la serie de virreyes y altos personajes de pelucay casaca con pose de retrato oficial, con cartela y atributos

referenciales, que habría de imponerse a partir de entonces.Pintura aséptica, lamida, minuciosa, plana, sin atmósfera ycubierta de pasamanería, muy a tono con el mobiliarioneogranadino a lo Luis XV. Rompe con la tradición del gruposantafereño, introduce un aire francés y algo ilustrado quepone bases a unas formas que se prolongarán en los primerosaños de la independencia.

San Felipe Benicio Oleo de JoaquínGutiérrez

La pintura neogranadina fue toda obra de criollosdescendientes de españoles. A diferencia de lo ocurrido enotros países andinos más influidos por la presencia incaica,no aparece ningún nombre indígena entre los pintoresconocidos. Se produjo, sí, una apreciable corriente de pinturapopular e indígena para la devoción, que a falta de valorestécnicos y de buen oficio impuso, sobre todo en las zonasrurales, el valor de una candorosa sinceridad en la expresión.Esta corriente no denota cambio alguno a lo largo de los

siglos coloniales ni aún en los posteriores, haciendodificultosa su datación.

Escultura

Martínez Montañes

La escultura colonial siguió la tradición de la imagineríaespañola en talla en madera estofada y policromada. Cabeseñalar una doble corriente de influencia española: la quedirectamente de Sevilla penetra por el norte desde elAtlántico y la que, más tarde, asciende desde el surprocedente de los muy activos talleres de Quito que, no hayque olvidar, perteneció en la etapa borbónica al Virreinato dela Nueva Granada. Obras de los más sobresalientes imaginerosde la escuela sevillana como Mena o Martínez Montañes llegarondesde la segunda mitad del siglo XVI y algunas, excelentescomo un Calvario de Juan Bautista Vázquez “El Viejo” y unaVirgen del Rosario de Roque Afanador, que conserva la ciudadde Tunja.

En general, el espíritu y las formas del barroco semanifiestan más evidentemente en la imaginería de bulto que en

la pintura. A mediados del siglo XVII destacan Juan de Cabreray Pedro de Lugo Albarracín, éste último autor de la popularimaginería del Señor Caído en la que exacerba el realismodramático barroco; pero el no identificado Maestro del retablode San Francisco, autor quizás no único de los tableros enaltorrelieve de la iglesia franciscana de Bogotá clasificablescomo protobarrocos, es sin duda el más técnico y completotallista de dicho siglo, a la par de los más destacadosespañoles. El hasta ahora desconocido imaginero se nos aparececomo un entregado a la estética naturalista en tallas cuyotema se lo permitía, como en el Regreso de Egipto de laSagrada Familia, asunto casi nunca tratado en imagineríaespañola, o en el Bautismo de Jesús, en la que muestra no serinferior en nada a Martínez Montáñez, con quien por algunosaspectos puede relacionarse.

Otros notables en su tiempo, probablemente familiares delmencionado Pedro de Lugo, fueron Lorenzo, Luis y Salvador deLugo, con obra en Santo Domingo de Tunja. Pero la gran figurade la imaginería en el siglo XVIII es la del andaluz PedroLaboria, nacido en 1700 en un lugar de Sanlucar de Barraneda yllegado hacia 1732 a Santa Fé de Bogotá, donde fue contratadocomo imaginero por la Compañía de Jesús. A pesar de los temasy la teatralidad que imprimía el gusto jesuita, Laboria aportael sentido familiar y simpático de la religión entendido a lamanera sevillana que se percibe en su obra. Sus trabajos,claramente barrocos, son plenos de dinamismo y buenacomposición. Esto es visible cuando crea un grupo como SanJoaquín y la Virgen Niña en la que ésta, de la mano de supadre, goza dando unos pasos de baile.

Señor caído de ls Iglesia de las Nieves Bogotá

La dimensión de lo grácil y el dinamismo aéreo de las formastípicamente barroco encuentra también su expresión en lasfinas imágenes de la Inmaculada Apocalíptica, llamadavulgarmente Bailarinas de Bernardo Legarda que, aunquequiteña, se impuso en todo el virreinato de la Nueva Granada.Es el tipo de una juvenil virgen triunfante sobre el demonioal que pisa con aire danzarín.

Los activos talleres de Quito exportaron durante el sigloXVIII miles de imágenes al Virreinato del que en ese tiempoformaron parte e incluso a buena parte del resto deHispanoamérica; no es extraño, pues, que su influencia seperciba claramente en la mitad sur de lo que es la actualColombia, su vecina. De ahí que ciudades como Pasto y Popayánson tan ricas en imaginería quiteña como Tunja y Bogotá lo sonde las de origen sevillano.