XIX XXI); E L INFIERN 0 P' ~0~~0 ,J · gen de Beatriz, la Teologia, tmica guia posible para caminar...

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E L INFIERN 0 P' 0 CANTO I ,J 1-9 A la mitad del camino de nuestra vida ' me encontre en una selva oscura, porque habia perdido Ia buena senda. Y i que ' . c penoso es decir como era aquella selva tupida, aspera y salvaje, 0"' cuyo recuerdo renueva el pavor! Pavor tan amargo, que dista . . . poco de la muerte; mas, para tratar del bien gue encontre eo t :;';'1\ . .::l ella, contare otras cosas de!as que en ella vi. .. tr 10-18 No ahora ( c6mQ_ entreJ De tal modo me dominaba el, cuando abandone el buen camino. Pero a poco de llegar al p!eC!e una colina donde terminaba aquel valle que asi me habia llenado de espanto el corazon, mire a lo ·alto y vi Ia cumbre, aureolada ya por los rayos del planeta z que es guia fie! por todos los senderos. & .J- 1 td-( ./t ,o,, .d 19-27 Entonces se calmo un poco el miedo que habia agitado el !ago de mi corazon durante aquella noche tan penosa. Y lo mis- mo que aquel que h<t logrado salir, tras afanosa lucha, del pielago J,' IV'·/ . I , I N F E R N CANTO I ,,\ Net mezzo del cammin di nostra vita 1 c.,. ·. "\ 1 i" mi ritrovai per una selva oscura, , 1 che Ia diritta via era smarrita. jJ I. 4 Ah quanto a dir qual era e cosa dura esta selva selvaggia e e forte, che nel pensier rinova Ia paura! 7 Tant'e amara che poco e piu morte; rna per trattar del ben ch' io vi trovai, diri1 de l'altre cose ch'io v'ha scorte. 10 Io non so ben ridir com'io v'entrai, \!tnt' era pieno di son no a que! pun to che Ia verace via abbandonai. 13 Ma poi ch'i'fui a! pie d'un SQlle giunto, Ia dove terminava quella valle che m'avea di paura il cor compunto, 16 guardai in alto, e vidi le sue spalle I ''estite gia de' raggi del pi aneta "'1:.. che mena dritto altrui per ogni calle. 19 Allor fu Ia paura un poco queta che nel I ago del cor m' era durata Ia notte ch'io passai con tanta pieta. 22 E come quei che con lena affannata 0 I{ .. J, /)LJ '.,,J q)_ tU t · I r '4 " rj,c(l ,s..· •• J. \ (} .( J <'. 1 A los treinta y cinco ailos. Como Dante hahfa nacido en 12£15, nos hallamos en el 1300. :! EI Sol, considerado como un pi aneta en tiempos de Dante.

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20 LA DIVINA COMEDIA

za (cantos XVII y xvm); quinto, la avaricia (cantos XIX al XXI); sexto, [a gula (cantos XXII al XXV), y septimo, [a [ujuria (can­tos XXVI y XXVII).

Esta terminando la funcion encomendada a Virgilio, al que esta vedado entrar en el cielo. En la etapa intermedia del paraiso terrenal (cantos XXVIII a XXXIII), Virgi•lio desaparece del !ado de Dante y, por fin, ante los ojos atonitos del poeta esta la ima­gen de Beatriz, la Teologia, tmica guia posible para caminar por el cielo.

III

Del paraiso terrenal, Dante asciende al paraiso verdadero, atravesando, con la guia de Beatriz, los nueve cielos, esferas con­centricas luminosas y transparentes, sobre las cuales esra el cielo empireo, fijo, sede del mismo Dios, y, en torno de el, las jerar­quias celestiales y la rosa de los bienaventurados, iluminada di­rectamente por el propio Senor de la creacion. Los cielos moviles giran en torno el uno del otro, y forman en conjunto la esfera celeste, que gira a su vez en torno de la terrestre. Cada uno de los cielos se mueve con tanta mayor velocidad cuanto mas lejos esta de la Tierra. Todos los bienaventurados estan en el cielo empireo, pero se presentan ocasionalmente al poeta, guiado por Beatriz, mientras sube por los cielos moviles para darle idea del ascenso a la plena. beatitud.

Los nueve cielos son: el cielo de Ia Luna (cantos I al IV), e1 cielo de Mercurio (cantos v al VII), el cielo de Venus (cantos vm y IX), el cielo del Sol (cantos X al XIII), el cielo de Marte (can­tos XIV al XVII), el cielo de Jlipiter (cantos XVIII al xx), el cielo de Saturno (cantos XXI y XXII), el cielo de las estrellas fijas (can­tos XXIII al XXVI), y el primer movil o cristalino (cantos XXVII al XXIX). En el cielo empireo esta Dios iluminando la rosa de los bienaventurados y rodeado de nueve circulos de jerarquias angelicas, y que son desde el circulo mas alejado al mas proximo a Dios: angeles, arcangeles, principados, potestades, virrudes, do­minaciones, tronos, querubin<"s y serafin~s (cantos XXX al XXXIII).

El poema concluye con la palabra "estrellas ", que es la mts­ma con que concluyen el Pur~;atorio y el Infierno. Una minucio­sa simetria exterior se corresponde con la ordenada arquitectura interna que hemos esbozado.

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E L INFIERN 0 P' 0

CANTO I

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1-9 A la mitad del camino de nuestra vida ' me encontre en una selva oscura, porque habia perdido Ia buena senda. Y i que

' . c penoso es decir como era aquella selva tupida, aspera y salvaje, ,0"' cuyo recuerdo renueva el pavor! Pavor tan amargo, que dista

. . . poco de la muerte; mas, para tratar del bien gue encontre eo t :;';'1\ . .::l ella, contare otras cosas de!as que en ella vi. ~1\ ~·& .. ~ ~

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10-18 No jab.ri~xplicar ahora ( c6mQ_ entreJ De tal modo me dominaba el, sueii_~ cuando abandone el buen camino. Pero a poco de llegar al p!eC!e una colina donde terminaba aquel valle que asi me habia llenado de espanto el corazon, mire a lo ·alto y vi Ia cumbre, aureolada ya por los rayos del planeta z que es guia fie! por todos los senderos. & .J- 1td-( ./t ,o,, .d

19-27 Entonces se calmo un poco el miedo que habia agitado el !ago de mi corazon durante aquella noche tan penosa. Y lo mis­mo que aquel que h<t logrado salir, tras afanosa lucha, del pielago

J,' IV'·/ ""a,,~ . I ,

I N F E R N CANTO I

~.{L 47 ,,\ Net mezzo del cammin di nostra vita

1c.,.·. "\ 1 ~ i" ~ mi ritrovai per una selva oscura, , 1 ~'":; ,... che Ia diritta via era smarrita. jJ I. 4 Ah quanto a dir qual era e cosa dura

esta selva selvaggia e a~pra e forte, che nel pensier rinova Ia paura!

7 Tant'e amara che poco e piu morte; rna per trattar del ben ch' io vi trovai, diri1 de l'altre cose ch'io v'ha scorte.

10 Io non so ben ridir com'io v'entrai, \!tnt' era pieno di son no a que! pun to che Ia verace via abbandonai.

13 Ma poi ch'i'fui a! pie d'un SQlle giunto, Ia dove terminava quella valle che m'avea di paura il cor compunto,

16 guardai in alto, e vidi le sue spalle I ''estite gia de' raggi del pi aneta "'1:..

che mena dritto altrui per ogni calle. 19 Allor fu Ia paura un poco queta

che nel I ago del cor m' era durata Ia notte ch'io passai con tanta pieta.

22 E come quei che con lena affannata

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1 A los treinta y cinco ailos . Como Dante hahfa nacido en 12£15, nos hallamos en el 1300.

:! EI Sol, considerado como un pi aneta en tiempos de Dante.

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22 LA IJlVJNA COME!l!A

a la orilla, se vuelve a mirar el agua llena de peligros, ~ espiritu, fugitivo atl11, se volvi6 hacia atn\s y contempl6 el pa­r"iije del que nadie sali6 vivo nunca. ___,_ 28-36 Cuando di alg{m reposo a mi cuerpo fatigado, continue mi camino por la desierta playa, donde el pie firme se hund(a. De pronto, casi al empezar la salida, una agilisima y veloz P®- k tera ', cubierta de pintada piel, se me puso Cfelante, impidiendo-

me avanzar, de tal modo que muchas veces hui para volver otras tantas .

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.---37·45 Empezaba entonces a~manecet, y el sol se levantaba ro­deado de las mismas estrellas-ttue-"le acompafiaron cuando el amor divino cre6 tan bellas cosas, como invitandome a esperar, ante aquella fiera de piel manchada, la llegada del i.a y la cl.uke • saz6n; mas no sin que me diese pavor tambien un lc6 que se

- • ' 0 • 4 aparec10 a m1 v1sta .

46-54 Este pareda venir contra ml, alta la cabeza, rt)}{iendo de hambre, tal que pense que el aire se estremeda. y una lo?aJ que en su ddgadez parecia llena de .tQdos l92._apetitos y hai5la cau-

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uscito fuor del pelago a Ia riva, si volge a l'acqua perigliosa e guata,

cosl !'animo mio, ch'ancor·fuggiva, si volse a retro a rimirar lo passo che non lascio giit mai persona viva.

Poi ch ' ei posato un poco il corpo lasso, ripresi via per Ia piaggia diserta, sl che 'I pie fermo sempre era 'I pitt basso

Ed ecco, quasi ad cominciar de I' erta, una lonza leggiera e presta molto, che di pel maculato era coverta;

e non mi si partia dinanzi al volto, anzi impediva tanto il mio cammino, chi'i'fui per ritornar ?iu volte volto.

Temp'era dal principia del mattino, e 'I sol montava 'n su con quelle stelle ch'eran con h~i, quando l'amor divino

mosse eli prima quelle cose belle; sl ch' a bene sperar m' era cagione di quella liera a Ia gaietta pelle

!'ora del tempo e Ia dolce stagione; rna non sl che paura non mi desse Ia vista che m'apparve d'un leone.

Questi parea che contra me venesse con Ia test ' alta e con rabbinsa fame, ,; che pare<! che L1ere ne temesse.

Ed una lupa, che di tutte brame sembiava carca ne Ia sua m<lgrezza,

3 Simholiza la 1uiuri:1. como :tntcs cl suci1o era la somnolencia del vida; Ja Colina sohre J.t que hrill:l d sol c:s Ll virrud, y cl p:-~raje dd que nadie sale vivo, el pecado mor l:ll.

·1 Estl' lcl1n cs la soberhia . ,; r .a avaricia.

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/( EL INFIERNO. CANTO 1 23

64·78 Cuando lo vi en el vasto desierto, le grite: " i Ten piedad de ml, quienquiera que seas, hombre o sombra! " Me respondi6 : "No soy hombre. Lo fui. Mis padres fueron lombardos, man­tuanos los dos de nacimiento. Naci bajo Julio', aunque tarde, y vivi en Roma bajo el buen Augusto, en el tiempo de los dioses falsos y engafiosos. Fui poeta y <;?Qte a aq_u~l j_!Isto,_hijg de An­q_uises ', que vino de Troya despues de que ardi6 la soberbia Jli6n.¥ero tu l. pciTque yuelves a tanta pena? ; Por que no subes al deleitoso monte que -es causa y principia de toda alegria?"

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e molte genti fe'gia viver grame. Questa mi porse tanto di gravezza

con Ia paura ch'uscia di sua vista, ch'io perdei Ia speranza de l'altezza.

E qual e quei che volontieri acquista, e giugne 'I tempo che perder lo face, che 'n tutt'i suoi pensier piange e s'attrista:

tal mi fece Ia bestia sanza ~. che, venendomi incontro, a poco a poco mi ripigneva Ia dove 'I sol tace.

Mentre ch'i' ruinava in basso loco, dinanzi a li occhi mi si fu offerto chi per lungo silenzio parea fioco.

Quando vidi costui nel gran diserto, «Miserere di me» gridai a lui, «qual che tu sie, od ombra od omo certo !»

Rispuosemi: «Non omo, omo giit fui, e li parenti miei furon Iombardi, mantovani per patria ambedui.

Nacqui sub Julio, ancor che fosse tardi, e vissi aRoma sotto 'I buono August;, a! tempo de li dei falsi e bugiardi.

Poeta fui, e cantai di que! giusto figliuol d'Anchise che venne da Troia, poi che superbo Ilion fu combusto.

Ma tu, perche ritorni a tanto noia? perche non sali il dilettoso monte ch'e principia e cagion di tutta gioia ?»

r. Es decir, otra vez hacia la selva oscura. 1 Virgilio. ' Julio Cesar. 9 Eneas.

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24 LA DIV!r-;A f.OMED!A

79-90 "Entonces ,; eres tu aquel Virgilio, aquella fuente de Ia que nace tan caudaloso rio de elocuencia? - le respond! con rubor en Ia frente-. i Oh ttl , honra y luz de los poetas! i Valganme el largo estudio y el profunda amor que me hicieron disfrutar de tu obra! Ttr eres mi maestro y mi au tor; de ti _sOlo aprendi el bello estilo que me ha dado gloria. Mira Ia bestia que me ha obligado a huir. i Ayudame contra ella, sabio glorioso, porque ella· me hace pal pi tar las venas y el pulso! "

91-129 "Te conviene seguir otro camino si quieres huir de este Iugar salvaje-replic6 al verme Ilorar-. La bestia de Ia cual te quejas no permite a nadie pasar por su camino, y para impedirlo Io mata. Tiene una naturaleza tan malvada y ruin, que nunca satisface su hambre voraz y siente mas apetito despues de comer que antes. Muchos son los animales con los que se une, y senin mas todavia, hasta que venga el mastin que le de dolorosa muer­te. El no se alimentani ni deoienes de Ia tierra ni de metales, sino de sabiduria, amor y virtud, y su patria estara en Ia pobre­za '". Sera salud de aquella ltalia humilde por la que muri6 Ia

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«Or se'tu que! Virgilio, e quella fonte che spandi di parlar si largo fiume ?» rispuos ' io lui COfl( VergognCi"Sii' fronte.

«0 de li altri poeti oriore e- lume, vagliami illungo studio e 'I grande amore che m'ha fatto cercar lo tuo volume.

Tu se' lo mio maestro e 'I mio autore; tu se'solocoriil da cu'io tols i -lo bello stilo che m'ha fatto onore. 1. c

Vedi fa bestia per cu ' io mi volsi_: aiutami da lei, famoso saggio, ch'ella mi fa tremar le vene e'polsi».

«A te convien tener altro viaggio» rispuose, poi che lagrimar mi vide, «se vuo 'campar d'esto loco selvaggio;

che questa bestia, per Ia qual tu gride, non lascia altrui passar per Ia sua via, rna tanto lo 'mpedisce che l'uccide,

e ha natura si malvagia e ria, che mai non empie Ia bramosa voglia, e dopo il pasto ha piu fame che pria.

Molti son li animali a cui s'ammoglia e piu saranno ancora, infin che 'l Veltro verra, che Ia fara morir con doglia .

Questi non cibera terra ne peltro, , rna sapienza, amore e virtute,

e sua nazion sara tra feltro e feltro. Di quella umile Italia fia salute

per cui mori Ia vergine Cammilla,

10 <(Tra feltro e feltro» es pasaje obscurfsimo. La interprctnc i{)n m3s aceptada es <dn

fasce de feltro», esto es, pohre. ·

EL INFII-:RNO. f.ANTO l 25

virgen Camila ", y heridos Eurialo, Turno y Niso ". Echara a Ia bestia de un Iugar a otro hasta que la arroje al infierno, de donde Ia sac6 Ia envidia. Por eso he pensado y decidido, por tu bien, que me sigas. Sere tu_.g_uia y te Ilevare desde aqui al Iugar eterno donde oiras gntos de aeSeSperaci6n~ veras a lm antlgUoS espiri­tUS dolientes Ilorando su segunda muerte cada unD:' y veras a los que esi:an contentos entre las llamas porque esperan Ilegar, cuan­do sea, a reunirse con las almas v·enturosas. Si tu quieres ir des­pues hasta elias, alma encontraras que te gule' 3

: mas digna que yo, y con ella te dejare al partirme, pues el Emperador que reina en lo alto, por haber sido yo rebelde a su ley, no quiere que a su ciudad se Ilegue por mi. En todas partes impera y desde alii rige. Alii estan su ciudad y su excelso trona. i Feliz aquel a quien llama!"

130-136 Yo le dije: "Poeta, te suplico por aquel Dios que tu no conociste, que pueda huir de este mal y de otws peores; que me conduzcas donde has dicho y vea yo-la puerta de San Pedro" v a aguellos que esd.n tan afligidos. " Ech6 a andar y yo segui tras el. ·~ • 0

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Eurialo e Turno e Niso di ferute. Questi Ia caccera per ogni villa,

fin che l'avra rimessa ne lo 'nferno, Ia onde invidia prima dipartilla.

Ond'io ·per lo tuo mei penso e discerno che tu mi segui, e io saro tua guida, e trarrotti di qui per luogo eterno,

ov'udirai le disperate strida, vedrai li antichi spiriti dolenti , che Ia seconda morte ciascun grida;

e vederai color che son contenti nel foco, perche speran di venire, quando che sia, a le beate genti.

A le qua'poi se tu vorrai salire, anima fia a cio piu di me degna: con lei ti lascero nel mio partire;

che quello imperador che Ia su regna, perch'io fu'ribellante a Ia sua Iegge, non vuol che 'n sua citta per me si vegna.

In tutte parti impera e quivi regge; quivi e Ia sua citta e !'alto seggio: oh felice co lui cu' ivi elegge !»

E io a lui: «Poeta, io ti richeggio per quello Dio che tu non conoscesti, accio ch'io fugga questo male e peggio,

che tu mi men i Ia dev' or dicesti, sl ch' io veggia Ia porta di san Petro e color cui tu fai cotanto mesti».

Allor si mosse, e io li tenni retro .

11 Guerrera, hija de Metabo , rey de los volscos. I!: Eurialo y Niso, troyarlos. Turno, hijo de Datino, rey de los rlltulo~ . 1•1 Beatriz. 14 La del purgatorio.

Dante 2

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30 LA O!VINA f:OMF.OIA

115-1.26 "En cuanto me hubo dicho sus razones, apart6 de mi sus brillantes ojos llenos de higrimas, lo que me movi6 a venir mas pronto junto a ti, como ella queria. Te libr6 de aquella fiera que cierra el atajo hacia el bello monte. (Que ocurre, pues? ( Por que vacilas? ~ Por que albergas tanta bajeza en tu coraz6n? ( Por que no te animan el valor y la lealtad, cuando tres benditas mu­jeres se cuidan de ti en el cielo y mis palabras te prometen tanto b. ;>" 1en.

1.27-1.42 Como se levantan y se abren, cuando las besa el sol, las florecillas cerradas y dobladas por el hielo nocturno, me aconteci6 a mi, que estaba sin fuerzas, y se me llen6 de tal ardimiento el coraz6n, que empece a decir, sintiendome seguro : " i Oh piadosa mujer que me socorres, y tu, que tan bondadosamente obedeciste el rue go sincero que te dirigi6 ! Tl! me has dado tantos animos con tus palabras, que he vuelto a mi primer prop6sito. Vamos, pues. Una misma voluntad nos une. Guia tu, senor y maestro". Asi le dije; y cuando ech6 a andar, entre por el dificil y aspero camino.

115 Poscia che m' ebbe ragionato questa, li occhi lucenti lagrimando volse, per che mi fece del venir piu presto:

118 e venni a te cosi com' ella valse; dinanzi a quella fiera ti levai, che del bel monte il corto andar ti tolse.

121 Dunque che e? perche, perc he restai ? perc he tan vi ita nel core allette? perche ardire e franchezza non hai,

124 poscia che tai tre donne benedette curan di te ne Ia corte del cielo, e 'I mio parlar tanto ben t'impromette'»

127 Quaii i fioretti, dal notturno gelo chinati e chiusi, poi che 'I solli 'mbianca, si drizzan tutti aperti in !oro stelo,

130 td mi fec'io di mia virtute stanca; e tanto buono ardire al cor mi corse, ch' i' cominciai come persona franca:

133 «Oh pietosa colei che mi soccorse r e te cortese, ch'ubbidisti tosto a Ia vere parole che ti parse!

13!i Tu m'hai con desiderio il cor d isposto sl al venir con le parole tue, ch' i' son tomato nel primo proposto.

139 Or va, ch'un sol volere e d'ambedue: tu duca, tu segnore, e tu maestro». Cosi li dissi: e poi che mosso fue,

142 intrai per lo camrnino alto e silvestro.

EL INFJEHNO. CANTO 3 31

CANTO Ill

1. 9 Por mi se va a Ia ciudad cloliente; par mi se va a las penaJ eternas; par mi se va entre Ia f!.ente perclida. La ]usticia movi6 a mi supremo Autor. Me hicieron Ia di11ina pote.rtad ', Ia smna sabiduria' y el amor primero '. Antes que yo no hubo cosa crea­da, sino lo eterno, y yo permanecere eternctmente. Vosotros, lo1

~~"'que entrdis, dejad aqui toda esperanza.

l \C 1.0-21 Estas sombrias palabras vi escritas sobre el dintel de una cY' '"'- puerta, y al verlas dije: "Maestro: su ~ignificaci6n me espanta".

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Y el, como persona clarividente, me contesf6: "Conviene dejar aqui todo recelo y que muera toda bajeza. Hemos llegado al Iu­gar donde te dije que verias a la gente condenada que perdi6 el supremo bien". Y una vez que hubo puesto su mano en !a mia, con rostro alegre, que me confort6, me introdujo en las cosas .... -secretas.

22-33 Suspiros, llanto; ; profundos ayes resonaban en aquel aire sin estrellas, lo que a! principio me conmovi6. Extraii.os lengua­jes, horribles blasfemias, J?alabras de dolor, acentos iracundos, vo-

o .. A \e,..\l~t" <1t .. f CANT 0 II I

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'\v< \\g.. 'f PerG;Jsi va ne Ia <:.~liA dolente,

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per me si vane~. per me si va tra La 12.,~td.uta..gm,J:e.

Giustizia musse il mio alto fattore; fecemi Ia divina potestate,

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Ia sornma saRienza e'l erimo amQ.Le. Dinanzi a me non fur cose create

se non eterne, e io eterna duro: lasciate ogni speranza, vo1 ch'entrate.

Queste parole di colore oscuro vid'io scritte a! sommo d'una porta;

~ !~--~ 12-'IV '~"" un¥- "/

per ch'io: «Maestro, i l sensa lor m'e duro» Ed elli a me, come persona accorta:

«Qui si convien bsclare ogl,li~~tu; ogni vilta convien che qui sia morta

Noi. siam venuti a! loco ov'io t'ho detto che tu vedrai le genti dolorose, _ J I' ( J, .( i c; c'hanno perduto il ben de Jo 'ntelletto». \

E poi che Ia sua mano a Ia mia pose · I c. .... .:...., con lieto volta, ond'io mi confortai, \).C. : r<v-4 mi mise dentro a le secrete cose. - ,

~ ~~-i~~x~:~ \ 25

Qui,·i sospiri, pianti e a lti guai ~ I'MxS-: C- \""'o..ir risonavan per l'aere sanza steJie, (MI~ ~ ...... < S per ch' io a l corriiiiCiar ne lagriliiai. ""'' · f t,

Diverse lingue, orribili favelle, y ., -rJ •·'\ parole di dolore, accenti d'ira, •

1 El P"dre. 'El Hijo. 3 El Esri ritu Santo.

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32 LA I)JVJNA COMJ::D!A

ces fuertes y roncas, batir de manos desesperadas, formaban un • continuo tumulto en aquel aire eternamente denso y caliginoso

~ '\ comq la arena arremolinada- p_or el vendaval. Y yo, que sentia la cabeia oprimida por el horro.r;- dije : "Maestro : ; que es lo que 1 oigo y que gente es esta, vencida as! por el dolor? ..

34-42 "Esta misera suerte-me contest6-sufren las almas tristes de aquellos que torpemente vivieron sin vituperio ni alabanza. Estan mezclados con aquel odioso coro de los angeles que ni se rebelaron contra Dios ni le fueron leales, sino que permanecieron apartados. Los cielos los rechazan por no ser bastante buenos, y el profundo infierno no los admite, ya que alguna gloria reci­birian de ellos los condenados ".

43 51 Yo: "Maestro, (que dolor~tan grave experimentan, que los obliga a lamentarse as!?" Respondi6me: "Te lo dire en dos pa­labras. Estos no abrigan esperanza de morir, y su ciega vida es tan despreciable, que envidian cualauier otra suerte. El mundo no gua.t_da refuerdo de ellos, olvidados por la misericordia y la justicia. No hal3Iemos de ellos mas; miralos y pasa". -----

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52-63 Y yo, al mirar, vi una bandera que ondeaba corriendo con tal rapidez que pareda desdefiar cualquier reposo. Detras venia tan gran muchedumbre de personas, que ~ca hubiera creido

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voci alte e fioche e suon di man con elle 2R facevano un tumulto, il qual s'aggira

~empre in quell'aura sanza tempo tinta, omyla rena quando a turbo spira. ~·

31 E ,....en avea d'orror Ia testa cinta, dissi: «Maestro, che e que! ch' i'odo ,..------! e che gent' e che par nel duo! sl vinta ?» ') _ v

34 Ed elli a me: «Questa misero modo 1 ~>

tegnon l'anime triste di coloro che visser ~anza infamia e sanza lodo.

3 7 Misditate so no a que! cattivo coro deli ange!i che non furon rjbejli oe fur fedelj a Dio, rna •per se fuoro.

40 Caccianli i ciel per non esser men belli, ne lo profondo inferno li riceve, ch'alcuna gloria i rei avrebber d'elli».

4 3 E io: «Maestro, che e tanto greve a lor che lamentar li fa sl forte?» Rispuose: «Dicerolti molto breve.

46 ~jji_n-illL.!:!.anno speranza di morte, e Ia lor cieca vita e tanto bassa, che 'nvidiosi son d'ogn'altra- so_rte.

49 k Fama di Joro il mondo esser non Jassa; _ ~U-misericordia e giustizia li sdegna: )!-non ragioniam di lor, rna guarda e passa».

52 E io, che riguardai, vidi una insegna che girando correva tanto ratta, che d'ogni posa mi parea indegna;

55 e dietro le venia sl lunga tratta

\2"\.-~o I EL IN!' IEHNO. CANTO 3 33

'

que a tantos hubicra destruido la muerte. Puesto que habia cono­rrcto a afgunos, vi y reconod la sombra de aquel que hizo, por

'Y cobardia, la gran renuncia •. En seguida comprendi, y estuve se­guro de que aquella era la secta de los Viles, m agradables a Dios

\--,_.,._c ni a sus enemigos. ~- \. 64-69 Aquellos desventurados, que nunca vivieron de verdau,

~ estaban desnudos y los aguijaban muchos moscones y avispas que r \loiaban por alii. Les surcaban el rostro de sangre que, mezclada

con lagrimas, caia a sus pies y era recogida por repugnances gu­anos.

~70-78 ~ues me puse a mirar mas alla, y vi gente a la Orilla ,. \ . de un fto, por lo cual dije: "Maestro, dignate decirme quienes

1'\1' \f.. son y que ley los obliga a parecer tan impacientes por pasar, como

,.,ty / percibo a est a claridad tan debil ". Y el me contest6 : "Te lo ex-\ / plicar-e cuando detengamos nuestros pasos en la triste orilla del #

Aqueronte" '. 79-93 Entonces baje avergonzado los ojos, temiendo que mis palabras lo importunasen, y me prive de hablar hasta que llega- -x ... mos al rio. Y he aqui que hacia nosotros venia _sn.. barca un viejo~

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di gente, ch'i'non averei creduto che morte tanta n'avesse disfatta.

Poscia ch'io v'ebbi alcun riconosciuto, vidi e conobbi l'ombra di colui che fece per vilta lo gran rifiuto.

Incontanente intesi e certo fui che questa era Ia setta de'cattivi, a Dio spiacenti ed a'nemici sui.

Questi sciaurati, che mai non fur vivi, erano ignudi, stimolati molto da mosconi e da vespe ch'eran ivi.

Elle rigavan lor di sangue il volto, che, mischiato di Jagrime, a'Jor piedi r da fastidiosi vermi era ricolto. _

E poi ch'a riguardar .Qlttemi diedi, vidi gente a Ia riva d'un gran fiume;

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per ch'io dissi: <!Maestro, or mi concecli i"j_ ch'i'sappia quali sono, e qual costume

Je fa di trapassar parer si pronte,

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com'io discerno per Jo fioco Jume». ·- c\. Eel elli a me: «Le cose ti fier conte,

quando noi fermerem li nostri passi su Ia trista riviera d'Acheronte».

Allor con li occhi vergognosi e bassi, temendo 110 'I mio clir li fosse grave, infino al fiume del parlar mi trassi.

Ed ecco verso noi veni r per nave

' La interpretacion m,\s probable es que sc alude a! papa Celestino V, que abdic6 despues de cinco meses de pontificado.

' Rio del dolor. Segun los paganos, habla que pasarlo para entrar en cl infierno. Dante mczcla de continuo nociones mito16gicas y cristi-lnas.

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34 LA UIVI!'>A COMEDIA

de barba y cabellos blancos' gritando: " i Ay de vosotras, almas perversas! i No espen:?is ver el cielo jamas! Vengo para conduciros a Ia otra orilla, a las tinieblas eternas, al fuego y al hielo. Y ttl, alma viviente que estas aqul, apartate de los que ya han muerto! " Pero, al ver que yo no me movia, dijo: "Por otro camino, por otro puerto llegaras a la playa. No has de pasar por aqui, pues conviene que te lleve otra barca mas ligera".

94-99 Mi guia le replic6 : "Caronte, no te irrites. Lo mandan asi donde se puede lo que se quiere, y no preguntes mas". Entonces se aplac6 el barbudo rostra del barquero de la cenagosa laguna, que en torno a los ojos tenia _un circ'l~o . de llamas. '"' ' .

100-117 Pero aquellas almas, abaticill5~s, mudaron el color y rechinaron los ~s oyeron las safiudas palabras. Blasfemaban de Dios y de sus padres, de Ia especie humana, de la hora en que nacieron, de la prole que habian engendrado. Des­pues se reunieron todos, deshechos en h1grimas, en la orilla mal­dita que ~pera a los que no temen a..Dios. Caronte, .derooniQ_<;.QQ ojos de brasa, los hace entrar a todos con sefias imperiosas y gal­pea con el remo a los que se sientan. Como en otofio caen las

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un vecchio bianco per antico pelo: ' gridando: «Guai a voi, ani me prave'

non isperate mai veder lo cielo: i'vegno per menarvi a l'altra riva ne le tenebre eterne, incaldo e'n gelo.

E tu che se'costl, anima viva, pirtiti da cotesti che son morti». Ma poi che vide ch'io non mi partiva,

disse: «Per altra via, per altri porti verrai a piaggia, non qui, per passare: pitt lieve legno conven che ti porti».

E 'l duca lui: «Caron, non ti crucciare: vuolsi cosl cola dove si puote cio che si vuole, e pitt non dimandare».

Quinci fuor quete le lanose gote al nocchicr de Ia livida palude. che 'ntorno a li occhi avea di fiamme rote.

Ma quell'anime, ch'eran lasse e nude, cangi.u colore e dibattlero i denti, ratto che 'nteser le parole crude.

Bestemmiavano Dio e lor parenti, l'umana spezie, il luogo, il tempo e '! seme di lor semenza e di lor nascimenti.

Poi si raccolser tutte quante inseme, forte piangendo, a Ia riva malvagia ch'attende ciascun om che Di~on leme.

Caron clemonio, con occhi di bragia, ~ !oro accennanclo, tutti li reccoglie; i:Jatte col remo qualungue s'adagia.

6 Caronte, barquero mitol6gico, que transportaba a los conUenaLios.

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EL INFIERNO. CANTO 3 35

hojas, una tras otra, hasta que la rama ve en el suelo todos sus espojos, as_[ los condenados, hijos de Adan, uno a uno, obede­

creron a 1a seiia como a un reclamo.

118-129 Se fueron por las ondas oscuras; y antes de que bajaran en la otra orilla, se reunieron de este lado nuevas multitudes. "Hijo mio--dijo amablemente el maestro-, los que murieron maldiciendo a Dios se juntan aqui desde todas partes, dispuestos a pasar el rio, pues la divina justicia los empuja y el temor se les vuelve deseo. Por aqul no pasa jamas un alma buena, y por eso, si Caronte se quej6 de ti, bien puedes comprender ahara el significado de sus palabras ". l.J .... , 1 130-136 En esto, aquella tj_~~~tembl6..con. tal fuerza. qut todavia el espanto me bafia Ia frente en sudor. Del Iugar de los afligidos brot6 un viento que hizo relampaguear una luz raja que me priv6 de sentido, y cai como_un-.hombt:e rendido por el ~-:.-.---""' - -----sueno.

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Come d'autunno si levan le foglie ~·una appresso de l'altra, fin che 'I ramo vede a Ia terra tutte le sue spoglie,

similemente il mal seme d'Adamo: gittansi di que! lito ad una ad una, per cenni, come angel .per suo richiamo.

Cossl sen vanno su per l'onda bruna, e avanti che sien di lit discese, anche cl i qua nova schiera s' a una.

« F igliuol mio», disse il maestro cortesc, «quelli che muoion ne !'ira eli Dio. tutti convegnon qui d'ogni paese;

e pronti sono a trapassar lo rio, che Ia divina giustizia li sprona si che Ia tema si volve in disio.

Quinci non passa mai anima bona; e pero, se Caron di te si lagna, ben puoi sapere omai che '1 suo dir sona».

Finito questo, Ia buia campagna trem(> si fo~te, che de .lei ~pavento Ia mente di sudore ancor mi bagoa.

La terra lagrimosa diede vento che baleno una luce vermiglia Ia qual mi vinse ciascun sentimento;

e caddi come l'twm che '] sonno eJ.gl!:'l..

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40 LA UIVINA COMEDIA

diesemos verlos a todos. Y en el acto me mostraron sobre el verde esmalte de Ia pradera los grandes espiritus, cuya vista me colmo de gozo.

121-129 Vi a Electra • con muchos compafieros, entre los que reconoci a Hector y a Eneas; a Cesar, armado, con ojos de aguila. Vi a Camila y a Pentesilea 5

, de otra parte, y vi a! Rey Latino sentado alli con su hija Lavinia. Vi a aquel Bruto que expulso a Tarquino; vi a Lucrecia, a Julia', a Marcia ', a Cornelia y a Sa­ladino, solo en un rincon.

130-151 AI levantar un poco Ia vista contemple a! maestro de los sabios ', sentado entre su familia de filosofos. Todos lo miran, todos le tributan honores. AUf vi a Socrates y a Platon, que esta­ban mas proximos a eJ que nosotros; a Democrito, que piensa aue el mundo es fruto de Ia casualidad; a Diogenes, Anaxagoras, Tales, Empedocles, Heraclito y Zenon. Y vi a Dioscorides, el buen observado.r de las cualidades; a Orfeo, Tulio y Lino y al moral Seneca. A Euclides, geometra; a Tolomeo, Hipocrates, Avicena,

in luogo aperto, luminoso e alto, si che veder si potean tutti .quanti.

llH CoL1 diritto, sopra 'I verde smalto, mi fur mostrati li spiriti magni, che del vedere in me steso n'esalto.

121 I'vidi Elettra con molti compagni, tra' quai connobi Ettor ed tEnea, Cesare armato con li occhi grifagni.

124 Vidi Cammilla e !a Pantasilea da l'altra parte, e vidi '1 re Latino, che con Lavina sua figlia sedea.

127 Vidi que! Bruto che caccio Tarquino, tucrezia, Julia, -Marzia e Cornigl ia; e solo, in parte vidi il Saladino.

130 Poi che 'nnalzai un poco pili Je ciglia, vidi 'l maestro di color che sanno, seder tra filosofica famiglia.

133 Tutti lo miran, tutti onor li fanno: guivi vid'io Socrate e Platone, che 'nnanzi a li altri pili presso li stanno;

13(i Democrito che '1 mondo a caso pone, Diogenes, Anassagora e Tale, Empedocles, Eraclito e Zenone;

139 e vidi il buono accoglitor del quale, Dioscoride dico: e vidi Orfeo, Tullio e Lino e Seneca morale;

142 Euclide geometra e Tolomeo, Jpocrate, Avicenna e Galieno,

1 No Ia hija de Agamcnon, sino Ia madre de Dardano, fundador de Troya. " r-amila, cf, nota 11 c.l. Pentesilea, reina de ]as amazonas. " llija de Cesar, mujer de Pompeyo.

Muier de Caton de Utica. Arist6te!es.

EL INFIERNO. CANTO 5 41

Galeno y Averroes, que escribio el gran comentario del maestro. No puedo mencionar a todos, pues me desborda el largo tema y muchas veces faltan palabras para decir lo que se ve. La compafiia de los seis se dividio. El sabio guia me condujo por otro camino, fuera de Ia quietud, hacia el aura temblorosa, y fui donde no brillaba luz alguna.

CANTO V

1-12 Asi descendi del circulo primero al segundo, que abarca menor espacio y mayor dolor, dolor que arranca desgarradores ayes. Alli esta el horrible Minos ', que, rechinando los dientes, examina las culpas a la entrada, juzga y sefiala Iugar segun las vueltas que se da con Ia cola. Digo que cuando el alma pecadora se le presenta, se confiesa con el ; y aquel gran conocedor de los pecados ve que Iugar del infierno le corresponde, y se cifie con Ia cola i:antas veces como el nt1mero del circulo en que quiere que el alma sea colocada.

13-24 Siempre hay muchas ante el que van pasando a juicio por turno; dicen sus pecados, oyen Ia sentencia y luego son arrojadas a su destino. " i Oh ttl, que vienes al hospicio del dolor! - grit<) Minos al verme, interrumpiendo sus funciones-. Mira c6mo en·

Averrois, che '1 gran comento feo; 145 Jo non posso ritrar di tutti a pieno,

peru che si mi caccia il lungo tema, che molte volte al fatto il dir vien mcno.

HH La sesta compagnia in due si scema: per altra via mi mena il savio duc'a, fuor de Ia queta, ne !'aura che trema;

151 e vegno in parte ove non e che luca.

CANTO V

Cosi cliscesi del cerchio primaio giu nel secondo, che men loco cinghia, e tanto pili dolor, che punge a guaio.

,j Stavvi Minos orribilmente, e ringhia: esamina le colpe ne l'entrata; giudica e manda secondo ch'avvinghia.

7 Dico che quando !'anima mal nata li vien dinanzi, tutta si confessa; e quel conoscitor de le peccata

10 vede qual luogo d'inferno e da essa: cignesi con Ia coda tante volte, quantunque gradi vuol che giu sia messa.

n Sempre dinanzi a lui ne stanno molte: vanno a vicenda ciascuna al giudizio; dicono e odono, e poi son gitl volte.

16 «0 tu che vi en i al doloroso ospizio», disse Minc)s a me quando mi vide,

1 Nombre de un nntiguo rcy legislador de Crrt:l. _TnC'z del inficmn nntip;11o, ronvcr­-J.do rn demon in por Dante.

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42 LA DIVINA COMF.DIA

tras y de quien te fias; no te engafie la amplitud de la entrada". Y mi guia le contesto: "; Por que gritas asi? No le cierres el ca­mino sefialado desde alii donde se puede lo que se quiere, y no preguntes mas".

25-39 Empezaron entonces a llegar lamentos a mis oidos y pase a un lugar donde me impresionaron hondas quejas. Era un sitio privado de toda luz, fragoroso como un mar agitado por la tormen­ta y combatido por vientos contrarios. La borrasca infernal, que no cesa nunca, arrastra a los espiritus en sus torbellinos, haciendolos girar, y los hiere golpeandolos contra el cerco. Cuando llegan alli lanzan gritos estridentes, lloran, se lamentan y blasfeman contra el poder divino. Oi decir que a tales suplicios estaban condenados los pecadores carnales, que someten la razon a la pasion.

40-49 Y asi como los estorninos vuelan, en el tiempo frio, en grandes bandadas espesas, asi arrastraba aquel viento a los espi­ritus malvados de aca para alla, de abajo arriba, sin que nunca los consolara la esperanza de reposo ni de minoracion de la pena. Y tal como van las grullas lanzando sus lamentos, formando una

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lasciando l'atto di cotanto offizio, «guarda com'entre e di cui tu ti fide:

non t'inganni l'ampiezza de l'entrare !» E 'I duca mio a lui: «Perche pur gride?

Non impedir lo suo fatale andare: vuolsi cosi cola dove si puote cio che si vuole, e pili non dimandare>>.

Ora incomincian Je dolenti note a farmisi senti re; or son venuto

Ia dove molto pianto mi percuote. Io venni in ]uogo d'ogni luce muto,

che mugghia come fa mar per tempesta, se da contrari venti e combattuto.

La bufera infernal, che mai non resta, mena li spirti con Ia sua rapina; voltando e percotendo li molesta.

Quando giungon davanti a Ia ruina, quivi le strida, il compianto, il lamento; bestemmian quivi Ia virttt divina.

lotesi ch'a cosi fatto tormento enno dannati i peccator carnali, che Ia ragion sommettono al taleoto.

E come li stornei ne portan ]'ali, nel freddo tempo, a schiera larga e piena, cosi que! fiato li spiriti mali:

eli qua, di Ia, di gili, di su li mena; nulla speranza li conforta mai, non che di posa, rna di minor pena,

E come i gru van cantanclo lor ]ai, faccendo in aere eli se lunga riga, cosi vid' io venir, traendo guai,

ombre portate de Ia detta briga;

EL INFIEH:"O. CANTO 5 43

larga fila en el aire, asi vi venir, exhalando ayes, las sombras arrastradas por la borrasca aquella.

50-69 Por lo cual dije: "Maestro, ; que gentes son aquellas a las que el negro vend a val castiga de tal modo?" "La primera de aquellas de quien me pides noticia-replico entonces- fue empe­ratriz de muchas naciones. Se entreg6 en tal grado al vicio de la lujuria, que lo convirtio en licito a todos en su ley para substraer­se a · la vergi.ienza en que vivia. Es Semiramis', de la que se lee que sucedio a Nino, y fue su esposa, y mando en la tierra que hoy rige el sultan. La otra es aquella que se mato por amor y rompi6 la fe prometida al difunto Siqueo '. Viene despues la lasciva Cleo­patra. Alii ves a Elena', por cuya causa hubo luto tanto tiempo, y ves al gran Aquiles, que combati6 al fin con el Amor. Ves a Paris, a. Tristan". Y me nombr6 y sefial6 con el dedo mas de mil sombras que el amor arrebat6 de Ia vida nuestra.

70-78 Despues de que oi a mi maestro nombrar a las mujeres antiguas y a sus caballeros, casi desfalleci de compasion. Y dije: "Poeta, de buena gana hablaria a aquellos dos que van juntos y parecen flotar mas ligeros en el viento ". Me contest6 : "Los veras

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per ch'i'dissi: «Maestro, chi son quelle genti che !'aura nera si gastiga '»

«La prima eli color di cui novelle tu vuo'saper» mi disse quelli allotta, «fu imperaclrice di molte favelle.

A vizio di lussuria fu si rotta, che Jibito fe'licito in sua Iegge, per torre il biasmo in che era condotta.

Ell'e Semiramis, di cui si Iegge che succedette a Nino e fu sua sposa: tenne Ia terra che 'I Soldan corregge.

L'a ltra e colei che s'ancise amorosa, e ruppe fede al cener di Sicheo; poi e Cleopatras lussuriosa.

Elena vedi, per cui tanto reo tempo ci volse, e vedi il grande Achille che con Amore al fine combatteo.

Vedi Paris, Tristano»; e pili di mille ombre mostrommi, e nominommi, a dito, ch'amor di nostra vita dipartille .

Poscia ch'io ebbi il mio dottore udito nomar le donne antiche e' cavalieri, pietit mi giunse, e fui quasi smarrito.

Io comminciai: «Poeta, volontieri parlerei a quei due che 'nseme vanno, e paion si a! vento esser leggieri» .

Ed elli a me: «Vedrai quando saranno

' Reina de Asiria de 1356 a 1314 a. de .f. C. 3 Sc trata de Dido, fundadora de Cartago, que habfa promelido a su primer esposo,

Siqueo, no vo lversc a casar. ·, La llamada Elena de Troya, esposa de Menelao, raptada por Paris.

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44 LA IH V 1.\IA COl\lEIHA

cuando esten mas cerca de nosotros, y entonces les ruegas en nombre de aquel amor que los conduce, y vendran".

79-87 Tan pronto como el viento los trajo hacia donde estaba­mos, grite: " i Oh almas en pena! Venid a hablar con nosotros si os lo permiten". Como palomas que movidas por el deseo, con las alas tendidas, van hacia el dulce nido, llevadas de una misma voluntad, asi salieron del trope! donde esta Dido, viniendo a nosotros por aquel aire inmundo '. Tan fuerte fue mi emocionada cxclainacion.

88-107 " i Oh ser generoso y benigno, que vas visitando por cl aire tenebroso a los que tefiimos el mundo con sangre! Si goza­ramos de la amistad del Rev del universe, le pediriamos para ti Ia paz, ya que te apiadas de nuestro terrible dolor. Lo que te plazca ofr o hablar, nosotros te lo diremos o te lo escucharemos mientras el viento calle como ahora. Tiene asiento la tierra donde naci ' en la costa donde desemboca el Po, con sus afluentes, para dormir en paz. El amor, que se apodera pronto de los corazones nobles, hizo que este se prendase de aquella hermosa figura que me fue arrebatada del modo que todavia me atormenta. El amor, que al que es amado obliga a amar, me infundio por este una

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pili presso a noi; e tu allor li priega per quello amor che i mena, ed e'verranno».

Sl tosto come il vento a noi 1i pliega, mossi Ia voce: «0 anime affannate, venite a noi parlar, s'altri no! niega !»

Quali colombe dal disio chiamate, con I' ali alzate e ferme, a! dolce n ido vegnon, per I' a ere dal voler portate;

cotali uscir de Ia schiera ov'e Dido, a noi venendo per !'aere maligno, sl forte fu l'affettuoso grido.

«0 animal grazioso e benigno, che visitando vai per l'aere perso noi che tignemmo il mondo, di sanguign<>,

se fosse amico il re de l'universo, noi pregheremmo lui de Ia tua pace, poi c'hai pieta del nostro mal perverso.

Di que! che udire e che parlar vi piace, noi udiremo e parleremo a vui, mentre che 'I vento, come fa, ci tace.

Siede Ia terra dove nata fui su Ia marina, dove 'I Po discende

I per aver pace co'seguaci sui. Amor, ch'al cor gentil ratto s'apprende,

prese costui de Ia bella persona che mi fu tolta; e '[ modo ancor m'offende.

Amor, ch'a nullo amato amar perdona,

5 Se trata, como se veni, de P"olo y Francesca. G Ravena.

EL lNF!ERNO. CANTO 5 45

pasion tan viva que, como ves, at'm no me ha abandonado. El amor nos condujo a una misma muerte. El sitio de Cain espera al que nos quito Ia vida" '.

108-138 Estas fueron sus palabras. Cuando vi a aquellas almas heridas incline la cabeza; y tanto tiempo la tuve asf, que el poeta me dijo: ";En que piensas?" " i Oh infelices! -dije al contestar-. i Cmintos dukes pensamientos, cucintos deseos llevaron a estos al doloroso trance! " Luego me volvi a ellos Y' les dije: "Francesca, tus martirios me hacen derramar higrimas de tristeza y piedad. Pero dime: en el tiempo de los dukes suspires, ; como y por que os permitio el amor que conocieseis los turbios deseos?" "No hay mayor dolor-me replico- que acordarse del tiempo feliz en Ia miseria. Bien lo sabe tu maestro. Pero, si tienes tanto deseo de conocer la primera rafz de nuestro amor, te lo dire mezclando la palabra y el llanto. Lefamos un dia, por gusto, como el amor hirio a Lanzarote. Estabamos solos y sin cuidados. Nos miramos muchas veces durante aquella lecrura, y nuestro rostro palidecio ; pero fuimos vencidos por un solo pasaje. Cuando lefmos que la

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mi prese del costui piacer sl forte, che, come vedi, ancor non m'abbandona.

Amor condusse noi ad una morte: Caina attende chi vita ci spense !» Queste parole da lor ci fur porte. /

Quand'io intesi quell'anime offense, china'il viso, e tanto il tenni basso, fin che 'I poeta mi disse: «Che pense ?»

Quando rispuosi, cominciai: «Oh lasso; quanti dolci pensier, quanto disio meno costoro a! doloroso passo !»

Poi mi rivolsi a !oro e parla'io, e cominciai: «Francesca, i tuoi martlri a lagrimar mi fanno tristo e pio.

Ma dimmi: a! tempo de' do lei sospiri, a che e come concedette amore che conosceste i dubbiosi disiri ?»

E quell a a me: «N essun maggior do lore che ricordarsi del tempo felice ne Ia miseria; e cio sa '1 tuo dottore.

Ma s' a conoscer Ia prima radice del nostro amor tu hai cotanto affetto, faro come colui che piange e dice.

Noi leggiavamo un giorno .per diletto, di Lancialotto, come amor lo strinse; soli eravamo e sanza alcun sospetto.

Per pili fiate li occhi ci sospinse quella lettura, e scolorocci il viso; rna solo un punto fu que! che ci vinse.

Quando Jeggemmo il disiato riso

; Gianciotto. hermano de Paolo y rn<~rido de francesca, mat6 a uno y a otra al sor­prcnderlos en fl•gmnte delito.

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46 LA IJ!V!NA COMEO!A

deseada sonrisa fue interrumpida por el beso del amante, este, que ya nunca se apartara de mi, me bes6 temblando en la boca. Galeoto ' fue el Iibro y quien lo escribi6. Aquel dia ya no se­guimos leyendo ". 139-142 Mientras que un espiritu decia esto, el otro IIoraba de tal modo que de piedad senti un desfallecimiento de muerte y cal como los cuerpos muertos caen.

CANTO VI

1-21 AI recobrar los sentidos, que perdf de piedad por los dos cufiados que de tal modo me sumieron en la tristeza, nuevos tor­mentas y nuevos atormentados vi en torno mio, doquiera fuese o doquiera me volviese o mirara. Estaba en el drculo tercero, el de Ia IIuvia eterna, maldita, fria y densa, pertinaz y constante, sin cambiar jamas. Espeso granizo, agua cenagosa y nieve vertfan por el aire tenebroso sobre la tierra, que se volvfa hedionda al recibirlos. Cerbero, fiera extrafia y cruel, ladra como un perro de tres fauces a la gente que esta aquf sumergida. Tiene los ojos rojos; el pelo, cerdoso y negro; el vientre, deforme, y las manos,

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esser baciato da cotanto amante, questi, che mai da me non fia diviso,

Ia bocca mi bacia tutto tremante. Galeotto fu 'I Jibro e chi Jo scrisse: que! giorno pitt non vi Jeggemmo avante».

Mentre che !'uno spirto questo disse, I' altro piangea, sl che di pietade io venni men cosl com'io morisse;

e caddi come corpo morto cade.

CANTO VI

AI tornar de Ia mente, che si chiuse dinanzi a Ia pietit de' due cognati, che di trestizia tutto mi confuse,

novi tormenti e novi tormentati mi veggio intorno, comme ch'io mi mova e ch' io volga e come che io guati.

Io sono al terzo cerchio de Ia piova eterna, malad etta, fredda e greve: regola e qualitit moi non J'e nova.

G randine grossa, acqua tinta e neve per J'aere tenebroso si riversa; pute Ia terra che questo riceve.

Cerbero, fiera crudele e diversa, con tre gole caninamente latra sopra Ia gente che quivi e sommersa.

Li occhi ha vermigli, Ia barba unta e atra, e '1 ventre largo, e unghiate Je mani:

8 Confidente y encubridor de los amores de Lanzarote y la reina Ginebra.

F.L INFIF.RNO. CANTO 6 47

con ufias que clava en los espiritus, a los que desgarra y descuar­tiza. La Iluvia los hace aullar como perros ; se protegen entre sf lado con lado, y los mfseros se revuelven sin cesar.

22-33 Cuando nos divis6 Cerbero, aquel gran reptil 1 abri6 la boca y nos mostr6 los colmillos sin que un miembro de su cuerpo dejase de temblar. Mi gufa extendi6 las manos abiertas, cogi6 tierra a pufiados IIenos y la arroj6 dentro de las fauces de la fiera. Y as! como el perro que ladra enfurecido se tranquiliza apenas muerde la presa, pues solo se ocupa y afana en d~vorarla, as! hicieron aqueiias bocas atroces del demonio Cerbero, que de tal modo aturde a las almas que quieran ser sordas.

34-48 Pasabamos por encima de las sombras agobiadas por la tremenda Iluvia y ponfamos las plantas sobre sus vanos cuerpos con apariencia de personas. Y acian revueltas por tierra, excepto una que se sent6 apenas nos vio pasar por delanre. " i Oh tu, que por este infierno caminas! -me dijo-. Recon6ceme si sabes, pues fuiste hecho antes de que yo fuera deshecho". "La angustia que sientes-le repliquc§-tal vez te aleja de mi memoria y me pa­rece que· no te he vis to nunca. Pero dime qui en eres tu, que en

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graffia li spiriti, iscoia ed isquatra. Urlar li fa Ia pioggia come cani;

de J'un de'lati fanno a J'altro schermo: volgonsi spesso i miseri profani.

Quando ci scorse Cerbero, il gran vermo, Je bocche aperse e mostroci le sanne; non avea membra che tenesse fermo.

Lo duca mio distese le sue spanne, prese Ia terra, e con piene le pugna Ia gitta dentro a le bramose canoe.

Qual e que! cane ch'abbaiando agugna, e si racqueta poi che '1 pasto morde, che solo a divorarlo intende e pugna,

cotai si fecer quelle facce Jorde de lo demonio Cerbero, che 'ntrona J'anime sl ch'esser vorrebber sorde.

Noi passavam su per J'ombre che adona Ia grave pioggia, e ponavam le piante sopra lor vanitit che par persona.

Elle giacean per terra tutte quante, fuor d'una ch'a seder si leva, ratto ch'ella ci vide passarsi davante.

«0 tu che se'per questo inferno tratto», mi disse, «riconoscimi, se sai: tu fosti, prima ch' io disfatto, fatto».

E io a lei: «L'agnoscia che tu hai forse ti tira fuor de Ia mia mente,

sl che non par ch'i'ti vedesse mai. Ma dimmi chi tu se'eche 'n sl do!ente

L Cerbero, perro guardiJn del infierno, participaba en cierto modo de Ia nattlrRlez~-t del perro y de Ia serpiente.

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180 LA IHVlNA CUMEOIA

ses: Yo vi-podras decir-al de Duera" alii donde los peca­dores estan helados ". Si te pre gun tan por otros de los que estan agui, tienes al !ado al de Beccaria, al que Florencia le sego Ia garganta ". Gianni de Soldaniero " creo que esta mas alia con Ganelon ", y Tebaldello "·, que abri6 las puertas de Faenza mien­tras Ia ciudad dormla".

124-139 Nos habiamos alejado ya de et, cuando vi a dos que es­taban helados en una misma fosa, puestos de modo que Ia cabe­za del uno parecia el sombrero del otro,' y, al modo que el pan se come por hambre, as! el de arriba le clavo los dientes al otro alii donde el cerebro se une con Ia nuca. No de otra manera mordi6 Tideo, lieno de furor, las sienes de Menalipo ", que ague] mordia el craneo y su contenido. " i Oh tu, que muestras de ma­nera tan bestial el odio que tienes al que estas devorando! Dime el porque de tal situacion-exclame-, que, si tu tienes raz6n en quejarte de el, sabiendo yo quienes sois y cual es su crimen, en el mundo de arriba te recompensare si Ia lengua con la que ha­blo no se seca" "

11 R Se fossi domandato altri chi v' era, tu hai da lato que! di Beccheria, eli cui segi1 Fiorenza la gorgiera.

121 Gianni de'Soldanier credo che sia pitt lit con Ganellone e Tebaldelln, ch'apri Faenza quando si dormia».

124 Noi eravam partiti giit cia ello, ch'io vidi due ghiacciati in una buca, si che l'un capo a l'altro era cappello;

127 e come '1 pan per fame si manduca, cosi '1 sovran li denti a l'altro pose Ia 've '1 cervel s'aggiugne con la nuca.

130 Nun altrimenti Tideo si rose le tempie a Menalippo per disdegno, che quei faceva '1 teschio e l'altre cose.

133 «0 tu, che mostri per si bestial segno odio sovra colui che tu ti mangi, climmi 'I perche», diss'io, «per tal convegno,

136 che se tu a ragion eli lui ti piangi, sappienclo chi voi siete e la sua pecca, nel mondo suso ancora io te ne cangi,

1)9 se quella con ch'io parlo non si secca».

t-: Buos~\ da Dut:l':l , s~.:i1Pr de Crtmona, th:jtl pu1· din~.:ro pns<l lihrL' a lo~ fr:lllt_·t·:-cs de C.u·los de Anjou.

J:t Tcsauro de Bct:caria , de Pavfa, fuc dccapili1du ~n Florcnci.l. '

1 De Florencia. Traidor a los gibclinos. ,_-, AI que se atribuye la traiciOn a Carlornagno en Ronccsvallcs . 16

Tebaldello degli Zambrasi. autor deJa traici6n que se indica. 17

Tideo, rey de Tcbas, herido por Menalipo, logr6 matarlo y 1c dio fcnx:cs mordiscos en Ia cabeza.

' s En el canto siguicntc snhrcmns de estos dos rcrsonajes.

EL IlWlEHNO. CANTO 33 181

CANTO XXXIII

1-36 Apart6 Ia boca de Ia asquerosa comida del pecador, lim­piandosela con los pelos de Ia cabeza que habia roldo por detras. Despues empez6 a decir: "Ttl quieres que renueve el desesperado dolor que el coraz6n me oprime con s6lo pensar en el y antes de hablar. Pero, si mis palabras han de ser semilla que de frutos de infamia para el traidor a quien devoro, me veras a Ia vez hablar y llorar. No se quien eres ni por que medios has bajado aquf ; pero me pareces florentine, verdaderamente, cuando te oigo. Has de saber que yo fui ei conde Ugolino, y este, ei arzobispo Ruggieri ', y ahora te dire por que soy tan mal vecino suyo. C6mo por efecto de sus malos pensamientos, fiandome yo de el, resulte preso y despues muerto, no es men ester que lo diga; pero lo que no puedes haber sabido es lo cruel que fue mi muerte. Esto es lo que vas a oir, y as! sabras si me ha ofendido. Un breve tragaluz de la torre que por mi !leva el nombre del "hambre ", y en la cual conviene que aun se encierre a otros, me habfa mos­trado por su hendidura varias lunas ya, cuando tuve el mal suefio

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CANTO XXXIII

La bocca sollevo dal liero pasto que! peccator, forbendola a' capelli del capo ch'elli avea di retro guasto.

Poi comincio: «Tu vuo'ch'io rinovelli disperato dolor che '1 cor mi preme gia pur pensando, pria ch'io ne favelli.

Ma se le mie parole esser dien serite che frutti infamia al traclitor ch'i'rodo, parlare e lagrimar veclrai inseme.

Io non so chi tu se', ne per che modo venuto se'qua giit; rna liorentino mi sembri veramente quand'io t'odo.

Tu clei saper chi'i'fui conte Ugolino, e questi e l'arcivescovo Ruggieri: or ti diro perche i son tal vicino.

Che per l'effetto de'suo'mai pensieri, lidandomi di lui, io fossi preso e poscia morto, dir non e mestieri;

per(J que! che non puoi aver inteso, cioe come Ia morte mia fu cruda, udirai, e saprai s'e'm'ha offeso.

Breve pertugio dcntro da Ia muda, Ia qual per me ha '1 titol de Ia fame, e 'n che convene ancor ch'altri si chiuda,

m'avea mostrato per lo suo forame pitt lune gia, quand'io feci 'I mal sonno che del futuro mi squarcic) 'I velarne.

1 Ugolino della Ghcvardcsca, cabcza de Ia facci6n de los gi.ielfos en Pisa. Fuc trai­

cionado por el arzobispo Ruggieri degli Ubaldini. Prcso con sus hijos en 1288, se lcs dcj6 morir de hambre al afio siguiente.

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182 LA IJ!Vli'A COMEIJIA

que desgarr6 para mi el velo del futuro. Este pecador se me aparecia como sefior y jefe, cazan_do el lobo y el lobezno por e,l monte, que es causa de que los ptsanos no puedan ver a Lucca-. Con perros hambrientos, furiosos y avezados, los Gualandi, los Sismondi y los Lanfranchi ' habian sido puestos por delante. A poco correr me parecieron cansados el padre y los hijos y me parecia ver que les desgarraban los flancos con los agudos colmillos.

37-75 Cuando me desperte, antes de que amaneciera, oi llorar entre suefios a mis hi jos, que conmigo estaban y me pedian pan. Bien cruel secas si no te dueles pensando en lo que mi coraz6n presagiaba; y si no lloras por ello, ; por que lloraras? Ya estaban despiertos y se aproximaba la hora en que nos solian traer la comida, pero cada uno dudaba a causa de lo que habia soiiado. Oi clavar la puerta de la horrible torre, y entonces mire a la cara de mis hijos sin decir palabra. Yo no lloraba, porque me sentia enteramente petrificado. Lloraban el!os, y mi pequeiio Anselmo dijo: "Nos miras de un modo, padre ... ; ; que tienes?" Pero no llore ni respond! nada en todo aquel dia ni en la noche siguiente, hasta que un nuevo sol sali6 sobre el mundo. Cuando un debil

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Questi pareva me maestro e clonno, cacciando il lupo e'lupicini a! monte per che i Pisan vecler Lucca non ponno.

Con cagne magre, stucliose e conte, Gualancli con Sismondi e con lanfranchi s'avea messi dinanzi da Ia fronte .

In picciol corso mi parieno stanchi Jo padre e'figli, e con l'agute scane mi parea lor ·.-eder fender li fianchi.

Quando fui destu innanzi Ia dimane, pianger senti'fra 'J sonno i miei figliuoli ch'eran con meco, e domandar del pane.

Ben se'cmdel, se tu gi,'t non ti duoli, pensando ci(> che 'I m io cor s'annunziava: e se non piangi, d i che pi anger suo! i?

Gi,( eran desti, e !'ora s'appressava che 'I cibo ne so lea esser addotto, e per suo sogno ciascun dubitava;

e io senti'chiavar l'uscio eli sotto a l'orribile torre; ond'io guardai nel viso a 'mie'figliuoi sanza far motto.

Io non pi;tngea, si dentro impetrai: piangevan elli; e Anselmuccio mio disse: -Tu guard i si, padre, che hai'­

Perci(> non lagrimai ne rispuos' io tutto que! g iorno ne Ia notte appresso, infin che l'a ltro sol nel mondo uscio.

Come un poco di raggio si fu messo nel cloloroso carcere, e io scorsi per quattro visi il mio aspetto stesso,

:! El monte de S:tn luli:in. ,, Trcs familias pis;lnas ami gas de Ruggieri.

EL 1:'\FIER:'\0, rA:XTO .33 183

rayo entr6 en la dolorosa carcel y yo comprendi, por el aspecto de aquel!os cuatro rostros, el mio propio, me mordi las manos de dolor, y ellos, pensando que lo hacia impulsado por el ham­bre, se levantaron con presteza y me dijeron: "Padre, sentiremos menos dolor si comes de nosotros. Tu, que nos diste estas miseras carnes, desp6janos de elias" . Me apacigi.ie entonces para no en­tristecerles mas, y aquel dia y al otro permanecimos todos calla­dos. i Oh dura tierra! ; Por que no te abriste? Cuando estuvimos en el cuarto dia, Gaddo se tendi6 a mis pies y me dijo: "Padre mio, ; por que no rpe ayudas?" AlH muri6 y, como tu me esras viendo, vi yo morir a los otros tres, uno a uno, entre el quinto y el sexto dia. Ya ciego, buscaba a tientas a cada uno, y durante dos dias los llame despues que estaban muertos. Luego, mas que el dolor pudo el hambre ".

76·90 Cuando termin6 de decir esto, con los ojos extraviados, volvi6 a tomar el misero craneo con los dientes, que se hincaron en el hueso tan fuertemente como los de un perro. i Ah Pisa, vituperio de las gentes del bello pais donde el si suena! ' Ya que tus vec!nos son lentos en castigarte, muevanse la Capraja y la Gorgona " y formen una barrera en la hoz del Arno, de modo

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ambo le mani per dolor mi morsi; eel ei, pensanclo ch'io 'I fessi per voglia eli manicar, di subito levorsi,

e clisser: -Padre, assai ci fia men cloglia. se tu mangi di noi: tu ne vestisti queste misere carni, e tu le sp'oglia.­

Queta'mi allor per non frali piu tristi; lo eli e l'altro stemmo tutti muti: ahi dura terra, perche non t'apristi'

Poscia che fummo a! quarto di venuti, Gaddo mi si gitto clisteso a'piecli, e disse: -Padre mio, che non m'aiuti ?­

Qui vi mori; e come tu mi vecl i, vicl'io cascar li tread uno ad uno tra 'I quinto eli e 'I sesto; oncl'io mi diecli,

gi,'t cieco, a brancolar sovra ciascuno, e due di li chiamai, poi che fur morti: poscia, piu che 'I dolor, pote 'I cligiuno».

Quancl'ebbe detto cio, con li occhi torti ripresse '] teschio missero co'clenti, che furo a l'osso, come d'un can, forti.

Ahi Pisa, vituperio de le genti del bel paese lit clove '] sl sona, poi che i vicini a te punir son leoti,

movasi Ia Capraia e Ia Gorgona, e faccian sepe ad Arno in su la foce, sl ch'elli annieghi in te ogni persona'

·• La lengua del si es Ia italiana. ~' Dos pequefi,ls islas frcnte a Ia descmbocadura del Arno.

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184 LA DIVINA COMEOJA

que este anegue a todos tus habitantes; que si al conde Ugolino se le acus6 de haber entregado tus castillos, no debistc condenar a tal suplicio a sus hijos. Inocentes had a su tie rna edad, i oh nue­va Tebas! ", a Ugucci6n, y al Brigata ' , y a los otros dos que en el canto anterior se nombran.

91-150 Seguimos adelante hasta alli donde el hielo rudamente oprim!a a orros condenados, no vueltos hacia abajo, sino total­mente hacia arriba. El llanto mismo no les permitia llorar, y el dolor que encontraba el obsraculo sabre los ojos se volvia hacia dentro para aumentar la angustia, pues las primeras higrimas for­mahan valla, y como visera de crista! cubrian l::ajo los parpados todo el ojo. Y ocurri6 que, a pesar de hallarme encallecido por el frio y haber dejado toda sensibilidad de tener asiento en mi rostra, me parecio sentir algo de viento, por lo que dije: "Maes­tro, ;.quien mueve el aire? ;No esta aqu! apagado todo vapor?" Y me contest6: "Pronto estaras donde tus propios ojos te daran la respuesta viendo la causa que ese viento produce". Y uno de los desdichados presos en la helada corteza nos grit6: " ; Oh almas tan crudes que vais destinadas al ultimo recinto! Quitadme de los ojos este duro velo para que desahogue el dolor que me !lena

R5 Che se 'I conte Ugolino aveva voce d'aver tradita te dele castella, non dovei tu i figliuoi porre a tal croce.

88 Innocenti facea !'eta novella, novella Tebe, Uguiccione e 'l Brigata e li altri due che 'I canto suso appella.

91 Noi passammo oltre, lit 've Ia gelata ruvidamente un'altra gente fascia, non volta in giu, rna tutta riversata.

94 Lo pianto stesso li pianger non lascia, e 'l duo! che truova in su li occhi rintoppo, si volge in entro a far crescer l'amhascia;

97 che le lagrime prime fanno groppo, e sl come visiere di cristallo, riempion sotto 'l ciglio tutto il coppo.

100 Ed avvegna che sl come d'un calla, per Ia freddura ciascun sentimento cessato avesse del mio viso stallo,

13 gia mi parea sent ire alquanto vento: per ch' io: «Maestro mio, questo chi move' non e qua gitt ogne vapore spento ?»

106 Ed elli a me: «Avaccio sarai dove di cio ti fanl. l'occhio Ia risposta, veggendo Ia cagion che 'I fiatu pim·e».

109 E un de'tristi de Ia fredda crosta grido a noi: «0 anime crudeli. tanto che data v'(: !'ultima post:1,

Tchns era famosa por su crueldad. llijo y nicto de Ugolino.

EL Il'iFIERNO. CANTO 33 185

d corazon antes de que el llanto se hiele otra vez ". A lo que replique: "Si quieres que te socorra, dime quien eres, y si no te libra, veame en el fonda de este hielo ". Entonces el me contest6: "Soy fray Alberigo, soy aquel que da fruta de mal huerto, y por eso tomo aoui datiles por higos" '. " ; Oh! -le dije-. ; Ya estas muerto?" Y repuso: "C6mo este mi cuerpo alia arriba en el mundo, no lo se. Tal privilegio tiene esta Tolomea ', que mu­chas veces las almas caen en ella antes de que Atropos " mueva los dedos; y para que de mejor voluntad me quites las cristali­zadas lagrimas del rostra, sabe que tan pronto el alma traiciona como yo lo hice, el cuerpo es pose!do por un demonio, que desde entonces lo gobierna hasta que se cumple todo el tiempo de su vida. El alma cae en este pozo, y quiza se ve aun el cuerpo de esa sombra que aquf detras de m! se hiela. Tu lo debes de co­nocer si eres recien llegado; es micer Branca d'Oria ", y han pasado muchos atios desde que fue encerrado aqu! ". "Creo-le dije-que me engatias, pues Branca d'Oria aun no ha muerto, y

112 levatemi dal viso i duri veli, sl ch'io sfoghi il duo! che 'I cor m'impregna, un poco, pria che 'l pianto si raggeli».

115 Per ch'io a lui: «Se vuo'ch'i'ti sovvegna, dimmi chi se', e s'io non ti disbrigo, al fondo de Ia ghiaccia ir mi convegna».

l!R Rispuose adunque: «I'son frate Alberigo; io son que! da Ie frutta del mal orto, che qui riprendo dattero per figo».

121 «Oh» diss' io lui , «or se'tu ancor morto'» Ed elli a me: «Come 'I mio .corpo etea nel mondo su, nulla scienza porto.

124 Cotal vantaggio ha questa Tolomea, che spesse volte !'anima ci cade innanzi ch' Atropos mossa le dea.

127 E perche tu piu volontier mi rade le 'nvetriate Jagrime dal volto, sappie che tosto che I' anima trade

130 come fec'io, il corpo suo l'e tolto da un demonio, che poscia il governa mentre che 'l tempo suo tutto sia volto.

133 Ella ruina in sl fatta cisterna; e forse pare ancor lo corpo suso de l'ombra che di qua dietro mi verna.

136 Tu 'I dei saper , se tu vien pur mo giuso: ell i e ser Branca d'Oria. e son piu anni poscia passati ch'el fu sl racchiuso».

139 «In credo» diss'io lui «che tu m'inganni: che Branca d'Oria non morl unquanche, e mangia e bee e dnrme e veste panni».

8 .E~tiCndasc: sc tr~ll:t th: fray Alhcrigo de .Manfre~i, de los Hermnnos Gm~osos, que cnnv1do a comer a algunos pnncntes y los h1zo asesmar por sus asr~lnl"iados. La sciia pam la matanza cran l:ts p<Jlahr;ls « jVenga 1:1 fruta! »

9 Recinto de Tolomco dondc cst:ln los traidores. 10 Una de las parcas; Ia qt1e corta cl hilo de Ia vida. 11 GenovCs~ ascsino a traici6n de su sucgro.

Dante 7

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18fl LA OIVJ:\A COMEDJA

come, y bebe, y duerme, y lleva ropa". "Al foso de arriba- dijo el-, alii donde hierve la pez continuamente, no habfa llegado aun Miguel Zanche ", cuando este dejo un diab~o en lugar suyo en su cuerpo y en el de un allegado que cometio la rraicion con el. Pero extiende ya la mano y abreme los ojos ". Yo no se los abri, y lealtad " fue ser desleal con el.

151-157 i Ah genoveses, hombres ajenos a toda buena costumbre y llenos de todos los vicios! ; Por que no sois desterrados del mundo? Pues con el peor espiritu de la Romai'ia he encontrado a uno de vosotros. que por sus obras tiene ya el alma baiiada en el Cocito y su cuerpo aparece vivo aun sobre la tierra ''.

CANTO XXXIV

1-21 "Vexilla 1'eRiJ prodeunt infemi ' hacia nosotros. Mira ha­cia delante-dijo mi maestro-, si puedes distinguirlos ". Como cuando se levanta una densa niebla o nuestro hemisferio se oscu­rece, se ve a lo lejos a modo de un molino cuyas aspas voltea el viento, ver me parecio una maquina tal entonces, y despues, a causa del viento, me abrigue detras de mi gufa, pues no habfa

142 «Nel fosso su» cliss'el «de'Malebranche, Ia clove bolle la tenace pece, non era ancora giunto Michel Zanche,

145 che questi lascio un diavolo in sua vece nel corpo suo, eel un suo prossimano che '1 tradimento inseme con lui fece.

14R Ma distendi oggimai in qua Ia mano; aprimi li occhiJ>. E io non glil'apersi; e cortesia fu lui esser vi llano.

151 Ahi Genovesi, uomini diversi d'ogne costume e pien d'ogni magagna, perche non siete voi del mondo spersi I

154 Che col peggiore spirto eli Romagna trovai eli voi un tal, che, per sua opra, in anima in Cocito gilt si bagna,

ed in corpo par vivo an cor d i sopra.

CANTO XXXIV

«Vexilla regi.r fJrodellllt infemi verso di noi; pero dinanzi mira» disse 'I maestro mio «se tu 'I discerni».

4 Come, quando una grossa nebbia sp i ra o quando I' emisperio nostro annotta, par di lungi un molin che 'I vento gira,

7 veder mi parve un tal dificio allcitta;

12 El suegro de Branca d'Oria, ascsinado par Cstc. 13 Se entiende lealtad a la suprema justicia. 14 En Genova recibieron muy mal a Dante par culpa de Br;ltlCI d 'Orin. En cstc pasaje

el poeta se venga de el y de los genoveses en general. 1 Los estandartes del rey del infierno avanzan.

EL LWIER:'\0, CA:'\TO 34 187

otro resguardo. Ya estabamos, y con pavor lo digo en mis versos, alii donde todas las sombras estaban cubiertas y se vefan al tras­luz como paja tras un vidrio; unas yacfan, otras eHaban erectas; cual, con la cabeza hacia arriba; cual, con los pies; otras, como un arco, tocando los pies con el rostra. Cuando hubimos avanzado tanto que a mi maestro le plugo mostrarme la criatura que tuvo el semblance mas bello ' , se detuvo delante de mi e hizo que me detuviese yo, exclamando : "He a qui a Dite y he ahi el lugar donde conviene que te armes de fortaleza".

22-60 De como me quede entonces helado y aromto, no me preguntes, lector, que no lo escribo, porque cuanto dijera seria insuficiente. No mori y no permaneci vivo. Piensa por ti, si tie­nes un poco de imaginacion, como me quede al verme privado de una cosa y de otra. El emperador del doloroso reino, desde la mitad del pecho sobresalia de la superficie helada, y mas propor­cion guardo yo con un gigante que los gigantes con los brazos de aquel; juzga cual debe ser el todo que con aquella parte se corresponda. Si fue tan hermoso como ahora es feo y contra su Hacedor se rebelo, de ei debe proceder todo mal. i Oh, y cuanto

poi per lo vento mi ristrinsi retro a! duca mio, che non li era altra grotta.

10 Cia era, e con paura il metto in metro, Ia dove I' ombre tutte eran coperte, e transparien come festuca in vetro:

13 altre sono a giacere; altre stanno erte, quella col capo e quella con le piante; altra, com'arco, il volto a' pie rinverte.

16 Quando noi fummo fatti tanto avante, ch'al mio maestro piacque di mostrarmi la creatura ch'ebbe il bel sem'biante,

19 dinanzi mi si tolse e fe ' restarmi , «Ecco Dite» dicendo, «ed ecco il loco ove convien che di fortezza t'armi».

22 Com'io divenni allen gelato e fioco, non dimandar. lettor, ch'i'non lo scrivo, pero ch'ogni parlar sarebbe poco.

25 Io non morl', e non rimasi vivo: pen sa oggimai per te, s'hai fior d' ingegno, qual io divenni, d'uno e d'altro privo.

28 Lo 'mperador del doloroso regno da mezzo il petto uscia fuor de Ia ghiaccia; e piu con un gigante io mi convegno,

31 che'giganti non fan con le sue braccia: vedi oggimai quant'esser dee quel tutto ch'a cosl fatta parte si confaccia.

34 S'el fu sl bel com'elli i': ora brutto, e contra ' I suo fattore alziJ le ciglia, ben de e da lui proceder ogni lutto.

37 Oh quanto parve a me gran maraviglia,

Ditc, Lucifer, antc.:s l:! olng<.:l m;\s hcrmoso.