Tumbas de Ingapirca II

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    Consideraciones etnohistricas acercade una tumba

    de pozo y cmara de Ingapirca (Ecuador)

    ANTONIO Fanaco y WANIA Cono

    En la parte alta del Valle del Caar (Provincia del Caar, Ecua-dor), a unos 3.200 m. sobre el nivel del mar> se hallan las ruinasprehispnicas msconocidas del Ecuador. Se trata de una imponenteconstruccin oval (El Castillo de Ingapirca) de piedra finamentetallada, enclavadaen lo alto de un promontorio rocoso quemira haciala desembocadura del valle> y en direccin a la costa del Pacifico,

    Esta edificacin atrajo el inters de viajeros y eruditos localesdesde mediados del siglo xviii; aunque> hasta la segunda mitad deeste siglo, esta curiosidad cientfica no se tradujo en un estudio siste-mtico de esta importante reliquia cultural ni, ms penoso an> serealiz ningn esfuerzo vlido hasta entonces para protegerla de sucontinua destruccin.

    Por los aos sesenta de este siglo, un grupo de estudiosos ecuato-rianos, animados por el entusiasmo del arquitecto Hernn Crespo To-ral y el arquelogo Olaf Holm, deciden crear la Comisin del Castillode Ingapirca. Esta entidad> financiada por el Banco Central del Ecua-dor, encarga a varios especialistas ecuatorianos y extranjeros (Gor-don 3. Hadden en 1968> Juan Cueva en 1970, y otros) la limpieza yexploracin cientfica inicial del yacimiento. Estas labores, adems

    de proteger los edificios ya conocidos> sacan a la luz una serie deotros nuevos que revelan la gran amplitud del sitio arqueolgico(Alema, 1975: 49).

    El padre Juan de VELASCO (siglo XVIII), L A CONDAMINE (1739), Jorge Juan y

    Antonio de U L L O A (1748), HUM B OL DT .

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    A partir de entonces se impone la necesidad de realizarun estudioagran escala del lugar. Esta labor fue encargada a la Misin Arqueo-lgica Espaola, la cual, dirigida por el doctor Alcina Franch, realizdos campaas de excavacin en aos consecutivos (1974 y 1975). Du-

    rante este perodo> adems de completar la consolidacin de El Cas-tillo, se ponen a la luz dos complejos arquitectnicos de grandesdimensiones (denominados La Condamine y Pilaloma>, ademsde recogerse una considerable cantidad de restos arqueolgicos y rea-lizarse la exhumacin de treinta y dos enterramientos prehispnicos.

    En contra de la impresin inicial, que tenda a resaltar las carac-tersticas fundamentalmente incaicas del yacimiento> a causa del indu-dable estilo arquitectnico cuzqueo de El Castillo y algunas cons-trucciones aledaas, los restos culturales excavados en los sectoresde Pilaloma y La Condamine ponen de relieve un predominioabsoluto en el lugar de la cultura caan. Esta> caracterizada espe-cialmente por el estilo cermico denominado Cashalorna (Trsorsde LEquateur, 1974), corresponde a la poblacin indgena existenteen la regin (Provincias actuales de Caar y Azuay) con anterioridada la conquista incaica (desde una fecha originaria an imprecisa), yque perdur bajo la dominacin del Estado Cuzqueo; aunque losrestos estudiados no demuestran aparentemente ninguna contamina-cin cultural incaica. Esto ltimo parece confirmado por las fechasradiocarbnicas asociadas a los edificios de Pilaloma y L a Conda-mine, que se agrupan en un periodo de tiempo comprendido entreel ao 1000 y 1400 d. C . 2 y que son por tanto en su conjunto anterio-res a dicha dominacin.

    El motivo de este trabajo es la interpretacin, con la ayuda demateriales etnohistricos, del significado original de una importantetumba colectiva localizada en el centro del patio interior del conjuntohabitacional de Pilaloma, junto a un gran bloque de piedra conaspecto de menhir o estela>. Este enterramiento pertenece clara-mente a la cultura caan, y su datacin se enmarcara dentro de

    las fechas dadas anteriormente y con cierta probabilidad hacia elinicio de dicho perodo,(Fig, 1).

    DnscnTPcniN D E L A T UMB A 1 D E P ILALO M A , INGAP IRCA

    Pro/undidad: Entre 0,60 y 2,30 m, desde la capa superior de cantosrodadoshasta elfondo del pozo.

    2 Estas fechas proceden de muestras de carbn vegetal procesadas por e!

    Laboratorio de Geocronologa del Instituto Rocasolano (CS IC ) de Madrid en1967 (Referencias: CS IC -319 , CS IC -322, CS IC -323, CSI~-334, CS IC -335, CS IC -336 ,CSIC-337 , CSIC-338 y CSIC-339).

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    Consideraciones etnohistricas acep-ca de una tumba de pozo. - - 1 4 9

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    Y

    Estructura de la tumba: pozo de seccin aproximadamente oval,cubierto por una capa de grandes cantos rodados (25 cm. de longitudmedia), de forma similar pero de dimensiones algomayores (3,60 m.de dimetro mayor y 2>50 m. de dimetro menor), E] relleno del pozose compone de tierra y cantos rodados> semejantes a los de la super-

    ficie, que se encontraron tanto aislados (algunos pegados alas pare-des del pozo sobre todo cerca del fondo)> como formando dos capas

    FIGuRA 1 Pilaloma: A, huanca y misa (le ofi-endas; II, Tumba 1.

    FIGuRA 2,Tumba 1 . Comie ve>tical.

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    casi continuas (a unos 0,65 m. y 1 m. aproximadamente de profun-didad respectivamente) ~.

    El fondo del pozo presenta una superficie inclinada consu nivelms alto al noroeste (1,70 m. aproximadamente)3 y el ms bajo alsuroeste (1>80-1>85 m. ms o menos) ~. Esta parte msprofunda corres-ponde a un nicho excavado en la pared del pozo, que sirvi paracontener> en parte, los restos humanos inhumados (11 personas).(Fig. 2).

    En medio del relleno del pozo, por debajo de la segunda capade piedras, aparecen gran cantidad de huesos largos (probablementepertenecientes a animales de tamao mediano: venados o llamas) y

    vasijas de cermica fragmentadas. La mayor parte de los huesos sehallaban aplastados por las piedras de esta capa; mientras que la

    cermica se encontraba generalmente comprimida contra las paredesdel pozo> las vasijas menores normalmente dentro de las mayores,en niveles msbajos.

    Disposicin de los cadveres: Los once individuos quecomponan

    el grupo inhumado en esta tumba se hallaban al parecer plegados enposicin fetal y envueltos en sus respectivos fardos funerarios (Alema,1975: 51). Aparentemente estaban colocados uno junto a otro sobresu lado izquierdo> y dispuestos en un semicrculo, con los pies hacia

    el centro del pozo y la cabeza hacia la pared, con la mitad superiordel cuerpo dentro del nicho ~.

    El cadver del medio (no elprincipal) se hallarla dispuesto sobreun ejenoreste-suroeste> con la cabeza hacia esta ltima direccin, enel centro del nicho. El personaje principal parece ser, por la cantidady calidad de ~is adornos, el cadver nm. 1 , que tendra dos acompa-antes asu izquierda y ocho asu derecha, varios de los cuerpos, otodos?, tenan las manos colocadas en la boca (lo cual parece serbastante comn en los enterramientos contemporneos de la zona),

    3 Desdee l borde delpozo,4 El mal estado de conservacin de los restos humanos, as como de sus per-

    tenencias, hacen insegura la apreciacin de su disposicin original. S i han exis-tido tales fardos, sus elementos constitutivos han sido totalmente destruidospor la accin del suelo y del clima, aunquepodemos suponer su existencia porser la forma de inhumacin ms comn en el MundoAndino, y correspondersecon la aparente posicin fetal observada en los pocos restos conservados. Ade-ms> hay que citar la presencia en varios casos de huellas de cuerdaso nerviosde cesto; as, en el Diario de Campo leemos: El crneo 9 est aplastado...al retirar la gran piedra del ro.., descubrimos la huella de cuerdas que se

    entrecruzan en torno a la zona craneal e incluso inmediatamente postcraneal,como si se hubiera atado el cadver. - . (Misin Arqueolgica Espaola, 1 9 7 4 ) .

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    Caractersticas personales y adornos:

    Cadver rnbn. 1: Corresponde a un personaje femenino y adulto,de veinte a treinta aos de edad ~, Los adornos personales de este

    individuo consisten en diversos objetos de cobre> hueso y concha.Entre ellos se incluyen 1 8 aros de cobre de diferentes tamaos y unfragmento de aro del mismo material de 20 cm. de dimetro. Destos,14 forman parejas de igual dimetro (12 cm., 1 1 cm., 1 1 cm., 10,5 cm.,8,5 cm., 6,1 cm., y 4,6 cm.), las parejas de 6,1 y 4,6 cm., por su colo-cacin a ambos lados de cabeza, parecen corresponder aun par deorejeras dobles, consistentes cada una en un aro de 6 > 1 cm, y4,6 cm,;las otras cuatro parejas, ms dos aros sueltos de diferentes dimetros(11,7 cm., 11,5 cm.), parecen formar parte de un collar colocado alre-

    dedor del cuello del difunto, pues fueron encontrados sobre la gar-ganta y bajo la nuca (los menores en la parte trasera y los mayoresen la frontal). De los otros dos aros de cobre (de 2,1 cm. y 6,5 cm.de dimetro) y del fragmento ya citado no sabemos la posicin exacta.

    Otra serie de adornos de cobre, asociados a este individuo, proba-blemente colocados sobre su vestimenta, son: dos grandes tupus (de67 cm. y 68 cm. de longitud) con cabeza anular de seccin plana (de4,5 cm, de dimetro, aproximadamente), una lmina rectangular decobre (de6,5 por 6 cm.), un vstago irregular (de 4 cm. de longitud),cinco cascabeles (de 3 por 2,7 cnt), dos objetos cnicos (caperuzas

    de los cascabeles), una piedra de sonaja>, y siete discos perforados(uno de 4 cm, de dimetro, otro de 3,8 cm., otrode 3,5 cm. y cuatrode 2 cm,). Estos ltimos estaran colocados sobre el rostro cosidos aun pao formando como una mascarilla, y los dems objetos en lasregiones abdominal o pectoral. Los grandes lupus podran servir para

    cerrar el fardo> con la cabeza hacia abajo y la punta hacia la nuca,doblada sobreelhombro.

    Este individuo tena adems tina gran cantidad de cuentas decollar

    de concha (chaquiras~>) blancas y algunas moradas, y tresfragmentos

    de agujas de hueso pulido. Las chaquiras se hallaban en gran partesemidescompuestas, pero se ha podido recobrar, en relativo buen esta-do, la cantidad correspondiente a un collar de 181 cm. de longitud;eldimetro de cada una de ellas oscila entre 0,5 cm. y 0,7 cm, Estosobjetos de concha debieron formar un pectoral o collar y dos braza-letes de varias hileras. Los tres fragmentos de aguja parecen perte-necer a dos agujas diferentes de 0,4 y 0,3 cm, de dimetro, y longitudesdesconocidas, pero comprendidas entre 8 y 10 cm. ms o menos.

    5 Tomamos los datos de sexo y edad del estudio realizado por el antrop-logo fsico doctorTito VRPLA ( 1 9 7 7 > .

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    Cadver nm. 2: Individuo femenino y adulto de unos 22 aos deedad, que posea dos aros de cobre (de 8,5 cm. de dimetro)> loscuales formaban probablemente la orejera (doble) del ladoizquierdo 6,

    Cadver nm. 3: Personaje femeninoy adulto de edad desconocida,con un aro de cobre (de 6,9 cm. de dimetro), posiblemente en laoreja del lado izquierdo 6

    Cadver nm. 4: Individuo adulto, de edad y sexo no identificados.Tena tres aros de cobre engarzados (de4,1 cm,> 5,1 cm. y 3 > 8 cm. dedimetro) qtie parecen corresponder a una orejera triple 6 Ademsposea un wpu de cobre (de 21>7 cm. de longitud) con cabeza anularde seccin plana, probablemente un prendedor de ropa.

    Cadver nm. .5: Personaje adulto, de edad y sexo desconocidos,

    Cadvernm. 6: Individuo femeninoy adulto, de edad desconocida.

    Junto a estos dos ltimos individuos se encontraron tina serie deadornos, que en el momento de su excavacin no pudieron ser adju-dicados con seguridad a ninguno de ellos: un grupo de chaquirasblancas y unas pocas moradas, de tamao semejante a las del cad-

    ver nm. 1 , dos agujas de hueso de cabeza perforada (de 8,7 cm. y8,5 cm. de longitud), cuatro aros de cobre (de 6 cm., 5,8 cm.,4,5 cm.,y 3,5 cm, de dimetro). Las agujas probablemente serviran corno alfi-leres para prenderse la ropa. Los aros de cobre parecen correspondera dos orejeras dobles, probablemente perteneciendo una a cada unode los individuos; pues> como parece bastante comn en ellugar porla composicin del terreno, se habra desintegrado el material de lasquequedaron por debajo de los crneos 6

    Cadver nm.. 7: Personaje femeninoy adulto de edad desconocida,alcual se encontr asociado un disco de cobreperforado (de 4 cm. dedimetro), probablemente adorno cosido ala vestimenta.

    Cadver nm. 8: Individuo adulto, y probablemente masculino, deunaedadalgosuperior a los treinta aos.

    Cadver nm. 9: Personaje femenino y adulto, de edad compren-dida entre los veintey los treinta aos.Asociados aestos dos ltimosindividuos se encontraron seis aros de cobre de diferente tamao (una

    6 En los restos humanos de algunas de las tumbas encontradas bajo elcomplejo habitaclonal llamado La Condamine (Cono y FREsco, 1 9 7 7 ) se apreciauna mancha verdosa en el occipital del ladoque no conserva la orejera, mar-

    cando aparentemente el ltimo grado de desintegracin del cobre. El citadoecliflcio es vecino, y probablemente contemporneo, del de Pilaloma, y lacomposicin de l terreno parece e n ambos casos similar.

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    pareja de 8,6 cm. de dimetro> y otros aros de 5,5 cm,, 4,8 cm., 3,2 cm,y 3,8 cm.). Parece que cuatro de los aros pertenecan al crneo delcadver nm. 9 y formaban una pareja de orejeras dobles> mientras

    quelos otros dos seran las orejeras, o partede ellas> del nm. 8 ,Cadver nm. 10: Individuo femenino y adulto, de edad descono-cida. Sin asociaciones,

    Cadver nm. 11: Personaje femenino de edad avanzada> sin ador-nos-

    Piezas de cermica:

    a) Dos compotel-as grandes (Fig. 3a), con un dimetro mximo de25,5 cm. y 29 cm. Su decoracin es: en la superficie exterior hay unafranja blanco-cremosa horizontal sobre la carena, y desde elborde ala base otras cuatro verticales y opuestas> el resto baado en rojo;en el interior hay una ancha franja horizontal roja> y un gran circuloblanco-cremoso en el fondo. La pintura se halla pulida. La base seencuentra cubierta por un engobe crema.

    b) Cuatro compoteras medianas (entre 20 y 22,5 cm. de dim.mx.) y tina pequea (dim, mx. 1 2 cm.)decoradas conpintura pulidaen rojo y claro. Esta decoracin se compone de bandas horizontales

    rojasy blanco-cremosas, en la superficie interiory enL a parte superiorde la exterior, El resto de esta ltima, incluyendo la base compotera>seencuentra cubierto porun engobe crema.(Fig. 3b).

    c) Una compotera pequea (15,5 cm. de dim, mx.) decoradacon pintura pulida, La superficie exterior del cuenco se halla cubiertade pintura roja; en el interior vemosuna cruz de pintura roja rodeadapor tressectores circulares de pintura blanco-cremosa. No se conservala base. (Fig. 3c).

    d) Un cuenco pequeo (de 9 > 2 cm. de dim. rnx.) de boca algocerrada, carena baja poco pronunciada, y fondo redondeado no muyprofundo. Decoracin abase de lineas de pintura blanca sobre baode pintura roja en la superficie exterior, excepto la base. Las lineasse agrupan, de seis en seis msuna hilera de puntos del mismo color,oblicuamente, formando uves invertidas desde el borde hasta msabajo de la carena, Una lnea blanco-cremosa recorre sta, Hay dospares de mamelones opuestos sobre la superficie exterior del labio.La superficie interior, as como la partebaja de laexterior> se hallacubierta porun engobe crema alisado (Fig. 3d).

    7 Esta lista corrige los datos incompletos presentados en un trabajo anterior(Cono yFunsco, 1 9 7 7> .

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    FIGURA 3Cermica de la Tumba1 . Altura d e a : 14 cm,

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    e) Otro cuenco pequeo, de boca algo cerrada y carena an me-nos pronunciada, de 13 cm. de dim, mx. La superficie exterior sehalla decorada por un bao blanco-cremoso y una banda roja bajoel

    borde> ambos pulidos. La superficie interior se encuentra cubierta porunengobe crema alisado.(Fig. 3e).fi Cinco botellones grandes (38,5 cm., 40 cm., 41 cm., y 46,5 cm.

    de altura total) de cuerpo circular (de2 1 cm., 23 cm.>25>5 cm.> 26,7cm.,y 28,5 cm. de dimetro)> cuello ancho y alto, y labios evertidos enboca abierta (de dimetro semejante al del cuerpo). La superficieexterior del cuello se halla decorada con pintura negativa negra sobreel mismo bao rojo que cubre tambin el cuerpo. Los diseos quecubren el cuello son geomtricos y casi idnticos en todas las piezas.Existen dos mamelones (en un caso dos parejas) opuestos en lasuper-

    ficie exterior, inmediatamente debajo del labio, (Fig. 3f). El cuerpoes aplanado lateralmente.

    Discusin INTERPRETATIVA

    La tumba que acabamos de describir parece pertenecer a una delas variantes ms simples de la forma de enterramiento llamado detiro y cmara, cuya distribucin y tipologa estudia Long en su tra-

    bajo titulado Formas y Distribucin de Tumbas de Pozo y CmaraLateral (1967). Este autor encuentra que tal elemento cultural seextiende por toda el rea nuclear de la Amrica precolombina> desdeMxico a la Argentina; pero su mayor abundancia y variabilidad seconcentra en el occidente de Mxico (Corona Nez, 1953> y Furst>1967), Centroamrica (Lothrop, 1950)> Colombia (Bennett, 1946)> Ecua-dor (Evans y Meggers, 1966> y Holm, 1962-63), y Norte del Per (fis-selhoff, 1971, y Meja Xesspe, 1960). En suclasificacin, nuestra tumbase incluirla dentro de lavariante al de sutipo 1 (Long, 1967, tabla 1)que incluye todas las tumbas con pozo con cmara lateral con

    bveda en forma de cpula... (Long> 1967: 80). En cl caso que esta-mos tratando> la cmara se reduce a un simple nicho de pequeasdimensiones, debido quizs a dificultades tcnicas causadas por lacomposicin del terreno arcilloso y la gran humedad del lugar, queexigi la construccin de un pozo de un dimetro desproporcionada-mente grande, e hizo poco prctica la excavacin de tina cmara degran tamao s . Esta forma de enterramientos se corresponde general-

    8 La construccin de este tipo c te tumbas con cmara lateral se hallantimamente relacionada con las creencias acerca de la vida de ultratumba quetenan los indgenas americanos. Esto lovemos explicado con bastante claridadpor ArntrAoA (1968: 220) en el siglo xvi: Estn persuadidos que los cuerpossienten, comen y beben y que estn con mucha pena enterrados y apretados

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    mente atumbascolectivas> ya sea con la inhumacin de un personajeprincipal y sus acompaantes en el ms all (Long> 1967: 74) ~> ocomo tumbas familiares reutilizadas para varios individuos sucesiva-

    mente (Corona Nez> 1954: 47-48, y blm, 1962-1963: 149), En estaocasin parece que se trata de un enterramiento del primer tipo.A esta conclusin nos lleva el gran nmero de objetos suntuarios aso-ciados al cadver nm. 1 , en comparacin con las pocas pertenenciasde losdems> y laaparente no reutilizacin de latumba.

    Gonzlez Surez> en su Estz.dio Histrico sobre los Caaris.,.(1922)> describe muy sumariamente varias tumbas colectivas (PP. 20a22) correspondientes a esta cultura que fueron descubiertas en lasprovincias de ElCaar y Azuay en lasegunda mitad del siglo pasado.Nos dice: En Chordeleg cada sepulcro... estaba dividido en dos de-

    partamentos: el uno, que era> sin duda, el principal, consista enhoyo circular de bastantes metros de profundidad; el otro era unabveda hecha en elsuelo a un lado del hoyo. En esta bveda se colo-caban todos los tesoros del difunto y en medio de ellos> su cadver,unas veces tendido de espaldas> y otras sentado en cuclillas; en elhoyo grande se enterraban los cadveres de las mujeres y sirvientesdel difunto,.. Estos cadveres se encuentran coolcados, -. siempre enla direccin de los radios de un circulo> con la cabeza en la circun-ferencia y los pies al centro; cada uno lleva a la cabeza su tesoro

    propio> y los diversos crculos de muertos estn separados entre siporcapas de piedra y barro,,, Nuestro enterramiento es semejante en sus caractersticas funda-

    mentales ala descripcin de Gonzlez Surez. Consta como aqul deun pozo (en este caso oval) y una cmara lateral en su fondo. Tene-mos adems un personaje de alto status en la cmara de la tumba>con su ajuar personal en las cercanas de la cabeza (aunque una partede ste puede estar sobre el pecho); as como un grupo de acompa-antes, colocados en semicrculo con lospies hacia el centro del pozo(estos tambin, cuando tienen ajuar est cerca de su cabeza). Vemos

    aquigualmente queel relleno del pozo est dividido porvarias capasde piedra a diversas alturas.

    Se observan sin embargo pequeas diferencias entre ambas tum-bas; quese deben en nuestro caso> probablemente, a la pequeez dela cmara. Porejemplo, el personaje principal se encuentra localizadoen el mismo semicrculo quesus acompaantes; y las piezas de cer-mica, que forman parte del ajuar funerario, se hallan entre el rellenodel pozo, junto a las paredes y cerca del fondo> y no en la cmaracomo en el caso de Chordeleg. Aunque oseenterramiento fue excavado

    con la tierra, y con ms descanso en sus machays. - - dondeno estn enterrados,sinoen unas bovedillas y cuevas o casitas pequeas...

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    por huaqueros hace ms de un siglo> y es muy probable que stosno tuvieran en cuenta a los objetos que no fueran de metal precioso,y se haya perdido todo dato relativoa la localizacin del ajuar cer-

    mico -La caracterstica ms llamativa de nuestra tumba es el hecho de

    que el personaje principal sea de sexo femenino> mientras que en lamayor parte de los casos las referencias de cronistas y arquelogos>con respecto a este tipo de tumbas, hablan de caciquesy otros perso-najes principales de sexo masculino. Por ejemplo, el Padre HernandoYtaliano (1965: 288), describiendo las costumbres funerarias de losindgenas cafiaris de la regin de Alaus, dice en 1582: Haciendoen el centro de la tierra unabveda> muy honda, en la cual enterra-banun cacique, paraquele hiciesen compaa, echaban muchos niosy indios y ovejas de la tierra, y le ponan muchos cntaros y ollasde chicha... ~.

    Otro rasgo asociado a este enterramiento, que creernos es impor-tante resaltar, es la presencia de un gran bloque de piedra o huanca 10que se hallaba colocada de pie al borde del circulo de piedras queseala la tumba, Esta piedra presenta un posible alisamiento inten-

    cionalen ambas caras, y parece casi seguro quefue trada desde otrolugar hasta su actual localizacin con motivo de la inhumacin, Ado-

    sada a la base de esta huanca por el lado correspondiente a latumba>

    existe un bloque de piedra aproximadamente cbico> con aspecto dealtar o mesa de ofrendas, cuya cara superior presenta un marcadodesgaste, con una concavidad en la parte media,

    Desde nuestro punto de vista, es de gran inters la localizacinde tal enterramiento, y de la huanca a l asociada, ms o menos en

    el centro del patio rectangular que constituye el ncleo del grupo dehabitaciones llamado Pilaloma,,, Creemos que existe una relacinfundamental entre ambas construcciones: o el complejo arquitect-nico fue construido en funcin de la tumba de un personaje de gran

    prestigio, o el prestigio de aqul era tal que provoc la eleccin dedicho lugar parala inhumacin> adems de exigir susealamiento pormedio de una huanca y una mesa de ofrendas.

    9 As dice el ci-onista C IE Z A DE LU6N (1 9 6 2 : 1 4 0 ) , al referirse a los indios pu-ruahes (en la actual provincia de Chimborazo, Ecuador): A los seores,cuando se mueren, les hacen, ... una sepulturahonda cuadrada, a dondele metencon sus armasy tesoros.. guardan lo que generalmente todos los ms naturalesdestas panes usan, que es echar en las sepulturas mujeres vivas de las mshermosas...Ver tambin Crz nn Lnn (1962: 1 1 2 , 113, 1 3 5 , 175, 185-187,etc.>.

    lO Huanca es una palabra quichua utilizada por los antiguos peruanos parareferirse a un cierto tipo de huaca constituida por un gran bloque de piedrapuesto de pie intencionadamente (quizno siempre) en chacras, a laentrada o enla plaza dc un pueblo, sobre una Lurnba, etc... (ARR IAnA , 1968 : 204 , y WM,1962-63: 132).

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    Nos parece importante resaltar que Pilaloma se halla localizadoen las cercanas inmediatas de otros conjuntos arquitectnicos (y pro-bablemente en ntima relacin con ellos), entre los que destaca El

    Castillo, ya citado. Este consta de una plataforma de roca naturalceida por un muro de la mejor cantera incaica, que se halla en lacumbre de un promontorio rocoso inmediato al ocupado por Pila-loma>~. Por las caractersticas naturales del terreno, y ciertas referen-cias etnohistricas sospechamos que El Castillo puede haber sidouna importante huaca de origen o pacarina (= pacarisca) ~ de lanacin caan, o almenos la de una de sus parcialidades principales>los hatuncaaris>~. Respecto a este pueblo> deca Fray Gaspar deGallegos en 1582 (1965: 275): Se llaman generalmente los caares,

    porque tres leguas de

    aqu [Azogues] est un pueblo

    que se llama

    Hatn Caar, que quiere decir en la lengua del higa la provinciagrande de los caares>; y all dicen que en tiempo del inga Guayna-caba haba grandes poblaciones de indios y que hall era la principalcabeza destos caares; y as parece> porque en el da de hoy haygrandes y muy sumptuosos edificios> y entrellos una torre muy fuer-te... Esta afirmacin de Fray Gaspar parece describir el actual valle

    de El Caar y las ruinas de Ingapirca; la torre muy fuerte>~ pareceser sin duda El Castillo.

    La aparente contradiccin entre el aspecto puramente incaico del

    ltimo edificio citado, y el hecho de que pudiera ser una importantehuaca de una poblacin local de etnia no incaica, parece resolversesi tenemos en cuenta lo que afirma Albornoz (Duviols, 1967: 17 y 20)a fines del siglo XVI . Estevisitador de idolatras recogi de sus infor-mantes indgenas la noticia de que despus que los ingas... con-quistaron todas provincias que incluyen dende Chile a Pasto,,.. pro-curaba[n] saber las guacas, adoratorios que adoravan y el orden quetenan en el ofrescenle y sacrificarle y de las posesiones y serviviosque tenan, y siempre dio orden que las sustentasen con el orden quede antes. Y a muchas guacas de las dichas ennobleci con muchosservicios y haziendas,., . Hay entre estas guacas pacariscas muymuchas que reedificaron los ingas...

    Todo lo dicho hasta ahora nos conduce a un problema fundamen-tal: quin era el personaje principal de este enterramiento? Por unlado, no tenemos referencias etnohistricas relativas a la zona> quehablen de caciques o altospersonajes civiles o militares de sexofeme-

    It Dice ALBoRNOz (DuvmLs, 1967: 2 0 > en el siglo xvi: Hay, . el principalgnero cte guacas que antes que fuesen sugetos al ynga tenan, que llamanpacarisca, qLte quieren dezir creadoras de sus naturalezas. Son en diferentes

    formas y nombres, conforme a las provincias... Y AnnAo~ (1968: 202): A laspacarinas, que es de adonde ellos dicen que descienden,reverencian tambin.-.y todos, especialmente las cabezas de Ayllos, saben y nombran sus pacarinas. -.Sobre este tema se puede consultar al mismo autor en la pgina220.

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    Consideraciones etnohistdricas acerca ele una tumba de pozo... 159

    nino; por otro, existen referencias espordicas a sacerdotisas, o jve-

    nes dedicadas de por vida (no teniendo en cuenta en este caso a lasadilas incaicas) al cuidado de una huaca. Respecto a sto, Arriaga

    (1968: 207), en sus investigaciones sobre las idolatras indgenas,dice que en un pueblo de la provincia de Conchucos,., se hall unamuchacha de hasta catorce aos, de rara hermosura, y que por ellahaban sus padres y caciques dedicndola a una huaca.,, de piedra,...

    Por la mano de esta muchacha ofrecan sus sacrificios y lo tenanporgran suerte y en mucha estima que fuese por su mano> por pare-cerles que seran muy aceptos a sus huacas. Guard virginidad> por-que as se lo haban mandado los dems ministros que le dieron lainvestidura de sacerdotisa, desposndola con la huaca, tenanla losindiossuma reverencia y lamiraban como cosasuperior y divina... 82En nuestro caso podra haber ocurrido algo semejante.

    Adems, sabemos que, en ciertos casos> las tumbas de personajesde gran prestigio se convertan con el tiempo en huacas de por s, yhasta, en ocasiones> en ls antepasados mticos del pueblo. Porejemplo, en una carta enviada por el Licenciado Hernndez Prncipeal visitador Arriaga (1968: 231) se informa de queen medio de losedificios y fortaleza del pueblo antiguo [Yamor] de donde llevaronal visitador una huaca que estaba en la superficie de la tierra>...donde mand cavar, y a un estado se hall un depsito a modo de

    bveda; un halcn de piedra sobre una planchilla de plata,... tenamuchos sacrificios... Aqu cerca estaban cuatro cuerpos enteros y se-cos> con mucha plumera y vestidos ricos>.,, dicen que son hijos deesta huaca y progenitores de todos los de este ayllo, y as los ado-

    raban y consultaban en todas sus necesidades.,.. Y ms adelante(p. 267-68)> el licenciado contina . en San Mateo de Huanchor,...descubri aqu el visitador una Huaca llamada Huauchorvilca queera de piedra y muygrande> debajo de la cual estaba el cuerpo de unindio llamado Huanchor, con dos hijos suyos. Reverenciaban esteindio porquedecan era de quien proceda elpueblo....

    Apoyndonos en los datos presentados> creemos poder avanzar lahiptesis de que el personaje femenino enterrado en ~PiIaloma erauna sacerdotisa dedicada probablemente a tina huaca de gran im-portancia (la posible pacarina de El Castillo>~?). ~ y luego convertirse en una especie detemplo dedicado a su culto; es decir, al de una huaca secundaria,como dice Arriaga (1968: 202): ~... otras huacas hay mviles, queson las ordinarias,., de ordinario son de piedra, y las ms veces sinfigura ninguna; ... porque cada parcialidad o ayllu tiene su huacaprincipal, y otras menos principales algunas Veces.,.. Tal culto esta-

    8 2 Vase tambin APR[AGA (1968, en las pp, 207 y 266).

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    1 6 0 Antonio Fresco y Wania Cobo

    ra centrado en la huanca y mesa de ofrendas citadas> manteniendoel edificio quizs su utilizacin originaria como lugar de residenciade nuevas sacerdotisas.

    Uniendo el hecho del culto a la tumba de la sacerdotisa caariconlas referencias de Hernndez Prncipe (Arriaga, 1968: 231), podra-mos hacernos la pregunta de si en algn momento dicha mujer llega-ra a convertirse en una antepasada mtica o maliqui de su pueblo.

    ElE LIOG RAFIA

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