A 105 años de su estallido, qué tanto se hizo realidad la igualdad social, cero cacicazgos, justicia y sobre todo el progreso anhelado

Por: Redacción Comunicante Págs: 4 y 5

Revolución Mexicana, añoranza perdida en el tiempo

ComunicanteComunicanteComunicanteVIERNES 20 DE NOVIEMBRE DE 2015 SUPLEMENTO CULTURAL 55

El violonchelista de SarajevoVeintidós días a las cuatro

de la tarde. Veintidós homenajes a las veintidós víctimas.

Veintidós adagios. Veintidós silenciosos llantos. La música y la dignidad

humana contra las balas y la maldad. Un hombre contra

la barbarie...

Pobres al cuádrupleFlaquitas y chaparritas por la desnutrición de décadas y con evidente falta de higiene que las hace rascarse por todos lados, Rosa y Mireya viven la peor marginación, porque en ellas se juntan cuatro causas de la misma:son mujeres, pobres, indígenas y ancianas

Guarida del Pensamiento Pág. 7 Teresa Gurza Pág. 8

VIERNES 20 DE NOVIEMBRE DE 2015

Editor / Ricardo Bonilla Diseño / Grupo Editorial HADEC

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Los Juicios de Nüremberg, contra 24 de los principales líderes nazis implicados en el Holocausto, iniciaron el 20 de noviembre de 1945 y terminaron el 1 de agosto de 1946; una vez concluidos, se tardaron dos días en leer las sentencias. Los veredictos sorprendieron, pues la gran mayoría pensaba que todos los acusados serían declarados culpables de todos los cargos y condenados a la horca. La sorpresa fue que algunos de ellos evitaron la muerte e incluso fueron absueltos.

Rayuela. El París de Cortázar

(Murió el 20 de noviembre de 1910)

“Dios existe; pero no tiene ninguna prisa en hacerlo saber”,

León Tolstoi.

Aunque la segunda mitad de Rayuela (“Del lado de acá”) transcurre en

Buenos Aires, la fascinación permanente de la novela sobre ya varias generaciones de lectores se debe a un personaje, la Maga, y a una ciudad, París, que se quedan en “el lado de allá”. En la película Julio Cor-tázar (1979/80), de Alain Caroff y Claude Namer, el escritor afirma: “Mi mito de París actuó en mi favor… Me hizo escribir un libro, Rayuela, que es un poco la puesta en acción de una

ciudad vista de una manera mítica. Toda la primera parte que sucede en París es la visión de un latinoamericano, un poco perdido en sus sueños”. Y algo más tarde: “Yo digo que París es una mujer, la mujer de mi vida”. Pero ya en la propia novela su protagonista Horacio Oliveira asegura en el capítulo 31 que París es una metáfora. ¿Una metáfora de la rayuela, y esta a su vez una metáfora de la vida, o de la búsqueda de un sentido de la vida?El París de Rayuela es un

París sin taxis ni autobuses; ni siquiera el metro, que circula por páginas memorables de algunos cuentos de Cortázar, es utilizado con frecuencia por sus protagonistas, peatones vo-cacionales incluso bajo el frío y la lluvia. Tampoco les llevan sus pasos a los monumentos más grandilocuentes de la ciudad; los Inválidos, la torre Eiffel, los Campos Elíseos, la Ópera no se mencionan en el libro; una sola vez visita Oli-veira el Louvre, y por obvias razones económicas los famo-

sos restaurantes que recomien-dan las guías no cuentan entre sus habituales a los miembros del club de la Serpiente.Desde entonces cuántos viaje-ros no han buscado la rue de Seine para asomarse al arco que da al Quai de Conti en un atardecer de diciembre y tratar de distinguir sobre el Pont des Arts la figura delgada de una mujer inclinada sobre el agua. Rayuela ha devuelto a París, con intereses, todo lo que París regaló a Cortázar. (José María Conget; Instituto Cervantes).

Nomás por hablar de algo...La Efeméride

El 19 de noviembre es Día Internacional del Hombre, y entre sus propósitos está promover modelos masculinos positivos, especialmente de hombres de la vida cotidiana, de clase trabajadora, que viven vidas dignas y honradas, y celebrar sus contribuciones a la sociedad, comunidad, familia, matrimonio, cuidado de niños y el medio ambiente. La verdad, sin embargo, es que la mayoría de los hombres ni siquiera sabe que existe un día dedicado en su honor.

-¿Todo bien mamá? -me tocaron a la puerta.-¡Biiieeennn…! -me salió la voz donde las

vocales se fueron congelando y las conso-nantes titiritaban.

Mi orgullo se vio de pronto herido, recordan-do que como mamá tenía que poner el ejemplo, pero como ser humano tenía garantías de que

se respetaran mis derechos y en ese pre-ciso momento no estaban muy tomados en cuenta. “¿Qué hago aquí?”, reflexioné, ¿acaso no sufrí ya una ortodoncia duran-te mi adolescencia?, ¿he experimentado con dos tintes de pelo en menos de una semana y pasado invicta en la cena de Navidad familiar? Creo que un baño de agua no fría no me hace ni más valiente ni mejor madre. Y en ese momento abrí el agua caliente…

-¡Niñas, verifiquen si el calentador está encendido! -grité con agonía al sentir el cho-rro “espeluznantemente frío” en mi espalda.

-Mamá, el calentador lo apagamos antes de que entraras a bañarte, la muchacha dijo que para qué quería entonces agua caliente, ade-más que así podemos ahorrar gas -las explica-ciones ya no me hacían nada, estaba inmune, no sentía dolor ni frío ni vergüenza. Mi cuerpo estaba entumido, adquiriendo un tono entre azuloso y morado. Con dificultad apagué la re-gadera y me senté en cuclillas, envolviéndome en la toalla y parte del tapete del baño.

-¿Qué pasó mamá?, ¿quién sigue de

bañarse?-¿Saben qué? Se descompuso el baño. Por

hoy no se bañen, voy a llamar al plomero.-Qué desperfecto -dijeron al unísono.

Debo cambiar el calentador por una caldera y que no falte nunca el agua caliente.

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3SATÍN Y SEDA

El día en que la disciplina atacó por completo los derechos humanos

Nadia Bracho

Desde mañana nos vamos a bañar con agua fría

Disciplina.- Conjunto de reglamen-tos que rigen cuerpos, instituciones o profesiones. La Pontificia y Real

Academia Española. Disciplina.- Conjunto de berrinches,

“muinas”, gestos y aspavientos que hacen todos aquellos integrantes de una familia cada vez que se les quiere imponer una re-gla. El siempre imitado y nunca igualado El Vulgo.

-Es hora de adquirir hábitos sanos, de buscar disciplinarnos interna y externa-mente –manifesté con entusiasmo durante la hora de la comida. Mis dos hijas siguieron cambiando de canal la televisión; el más pe-queño ni siquiera levantó la vista del plato, pero al verse observado solo contestó un: “me parece muy bien”, y siguió sin inte-rrumpir los sorbos.

-Desde mañana nos vamos a bañar con agua fría –dije-. ¿Agua fría?, ¿que no es solo para tomarse en vaso? –pregunta una de ellas.

-¿Fría?, ¿por qué? -dice la segunda.-Me parece muy bien –afirma el niño.-El agua fría tonifica los músculos, rea-

firma los tejidos, eleva tu sistema inmuno-lógico… –decía yo entusiasmada.

-Y te ayuda a encontrar la “pulmonía de tu vida” –se apresura la mayor, interrum-

piendo mi “cátedra”.- C l a r o

que no, esas son suposiciones. Además, el baño no es solamente tomárselo a lo loco, tiene su técnica: primero el lado izquierdo, después el lado derecho, hay que evitar abrir la boca para que no se sal-ga el calor y, por último, la cabeza, y por cierto... -la cocina de pronto se vio desierta y solamente quedaron mi persona y el conductor de los “Hits Musicales”, que anunciaba lo mejor para esta temporada, información que me tiene sin el menor cuidado. Terminé apa-gando el aparato. “Pero mañana me van a conocer”, dije para mis adentros.

-Entra tú primero -me dijo la niña al le-vantarla y decirle que estaba listo el baño (con agua fría, por supuesto)-. El baño está listo para ti, ¡vamos que se te hace tarde! -la apre-mié-. Sí, mamá… hazlo tú primero, debes poner la muestra -dice la mayor y luego le pregunta al tercer integrante de la familia, que contesta con un: “sí, me parece muy bien”.

-Está bien, pero que quede anotado que durante toda mi juventud hice este ritual y no necesité de fajas ni ejercicios extenuantes –ad-vertí. “Niñas, ¡el agua fría es salud!”, y entré para tomar mi ducha.

Habían pasado tres minutos y cada vez que tocaba el agua esta se hacía más

fría. Metí la punta del pie izquierdo y, definitivamente, no lo sentí, ya que se me coaguló la sangre en ese momento. “¿No estaré exageran-

do?”, pensé, “a lo mejor es sola-mente para los días de verano o mucho verano”.

Metí “por sorpresa” la pier-na (quise tomarla desprevenida, pero se percató cuando le di la orden al cerebro, “¡rápido y que no se dé cuenta la pierna!”). Comencé a “bufar” con todas mis fuerzas, como si fuera un coronel del ejército nazi; me friccioné con fuerza… Ahora, ¿sería posible que nada más me la-vara una pierna? No tenía corazón para me-ter a la otra.

De pronto, la cocina se vio desierta y solo

quedaron mi persona y el conductor de los “Hits

Musicales”

“¿No estaré exagerando?”, pensé, “a lo mejor es solamente para los días

de verano o mucho verano”

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Revolución Mexicana,añoranza perdida en el tiempo

A 105 años del estallido de la Revolución Mexicana qué tanto se hizo realidad la igualdad social, cero cacicazgos, justicia y sobre todo el progreso anheladoPor Redacción Comunicante

Dicen que murieron un millón de mexicanos y otros más fueron des-plazados, que la lucha contra la des-

igualdad fue la principal fuerza que movió a caudillos, a toda una población rural y a otras más en las ciudades que se negaba a ser olvi-dada, una generación que se convertiría en héroes y villanos, pero también en números y más números fríos.

A 105 años del estallido de la Revolución Mexicana, qué tanto se hicieron realidad aquellos ideales de igualdad social, cero ca-cicazgos, justicia y sobre todo aquel progreso anhelado que se escuchó en cada pronuncia-miento público, en cada Plan ideado.

Sería cuestionable pensar que ahora los campesinos tienen tierra y libertad, progreso e igualdad, a pesar del reparto agrario de Lázaro Cárdenas; que la po-breza y marginación en el campo y la ciudad son cosa del pasado; que aquellos c a c i c a z g o s por los que se levantaron en armas solo son estampas de la clase de Historia.

A más de un siglo de este movi-miento civil armado que marcó la historia del país, existen 55.3 millones de mexicanos en pobreza; es decir, 46.2 por ciento de la población total, con un compor-tamiento ascendente, pues en 2012 la cifra era de 53.3 millones. México es uno de los países más desiguales en el mundo por in-gresos, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social

(Coneval). Si bien no se puede hacer una

traducción de la Revolución al país actual, sin pasar por los diferentes años, hechos y cam-bios, aquel México bravo se ha plasmado en diferentes acontecimientos que dan cuenta de sus luchas sociales.

Con su Plan de San Luis, el terrateniente Francisco I. Madero buscaba la no reelección y el desconocimiento de Porfirio Díaz Mori, quien estuvo al frente del país por más de 30 años en su época dorada conocida como el Porfiriato. Según historiadores, era una lucha por el poder, pues al obtenerlo no cumplió aquello prometido a quie-nes se sumaron a su movimiento, lo que derivó en descontento.

Emiliano Zapata orquestaba su Plan de Ayala para lograr el reparto de tierras entre los campesinos, aquel que le aseguró Madero.

El Plan de Guadalupe de Carran-za para el desconocimiento

de Victoriano Huerta y su lucha por el orden

político; el Plan de Agua Prieta para el desconocimiento de Venustiano Carranza; Fran-cisco Villa y su lucha por una igualdad social.

Era la Revo-lución popular

que no pudo con-cretarse a cabali-

dad, sin coincidir en propósitos, pero que

al final Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles se quedan

con el poder y hacen un Méxi-co distinto al Porfiriato, pero muy distante al que querían ver los líderes de este movi-miento popular armado.

El estudioso, historiador y sociólogo Daniel Cosío Villegas lo dijo en 1946 a través de su ar-tículo “Las crisis de México”: la corrupción y la falta de calidad moral de los hombres de la Revo-lución habían hecho que ésta fracasara.

Ahora, inclu-so afirman que la corrupción “es parte de la cul-tura del mexica-no”. Y la investi-gación “México: Anatomía de la corrupción” lo señala: el Banco Mundial reprue-ba a México con una calificación de 39 (sobre 100) en sus in-dicadores de control de la corrupción y lo coloca en el lugar 127, es decir, uno de los países más corruptos.

En el aspecto político e ideológico algunos partidos y agrupaciones hicieron prolongarse a la Revolución más allá de 1940, fecha en la que consideran historiadores que concluyó junto con el mandato del “Tata” Cárdenas. Algunos aducen que terminó en 1920, aunque hubo to-davía guerrillas hasta 1934.

Francisco Villa

Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón

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Revolución Mexicana,añoranza perdida en el tiempo

A 105 años del estallido de la Revolución Mexicana qué tanto se hizo realidad la igualdad social, cero cacicazgos, justicia y sobre todo el progreso anheladoPor Redacción Comunicante

Hoy, la vio-lencia permea en todos los rincones del territorio na-cional, con sus reacciones ci-viles, esos mo-vimientos de la gente de a pie que exige y alza

la voz por su tranquilidad, des-de las marchas por la paz y contra la inseguridad, hasta las auto-defensas y aquellos que toman la justicia por su propia mano ante la incapacidad guberna-mental. Los desplazados.

Los desaparecidos; “los daños colaterales”. Como si también se añorara la Paz Por-firiana que amansó todas esas trifulcas de comienzos del México

Momentos clave de la Revolución

- 20 de noviembre de 1910, inicio del movimiento por Francisco I. Madero - 10 de mayo de 1911, el Ejército Federal es derrotado por las fuerzas maderistas. - 21 de mayo de 1911, firman Tratados de Ciudad Juárez. - 25 de mayo de 1911, renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia del país. - 6 de noviembre de 1911, Madero toma de posesión como presidente de México. - 28 de noviembre de 1911, proclaman el Plan de Ayala de Emiliano Zapata.- 9 de febrero de 1913, inicia Decena Trágica donde muere Madero y Pino Suárez; Victoriano Huerta asume la Presidencia.- 26 de marzo de 1913, Venustiano Carranza proclama el Plan de Guadalupe; desconoce a Victoriano Huerta.- 23 de junio de 1914, la División del Norte realiza la “Toma de Zacatecas”.- 13 de agosto de 1914, se firman Tratados de Teoloyucan; reconocen triunfo de la Revolución Constitucionalista. - 6 de diciembre de 1914, entrada pacífica a la Ciudad de México de Villa y Zapata con sus ejércitos populares.- 13 de abril de 1915, derrota Álvaro Obregón a Francisco Villa; acaba el mito de la invencibilidad de la División del Norte.- 5 de febrero de 1917, proclamación de la nueva Constitución Política

FUENTE: Felipe Ávila, director general Adjunto de Servicios Históricos del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, en Proyecto 40.

Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón

independiente.La Revolución Mexicana forma

parte de nuestro legado histórico y cultural que no pode-

mos negar; con c l a ro s c u ro s ,

unos olvida-dos y otros tan vigen-tes, en el colectivo p opu la r.

Como lo señala Juan

Rulfo en La Fórmula Secre-

ta: “Cuando dejemos de gruñir como avispas en en-jambre, o nos volvamos cola de remolino, o cuando terminemos por escurrirnos sobre la tierra como un relámpago de muertos, entonces tal vez llegue a todos el remedio”.

En la actualidad, el 20 de noviembre se ha conver-tido, más que en una fecha para recordar la lucha civil, en la oportunidad de disfrutar días de asueto, sin que algunos conozcan el motivo de la celebración, más allá de los libros oficiales de texto.

La equidad, justicia y respeto que demandaron sus personajes, con la justa repartición de tierras y la de-fensa de la soberanía nacional por la que lucharon, hoy solo quedan como un vago recuerdo.

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Diciembre 13 de 2015; ParísCompasión: sentir con el otro

Cuando se habla de víctimas inocentes, todas duelen

Por Juan L. Simental

No creo en el debate entre terce-ros, aquellos que miran desde afuera y no padecen en pri-

mera persona, en carne propia. Quien ve desde afuera y dice, siempre lo hará con parcialidad (mirando solo una frac-ción de la realidad) porque no sabe del dolor de la víctima. La historia de París del 13 de noviembre de 2015 no es la his-toria de “solo algu-nos cientos de muer-tos”. Cada historia tiene nombre y apellido, anónimos tal vez que esa noche fueron tristemente célebres. Las balas y las bombas y las primeras planas dieron a conocer sus nombres.

Las vidas derramadas en sangre de “solo algunos cientos de muertos”, como alguien dijo, duelen más que to-das las teorías de conjura y de conspira-ción secreta; indignan sus vidas perdi-das en medio del juego perverso de los señores de la guerra… e indignan la voz y las palabras necias de esos que opinan en tercera persona. Esos “solo algunos cientos de muertos” no equilibran la balanza de los muertos, porque la vida no se mide en números, sino en la tras-

cendencia de tan solo una de ellas, multiplicada por cada una de

las almas de los que cayeron. Aquí no hay facciones. Hay

vidas y hay historias.Desde aquella anoche, muchos son

los que opinan, desde lejos, y hablan de las “injusticias globales” y reducen la muerte de “solo algunos cientos de muertos” a una especie de venganza justiciera de su pequeño dios…

El conflicto en Siria tiene ya al-gunos años y hoy abundan aquellos que dicen de Siria, que se preocupan por Siria y se la-

mentan por el dolor de los niños de Siria. Hoy hay tantos que pontifican acerca de las causas y de los efectos, y dicen de una justa y lógica reacción; “un día el imperialismo tenía que pa-gar las que debe”, dicen. Pero la gran mayoría de esos tales nunca habían dicho nada, ni una sola palabra, ni un solo gesto de indignación. Para ellos, Siria nació ayer.

Los que hoy reprochan la compa-sión por París nunca antes demostra-ron su compasión por Siria.

De no haber quien hubiera decla-rado su dolor e indignación por los muertos de París del 13 de noviembre, hoy no habría tanto neodefensor del pueblo sirio. Sin la noche del 13 de no-viembre, hoy la gran mayoría de los tantos nuevos indignados no estaría hablando de Siria ni de Palestina ni de

Ayotzinapa ni de nada. Hasta hoy no habían dicho una sola palabra.

Apenas alguien deploró la noche de París del 13 de noviembre, tantos se volvieron contra ese alguien y le echaron en cara haber tenido com-pasión; por cierto, compasión quiere decir “sentir con el otro”. ¿Cuántos nuevos siriofílicos se compadecieron alguna vez antes del 13 de noviembre?

Los que hoy reprochan la compa-sión por París reprochan incluso que muchos pusieron un filtro con la ban-dera de Francia en sus perfiles de las redes sociales… ¿y?, ¿cuál es el proble-ma? Hasta hoy, ninguno de esos críticos puso la bandera de Siria en su perfil, ni la de Palestina ni la de Ayotzinapa ni la de ninguna otra parte. Esos que hoy critican atacan a los que demostraron compasión. Tendrían que saber que la libertad de expresar las ideas y las con-vicciones es una prerrogativa que Fran-cia defendió en 1789 y la hizo Revolu-ción: ¡Libertad, Igualdad, Fraternidad!, y que la época de luz nacida en Francia se extendió a todo el mundo.

No hay diferencia entre una muerte y otra cuando se trata de inocentes. Las víctimas inocentes siempre dolerán.

La realidad siria no comenzó ayer, y menos aún en las redes sociales. Tie-ne años y, hasta hoy, la gran mayoría no había dicho una sola palabra.

No faltaron aquellos

que afirmaron:

“fueron solo

algunos cientos de muertos”

Dije que no volvería a escribir… pero el

ensañamiento indigna

“Ojo por ojo y el mundo acabará ciego”, Gandhi

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Un día existió un país llamado Yugoslavia

Veintidós días a las cuatro de la tarde. Veintidós homenajes a las veintidós víctimas. Veintidós Adagios

La historia de hoy nos lleva a la ciudad Sarajevo, en Bosnia-Herzegovina (antigua Yugosla-

via), que desde el 5 de abril de 1992 al 29 de febrero de 1996, sufrió el asedio más prolongado en la historia de la guerra moderna. Cuatro largos años en lo que vino a denominarse el “si-tio de Sarajevo”, un asedio que, durante la guerra de Bosnia y tras la declaración de independencia de la República Federal Socialista de Yugoslavia, sufrieron no solo las mal equipadas fuerzas militares de Bosnia y Herzegovina, sino toda la población civil a manos del Ejército Popular Yu-goslavo y el Ejército de la República Srpska, apostados en las colinas que rodean la ciudad y en la que no deja-ron entrar ni salir a nadie durante todo el conflicto, además de tener la ciudad sin suministro de agua y electricidad.

Durante el sitio de Sarajevo mu-rieron más de 12 mil personas y más de 50 mil resultaron heridas, con un 85 por ciento de víctimas civiles.

Una noche de abril de 1994 en la ciudad de Manchester, Inglaterra, en el concierto que abría el “Festival In-ternacional de Cello”, sobre el escena-

Las potencias del orbe permitieron la extinción

de un país del que solo se habla en la historia

La tarde del 27 de mayo de 1992, en Sarajevo, en

Bosnia-Herzegovina

Vedran Smailović, el violonchelista de Sarajevo

Por Guarida del Pensamiento

rio del Colegio Real de Música del Norte una solitaria silla esperaba al mundialmente conocido violonchelista Yo-Yo Ma en un ambiente de gran expectación.

Cuando Yo-Yo Ma subió al escenario, interpretó una pieza compuesta por David Wilde, un compositor inglés que, conmovido por la historia de Vedran Smailović, de-cidió componerla ante la nueva demostración de barbarie

que la raza humana estaba fraguando en los Balcanes.

Sarajevo estaba sometida a un asedio donde apenas llegaban alimentos. La po-blación víctima de la guerra estaba ham-brienta. La tarde del 27 de mayo de 1992, una de las pocas panaderías que aún tenía

provisiones de harina la estaba distribuyendo a la famélica fila humana cuando, de repente, una descarga de mortero explosionó en medio de la calle matando a 22 personas, creando una tragedia de sangre, huesos y escombros.

Vedran Smailović, un músico perte-neciente a la Ópera de Sarajevo que tam-bién sufría el sitio y la guerra, vio a tra-vés de su ventana la masacre producida. Sobrepasados los límites de su capacidad, Vedran no pudo soportarlo más y algo hizo click en su mente. Angustiado, armado con su violon-chelo y ataviado con su mejor traje de conciertos, se lanzó a la calle y, en el mismo cráter producido por la maldad humana, interpretó, en pleno campo de batalla, el “Adagio en Si Menor” de Tomaso Albinoni durante veintidós días.

Veintidós días a las cuatro de la tarde. Veintidós home-najes a las veintidós víctimas. Veintidós Adagios. Veintidós silenciosos llantos.

De fondo, la batalla, los disparos de los francoti-

radores, las carreras de los ciuda-danos aterrorizados, el llanto de los niños.

La música y la dignidad humana contra las balas y la maldad. Un hom-bre contra la barbarie, veintidós días.

Yo-Yo Ma interpretó magistral-mente y con gran sentimiento la pieza para cello solo de Wilde, “El violon-chelista de Sarajevo”, que contenía sentimientos de afrenta, amor y her-mandad. Inundó toda la sala con el sonido de su violonchelo, atrapando al público en un universo inquietan-te, agonizante, clamoroso, triste, para llevarlos a un final donde se unen la muerte y el silencio.

El silencio lo envolvió todo. Ma so-bre su violonchelo estuvo unos segun-dos inmóvil, en los que nadie se atre-vió a hacer ningún ruido. Finalmente, levantó la mirada e invitó a alguien

del público a subir al escenario. Todos se estremecieron cuando descubrie-ron que era el pro-

pio Vedran Smailovic, el violonchelis-ta de Sarajevo, el que se fundía en un intenso abrazo con Ma. La emoción se apoderó de la sala que prorrumpió en aplausos y gritos.

(La interpretación de Smailovic, “Sarajevo’s Adagio”, puede escu-charse en el enlace:https://www.you-tube.com/watch?v=u1eAykukI58).

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Pobres al cuádrupleLa realidad cotidiana de los olvidados de siempre

Aquí o en Morelos o en Chiapas o en… los que tienen nada comparten las mismas historias

Por Teresa Gurza

Flaquitas y chaparritas por la desnu-trición de décadas y con evidente falta de higiene que las hace rascar-

se por todos lados, Rosa y Mireya viven la peor marginación, porque en ellas se juntan cuatro causas de la misma: son mujeres, pobres, indígenas y ancianas.

Han pasado años sentadas en el suelo frente al palacio de gobierno de Morelos. Indiferentes a su presencia, pocos de los que por ahí ca-minan dejan alguna mone-da en sus manos mixtecas extendidas, y una policía de crucero con más de 15 años de servicio en esa esquina, asegura que las ha visto “siempre”.

Casi no hablan caste-llano, pero logran decirme que son de Guerrero y la miseria las empujó a Mo-relos; que viven en Tejalpa, y que nadie las ayuda.

Boleros, vendedores, manifestantes y hasta los porteros del edificio a donde el gobernador de la Nueva Visión, Graco Ramírez, debiera venir a trabajar cotidia-namente, se ríen cuando pregunto si al verlas les ha ofrecido apoyo.

“Cómo las va a ver, si en meses habrá venido cuando mucho dos veces”, dice una mujer fracturada del hombro que, adolorida y encogida en un banquito, es-pera que llegue enero para que en el Se-guro Popular le hagan válida la consulta que le dieron para ese mes.

Mientras, se unió a otras seis o siete señoras que, rodeadas de carteles de de-nuncia y rezagadas ofrendas de muerto por los asesinados de Morelos, protestan desde hace 79 días frente al zocalito de Cuernavaca, por todo lo que Graco ofre-ció y no ha cumplido.

Bordan carpetas para ganarse la vida y sin dejar de tejerles a gancho las ori-llas, acusan: “nos engañó con que iba a ver por los adultos mayores; en su cam-paña entregó bastones y sombrillas pero

llegó, y todo olvidó”. Y uno de los guardias admite que lo ha visto poco “capaz y reci-be en otra parte; acá viene sin día fijo ni horario”.

Sorprende que paseantes, boleros, ta-xistas, meseros, globeros, vendedores de artesanías y ropa típica, dulces y produc-tos naturistas, como piel de serpiente, uña de gato y yerbas para el riñón, coincidan

en su opinión so-bre Ramírez.

“¿Cual Nueva Visión?, será por-que ha sido el más inútil y corrupto gobierno que he-mos tenido”; “es el peor gobernador que ha llegado. La

situación está para llorar, pero él se ha en-riquecido porque en todo se lleva tajada o se hace socio, y como teme a la gente y las marchas, ni audiencias da. Con decirle que mandó blindar las ventanas de sus oficinas; por aquí mismo pasaron los instaladores cargando los vidrios”.

Esta semana, campesinos a los que la cosecha pasada prometió 150 millo-nes de pesos, bloquearon las carreteras a Puebla y al DF; “y ya se viene la otra cosecha, que también será malísima”, dice un agricultor que ahora es ta-xista y necesita manejar 15 ho-ras diarias para poder sacar lo de la cuenta y la gasolina.

“Pa mi familia poco queda; por mi edad, 60 años, no consigo otro empleo y las tierras no las trabajo, porque están cansadas y todo se va en fertilizante; los ganones son los acaparadores, como el del Mercado López Mateos que compra las cosechas a lo que quiere y uno por la necesidad de comer, las vende”. Por cortesía le digo que representa menos años y con-

testa ofendidísimo: “¡pues eso le parecerá a usté! Pero solo yo sé cómo me siento”.

Al ver acuclillada en el escalón del quicio de una tienda a otra de las muchas viejitas en harapos que he visto esta mañana, le pido que pare para bajarme. Se llama Ana María, está chimuela de arriba y abajo sobreviven dos filudos pedazos de diente que se mueven y le lastiman la lengua cuando habla.

A diferencia de otras entrevistadas, ella no pide limosna; vive de lo que saca su marido juntando y vendiendo latas y envases vacíos. Cada tanto, el hombre regresa encorvado al escalón que Ana limpia escrupulosamente al llegar en las mañanas y donde lo aguarda jun-to bolsas negras en las que echan lo reunido para luego ir caminando a venderlo.

Viven arrimados con la suegra de su her-mana, “bien canija; pero por la necesidad aguanto y hago que no oigo”, dice, y no me cree cuando le cuento que hay programas oficiales que ayudan a los ancianos despro-tegidos como ellos.

“La situación está para llorar, pero él se ha enriquecido porque en todo se lleva tajada o se

hace socio”

Miles de indígenas llegan cada día a las ciudades del país a padecer la misma suerte