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Suddha Raya Yoga

26/10/2011 Amaia Urrutia Garay (URVASI) 1/20

SSuuddddhhaa

RRaayyaa

YYooggaa

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Suddha Raya Yoga es el sistema de meditación de esta escuela:

SUDDHA � trascendente

RAJA � Rey, aquello que en nosotros es real, lo que no cambia

YOGA � Unión

Es la unión con lo real que hay en nosotros: el espíritu. Lo trascendente es lo que está dentro de nosotros y también fuera de nosotros. Primero debemos percibir el Ser en nosotros, y después, trascenderlo, es decir, percibirlo fuera. Pero antes tenemos que reconocerlo dentro.

El Suddha Raya Yoga tiene tres partes:

BHAVANA

KARMA

DHYANA

Bhavana es la comprensión de la unidad que subyace en todos los seres.

Karma son las acciones que tenemos que realizar para alcanzar la meditación, porque la meditación no se produce de forma natural hay que construirla.

Dhyana es la meditación en sí misma, que tiene 3 formas:

SAGUNA � con forma

NIRGUNA � en el Ser

SUDDHA � trascendente

De las tres partes, la más importante es el bhavana, porque es el mapa del tesoro. Nos dice lo que debemos buscar. Si no sabemos lo que buscamos, no lo podemos encontrar. El bhavana nos da el conocimiento, y como el hombre se convierte en lo que piensa, si tiene en mente la meta a alcanzar, lo conseguirá.

En el Bhagavad Gita, Krishna lo dice así: “Mediante Samia y Abhyasa me alcanzarás”.

Samia es mantener siempre en la mente la meta a alcanzar, y Abhyasa es la observación de la mente, para que cada vez que se va de la meta, volverla a traer al objeto de la meditación.

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El Bhavana tiene tres requisitos:

1. Ser iniciado por un Acharya o maestro verdadero (alguien con conocimiento verdadero).

2. Estudio del Yoga Brahma Vidya (conocimiento sintético del Absoluto).

3. Compañía de los dhasas virtuosos, que nos ayudan en los momentos de debilidad.

Dice el Eclesiastés: “Hay un tiempo para todo bajo el sol: un tiempo para reír y un tiempo para llorar”. Significa que, en cada momento, hay que hacer lo que corresponde a ese momento. Eso es ser virtuoso.

Karma son las acciones que tenemos que realizar para construir la meditación. Hay que conseguir dos cosas:

� PAZ EMOCIONAL Y FÍSICA

� SILENCIO DE LA MENTE

El protocolo para preparar la meditación, consta de 8 pasos:

1er paso: POSTURA.

Hay que empezar por el cuerpo físico, que es un instrumento maravilloso que sirve para la acción, pero es un estorbo para la meditación. Hay que adoptar una postura que nos permita meditar.

Patánjali dice: “Firme y cómoda debe ser tu postura”. Firme para estar en equilibrio y cómoda, para poderla mantener sin esfuerzo. La postura más adecuada es la de la pirámide (la pirámide concentra en su centro la energía que recoge de su entorno).

La postura es en sí misma un pranayama, porque dirige la energía (prana= energía, yama= conducir, dirigir). Las asanas sirven para deshacer los bloqueos de energía.

Hay tres tipos de pranayamas:

� PRAKRÍTICOS (asanas)

� ATMIYA (mantras)

� SUDDHA (trascendente)

Algunas posturas de Yoga (asanas) que canalizan la energía sólo manteniendo la postura: son PRANAYAMAS ESTÁTICOS.

Estamos inmersos en un océano de energía. La energía se precipita a la tierra de forma perpendicular (hacia el centro de la tierra) desde el sol. La energía al descender produce ionización.

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Por eso hay que meditar sentado. La energía entra por la cabeza y para que se precipite tiene que haber un desnivel, de un metro más o menos (cada metro hay una diferencia de potencial de 100V). Sentados, desde la coronilla hasta el coxis tenemos un metro de altura y se produce un campo eléctrico. Sólo manteniendo la postura se crean dos polos: positivo en la coronilla y negativo en el coxis.

Para la vida se necesitan 60V, para meditar necesitamos 106V. ¿Cómo elevamos la energía? La energía positiva sale por las manos y la energía negativa por los pies.

Para aumentar la energía interna, cerramos las salidas haciendo mudras (gestos que canalizan la energía), de esta forma se crean dos vórtices de energía en el epéndimo (susumna nadi), en el sahasrara chakra y en el muladara chakra que van aumentando hasta que se juntan en el plexo solar. Esta es la energía del avatara o ESHA SHAKTI.

La columna debe estar derecha para permitir que la energía fluya libremente.

Una vez construida la postura cómoda y firme, hay que relajar los músculos para evitar tensiones. Donde hay tensión, hay conflicto (dos fuerzas que se oponen). Para relajar, hay que respirar, y con cada expulsión, vamos aflojando los músculos.

Estamos rodeados de radiaciones. La radiación de estroncio 90 se acumula en la nuca y se elimina con una ducha.

Los cuatro ángeles que curan son los que corresponden a los cuatro elementos:

☼ Fuego (Sol)

☼ Tierra

☼ Agua

☼ Aire

Estos cuatro elementos revitalizan el cuerpo y evitan la enfermedad.

2º paso: RESPIRACIÓN COMPLETA.

Como vamos a estar un tiempo quietos, y el ritmo de la respiración va a disminuir, hay que empezar haciendo respiraciones profundas para oxigenar bien la sangre. Cuando la sangre se enriquece con oxígeno, empieza a actuar la rama parasimpática del sistema nervioso vegetativo.

En el bulbo raquídeo tenemos centros neurovegetativos, uno de los cuales, mide el nivel de O2 en sangre y regula el funcionamiento del corazón, de forma que si sube el nivel de oxígeno, el corazón late más despacio, la respiración se hace más lenta, y nos relajamos. Empezamos a experimentar bienestar.

El contentamiento es una condición sine qua non para poder hacer la práctica de la meditación.

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3º paso: RESPIRACIÓN POR EL ENTRECEJO.

Imaginamos que tenemos un agujero en el entrecejo y el aire que respiramos entra y sale por ahí.

En el entrecejo está el ajna chakra, al que llegan dos nadis: ida y pingala. Con esta respiración canalizamos el prana (energía vital) por ese chakra.

Se produce un estado de conciencia diferente.

Vamos pasando del mundo externo al interno, pasamos del mundo profano al mundo sagrado (lo que está dentro de nosotros, pero no todo lo que está dentro del laberinto, sólo el sancta sanctorum).

Este concepto del laberinto que contiene en su interior un tesoro custodiado por un monstruo, está en los relatos mitológicos de muchas culturas. Por ejemplo, en la mitología griega tenemos a Teseo y el Minotauro: Teseo era un rey griego que viajó a Creta para enfrentarse al Minotauro. Al llegar a Creta, la princesa Ariadna se enamoró de él y propuso a Teseo ayudarle a derrotar al Minotauro a cambio de que se la llevara con él de vuelta a Atenas y la convirtiera en su esposa. Teseo aceptó. La ayuda de Ariadna consistió en dar a Teseo un ovillo de hilo que éste ató por uno de los extremos a la puerta del laberinto.

Así Teseo entró en el laberinto hasta encontrarse con el Minotauro, al que dio muerte a puñetazos. A continuación, recogió el hilo y así pudo salir del laberinto. En este mito, Teseo, el héroe, representa nuestra alma, Ariadna, la princesa, es la sabiduría, que nos ayuda a orientarnos en el laberinto, que es el templo, es decir, nuestro interior y el Minotauro es la bestia, la personalidad (los cuerpos inferiores).

Lo primero que tenemos que hacer para entrar en el laberinto es abrir la puerta, que es el cuerpo físico y la llave es la respiración por el entrecejo.

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4º paso: RESPIRACIÓN VEGETATIVA.

La respiración puede ser voluntaria o involuntaria. Una vez que estamos ya relajados, tenemos que dejar que el cuerpo respire por si mismo. Somos espectadores del cuerpo, observamos la respiración, concentrándonos en el entrecejo pero sin intervenir en ella. Aquí empezamos a enfocar la mente.

El sistema nervioso neurovegetativo y más concretamente la rama del parasimpático, es la que dirige el funcionamiento de la vida del cuerpo y se encarga de la respiración vegetativa.

Cuando nos dejamos en manos de la inteligencia innata para respirar, -respiramos involuntariamente, y de esta forma profundizamos en la relajación.

Cuando nos relajamos, se segregan endorfinas en la hipófisis y encefalinas en los tálamos, que se encuentran en el diencéfalo. Estas sustancias inhiben el dolor y las emociones.

El diencéfalo es una estructura situada en la parte interna central de los hemisferios cerebrales. Se encuentra entre los hemisferios y el tronco del encéfalo, y a través de él pasan la mayoría de fibras que se dirigen hacia la corteza cerebral.

El diencéfalo se compone de varias partes: tálamo, hipotálamo, subtálamo y epitálamo.

El tálamo está formado por dos cuerpos ovoides de 3 cm de largo y aproximadamente 1,5 cm de espesor, que se asienta en la profundidad de cada hemisferio cerebral. El tercer ventrículo separa entre sí ambos tálamos, aunque éstos permanecen unidos gracias a un puente de tejido talámico denominado masa intermedia, que se extiende entre ambos. Los tálamos son masas de sustancia gris, por lo que contienen cuerpos neuronales y numerosas conexiones sinápticas. Desde un punto de vista funcional, el tálamo es una estación de relevo sensitivo. Los impulsos nerviosos hacen una escala a nivel talámico, estableciendo sinapsis antes de proseguir su recorrido hacia el córtex cerebral. El tálamo constituye también un centro sensitivo primitivo que sirve para registrar un tipo de sensación generalizada e imprecisa.

El hipotálamo se localiza, como su nombre indica, debajo del tálamo. Presenta una gran variedad de funciones, algunas de ellas bastante insólitas. Por ejemplo, produce como mínimo dos hormonas (oxitocina y vasopresina) y contiene centros que regulan la actividad de la hipófisis anterior, el sistema nervioso autónomo, la temperatura corporal y la ingesta de agua y alimentos. Además, el hipotálamo se relaciona con el estado de vigilia y la sensibilidad emocional.

Bajo los lóbulos craneales hay dos tálamos: uno masculino y otro femenino, que se unen en el centro del diencéfalo. En la parte posterior está la glándula pineal o epífisis (masculina) que se

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asocia con el Sahasrara chakra y en su parte anterior está la pituitaria o hipófisis (femenina) asociada al Ajna chakra. La unión entre estos chakras es el verdadero Tantra (Maithuna).

Al segregarse endorfinas y encefalinas, se inhiben las sensaciones y se deja de percibir el cuerpo físico. También se deja de percibir el cuerpo emocional, porque se inhiben las emociones.

Si no hay dolor ni sufrimiento, hay felicidad. Como desaparecen los conflictos, hay paz (las emociones y deseos están inhibidos).

Este es el primer escalón de la meditación:

PAZ INTERIOR

Esta es la condición sine qua non para la meditación.

Los pasos del proceso que hemos ido viendo hasta ahora son:

POSTURA �� RESPIRACIÓN �� RELAJACIÓN

El estado de paz es el estado de santidad. Shanti es paz y de ahí viene la palabra santo (el que tiene shanti=paz). Si uno está en paz, irradia paz.

La bondad es el aroma de la santidad. Sólo podemos ser buenos en la medida en que estamos en paz. San Felipe de Neri lo expresó así: “Sed buenos (si podéis)”. Sólo nos podemos acercar al Ser desde la paz.

Hay dos mundos:

� Objetivo: exterior, el mundo de los objetos

� Subjetivo: interior, dentro de nosotros mismos

Siempre estamos enfocados hacia el mundo objetivo, pero para meditar nos tenemos que adentrar en el mundo subjetivo.

Héroe es quien se ha vencido a sí mismo (ha hecho la paz interior): “No hay mayor guerrero que aquel que se vence a sí mismo”. Es lo más difícil: vencer a la personalidad y su tendencia a lo externo, para adentrarnos en nuestro interior y darnos cuenta de lo que somos de verdad.

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Para entrar en el mundo subjetivo, en el laberinto, hay que cerrarse al mundo exterior, cerrando las 5 ventanas que nos comunican con el mundo exterios. Dichas ventanas son los cinco sentidos (gnana indriyas):

1. Vista

2. Oído

3. Olfato

4. Gusto

5. Tacto

5º paso: PRATHYAHARA.

Si eliminamos los sentidos, sólo nos queda el mundo interno. A esto se le denomina PRATHYAHARA. Para hacer prathyahara, se puede hacer el Yoni Mudra. Yoni Mudra es un ejercicio de concentración en uno mismo. Para llevarlo a cabo se tapan los ojos, nariz, boca con dedos de ambas manos y se bloquean los oídos con los pulgares. Así evitamos cualquier distracción y la atención queda libre para ser fijada en la única sensación de los sonidos internos o anahata nadam.

El practicante debe cerrar sus oídos firmemente con los dedos pulgares; sus ojos, con los índices; las fosas nasales quedarán semicerradas por los dedos corazones y los anulares y meñiques cerrarán los labios por la parte superior e inferior de los mismos, respectivamente, a modo de pinza. La boca debe estar llena de aire. Se respira lentamente por la nariz semitapada. El practicante se hundirá en un océano de paz y de quietud. El sonido anahata nadam se hará patente, especialmente en el oído derecho. Al poco tiempo y, dependiendo del grado de desarrollo espiritual de cada uno, se podrá ver una potente luz que cambia o fluctúa.

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6º Paso: PRANAYAMA Las técnicas más humildes del Yoga son las asanas y limpiezas, pero son importantes para que la energía circule bien por los nadis y chakras y nos permita meditar. Cuando enfocamos el pensamiento y relajamos las emociones estamos haciendo pranayama, es decir, estamos dirigiendo la energía. Hay distintos tipos de pranayama: el prakrítico se realiza mediante las posturas y la respiración, el atmiya pranayama, mediante los mantras, y suddha pranayama, mediante

la meditación. La energía circula a través de los nadis. Se dice que hay 72.000 nadis, aunque los más importantes son tres: ida, pingala y shushumna nadi. Al respirar tomamos el prana (suma de todas las energías). También al comer alimentos vivos (crudos), pero el 80% del prana entra a nuestro cuerpo en la respiración. Luego, los chakras son los encargados de transformar esa energía. Hay miles de chakras (5.000 según los textos clásicos), pero los más importantes son siete y están situados a lo largo de la columna vertebral. El cuerpo utiliza esa energía transformada por los chakras.

Hay cinco tipos de prana: 1. Apana (eliminación) 2. Prana (respiración) 3. Samana (digestión) 4. Udana (mental) 5. Vyana (circulación)

Cada tipo de energía está adaptado a su función. Los chakras son los transformadores que convierten la energía que tomamos del exterior en el tipo específico necesario para cada función.

En el cuerpo, la energía se canaliza a través de los nadis:

Ida nadi corresponde a la parte izquierda, femenina, lunar, negativa, fría del cuerpo que rige los procesos anabólicos o constructivos.

Pingala nadi corresponde a la parte derecha, masculina, positiva, cálida del cuerpo que rige los procesos catabólicos o destructivos.

A lo largo del canal central de la columna está Sushumna nadi. Ida y pingala transcurren a ambos lados entrecruzándose en los distintos chakras.

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La parte física de los nadis son los nervios y el encéfalo, bulbo raquídeo y médula espinal (epéndimo: hueco interior de la médula, que está lleno de agua salada, por lo que conduce la electricidad, es un buen conductor de energía). Si los nadis están obtruidos o rotos, la energía no circula fluidamente y se bloquea, perdiéndose el equilibrio entre los distintos tipos de energía.

Hay una técnica que permite reparar y desbloquear los nadis: NADI SODHANA. Es una respiración alterna sin retención. La retención cuando los nadis están rotos, no es aconsejable, porque “encharca” la energía.

Nadi sodhana (limpieza de nadis): La yema del dedo índice de la mano derecha sobre el entrecejo, se cierra el orificio nasal derecho con el pulgar y el izquierdo con el anular. Se inspira por la izquierda y se espira por la derecha; se vuelve a inspirar por la derecha y se espira por la izquierda, alternando el cierre. Se repite todo el ciclo entre cinco y diez veces. La inspiración y la espiración durarán lo mismo. Se empieza y termina por la izquierda para potenciar los procesos anabólicos.

Los nadis funcionan bien cuando al respirar nos sentimos bien. Si sentimos nerviosos es que los nadis están rotos. Entonces, primero hay que recuperarlos mediante dieta limpia para eliminar toxinas, Nadi Sodhana para regenerar los nadis y asanas para desbloquear la energía.

El canal central está cerrado, sólo se abre en la meditación. Cuando la energía está equilibrada en Ida y Pingala, hay salud, y el cuerpo funciona correctamente, las emociones están calmadas y el pensamiento es positivo.

A lo largo de la vida humana, se suceden distintas fases en las que a veces predominan los procesos anabólicos, de preservación o plenitud, y otras, los procesos catabólicos:

25 años 35 años Procesos Procesos Anabólicos Catabólicos Nacimiento Muerte

Para que la época de preservación, en la que predominan los procesos anabólicos, se prolongue durante más tiempo, hay que mantener el equilibrio entre Ida y Pingala.

Este equilibrio entre los nadis también es necesario para meditar, por eso, la meditación contribuye a prolongar la juventud.

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Las emociones que más rompen los nadis son:

� IRA � TRISTEZA

La rotura de la unión entre los tres nadis principales se produce en el momento de la muerte. Dicha unión se encuentra en el ganglio coxígeo (1er chakra).

Estos tres nadis a veces se simbolizan mediante el caduceo de Hermes (mensajero entre los dioses y los hombres). El caduceo es una vara con dos serpientes enroscadas.

Hermes representa al maestro, que es el intermediario entre lo divino y lo humano, el caduceo representa el control sobre los tres nadis (que también se puede representar mediante un tridente, como en el caso de Shiva), las dos serpientes son Ida y Pingala y la vara de castaño simboliza el Sushumna Nadi.

En el cuerpo físico el reflejo de los nadis principales es la cadena de ganglios a los lados de la columna vertebral (que forman parte del sistema nervioso neurovegetativo, en su rama del simpático).

En la meditación, la energía positiva baja desde los chakras situados en la cabeza hacia el plexo solar y la energía negativa sube desde el muladhara chakra (en la base de la columna). Ambas energías se concentran en el plexo solar, esto es Esha Shakti, que es la energía de la meditación.

El primer paso es equilibrar los nadis, el segundo, hacer que la energía entre en el canal central (Sushumna nadi). Para esto hay que practicar bandhas.

JALANDHARA BANDHA: Cierra la energía en la garganta para que no suba (y la empuja hacia el plexo solar

UDDIYANA BANDHA: empuja la energía hacia arriba, desde el abdomen

MULABANDHA cierra la energía (apana) del muladhara chakra y la dirige hacia arriba (tiene poca fuerza).

Aplicar los tres bandhas juntos se llama Bandha Traya. Los mudras hacen que la energía se acumule, y las bandhas la mueven hacia donde queremos dirigirla.

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Como ya hemos dicho la energía circula por los nadis y se transforma en los chakras (chakra significa literalmente rueda), que son puntos donde se unen varios nadis.

Dependiendo del número de nadis que confluyan en un chakra, se le representa con el mismo número de pétalos:

Muladhara chakra – cuatro pétalos Rojo Swadistana chakra - seis pétalos Anaranjado Manipura chakra - diez pétalos Amarillo Anahata chakra - doce pétalos Verde Visudha chakra – 16 pétalos Azul Ajna chakra – dos pétalos (nadis: Ida y Pingala) Índigo Sahasrara chakra – mil pétalos Violeta

Los chakras se disponen a lo largo de la columna desde su base (Muladhara) hasta la coronilla (Sahasrara) y coinciden aproximadamente con los plexos del cuerpo físico:

SAHASRARA: Energía al cuerpo átmico (Purusha)

AJNA: Energía al cuerpo búdico (Atman, tercer ojo)

VISUDDHA: Energía al cuerpo mental superior

ANAHATA: Energía al cuerpo causal (Alma)

MANIPURA: Energía al cuerpo mental inferior

SWADISTANA: Energía al cuerpo emocional

MULADHARA: Energía al cuerpo físico

Transforman las distintas energías que utilizan los diferentes cuerpos.

La enseñanza más sintética de la meditación la dio el maestro Jesús:

“Mas tú, cuando ores, entra en tu

aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre

que ve en lo secreto, te recompensará

en público” (Mateo 6:6)

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7º PASO: MANTRA y VICHARA (DHARANA) Una vez que mediante prathyahara entramos en nuestro interior, ¿qué debemos buscar? Hay que ir directamente a la meta, no distraernos con lo que aparece al entrar, porque en ese caso nos podemos perder en el laberinto. Este símil del laberinto aparece en muchos cuentos populares y mitos de distintas culturas, como por ejemplo en el mito del Minotauro de Creta, en las mil y una noches, etc. En todos estos cuentos el héroe representa al alma madura, el monstruo al yo inferior (nuestra parte bestial) y la princesa o la dama a la que hay que salvar del monstruo simboliza la conciencia, la sabiduría. Hay un trabajo de Hércules en el que va al laberinto, pero en lugar de matar al minotauro (como hizo Teseo), lo utiliza para que le lleve por mar de la isla de Creta al continente. El héroe utiliza al monstruo para que le sirva, tenemos que dominar al yo inferior para que nos sea útil en lugar de destruirlo. Es lo más inteligente.

Cuando entramos al interior, hay que enfocarse, dirigirse hacia el Ser (lo que no cambia en mí) y distinguirlo del no-Ser (lo que cambia: emociones, pensamientos, cuerpo físico). Esto se hace mediante la técnica de Vichara. Vamos apartando nuestra mente de aquellos pensamientos que nos distraen de la meta, haciendo neti-neti, o “esto no, esto no”. Llega un pensamiento, lo analizamos, ¿esto cambia? Sí, pues neti-neti, lo apartamos de nuestra mente, pero sin enfadarnos, sólo observamos, discriminamos, y lo dejamos pasar.

La hipótesis de trabajo es: “La verdad es lo que no cambia, la no-verdad es todo aquello que cambia”. Lo que no cambia es aquello que hace que yo sea yo (lo que siempre he sido), y no sea otro. Aunque todo en mí cambia, sigo siendo yo, me pase lo que me pase, ¿a qué estoy llamando yo? Si ni mi cuerpo, ni mis emociones, ni mis pensamientos han permanecido a lo largo de mi vida, que es eso a lo que llamo YO. Hay que descubrirlo, porque eso que no cambia, es la Verdad, el Ser. Lo que soy de verdad. Eso es lo que tenemos que buscar en la meditación.

Hay que caminar con sabiduría dentro del laberinto o del templo (nuestro interior). La sabiduría es lo que nos protege, lo que evita que caigamos en las garras de la bestia (el hilo de Ariadna en el mito de Teseo y el Minotauro). La discriminación átmica mediante la técnica de Vichara (neti-neti).

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Pero sobre todo, hay que ponerse en disposición de hacerlo, no de intentarlo. No hay que intentar hacer las cosas, hay que hacerlas. Invocar es ordenar algo. Evocar es ponerse en condiciones de recibirlo.

LOTO – Símbolo del Yoga

La flor de loto nace de entre el barro para abrirse pura y perfecta, es de ahí de donde los hindúes iniciaron su respeto y adoración a la imagen del loto. Los pétalos que se abren simbolizan el crecimiento espiritual y para esta cultura, sus dioses aparecían sentados en flores de loto. Representa renovación.

Para los budistas, el loto simboliza la pureza de cuerpo y mente que crece sobre el barro de la tentación y el deseo. Se decía que Buda nació con la habilidad de que al caminar surgían flores de loto a sus pies. También representa el sol y la rueda de nacimientos, ya que sus pétalos se abren al amanecer y se cierran cuando oscurece.

Cada fase del desarrollo del loto desde que sus semillas caen en el fango, hasta que la flor se abre en la superficie del estanque, tiene una simbología relacionada con el Yoga: � El fango o la tierra donde

caen las semillas y donde tiene su raíz el loto representa el mundo físico. En la primera etapa, el ser humano va en busca del placer, pero “quién busca el placer acaba en el pozo del dolor”.

� El agua a través de la

cual el tallo de la planta va creciendo representa las emociones. El cuerpo emocional está enfocado en el deseo y la no consecución del objeto del deseo provoca la frustración. En esta etapa el ser humano está a merced de las pasiones.

� El aire, donde surge la planta al exterior, simboliza la mente independiente de los

estímulos físicos y de las emociones, que comienza a dirigir a los otros vehículos, hasta que se produce el desapasionamiento de la mente. “La razón es la primera luz que nos ilumina”. Hasta este momento caminamos en la oscuridad, aquí en contacto con el aire el loto se abre. El loto abierto simboliza la mente desapasionada, ecuánime, que de esta forma recibe los rayos del sol.

� El sol que calienta la flor y hace que se abra en su plenitud simboliza el espíritu, el Ser.

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Por eso, la Shakti aparece representada sobre un loto en el lago Kusumákara. No toca el agua (emociones), porque sus pies están sobre un loto abierto (razón, mente abierta).

La Shakti, Yogadevi, nos da la gracia para meditar a todos aquellos que la conquistan. ¿Cómo se conquista? A través del desapasionamiento de la mente y de la discriminación átmica (distinguiendo el Ser del no-Ser), como dice el Bhagavad Gita. Krishna dijo a Arjuna: “Mediante Samia y Abhyasa me alcanzarás”. Samia es mantener siempre en la mente la meta a alcanzar y Abhyasa enfocar la mente constantemente. Porque nos convertimos en aquello que pensamos. Por eso, sólo se debe meditar en el Ser. Cada vez que nos desviamos, hay que aplicar Samia y Abhyasa y mediante la técnica de Vichara (neti-neti) volvemos al camino cada vez que la mente se nos va. Tenemos que buscar al testigo interno, el que se da cuenta, eso que en nosotros no cambia, lo que siempre ha estado ahí. Para facilitar la meditación, ponemos la conciencia (que podemos colocar donde queramos) en la coronilla y la enfocamos en el entrecejo (o en el corazón). La coronilla representa la cima de la montaña, donde están los dioses, y mentalmente decimos:

� Al inspirar: “YO SOY” � Al expulsar el aire: “ESO QUE VE”

La meta de nuestro trabajo es el Atmán. Podemos decir el mantra en sánscrito:

OM NAMO NARAYANAYA

El conocedor se tiene que mirar a sí mismo. Al inspirar: “OM NAMÓ”, “yo soy”, nos damos cuenta de lo que somos, y al expulsar el aire: “NARAYANAYA”, “eso que ve”, nos damos cuenta del observador, eso que en mí se da cuenta: el Atmán.

El mantra nos sirve para concentrar la mente (es como el timón del barco). Vamos allí donde la mente nos lleva. Al mismo tiempo que el pensamiento se enfoca, el poder del mantra nos hace vibrar más en consonancia con el Ser, que de esta manera se puede expresar más fácilmente. El mantra “allana los caminos del Señor”, es decir, aparta los obstáculos (la vibración propia de los cuerpos inferiores) y hace que todos los cuerpos vibren al unísono. Lo que hace el mantra es

acallar los ruidos para que podamos percibir la voz de Señor.El mantra mental tiene más poder, pero a veces es necesario verbalizarlo o escribirlo para sacudir a la mente y que no se distraiga.

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8º paso: DHYANA

El Ser es el mismo en todos pero cada uno somos un centro de conciencia distinto, cada uno percibe al Ser desde su centro de conciencia en el grado en que puede (mayor sabiduría, mayor poder, mayor expansión de la conciencia).

Según el nivel de conciencia desarrollado tenemos tres formas de pensamiento: prakriti dhársana, atma dhársana y suddha dhársana. Tiene que ver con el grado de evolución de cada uno.

Prakriti dhársana: pensamiento materialista, tiene que ver con los cuerpos. Atma dhársana: pensamiento espiritual, discriminación del Ser y el no-Ser. Suddha dhársana: pensamiento trascendente, ver al Ser en todas partes.

Según el tipo de pensamiento hay diferentes prácticas:

� Pranayama prakrítico: asanas, respiración... � Pranayama atmiya: mantras � Pranayama suddha: meditación

Más poder

Cuando repetimos los mantras, generamos una energía condensada en expansión sonora. Es una energía mística que se desencadena con el sonido. Tiene efectos poderosos, armoniza los cuerpos. Es más poderoso que el pranayama prakrítico.

Suddha pranayama se hace con el pensamiento, enfocándolo en el Ser:

� Al inspirar � Percibimos el Ser individual. PURAKA � Al retener � La conciencia permanece en el Ser. KUMBHAKA � Al expulsar � Percibimos el Ser en todas partes. RECHAKA

PURAKA: de la multiplicidad al Ser, a la unidad. El éxito genera en Puraka:

� VASEKARAYAN: Magnetismo personal � YOJANAN: Capacidad de síntesis, encontrar la unidad en todo, el denominador común

de todo, ecuanimidad � SANKALPA THYAGA: Desapego del mundo, de los objetos, de las ambiciones

personales. � NIRAPEK SASTITI: Desapego por todas las cosas.

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KUMBHAKA: El éxito genera en Kumbhaka:

� ACHANCHALA MANAS KATUAN: Firmeza mental � EKARGRA CHITTA: Mente quieta, enfocada, concentrada. � ACHIUT ATMAN: Facultad de no retroceder, de no desviarse del camino a la meta (no

rendirse nunca) � SHANTA TUAN: Paz mental

RECHAKA: El éxito genera en Rechaka:

� Persistencia de la visión de la unidad en la multiplicidad.

La meditación es un suddha pranayama. Los tres tipos de dhársanas también generan los tres tipos de meditación:

� SAGUNA DHYANA: meditación con forma � NIRGUNA DHYANA: meditación sin forma, en el Ser � SUDDHA DHYANA: Percibir el Ser en todo

SAGUNA DHYANA

La mente necesita símbolos o atributos para poder dirigirse al objeto de meditación (aunque dicho objeto no tenga atributos como en el caso del Ser), Saguna Diana es el primer paso para poder llegar a la meditación trascendental (Suddha Dhyana): primero nos centramos en un objeto, luego eliminamos el objeto y nos concentramos en el Ser (Ninguna Dhyana) y

por último, podemos captarlo en todas partes.

Hay tres tipos de comprensión:

☼ Literal ☼ Mítica ☼ Mística

Cada uno de estos tipos de comprensión, lleva a una forma distinta de pranayama:

☼ Prakrítico ☼ Atmiya ☼ Suddha

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La técnica del sonido (Atmiya) es la más poderosa que existe, ya que el Ser es vibración. (El poder del sonido se representa mediante una caracola)

El peligro de la meditación con forma o Saguna, es tomar la forma por el Ser y caer en la idolatría.

En la meditación Nirguna, no hay formas, sólo se percibe la presencia del Ser. El estado en el que parece que la mente no está se llama NIRUDDHA.

En la meditación Suddha, percibimos al Ser en todas partes.

El Ser se manifiesta a través de los 7 rayos de la creación:

Los tres primeros corresponden a AUM

1. A Voluntad Azul

2. U Amor-Sabiduría Oro

3. M Inteligencia Creadora Rosa

La tercera se subdivide a su vez en 4 rayos:

4. Armonía Pureza, Arte, Belleza Cristalino, Transparente 5. Ciencia Verde 6. Devoción Rubí y Oro 7. Magia ceremonial Rituales Violeta

Estos siete rayos se corresponden con los siete cuerpos:

1. Cuerpo Átmico (Voluntad) 2. Cuerpo Búdico (Amor-Sabiduría) 3. Cuerpo Mental Superior (Inteligencia) 4. Cuerpo Causal o Alma (Armonía) 5. Cuerpo Mental Inferior (Ciencia) 6. Cuerpo Emocional (Devoción) 7. Cuerpo Físico (Rituales)

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Glosario de términos:

Epéndimo

Membrana que tapiza los ventrículos del cerebro y el conducto central de la médula espinal.

Bulbo raquídeo

El bulbo raquídeo, médula oblonga o mielencéfalo es el más bajo de los tres segmentos del tronco del encéfalo, situándose entre el puente troncoencefálico o protuberancia anular (por arriba) y la médula espinal (por debajo). Presenta la forma de un cono truncado de vértice inferior, de tres centímetros de longitud aproximadamente. Limita con la médula espinal en la decusación de las Pirámides o de Misticheli. Mientras que la división con la protuberancia anular es neta y está dada por el surco bulboprotuberancial, pero sólo en las caras anterior y laterales, en la cara posterior el límite se hace menos claro, ya que en dicha cara sólo la mitad inferior es visible y la mitad superior constituye parte del piso del 4º ventrículo.

Sus funciones son la transmisión de impulsos de la médula espinal al cerebro. También se localizan las funciones cardiacas, respiratorias, gastrointestinales y vasoconstrictoras.

Está situado entre la médula espinal y el encéfalo.

Hipófisis

La hipófisis o glándula pituitaria es una glándula endocrina que segrega hormonas encargadas de regular la homeostasis incluyendo las hormonas tróficas que regulan la función de otras glándulas del sistema endocrino, dependiendo en parte del hipotálamo el cual a su vez regula la secreción de algunas hormonas. Es una glándula compleja que se aloja en un espacio óseo llamado silla turca del hueso esfenoides, situada en la base del cráneo, en la fosa cerebral media, que conecta con el hipotálamo a través del tallo pituitario o tallo hipofisario. Tiene forma ovalada con un diámetro anteroposterior de 8 mm, trasversal de 12 mm y 6 mm en sentido vertical, en promedio pesa en el hombre adulto 500 miligramos, en la mujer 600 mg y en las que han tenido varios partos, hasta 700 mg.

Aristóteles creía que el moco nasal (llamado pītuīta en latín) se generaba en el cerebro, y salía por la nariz. En 1543, Vesalio escribió lo mismo: que el moco nasal procedía de esa glándula en el cerebro. De allí el nombre «pituitaria»: glándula generadora de moco. En el siglo siguiente (XVII) se deshizo el error (el moco no provenía del cerebro, sino del interior de la misma nariz), y la anatomía ha preferido renombrar a esa glándula «hipófisis». Desde 1723, en latín científico, se documenta el nombre «pituitaria» o «membrana pituitaria» (‘mucosa generadora de moco’) para la mucosa nasal o mucosa olfatoria.

El término «hipófisis» proviene del griego hipo (‘debajo’) y fisis (‘crecer’).

Curso 2011

Suddha Raya Yoga


Diencéfalo

El diencéfalo es una parte del encéfalo. Abultamiento del compartimiento mediano más anterior del tubo neural embrionario. Sus partes anatómicas son:

• Hipófisis

• Hipotálamo: Forma el suelo del tálamo, donde se localiza la hipófisis, glándula con función neuroendocrina, que regula el funcionamiento de todo el sistema hormonal. Además, el hipotálamo controla las funciones viscerales autónomas e impulsos sexuales y constituye el centro del apetito, de la sed y del sueño.

• Subtálamo: Aquí se encuentra: Núcleo rojo y sustancia gris

• Tálamo: Está formado por dos masas voluminosas situadas bajo los hemisferios cerebrales. Constituye la vía de entrada para todos los estímulos sensoriales excepto el olfatorio. Está conectado con la corteza y filtra los estímulos que llegan a ella y es el centro donde residen las emociones y sentimientos.

• Epitálamo: Estructura diencefálica situada sobre el tálamo. Comprende: glándula pineal, núcleos habenulares y estrías medulares.

• Metatálamo

• Tercer ventrículo: Ocupa el interior del diencéfalo y se comunica con los ventrículos cerebrales a través del agujero de Monro. El techo del tercer ventrículo se denomina epitálamo, y en él se localiza la epífisis o glándula pineal

Oxitocina

La oxitocina (del griego ὀξύς oxys „rápido“ und τόκος tokos „nacimiento“) es una hormona relacionada con

los patrones sexuales y con la conducta maternal y paternal que actúa también como neurotransmisor en el cerebro. En las mujeres, la oxitocina se libera en grandes cantidades tras la distensión del cérvix uterino y la vagina durante el parto, así como en respuesta a la estimulación del pezón por la succión del bebé, facilitando por tanto el parto y la lactancia.

También se piensa que su función está asociada con el contacto y el orgasmo. Algunos la llaman la "molécula del amor" o "la molécula afrodisíaca". En el cerebro parece estar involucrada en el reconocimiento y establecimiento de relaciones sociales y podría estar involucrada en la formación de relaciones de confianza y generosidad entre personas.

Vasopresina

La hormona antidiurética (ADH), o arginina vasopresina (AVP), es una hormona liberada principalmente en respuesta a cambios en la osmolaridad sérica o en el volumen sanguíneo. También conocida como argipresina. Hace que los riñones conserven agua mediante la concentración de orina y la reducción de su volumen, estimulando la reabsorción de agua. Recibe su nombre de esta importante función como regulador homeostásico de fluidos. También tiene funciones en el cerebro y en los vasos sanguíneos.

Es una hormona pequeña (oligopéptido) constituida por nueve aminoácidos: NH2-Cys-Tyr-Phe-Gln-Asn-Cys-Pro-Arg-Gly-COOH. Las vasopresinas son hormonas péptidas producidas en el hipotálamo. La mayoría se almacenan en la parte posterior de la glándula pituitaria (neurohipófisis) con el fin de ser liberadas en la corriente sanguínea, siendo algunas de ellas liberadas incluso directamente en el cerebro. La vasopresina está en elevadas concentraciones en el locus coeruleus y en la sustancia negra, que son núcleos catecolaminérgicos.

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