Plan de Trabajo Para America Unesco

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    2016

    Agenda 2030Plan de trabajoregional de culturapara Amrica Latina

    y el Caribe

    LAC UNESCO

    2016 - 2021

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    Basedelatorretadeunodeloscaonesdegruesocalibre,GonzlezHontoria,delCruceroAcorazadoVizcaya,enAserradero,MunicipioGuam,SantiagodeCubaJ.V.Gonzlez

    "La cultura es un sector esencial para generar un desarrollo ms sostenible,

    tanto econmico como social, por medio de infraestructuras resilientes que

    estn arraigadas en las situaciones locales y se basan en la historia y los

    conocimientos de las comunidades y de los pueblos"

    Irina Bokova, Directora General de la UNESCO.Taller para la aprobacin del Plan de Trabajo de Cultura de la UNESCO para Amrica Latina y el Caribe (2016 -2021), La Habana, 28 de Septiembre del 2015

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    SUMARIO

    CULTURA Y DESARROLLO 14

    EDICIN: ALBERT VILLALONGA [email protected]: ARNULFO ESPINOSA [email protected]

    CONTACTO UNESCO LA [email protected] CALZADA N. 551, ESQUINA A CALLE D,VEDADO, LA HABANA. CP 10400TEL.: +537 833 3438FAX: +537 833 3144

    SUMARIO

    CULTURA Y DESARROLLO ES UNA REVISTA PERIDICA QUE LA OFICINA REGIONAL DE CULTURA DE LA UNESCO PARA AMRICA LATINA Y EL CARIBE PUBLICA DESDE EL AO 2000. ES UN ESPACIO DE REFLEXIN, INTERCAMBIO Y DIFUSIN DE IDEAS Y EXPERIENCIAS QUE MUESTRAN

    QUE LA CULTURA ES UN ELEMENTO PRIORITARIO PARA EL DESARROLLO HUMANO Y ECONMICO DE LA REGIN. ESTE NMERO EN SU VERSIN DIGITAL SE ENCUENTRA DISPONIBLE EN ESPAOL, INGLS, FRANCS Y PORTUGUS EN

    WWW.UNESCO.ORG / WWW.UNESCO.LACULT.ORG

    LOS ARTCULOS FIRMADOS EXPRESAN EL CRITERIO DE SUS AUTORES Y NO COMPROMETEN EN MODO ALGUNO A LA UNESCO. LAS IMGENES, EXCEPTO CUANDO SE INDICAN, SON PROPORCIONADAS POR LOS PROPIOS AUTORES QUIENES SON RESPONSABLES DE LAS MISMAS.

    EQUIPO EDITORIAL

    OFICINA REGIONAL DE CULTURA PARA AMRICA LATINAY EL CARIBE DE LA UNESCO LA HABANA CUBAwww.unesco.org/havana www.lacult.unesco.orgFERNANDO BRUGMAN ALBERT VILLALONGABEGOA GUZMN OLGA RUFINSLENIA GAMONAL

    LA UNESCO Y LACONTRIBUCIN ALDESARROLLO SOSTENIBLE

    LA CULTURA EN LOS OBJETIVOSDE DESARROLLO DEL MILENIO

    EL PROGRAMA DE CULTURA DELA UNESCO

    LAS CONVENCIONES DECULTURA DE LA UNESCO

    CULTURA Y DESARROLLO EN LAAGENDA 2030

    INDICADORES UNESCODE CULTURA PARA EL

    DESARROLLO

    3

    4

    8

    16

    20

    24

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    80

    CULTURA Y DESARROLLO ENAMRICA LATINA Y EL CARIBE

    LA REVISTA CULTURA YDESARROLLO

    EL FORO DE MINISTROS DECULTURA

    EL PORTAL DE CULTURA PARAAMRICA LATINA Y EL CARIBE

    PLAN DE TRABAJO REGIONALDE CULTURA PARA AMRICALATINA Y EL CARIBE

    TABLAS DE SEGUIMIENTO DELPLAN DE TRABAJO

    LA AGENDA 2030

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    Afinales de septiembre de 2015, la Asamblea

    General de Naciones Unidas aprob la nueva

    agenda de desarrollo sostenible, que durante

    los prximos quince aos marcar las pautas de

    las polticas de todos, y para todos. La agenda se pro-

    pone lograr sociedades ms equitativas y respetuosascon el medio ambiente, concienciadas en la necesidad

    de aplicar polticas sociales y econmicas para lograr el

    desarrollo humano y econmico, sin hacer peligrar el

    uso futuro de los recursos existentes.

    Dos semanas antes, la Directora General de la UNESCO,

    Irina Bokova, participaba en La Habana en la 3 reunin

    de Ministros de Cultura de la Comunidad de Estados La-

    tinoamericanos y de Caribe, que congreg a 33 delega-

    ciones de los Estados de la regin, 14 de ellas represen-

    tadas por sus ministros de Cultura. La Directora General

    subray el papel de Amrica Latina y el Caribe en laconsolidacin de los valores e ideales que hace 70 aos

    llevaron a la creacin de la UNESCO y la importancia de

    recuperarlos para hacer frente a los desafos actuales

    del mundo: Necesitamos esa energa hoy para respon-

    der a la violencia contra la cultura, para hacer frente al

    extremismo que destruye nuestra memoria comn y

    persigue a los individuos con base en sus creencias y

    tradiciones, en el Medio Oriente y en otras partes del

    mundo, dijo.

    La Directora General recalc adems el papel de la

    cultura en el diseo de sociedades ms integradoras y

    sostenibles que tengan en cuenta las identidades, valo-res y aptitudes de las comunidades: Hoy, en La Habana,

    hemos de aprovechar esta oportunidad para elevar to-

    dava ms el papel de la cultura y para que los Estados

    Miembros de la Comunidad de Estados Latinoamerica-

    nos y del Caribe incluyan la cultura y la diversidad cul-

    tural en todos los esfuer zos de desarrollo.

    Bokova inaugur tambin el taller regional para la dis-

    cusin y validacin del Plan de Trabajo de Cultura de la

    UNESCO para Amrica Latina y el Caribe 2016-2021. El

    Plan apoyar el logro de los nuevos Objetivos de Desa-

    rrollo Sostenible aprobados por la Asamblea Generalde la ONU, proponiendo acciones concretas e indica-

    dores de monitoreo sobre la defensa, conservacin y

    salvaguardia del patrimonio material e inmaterial, la

    prevencin y lucha contra el trfico ilcito de bienes

    culturales, la proteccin y promocin de la diversi-

    dad de las expresiones culturales y el fortalecimien-

    to de las industrias culturales y creativas.

    La cultura es un sector esencial para generar un desa-rrollo ms sostenible, tanto econmico como social,

    por medio de infraestructuras resilientes, arraigadas

    en los contextos locales y basadas en la historia y los

    conocimientos de los pueblos, dijo la Directora Gene-

    ral, quien abog por la participacin de todos en este

    plan de trabajo, que debe servir como una brjula

    para las acciones de los gobiernos en el mbito de la

    cultura para los prximos quince aos.

    En este nmero 14 de la revista Cultura y Desarro-

    llo, la Oficina Regional de Cultura de la UNESCO para

    Amrica Latina y el Caribe se complace en presentarese plan, resultado del esfuerzo conjunto de los Es-

    tados miembros de la Organizacin en la regin, a

    travs del compromiso de sus Comisiones Naciona-

    les para la UNESCO, sus Delegaciones Permanentes,

    sus centros bajo los auspicios de la Organizacin

    y, especialmente, sus sociedades civiles y expertos

    que durante los ltimos aos han enriquecido el

    trabajo de la UNESCO en toda Amrica Latina y el

    Caribe, tambin a travs de las once oficinas de la

    UNESCO en todo el continente.

    El nmero presenta adems, el trabajo de la UNESCO

    en el mbito de la cultura, los indicadores de culturapara el desarrollo, los contenidos de las revistas an-

    teriores todos disponibles en www.lacult.unesco.

    org, y un resumen de la Agenda 2030. Deseamos por

    tanto una feliz lectura de este documento, que espe-

    ramos sea tambin una til herramienta de trabajo

    durante los prximos aos.

    Fernando Brugman

    Coordinador de Cultura de la

    Oficina Regional de Cultura

    para Amrica Latina y el

    Caribe de la UNESCO en La

    Habana, Cuba

    EDITORIAL

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    Hoy, quince aos despus de la aprobacin de los Objetivos de

    Desarrollo del Milenio, sabemos que no ha sido posible cumplircon todas esas metas porque, en buena medida, los programas,

    estrategias y polticas de desarrollo adoptados no eran suficien-

    tes, o no fueron definidos adecuadamente.

    Asombrosamente, la cultura no fue incorporada a los Objetivos

    de Desarrollo del Milenio, ni tampoco a sus indicadores, al ale-

    garse numerosas dificultades para poder medir su impacto en

    el desarrollo.

    Sin embargo, una de las razones por las que no se alcanzaron los

    objetivos fijados en el ao 2000 es probablemente no haber re-

    conocido explcitamente el papel de la cultura en el crecimientoeconmico, en la gestin de recursos, en la resolucin de con-

    flictos, en abordar las inequidades sociales o en la reafirmacin

    de identidades.

    Tampoco se entendi entonces que la cultura es un vector ex-

    tremadamente eficiente de conocimiento, y que, por tanto, es

    la base de la innovacin y la creacin, incluida la creacin cien-tfica. Se ignor, quizs, que no existen recetas nicas de desa-

    rrollo, ya que son las culturas las que deben de determinar sus

    modelos de desarrollo, y no al contrario.

    Se olvid, en fin, que reconocer, valorar y compartir la cultura,

    las culturas de cada uno de nosotros y de nuestros colectivos

    diversos, es el paso imprescindible para reducir la desigualdad

    social y permitir la integracin plena en la sociedad.

    Es necesario recordar que el valor de la cultura est en la pro-

    duccin y consumo de bienes, servicios y actividades culturales,

    y en el conocimiento que nos transmitimos unos a otros a travsde smbolos que comprendemos e interiorizamos, para luego

    transformarlos e innovar. Esos smbolos compartidos dan un

    sentimiento de pertenencia colectiva y de identidad, una cohe-

    sin social necesaria para establecer relaciones, sean comercia-

    les, profesionales o personales.

    LA UNESCO, LA CULTURA, Y SU CONTRIBUCIN

    AL DESARROLLO SOSTENIBLE

    1.1. La cultura en los Objetivos de Desarrollo

    del Milenio

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    Adems, la comprensin de los smbolos empleados por otros

    colectivos, a travs del intercambio cultural, nos permiten esta-blecer relaciones ms all de nuestro grupo y, por ende, adquirir

    nuevos conocimientos. Nos permite resolver conflictos, y enta-

    blar un dilogo para ampliar horizontes.

    Por todo ello, la cultura debe ser reconocida como un pilar esen-

    cial de desarrollo que complemente los pilares econmico, social

    y medioambiental. La cultura entendida como un sector econ-

    mico, como un medio de transmisin de conocimiento y de iden-

    tidades, y como base de la calidad de vida, de la cohesin social, la

    resolucin de conflictos y la reduccin de desigualdades.

    La diversidad cultural es tan necesaria para el desarrollo sosteni-ble como la biodiversidad. Si se reduce la diversidad cultural, o

    se limita la capacidad de intercambio cultural entre las socieda-

    des, se destruiran recursos culturales. Esos recursos, a diferencia

    de los naturales, son ilimitados si se protegen y promocionan, ya

    que surgen de las personas mismas y del intercambio entre ellas.

    sa es la teora. Sin embargo, en la prctica, hay una infrautiliza-

    cin sistemtica de los recursos culturales, sean patrimoniales ocontemporneos, terrestres o subacuticos, muebles o inmue-

    bles, materiales o inmateriales, debido a la falta, o peor an, de la

    no aplicacin de normas, medidas y polticas para su proteccin,

    gestin y promocin.

    La destruccin, deterioro o trfico ilcito del patrimonio cultural

    no produce solo prdidas econmicas: vulnera el bien colecti-

    vo del acceso al conocimiento, hiere sentimientos de identidad,

    menoscaba nuestra capacidad colectiva de desarrollo, y reduce

    nuestra calidad de vida.

    UNESCO/F.Brugman

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    1.2. El Programa de la UNESCO

    A pesar de los problemas mencionados en el artculo anterior,

    las medidas de proteccin, salvaguarda y promocin existen. La37 sesin de la Conferencia General de la UNESCO aprob, en

    noviembre de 2013, el programa a medio y corto plazo de la Or-

    ganizacin que cuenta, en el mbito de la cultura, con dos prio-

    ridades estratgicas: la proteccin, promocin y transmisin del

    patrimonio, y la promocin de la creatividad y de la diversidad

    de expresiones culturales.

    Hasta el ao 2021, la UNESCO intervendr en el sector cultural a

    travs de dos ejes de accin que reflejan los objetivos a medio

    plazo. Se dar prioridad a la aplicacin efectiva de las convencio-

    nes de la UNESCO en el mbito de la cultura, con el propsito de:

    identificar, proteger, monitorear y gestionar de forma sos-

    tenible el patrimonio material, especialmente a travs de la

    aplicacin efectiva de la Convencin de 1972 (Patrimonio

    Mundial);

    promocionar el dilogo poltico para combatir la importa-

    cin, exportacin y transferencia de propiedad ilcitas de losbienes culturales, a travs de una mejorada y ms eficiente

    cooperacin internacional, que incluir la aplicacin de la

    Convencin de 1970 (prevencin del trfico ilcito) y la mejora

    de las capacidades de los museos;

    desarrollar y aplicar directivas globales, estratgicas y pro-

    yectadas al futuro a travs de la efectiva implementacin de

    la Convencin de 1954 y sus dos Protocolos (proteccin del

    patrimonio cultural en tiempos de conflicto), y obtener un

    efecto multiplicador;

    desarrollar y aplicar directivas globales, estratgicas y pro-yectadas al futuro a travs de la efectiva implementacin de

    la Convencin de 2001 (patrimonio cultural subacutico), y

    obtener un efecto multiplicador;

    SpotdepromocindelAoInternac

    ionaldelosAfrodescedientes.EscuelaInternacioanldeCineytelevisindeSanAntoniodelosBaos

    (C8ha)NicolsOrdoez,2

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    fortalecer las capacidades nacionales para la salvaguardia

    del patrimonio inmaterial a travs de la aplicacin efectiva

    de la Convencin de 2003 (patrimonio cultural inmaterial)

    fortalecer las capacidades nacionales para desarrollar e im-

    plementar polticas y medidas de promocin de la diversidad

    de expresiones culturales a travs de la efectiva aplicacin de

    la Convencin de 2005 (bienes, servicios y actividades cultu-

    rales).

    La UNESCO mantiene y refuerza su liderazgo en el mbito de la

    cultura prosiguiendo sus actividades en los planos internacional,

    regional y nacional e integrando la dimensin cultural en las pol-

    ticas y estrategias nacionales e internacionales de desarrollo.

    Para ello, presta especial atencin a acompaar a los Estados Miem-

    bros en la aplicacin efectiva y el seguimiento de los instrumentosnormativos de la Organizacin, su aplicacin nacional y el apoyo

    a la creacin de capacidades, al fortalecimiento de los entornos

    normativos, jurdicos e institucionales, a mejorar la gestin del co-

    nocimiento y a promover las mejores prcticas, entre otras cosas

    mediante una utilizacin ms sistemtica de las nuevas tecnologas.

    Adems vela para que las mujeres y los hombres gocen en pie de

    igualdad del derecho de acceso, participacin y contribucin a la

    vida cultural. Las convenciones tienen por objeto incorporar a to-

    dos los miembros de las comunidades a su ejecucin, alentando

    as a las mujeres y a los hombres a beneficiarse de igual manera

    del patrimonio y la creatividad.

    A travs del Programa de Cultura se fomenta la participacin de

    comunidades, profesionales, actores culturales, organizaciones

    no gubernamentales, organizaciones sin fines de lucro, expertos y

    centros especializados en la aplicacin de las convenciones, asig-

    nando especial importancia a los jvenes y las mujeres dentro

    de la atencin particular prestada a los Pequeos Estados In-

    sulares en Desarrollo (PEID) y los sectores ms vulnerables de

    la sociedad, como los pueblos indgenas y las comunidades de

    afrodescendientes.

    De igual manera promueve la cooperacin Sur-Sur y Norte-

    Sur-Sur, as como el establecimiento de asociaciones de cola-

    boracin con la sociedad civil, el sector privado, organizacio-

    nes del Sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones

    internacionales.

    A tal fin, la estrecha colaboracin con las Comisiones Naciona-

    les para la UNESCO es fundamental al tratarse de parte de la es-

    tructura global de la Organizacin prevista por la Constitucin.

    Creadas por sus gobiernos respectivos, de conformidad con el

    Artculo VII de la Constitucin de la UNESCO, las ComisionesNaciones actan permanentemente con el objetivo de asociar

    a sus organizaciones gubernamentales y no gubernamentales

    que intervienen en las esferas de la educacin, la ciencia, la cul-

    tura y la comunicacin a la labor de la Organizacin.

    Se tomarn adems las medidas encaminadas a aprovechar

    plenamente el potencial de los centros de categora 2 bajo los

    auspicios de la UNESCO, con el fin de contribuir a la creacin

    de plataformas regionales y subregionales descentralizadas

    para una ejecucin ms eficaz y eficiente de las actividades.

    Los cuatro centros de categora 2 para el sector de cultura pre-

    sentes en la regin son el Centro Regional para el Fomento delLibro en Amrica Latina y el Caribe (CERLALC); el Centro Regio-

    nal para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de

    Amrica Latina (CRESPIAL); el Centro Regional de Formacin

    en Gestin del Patrimonio (Lucio Costa); y el Centro Regional

    del Patrimonio Mundial en Zacatecas.

    SpotdepromocindelAoInternac

    ionaldelosAfrodescedientes.EscuelaInternacioanldeCineytelevisindeSanAntoniodelosBaos

    (C8ha)NicolsOrdoez,2

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    La UNESCO, tras los esfuerzos realizados durante los ltimos aos

    para incluir la cultura en la Agenda 2030 seguir promoviendo el

    patrimonio, la creatividad cultural y la innovacin como vectores

    del dilogo, la cooperacin y el entendimiento mutuo, especial-

    mente en situaciones de crisis, como componente especfico de

    iniciativas ms amplias de promocin de enfoques innovadores

    del desarrollo sostenible.

    Estos esfuerzos han estado sobre todo encaminados a elaborar

    metodologas (Marco de Estadsticas Culturales de la UNESCO

    2009) e indicadores (Indicadores UNESCO de Cultura para el Desa-

    rrollo), realizar estudios (Informe de Economa Creativa; Igualdad

    de gnero, patrimonio y creatividad) y publicaciones de difusin

    especializadas (Revista Cultura & Desarrollo) que demuestran con

    datos cuantitativos y cualitativos y visibilizan la relacin directa

    entre cultura y desarrollo humano, social y econmico, as como

    la sostenibilidad medioambiental.

    A todo esto se suma la experiencia de los programas conjuntos

    de cultura y desarrollo, en el marco del Fondo para el logro delos Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), implementados

    en todas las regiones del mundo, incluida Amrica Latina y el

    Caribe, en concreto en Costa Rica, Ecuador, Honduras, Nicaragua

    y Uruguay. Las historias de xito, los resultados alcanzados y su

    contribucin al logro de los ODM demuestran el valor agregado

    y la complementariedad de la cultura en el momento de imple-

    mentar actividades de desarrollo.

    El documento ms reciente que aborda esta estrecha relacin en-

    tre cultura y desarrollo es el Informe final de los dilogos sobre

    cultura y desarrollo para la Agenda de Desarrollo Post-2015, fruto

    del trabajo conjunto de UNESCO, UNFPA y PNUD. Se basa en los

    resultados de las consultas nacionales realizadas en Ecuador, Bos-

    nia y Herzegovina, Mali, Marruecos y Serbia; y acopia alrededor de

    139 contribuciones de gobiernos, universidades, organizaciones

    no gubernamentales, sector privado y profesionales del sector de

    la cultura recibidas a travs de convocatorias y debates en plata-

    formas en internet.

    A travs de estas consultas nacionales y globales, se identificaron

    seis aspectos en los que la cultura contribuye directamente a lo-

    grar un desarrollo sostenible y justo para todas las personas: (1)reduccin de la pobreza; (2) educacin; (3) igualdad de gnero y

    empoderamiento de las mujeres; (4) ciudades sostenibles y urba-

    nizacin; (5) medioambiente y cambio climtico; y (6)la inclusin

    y reconciliacin.

    Es decir, la cultura puede contribuir de forma importante a redu-

    cir la pobreza, ya que se trata de un sector econmico que ofrece

    oportunidades de empleos y de ingresos econmicos. Adems,

    la participacin en el sector cultural y la adopcin de los valores

    culturales ofrecen oportunidades importantes para el progreso

    de la igualdad entre los gneros y el empoderamiento de la mu-

    jer. Por ello, las estrategias educativas deben tener como finalidadpromover la alfabetizacin cultural y dotar a los jvenes de las

    competencias necesarias para vivir en una sociedad pluricultural

    y diversa, tanto en trminos econmicos como sociales.

    Adems, la renovacin de zonas urbanas y espacios pblicos

    centrada en la cultura ayuda a conservar el tejido social, atraer la

    inversin y mejorar los beneficios econmicos. No cabe duda de

    que los programas de desarrollo que tienen en cuenta la relacin

    entre la diversidad cultural y la biodiversidad, incluidos los co-

    nocimientos tradicionales, garantizan una mayor sostenibilidad

    ambiental.

    La cultura puede tender puentes y propiciar procesos de reconci-

    liacin ms eficaces con la implicacin plena de las comunidades.

    MaraGarca-Abril/UNESCO

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    1.3. Las convenciones de Cultura

    Las convenciones de la UNESCO no son slo tratados internacio-nales. Son herramientas para el desarrollo y aplicacin de polticas

    efectivas de conservacin, salvaguardia y promocin del patrimo-

    nio y las industrias creativas, complementarias a medidas econmi-

    cas, sociales o medioambientales. Los rganos de gobierno de esas

    convenciones, apoyados por la Secretara de la UNESCO, desarro-

    llan de forma continua las convenciones a travs de la actualizacin

    de sus respectivas directrices operativas de aplicacin.

    Las convenciones y sus directrices forman un cuerpo normativoy programtico nico que ofrece un amplio abanico para el desa-

    rrollo y aplicacin de polticas nacionales encaminadas tambin a

    mejorar la calidad de vida, gestionar el patrimonio cultural y na-

    tural de forma sostenible y en beneficio colectivo, generar ingre-

    sos, resolver conflictos, reforzar la cohesin social, promocionar la

    diversidad cultural y, por ende, el dilogo intercultural, el respeto

    mutuo y la cultura de paz.

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    LAS

    CONVENCIONESDE CULTURA

    DE LA UNESCO

    Convencin sobre la Proteccin de los Bienes Culturales en

    caso de Conflicto Armado (1954)

    La Convencin de 1954, sobre la Proteccin de los Bienes

    Culturales en caso de Conflicto Armado fue el primer tratado

    internacional destinado a la proteccin del patrimonio cultu-

    ral en el contexto de la guerra, y que puso de relieve el con-

    cepto de patrimonio comn y llev a la creacin del Comit

    Internacional del Escudo Azul (ICBS). Este comit estableci

    el smbolo del Escudo Azul para identificar los bienes cultu-

    rales protegidos en caso de conflicto armado.

    Adicionalmente, esta convencin dispone de dos protocolos

    (1954 y 1999) que complementan y refuerzan sus artculos y

    disposiciones.

    Convencin sobre las Medidas que Deben Adoptarse para

    Prohibir e Impedir la Importacin, la Exportacin y la Trans-

    ferencia de Pro piedades Ilcitas de Bienes Culturales (1970)

    Desde finales de los aos 1960 y comienzos de 1970, los ro-

    bos se han incrementado permanentemente, tanto en los

    museos como en los sitios arqueolgicos, especialmente en

    los pases del Sur. En el Norte, a los coleccionistas privados y,

    a menudo, a las instituciones oficiales, se les proponen cada

    vez ms obras de origen ilcito.

    En este contexto y para responder a tales situaciones, en1970 se estableci la Convencin sobre las medidas que

    deben adoptarse para prohibir e impedir la importacin,

    exportacin y la transferencia de propiedad ilcitas de los

    bienes culturales.

    La Convencin sobre la Proteccin del Patrimonio Mundial

    Cultural y Natural (1972)

    La convencintiene como objetivo promover la identifica-

    cin, la proteccin y la preservacin del patrimonio cultural y

    natural considerado de valor excepcional universal.

    Mediante esta Convencin, los Estados Partes se comprome-

    ten identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a

    las generaciones futuras el patrimonio situado en su territo-

    rio, adems de comprometerse a asignar los recursos necesa-

    rios para esta labor de gestin.

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    Convencin sobre la Proteccin del Patrimonio Cultural

    Subacutico (2001)

    El Patrimonio cultural subacutico comprende todos aque-

    llos rastros de existencia humana que estn o hayan estado

    bajo el agua, parcial o totalmente y que tengan un carcter

    cultural o histrico.

    Reconociendo la creciente necesidad de proteger este pa-trimonio, la UNESCO elabor en 2001 la Convencin de la

    UNESCO sobre la Proteccin del Patrimonio Cultural Suba-

    cutico.

    Convencin sobre la Proteccin y Promocin de la Diversidad

    de las Expresiones Culturales (2005)

    La Convencin sobre la Proteccin y Promocin de las Diver-

    sidad de las expresiones culturales es un acuerdo internacio-nal jurdicamente vinculante que tiene como objetivo garan-

    tizar a los artistas, profesionales de la cultura, profesionales y

    ciudadanos en todo el mundo el poder crear, producir, difun-

    dir y disfrutar de una amplia gama de bienes culturales, ser-

    vicios y actividades, incluidas las propias. Adems, reconoce

    la naturaleza especfica de los bienes servicios y actividades

    culturales como transmisores de identidad, valores y signifi-

    cado. Por eso aunque tengan un valor econmico importan-

    te, no son solo mercancas o bienes de consumo.

    Convencin para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial

    (2003)

    La Convencin para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inma-

    terial tiene por objeto principal salvaguardar los usos, representa-

    ciones, expresiones, conocimientos y tcnicas de las comunidades,

    los grupos y, en algunos casos, los individuos, que son reconocidos

    como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio

    inmaterial se puede manifestar en mbitos tales como tradicionesorales, artes del espectculo, usos sociales, rituales, actos festivos,

    conocimientos y prcticas relativos a la naturaleza y el universo o

    tcnicas artesanales tradicionales.

    Convencin Universal sobre Derecho de Autor (1952)

    La Convencin Universal sobre Derecho de Autor establece que

    cada uno de los Estados Parte se compromete a tomar todas las

    disposiciones necesarias a fin de asegurar una proteccin suficiente

    y efectiva de los derechos de los autores (o de cualesquiera otros

    titulares de estos derechos) sobre obras literarias, cientficas y ar-

    tsticas.

    Recomendacin sobreMuseos y Colecciones (2015)

    La Recomendacin para la Proteccin y Promocin de Mu-

    seos y Colecciones, su Diversidad y su Rol en la Sociedad es

    un instrumento normativo que seala la importancia de la

    proteccin de los museos y las colecciones como un elemen-

    to clave para lograr un desarrollo sostenible, especialmente

    por el papel que juegan en la preservacin y proteccin del

    patrimonio, la proteccin y promocin de la diversidad cul-tural, la transmisin del conocimiento cientfico, el desarrollo

    de la poltica educativa, la cohesin social y el desarrollo de

    las industrias creativas y el turismo sostenible.

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    UNESCO/F.Brugman

    OBJETIVO 11 Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros,

    resilientes y sostenibles

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    13C & D 1 4 2 0 1 6

    1.4. Cultura y Desarrollo en la

    Agenda 2030

    En septiembre de 2015 se celebr en Nueva York la Cumbre de lasNaciones Unidas para la adopcin de la Agenda 2030 y en la cual

    se determinaron las prioridades y reas de accin en favor del de-

    sarrollo sostenible para los prximos decenios, y donde se demos-

    tr que la comunidad internacional es cada vez ms consciente de

    la necesidad de integrar la cultura en esta Agenda.

    En un nmero anterior de esta revista, y durante la reunin de sep-

    tiembre de 2015 en La Habana, el Subdirector General de Cultura

    de la UNESCO, Alfredo Prez de Armin, subrayaba que la cultura,

    en sus mltiples expresiones desde el patrimonio cultural hasta las

    industrias culturales y creativas y el turismo cultural, es tanto una

    condicin como un motor de los aspectos econmicos, socialesy medioambientales del desarrollo sostenible. Y as se reconoce

    ampliamente a travs de muchos ejemplos.

    En efecto, al garantizar los vnculos y el equilibrio entre las tres di-

    mensiones del desarrollo sostenible, la cultura puede contribuir aelaborar un modelo de desarrollo que responda a las preocupa-

    ciones actuales y aborde los retos del futuro, que mejore la efica-

    cia de las polticas de desarrollo y fortalezca la participacin de las

    administraciones nacionales, regionales y locales en la definicin

    e implantacin de los programas y estrategias que fomenten un

    cambio transformador.

    En este contexto, la UNESCO sigue trabajando con los gobiernos,

    las dems agencias de las Naciones Unidas y las organizaciones

    sociales para asegurar la inclusin de la cultura como condicin y

    motor de desarrollo sostenible en la implementacin de la Agen-

    da 2030.

    En los ltimos aos hemos sido testigos de un importante nme-

    ro de reuniones de alto nivel sobre la relacin entre la cultura y

    el desarrollo sostenible, en las que se presentaron experiencias e

    iniciativas que han tenido verdadero xito sobre el terreno.

    PaisajeAgaveroEdalyQuiroz

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    14 C & D 1 4 2 0 1 6

    Tan solo en 2013 se aprobaron una serie de documentos, entre los

    que destacan la Declaracin de Hangzhou adoptada durante el

    Congreso Internacional de Hangzhou (China) sobre la Cultura:

    Clave para el Desarrollo Sostenible en mayo, las conclusiones

    del debate temtico de alto nivel de la Asamblea General de las

    Naciones Unidas sobre Cultura y Desarrollo celebrado en junio,

    la Declaracin Ministerial del ECOSOC de julio, la edicin especial

    de 2013 del Informe de las Naciones Unidas sobre la Economa

    Creativa, que fue publicada conjuntamente por la UNESCO y el

    PNUD y la Promesa de Bali adoptada durante el Foro Mundial

    de Cultura de Bali (Indonesia) en noviembre.

    Ya en 2014, el segundo debate temtico especial sobre la Cultura y

    el Desarrollo Sostenible, organizado en mayo en la sede de las Na-

    ciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos) por el Presidente

    de la Asamblea General de las Naciones Unidas en colaboracin

    con la UNESCO, reuni a dieciocho ministros y representantes

    de alto nivel de los Estados Miembros (incluyendo a Argentina,

    Bahamas, Brasil, Hait, Jamaica, Paraguay, Per y Trinidad y To-

    bago) que destacaron la importancia de integrar la cultura en laAgenda, particularmente en cinco reas clave en las que la cultura

    puede jugar un papel decisivo: la erradicacin de la pobreza, la

    educacin de calidad, la gestin medioambiental sostenible, las

    ciudades sostenibles y la cohesin e inclusin social.

    Estos esfuerzos recibieron un nuevo aliento con la campaa El

    futuro que queremos incluye la cultura (#culture2015goal) im-

    pulsada por una coalicin de ms de 600 organizaciones no gu-

    bernamentales, que recogi unas 2.000 firmas provenientes de

    120 pases, en favor de la inclusin de metas e indicadores explci-

    tos sobre la cultura en la Agenda de Desarrollo Post-2105.

    Durante la tercera edicin del Foro Mundial de la UNESCO sobre

    la Cultura y las Industrias Culturales celebrado en Florencia (Italia)

    en octubre del 2014 de se adopt la denominada Declaracin de

    Florencia, en la que se presentan una serie de principios y reco-

    mendaciones dirigidas a los gobiernos, los agentes de la sociedad

    civil y el sector privado sobre estrategias eficaces que fomenten

    el cambio transformador y que siten la cultura en el centro de las

    futuras polticas de desarrollo sostenible.

    Asimismo, en el marco de dicho foro se present el primer infor-

    me de la UNESCO sobre Igualdad de Gnero, Patrimonio y Crea-

    tividad. Este informe pionero, que constituye el fruto de dcadas

    de reflexin y compromiso de la UNESCO con la promocin delos derechos humanos, incluidos los derechos de las mujeres, en

    todas las esferas la vida cultural, ilustra cmo la cultura puede ser

    un poderoso aliado para alcanzar la igualdad de gnero y la cons-

    truccin de sociedades ms prsperas e inclusivas.

    Tal y como afirmaron rotundamente los participantes en el deba-

    te temtico especial sobre la Cultura y la Agenda de Desarrollo

    Post-2015 celebrado el pasado mayo, la cultura es un poderoso

    recurso para la erradicacin de la pobreza. De acuerdo con el Ban-

    co Mundial, la cultura ayudar a alcanzar antes de 2030 el ambi-

    cioso objetivo que pretende reducir al 3 por ciento el porcentaje

    de personas que viven con menos de 1,25 dlares estadouniden-ses al da.

    Las industrias culturales y creativas, segn el Informe sobre la

    Economa Creativa de 2013, son unos de los sectores ms din-

    micos y de ms rpida expansin de la economa mundial, lo cual

    contribuye al crecimiento econmico sostenible, la generacin de

    ingresos y la creacin de empleos estables. Actualmente, casi el 5

    por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de Ecuador y el 3,4 por

    ciento del PIB de Colombia procede de actividades culturales. En

    Argentina, el sector creativo emplea a alrededor de 300.000 per-

    sonas, representando el 3,5 por ciento del PIB nacional. Adems,

    las industrias culturales y creativas ofrecen a los pases la posibili-

    dad de diversificar, expandir y fortalecer las economas nacionales,contribuyendo de este modo a la reduccin de las desigualdades

    sociales.

    Por otra parte, con ms de mil millones de personas viajando por

    el mundo en 2012, la relacin entre turismo y cultura ofrece una

    oportunidad incomparable para contribuir al crecimiento econ-

    mico inclusivo, el desarrollo social y la estabilidad institucional. El

    turismo cultural sostenible es un motor econmico que se basa

    fundamentalmente en la proteccin del patrimonio cultural y la

    promocin de las actividades e industrias culturales, lo cual real-

    za el perfil internacional de los destinos, permite la creacin de

    recursos para ser ms competitivos, fortalece a las comunidadeslocales y favorece el dilogo y el entendimiento mutuo. Es necesa-

    rio subrayar, a este respecto, la necesidad de lograr que el turismo

    cultural sea verdaderamente sostenible, es decir, compatible con

    el mantenimiento y la adecuada gestin de los valores culturales

    de los lugares visitados, evitando su desnaturalizacin o su desa-

    paricin a causa de la explotacin abusiva o de la erradicacin de

    las actividades econmicas tradicionales.

    En la actualidad, se reconoce ampliamente que la manera en la

    que las personas aprenden, adquieren y transmiten conocimien-

    tos est ntimamente ligada al contexto geogrfico, histrico y lin-

    gstico. Por ello, aquellas estrategias y programas educativos que

    tienen en cuenta la diversidad cultural, tienden a ser ms eficaces

    a la hora de ofrecer educacin de calidad.

    Los currculos educativos que toman en consideracin el contexto

    local y que incluyen la educacin artstica dotan a los ciudadanos

    de las capacidades necesarias para responder a los desafos a los

    que se enfrentan las sociedades contemporneas, contribuyendo

    as a fomentar la libertad de expresin, promover el pluralismo y,

    en definitiva, a tener sociedades ms integradas. Este es el caso de

    Brasil, que en los ltimos aos ha invertido en la creacin de cen-

    tros de formacin para las artes, que se han convertido en motores

    de inclusin social, revitalizacin urbana y creacin de empleo.

    Asimismo, la cultura, y ms concretamente los conocimientos tra-

    dicionales y las prcticas locales de gestin medioambiental, tie-

    nen la capacidad de contribuir sustancialmente a la sostenibilidad

    medioambiental y a su mantenimiento por parte de las comunida-

    des afectadas. Estos conocimientos y prcticas tradicionales, que

    constituyen un valioso patrimonio cultural inmaterial, nos ofre-

    cen herramientas tiles para garantizar la sostenibilidad agrcola

    y la seguridad alimentaria, prevenir la prdida de biodiversidad,

    adems de para hacer frente a los desafos medioambientales,

    la reduccin de los riesgos de los desastres y la mitigacin de los

    efectos del cambio climtico. En este sentido, los sistemas de ges-

    tin de aguas de San Cristbal de las Casas (Mxico), los cuales sebasan en la tradicin cultural maya que considera el agua como un

    recurso comunitario que debe ser gestionado por el conjunto de

    la comunidad, fortalecen los vnculos entre sus miembros y asegu-

    ran la gestin sostenible de los recursos naturales.

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    De esta manera, la integracin de aspectos culturales y mtodos

    tradicionales en el desarrollo medioambiental comporta la par-

    ticipacin activa de las comunidades locales y favorece una rela-cin ms armoniosa entre la humanidad y el medio ambiente.

    En 2030, se espera que el 70 por ciento de la poblacin mundial

    viva en ciudades. Ello plantea una serie de desafos, entre los que

    destacan la necesidad de establecer un sistema de gestin soste-

    nible de la planificacin y el desarrollo urbanos.

    El patrimonio cultural, las ciudades histricas y los museos suponen

    un recurso estratgico para el desarrollo local en estos tiempos de

    rpida transformacin urbana, pues la regeneracin de los cascos

    histricos, la reordenacin sostenible de las reas urbanas y los es-

    pacios pblicos y la participacin de las comunidades locales en la

    proteccin, gestin y disfrute del patrimonio redundan en una me-jora de las condiciones de vida de la poblacin y en la preservacin

    del tejido social. En definitiva, en ciudades sostenibles.

    De la misma manera, las industrias culturales y creativas son fun-

    damentales para asegurar que las ciudades desarrollen una rica y

    activa vida cultural, atraigan inversiones y favorezcan la cohesin

    entre sus comunidades.

    Por lo dems, el acceso y la participacin plena e igualitaria de to-

    das las personas en la vida cultural es un requisito indispensable

    para mejorar la cohesin e inclusin social y contribuir a la cons-

    truccin de un futuro mejor.

    La cultura tiene un potencial extraordinario para generar el di-

    logo entre los miembros de la sociedad, fortalecer a la sociedad

    civil y favorecer la vida democrtica, alentando el ejercicio de las li-

    bertades, la tolerancia, el entendimiento, la paz y la reconciliacin.

    Constituye tambin un punto de apoyo eficaz a la hora de estre-

    char los lazos sociales en la respuesta a los desastres y las crisis.

    As ocurri en Hait tras el terremoto de 2010, cuando la poblacin

    afectada hizo uso del teatro, la danza y la msica como medios de

    expresin y mecanismos para superar el trauma sufrido a raz del

    trgico acontecimiento.

    Los prximos aos son cruciales para avanzar en este esfuerzo

    compartido por los Gobiernos, las organizaciones internaciona-

    les, la sociedad civil y el sector privado. Ahora ms que nunca de-

    bemos concentrar nuestras energas en mantener la inclusin de

    la cultura en la implementacin de la Agenda 2030.

    *El presente texto es una actualizacin del texto realizado por Alfredo

    Prez de Armian, ex director general adjunto de la UNESCO y publi-

    cado en la Revista Cultura y Desarrollo n 13.

    UNESCO/F.Brugman,2

    016

    OBJETIVO 13 Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climtico y sus efectos

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    16 C & D 1 4 2 0 1 6

    Resumen:

    De qu manera contribuye la cultura al desarrollo de un pas?,

    Cmo interacciona con otras reas prioritarias del desarrollo?,

    Cmo se gestionan los recursos de la cultura para apoyar lasustentabilidad de los procesos de cambio? Estas son algunas

    de las preguntas a las que los Indicadores UNESCO de la Cultu-

    ra para el Desarrollo (IUCD) pretende dar respuesta, generando

    nuevos conocimiento y datos sobre la realidad y el potencial de

    la cultura en diversos pases de renta media y media-baja.

    Este proyecto de investigacin aplicada inici su andadura en

    2009 con el apoyo de la Agencia Espaola de Cooperacin Inter-

    nacional para el Desarrollo (AECID) en el marco de la implemen-

    tacin de la Convencin sobre la Proteccin y la Promocin de la

    Diversidad de las Expresiones Culturales. Cuatro aos despus

    y tras un exhaustivo proceso de investigacin y una rigurosafase de prueba en diez pases, la UNESCO pone a disposicin

    de la comunidad internacional una metodologa para construir

    22 indicadores que miden el papel que juega la cultura en los

    procesos de desarrollo a nivel pas. Los IUCD abordan la cultura

    tanto en su acepcin amplia de valores y normas que orientan

    la conducta humana como en su sentido restringido de sector

    de actividad organizada. Gracias a su enfoque pragmtico y

    flexible, que privilegia las fuentes nacionales, los IUCD supera

    n los obstculos tradicionales ligados a la precariedad de las es-tadsticas culturales, proponiendo una herramienta de medida

    y anlisis que apoya eficazmente la formulacin de polticas y

    facilita el dialogo entre diferentes actores de desarrollo.

    Introduccin

    La inclusin efectiva de la cultura en las estrategias nacionales e

    internacionales de desarrollo exige avanzar en la produccin de

    nuevas informaciones y datos que evidencien, exploren y evalen

    las mltiples, ricas y variadas formas de contribucin de la cultura

    a los procesos de desarrollo, admitiendo la complejidad de esta

    tarea y los desafos que plantean sin por ello renunciar a la accin.

    La notable ausencia de la cultura en los principales instrumen-

    tos de medida del desarrollo, bien sean los del Banco Mundial,

    el ndice de Desarrollo Humano del PNUD, o los indicadores de

    progreso de la OCDE, son un fiel reflejo de esta situacin. En

    un entorno en los que los indicadores marcan los estndares

    1.5. Indicadores UNESCO

    de Cultura para el Desarrollo

  • 7/25/2019 Plan de Trabajo Para America Unesco

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    17C & D 1 4 2 0 1 6

    de polticas de desarrollo a seguir, la ausencia de indicadores y

    herramientas para medir el papel de la cultura representa una

    seria desventaja, particularmente en un momento en el que la

    comunidad internacional se prepara para implementar la nueva

    agenda de desarrollo.

    Tratando de buscar soluciones pragmticas a esta ausencia de

    datos cuantitativos, la UNESCO, con el apoyo de AECID, lanza en

    el ao 2009 desde la Secretara de la Convencin sobre la Pro-

    teccin y la Promocin de la Diversidad de Expresiones Cultu-

    rales un proceso de investigacin aplicada para elaborar una

    herramienta operacional que responda a la necesidad de los

    pases de contar con datos e informaciones empricas que ilus-

    tren factualmente las interrelaciones multidimensionales entre

    cultura y desarrollo. A lo largo de cuatro aos se han asociado a

    este proyecto expertos internacionales y jvenes investigadores

    que han contribuido a la conceptualizacin, desarrollo y prueba

    de una metodologa de construccin de indicadores: los Indica-

    dores UNESCO de la Cultura para el Desarrollo. Asimismo, han

    colaborado activamente 11 pases socios, en particular pases derenta media, media baja y baja, a travs de dos fases de prueba,

    ajuste y validacin de los indicadores.

    Con este proyecto la UNESCO persigue traducir el abundante

    discurso terico y poltico relativo a la importancia de la cultura

    en el desarrollo de los pases, en datos empricos y tangibles que

    logren convencer, ya no slo a los actores culturales, sino sobre

    todo a otros actores del desarrollo, de la valiosa contribucin

    de la cultura no slo como un instrumento del desarrollo, sino

    tambin como un fin del mismo.

    El resultado es una herramienta pragmtica de medida y anli-

    sis, adaptada a las realidades estadsticas nacionales - caracte-

    rizadas por una disponibilidad limitada de fuentes de datos y

    de capacidades de tratamiento estadstico- que abraza la visin

    fundacional de Nuestra Diversidad Creativa, el informe de la Co-

    misin Mundial para la Cultura y el Desarrollo (UN/UNESCO) y su

    llamado de pasar a la accin.

    En este artculo se presenta a grandes rasgos el enfoque teri-

    co y metodolgico de los IUCD y las dimensiones abordadas a

    travs de 22 indicadores. Finalmente, se ofrecen algunos de los

    resultados obtenidos a nivel pas, as como una primera aproxi-

    macin a la lectura cruzada de los datos a travs de la modeliza-

    cin del ADN de la cultura para el desarrollo.

    Marco conceptual y definiciones de trabajo

    El punto de partida de los IUCD fue establecer con claridad el

    marco conceptual que deba sostener los indicadores propues-

    tos. Las definiciones de la cultura y del desarrollo son innumera-

    bles y no hay consenso sobre ellas. Las diferencias son de orden

    semntico, discursivo y poltico, vinculadas tambin a los obje-

    tivos e intereses desde los cuales se formulan. El anlisis de las

    interacciones, correlaciones y causalidades entre las distintas

    acepciones de cultura y los procesos de desarrollo econmico,

    social y poltico son en consecuencia extremadamente com-

    plejas. La diversidad de la(s) cultura(s), la particularidad de cadasituacin y contexto social, histrico y poltico, as como la difi-

    cultad de medir sus aspectos ms intangibles ha sido uno de los

    obstculos fundamentales para la generacin de datos estads-

    ticos comparables internacionalmente.

    Desde el reconocimiento de esta complejidad, los IUCD propo-

    nen unas definiciones de trabajo comunes que sirvan de base al

    conjunto de los indicadores.

    Los IUCD definen la cultura en dos sentidos. Por un lado, en su

    sentido amplio (antropolgico) como el conjunto de normas, va-

    lores, saberes, creencias, modos de vida y practicas simblicas

    que orientan la conducta individual y organizan el comporta-

    miento colectivo. Por otro lado, en su sentido restringido (sec-

    torial) como un sector de actividad que organiza las diferentes

    manifestaciones de la creatividad intelectual y artstica - tanto

    pasada como presente- y que incluye individuos, organizacio-

    nes e instituciones implicados en su transmisin y renovacin.

    Asimismo los IUCD define desarrollo como un proceso de cam-

    bio y transformacin de las sociedades y expansin de liberta-

    des, de forma que individuos y comunidades puedan acceder

    a la vida que valoran y tienen razones para valorar. Desde esta

    perspectiva el desarrollo es un proceso encaminado a mejorar

    la calidad de vida de los individuos. Conlleva la generacin deoportunidades que hacen posible que los individuos disfruten

    de libertades fundamentales, as como la promocin y defensa

    de los derechos y deberes que posibilitan su expansin.

    Desde estas definiciones y construyendo sobre trabajos previos,

    los IUCD aborda la contribucin de la cultura al desarrollo plan-

    tendola tanto como un fin en s mismo (funcin constitutiva)

    como un medio para conseguir otros fines del desarrollo (fun-

    cin instrumental).

    En este sentido y a grandes rasgos se entiende que la cultura es

    constitutiva del desarrollo porque la libertad de elegir los va-

    lores que uno cree deber defender y la existencia a la que uno

    debe aspirar [] son clave para que las personas puedan vivir

    de la manera que desean. La cultura en su doble acepcin am-

    plia y restringida es un objetivo en s mismo que enriquece el

    bienestar y la calidad de vida individual y colectiva.

    Tambin se entiende que la cultura en su funcin instrumental

    afecta positivamente a los componentes econmicos, sociales

    y polticos del desarrollo. Sus efectos positivos tambin se dan

    en sentido contrario y estos componentes modifican e influyen

    positivamente la(s) cultura(s), (Lpez Olarte, Omar 2013). Ello no

    quiere decir, sin embargo, que las interrelaciones entre la cultura

    y los dems componentes del desarrollo sean siempre positivasen ambos sentidos. Bien al contrario, desde las primeras discu-

    siones sobre cultura y desarrollo en los aos 60, se ha puesto de

    manifiesto como la cultura puede orientar tambin resistencias

    al cambio y tensiones. Por ejemplo, prcticas culturales con-

    cretas pueden generar desafos especialmente en lo relativo al

    respeto de derechos humanos fundamentales. No obstante los

    IUCD hace la opcin de poner el nfasis en los aspectos positi-

    vos.

    Una herramienta operacional para visibilizar la contribucin

    multidimensional de la cultura al desarrollo

    Los IUCD son una herramienta estadstica de sensibilizacin diri-gida a instancias nacionales e internacionales del desarrollo. Sus

    22 indicadores, organizados en 7 dimensiones clave, demues-

    tran las relaciones e interdependencias entre cultura y desarrollo

    e informan de la formulacin de polticas y medidas tanto cul-

    turales como de desarrollo que saquen plenamente partido del

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    18 C & D 1 4 2 0 1 6

    potencial que encierra la cultura.

    El resultado del trabajo de investigacin aplicada de los Indicado-

    res UNESCO de Cultura para el desarrollo, se declina, en primerlugar, en una serie de productos que permiten la implementacin

    futura de los IUCD a nivel nacional de forma que se ample el n-

    mero de pases cubiertos, a saber, un Manual Metodolgico, un Kit

    de Implementacin y una serie de guas prcticas que acompaan

    paso a paso los procesos de colecta y tratamiento de datos, la cons-

    truccin de los indicadores y el anlisis de resultados a travs de

    modelos de visualizacin atractivos y fcilmente comprensibles.

    Asimismo, se ha generado una base de datos que recoge los resul-

    tados obtenidos a nivel pas y que permite generar un modelo de

    ADN de la cultura para el desarrollo a nivel nacional. Estas herra-

    mientas estn disponibles en: http://en.unesco.org/creativity/cdis.

    En un esfuerzo por reducir la complejidad y avanzar de manerapragmtica en la generacin de conocimiento, los IUCD se foca-

    liza en siete dimensiones que se consideran especialmente rele-

    vantes para ilustrar y medir el papel de la cultura y su contribu-

    cin al desarrollo nacional. Idealmente, este esfuerzo debera

    proseguirse e incluyendo otras dimensiones importantes como

    las de Salud o Medio Ambiente que mantienen vnculos fuertes

    con la cultura.

    Importa sealar tambin que los IUCD no ha sido diseada para

    evaluar o monitorear programas o proyectos concretos sino para

    proporcionar informacin a nivel nacional sobre una serie limitada

    de dimensiones. Ofrece as una foto panormica nivel macro de:

    Las relaciones e interrelaciones entre cultura y desarrollo en

    torno a las 7 dimensiones estudiadas poniendo as de relieve

    el desempeo general de pas en la promocin de cultura

    como componente del desarrollo.

    El entorno existente (o emergente) de cara a la proteccin

    y promocin de los recursos, acervos y procesos culturales

    poniendo as de relieve los principales desafos y

    potencialidades existentes a nivel nacional para dinamizar las

    relaciones e interacciones positivas entre cultura y desarrollo.

    Los IUCD se compone de 22 indicadores simples o complejos

    que se organizan en indicadores de resultados (benchmark) o

    descriptivos (de naturaleza contextual) y abordan aspectos tan-

    gibles e intangibles, objetivos y subjetivos, relacionados con las

    condiciones de los recursos, acervos y procesos culturales en un

    pas determinado. Proporcionan as informacin sobre diversos

    parmetros o variables que se estiman afectan a la contribucin

    de la cultura en los procesos de desarrollo a nivel nacional.

    Algunas de las propuestas de indicadores de los IUCD no son

    nuevas, sino que se construyen sobre avances ya consolidados,

    como el caso del valor aadido al PIB o los consumos y prcticas

    culturales. En otros casos, algunos de los indicadores propues-

    tos para ilustrar ciertas dimensiones (por ejemplo, comunica-

    cin o gnero) son indicadores comnmente utilizados desde

    otras perspectivas distintas a las estrictamente culturales.

    Por otro lado, la metodologa de los IUCD privilegia siempre po-

    sibles fuentes secundarias (poco costosas) y nacionales (que son

    generalmente las ms fiables, precisas y actualizadas), poniendo

    as en valor los esfuerzos previos desarrollados en materia de in-formacin cultural a nivel nacional. Ello le confiere adems fle-

    xibilidad y pertinencia a la matriz, si bien en relativo detrimento

    de la comparabilidad de los datos. No obstante, y respondiendo

    a la demanda de los equipos y las autoridades nacionales, a lo

    largo de la elaboracin, prueba y validacin de los IUCD se han

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    19C & D 1 4 2 0 1 6

    Diagrama 1. IUCD : Dimensiones, sub-dimensiones e indicadores

    logrado construir elementos de comparabilidad internacional

    para buena parte de sus indicadores.

    Un aspecto fundamental a poner de relieve es que, ms all de la

    aproximacin particular de cada dimensin, la matriz global de

    resultados de los IUCD genera lecturas cruzadas que exploran

    los vnculos entre diferentes reas y dimensiones poniendo en

    evidencia, a nivel macro, las relaciones entre cultura y desarro-

    llo desde un punto de vista holstico e inclusivo. Este enfoque

    responde directamente a la lgica del concepto de batera de

    indicadores o Indicator Suite, que ha sido la opcin metodol -

    gica escogida para hacer frente a la escasez y limitacin de datos

    disponibles en la mayora de los pases-meta.

    Una matriz inclusiva: dimensiones e indicadores para un ADN de

    la cultura para el desarrollo

    A continuacin y tomando como base el Manual Metodolgico

    se describen brevemente las siete dimensiones cubiertas por los

    IUCD y sus respectivos indicadores. En este marco, se presentan

    algunos de los resultados obtenidos hasta la fecha a nivel pas

    con el fin de favorecer un mejor entendimiento de los indica-

    dores contemplados y de las posibilidades de contextualizacin

    que abren a nivel nacional. Se presentan asimismo los modelosde visualizacin global de resultado a travs de los ADN de la

    Cultura para el Desarrollo que favorece la realizacin de lecturas

    cruzadas.

    El diagrama 1 detalla las dimensiones, sub-dimensiones e indi-

    cadores que conforman la matriz de los Indicadores UNESCO de

    la Cultura para el Desarrollo:

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    Ejemplo: valor agregado de las actividades culturales en

    Ecuador

    Grafico 1. Porcentaje de la contribucin de las actividades culturales

    privadas y formales al PIB en Ecuador.

    Fuente: CENSO ECONMICO 2010 (INEC). Metodologa y clculos:

    Indicadores UNESCO de la Cultura para el Desarrollo

    Apoyo 42,6 %

    Central 57,4 %

    4,76 %

    Los IUCD han generado un dato indito: en Ecuador, las activi-

    dades culturales privadas y formales representaron el 4,76% del

    PIB en 2010 ($ 4.048.398.522,86 ). De ese 4,76% de contribucin

    al PIB, el 42,6% proviene de actividades culturales de equipa-

    miento y apoyo (es decir, de industrias de apoyo que posibilitan

    o facilitan la creacin, produccin y distribucin de productos

    culturales) y el 57,4% de actividades culturales centrales. As, las

    industrias productivas directamente relacionadas con la crea-

    cin, produccin, distribucin y disfrute de contenidos cultura-

    les representaron un 2.73% de contribucin al PIB en 2010, apor-

    te similar al de sectores como el cultivo de banano, caf y cacao

    (2.6%) y superior al de fabricacin de productos de la refinera

    de petrleo (2.0%). Este dato, ya de por si relevante, represen-

    ta sin embargo la punta del iceberg de la contribucin global

    del sector, ya que no contabiliza los aportes de las actividades

    realizadas en establecimientos culturales del sector informal, ni

    de las actividades culturales no comerciales ofrecidas por orga-

    nismos pblicos o por instituciones sin fines de lucro, ambos

    rubros importantes en Ecuador. Tampoco tiene en cuenta otras

    actividades clave con fuertes vnculos con la cultura como losingresos de hoteles, restaurantes y transportes asociados a acti-

    vidades o sitios culturales y patrimoniales.

    La dimensin Educacin

    Con esta dimensin de trata de analizar la prioridad acordada

    por las autoridades pblicas para el desarrollo de un sistema

    educativo que valore la interculturalidad, la diversidad cultural

    y la creatividad; promocione la apreciacin de la cultura entre el

    pblico; incida en la creacin de pblicos informados; e influya

    en el empoderamiento cultural de sus ciudadanos y la promo-

    cin de una clase creativa competitiva.

    Esta dimensin consta de cuatro indicadores: un ndice que eva-

    la la implementacin del derecho cultural a la educacin en lo

    que respecta a la educacin primaria y secundaria bsica entre

    los jvenes de 17 a 22 aos; un indicador del plurilingismo en

    la educacin secundaria bsica como aproximacin al anlisis

    de los niveles de fomento de la interculturalidad, as como de

    la valoracin y entendimiento de la diversidad cultural; un in-

    dicador sobre educacin artstica, tambin en la educacin se-

    cundaria bsica, que ofrece una aproximacin a los niveles de

    fomento de la creatividad y la formacin de pblicos educados;

    y un ltimo indicador que analiza la coherencia y cobertura de

    los sistemas de educacin tcnica y terciara en reas relaciona-

    das con la cultura.

    La dimensin Economa

    Con esta dimensin se trata de demostrar la contribucin instru-

    mental del sec tor cultural al crecimiento econmico a travs de tres

    variables: el aporte de las actividades culturales al producto interno

    bruto de los pases; el empleo generado por las ocupaciones cultu-

    rales y los gastos de los hogares en bienes y servicios culturales.

    Una caracterstica de las mediciones de estas variables es su comple-

    jidad metodolgica, debido a la dificultad de identificar con preci-

    sin el sector cultural en las clasificaciones y las fuentes estadsticas

    disponibles. Asimismo, los altos grados de informalidad en la que

    se desarrollan estas actividades en la mayora de los pases-meta y

    las caractersticas propias de los servicios culturales hacen que una

    medicin exacta y completa de la contribucin del sector cultural

    a la economa sea extremadamente difcil. Dadas las restricciones

    de recursos y tiempos, los IUCD no pretende cubrir todos los desa-

    fos que conllevan una medicin exhaustiva de estas variables sino

    que adopta una postura pragmtica de aproximacin al fenmeno.

    Su mtodo y alcance no abarca al sector entero y, en particular, no

    abarcan el sector informal ni los efectos indirectos o inducidos enotros sectores de la economa de la cultura. Aun as, ofrece resul-

    tados concluyentes sobre la contribucin de la cultura en trminos

    de desarrollo econmico, y ello por primera vez en la mayora de

    los pases de renta media y baja en los cuales se han aplicado los

    IUCD. En estos casos, los Indicadores brindan una aportacin nueva

    y ofrece un referente metodolgico comn, que hace posible com-

    paraciones entre los pases que la implementen.

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    1 -

    0,8 -

    0,6 -

    0,4 -

    0,2 -

    0 -

    0,97/1

    Ejemplo: una escolaridad completa e integradora en Ecuador

    Grafico 2: ndice de escolaridad media de la poblacin entre 17 y 22

    aos ajustado en funcin de las desigualdades.

    Fuente: Censo de Poblacin y Vivienda (2010) Metodologa y clculos:

    UNESCO ICD

    El indicador de la subdimensin educativa relativa a una esco-

    laridad completa, inclusiva e integradora, arroja, tambin para

    Ecuador, una cifra de 0.97 sobre un mximo posible de 1. Este

    indicador de resultado pone de manifiesto el esfuerzo realizado

    por las autoridades pblicas en pos de una educacin completa,

    equitativa e integradora mediante, entre otras, la adopcin de

    medidas en favor de la culminacin de los estudios o la introduc-cin de reformas para el mejoramiento progresivo de la calidad

    de la educacin. El indicador seala que la media de aos de es-

    colaridad de la poblacin objetivo con edades entre los 17 y los

    22 es de 11.1 aos. La mayor parte de los jvenes ciudadanos

    ecuatorianos puede por tanto disfrutar del derecho cultural a la

    educacin y participar de los espacios clave de construccin y

    transmisin de valores, competencias y actitudes culturales as

    como de empoderamiento personal y social que son la escuela

    primaria y secundaria bsica. Por contraste, el 3% de la pobla-

    cin meta considerada se encuentra en situacin de penuria

    educativa, es decir cuenta con menos de 4 aos de escolaridad.

    Se pone as de relieve la persistencia de inequidades y brechas

    en el disfrute del derecho cultural a la educacin que deben ande ser colmadas, en particular en lo que se refiere a la pobla-

    cin afro e indgena que, considerando todas las franjas de edad,

    presentaban los ms bajos aos de escolaridad frente a los de la

    poblacin blanco/mestiza segn la Encuesta de Condiciones de

    Vida del 2006. En su conjunto, Ecuador se sita prximo al mxi-

    mo relativo de este indicador con respecto a 5 otros pases que

    han implementado este mismo indicador

    10,80,60,40,2

    0

    Bosnia

    Cambo

    dia

    Ecua

    dor

    Nam

    ibia

    Gha

    na

    Viet

    Nam

    Grafico 3. ndice de escolaridad media de la poblacin entre 17 y 22

    aos ajustado en funcin de las desigualdades en 6 pases IUCD

    La dimensin Gobernanza e Institucionalidad

    Esta dimensin evala y analiza los mecanismos normativos,

    polticos e institucionales susceptibles de favorecer los derechos

    culturales, promover la diversidad y fomentar la cultura como

    parte esencial del desarrollo. Aborda los compromisos y resul-

    tados en materia de gobernanza e institucionalidad cultural a

    travs del grado de accin de las autoridades pblicas en la for-mulacin e implementacin de marcos normativos, polticos e

    institucionales. Cubre tambin la disposicin de infraestructuras

    culturales y los espacios para participar en procesos mediante

    los cuales se formulan e implementan las polticas culturales.

    Consta de dos ndices compuestos que abordan respectivamen-

    te el grado de desarrollo del marco normativo del marco poltico

    e institucional en cultura, de un indicador sobre infraestructuras

    culturales que se enfoca en su reparticin territorial en relacin

    con la poblacin residente en cada unidad territorial inferior al

    grado estatal y, finalmente, de un ndice de participacin de

    la sociedad civil que se aproxima al grado de promocin de la

    participacin de los representantes de los profesionales del sec-tor cultural y de las minoras en los procesos de formulacin y

    ejecucin de polticas, medidas y programas culturales que les

    conciernen.

    Los ndices e indicadores de esa dimensin son de nueva crea-

    cin y permiten aportar informacin indita en los pases meta

    para monitorear la implementacin de los objetivos nacionales

    fijados en materia de gobernanza e institucionalidad cultural as

    como identificar las reas en las que se plantean los mayores de-

    safos por superar.

    La dimensin Participacin SocialLa libertad de acceder a las actividades y al consumo de bienes

    y servicios culturales, as como al desarrollo de prcticas cultura-

    les, tiene el potencial de incidir en la calidad de vida de los indi-

    viduos y, por ende, en el desarrollo. Esta dimensin mide los ni-

    veles de participacin en la vida cultural y las posibles fracturas

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    22 C & D 1 4 2 0 1 6

    o exclusiones existentes, con la intencin de evaluar y aproxi-

    marse al nivel de vitalidad cultural, a la apropiacin social de las

    actividades culturales y a las divisiones o exclusiones existentes

    en el seno de una sociedad. En este sentido, se aproxima al gra-

    do en el que las sociedades son capaces de promover la libertad

    de participar en la vida cultural y vivir la vida que se quiere de

    acuerdo con aquello que se tiene razones de valorar. Se apro-

    xima tambin al nivel de confianza, apertura a la diversidad y

    tolerancia de la poblacin y de esta manera busca proveer una

    comprensin de las aptitudes a la cooperacin indispensables

    para la consecucin del desarrollo.

    Esta dimensin consta de cinco indicadores que cubren las si-

    guientes reas:

    i) Los niveles de participacin en actividades culturales fuera

    del hogar (propias del sector cultural convencional) en activi-

    dades culturales fortalecedoras de la identidad (vinculadas en

    la mayora de los casos a formas y expresiones del patrimonio

    intangible).

    ii) Las relaciones entre la cultura y el capital social y la confianza

    mediante tres indicadores. El primer indicador aborda los nive-

    les de tolerancia a partir del grado de confianza frente a la po-

    blacin con orgenes culturales diferentes. El segundo aborda el

    capital social a partir de los grados de confianza interpersonal.

    Finalmente, el tercero se focaliza en la percepcin de la liber-

    tad de autodeterminacin de los individuos. Estos tres ltimos

    indicadores se mueven en el mbito de los valores subjetivos

    declarados.

    La dimensin Comunicacin

    Esta dimensin evala en qu medida se promueve una interac-

    cin entre la cultura y la comunicacin. Aborda en sus tres sub-

    dimensiones el respeto y promocin del derecho a la libertad de

    expresin, entendida como pilar del desarrollo de sociedades

    participativas y abiertas y condicin de un entorno favorable

    para la creatividad y la diversidad cultural. Asimismo trata la

    promocin para acceder a las tecnologas digitales, y en parti-

    cular a internet, que estn modificando considerablemente los

    modos de comunicacin entre las personas y las formas de acce-

    so, creacin, produccin y difusin de las ideas, informaciones y

    contenidos culturales. Finalmente mide tambin la diversidad

    de contenidos de ficcin en la televisin pblica con el fin de

    evaluar la existencia de condiciones que propicien una partici-pacin cultural discrecional basada en opciones, as como el ac-

    ceso a espacios de difusin en particular para las producciones

    y contenidos locales.

    Ejemplo: Diversidad de contenidos en la televisin pblica en

    Namibia

    Grafico 4 Proporcin del tiempo anual dedicado a la difusin de pro-

    gramas de ficcin nacionales en relacin al tiempo total de difusin

    de programas de ficcin en los canales de televisin pblica de accesolibre y gratuito

    Fuente: Namibia Broadcasting Corporation. Mtodo y clculos: Indica-

    dores UNESCO de Cultura y Desarrollo.

    El indicador de la sub dimensin relativa a la diversidad de conteni-

    dos de ficcin ofrecidos por la televisin pblica seala que en Na-

    mibia el 15.23% de los programas de ficcin difundidos en 2013 son

    de produccin nacional (ver grfico 4). Pese a que el documento de

    Poltica de las Artes y la Cultura promulgado en 2001 reconoce el pa-pel del organismo de radiodifusin pblica (Namibia Broadcasting

    Corporation, NBC) en la vida cultural y artstica de los ciudadanos

    as como para la difusin de la creacin artstica y cultural nacional,

    solo un porcentaje limitado de produccin de ficcin domestica (y

    ninguna coproduccin) se oferta al pblico a travs de este medio,

    poniendo indirectamente de manifiesto los bajos niveles de apoyo

    del sector pblico al desarrollo del contenido domstico as como

    a los creadores namibianos. Esta lectura del indicador se cruza fcil-

    mente con dos de los indicadores econmicos que sugieren por un

    lado bajos niveles de produccin de productos y servicios culturales

    nacionales y por otro un elevado consumo de bienes y servicios cul-

    turales en los hogares que, a su vez, evoca una importante demanda,

    y por tanto posibilidad de expandir la oferta de contenidos locales.

    La dimensin Equidad de gnero

    La equidad de gnero es un aspecto central del desarrollo sos-

    tenible. La igualdad de oportunidades sociales, econmicas,

    polticas y culturales para que toda la poblacin pueda gozar de

    libertades en estos campos sin ninguna discriminacin es una

    meta prioritaria. Los valores y aptitudes culturales pueden inci-

    dir en que la discriminacin contra mujeres persista, pero tam-

    bin pueden influir para que se reduzca y desaparezca. Adems,

    los valores y aptitudes culturales son permeables a las polticas

    y medidas activas en favor de la equidad de gnero y no son

    estticos sino que evolucionan y se refuerzan mutuamente.

    Partiendo de estos postulados, esta dimensin mide el grado en

    el que la igualdad de gnero es percibida como importante en

    el desarrollo de polticas y estrategias de desarrollo nacional que

    promuevan el respeto de los derechos humanos y la construccin

    Domestic15,23%

    Foreign84,77%

    Coproduction0,0%

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    lugar a una serie de efectos e impactos concretos.

    En efecto, el proceso de implementacin de os IUCD,

    que necesariamente debe ser participativo, contribuye a

    reforzar las capacidades nacionales en materia de trata-

    miento de estadsticas y a fomentar procesos de dialogo

    inter-institucional sobre las relaciones entre cultura y de-

    sarrollo. Este ltimo aspecto es clave a la hora de promo-

    ver altos niveles de apropiacin nacional de los resultados

    y por lo tanto facilitar su uso efec tivo en la formulacin de

    polticas y medidas ms informadas.

    As, por ejemplo, en Camboya, los conocimientos y nue-

    vos datos generados gracias a la implementacin de los

    IUCD en el pas estn informando y orientando la formu-

    lacin de una Poltica Nacional de Cultura. En Namibia, los

    resultados de los IUCD han jugado un papel decisivo a la

    hora de lograr la reintroduccin de la cultura en el Marco

    de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo

    (MANUD) para 2014-2018. En Ecuador, la aplicacin delos IUCD se ha traducido en un dilogo inter-institucional

    destinado a adaptar y/o integrar indicadores claves en los

    sistemas de monitoreo del Plan Nacional del Buen Vivir.

    Adems de los prometedores resultados obtenidos a ni-

    vel nacional, los IUCD son tambin un punto de partida

    en pos de una mejor consideracin de la cultura en las

    estrategias y agendas bilaterales e internacionales de de-

    sarrollo, en particular en la medida que un mayor nmero

    de pases implementen la metodologa y se enriquezca

    el material de investigacin y anlisis disponible. En este

    sentido, la expansin de la Base de Datos de la Cultura

    para el Desarrollo, que contaba a finales del 2013 con

    datos de ms de una decena de pases, es esencial. Con

    ello, se promover un mejor entendimiento as como una

    cierta comparabilidad a nivel internacional del impacto

    de la cultura en los procesos de desarrollo humano y se

    fomentar el uso de datos y cifras capaces de reforzar no

    solo los discursos, sino tambin las acciones de defensa

    y promocin de la cultura en el marco de los programas

    y estrategias de desarrollo. Finalmente, los IUCD pueden

    inspirar e influir en la inclusin de indicadores culturales

    en los sistemas de medida globales del desarrollo, el bien-

    estar y la calidad de vida que, como hemos visto, tienen

    una fuerte incidencia en la definicin de los objetivos na-cionales e internacionales del desarrollo. C&D

    Ms informacin sobre los IUCD:

    www.unesco.org/culture/CDIS

    *El presente texto es una actualizacin del texto realizado por

    Melika Medici y Guiomar Alonso y publicado en la Revista Cul-

    tura y Desarrollo n 7

    ReferenciasAnheier, Helmut K, Isar, Yudhishthir Raj (2007,2008,

    2010,2011,2012) Culture an d Globalisa tion Ser iesConflicts and Tensions; The Cultural Economy, CulturalExpression, Creativity and Innovation Heritage,Memory and Identity, Cities, Cultural Policy andGovernance.

    Sage, London Lpez Olarte Omar (2013)Reflexionespara abordar estadsticas sobre las relaciones entrecultura y desarrollo a partir de los avances de la Baterade Indicadores C+D UNESCO

    UNCTAD/UNDP/UN (2010), Creative Economy Report.UNCTAD Geneva

    UNDP, (2004), Cultural Liberty in Todays Diverse World2004 Human Development Report. UNDP /Oxford

    UNESCO. (2010), Funding Culture, Managing the Risk:Proceedings, Paris

    http://unesdoc.unesco.org/images/0018/001893/189381e.pdf

    UNESCO (2009), Investing in Cultural Diversity and In-tercultural Dialogue UNESCO World Report 2. UNESCOPublishing, Paris

    UNESCO (2000), Cultural Diversity, Conflict and Plura-lism, World Culture Report, UNESCO publishing, Paris

    UNESCO (1998), Culture, Creativity and Markets WorldCulture Report, UNESCO publishing, Paris

    UNESCO UN 1996 Comisin Mundial de Cultura yDesarrollo Nuestra Diversidad Creativa . EdicionesUNESCO, Paris

    UN General Assembly (2010), Keeping the promise: aforward-looking review to promote an agreed actionagenda to achieve the Millennium Development Goals

    by 2015 A/64/665

    Notas1Bosnia-Herzegovina, Burkina Faso, Camboya,Colombia, Costa Rica, Ecuador, Egipto, Ghana, Namibia,Uruguay y Vietnam. Los avance del proyecto se pueden

    consultar en:www.unesco.org/culture/CDIS2Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo(PNUD). Informe Sobre Desarrollo Humano La libertadcultural en el mundo diverso de hoy, 2004.3Por ejemplo los derechos y oportunidades de tenery mantener costumbres, creencias y modos de vida;ejercer prcticas culturales; manifestar y producirexpresiones culturales; participar en la vida cultural; devalorar, proteger y disfrutar el patrimonio.4En lo econmico, los valores y actitudes son factoresque pueden influir positivamente en la tica deltrabajo o en la capacidad emprendedora y de toma deriesgos . A ello se suma la tendencia global del sector

    creativo y cultural a crecer rpidamente desde losaos 90, producto de la revolucin tecnolgica y de latrasformacin de los modos de creacin, producciny consumo de bienes y servicios culturales en todo elplaneta. La industria editorial, la msica, la televisin yel cine las artesanas, el diseo, o el turismo generadopor acervos patrimoniales, entre otros, generan ingre-

    sos, empleo y comercio exterior y por lo tanto, tienenuna importante incidencia el crecimiento econmico.En lo social, los sistemas de valores y prcticas simb-licas influyen y son afectadas por componentes de lacohesin social tales como la confianza, la solidaridad,la tolerancia, la reciprocidad entre individuos de unacomunidad, grupo o sociedad. A su vez los cambiosen las prcticas y procesos culturales pueden tambin

    modificar positivamente la cultura y empoderar eincluir a grupos y colectivos marginados. En el mbitopoltico, los procesos culturales pueden influenciar enlas interacciones civiles, en actividades, discusionesy la participacin poltica. La cultura no slo puedeafectar positivamente los mecanismos de participacinciudadana, sino tambin fomentar la formacin deciudadana.5Bajo la direccin de Guiomar Alonso Cano y elliderazgo de Melika Medici en el marco de la Secretariade la Convencin para la Proteccin y la Promocinde la Diversidad de E xpresiones Culturales, el procesode investigacin y prueba ha asociado desde 2009

    a un largo abanico de ms de 90 especialistas endiferentes cuestiones de cultura, desarrollo y esta-dstica, incluyendo entre otros a Omar Lpez Olarte,Chris Madden, Adolfo Morrone o David Throsby, asa jvenes investigadores en econometra (GuillaumeCohen, Naima Bourgaut) y desarrollo (Keiko Nowackay Molly Steinlage).6La eleccin de las dimensiones se inspira de NuestraDiversidad Creativa7Esta seccin resume parte del trabajo realizados enel marco de la investigacin preliminar de la BICD,especialmente su marco analtico y la revisin de laliteratura especializada. (Literature Review, February2010) www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/CLT/pdf/Conv2005_CDindicators_Literature.pdf)8Los IUCD es una metodologa de construccin deindicadores concebida para ser aplicada en el planonacional. Sin embargo, una de las lecciones apren-didas al implementarla ha sido que algunos aspectosde su enfoque pueden ser relevantes y podran seradaptadas para otros niveles territoriales e incluso paraevaluar polticas, programas y proyectos culturalesespecficos.9Probablemente, el impulso ms importante parajustifica r el papel de la cultura en el de sarrollo havenido marcado por la apreciacin creciente de su pesoen las economas nacionales y el comercio interna-

    cional. Asimismo otros aspectos cruciales - pero msintangibles y difciles de medir- tales como el papelde la cultura en la consecucin de mayores nivelesde confianza, cohesin social y una mejor calidadde vida, estn cobrando protagonismo y generandoun inters creciente entre responsables polticos. Elprogresivo desarrollo de cuentas satlite, la mejorade las encuestas disponibles, y especialmente, losnumerosos estudios sobre la contribucin del sectorcultural y creativo al crecimiento econmico y alempleo han servido para cimentar la construccin delos indicadores de los IUCD10Inspirado largamente en el trabajo pionero de

    Edward Tufte en infografa desarrollado por HelmutAnheier en la serie Culturas y Globalizacin11Los indicadores propuestos por la BICD en laDimensin Economa estn basados en las propuestasde identificacin de la cultura en las clasificacionesinternacionales contenidas en el Marco de Es tadsticasCulturales de la UNESCO, UIS, 2009

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    Introduccin

    Cultura & Desarrollo se presenta como un espacio de reflexin,

    intercambio y difusin de ideas y experiencias que muestran

    que la cultura es un elemento prioritario para el desarrollo hu-mano y econmico de la regin.

    Teniendo en cuenta esta edicin ya suman catorce los nme-

    ros publicados de la revista Cultura & Desarrollo. Todo un reto

    para una publicacin de contenido tan especializado y entre

    cuyos propsitos est el poner el acento en una cuestin que

    histricamente ha quedado al margen o en ltimo plano de los

    grandes acuerdos internacionales: la cultura como factor de de-

    sarrollo y de transformacin de las sociedades.

    Expertos relevantes en el campo de las polticas culturales, de

    organismos internacionales, en particular la UNESCO, organiza-ciones regionales y subregionales e instituciones culturales; as

    como investigadores, gestores de proyectos y profesionales fir-

    man los ms de doscientos artculos publicados en esta revista

    desde su nacimiento en el ao 2000.

    Se trata de una de las iniciativas por la cual ha apostado en los

    ltimos aos la Oficina Regional de Cultura para Amrica Latina

    y el Caribe de la UNESCO, con sede en La Habana, en apoyo a la

    campaa liderada por la Directora General de la UNESCO, IrinaBokova, que buscaba la inclusin de la cultura como objetivo

    de desarrollo en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

    Su produccin y difusin ha permitido visibilizar en diferentes

    foros a escala regional e internacional numerosas experiencias

    y casos de xito que avalan que la gestin responsable y soste-

    nible de los recursos culturales es generadora de un desarrollo

    que se manifiesta en mltiples dimensiones: fomento de la co-

    hesin social; creacin de trabajo de calidad; empoderamiento

    de los grupos histricamente marginados en la toma de deci-

    siones (mujeres, jvenes, indgenas y afrodescendientes, entre

    otros); nuevas formas de participacin y colaboracin; respetointergeneracional e intercultural; regeneracin de espacios p-

    blicos; y creatividad, talento e innovacin.

    CULTURA Y DESARROLLO EN AMRICA

    LATINA Y EL CARIBE

    2.1. Comunicar el valor de la cultura:

    la Revista Cultura y Desarrollo

    2

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    DiablosDanzantesdeVenezue

    la,inscritoen2012enlaListadelPatriomonioInmaterialdelaUNESCOFundacinCentrodelaDiversidadCultural,2006

    OBJETIVO 8 Promover el crecimiento econmico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y

    productivo y el trabajo decente para todos

  • 7/25/2019 Plan de Trabajo Para America Unesco

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    28 C & D 1 4 2 0 1 6

    Las primeras ediciones (2000 - 2009)

    En el ao 2000, coincidiendo con el cincuenta aniversario de la

    fundacin de la Oficina Regional de Cultura para Amrica Latina

    y el Caribe se publica el primer volumen de la serie Cultura y

    Desarrollo, impregnado del espritu de la Conferencia Mundial

    sobre Las Polticas Culturales (MONDIACULT, Mxico, 1982) y del

    informe Nuestra Diversidad Creativa emitido por la Comisin

    Mundial de Cultura y Desarrollo en 1996.

    Entre el 2000 y el 2005 salieron a la luz otras tres ediciones de

    la revista dedicadas a divulgar las conferencias dictadas, las po-

    nencias y comunicaciones presentadas con ocasin de diversos

    eventos organizados en La Habana. De esta manera, la nmero

    2, Repensar Amrica Latina, difunde los ensayos presentados en

    el Coloquio homnimo celebrado en el ao 2000; y la nmero 3

    est dedicada al Segundo Encuentro Internacional de Gestin y

    Manejo de Centros Histricos organizado por la Oficina del His-

    toriador de la Ciudad de La Habana en 2003.

    El nmero 4 incluye las ponencias presentadas durante el Semi-nario Internacional Diversidad Cultural y Turismo, una reunin

    de expertos que tuvo lugar en 2004 y que pretenda contribuir

    al Plan de Accin de la Declaracin Universal de la UNESCO so-

    bre la Diversidad Cultural. Las dos siguientes revistas analizan

    en el contexto de la regin las dimensiones econmicas de las

    fiestas carnavalescas (n 5) y la artesana como factor de desa-

    rrollo (n 6).

    Un nuevo impulso (2010-2012)

    No es casual el rumbo que toma la revista a partir de 2010. En

    septiembre de ese ao, los Jefes de Estado y de Gobierno, reu-

    nidos en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, aproba-

    ban la primera resolucin de Cultura y Desarrollo (A/RES/65/166)

    y reconocan que todas las culturas y civilizaciones contribuyen

    al enriquecimiento de la humanidad, poniendo en relieve la im-

    portancia de la cultura para el desarrollo y su contribucin al

    logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). En este

    sentido, el documento final de los ODM se refiere a la gran in-

    fluencia de los programas conjuntos implementados gracias a la

    ventana temtica Cultura y Desarrollo, cuyos resultados fueron

    compartidos en la publicacin Gestin de Conocimiento para

    Cultura y Desarrollo (UNESCO, 2012). En diciembre de 2011 la

    Asamblea General de las Naciones Unidas aprobara una segun-

    da resolucin sobre Cultura y Desarrollo.

    En este contexto se publica el nmero 7, bajo el ttulo Cultura,

    elemento esencial en una estrategia de desarrollo sostenible, en

    el que se resume una seleccin de proyectos que bajo la tutela

    de la UNESCO se implementaban en la regin desde la pers-

    pectiva de la contribucin de la cultura al desarrollo integral de

    personas y comunidades, partiendo de la aplicacin efectiva de

    las Convenciones de cultura de la UNESCO. De esta manera, se

    suceden las experiencias en torno a la industria editorial y cine-

    matogrfica, el patrimonio mundial, inmaterial y subacutico, y

    sobre la inclusin de la cultura en la evaluacin de necesidades

    post desastre en el contexto de Hait. Adems, se presenta el

    primero de los artculos sobre la Batera de Indicadores UNESCOen Cultura para el Desarrollo, herramienta para integrar la cul-

    tura en las estrategias de desarrollo que ser objeto de varios

    artculos en posteriores ediciones.

    El nmero 8, Museos y Patrimonio, gira en torno al uso cultural

    de edificios patrimoniales restaurados y cmo fortalecer el pa-

    pel social, econmico y educativo de los museos en favor del

    desarrollo sostenible y la conservacin y salvaguardia del patri-

    monio. En portada aparece un detalle de la restauracin de la fa-

    chada del Palacio del Segundo Cabo (La Habana Vieja), iniciativa

    de cooperacin internacional que se presenta como caso prc-

    tico. La publicacin reco