Hal Foster El Artista Como Etngrafo 2

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    EL R ETORN ODE LO REALLA VANGUARDIA

    A FIN ALES D E SIG LOHal F oster

    'IreduccionAlfredo Bretons Munoz

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    6EL ARTISTA COMO ETNOGRAFO

    Una de las intervencioncs mas importantes en la rclacion entre la autoridad artis-rica y la politica cultural es E1autor como productors deWalter Benjamin, presen-tado por primera vez como conferencia en abril de 1934 en el Instituto para el Estu-dio del Fascismo de Paris.Alii, bajo la influencia del teatro epico de Bcrtolt Brecht ylos experimentos factograficos de escritorcs sovieticos como Sergei Tretiakov, Benja-min llarno alartista de izquierdas a alincarse con el proletariadov'. En el Paris de 1934esta Ilarnada no en radical; cl enfoque, sin embargo, si 10 era.Pucs Benjamin urgia alartista avanzadc a intervenir, C011:10 trabajador revolucionario, en los rncdios de pro-ducci6n artistica, a cambiar la tecnica- de los medics de comunicacion tradicionales,a transform.ar el apararos de la cultura burguesa. No bastaba con una rendencia.correcta; cso era asurnir un Jugal'junco alprolerariadoe.Y ~queclase de lugar cs ese?,preguntaba Benjamin en Iineas que aun pican: EIde un benefactor, cl de un mecenasideologico: un Jugar imposible.

    Este famoso argumento se basa en algunas oposiciones. Tras la privilcgiacion dela cecnica por encima del terna. y dela posicion, por encima de la tendencia, hayuna privilegiaci6n implicita del productivismo pm encima del Proletleult, dos movi-mienros rivales en los primeros tiernpos de la Uni6n Sovietica. El productivismo con-tribuyo a dcsarrollar una nueva cultura proleraria mediante la extension de los expe-rimentos forrnales constructivisras a laproducci6n industrial real;de este modo tratabade derrocar el arte y la cultura burgueses. No menos comprornecido policicamcnte, elProletkult contribuy6 a dcsarrollar una cultura proletaria en el sencido mas tradicionalde la palabra; trataba de superar el arte y la cultura burgueses. Para Benjamin csto nobasraba; de nuevo impliciramcnre, acusaba a los movimientos como el Proletkult de un

    I Walter BFN)AMJN Rcf(,X{OIJS, ed. Peter Dernetz, trad. ing1.Edmund Jephcott, NuevaYork, Harcourt BraceJovanovich, 1978, pp. 220-23l:LAmeuos que sc indique otra cosa, todas lassiguicrnes refcrcnclas a Henjatnin pro-ccden de cste tcxro.

    T H E G O V E R N M E N T HASB L O O D O N I T S H A N D S

    O N E A ID S D E A T HE V E R Y H A L F H O U RGran Fury, Poster de ACT-UP, 1988.

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    Et, ARIIS 1"/1 COMO t:TJOCR.,,\ 10

    AC7:UP, carr el es de Ba rbara Kruger, pr oyecci ones de Krzyszto fWod iczko) . Pero aqu ino me ocupare de eso. Per el contrario, en nil opinion en cl arte avanzado de izquier -das ha su rgi do un nuevo par adi gma estructurahncnte serncjanre al viejo modele delautor como productor: e l a rt is ta c om o e t H o g r ~ f ; ) .

    La politica cultural de la alteridadEn este nuevo paradigma el obje to de la conre sta ci on s igue s iendo en g ran med ida

    la i il st itucion burguts-capital is ta del arte-rcl museo, la academia, d rnercado y los1T~comunicaci6n), sus definiciones exclusivistas ae l arte y el artista,]a identi-dad y ]a C01I1Tffllaad. Pero cl rema de ]a asociacion h;1 cambiado: es el orro cu1wr;1l yi_o~. ----. .ermco en cuyo nOlnbre cl arnsta compromendo lueha las nus de las veces. Por suti1~e pueda parecer, este deslizam..iento desde un tema definido en terminos de relad/meconou" / Ica a uno cretlnido en tenninos de idenlidad cultural es significativo~tJ::g.Q. 10paradigmas, pues algunos supuestos del viejo modelo del productorpers is tcn, a vccc s p roblcmar ic amenrs, en el nuevo paradigma del er n6g ra fo. En primerlll_gar,esta el supuesto de que ellugarde 1:1t ransformacion pol it ica es asull .. ismo ellugarde la fransformacion artistic;), y de que las vanguardias pol it icas lacalizan a las vanguar-d~~tisticas y, bajo cienas circunst~ las sustitllY.en. (Esre mito es basico para lasexplicacioncs izquierdistas del arte moderno: idealiza a Jacques-Louis David en laRevolucion Francesa , a Gustave Courbet en la COfllLUlJ de Paris, a Vladimir Tatlin enla Revolucion Rusa, erc.)". En segundo lugar, C S L o - \ el supuesto de que este sitio est!sicmpre en a im p a r t e , en el G1l11podel otro -en el lllodelo del productor, con ClOtrosocial, el proletariado exp)otwo;enel modelo del etnogl~\fo, con eJ 0lr6 culfli"ral,oprimido poscolonial, subalterno 0 subcultural-, y de que esta otra parte, esre fuera,es el punto de apoyo arquirnedico con el que se transfonnar;i 0a1menos sHbvertira lac~l_t .! -l ri (jommante. ~~rcer lugar , cI supuesw de que eI anista invocado no es ~rci-bide como.social vi0 cul tu ralmen te o tr o, no ti ene si no un acceso lim itado a e sta a lt e-d'dad tr:msfonnadora, y de que si es per cib ido como ot ro , t iene un acce so automa .ti coa~ Tornados conjunramentc, estes rres supucstos puedenllevar a un punto de cone-Txion menos deseado con la explicacion benjaminiana del autor como productor: elp~~ro, ~ artist;! com.o etnografo, del mecenazgo ideologicos". ~-

    : ; Llamarlo mite no esdccir que no C$ ' ; I 1 I 1 < : a verdadcro. sino cuesrionar que sea s i e m p r e verdaderc, y pregun-tar sipodr ia oscurcccr orras art iculaciones de 10pcl iuco y 10 arr istico. En cierto scntido. la susri rucion del arrepor hi polltica desplaza ahcra la sustitucion de lapolitica por lutcoria,

    I) Este pcligro deberla distinguirse de elaindignidad de hablar p:ua ctros. En una entrcvista imaginariae de1983 C

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    178 El R ] 0 IU 0 Dr 1.0 RI 'I \I

    Est c pel igro puede deri var sc de b. supucsta escision cn la ident idad entr e el autory el trabajador 0 e l ar ti st a y cl ot ro , p ero puedc rarnb ic n su rg ir e n l a m isma iden ti fi ca -c io n (0, pa r; l u sa r e l an ti guo Iengua jc , c ompromise ) a sumida pa ra superar e st a es ci si6n .Por ej emplo, el autor del Proie thv l ; podria ser un mew compafiero de viaje del rraba-j ado r no d eb id o a n inguna d if er en ci a es en ci al e n l a ide nt id ad , sino pOl 'q ue l a ide nt if i-caci6n con el rrabajador aliena al rrabajador, confirma en lugar de cerrar la brechae nt re ambo s med ia nt e una rep re se nrac io n redu ctora, i dc al is ta 0 si n o ba srarda. (Est aa lr er ac io n e n l a iden ti fi ca cion , e n l a r ep re se nt ac io n, p re ocupa a Benjamin e n rel ac io ncon el Proletieult.) Una al teraci on af in puede ocur ri r con el art ista como cr n6grafo vis-a-vis el otro cultural, Por s upu esto, e l p el ig ro d el p at ro naz go idcologico no es menorpara el arti st a i dentif icado como ot ro que par a el autor i dentif icado como pr ol ct ar io.De hecho, esr e pel igro puede ahondar se entonces, pues al art ista se le pucdc pcdir queasuma l os papel es de nat ivo e i nf ormant e asi como de et n6grafo. En r esumen, i dcnti -dad no es 10 mi smo que i dentif icacion, y l as aparent es simpli ci dadcs de la primer a nodeb en s ust it ui r l as c ornp li ca cione s real es de l a se gunda .

    Un marxista esrricto podria cuest iona r el parad igms de l infor rn an tc/ ctnografo e nel ar te por que desplaza la probl emati ca de la e xplot ac io n c la si sr a y c api ta li sm a la d e l aopresion racista y coloniaJista, 0 bien, mas sencillamente , porque dcsplaza 10 s oc ia l a 10cultural 010 a nt ro polog ic o. Un po st est ru ctural is ta e st ri cto podr ia c uc st io nar e st e p ara-d igma por la razon conrraria : porque no desplaza 10 su fi ci cn tc l a prob lema ti ca de l pro-ductor, por que t iende a conservar su estr uctura de 10 pol it ico, a retener la nocion deun sujeto de la hi stor ia, a defi ni r esta posicion en tcrmi nos de verdad y a local izar estaver dad en termi nos de alteridad (de nuevo, 10 que a mi me int eresa aqui e s l a pol ir ic adel o tro, p rimero proyectado, luego aprop iado).

    Desde esta pcrspecriva postest ruct ur al isra el paradi gma del et nografo, como clmodel o del productor, no consigue r ef lcjar se en su s u pu e st o r e al ls ta : que el ot ro, aquiposcolonial, all i prolerari o, est a de alguna maner a en la r cali dad, en la verdad, no en lai deologi a, porque es socialment c opr imi do, pol it icament c r ransf or rnador y10 mate-r ialment c pr oductor. (Por ej emplo, en 1957 Rol and Bart hes, que l uego sc convir tio enel cri tico mas prominent e del supucsto realista, escr ibi6: Hay por tanto un lenguaj eque no es miti co, ellenguaje del hombr e como productor: all i donde el hombre hablaa fin de tr ansforr nar l a real idad y no ya de conser var la como una imagen, al li dondevincula su lenguaje ala prcducci on de cosas, el m et alenguaje se r ef iere a un lenguaje-objcto y el mito es imposiblc. Por eso cs por 10 que el l en gu aj e revoluc io nar io a dc -cuado no puedc ser mit icos ") Con frecuencia, cste supuesto rcal ista se combi na conuna fantasia primitivist: que el ot ro , nonn al il 1e nt e supue sto qu e e s d e c olor , t ien e a cc es oespeci al a pwcesos psiquicos y soci al es pr imari os que al sujcto bl anco Ie est{lll dea lg una manera v ed ado s, u na fant as ia qu e e s t an fundamen ta l pa ra l as rnodernidad es p ri -

    7 R o la n d B A Ri Hr .s , , V l ) ' d l . O f ( J , Q i e . ; . trad . ingl . i\nnerr:e Lavoers,N ll eva York , Hill ~ll1dW ang . 1 9 72 , p . 1 4 6 [ cd . c a s t. :: ' l l i r o J o g i a s ( 1980 ), Mad rid. S ig lo XXI , 121997 , p. 2 42 ]. N o .' ;o lameme es IHirico rambien ellenguajl. rcvolllciona-r io {aqul (;$ igualme-nr(" mJsculinisla), s ino que la llli~ln3 f lo ti on d e l en gua je . q ue s e S i r l l J emre lo produ(:ciYisra y10 pr . :d ' ( )J"l-n:Hivo .s casi magic.. l : e 1 1e ngl la j e a qu i conGere real idad . la cOIylll"a.

    P'1 ARTIST/>. COMO 1-: J -..r6GRAfO

    rni ti vi st as Como e l supuc sto rea li st a 10 es para las modernidades productiv is ta s8 Enc ie rtos contextos ambo s rni to s s on e fe ct iv os e inc lu so n ece sa rios : el s upucs to rea li st ap ara a fi rrna r l a v crda d d e una pos ic io n pol it ic a 0 la realidad de una opresi on soci al , yla fantasi a primiti vi st a para desafi ar l as convenci ones r cpr esivas de I a sexual idad y l ae sc er ic a. S in embargo , l a c od if ic ac io n au toma ri ca d e l a d if er enc ia a pa re nt c como idcn -ridad manific sta y de la o tredad C01110 extcrioridad d eb e poner se e ll t el a de jui cio. Pue scsta codif icacion no solarnente podr ia cscnciali zar la identi dad, sino que r ambi enpodr ia r est ri ng ir l a ide nt if ic ac io n t an impo rrant e p ara la a fi liac ion cultu ra l y la a lianzapolit ica (la idcnrif icac ion no s iempre es rnecenazgo idcoI6g ico).

    Hay dos j ,Jr cc edeme s impo rt an tes d el p aradigm;! d el etn6grafo e n el arte contem-porane o e n qu e l a fant ;t si a p rinLi r. iv is ta es mas a ct iv a: d Sllne ;) ' smo dis ideme asociadocon Georges I3a ta il le y Michael Lei ris a finales de los ari os veintc y corni cnzos de lostr~, y eI movinLien to de ]a n~~rilUde asociado con Leopold Senghor gime Cesai E_ca f inal es de l os cuarema y comienzos de los ci ncucnta. De mancras dif er entes, ambosmovimientos conectaron cl potenci al tr ansgr esor del inconscicnt e con l a alt er icGd~adi caI del of ro cuttur a:. S1, atail le rclaci ono los impulses aut odesr ruct ivos en ~li nconscient e con los sacri fi ci os r it uales en orr as cultur as, mientr as que Senghor opo-n ia una emociona lida d fund amen ta l p ara l as c ul tu ra s a fr ic an as a l a r acion al ida d funda-men ta l p ara l as t ra di cionc s cu ropea s" . Por mas que t ra stornadoras en e l conrexto, e st asasociac iones primiriv is ta s l lega ron a Iimitar ambos movimienros . EI surrcal ismo dis i-den te quizfi haya explorado la otredad cultural, pew unicar nente en part e para aban-donarse a un ritual de la auroalteracion (el ejemplo clisico cs L 'A jr iq ll c f an ti 3m e, 1 3auroetnograf ia l lev ada a c abo por Lei ri s c on l a rni sion e tn ograf ic o-mu se ologi ca f ra n-cesa de Dakar aY ibuti en 1931) InAsimismo. el movimicnto de la negritude quiza hayarevaluado la ot redad cul tural, pero unicam ente en part e para ser constr ef ii do por est asegunda naturaleza, por sus cstcrco tipos esenc ia listas de la negri tud, la cmocionalidad ,10 afri cano fr ent e a 10 europco, etc. (est os pr oblemas fuer on ar ticulados por vez pri -mera por Frantz Fanon y mas tarde dcsarr ol lados por Wole Soyinka y otros)! ".

    En e1 a rte cas i antropo logico de hoy en dia la asociac ion primitivista del inconsc icntey cl ott o r ara vez se da de estc modo. En ocasiones la f ant asia es t omada como tal, cr iti -c arnen re , como en Visto (1990) d e Ren ee Gre en, d onde s e c oloc a al espcc tador ante dosfmtasmas e urop eos d e l a c xce siva se xu al ida d ferne nina af ri ca na (amer ica na) , la Venus

    8 La fantasia prirnitivisra puede rambien o pe ra I' e n l as modcmidadcs producrivisras, < 'IIme -nos en la medidae n q ue cl proletariado cs a menudo visro rarnbien como primirivista (0csrc scnrido, a la vez negativa (lamasat om o h o rd a o ri gi na l) y positiv:mlente (e] prolctariado como c o le c ti v o t r ib , d) ,

    ' ) Por e j emp lo , v b sc Bi\l~l\n.r.E The.:Norion o f E x pe nd it u re ( 19 3 3) , e n V i .. ,i o m o f E x e c s, . ', ed. y tr;~d.n g l. AH anStoekl, rvline:~polis,UniversilY of Minnesntll Pre-ss,1985, y SENGHOR. Amllologje- d e l a : V C l ~ l I ! e l l c P o e . , i e e l . \ t la / ag ad l l?d'E xpr e s s i o l l Frml(dI'Se, Par is , Pr e sse s Universlr.aire~ de.: rrance, 194H.

    10James CIIH'ORD describe el [ ex to d e L ei ri s como { .amo emog ra fi a en Tl u : T'redi((ll1l(!llt o f C u l tu r e, Cam-bridge., Ibrv:mi University Pre.ss, 1988, p. 170.

    II V':l.se f. rANON,The Fact of Blackness, en B l t l (/ . : S k i l l, I4l1lif(~ ! lidS}. . ':; (1952) , w.td. ingl . Char ie .s Lam Ma[k-mann, Nuc''''a York, Grove Press, 1967, y W . S O Y I N K A . 1 H y t b , LlCraur(~ a n d r he - ! f r ; c t l I l H'orid, Cambridge. Cambridge.University Press, 1976.

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    Renee Green, I mp or t I Fx po rt F un l: ( _ ) / J i e t . 1992, dctallc.

    1 1 K! 1",11'1 l osa o LI:'fUtTR:\'U

    hotentot e d e med ia do s d el siglo XIX (reprcscnrada pOI' una autopsia) y l a b ai lar in a de j and e co rn ic nzo s de l siglo xx J ose ph ine Bak er ( fo to graf ia da en un a famos a pos e d esnuda ), 0en Pesadil l as de va i n il la ( 1986) , de Adr ian Pi per, donde los f anrasmas r ac ia l es invocados enl os anunci os dc modas en el J 'VelV Y o rk T ime s se convier tc n en o rros t an to s es pc cr ro s ne grospara deleire y hor ro r d e los c ons urnidorcs b la nc os. En ot ra s o ca sione s, si n emba rgo, l a f an -tas ia primirivista es absorbida por el supucsto r eali st a, de modo que ahor a se sosri ene quee l o t ro esta d am le v ra i. Laver sion p rimi ti vi st a de l s upu esto rca li st a, es ta ub ic acion d e l a v e r-dad pol ir ica en un otr o 0 ex te rior p ro yc ct ado s, r ien e efec to s p rob le nr it ic os mas al li d e l acod if icac ion automatica de laidenridad ~is-a-vis l a al te ri da d ames s ef ia la da . En p rim.erIngar, csre exterior no es otro en ningun scn tido sencillo. En segundo Iugar, esta ubica-cion d e l a pol ir ic a c omo ex te rior y o tr a, c omo opo si ci6n t ra scc nd ental , p ue de d is tr ae r d euna po li ti ca de l a qu i y e l ahora , de la con tcstac ion inmanen tc ,

    P rimc ramen te es ta d problema de la proveaion de este exteri or -ott o. En 6'1 t ie mp o yel 011'0: 0)11"10 c on s tr uv e s u o bj et o l a a n ir op ol og ia ( 1983) , Johannes f abi an sosr iene que laantr opologia se fundo sobre una proyccci on del ri empo en el espacio basad a en dos pr e-supllcsros: 1 . El tiempo es inmanente al mundo (0 la naturaleza, 0 e l unive rse, depen-di endo del ar gumento) y por tant o coext ensi ve con est e; 2. Las relaci ones entre l as par-tes del mundo (en el sentido mas amplio de las cntidades ranro naturales comosoci oculturales) puedcn enrenderse como relaci ones ternpor al es. La di spersion en elcs pac io ref le ja di rc ct arne nre, 10 c ua l no c s d ec ir s implemcn rc 0 de un modo obvio, lasecuencia en el T icmpo!". Con el espaci o y el ri empo asi pr oyccr ados el uno en el otro,alli se convi rt io el l enronces y 10 mas remora (en cuant o medi do desde una especiede mer id iano de Gree nw ich de l a civi li za cion eu ropea ) se conv it ti 6 C il lo mas pr im it iv e.Esra pr oyeccion de 10 pr imi tive er a m anif iesr ar nente raci sr a: en el imagi nari o blancooc ciden ta l s u ubicac io n e ra si emprc o sc ura. P er si st e t en azmen re , si n emba rgo, po rque e sfundamental a las narraciones de la hiscoria-como-desarrollo y la civilizacion-como-j er ar quia. Estas narr aciones decimononicas son r esidual es en di scur sos como el psi c o-an:ilisis y di sc ip li na s como la h i stor ia de l a rr e, q ue c on f ie cu enc ia rod av ia d an pOl ' s upues tauna c on ex ion en tr e el desarro llo (oncogenerico) del ind iv iduo y el desarrollo (filogene-ri co) de l a especic ( como en l a civili zacion humana, el mundo del ar te, erc.) . En esta aso-ciacion el sujeto blanco occidental proyecca primerament e 10 primi ri vo como un est a-dio p rimar io d e l a h is ro ri a cultural y luego 10 reabsorbe como un estadio primario de lahisroria i n d i v i d u a l . (Asi, en T o t e m J' t a l J l A l19'13 J , subriru lado Algunos rasgos comunes enrrela psicol ogi a de l os sal vajes y de los ncur oticos, Freud present a 10 primi ti ve como unaimagen bien conservada de un esradio tempr ano de nuestr o propi o desarr ol lo-l ") Unave z mas, cs ta as oci ac io n d e 10p r im it iv o y 10p rc hi stor ic o y/o 10 preedipico, el otro y el

    I~ Johannes FArHAN, T im e tm d t ile Other: f l o w A l l th r o po l o g y ~\fl(/ke;:.'ts O/Ue ( l , N\IC,;v ;IYork, Columbia Univer-sirv Press, 1983, pp. 11-12. Paralin estudio de las proyecciones fines en l a h is ro ri a del a rr e, vease nu The Wri -ting 011 the Wall, en M i ch ae l G o va n (ed.), Lotiuu R/,IIIt1I,J,!artelll .riltlt'r;c(/: Invention, Nueva York, Guggenheiml'vluseltlll,199:;.

    D Sigmund FREUD, ' L ot e tn a n d T a b o o, rmd. ingl.james Strnchcy, NUCV'l York, \Xl , \V ~ orton, 1950, p. 1 led. cast.:T6tt'tII y tab/I , en O/;I'tI,( completas. vol.V, Madrid- Biblioreca NUCV4 1972, p. 1747]. Esra exrrana asocincion d e10

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    inconsciente, es la fantasia primirivista.Aunquc rcvaluada pOl'Freud, para cl cual losneu-r6t ieos podernos ser rambien salvajes, 0 por Batai llc y Leiris 0 por Senghor y Cesaire,para los cuales tal otredad esla mejor pane de nosotros, estafantasia no estadeconstruida.Y en la m ed id a e n q ue la f an ta sia p rim itiv is ta 110 esta d es ar tic ula da , e n la m ed id a e n q ue e l 011'0s ig ue c o l! fi md id o c o n eI i nc on sa en te , l as e xp lo ra do ne s d e l a a it er id a d h as ta e l d fa d e h o) ' al te ra -ran'> al )'0 a l a m a n tr a a n ti ou a e n q ue el 011'0 s i gue s i en do e l e n vo lt or io d e l y o 6Jor mas perturhadoqu e el yo pueda r es u lt ar e n e l p r oc e so ) m a s quc },oiza"(lIV) al o fr o a la manera n ll cv a e n q ue l a d ! f i. '-r en c ia e s p e rm it id a e i n cl us o a pr ec i ad a ( q l . j i z a med ia nt e e l r e co no ci mi en to d e 7 a a lt er id ad e n eI y o ) .Tambien en este sentido, la fantasiaprim.itivista puede vivir en el arte casi antropo16gico.

    Viene entonees elproblema de la politico de cstc exterior-otro. Hoy en dia,en nues-tra cconornia global el supuesto de un exterior puro es casi imposible. Esto no es rota-l izar nuestro sis tema mundial premaruramente, s ino especificar tanto la res isrenciaC0111.0a innovacion en cuanto relaciones inmancntcs mas que acontecimicnros tras-cendenta les. Hace mucho t ie rnpo Fanon vio una confi rmac i6n accidenta l de l a cul -tura europea en la logica oposicional del movimicnto de la negritude, pero solo recien-remente han lIevado los arris tas y los cdticos la prac;tica y la teOlia de las estructurasbinarias de la otreoad a 11l0delos relacionales de la diferencia, de los espacios-tiempodiscretos a las zonas trontenzas rruxtas 14

    Este movimiento 'fue Cfificll porquese opone a la antigun pol it ica de la a lt er idad ,Basica en gran parte de la modernidad, esta apropiaci6n del otro persiste en gran partede la posmodernidad. En E l m ito d el otro (1978), el fil6sofo i taliano Franco Rella 505-riene que teoricos tan diversos como Lacan, Foucault, Deleuzc l'Guattari idealizan alotro como la negacion del 111is1110,on efecros dcletereos sobre la politica cultural. Estaobra a menudo acepta definiciones dorninantes de 10negativo y/o de 10desviado auncuando se rnueve par a revaluarlos!", Asimismo, con f recuencia pcr rn it e i~ret6ricas de las definiciones dominantes que represeman a ]a polit ica como tal .Mas engeneral , e st a~eahzac i6n de laot redad t iende a segui r una linea tempora l en ]a que ungrupo ~iado como el nuevo suje to de la his tori a, lmicamente para se r des -~Qo__p.o_r ottP:;:::QlJ.,n Kobcna Mcrcer (ed,),Bh,ck Film, Black CiJ/ellla.Londres, Inst.tmte ofConwmporary Art, 1988.

    I{, POT t,:jemplo. d m ov imi cf lt o d e h negritHd~~asociaba Colo11izados y prolet~Hi(ldo como objelos de 1;1opre-si6n y b reificacibn (vease-Ajrm~ CESAIRE D i sc o ll n " ' lI r Ie colollia/i.'1IIc, Paris, 1950). llna { . I f / I i ( lc i6 11 pollt ica que pre-

    - - - - - - - - - - - - - - - - - - r o ~

    Esre hegelianismo del o tro no es unicarnen te activo en la modernidad y la po s-modernidad; puede ser estructural para cl sujeto moderno . En un celebre pasajc deL as p ala br as y la s c os as (1966), Michel Foucault sostiene que este sujeto, este hombremoderno que surge en el siglo XIX, difiere del sujeto clasico de las filosofias cartesianay kanti ana porque busca su verdad en 10 impensado, cl i nconsc iente y el o tro (cs raconsrituye la base filosofica del cruzamiento primitivista de ambos). Un desvelamientode 10no consciente, cscribe Foucault, cs la verdad de todas las ciencias del hombre,y por eso dcsvelamicntos tales como el psicoanalis is y la aucropologia son los mas pri-vilegiados de los discursos modern os0A esra luz, la alteraci6n del yo, el pas .ad elpresente, no cs m as que un desafio parcial al SlUeto~oderno, pues esta alteraci6n tam-~l al yo mediante ]a OposiclOn romannca, conserva al yo med.iante la apro-iaclOn dialbctica, exticnde al yo mediante la exploracion surreal is ta , prolonga al yol~iante ]a ll1cornodacion postestructurahsta, etc. IS Asi como la elaboracion del psico-Jn51L)ls y ]a ant ropologia fue fundamenta l para los d .i scursos modernos (el ar temoderno ll1duido), asila c d t i c a de estas ciencias humanas es crucial para los discursosposmodernos (el ane posmoderno inc lu ido) ; como suger i en e l capitulo 1 , amhas sonafines a la accion diferida. Pero esra cdtica, guees una cri tica del sujero, esta. todaViacenaw;). en cI SlUeto. v siyue ( en /r on do a l suieto l9 En EI p en s am ie n to s al v aj e (1962) ,Claude Levi-St rauss prcdice que e l hombre se disolvera en la rcconstruccion Iinguis-t ico-es tructural de las ciencias humanas/". AI final de L as p ala br as ) ' l a s ca sas , Foucaultrci tera esta famosa prcdicci6n con su osada imagen del hombre borrado como un ros-t ro dibujado en la a rena al borde del man). Intencionadamente 0 no, tpodda el g iro

    par e una apropil1dol1 pol it ica. En Hlack Orpheus . . su p re fa ri o a l aan to logi a de Senghor ( ci tada en nor a 9 ), Sar -r re escr ibio: AI mismo ncmpo la inca subjet iva, cxistcncial , emica de /1(~,.jwd "pasa", como dice Hegel, a l a i deaobjetiva, positiva. exacra de pro/t'fariado ... De hecho.Lr negrirud aparccc como el rermino men Orde una progre-SiOB dialcctica (xi). A 10 cua! r;lIlOTI rcspondio: . .Sc me habra pi- ivudo de mi ult ima oporrunidad . ..Y usi no soyyo quicn hago un significado par ;."!mi mismo, sino que es el significado el que esraba ya ahi , prccxistcnre, espe-randomc ... esperando esc giro de la liistoria- (W(/d.:. S~';Il,cir., pp. 133-J34).

    17Michel h") t)CA Ll, T I ,e O r d er f . ' ! f T h i n g s , Nueva York.Vinragc Hooks, 1970 led. case: UlS paialiras y las (0-,(1.$,Mexico, Sigle XXI, 1?681.En el capitulo 7 volvcrc sobre esre desvclarniento.

    IS I 'a rado ji camcnr e, e sr aconscr vacio del yo puede tnmbien l lcv.u se a cabo med iant e un masoquismo 1 1 / 0 1 ' 1 1 1en la polirica de laal tcr idad, que Nietzsche ataco en L A g e n c ( Jl o g{ a d e f a 11I0mi ( 1887 ) en cuanro e l resent int iento quefunciona en b d ia lcct ica del amo y c l esc lavo . Como Anson Rab inbach me sug ir ic , Sar tr e exh ibe est e maso-qui smo en su t:11TJ050 prefacio a nl( ' Wr('tclled t . ! . f til(' Earth. donde, como si respondiera a la acusacion de npropia-cion dialectic (VC;ISC nota Hi) ,ahcra declara que ladcscolonizaciou cs cl f inal dela dialecr ica (196'1; r rad. ingl.Constance Farringron, Nueva York, Grove Press, 1968, p. 31) . Sarrrc, PU(;:s,culmina el argumeuto fanoniano deQUC la colonizacion 111ltlbicn ha deShumaIl.iz~ldoal colollizador con un llaIl1arn.icl1to masoquisrJ a redoblar laveI l-~~n:l,.(lcdenlOra del colonizado, {Eseste rn; 'l s oqui s l1 ' l o l ' r lO l . J una ve.rsion disfr~l'z:adadel pa tronazgo ideo16gico?

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    184 EL RETORNO 1)1- 1. 0 REA . E l :\ I{. 'I J S T A COM 0 E T No GR." I 0

    r ef lcx iv id ad formal , un l ector au to cons ci en te dc l a c "T t ura entendida como t ext o . ~Pero ese l a rt is ta e l e jempla r aqu i, 0 no es est a fi gura una proyecci6n de un ego ideal del antro-pologo: cl antrop610go como col/agisco, scmio logo , vanguardista?25 En otras palabras:wodda e st ;! en vidi a de l ar ci st a se r un a a uroide al iz;1C ion en ]a que se rehace ill.amw.p_Q-1010 como imerprete arti st ico del rexto cult ur al ' Esta proycccion rara vez se det ienea hi e n l a nue va a nt ro po lo gi a 0 , s i a e so v amos, e ll l os e stud io s c ul rural es 0en e l n ue vohisroricismo. A mcnudo sc exriende al objer o de cst os cstudios, el otr o cultural, que est am b ien reconf ig urado p ara ref lej ar un a imagen ide al d el a nt ro po lo go , e l cr it ico 0 elhist or iador. Esta proyeccion no es ni mucho mcnos nueva para la antr opol ogia: al gu-nos c las ic os de l a d isc ip li na prese nt aron c ul tu ra s c nt eras c omo a rt ist as co le ct iv os 0 lasl cy eron c omo mode lo s es tct ic os d e prac ti cas s imbol ica s ( Mo de /o s d e tu ltu ra d e RuthBenedict [ 19341 es solo un ejemplo). Pero al menos la vieja antr opol ogia se pr oyecroab ie rt amcn te ; l a nu ev a a nt ropologi a p er si st c en es ta s p ro ye cc io nes, s olo que l as cons i-dera criticas e incluso deconstr1Jctivas.

    PO l supuesto, la nueva antropo logia entiende la cult ura de modo diferent c, comotexto, 10 cual equi vale a decir que ~ycccion sobre or r'as culturas es tan teA"t uali st! !c~. Este modele textual se supone que desafia ala autoridad etnogra-f ica med ia nt e parad igmas d is cu rs ivo s de d ia lo go y pol ifon ia v' ". S in embargo , h ac emucho ya que Pierre Bourdieu, en E sb oxo d e I

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    186 1 K.ETORNO DL to RFAl 187

    Recient emente, l a vi ej a cnvidi a de ] a ui st a e nr rUQ. I__; t_n tropologo s ha inve rt ido suorientaci6n: una nu~ etnografo consume a n~~11OsartiStasy-criria:>oilosanrrop6logos querian explotar el modelo textua entilITt:e"!'pr=ci6n--ettltrrEfI~:artiStasy en ICOSaspiranaruaDa 0 e carn 0 en c que eori:rypmrtt:f parecen recon-ciliarse. l\ menu 0 parten indirectarnente de principios asicos e a tradicion delo~dor-participante, entre los wales Clifford sefiala un enfoque critico de una ins-t ituci on part icular y un tempo n ar rat iv e que favorec c e l prese nc e etnograf ico ? ". S inemba rgo, es te s p re st arnos no s on sino signos de l gi ro e tn og ra fi co en e l ;u- re y l a cr it ic acontemporancos. tQue 10 impulsai

    n e arte e 1 ~d)"-mbichas_alJ.l.siones ;11 otro, ]a mayor ia de l as cl Ial es so np rim t iv isr as , vinc ul ad as a l a oU ti ca d e la a lteridad : en e l surreal ismo, donde cl otr o esfigura 0 expr esamente en tenninos del inconsCl eme; en e a rt b ru t de Jean Dubuffet,aonde el ot ro r epresenta un r edemor recur so anticivili zacion; en el exprcsl onismo,lbsrracto, donde el otro owp:! ellugar del cjemplar ori inaT de todos los artist;lS; Ylve rsamenre en el anc de los a1'10ssesenta. y seren ta Qa a lus io n al ar te preh is ror ic o e na1gu~os terraplenes, el mundo del arte como topico anrropologico en cierto am:antropoi6gico y cn ti co ae ta s nsd tu cion es ,1nnvenc lOn aelug ares arque olog lc os 'ICiVi li zac lOne s a nr ro po lo gi cas por Anne y Pat ri ck Poi ri er , ChaT les Sl IU011t1sYOt ro s1~~UC os -:In.,Que " isn ngue, pu es , " Ig Iro a ctua l, a pa rt e de sl if el at lV :! au toc on ci en ci a r es -pect o del lhetado etnografico? En pr imer lugar, como hcmos vista, la antropo logia es-co -m ta cra a c omo la cienCla eIaal teridad; en este r espec[O es, jumo con d psi coana-liSIS, I:ilil1gua Jral1carantOae la pdc ti ca a rt ist ica c omo del d isc ur so c ri ri co . En s egundo'lugar;esJa ISClj3lma que toma la cultum c omo s7t ""Objcto- ;Yest e c ampo ampl ii ao d ereferenci a es d aonul lIo e lapFa"CtiCaflarcon-:r -posino erna (Thmmen, por consi -guien te , la a traccion hac ia los estud ios culru ra lcs y, en menor medida, el nuevo histo-r ic ismo). En terce r lugar, la etnografia es considerada col1texlual, una carac te risr ica cuyad erna nd a a men lldo au tom:mca los a rt ist as y Crlticos con te rnporaneos comparren hoye n : dia con otros pracr icanr es, muchos de los wal es asp i ran al trabajo de campo en 10Cofj- ano . n cUaYco-lu",ar , a la:amro-polog la se la concibe como arbit rando 10 i17lerdis-C i p T l i U i r r o ; orro valor muy rcpendo en el arte y l a c ti ti ca contemporan eo s. En qu in tolugar.Ia reciente autaaltica d e l a an tropo lo gi a l a h ae e a tr act iv a, pu es promete un a ref le -x iv id ad de l ern6grafo en el ce nt ro a unque en los marge ne s c on se rv e un rornan ti ci smodel o tro. Todas cstas razones confieren status de vanguardisras a las inves tigaciones espu-rea s d e l a an tropolog ia, c omo a las cr it ica s d el ps ic oa na li si s de sd e e l mundo homos e-xual: es asi como el fil o cr iti co se per cibe como mas incisive.

    supue.'.ro realista) y a u na -falacia tcxtualista ( af in a mi prcyecc lou rcxrual ista}: "D e ahi la acusucion d e q ue clnuevo historicisruo es reduccionisra en un doble scnddo: reduce 10social al Sll/IW clc fiuicion d e10 culrural, yademis reduce 10 cultural al Slaws de un texto {en H.Arm Vccser [ed.], Th e !V!'W Historicism, Nueva York, ROll-rlcdge. 1989, p. 294).

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    'L RETORNO III; to n ra ; Er .A.RT1SIA CO~10 J: lN()( RAFO 189

    Pero este conrexro de proyecciones y rcflexiones da l ugar a dos problemas, el primerometodologico, el segundo ctico. Si los giros textual y etnogrifico dependen de ununico discurso, (hasta que punto puede ser los resultados verdadcramente interdiscipli-narcs? Si los estudios culturales y cl nuevo his tori ci smo a menudo pasan de contra-bando un modelo ctnografico (cuando no socio16gico), cpodria la i deo log ! t eo ri caCOltllll'! que en silencio habita en la "conciencia" de t od os es to s e sp ec ia li st as [ .. . J estaroscilando entre un vago espiritualisrno y un posit ivismo tecnocrat ico ?,,34EI segundoproblema, ames mencionado, esmas grave . Cuando e l o tro es admi rado como Iudicoen la rcpresentac ion, subversivo en su gcnero, c tc ., cpodria se r una proyccc ion delanrropologo, el artista, el critico 0 el his toriador? En ese caso, podria proyectarse unapracrica ideal sobre el call1.podel otro, ,1 1 cua l s e l e pide entonces que 10ref lc je comosi fuera no s610 autenticarnentc indigcna, sino innovadorarncnte politico.

    En par te cst a esuna proyecc ion de mi propia cosccha , y la apl icacion de los nuc-vos y antiguos merodos ernograficos ha sido muy iluminadora. Pero tarnbien ha obli-ter ado mucho en el campo del o tro, y en su nombre. Esto es 10contrario de una cri-rica de la auto ridad etnografica, e incluso 10 opuesto del metodo etnografico, almenostal como yo los ent iendo. Y este luga r impos ib le, como 10 l lam6 Benjamin haecmucho ticmpo, cs una ccupacion cornun de no pocos antropologos, art is ras, cri ticos ehistoriadores.

    La ubicaci6n del arte contemporaneo~ etnograf ico_fn el ane con tempor aneo es tambien impu lsado po r lo s desa-

    rrollos habidos en la genealogia minimalisra del arce durante los (ut imos t[einta afios .

    .H LOllis tlirHUSSJ:R, Phi/asopliy an d the S po n mn r on s I d ml o_ zy o f r l l t " " Scient ists &. C t he : E s s ay . ', Londres.Verson,1990, p .97 . E Ig i ro cmogc if ico en los csr ud io s r ul tu ra les y cl nuevo l .istor iciouo rara vet C : ' S cucstiouado. EnRena i ssan c e , ) e : ! r F ( / . " / I I ' ( l I 1 i / ~ ! ( (19XO), uu tcxto fundacional del nuevo historicismo, Stephen CIU:ENBT ATI es expli-cito: [En Iugar de 1:1 cririca lireraria] he inrcntado pracricar una cririca JlJfiscultural 0 nnrropologica, ~ipor "antro-pologico" aqui enrcnderuos los csrudios inrerprerat ivos de 1, 1 culrura l lcvados : ,}cabo por Geertz, J1trH." .S Boon.Mary Douglas.jean Davignnud, Paul Rabinow.Vicror Turuer y orros-.Tal cri tica vc "fa Iircr.nurn como una p~nr(del s is tema d l. .' si gnos que coust ir uyen uuu cul ru ru dada- ( p. . . J ) . Pero csro parec(, .'un cfrculo merodologico: 1;1criricn rcxrual se aproxinu a la iuterprernr-ion anrropologica. 1'(:1"0 (micarncnte por < 1 (~ S L nuevo obicto.!a culrura,es refonuulado como [ex to. .

    Par.rSruart H ..ll.Ios cstudios culturalcs hrininicos en el Birmingham Centre sc dcsarrol laron de h cririca l ite-r a r- ia a 1.1culurral y de ahl ,I l a i dcolog ica. cou e l r esuhado de uua defi ni ci on mucho mas muplia, "antropoio-gica', de Ia culrura (citado (.'11Brentlinger, CIH.'or~':"o(prillt.~, cit.. P: G~). Estc g ir o ( ue rambicn bfisico par::!. loscsrudios culrur.rlcs norreamericanos. Parajanice Redway cl paso de una edef iuicion litcrar io-moral de cuhura atina

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    E a ch b lo ck o f h o u se s is L sel f -ccnmlncdscqucucc.c- theft.'is nodevelopment - selected fromlhepOssibleocccptabtc arrungerucnu. As ane xa mp le . i ra s ec ti on w a s lO c on ta in e ig ht h nu se s o fw h ic h f ou r m o de l types w er e to b e u s ed . a nyo J t h e s e p e rm u ta t io n al p o ss lh i li ri e s c o ul d b e woo :

    AAllilCCDD ABCDASGDAA1lBDDCC ABDCABDC"ACCBSOb ACBDAcEDA, \CCDOBll ACOBACDBAADOCCB13 AOBCAOBCAA0068CC ADCBADe)JBBAACCOD BADCBADCBBAADDCC BACDBACDatICCA.'~DD BCADBCA.I)BaCCDDAA RCDABCDABBDDAAC HDACBOACl lBDDCCAA 8DCAI lI>C",CCAi\BBDD CABDCABDCCJ\ADDBS CAP1KADBCCBSODAI I CBADCB~D'CCaDAADD CI3D,\CBDACCDDAABB CDAllCDAB.CCDDBB"A CDBACDB,' \'DDAABSCC DACSDACBDDAACCBB 0.' HC I>ABCDDBBAACC DBACPBACDDBBCC"" DTJCADI3CADDCCAABB DCABDCABDDCCBS. '- ' DCI l" ,\DCBA

    Robert Smithson, Se is p n r ad a e ll H il a seccion, '1968, toto, 11lapa. cubeta.

    T h e e i~ t c o lo r v a ri ab l es -w e re e q ua l lydistributed among thehouse exteriors. Fhe f i l ' S : tbuyers were.more likelytc have obtained their firstc ho ic e i n c o lo r. F am il y u ni ts h ad to m.w.::e.ttc h oi c e b a se d . o n t h e. av a il ab l e c o lo r s w h i ch a ls o reckaeco un r o i both tllnixmdend wife's likes andd i s li k e s. Ad \ J It m u l e a nd f cm a t e color l ik e s a D ddisiH:~ w er e c om pa re d i n a s u rv ey o f thehemecwrrers:

    Female 'LIKE M,d....kywi\yBlueLawnGreen

    NckleC i ) J . . . r m i i l l" R e d

    Ycilow C h i f T o _ ! 1PatioWl1ita

    MoonS(()rc Cre~Fawn

    S ky w ay B tn cC o lo n ia l R e dPttlioW'bite.\ l .c_ l .IowChif fonl .awn GreenNickJeFawnM o on U Qr te O n :)

    'O)ISLlKEFemale Male

    Patio \\~httc..Fawn-C o ie n la l R e d

    'Moons "W ne G rey"Ycl l l .)wChif fonL3 \ V J l G reenS k )'W l lY B lueieklc

    Lawn GreenC(lIObial~t'dP111ioWtiifl.'MQ

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    l u s h . . .i n o r u b b y d u bi n e b r i a t e

    a l c o h o l i cb a r r e l h o u s e b u m

    Martha Resler, 1:"1empar r ado e l l d o s s is tema s d e sc r ip ti v os i n ad e c ua d os , 1975, detalle.

    Allan Sekula, H i st or ic d e p e e" s , 1995, detalles de un panorama y un inclinomerro en mediadel Atlantico.

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    1~ro. ~~~---------------------------------- Et. ARTI ST b COMO ETN6GRAFO

    Tal retlcxividad es esencial pues, como Bourdieu advirtio, el mapeado etnograficoesta predipuesto a una oposicion cartesiana que lleva al observador a abstraer la cul-tura del estudio, Tal rnapeado puede por tanto confirrnar mas que contestar la autori-dad del mapeador en el s iti o de un modo que reduce cl deseado intercambio de tra-bajo de campo dialogico ". En sus mapeados de otras culturas, Lothar Baumgarten esacusado a veces de tal arrogancia. En varias obras de las ult imas dos decadas el ha ins-criro los nornbres de sociedades indigenas de America del norte y del sur, a menudoirnpuestos por los cxploradores 0 pOl'los ernografos, en emplazamientos tales comola catcdral neoclas ica del Museum Fredcricianum de Kassel (Alemania) en 1982 y laespiralmoderna del Museo Guggenheim de NuevaYork en 1993. Sin embargo, masque. trofcos etnograficos, cstos nornbres rctornan, casi como signos disrorsionados de10reprirnido, para desafiar los mapeados de Occidente: en la catedral neoclasica comopan dcclarar que la otra cara de la I lust racion del Vie jo Mundo es la Conquista delNuevo Mundo, y en la cspiral de Frank Lloyd Wright como para dernandar un nuevoglobo sin narraciones de 10 moderno y 10 primitivo 0 jerarquias del norte y elsur, unmapa diferente en e l que e l a rti cu lador es t ambien a rti cu lado, metido en un parallaxde un modo que complica las viejas oposicioncs antropologicas de un nosotros-aqui-v-ahora frente a un ellos-alli-v-entonces39, Pero cl ejemplo de 13aUln~anen apunta,a .otra complicacion: estos mapcados etno-zraficos son a menudo encargos. ASrCOlllOel arte apropiacionista de los afios ochenta~ convirt io en un genero cstet ico e incluso un espectaculo de los medios de comuni-cacion, asi las nuevas obras especificas para lill s it io parecen a mcnudo un aconteci-miento museist ico en el que la insti rucion importa la altica, sea como rnuestra de tole-rancia 0 con e l proposi to de la inoculac ion (cont ra una cri ti ca l lcvada a cabo POt lainstitucion, en el seno de la institucion). Por supuesro, esra posicion dcntro del museoquizi sea necesaria para tales mapeados etnograficos, especialmente si prctcndcn serdeconstruct ivos: asi como el arte apropiacionis ta, para act ivar el espectaculo de losmedics de comunicacion, tenia que participar de el, asi las nuevas obras para un sirioespecifico, a fin de remapcar el museo 0 reconfigurar su publico, debe operar denrro deeste. Este argumento vale para los mas incisivos de estos proyecros, tales como Mi na n d oe l mu se o de Fred Wilson y eNo son encan tado res? de Andrea Praser (ambos de 1992).

    En M i na nd o e l m us eo , financiado por el Musco de Arre Conternporaneo de Balti -more, Wilson actuo como un arqueologo de laSociedad Historica de Maryland. Pri-mero explore su coleccion (un minado inicial). Luego recogio representaciones evo-cadoras de his torias , principalmente afioamericanas , no a menudo mostradas comohistoricas (un segundo minado). Finalmente, rearriculo otras represemaciones masquedesde hace mucho tiempo sehan arrogado elderecho a lahistoria (por ejemplo, en unaexposicion titulada Obra en metaI1793-1880 coloco un par de esposasde esclavo,untercer minado: que explore la representacion dada). Con elloWilson tambien actuo

    38 VC~lSC130llxciiell, Om li l1 e ./ o r a T I l / Jo r y o f P r ac t ic e ,c il ., p . 2.J'J Sob re e st as opo si done s, v ea se F ab ia n, Time mId r lu :Other, y sobre B;IUJt1gar tL 'n, VC;!$'IIJ1Qdl 'misl1l , Durham. Duke UniversityPress, 1990, pas..im,

    ;17 Sobre Mary Kelly,vease fmerill1, Nueva York, New Museum of Contemporary An, 1990, y sobrc SilviaKolbowski. vease X l P r oj ca s , Nueva York. Border Editions, 1993, Muchos otros artisras cnestionani-:.1$ repl'escnw-ci on es d oc um em al es y /o s e b a san e n l H: lp ea do s cm og ci fi c.: os ( Su sa n H il li er , L ea nd ro K at z. Eb il le R ei ch ek . .. ). U navL

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    Mary Kelly.Historic, 1989, dctalle de 1.1seccion Ill .Silvia Kolbowski, A m p li ad o { / portir de l [( I f{ i l ,~g '' , fehrero de 199(). dcrallc,

    ' ; ;

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    Lothar Baumgarten, In venciol l mner iC l . l I la , 1993, dctallc,The Guggenheim Muscum.

    Fred \Vilson, Minand d " '

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    20 0 1 RF.TORNU ue to REAL ! EI ART!STA COMO I: .TN() (;RAIOcon comunidades innovadoramente, para recuperar historias suprimidas que son ubi-cadas de modes particulares, a las que unos acccdcn mas eficazmente que otros. Y sim-bolicamente estas nuevas obras para un sirio especifico pueden reocupar espacios cu.l-turales perdidos y proponer contramcmorias his toricas. (Estoy pensando en los car tc lescolgados P Ot Edgar Heap of BIrds que reclaman la ti er ra ameri cana nat iva en Ok la -homa 'y otras panes, y en los proyectos desarrollados por colcctivos como Repo His-t ory que apuntan a l us to ria s supri rn idas por deba jo dc la s conmemoraci ones o fi ci ale sen Nueva York y o tt-a s parte s.) No obstant e, ;Lpapel c a sl ~; op o 16 g iCO aS lg n ad o o f a r ti s tap .~ lE: l~p romover una presunc i 6n t an /. o Clmw u n w e s! io na m ie n to d e . a o ut or lJ ad e tn o gr !l ji ca , un a"~ va sion t an to (011"/0 u n a e x te n si on d e l a. c r it iw i l" l st it uc io n al .- --~ F;; :mi! ;Y c l mode lo e tnog ra fi co s e empleo para an imar un si ri o vi ej o, pe ro tam-bien puede utilizarse para animar uno nuevo. Lo local y 10 coridiano se piensa que seresisten al desarrollo economico, pero tambien pueden atraerlo, pues tal desarrollonecesira de 10 local y 10 cot idiano aun cuando erosiona esras cualidades, las desaloja.En este caso la obras para un sitio especifico pueden urilizarse para hacer que estosno -espac io s par czcan e specif icos de nuevo, pa ra reaju st ar lo s como l uga re s concre te s,no espacios abstractos, en terminos hisroricos y/o culturales'" . .Mucrtos como culrura,10 local y 10 cotidiano pueden ser revividos como simulacro, un rcmai para un par-gue 0 una historia en una alameda, y las obras para un sitio cspecifico puedcn llc-vars e a e st a zombifi cac ion de 10 l ocal y 10 coti di ano, e sr a ver si on Di sney de 10 espcci-fico para un sitio. Convertidos en rabll en el ;trte posrnodcrno, valores como Iaaurenticidad, b origihalidad y ]a s ingu la ri dad pueden re to rnar como propieaacre s des it io s que a l os a rt is ta s se le s p ide ql le definan 0 ernbellezcan. Pe r 51' no hay nada maloe n es te re to rno, pero lo s pa tr cci nado re s pucdcn cons idera r e sra s pr opi edades p rec is a-mente corno valores ascntados por desar rollar".

    La institucion del artc tambien puede utilizar para el desarrollo economico, laa}'l.lda social y el mrismo art is ti co las obras eSRecifi.:;.\..'\..paraun sitio, y en una epoea deprivatizaciones esco se -acepta como necesario e mcluso nat~al. En Cultura enacc ion , un p rograma de a rt c p l' ibl ico de Scu lpt ure ChI cago r cal iz ado en 1993, s e i ns-talaron ocho proyectos a 10 largo y ancho de la ciudad. Dirigidas por artistas comoDani el Mar ti nez , Mark Dion , Ka te Eri cson y Mel Zeigher , estas colaboraciones S1sir -v ie ron como un l abora to r io u rbane paLl imp li car a d iver sos pub li cos en la c reac ionde i nnovadore s pr oyecto s a rr is ri cos publi cos: ". Pe ro f ue i nevit ab le que t ar nbi en s ir -vieran como sondeos de relaciones publicas para las corporaciones y agencias gue los

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    C0I11_0 etnografo de las comunidades aii -oamer icanas perdidas, rcprimidas 0 si no des-plazadas en tales instiruciones. Andrea Fraser llevo a cabo de modo diferente unaa rquco logia de l os ar ch ive s musc is ticos y una e tnogr af ia de l as cu lt ura s museis ti ca s. EniN a 50'1 encantadores] , reabrio un legado privado para e l musco de arte en la Univer-sidad de California en Berkeley a fin de investigar como los hetcrogeneos objerosdomesticos del micrnbro de una clase especifica (dcsdc las gafas a los Renoirs) sonsublimados en la hornogenea cultura publica dc un rnuseo del arte general. Agui Fra-ser aborclaba la sublimation insritucional, mientras que Wilson se centraba en la represioninstitucional. No obstante, ~os artistas jucgan con la museologia primero paradesenmascarar y luego para reart icular las codif icaciones ins ti tucionales del aree"V1osa rt ef acws : como los ob je to s sc tr aduccn en pruebas h is tonca s y /o ej er np los cultu ral es ,son mvestidos de va~ttdizados por los espectadores.-STn embargo, pese a toda ]a perspIcacia de tales proyectos , e l enfoque deconstruc-t ivo-e tnogr afico p ll ede convert ir se en una t act ic a, U11 iuego d~la insritucion no mas abicrta y ptlblica, sino mas hermetic a y narcisista, LIn lugar parai ll it iados l ll ll camente, donae se ensa ), ;\ . un c ri tic ismo desdenoso. Asimismo , comovimos en el capfffilo 'I-;-laam!5igtiedad del posicIOnamiento deconstrLlcrivo, a la vczdentro y f ue ra de l a in st it ~1Cion, puede i ncu rrir en ]a dup lic idad de la razt'ln c ini ca enCJ!1eel artistD' -la i ns ti tucion han i ncurr ido de dos modos: cOl1ser vando e l status SOCIaldel arte y ejerciendo la pureza moral de la critica, una cosa cmno complem~ 0cornpensacion de la ott a .-Estos son peligros de las obras para un sitio especifico denrro de la insritucion; otrossurgen cuando cstas obras son patrocinadas fuera de la instirucion, a menudo en cola-boracion con grupos loca le s. Consi de res c el ej cmpl o de l "Project Unit '; '>, un encargo demas 0 menos cuarenta in st al aci ones pa ra la Uni te d 'Habit at ion de F ir rn iny (Francia )durante el verano de 1993. Aqui el pa radigms cas i an tr opo log ico oper e en dos n ive -les : primero, indirectarnente , t ra tando cstc dcsvencijado proyecro de alojamiento dise-fiado por Le Corbusicr como un sitio ctnografico C:es asi como se ha converrido enexoti ca ta l ar qui te ct ura moderna? ); y lucgo, d ir ec tament e, o fr eei endo su comuni daden gr an part e de inm. ig rante s a l os a rt is ta s po r comprom. iso et nogra fico. Un proyec rosugi er e lo s es co llo s de t al a cuerdo. En el , e l cqu ipo ncoconcep tual Cl egg & Guttmannp id io a lo s r es iden tc s de la Unite que contribuycran a una discoteca con cassettes queluego fueron di spue st os , cornpil ados y expuest os s cgun e l apart ar nen to y el p iso en unamaquet a del ed if ic io como un todo . Persuad idos a la col aboracicn, l os habit an te s p res -t ar on e st os.s ucedaneos cult ur al cs, quc lc s fucr on dcvue lt os como exposi ci one s anrr o-pologicas .Y los art is tas no cucst ionaron la autor idad ctnografica , ni si qui er a e l a ir e desuper ioridad sociologies , que implicaba esta autor representacion resul tante.

    Es to e s ti pi co del panora rna ca si ant ropol ogi co . Pocos p ri nci pi os de l observador-par ti ci pan te e rnog ra fi co son obser vados, no d igamos c ri ti cados , y 10uni co que sc p ro -duce es un limitado compromise de la comunidad. Casi naturalmente, el proyecro scextravia de la co laboracion a Ia auto fo rmac ion, de un descentrami en to del a rti st a comoauto ri dad cultu ral a un re sa lt e del o tro en e l d is fr az neoprimi ti vi st a. Por S lip li es t o, e st eno es si empr e el c aso : muchos a rtis ta s han u til iz ado e sta s oport uni dade s de col abora r

    4 1 . \ Veans e l as o bs er vaci on es d e Miwcn K . .. on en Roundt ab le o n S ir c-Sp ec if ir it v , c ir . De nuevo , u na logicar ed en ro ra r ig e g r;m p ar te d e. l as Obl""JS p ar J u n s ir !o e sp ec if ico, d e s de l os p ro yect os d e r cv ig or iz ac icn d e Smi th so nen adelanto.

    .. 1 Un e jemp lo r ec ienr e f ue e l P ro vect o a rr is ri co d e I a c al le 4 2! ), u na avent ur a col cc ti va d e u na o rg an iz ac icnde his art es , una empresa de, di se no y el P ro ve cr o de De sa rr ol lo de 1< 1 Cal le 4 2.Aqui u na v e. zm as b ubo cbr as i nd l-vidualcs de invcncion estc t1< :a ylo c ri ri ca . No obs tant e, e l a rt c, ( :1 grafisnio v l a mo de s e dc sp le gar on p ar a me jo-rar la imagen de unos famcsos inmueblcs candidates nl redcsarrollo.

    ~ : ? : Panfleto ..Culture ill Acriou, Chicago, Sculpture Chicago, 1993; vease tambieu Mary jane JACOB el ai.,CJI/(rrre in Aaioll, Se~lLtk, B'ly [>ress_ 1905.

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    ZOry-------------------------~E~T_OR'E~IN

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    Jimmie Durham. A lIIelllulo OUr/Will e li /p le a , . . anos ochenra, '1988 d talle. P arque del Ayuncunicnro de Nuevadgar Heap ofBirds, Al lj il rl OlieS l1aiW()S. e

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    I,

    niltura (1958). En lugar de congelado en cstratos en una pir am ide, el pop coloc6 alarte den tro de un continuo de la cultur a ". De manera que si Rauschenberg y com-paf ii a buscaban unos c ri te rios dist in tos de los t cr rn inos for rnal is ta s de la modcrnidadespec if ica para un medio , e l pop res ituo c l compromise con el arte elevado en todo ell argo f rcntc de la cul tura . Est a expans i6n hor izonta l de l a exprcsion a rti st ica y e l valorcultural es l levada mas lejos , cri tica y acrit icamente, tanto en el arte casi antropol6gicocomo en los esrudios culturales.

    Unos cuantos efectos de esra expan sion pod rian destacarse. En pr im.er I ngar, clcambio a un modo hor izonta l de t raba iar escoherente con el giro etnogd fico en cl artcy la ent rca: uno e lige un s iti o, ent ra en su cul rura y aprende su idiorna , conet eypre::-s~nta un proyeeto, ll ll lcamente para pasar al s lgmerm;sit ilT-err-ehlue se repIte el i ll lo.En segundo lugar , e st e cambio sigue una 16gica espac ia l: uno no Sl )JOmapea un s it io ,s ino que ra111bien t raba ja en terminos de t6picos , marcos, e tc . (10 cual puede 0 noapuntar a una pr iv ileg iaci6n general del espacio a 10 l argo del tiernpo en d discurso{posmoderno)'I~.Ahora bien, en la ruptura posmoderna, a sociaaa en el capi tu lo 1 conun retorno a b v:mguardia I~Is-tonca;deje horizontal, espacial, todavia intersccaba elge ver tICa l, t emporal . A f in de extender c l espac io es te ti co , los a rr ist as ahondaron enel t iempo histor ico y devolvieron los modelo, pasados a l presente de un modo queibn6 nuevos lugaresc fe t raba jo . Los dos e jes est ahan en tensi6n , pero e ra una te; ;' si 6nproduct iva; idealmente coordinados , ambos avanzaban juntos, con e l pasaao y < :1 pre-s ente en pmaT/ax . Hoy en e ll a, cuando los a rt is ta s s iguen l ineas hor izon tal es de t raba jo ,r a g Hneas verticales a veces parecen haberse perdlclo.- Este t1 'l oOOl lOr izontai de t raba ja r demanda que art ist as y c ri ti cos conozcan no s610lacs truc tura de cada cul tura 10bas tanre bien como para mapearl a, s ino tambien su h.i s-tori a como para nar ra rla .Asi , s iuno desea t raba ja r sobre e l s ida , debe entender no 5610el aliento discurs ivo, s ino tarnbien la profundidad his tori ca de las representac iones delsida, Coo rdinar ambos ejes de varios de tales d iscu rso s supone una carga enorme. Yaqui debe conside ra rse , aunquc no sea mas l lue para contrar rest ar la, la cautela tradi-cionalisra rcspecto al modo horizontal de trabajar: que las nuevas concxiones discurs i-vas puedan difuminar los viejos rccuerdos dis cipl inar ios. I rnpl ic ito en la acusacion esque cste movimiento ha hecho pclig rosamente politico el arre con tcmporaneo. Dehecho, est c mensa je del ar te es dominance en la cultura general , con codas l as l la rnadasa dcpurar e l a rt e de pol it ica sin mas . Estas l lamadas son obviamenre autocont radicto-rias, pero tambien deben considerarse a fin de concrarrestarlas",

    IS Lawrence AT I (>\VAY. The Long Front. of Culture ( "1959) , en Brian Wallis (ed.), T I I I' ~ ; s Tomor r ow ' / od l l) , : 17 rrt nd e pe n de ! C r ou p a n d R r il i. < lr P o p, Nueva York, PS 1,1987, p. 31.

    ';0) Esta afirmacion 13 hacen criricos como f r ed r ic J am es on y la dcsurrol lan geografos urbanos c om o D av idHarvey y Edward Soja, Soon: csro volvere en. c! capitulo 7.

    5Q Una rcaccicn similar contra dane cargado de pol it ica se d io a f inal es de los :dIOS rreinra con el asccnsodel formalismo amcricano, S6lo que hoy e n dia esta reaccion no rcquiere el r iempo de una gcneracion: puededarsc en el lapso entre dos bicnales de \Vhi tTH':Y,ta l (.01110 sugiere su balance del compromise polit ico en 1993 ala irrclcvancia esrilisrica en 199:1 . Asiruismo, e l v ie jo formalismo traraba de sublimar 1; 1 renovacion polirica en lainnovacion art isrica: Ia version conremporanca IIi siquiera inrenta esco.

    Mi segundo punto afecta a Ia reflexividad del arte concernporaneo. He acentuadoel hecho de que se nccesita la reflexividad para procegerse contra una sobreidentifica-c ion con e l o tro (mediante el compromiso, la autoaltcracion etc.) que puedc compro-meter esta otredad . Par ad6jicamente, como Benjamin dio a en tender hace muchoticrnpo, csta sobrcidentificacion pucdc alienar al otro mas si no pcr rn it e la alreracionque ya funciona en la representac ion. F rente J. estos peligros -de dernasi ada 0 dema-siado poca distancia+ he abogado po r Ia obra paralacr ica que intenta enmar car alenmarcador cuando esce enrna rca a l o tto. Est e es U11 modo de adaptarse al contradic-torio status de la otredad en cuanto dada y const ru ida, t ea l y t antasmal '" . Este enmar-camienro pucde ser tan sen cillo como un pie de foro para un fot6grafo, como en elproyecto deThe Bowery de Resler , 0 la inversion de un nornb rc, como en los car te-l es de Heap ofB i rds 0 Baumgart en . S in embargo, t al rccnmarcarniento no es suf ic ien tepor s i solo. Una vez mas la re fl ex iv idad puedc l levar a un her rnet ismo, incluso un nar -cisismo, ell el que el o tr o es oscurecido , el yo p ronunciado ; puede tambien Ilevar a unrechazo del compromiso s in mas. iY l a d i st an c i a a it ic a qu e garal'ltiza? ~Se ha convertidoesta noci6n en algo de algun modo mitico , acritico, una forma de pro teccion magica,un r itua l de pureza por s im. ismo? lEs tal d is tanc ia aun deseable, por no dec ir pos ib le?

    Quiza no, pero una sobreidenrificacion rcductora con el otro no es t ampoco desea-ble. Mucho peor, s in embargo, es una des identi fi caci6n crimina l del otro, Hoy en diaJapolitica cultural, tanto de izquierdas COIl1.O de derechas, parece atrapada en este cal le-j6n sin sa lida '" . En gran medida, l a i zquierda se sobreident if ica Ca ll e l o tro como vic -tima.Io cual la encierra en una jerarquia de su fnmien to por la. cual los deshcredadospueden hacer pocas cosas mal. Enmucho mayor rnedida, la derecha se dcsidentifica delotro, al cual culpa como victima, y explota esta desidentificacion para construir la sol i-daridad polit ica mediante el miedo y la avers ion fantasmales . Frente a este cal lej6n sinsalida, la dis tanc ia c ri ti ca podri a no ser t an mala idea dcspues de todo. De est a cuest iones de 10que me ocupare en el cap itu lo final.

    5J Por ejemplo, raza es un constructe hisrorico, perc> este conocimiento 110 climina sus efeccos mareriaics.En cuanto objem fetichisra, el coriocjrrticrito de. la l"';lZ:\l) no derrota 1::1creencia (incluso el ~oce) e n e ll a; existenuno junto a la otra, inclose 0 cspecialmenre entre los ilusrrados .

    . ' i : : ! Es csre callejon sin salida el que inspire c1 culro de 1:1 abyeccion n:.li,;T1cionado

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    un p e u p l E '

    La verdad sobrc las colonias, contraexposici6n surrealisra, Paris, 1931.

    72Y QUE PASO CON LA POSMODERNIDAD?

    < .Y que paso con la posmodernidad? No haec mucho ticmpo parecia una nocioncstupcnda. Para jean-Francois Lyotard la posmodernidad ponia fin a los grandes meta-rrelatos que hacian que la modernidad pareciera sinonimo de progreso (la marcha del a r azon, l a acumulaci on de r iqueza, el avance de l a t ecno logia , la emancipacion de lostrabajadores, etc.), mientras que para Fredric Jameson la posrnoder nidad inspire unar enovada na rra ci on marxi st a de l os d if er en tes e st ad io s de la cul tu ra moderna af ines condiferentes modos de l a p roducc ion capi ta li sr a 1. Mientra s tanto , para 105 criticos COD1-prometidos con el arte avanzado supuso un movimiento de ruptura con un modeleagotado del arte moderno que se centraba en los refinamientos forrnales y dejaba delado tanto las deterrninaciones hisroricas cOJlI0 las rransformaciones sociales.

    As], incluso en la izquierda, e spec ial mente en la izqu ie rda, la posmodernidad fueuna nocion debatida. Sin embargo, lIO hacc mucho tiempo habia una sensacion dea li anza imprecis a, i ncl uso un proyect o comun, par ti cu larmen te en opos ic ion a l as posi-c iones derechistas , que abarcaban dcsdc 105 v ie jo s at aques a la moclernidad in . iota comola fuenre de todos los males de nucstra sociedad hedonista hasta las nuevas defensas del as r node rn idade s parti cul at es que s e habian convert ido en o fi ci al es e incl uso tradic io -nale s, l as modernidades de l museo y I a acaderma/ . Pa ra es ta pos ic ion l a posmodern i-dad era la venganza de los filisreos. (la feliz frase de Hilton Kramer), el vulgar ki tschde los mercachitles de 105 medios de comunicacion, las clases ma s bajas y los pueblos

    t VC;~$Cjcan-Frnncois LVOTAR.D, T I 1 ( ' Postmodern C O / 1 d i t i O H ~ 1979, trad. ingl. Geoff Bennington y Brian Mas-sumi.Mineapolis. Universiry of Minnesora P r e ss , 1 9S 4 [ed.casi.: LA coudkio p( )smodcr fJa , Madrid, Cdtcdra. 1989j;y Fredric J.~SON Postmodernisru, o r t il e C u uu ra t L o gi c t? f LIte Capitalism, Durham, Duke University Press, 1991r ed . casc.: La posmoder n idad 0 1(1 O g i c a cultural de ! capuolismo avaneado, Barcelona, Paidos Iberica, 19951. Este dcsli-zomienro entre modcrnidad, culrura modcma y eartc modcmoe cs muy conocidc en los cstudios de la pos-modernidad,

    2 EI C$p(.:ct~q "qui va desde Daniel nELL, J1ft Crtl/uml Contradictions of Capitalism, N u ev a Y o rk , B a sk : B o ok s,1978 red. cast.: La s contmdidiones tulturoler del capittl l i.~fII'()~Madrid , Alianza Editorial, 1996J. un texto fundacionaldel neoconservadurasmo, hasta Hilton KRAMER. 1 1 1 1 . . ' R~~lJl ' IJg(!f t he Ph i li s ti n e s , Nueva York, Free Press,19R5.